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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO

Programa Universitario de Medicina Tradicional y Terapéutica Naturista

LA FARMACIA VIVIENTE PARA EL DESARROLLO REGIONAL INTEGRAL.


Dr. Guillermo Mendoza Castelán ∆

La Visión Filosófica del Mundo

A través de la historia de los pueblos, las concepciones sobre el universo y la realidad


que se percibe han sido objeto de debates entre los grandes pensadores que han marcado
los senderos de pensamiento por el que transitan las grandes masas sociales.

Los Empiristas, representados por Bacon, sostenían que el proceso cognoscitivo, y por
lo tanto el sujeto, alcanzan el conocimiento mediante la experiencia de los órganos de
los sentidos. Decían que las impresiones de los objetos externos llegan a la conciencia
de manera intensa e imperecedera y, las representaciones que el sujeto hace de la
realidad dan lugar a las ideas y los conceptos que se reflejan en experiencias procesadas
por el razonamiento. Nada está fuera del sujeto, él es quien construye su propia
realidad, de acuerdo a la información que recibe por medio de sus órganos de los
sentidos.

Los Racionalistas, seguidores de Descartes, afirmaban que la base del conocimiento son
las ideas innatas. Para Descartes, el sujeto es quien descubre el pensamiento y el
pensamiento da lugar a Dios y al mundo material.

Kant, por su parte, cree resolver el conflicto entre empiristas y racionalistas. En su obra
“Crítica de la Razón Pura” propone que la razón con crítica conduce a la ciencia y la
razón sin crítica al escepticismo. La experiencia se efectúa a través de todos los
mecanismos de la razón, a través de un sujeto trascendental, mediante el juicio sintético
a priori. (experiencia sensible + experiencia conceptual). Para Kant las leyes científicas
contienen principios racionalistas “sustentación racional”. Los juicios científicos se
sustentan sobre dos bases, lo sensible (experimentación) y lo conceptual
(comprobación). En otras palabras, la experiencia sensible y la racional conforman al
sujeto trascendental.

Para Hegel todo transcurre mediante un proceso histórico (lo que la humanidad ha
formado) y retoma el concepto de espíritu de la religión cristiana. Para él la razón se
reflexiona a sí misma, pero también reflexiona al mundo. La razón es espíritu,
consciente de sí mismo y de su mundo, y del mundo como de sí mismo. Los sujetos
conjugan la razón con la práctica y con la experiencia histórica, por lo tanto, la mente
del hombre está condicionada por la sociedad. Para Hegel la historia es un retorno
continuo, en círculo, donde sólo cambian los actores.

Marx, basado en la obra de Hegel, afirma que la esencia del hombre está en su trabajo.
El trabajo de Marx es la máxima expresión del materialismo, él transforma la filosofía
contemplativa e interpretativa del mundo por una disciplina de aplicación práctica,
aunque hace notar que el trabajo alienado aleja al hombre de la realidad. La


Profesor-investigador del Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo.
Tel. 01 (595) 952-15-00 ext. 5384 plantasmedicinaleschapingo@yahoo.com.mx

1
hermenéutica se puede remontar a Marx quién desmitifica las relaciones sociales
despojándolas de sus disfraces para revelar el fondo oculto que se esconde bajo diversas
formas. Si, para Hegel, la historia es un círculo, para Marx es una espiral.

Descartes aplicó la idea de máquina a los seres vivos, dividió la naturaleza de manera
tajante en mente y materia. El universo, al ser una máquina, respondía a las leyes de la
mecánica física y todo era explicable en términos materiales. Cada parte del universo,
una galaxia, un sistema solar, un planeta o un organismo, era parte de un mecanismo
con una función específica dentro de un engranaje.

Las plantas y los animales eran simples máquinas-organismos y la vida podía explicarse
en términos mecánicos. Sólo los seres humanos estaban dotados de un alma racional,
pero separada del mecanismo orgánico.

La naturaleza se atomizó en minúsculos componentes y, para estudiarla, los fenómenos


fueron analizados, comprendidos y explicados de manera fragmentaria. El cuerpo
humano fue dividido en tejidos, órganos y aparatos y, aunque vinculados, se estudiaron
como partes aisladas del organismo.

El organismo fue separado del cerebro y, el cerebro escindido de la mente. Fue negada
la existencia del alma y del espíritu. El fenómeno de la vida y las funciones orgánicas y
cerebrales fueron reducidos a interacciones bioquímicas y fisicoquímicas, explicadas
en términos de acción y reacción, considerando sólo a las partes y olvidando el efecto
sinérgico de todo sistema viviente donde la suma es mayor que las partes. La física y el
determinismo filosófico separaron al ser humano de la naturaleza.

