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DELITO CONTRA

LOS RECURSOS
NATURALES
UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL
ESCUELA UNIVERSITARIA DE POST GRADO
DOCTORADO EN MEDIO AMBIENTE Y
DESARROLLO SOSTENIBLE

DELITO CONTRA LOS RECURSOS


NATURALES

Curso: LEGISLACIÓN AMBIENTAL


Profesor: DRA. PATRICIA LUI JONES

Integrantes
 Anaya González, Roberta Brita
 Arias León, Jeny Emperatriz
 Chávez Riveros, Víctor Ismael
 Esposito Shapiama, Sandro
 Guzmán Alejos, Rossy Lorena
 Poggi Dávila, Johanna

2013

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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 5
I. CONSIDERACIONES AMBIENTALES SOBRE EL PROCESO PENAL .................... 7
1.1. CODIFICACIÓN O TIPIFICACIÓN PENAL AMBIENTAL COMPARADA ........ 7
1.2. LA JUSTICIA AMBIENTAL COMO MARCO GENERAL ................................10
II. MARCO TEÓRICO ..........................................................................................11
2.1. PROBLEMAS AMBIENTALES GLOBALES ..................................................11
2.1.1. DEFINICIONES DEL DERECHO PENAL AMBIENTAL ..............................11
2.1.2. EL EFECTO INVERNADERO ..................................................................12
2.1.3. LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA ..................................................13
2.1.4. LA DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO ..........................................14
2.1.5. LA DEFORESTACIÓN ...........................................................................14
2.1.6. LA PÉRDIDA DE LA BIODIVERSIDAD ..................................................15
2.2. EL CAMBIO CLIMÁTICO .........................................................................15
2.2.1. LEY SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO ....................................................16
2.2.2. CREACIÓN DEL TRIBUNAL INTERNACIONAL DE JUSTICIA CLIMÁTICA
17
2.3. LA CONSTITUCIÓN Y EL MEDIO AMBIENTE ............................................18
2.3.1. CONSTITUCIÓN PÓLITICA DEL PERÚ DE 1933 ....................................18
2.3.2. CONSTITUCIÓN PÓLITICA DEL PERÚ DE 1979 ....................................18
2.3.3. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ DE 1993 ....................................19
3. DERECHO ECOLOGÍA Y AMBIENTE ................................................................20
3.1. DERECHO Y ECOLOGÍA ..........................................................................20
3.2. CONSIDERACIONES FILOSÓFICAS ACERCA DEL AMBIENTE ...................21
3.2.1. ÉTICA AMBIENTAL ..............................................................................23
3.3. NATURALEZA DEL DERECHO AMBIENTAL ...............................................24
3.3.1. DERECHO AMBIENTAL COMO CIENCIA INFORMATIVA ........................25
3.3.2. DERECHO AMBIENTAL COMO DISCIPLINA ACADÉMICA ......................25
3.3.3. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA AUTÓNOMA DEL DERECHO ..........25
3.3.4. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA DEL DERECHO PÚBLICO ..............26
3.3.5. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA DEL DERECHO ECONÓMICO ........26
3.3.6. DERECHO AMBIENTAL COMO PARTE DEL DERECHO PRIVADO ............27
3.4. ANÁLISIS SECTORIAL Y TRANSECTORIAL .............................................27
3.5. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO AMBIENTAL ......................................28
3.6. DEFINICIÓN DE DERECHO AMBIENTAL .................................................30

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3.7. SUJETOS DE DERECHO AMBIENTAL .......................................................32
3.8. RELACIÓN ENTRE ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE ................................33
3.9. COMERCIO Y MEDIO AMBIENTE .............................................................33
3.10. MOVIMIENTOS ECOLOGISTAS ...............................................................35
3.11. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO AMBIENTAL ....................38
4. TUTELA DEL AMBIENTE ................................................................................44
4.1. DERECHOS HUMANOS Y EL DERECHO AL MEDIO AMBIENTE ADECUADO 44
4.2. EL HOMBRE Y EL MEDIO AMBIENTE .......................................................45
4.3. LA TUTELA DEL AMBIENTE.....................................................................49
4.4. FUENTES DEL DERECHO PENAL .............................................................50
4.5. TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA EN MATERIA AMBIENTAL .............51
4.5.1. EL DERECHO PENAL AMBIENTAL ........................................................52
4.5.2. EL DERECHO CIVIL .............................................................................52
4.5.3. DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL .............................................52
4.5.4. EL DERECHO AMBIENTAL INTERNACIONAL ........................................53
V. DERECHO INTERNACIONAL AMBIENTAL ......................................................54
5.1. ETAPAS DE DESARROLLO DEL DERECHO INTERNACIONAL DEL MEDIO
AMBIENTE .......................................................................................................55
5.2. LEGISLACIÓN COMPARADA EN EL TEMA AMBIENTAL EN LA REGIÓN .....60
5.3. PREOCUPACIONES EN MATERIA PROCESAL DE LA JUSTICIA PENAL
AMBIENTAL.....................................................................................................64
VI. DELITO CONTRA LOS RECURSOS NATURALES ...........................................67
6.1. TRÁFICO ILEGAL DE ESPECIES DE FLORA Y FAUNA SILVESTRE
PROTEGIDA (ART.308° DEL C.P.P.) ...............................................................70
6.2. FORMAS AGRAVADAS (ART. 309° DEL C.P.P.) .......................................94
6.3. DELITOS CONTRA LOS BOSQUES O FORMACIONES BOSCOSAS (ART.
310° EL C.P.P.) ............................................................................................. 100
6.4. UTILIZACIÓN INDEBIDA DE TIERRAS AGRÍCOLAS (ART. 311° DEL
C.P.P.) .......................................................................................................... 115
6.5. AUTORIZACIÓN DE ACTIVIDAD CONTRARIA A LOS PLANES O USOS
PREVISTOS POR LA LEY (ART. 312° DEL C.P.P.) ........................................... 121
6.6. ALTERACIÓN DEL AMBIENTE O PAISAJE (ART. 313° DEL C.P.P.) ......... 124
VII. CASUISTICA ........................................................................................... 129
7.1. CASO NEXTEL DEL PERU S.A. ............................................................... 132
7.2. CASO MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DEL SANTA ................................ 132
7.3. CASO SEDAPAL .................................................................................... 133
VIII. CONCLUSIONES ...................................................................................... 135
IX. RECOMENDACIONES ............................................................................... 136

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BIBLIOGRAFIA ................................................................................................ 137
ANEXOS ........................................................................................................... 139
VIDEOS DIGITALES ....................................................................................... 139
ARCHIVOS DIGITALES .................................................................................. 139
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS .................................................................. 140

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INTRODUCCIÓN

El rol simbólico que adquiere en la práctica del Derecho Penal, en lo que respecta el
tratamiento punitivo de los delitos ecológicos, constituye un hecho que, por su reiterada
probanza -en la legislación comparada-, no admite discusión.1

Tal situación se muestra con un carácter sumamente diáfano. A su vez, el andamiaje


jurídico administrativo montado para prevenir y sancionar esos mismos ilícitos
“ecocidas”, tiene similares resultados.

Es evidente que los grandes intereses económicos que están en juego -al momento de
legislar y aplicar las leyes sobre derecho ambiental-, adormecen las respuestas afectivas
que la propia ley establece.

En definitiva, nos hallamos ante un problema cuya solución desborda los márgenes del
derecho y se ubica, por sus implicancias, en el seno de la comunidad. Aún más, en su
solución están comprometidos los intereses básicos de todos los seres vivos del orbe y
fundamentalmente, el HOMBRE.

No se trata de renunciar al derecho administrativo o penal para hacer frente a esta


problemática. Todo lo contrario estamos convencidos que debe insistirse en el uso de
ambas ramas jurídicas; coordinando sus disposiciones y prescribiendo los mecanismos u
órganos adecuados, se logrará hacerles viables, y de ese modo alcanzar los resultados
positivos trazados.

Sabido es que toda legislación –en materia ecológica- no puede escapar a los designios
políticos y económicos agazapados tras el poder legiferante. Ante esto, la respuesta
jurídico penal no permanece indemne. La mediatización y selectividad en la aplicación del
derecho punitivo se convierte en una situación cierta. Empero, no se puede dejar de lado
el ius puniendi cuando la perspectiva de una solidaridad planetaria del Hombre con la
Biósfera, se toca inalcanzable.

Como anota BARRERO NAVIA “En términos políticos jurídicos el asunto en cuestión de
garantizar el ejercicio pleno de los derechos ambientales. El compromiso es con la
defensa de las condiciones básicas que permiten la vida y por ende, el ejercicio de los
restantes derechos humanos económicos y políticos”.2

La preocupación del hombre por la conservación de su entorno es muy antigua, sin


embargo como disciplina científica en términos estrictos, el Derecho Ambiental es de
reciente creación y data de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente Humano.

En esta oportunidad la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas,


aprobó la declaración de Estocolmo, en 1972, sobre el entorno humano, cuyo Principio 1
establece: “El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, a la igualdad y al
disfrute de las condiciones de vida adecuadas en un medio ambiente de calidad tal que le
permita llevar una vida digna y gozar de bienestar.... “

1
En este sentido RAMOS ARIAS advierte del peligro de caer en el no infrecuente defecto político criminal de
huir hacia el derecho penal, criminalizando simbólica -no realmente- una conducta o conjunto de conductas sin
que tan aparente y rotunda solución tenga luego eficacia. Cfr., Derecho Penal y protección del medio ambiente,
Ed. Colex, Madrid, 1992, p: 386.
2
Política criminal ecológica, ¿alternativa o reincidencia?...p. 41.

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En consecuencia, estamos hablando de un Derecho prácticamente nuevo para todos los
autores de la juridicidad ambiental, por tal razón la doctrina discute actualmente sobre
su contenido, naturaleza y hasta su correcta denominación.