La fragmentación del conocimiento fue útil para el avance de la ciencia que impulsó el
desarrollo acelerado de una tecnología basada en instrumentos y aparatos mecánicos, lo
cual ayudó a consolidar la idea mecanicista del universo.

El desmenuzamiento de la naturaleza permitió el estudio y la comprensión de


fenómenos aislados, así como su utilización práctica en la generación de tecnología
cuyo fin primordial es la obtención de mayores ingresos para los países y compañías
que asignan más presupuesto a la investigación científica.

En la biología y en la medicina aún predomina la idea de que los seres vivos están
constituidos como una máquina con partes separadas y con funciones independientes.

El Pensamiento Orgánico, representado por Fritjof Kapra, postula que antes del
pensamiento moderno (mecánico) existió una concepción holística del mundo a la que
se debe retornar para lograr la unidad con la naturaleza, para reintegrar a la ciencia
con la filosofía y a la filosofía con la religión.

Este pensamiento implica el rescate de la intuición donde el conocimiento se obtiene


por medio de la iluminación y la revelación.

El Pensamiento Orgánico no está contra el método científico, ni niega el avance de la


ciencia, pero afirma la existencia de otro campo de conocimiento; es decir, que cada
aspecto de la realidad tiene su propio espacio. La realidad no es comprensible

2
totalmente, la verdad es una aproximación de la realidad. La verdad tiene parte de
misterio.

Para el Pensamiento Complejo, iniciado por Edgar Morin, lo importante es considerar a


las relaciones múltiples entre las partes del todo. El todo se caracteriza por ser
multidimensional; la realidad no es única sino que está conformada por las diferentes
dimensiones de la realidad misma. Aquí se une lo separado. El conocimiento es incierto
y, el saber, tiene que ser un saber de saberes.

El Pensamiento Complejo es Sistémico, pues el conocimiento es parte de los sistemas.


Para el Pensamiento Complejo causas “micro” pueden tener efectos “macro”; se puede
pensar y actuar localmente pero los efectos pueden tener alcance global.

Para el pensamiento indígena ancestral nada está aislado, nada es único, nada
permanece inalterado, todo el universo está interconectado y en movimiento
permanente, desde las partículas mínimas, pasando por los seres vivos, hasta el cosmos
completo.

Todo en el universo tiene dos aspectos complementarios, el cosmos es de naturaleza


dual; la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo, el tonal y el nahual, el calor y el frío, la
salud y la enfermedad. La dualidad no se refiere a partes separadas, sino a cualidades
complementarias unidas indisolublemente enfermedad.. La materia y la energía,
componentes únicos del universo, son dos aspectos de una misma esencia, dos partes
que forman una.

De ésta forma, el organismo humano está compuesto de materia y energía, de energía y


materia en constante interacción con la energía del universo. Para la sabiduría ancestral
la salud y la enfermedad se explican en términos de materia y energía, de equilibrio
entre lo bueno y lo malo, de armonía entre el calor y el frío.

El equilibrio, que proporciona armonía emocional y orgánica, es condición


indispensable para lograr una vida saludable, en tanto que el desequilibrio causa
inestabilidad y, por lo tanto, enfermedad.

Los conceptos de equilibrio y armonía, son comunes al México prehispánico y a las


antiguas civilizaciones del viejo mundo. La perdurabilidad de tales conceptos se debe a
que sus aplicaciones prácticas han sido probadas, comprobadas y aprobadas, a través de
los siglos, situación que debe ser motivo para retomar la sabiduría ancestral como
medio para el reencuentro con nuestras raíces y con nosotros mismos.

La Crisis Social

Actualmente, cada ser humano vive su propia realidad, una realidad donde cada
individuo conviven con desconocidos, incluyéndolo a él mismo, una realidad donde
todos luchan todos contra todos… incluso consigo mismos.

La humanidad atraviesa por una grave crisis propiciada, entre otras causas, por el
dominio científico, tecnológico e ideológico de los países desarrollados, lo cual está
aniquilando la individualidad. Una globalización económica que está eliminando

3
aceleradamente las tradiciones y costumbres de los pueblos y su identidad colectiva.
Una globalización donde lo importante no es el “ser”, sino el “tener”.

La pérdida de valores humanos, y el predominio de los valores económicos, ha


deshumanizado a las sociedades del mundo. En México, la crisis de valores se
manifiesta en todos los estratos sociales. El egoísmo, el abuso y la violencia ya no
causan asombro, vivimos en un mundo donde no existe el respeto, donde el amor y la
felicidad son utopías de los inadaptados sociales.