El surgimiento del Derecho del Ambiente dentro de nuestra legislación y en las


legislaciones del resto de países del mundo, es relativamente nuevo, y nace de las
amenazas constantes que sufre el medio ambiente y de la toma de conciencia por parte
de la humanidad de una mejor protección a nuestras condiciones de vida. El Derecho del
Ambiente se ocupa principalmente de combatir los peligros que amenazan nuestras
vidas, esto es, nuestro equilibrio natural, en virtud de que nosotros como seres humanos
formamos parte de un gran conjunto que es el Ambiente y su entorno.

El nacimiento del Derecho Penal dentro de este campo se debe a la insuficiencia práctica
de las incriminaciones clásicas de carácter general tales como el homicidio, lesiones,
destrucción, daños a bienes, etc. En virtud de que especialmente en lo que se refiere a
algunos tipos de contaminación como por ejemplo la del aire, las pruebas de esta
infracción pueden ser borradas o eliminadas, de tal forma que no se logre una relación de
causalidad entre un acto individual determinado y el daño o peligro para la salud del
individuo o la colectividad.

El Derecho del Ambiente tiene una íntima relación con el Derecho Administrativo, tanto
es así que algunos autores lo consideran como una derivación de éste. Pero la relación
entre el Derecho Penal para con el Derecho del Ambiente, es considerada como accesoria
o supletoria, en virtud que el Derecho Penal dentro de la rama ambiental se acciona
única y exclusivamente cuando el daño producido al Ambiente es de tal magnitud que se
necesita una acción más severa para sancionarlo.

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I. CONSIDERACIONES AMBIENTALES SOBRE EL
PROCESO PENAL

Resulta interesante advertir en la experiencia comparada latinoamericana «la presencia


de órganos especializados dentro de vías procesales penales ordinarias, tales como
fiscalías, cuerpos policiales e incluso juzgados especializados», así como comprobar que
en esta región se viene dando el mayor auge del procesal penal ambiental —sin obviar su
desarrollo sustantivo al amparo de su base constitucional 3—, con lo que se ha revertido
la tradicional imagen de copiar los institutos y normas de las legislaciones europeas. Es
más, destaca el caso particular de México, donde se viene discutiendo un proyecto de ley
para establecer una jurisdicción especializada en lo penal ambiental4.

Una mirada en términos de sistema o subsistema respecto del derrotero normativo penal
ambiental de nuestro país nos deja una cierta desazón, ante lo incompleto, en términos
jurídico-institucionales. Si bien es cierto que se ingresó a una reforma sustantiva en
materia penal ambiental a fines del año 20085, esto no ha sido correspondido en lo que
concierne al desarrollo orgánico institucional de las agencias penales pertinentes. Esto se
puede observar en la implementación, aún parcial e insuficiente, de fiscalías penales
ambientales4; la inexistencia de jueces penales ambientales; una agencia policial
ecológica sin una reinstitucionalización seria que la convierta en una policía nacional
ambiental rezagada, y la carencia de peritos penales ambientales.

1.1. CODIFICACIÓN O TIPIFICACIÓN PENAL AMBIENTAL


COMPARADA

La normativa penal ambiental comparada nos ofrece diferentes tratamientos en cuanto a


política legislativa. En buena cuenta, el desarrollo de la legislación secundaria que
criminaliza conductas lesivas al medio ambiente se puede encuadrar en cuatro vías o
modelos que se expresan mediante6:

3
A continuación se presentan algunos textos constitucionales comparados sobre justicia penal ambiental: Brasil
(1988). Artículo 255 - 3: Refiere que los infractores, sean personas jurídicas o naturales, que realicen
conductas y actividades consideradas lesivas al medio ambiente están sujetos a sanciones penales y
administrativas, independientemente de la obligación de reparar los daños causados. Colombia (1991). Artículo
277: «El procurador General de la Nación […] tendrá las siguientes funciones: 4. Defender los intereses
colectivos, en especial el ambiente». España (1978). Artículo 45- 3. «Para quienes violen lo dispuesto en el
apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales, o, en su caso,
administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado». Paraguay (1992). Artículo 8. «El delito
ecológico será definido y sancionado por la ley. Todo daño al ambiente importará la obligación de recomponer e
indemnizar».
4
Arce Guillén, Mario y Mariana Herrera Ugarte. «Costa Rica: rumbo a un proceso penal ambiental». Tesis para
optar por el grado de Licenciatura en Derecho, 2009, p. 301-302.En
http://iij.derecho.ucr.ac.cr/archivos/documentacion/tesis/2009/tesis%20proceso%20penal%20ambiental.pdf>.
5
La ley 29263, publicada en el diario El Peruano, modificó el Código Penal y la Ley General del Ambiente de tal
forma que los delitos contra el medio natural serán sancionados con pena privativa de libertad entre dos y diez
años. Véase al respecto Peña Cabrera Freyre, Alonso R. Los delitos contra el medio ambiente. Lima: Rodhas,
2010, p. 563.
6
Véase El acceso a la justicia ambiental en América Latina: Derecho ambiental y desarrollo sostenible, del
doctor Raúl Brañes Bruñesen, en especial el capítulo «La justicia penal». En Simposio Judicial sobre Derecho
Ambiental y Desarrollo Sostenible. El acceso a la justicia ambiental en América Latina. Ciudad de México, 26 al
28 de enero de 2000. Capítulo IV: «Justicia Penal». México, ALDA.

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- Leyes sectoriales protectoras de ciertos recursos naturales. En el Perú era el caso de
la antigua Ley Forestal y de Fauna Silvestre (1975), el Código Sanitario (1969,
derogado en 1997 por la Ley General de Salud) y la Ley sobre Camélidos y Delfines.

- Leyes generales ambientales. Decreto legislativo 613 Cmarn (capítulo «De los delitos y
las penas», vigente hasta noviembre de 1991, derogado por el decreto legislativo
757).

- Códigos penales como el peruano (decreto legislativo 635 de 1991), el colombiano7, el


alemán8 y el español9. En relación con la criminalización penal ambiental alemana, es
aleccionadora la pauta del jurista chileno Jean Pierre Matus Acuña cuando refiere: Por
su parte, la legislación alemana reunió (18 Ley de Reforma del Derecho Penal de 1980
y Segunda Ley para el Combate de la Criminalidad Ambiental de 1994, 31 Ley de
Reforma del Derecho Penal) en el actual Capítulo 29 de su Código penal, bajo el
epígrafe «Delitos contra el medio ambiente», la mayor parte de los hechos de
contaminación punibles que recaen sobre los «medios del ambiente», estableciendo
tipos penales diferentes para cada uno de ellos (agua, aire, suelo), junto con
previsiones específicas para la protección de la flora y fauna, figuras penales antes
dispersas en leyes especiales, siguiendo lo dicho por Tiedemann «la nueva política
criminal alemana de ubicar todos los delitos importantes en el Código Penal común»,
pues «son los delitos incluidos en el Código Penal los que interesan no sólo (y en
cuanto tales) al público sino especialmente a los juristas, comenzando por los
estudiantes y terminando por los jueces y por la doctrina penal», como una forma de
hacer patente «la idea de que estamos ante una verdadera delincuencia [que] merece
ser tomada seriamente en cuenta» 10.

- Leyes penales ambientales especiales:

1. Brasil. Ley 9.605 (1998) sobre crímenes ambientales.

7 Código Penal Colombiano (1980): Explotación y tráfico de recursos naturales. Agravante por especie en vías
de extinción (artículo 242). Ocupación ilícita de reserva forestal o parque nacional (artículo 243). Explotación
ilícita de yacimiento minero (artículo 244). Transmisión y propagación de daño a recursos vivos (artículo 245).
Destrucción, inutilización o desaparición de recursos naturales (artículo 246). Contaminación ilícita del ambiente
(artículo 247).
8
Código Penal Alemán (1980). Título 28. Parágrafos: (324) Contaminación del agua; (325) Contaminación del
aire y ruido; (326) Eliminación de residuos peligrosos para el ambiente; (327) Funcionamiento no autorizado de
instalaciones; (328) Manipulación no autorizada de combustible nuclear; (329) Puesta en peligro de zonas
necesitadas de protección; (330) Grave puesta en peligro del ambiente; (330a) Grave puesta en peligro a
través de la emisión de veneno; (330b) Arrepentimiento activo; (330c) Comiso; (330d) Definiciones.
9
Código Penal Español (1995). Título XVI. De los delitos relativos a la ordenación del territorio y la protección
del patrimonio histórico y del medio ambiente. Capítulo I. De los delitos sobre la ordenación del territorio.
Artículos 319 al 320. Capítulo II. De los delitos contra el patrimonio histórico. Artículos 321 al 324. Capítulo III.
De los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. Artículo 325: Perjuicio al equilibrio de los
sistemas naturales. Artículo 325 (in fine): Agravamiento por la salud de las personas. Artículo 326:
Circunstancias cualificantes. Artículo 327: Medidas judiciales del Artículo 129. Artículo 328: Tipo residual
(depósitos o vertederos). Artículo 329: Prevaricación específica. Artículo 330: Cualificación por afectación de
espacio natural protegido. Artículo 331: Pena inferior en grado ante imprudencia grave. Capítulo IV. De los
delitos relativos a la protección de la flora y fauna. Artículos 332 al 337. Capítulo V. Disposiciones comunes.
Artículo 338: Supercualificación por afectación de espacio natural protegido. Artículo 339: Consecuencias
jurídicas del hecho: «Restauración del equilibrio ecológico perturbado». Artículo 340: Consecuencias jurídicas
del hecho: Atenuante calificada de reparación del daño. Revísese el estudio de Jesús-María Silva Sánchez
titulado Delitos contra el medio ambiente. Valencia: Tirant lo Blanch, 1999.
10
Véase Matus Acuña, Jean Pierre. «Análisis dogmático del Derecho penal ambiental chileno, a la luz del
Derecho comparado y las obligaciones contraídas por Chile en el ámbito del Derecho internacional. Conclusiones
y propuesta legislativa fundada para una nueva protección penal del medio ambiente en Chile». En
<http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-00122003000200002&script=sci_arttext>.