Los países que carecen de ciencia propia, como México, son totalmente dependientes de
los países desarrollados, por ello las crisis ambientales, alimentarias, energéticas y
financieras del mundo repercuten con mayor intensidad en los países pobres y se
reflejan en reducción de empleos, disminución del poder adquisitivo, mayor pobreza,
ignorancia y enfermedades, entre otros efectos negativos.

Los países industrializados, generalmente, asocian el desarrollo tecnológico y la


capacidad económica con el nivel cultural de los pueblos. La sociedad occidental
considera a la cultura como un bien de consumo que ella produce y vende.

Pero, si consideramos como elementos culturales a los conocimientos ancestrales, las


costumbres y las tradiciones, nuestro país es inmensamente rico. Los bienes culturales
que han heredado las etnias mexicanas son una riqueza que debe estudiarse, revalorarse,
difundirse y aplicarse para renovar una concepción humanista del universo, como medio
para formar seres integrales e integrados a la naturaleza y la sociedad.

Visión del Mundo y Medicina

A pesar que, desde la antigüedad, se acumularon abundantes evidencias de la unidad


orgánica y mental, hasta hace poco tiempo se consideraba que la mente y el cuerpo
estaban totalmente desvinculados, no se creía posible que las emociones pudieran ser
causantes de enfermedades orgánicas.

Es así que, durante los últimos siglos, los médicos egresados de las universidades han
sido preparados para tratar los padecimientos corporales a través del análisis de tejidos y
órganos aislados, pero no se les ha enseñado a diagnosticar ni tratar a las enfermedades
como manifestaciones de un desequilibrio interno, con el entorno y, en general, con el
todo, por eso se trata a las enfermedades, o sus síntomas, de manera separada, de la
misma forma que el motor de un automóvil donde, las piezas defectuosas debe repararse
o sustituirse.

La concepción mecanicista y reduccionista ha dado como resultado la “super-


especialización” que se exige a los egresados de las universidades para ser calificados
como competentes. Así, hay médicos especializados en el estudio de órganos separados
del cuerpo: cardiólogos, ginecólogos, dermatólogos, urólogos, etcétera, cada uno de los
cuales se dedica al órgano de su especialidad sin considerar que un ser humano es un
organismo complejo, un sistema de sistemas donde las interacciones entre células,
tejidos, órganos y “aparatos” son vitales para la conservación de la salud y la vida.
A la luz del conocimiento actual es necesario un nuevo modelo de salud que conciba a
los humanos precisamente como “seres” y no como máquinas. Seres humanos con
emociones y sentimientos, seres que son un todo en sí y partes de un todo cósmico.

4
Es inaplazable cambiar la actual concepción del mundo o, más bien dicho, es necesaria
la revaloración del pasado para entender el presente y avanzar con confianza hacia un
futuro certero donde la paz y la armonía individual y social, sean los fundamentos
sólidos para una renovada forma de convivencia humana con la naturaleza.

Ya es tiempo de despojarnos de la visión mecanicista de la naturaleza y del


materialismo como bases para el desarrollo de la humanidad.

La moderna Teoría de Sistemas, novedosa para el mundo occidental, no es ajena al


pensamiento indígena ya que es sorprendentemente semejante a la concepción
prehispánica de la naturaleza.
Los físicos descubrieron que materia y energía son esencialmente lo mismo, pero en
diferente estado. A nivel subatómico la materia parece no existir y, aunque la masa no
desaparece, ésta no puede explicarse en términos diferentes a la energía.

La perspectiva de sistemas ve al mundo bajo la óptica de relaciones e integración. Los


sistemas son totalidades integradas con propiedades específicas que no pueden ser
identificadas con las propiedades de sus partes constituyentes. En vez de concentrarse
en los pilares fundamentales o en las sustancias básicas, la aproximación de sistemas
enfatiza los principios de organización.

Todo organismo, desde la más pequeña bacteria, pasando por toda la gama vegetal y
animal hasta los seres humanos, constituye una totalidad integrada y, por lo tanto, un
sistema viviente. Las células son sistemas vivientes al igual que los tejidos y órganos
del cuerpo, siendo el cerebro humano el ejemplo más complejo.

Pero los sistemas no se limitan a los organismos individuales y sus partes. Las mismas
características de totalidad pueden apreciarse en los sistemas sociales -como la familia o
la comunidad- y en los ecosistemas, conformados por una gran variedad de organismos,
y materia inanimada, en interacción constante.

Lo anterior coincide con la concepción indígena que considera al ser humano parte
integral de la naturaleza; donde el universo contiene al hombre y el hombre al universo.

En las ciudades muchas personas consideran a la tierra como algo “sucio”, algo que los
niños no deben tocar porque corren el riesgo de enfermarse y, probablemente, no les
falte razón pues se ha contaminado con infinidad de productos químicos, pero la
concepción de la tierra debe cambiar, la gente debe ser consciente de que nuestro
planeta es un bien inapreciable que se debe respetar y preservar puesto que no tenemos
otro proveedor de alimento, vestido y medicamentos, entre otros satisfactores básicos
que hacen posible la vida.