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2. Venezuela. Ley Penal del Ambiente (1992)11.

3. Paraguay. Ley que sanciona delitos contra el medio ambiente. Ley 716 (1996).

4. Nicaragua. Ley 559, Ley Especial de Delitos contra el Medio Ambiente y los
Recursos Naturales (2005)12.

11
Ley Penal del Ambiente de Venezuela (1992): Título I: Disposiciones generales. 1) Objeto. 2)
Extraterritorialidad. 3) Requisitos de las sanciones a personas jurídicas. 4) Responsabilidad del representante.
5) Sanciones a personas naturales. 6) Sanciones a personas naturales. 7) Definición de salario mínimo. 8)
Leyes penales en blanco. 9) Penalidades del delito culposo. Aumento de penalidad. 10) Agravante. 12)
Aumento de penalidad. 13) Aumento de penalidad. 14) Aumento de penalidad. 15) Atenuante. 16) Obligación
de orden público. 17) Prelación. 18) Destino de las recaudaciones. 19) Prescripción de acciones. 20) Acciones
derivadas del delito. 21) Obligación del Ministerio Público. 22) Competencia. 23) Emplazamiento de personas
jurídicas. 24) Medidas judiciales precautelativas. 25) Experticia de los daños. 26) Contenido de la sentencia.
27) Sentencia conminatoria. Título II: De los delitos contra el ambiente. Capítulo I. De la degradación,
envenenamiento, contaminación y demás acciones o actividades capaces de causar daños a las aguas. 18)
Vertido ilícito. 29) Alteración térmica. 30) Cambio de flujos y sedimentación. 31) Extracción ilícita de
materiales. 32) Contaminación de aguas subterráneas. 33) Daños a las defensas de aguas. 34) Permisos o
autorizaciones ilícitas. Capítulo II. Del deterioro, envenenamiento, contaminación y demás acciones o
actividades capaces de causar daño al medio lacustre, marino y costero. 35) Descarga de contaminantes. 36)
Construcción de obras contaminantes. 37) Degradación de las playas. 38) Contaminación por fugas o
descargas. 39) Omisión de aviso. 40) Vertido de hidrocarburos. 41) Pesca ilícita. Capítulo III. De la
degradación, alteración, deterioro, contaminación y demás acciones capaces de causar daño a los suelos, la
topografía y el paisaje. 42) Actividades y objetos degradantes. 43) Degradación de suelos, topografía y paisaje.
Capítulo IV. Del envenenamiento, contaminación y demás acciones capaces de alterar la atmósfera o el aire.
44) Emisión de gases. 45) Emisiones radioactivas. 46) Contaminación por unidades de transporte. 47)
Degradación de la capa de ozono. Capítulo V. De la destrucción, contaminación y demás acciones capaces de
causar daños a la flora, fauna, sus hábitats o a las áreas bajo régimen de administración especial. 48) Incendio
de plantaciones. 49) Incendio de dehesa. 50) Incendio de vegetación natural. 51) Negativa de colaboración. 53)
Destrucción de vegetación en las vertientes. 54) Difusión de gérmenes. 55) Difusión de enfermedades. 56)
Obligación del Ministerio del Ramo. 57) Propagación ilícita de especies. 58) Actividades en áreas especiales o
ecosistemas naturales. 59) Caza y destrucción en áreas especiales o ecosistemas naturales. 60) Daño a
monumentos y yacimientos. Capítulo VI. De las omisiones en el estudio y evaluación del impacto ambiental. 61)
Omisión de requisitos sobre impacto ambiental. Capítulo VII. De los desechos tóxicos o peligrosos. 62) Gestión
de desechos tóxicos. 63) Introducir desechos tóxicos. Título III. Disposiciones finales y transitorias. Capítulo I.
Disposiciones finales. 64) Supletoriedad. 65) Derogatoria. Capítulo II. Disposiciones transitorias. 66) Exención
de penas para campesinos. 67) Régimen de excepción indígena 68) Disposiciones complementarias de la Ley.
69) Vacatio legis.
12
Ley Especial de Delitos contra el Medio Ambiente y los Recursos Naturales 559, 21 de noviembre de 2005.
Capítulo 1. Disposiciones generales. Artículo 1. Objeto. Artículo 2. Competencia. Artículo 3. Definiciones.
Artículo 4. Normas Técnicas. Artículo 5. Medidas cautelares. Capítulo II. Delitos contra el ambiente. Artículo 6.
Contaminación del suelo. Artículo 7. Contaminación de aguas. Artículo 8. Contaminación atmosférica. Artículo 9.
Contaminación por ruido. Artículo 10. Transporte de materiales y desechos tóxicos, peligrosos o contaminantes.
Artículo 11. Almacenamiento, manipulación o derrame de sustancias tóxicas, peligrosas o contaminantes.
Artículo 12. Desechos degradables o no biodegradables. Artículo 13. Aumento de las penas. Artículo 14. Penas
para empleados o funcionarios públicos. Artículo 15. Violación a lo dispuesto en el Estudio de Impacto
Ambiental (EIA). Artículo 16. Información falsa al EIA. Artículo 17. Funcionario que permita información falsa al
EIA. Capítulo III. Delitos contra los recursos naturales. Artículo 18. Aprovechamiento ilegal de recursos
naturales. Artículo 19. Desvío de corrientes de aguas. Artículo 20. Impedir aprovechamiento de las aguas.
Artículo 21. Pesca en época de veda. Artículo 22. Trasiego de pesca o descartes en alta mar. Artículo 23. Pesca
sin dispositivos de conservación. Artículo 24. Pesca con explosivos. Artículo 25. Pesca con bandera no
autorizada. Artículo 26. Captura de especies de la biodiversidad. Artículo 27. Caza de animales en peligro de
extinción. Artículo 28. Comercialización de fauna y flora. Artículo 29. Incendios forestales. Artículo 30. Tala rasa
y veda forestal. Artículo 31. Talas en vertientes y pendientes. Artículo 32. Corte, transporte y comercialización
ilegal de madera. Artículo 33. Corte o poda de árboles en casco urbano. Artículo 34. Incumplir con el Estudio de
Impacto Ambiental (EIA). Artículo 35. Comercio ilegal de minerales. Capítulo IV. Otros delitos. Artículo 36.
Lotificación, urbanización y construcción. Artículo 37. Daños físicos o maltrato a animales. Artículo 38.
Incumplimiento de pago de canon o multas. Artículo 39. Introducción de especies invasoras, agentes biológicos
o bioquímicos. Artículo 40. Alteración del entorno o paisaje natural. Artículo 41. Escala de intensidad de
sonidos. Capítulo V. De la responsabilidad civil. Artículo 42. Cuantía de daños. Artículo 43. Reparación del daño.
Artículo 44. Responsabilidad solidaria. Artículo 45. Indemnización. Artículo 46. Sanciones penales y
administrativas. Artículo 47. Garantía financiera. Capítulo VI. De las multas. Artículo 48. Sentencia motivada.
Artículo 49. Pago de multas. Artículo 50. Destino de las multas. Capítulo VII. Disposiciones comunes. Artículo
51. Decomiso. Artículo 52. Suspensión de la pena de prisión. Artículo 53. Reparación voluntaria. Artículo 54.
Suspensión de licencias o permisos. Artículo 55. Atenuantes. Artículo 56. Dictámenes técnicos. Artículo 57.
Perímetro para corte de árboles. Capítulo VIII. Disposiciones finales Artículo 58. Incorporación al Código Penal.
Artículo 59. Previa difusión. Artículo 60. Vigencia.

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1.2. LA JUSTICIA AMBIENTAL COMO MARCO GENERAL

La acepción de «justicia ambiental» que se ha venido planteando durante los últimos


tiempos en la región13, en realidad proviene de la experiencia norteamericana de los años
ochenta, cuando un estudio demostró que tres de cada cuatro depósitos de desechos
peligrosos se localizaban en comunidades afroamericanas, lo que hizo saltar a la palestra
la discusión sobre la desigualdad (discriminación) respecto del riesgo ambiental 14 . En
nuestro país, se quiso consagrar esta denominación —aunque no bajo tales
consideraciones críticas— en un título sobre justicia ambiental en la discusión de la
reforma del derogado Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, que al final
quedó bajo la acepción convencional de «responsabilidad por daño ambiental» en el
Título IV de la Ley General del Ambiente (ley 28611) y una mención en el artículo de su
título preliminar. En resumen, hoy día tanto en el escenario internacional como en el
Derecho comparado y nacional se legitima el concepto de «acceso a la justicia
ambiental». Los aspectos conceptuales y básicos de este tema los hemos abordado en el
estudio anterior15.

13
Brañes, Raúl. El acceso a la justicia ambiental en América Latina… Ob. cit.
14
El primer estudio de «racismo ambiental» (1987) encontró que la composición racial del vecindario era el
mejor predictor de dónde se ubicaría un depósito de sustancias tóxicas en Estados Unidos, más allá de otras
variables medidas como ingreso, valor de la propiedad y proximidad a los mercados). Goldman, Benjamin.
«What is the future of environmental justice?» En Antipode 28, 2, 1996, pp. 122- 141. Tomado de
<http://www.programabecas.org/numero/11/11.12.htm>. Véase también Bryant, Bunyan (editor).
Environmental justice. Issues, policies, and solutions. Washington DC: Island Press, 1995.
15
Véase Foy, Pierre. «Consideraciones sobre la justicia ambiental en el sistema jurídico peruano». En Ensayos
jurídicos contemporáneos. Nuevo testimonio de una huella académica. Lima: ARA, 2008, p. 121-149.