La nueva visión de la realidad, debe modificar sustancialmente las ideas mecanicistas,


reduccionistas, materialistas y utilitaristas sobre la naturaleza, aunque no se está en
desacuerdo con la idea de materia que ha emergido en la física moderna… materia y
energía en equilibrio dinámico, un concepto que puede hacerse extensivo a los
organismos vivientes, a la mente, a la conciencia y a los fenómenos sociales.

5
Un aspecto importante de los sistemas vivientes es su tendencia a formar estructuras de
sistemas dentro de otros sistemas. Por ejemplo, el cuerpo humano contiene sistemas
compuestos por varios órganos; a su vez, cada órgano está constituido por tejidos y cada
tejido, por células.

Todos ellos son sistemas vivientes formados por partes más pequeñas que, al mismo
tiempo, actúan como partes de conjuntos mayores. Los sistemas vivientes, por lo tanto,
exhiben un orden estratificado con interconexiones e interdependencias entre todos los
niveles del sistema, donde cada nivel interactúa y se comunica con su entorno total.

Desde el punto de vista de la teoría de sistemas, la vida no es una sustancia o fuerza, ni


la mente es una entidad que interactúa con la materia. Tanto la vida como la mente, al
igual que la materia y la energía, son manifestaciones del mismo conjunto de procesos
que representan la dinámica de auto-organización. Materia y mente deben concebirse
como dos aspectos de un mismo fenómeno.

Para devolver la salud a una sociedad enferma, ésta debe devolverse a cada una de sus
partes, a cada individuo y, para ello, es necesario considerar que el ser humano no es
una máquina, sino un ser vivo, de materia y energía, con sentimientos y emociones, un
ser vivo que debe reencontrar la armonía interior, con los seres que comparten su
destino y con la naturaleza a quien le debemos abrigo, alimento y salud.

La Medicina y la Herbolaria en México

La historia de la medicina se remonta varios milenios atrás, desde antes del comienzo de
la humanidad; por ejemplo, el hombre de Neanderthal, aunque no pertenecía a la
especie Homo sapiens, ya usaba plantas medicinales hace 60 000 años. Los
antecedentes escritos más antiguos, referentes a la medicina, provienen del otro lado de
los Océanos.

En México, la antigüedad de la medicina, la botánica y la herbolaria se pierde en sus


orígenes ancestrales pero, en sus inicios, las causas de las enfermedades se atribuían a
causas sobrenaturales, mágicas y religiosas.

Las primeras evidencias de prácticas médicas se encuentran en Monte Albán y Mitla, en


el actual estado de Oaxaca, donde se han encontrado cráneos con huellas de
trepanaciones y regeneración ósea, lo que demuestra la sobrevivencia de los pacientes a
este tipo de intervenciones quirúrgicas.

En Teotihuacán, la ciudad más importante de mesoamérica durante los siglos I al IV de


nuestra era, el rescate de los murales de “Tepantitla” muestra enfermos, enfermedades,
plantas medicinales y aplicaciones terapéuticas.

Entre los mayas, se practicaba la mutilación dentaria y la deformación craneana con


fines estéticos; la salud y la enfermedad dependían de la voluntad de los dioses pero, la
salud se preservaba y recuperaba al vivir en armonía con la naturaleza y al cumplir con
las normas sociales, morales y religiosas; además, practicaban medidas higiénicas como
lavarse las manos, obligatoriamente, antes de consumir alimentos; usaban los baños
medicinales y aplicaban remedios basados en plantas medicinales o en sus extractos.

6
En el siglo X de nuestra era nació el sacerdote-dios Quetzalcóatl, guía del pueblo
Tolteca, bajo cuyo mandato los toltecas alcanzaron su máximo desarrollo material y
espiritual, floreciendo las ciencias y las artes. Quetzalcóatl impulsó las prácticas de la
meditación, la penitencia y el ayuno, como medios para conservar la salud y desarrollar
el potencial mental; asimismo, se lograron grandes avances en el conocimiento de las
plantas medicinales y su uso terapéutico.

Los chichimecas que llegaron al Valle de México, acolhuas y tenochcas, heredaron los
conocimientos de los toltecas y, en la época de la conquista, las ciencias y las artes,
entre ellas las referentes a las ciencias de la salud, se encontraban en un alto nivel,
incluso mayor que en la España de aquella época.

Fray Toribio Motolinia, en su Historia de los Indios de la Nueva España menciona:


“Han hecho los indios muchos hospitales adonde curan los enfermos y pobres, y de su
pobreza los proveen abundantemente, porque como los indios son muchos, aunque dan
poco, de muchos pocos se hace mucho, y más siendo continuo, de manera que los
hospitales están bien proveídos; y como ellos saben servir tan bien que parece que para
ello nacieron, no les falta nada, y de cuando en cuando van por toda la provincia a
buscar enfermos. Tienen sus médicos, de los naturales experimentados, que saben
aplicar muchas yerbas y medicinas, que para ellos basta; y hay algunos de ellos de tanta
experiencia, que muchas enfermedades viejas y graves, que han padecido españoles
largos días sin hallar remedio, estos indios las han sanado”.

Los médicos tradicionales actuales tratan de preservar, y transmitir intacto, el


pensamiento de los antiguos mexicanos, así afirman que todo en el universo está
interconectado energéticamente y que cualquier acto que se cometa, bueno o malo
repercute en todo y que, por lo tanto, la salud es el resultado del equilibrio armónico del
individuo con todo lo que le rodea: seres humanos, animales, plantas y materia
inanimada. Al transgredir las reglas morales sociales y religiosas, la pérdida de respeto a
la naturaleza y a sus semejantes rompe el equilibrio y sobreviene la enfermedad.

Los médicos indígenas prehispánicos, y los verdaderos médicos tradicionales actuales,


eran y son formados mediante un prolongado y arduo entrenamiento, que inicia desde
los cinco años, no sólo adquiriendo conocimientos, sino también desarrollándose
integralmente, cultivando la mente, el cuerpo y el alma; pues un médico tradicional es,
al mismo tiempo, botánico, farmacéutico, médico, psicólogo y sacerdote, además de
manejar aspectos energéticos.

Los orígenes de la Farmacia Viviente

Los jardines del México antiguo eran elementos importantísimos del paisaje, para la
obtención de alimentos, medicamentos, para la cacería, etcétera, de tal forma que no
eran construidos al azar sino que había un gran conocimiento de la flora, incluso existía
una clasificación donde cada jardín específico recibía un nombre particular. “El nombre
de un jardín en general era xochitla (lugar de flores), y una variante de este nombre
xoxochitla, lugar de muchas flores. Un jardín amurallado llamábase xochitepanyo. Los
jardines de placer para las clases gobernantes eran designadas con el vocablo

7
xochiteipancalli o palacio de flores, y al humilde jardín indio llamóse y se llama
xochichinancalli, sitio de flores rodeado por una barda hecha de cañas o de ramas.” 1
La construcción de jardines era una costumbre que, al parecer, inició desde la época de
los toltecas y continuó en el Valle de México hasta la llegada de los conquistadores. El
establecimiento de dichos jardines, desde ese entonces, no era únicamente por placer
estético, sino que tenían como objetivo primordial el aseguramiento de su sustento,
como se puede observar en las descripciones de los cronistas antiguos.

Xólotl, alrededor del año 1011 de nuestra era, al poblar la zona de Texcoco, durante la
repartición de señoríos a sus descendientes fundó un jardín en la región montañosa de
Texcoco. “En ese mismo año cercó un gran bosque en la sierra de Tetzcuco, en donde
entró cantidad de venados, conejos y liebres; y en medio de él edificó un cu que era
como templo, en donde la primera caza que cogían por las mañanas él y el príncipe
Nopaltzin, o su nieto el príncipe Póchotl, la ofrecían por víctima y sacrificio al sol, a
quien llamaban padre y a la tierra madre, que era su modo de idolatría, y no reconocían
ningún otro ídolo por dios; y asimismo de aquí sacaban para su sustento y de las pieles
su vestuario.”2 Lo anterior parece confirmar que “antes de establecer cualquier
población, nuestros antepasados efectuaban viajes exploratorios donde realizaban un
inventario de los recursos naturales para decidir si eran los lugares adecuados para los
futuros centros urbanos. La planeación no quedaba ahí, sino que involucraba una serie
de estrategias para que, una vez asentada la ciudad, se establecieran centros de
investigación que permitieran un desarrollo que, en términos actuales, calificaríamos de
sustentable.” 3

Troncoso, piensa que los toltecas y sus conocimientos sobre plantas medicinales fueron
los precursores de los jardines botánicos y, por ello comenta que “los farmacologistas
del siglo XVI reconocían a los toltecas como a sus maestros en el arte, dándoles la
supremacía en el conocimiento de las plantas que en aquél tiempo se empleaban todavía
para la curación de las enfermedades, lo que nos acerca más y más a la suposición de
que la civilización establecida en Tula no hubiera sido extraña a la creación de los
jardines botánicos del Anáhuac. Adoptando esta hipótesis, la fundación de
Nezahualcóyotl no debe verse sino como una reminiscencia del pasado, perpetuada de
la tradición, y que volvió a ser una realidad bajo los auspicios del filósofo coronado.”4