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II. MARCO TEÓRICO
2.1. PROBLEMAS AMBIENTALES GLOBALES

Un problema ambiental es la percepción de una situación o estado no


satisfactorio con respecto a una parte o a la totalidad del medio ambiente. Es el
empeoramiento cualitativo del entorno causado por la actividad antrópica como la
industrialización, la urbanización, la explotación irracional de los recursos, la presión
demográfica, etc. o por factores naturales.

Los problemas ambientales pueden ser de carácter global, regional, nacional y local
atendiendo a la extensión de su impacto.

- Un problema ambiental global es aquel de alcance planetario por sus causas o


manifestaciones y que sólo pueden ser resueltos por la acción mancomunada de las
naciones.

- Los de carácter regional son aquellos que afectan a varios países, a veces
continentes enteros o una parte significativa de ellos, como la contaminación
transfronteriza o masas de agua que abarcan a varios países de América Latina y el
Caribe.

- Los problemas nacionales como su nombre lo indica son los que producen
afectaciones en un territorio considerable de un país.

2.1.1. DEFINICIONES DEL DERECHO PENAL AMBIENTAL

Antes de iniciar el estudio de las Contravenciones y Delitos Penales Ambientales


consagrados en nuestro ordenamiento penal, es necesario traer a conocimiento que
entienden y como definen los tratadistas al Derecho Penal Ambiental. El “derecho” es el
“orden social justo”. Todo Estado de Derecho busca satisfacer el bien común, es decir:
el bienestar de la población sobre la base de la “justicia”, entendida como “la constante
y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo” conf. Ulpiano.

Tal como apuntan los Maestros Dres. Sebastián Soler en “Derecho Penal Argentino” y
Luis Jiménez de Asúa en “Tratado de Derecho Penal”, las normas (preceptos justos y
estables) del derecho llevan dos prescripciones, ello en contraposición a las de la moral
(prolongación de la ética hacia el fuero interno del hombre) que lleva una sola
prescripción. Las normas del derecho primeramente prescriben un hacer o un no hacer
en cuanto a acción se refiere y posteriormente prescriben aquello que debe hacerse
cuando lo primeramente prescrito no se lleva a los hechos. Así, Sebastián Soler en
“Derecho Penal Argentino. Tomo 1 pág. 3” nos enseña: “una norma de derecho es una
norma penal cuando su sanción asume carácter retributivo”. “Derecho penal es la parte
del derecho compuesto por el conjunto de normas dotadas de sanción retributiva”.

Conforme Liszt- Schimidt: “Es el conjunto de reglas jurídicas del Estado por las cuales al
delito como hecho se une la pena como consecuencia jurídica”. Para Beling, “El derecho
penal es el conjunto de preceptos jurídicos por medio de los cuales se determina
cuándo, cómo y bajo qué condiciones debe alguien sufrir una pena”. La noción de
“tipología” es otra de las brillantes interpretaciones doctrinarias de Beling. “Tipo” es la
forma de descripción, figura o esquema, por ello la “adecuación típica” se produce
cuando el obrar humano concuerda con el obrar establecido en la norma penal, por
ejemplo: “el que envenenare o adulterare, de un modo peligroso para la salud, aguas
potables o sustancias alimenticias o medicinales, destinadas al uso público o al
consumo de una colectividad de personas” conf. Art. 200 C.P. Argentino ó “El que
ilegalmente tale o roce los montones donde existan vertientes que provean de agua las

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poblaciones aunque aquellos pertenezcan a particulares. ...” conf. Art. 364. 1era parte
C.P. Venezolano.

Según el autor Peruano Diethell Columbus Murata, en se ensayó Sobre la Naturaleza


Jurídica de los Delitos Ambientales, establece que “El delito ambiental es un delito
social, pues afecta las bases de la existencia social económico, atenta contra las
materias y recursos indispensables para las actividades productivas y culturales, pone
en peligro las formas de vida autóctonas en cuanto implica destrucción de sistemas de
relaciones hombre-espacio.”

El tratadista español Muñoz Conde, define al Derecho Penal Ambiental como: “El
mantenimiento de las propiedades del suelo, el aire y el agua, así como de la flora y
fauna, y las condiciones ambientales de desarrollo de esas especies, de tal forma que el
sistema ecológico se mantenga con sus sistemas subordinados y no sufra alteraciones
perjudiciales“

Ramírez Ramos “ El derecho penal ambiental es secundario , en el sentido que


corresponde a las normas no penales el papel primario en su protección , y accesorio en
cuanto a que su función tutelar solo puede realizarse apoyando la normativa
administrativa que de modo principal y directo, regula y ampara la realidad ambiental.

El Doctor José Santos Ditto, en su obra Derecho Ambiental, dice <La norma penal, debe
reservarse para conductas más graves, para cumplir también una función preventiva.
Por lo tanto, como dicen los juristas españoles, la norma penal, de conformidad con su
condición de última ratio, debe castigar conductas que ponen en peligro bienes
jurídicos, de singular relevancia social, con las sanciones más radicales de que el estado
dispone. Por lo tanto, se recomienda que el Derecho Penal, solo debe intervenir en la
tutela de bienes de mucha importancia y también ante delitos más lesivos> Como
podemos notar en las definiciones citadas anteriormente se considera al Derecho Penal
Ambiental, como un derecho auxiliar de las penales únicamente en aquellos casos en los
cuales, o bien no es suficiente la tutela que puede ofrecer otro ordenamiento jurídico, o
bien es necesario por la gravedad del daño causado.