Cabe mencionar que los jardines botánicos no tenían como únicas funciones la
recreación o la colección de flora y fauna, sino que eran unos verdaderos centros de
investigación. La diversidad de especies vegetales, y sus variedades, aportadas por
México a la alimentación mundial no fue producto de la casualidad sino de un avanzado
desarrollo tecnológico. “La obtención de las características deseables (rendimiento,
tamaño, sabor, aroma, color, resistencia a daños, etc.) no pudieron desarrollarse
únicamente con base en la selección, sino debido a todo un conjunto de conocimientos y

1
Nuttal, Zelia. Los jardines del antiguo México. En: Antiguos jardines mexicanos. Arqueología
Mexicana. Instituto Nacional de Antropología e Historia. Vol. X, núm. 57. Septiembre-Octubre 2002. pp:
16-17
2
De Alva Ixtlilxóchitl, Fernando. 1997. Obras Históricas. Relaciones Históricas. Universidad Nacional
Autónoma de México-Instituto Mexiquense de Cultura. Tomo II. Cap. VI p. 19
3
Lugo Pérez, Roque. 2001. Los jardines prehispánicos y la fundación de ciudades. En: Memorias del X
Congreso Nacional de la Crónica. Fundación. H. Ayuntamiento de Texcoco, Instituto Mexiquense de
Cultura, Academia de Historia Regional de Tezcoco, UAEM, UACh. México. pp: 115-121
4
Del Paso y Troncoso, Francisco. 1988. La botánica entre los nahuas y otros estudios. (Introducción,
selección y notas de Pilar Máynez). Secretaría de Educación Pública. México. pp: 40 - 41

8
técnicas de mejoramiento genético.” 5 “La evidencia documental nos indica que los
jardines funcionaban como centros de investigación y enseñanza: como viveros
forestales, como campos para prácticas militares, como centros de investigación médica,
como lugares donde se realizaban investigaciones botánicas y zoológicas para la
introducción de especies animales y vegetales para su cría y cultivo.” 6

La cita siguiente pone en evidencia que Tetzcotzinco, además de estar especializado en


el cultivo de plantas medicinales también funcionaba como vivero donde se aclimataban
y reproducían diferentes especies vegetales. “Hay sabinos que llaman de la tierra, que
difieren muy poco de los de Castilla; pero éstos son puestos a mano en el cerro de
Tetzcutzinco, traídos de los montes de Chalco, donde se crían naturalmente abundancia
dellos.” 7

La tradición botánica de México continúa en la mayoría de comunidades donde la gente


tiene en sus jardines y corrales una pequeña colección de plantas que podríamos
denominar “cuadro básico” para tratar las enfermedades más comunes y leves; sin
embargo, debe lucharse porque las autoridades apoyen la construcción de jardines
comunitarios donde la gente pueda aprender sobre las plantas medicinales y sus
aplicaciones terapéuticas, es por este motivo que varias instituciones y personas han
realizado esfuerzos para la implementación de jardines comunitarios, como la
Universidad Autónoma Chapingo, institución que desde 1983 a donde “los alumnos,
profesores y trabajadores concurren cotidianamente para proveerse de plantas vivas y de
preparados para suministro humano.”8

En lo que respecta al concepto de “Farmacia Viviente”, éste difiere de los jardines


comunitarios, de los jardines botánicos, de los jardines etnobotánicos, e incluso de los
herbarios, debido a que contempla a las plantas no solamente como seres vivos, sino
como partes de un todo, como sistemas constituyentes de otros sistemas, estructurados
jerárquicamente pero en estrecha relación e interdependencia con el ser humano y los
medios biótico y abiótico, donde “la planta, es un punto referencial de la existencia,
que marca el pasado y el futuro, es una plataforma que divide la muerte y la vida;
además, es un punto donde se divide y refleja el pensamiento de la vida misma, porque
capta y modula la frecuencia de la diversidad de pensamientos que existen alrededor de
las familias y sus comunidades.Las plantas, son protectoras y “anguladoras” que
marcan el nivel de armonía que dan, y generan el principio y la dimensión del amor.
Son seres que hablan, sienten y escuchan. Curan las enfermedades y evitan la muerte
de los individuos, de sus familias y de sus comunidades.” 9

Así tenemos que el concepto de “Farmacia Viviente” no es igual al de un jardín


botánico y, aunque los objetivos y usos son semejantes, en las Farmacias Vivientes los
seres humanos estamos en una completa interrelación con las plantas, orgánica y
energéticamente, aprendiendo los principios curativos y sus aplicaciones.

5
Lugo Pérez, Roque y Guadalupe Palomino. 1996. Nezahualcoyotl... el Hacedor de Todas las Cosas.
Instituto Mexiquense de Cultura. Toluca, México. p. 55
6
Lugo Pérez, 2001. Op. cit.pp. 115-121
7
UNAM, 1986. Op. cit. p. 105
8
Cf. Estrada Lugo, E. 1996. Jardines botánicos comunitarios: plantas medicinales. En: Plantas
medicinales de México. Introducción a su estudio. (Estrada Lugo, E. Editor). Universidad Autónoma
Chapingo. México. pp 523 - 524
9
Mendoza Castelán, Guillermo, Roque Lugo Pérez y Humberto Tehuacatl Cuaquehua. 2002. La
Farmacia Viviente. Universidad Autónoma Chapingo. p. 157

9
Las Plantas Medicinales en México

La ubicación geográfica de la República Mexicana, comprendida entre los 84° 46´ y los
117° 08´ de Longitud Oeste y los 32° 43´ y los 14° 38´ de Latitud Norte coloca a
nuestro país en una zona de transición macroclimática y biogeográfica privilegiada, con
clima templado y vegetación de tipo ártico al norte del Trópico de Cáncer y clima
tórrido y vegetación tropical al sur de éste; por otra parte, los aproximadamente 9000
km. de litorales, el accidentado relieve y las diferentes altitudes en el 85% de la
superficie, el régimen de vientos y las diferencias de precipitación pluvial, desde los 33
mm hasta los 5,500 mm anuales, originan variados climas y microclimas (en México se
encuentran todos los tipos climáticos, según la clasificación de Köppen) los que
aunados a las características geoquímicas de los suelos, permiten la existencia de una
gran diversidad de flora y fauna.

Se estima que en el mundo viven aproximadamente 500,000 especies vegetales, de ellas


un tercio pertenecen al continente americano y una quinta parte a México donde
tenemos el 11% de las especies endémicas del planeta (sólo se encuentran aquí y en
ningún otro lugar), únicamente en el Valle de Tehuacán, Puebla, hay cuatrocientas.
Todas las condiciones anteriores han dado como resultado el que México sea un centro
de evolución, origen, dispersión y domesticación de plantas para usos alimentarios,
medicinales, rituales e industriales.

País Especies

Brasil 120-130,000
Colombia 80,000
Venezuela 70,000
México 35,000
Guatemala 14,000

Del total de especies que se encuentran en nuestro país se estima que el 50% son
medicinales. La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a las plantas
medicinales como aquellas que, de cualquier modo que sea, introducidas o puestas en
contacto con un organismo humano o animal, desarrollan en éste una terapia que
podría denominarse “suave”.
En cuanto a plantas medicinales registradas taxonómicamente, México ocupa el
segundo lugar con 3,352 especies, después de China que tiene 5,000 inventariadas.

De acuerdo con la OMS, en México 66 millones de personas se curan con plantas


medicinales, aunque las estadísticas dadas a conocer por la Universidad Autónoma
Chapingo (UACh) dan una cifra de 46 millones; el número puede variar ya que mucha
gente niega el uso de plantas medicinales debido a la creencia errónea de que la
herbolaria es producto de la charlatanería para aprovecharse de los ignorantes.

Las plantas medicinales mexicanas se han utilizado en forma directa o como materia
prima para la preparación de ungüentos, pomadas, extractos, infusiones, etcétera. Han
sido la base para la fabricación de medicamentos de patente, comercializando las
sustancias contenidas en los vegetales o como base para la síntesis de derivados; razón
por la cual siguen siendo muy importantes no sólo en la medicina tradicional, sino en
general en la medicina moderna.

10
La amplia utilización de las plantas medicinales en la industria farmacéutica
transnacional, desde hace varias décadas, se ha basado en la recolección de especies
silvestres, ocasionando la drástica reducción de las plantas explotadas, llevando a varias
al borde de la extinción. Los menos beneficiados son los recolectores a quienes se pagan
precios muy bajos y sólo aumentan su pobreza, puesto que, al agotarse los recursos
tienen que caminar distancias muy grandes para recolectar cada vez menos cantidades
de las especies requeridas por la industria; por ello es urgente implementar programas
de cultivo y aprovechamiento racional de este recurso terapéutico.

Por otra parte, el auge de la llamada medicina naturista, incluyendo la herbolaria, está
ocasionando una mayor depredación de los bosques y selvas mexicanas, a un ritmo cada
vez mayor conforme aumenta la demanda de medicamentos naturales y la gente busca
una mayor “armonía con la naturaleza”. La flora mexicana está en grave peligro, hay
especies que, probablemente, se hayan extinguido sin que se haya detectado su
existencia y su potencialidad para solucionar problemas de salud para los cuales, hasta
el momento, no hay cura.

La Farmacia Viviente

No obstante la riqueza forestal de México, los campesinos siguen en el rezago


tecnológico, en la ignorancia y en la pobreza, debido a la falta de políticas reales que
contribuyan a desarrollar el sector, sobre ello Mata y Villanueva aseguran que “El 75 %
de la pobreza y rezago del país se localiza en el campo y cerca de 11 millones del medio
rural viven en condiciones de pobreza extrema.” 10

Si existe pobreza y escaso apoyo para los cultivos comerciales “formalmente”


establecidos y apoyados por las instituciones de crédito ¿qué puede esperarse con la
flora medicinal? Las plantas medicinales son un medio de subsistencia para los
recolectores, cuyos bajos ingresos son el motivo para que familias completas se
dediquen a la recolección, tanto intensiva como extensiva. Los recolectores son los
menos beneficiados con las grandes ganancias que originan las plantas medicinales.

El auge de la herbolaria y la problemática ecológica del país son los principales factores
que nos deben motivar para regresar a nuestras raíces; retornar a ese sentimiento de
unidad con la naturaleza, como base que norme nuestros actos cotidianos, tal como se
practicaba en el México Antiguo. Debemos respetar la naturaleza y estar conscientes de
que lo que le pase a ella le sucederá al ser humano.

Las plantas no son objetos, sino seres vivos y, como tales, debemos tratarlas con
respeto, pues hemos olvidado que son el enlace entre la materia inerte y la materia viva.
Las plantas no sólo son fuente de alimentos, son seres que nos acompañan en nuestro
viaje por el mundo y están al cuidado de nuestra la salud, es por ello de debemos
cambiar nuestra manera de pensar con respecto a la naturaleza en general y con las
plantas en particular. No sólo debemos preocuparnos, sino ocuparnos en trabajar para
preservar este valioso recurso que es un patrimonio de los mexicanos.

Una de las recomendaciones que más enfatizamos en la universidad es que el impulso


de la Medicina Tradicional Mexicana debe se paralelo con la conservación de los
10
Mata García, Bernardino y Clemente Villanueva Verduzco. 2001. México Rural: Políticas para su
Reconstrucción. Universidad Autónoma Chapingo. México. p. 31

11
recursos naturales. Es urgente cambiar el concepto y la práctica de “explotación de los
recursos“, por el de aprovechamiento racional y sustentable.

Bajo la asesoría de la Universidad Autónoma Chapingo se ha propuesto el


establecimiento de Farmacias Vivientes en escuelas, patios, corrales y jardines privados
y públicos, entre otros, las cuales han tenido una amplia aceptación debido a que la
Farmacia Viviente:

 Se concibe como la interacción que se establece entre los seres humanos y las
plantas medicinales, a través de un proceso de reproducción equilibrado en un
espacio, tiempo y ambientes determinados.

 Se define también como un conjunto de especies establecidas en un lugar preciso y


que son aprovechadas racional y permanentemente por los seres humanos, para
prevenir o curar enfermedades.

 La Farmacia Viviente es un recurso didáctico, porque las plantas medicinales que se


establecen en cultivo permiten un proceso de enseñanza-aprendizaje intra e
interfamiliar, grupal o comunitario y, este proceso, será permanente en la medida en
que permanezcan las plantas bajo esta perspectiva, ya que al abandonarla tomaría
otro estatus, como el de ser un simple huerto medicinal tradicional.

 La Farmacia Viviente, como recurso didáctico, es una alternativa para que grupos
escolares incrementen sus conocimientos y aprendan a relacionarse respetuosamente
con la naturaleza.

 La base material que sustenta la Farmacia Viviente es su cualidad potencial de ser


proveedora de recursos terapéuticos en el momento que se requieran, y en estado
fresco, lo cual los hace más eficaces que las especies medicinales que se expenden
en los mercados.

 La Farmacia Viviente constituye una valiosa alternativa para el cultivo in situ de


plantas medicinales para evitar el cambio de vocación de la tierra y su degradación;
además, permitirá la generación de empleos e ingresos para el sector campesino, con
lo cual se puede contribuir significativamente al Desarrollo Regional Integral.

 El concepto de Farmacia Viviente es dinámico forma parte de la estrategia de


sobrevivencia de la especie humana, ya que tiende a un abastecimiento
autosustentable de recursos fitogenéticos medicinales, de tal forma que las
generaciones del presente aprovechen las plantas sin comprometer o poner en riesgo
la existencia de los recursos terapéuticos herbolarios de las generaciones futuras.

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