Pero también encontramos teorías contrarias, como la del autor Blossier Hume, que
opina que no es secundaria la naturaleza del Derecho Penal en rama Ambiental, puesto
que aún cuando defienda bienes jurídicos o instituciones pertenecientes a otras ramas
del derecho; no se limita a enumerar sanciones meramente protectoras de diferentes
realidades jurídicas, sino que antes de prever una pena, es el propio ordenamiento
penal el que indica el ámbito de los comportamientos acreedores a tales penas. Por
tanto, de ordinario la norma penal nunca está subordinada totalmente a lo que disponen
leyes no penales; se resalta que el derecho penal es tan autónomo como las más
tradicionales disciplinas jurídicas.

2.1.2. EL EFECTO INVERNADERO

El efecto invernadero es el fenómeno que consiste en la retención de la energía solar en


la atmósfera como consecuencia de la absorción selectiva de la radiación que
recibe. La parte de energía solar correspondiente a la radiación de longitud de onda
corta no es absorbida por los gases de la atmósfera, por lo que llega hasta el suelo
donde contribuye a elevar su temperatura. El suelo, a su vez, emite una radiación de
longitud de onda larga que, después de ser absorbida por el vapor de agua y el
anhídrido carbónico del aire, regresa a tierra. Los gases atmosféricos actúan, pues,
como las paredes de un invernadero, que sólo permiten el paso de la radiación
visible y de la ultravioleta, pero retienen la radiación infrarroja emitida por el suelo con
lo que la temperatura en su interior es superior a la temperatura del medio que los
rodea.

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El aumento del CO2 en la atmósfera es una de las grandes preocupaciones de los
científicos en la actualidad; constituye un efecto macro climático que desde luego tiene
repercusiones globales, es decir afecta las condiciones climáticas del planeta en general.
Este se puede considerar como el problema medioambiental más serio que afecta al
Planeta. Otros gases que provocan el efecto de invernadero son: metano y CFCs
(clorofluorocarbonos).

Los efectos que provocaría un cambio de temperatura global en la atmósfera de la


Tierra son: la extinción de los bosques, las tormentas violentas y sequías, el deshielo de
los casquetes polares, el aumento del nivel del océano mundial, la disminución de las
tierras emergidas, el hundimiento de ciudades litorales, etc.

2.1.3. LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

Es la emisión a la atmósfera de sustancias contaminantes. Se distinguen tres tipos de


consecuencias de la contaminación atmosférica natural o social:

- Posible alteración de equilibrios naturales globales, provocada por gases como los
NOx y clorofluorocarbonos o CFC (riesgo de radiaciones UV perjudiciales) y por una
emisión de CO2 (y otros gases) a un ritmo superior al de absorción de este gas por
vegetales y cuerpos de agua lo que altera el clima.

- Efectos dañinos sobre organismos vivos y materiales en escala local y regional,


debido a que varios contaminantes primarios (SOx, NOx, compuestos
orgánicos volátiles) reaccionan entre sí y con los gases del aire para dar sustancias
secundarias tóxicas y corrosivas (lluvia ácida, smog fotoquímico).

- Difusión de tóxicos de acción acumulativa (DDT, plomo) y sustancias


radiactivas por el viento y la lluvia.

Consecuencias globales de la contaminación atmosférica:

- Smog, palabra de origen inglés formada por la unión de smoke (humo) y fog
(niebla) que se usa para designar a las nieblas compuestas por
contaminantes sólidos de las ciudades, industrias y tubos de escape de los
vehículos. Son tormentas de humo que se forman por reacciones químicas que
ocurren en determinadas condiciones físico - geográficas.

El smog es propio de las ciudades donde la industria y el transporte lanzan al aire


polvo y gases que se mezclan en determinadas condiciones meteorológicas,
como son inversiones de temperaturas próximas a la superficie del suelo
donde se forman sustancias peligrosas por sus propiedades químicas, así se
forman los SO2, NO2 que a su vez se convierten en H2SO4 (ácido sulfúrico)
2HNO3 (ácido nítrico), además de hidrocarburos volátiles, sales de amonio y otros
ácidos minerales, que al desplazarse con el agua en suspensión que es la nube de
baja cota, provoca la niebla que va quemando la vegetación que encuentra a su
paso, acidifica el suelo y las aguas con las que entra en contacto.
- Las lluvias ácidas, los principales contaminantes que provocan las lluvias ácidas son
SO2 y NO2. Otros contaminantes son las sales de amonio y otros ácidos minerales.

Estos óxidos de S y N se transforman en ácidos mediante complicadas reacciones


químicas en las que intervienen la temperatura, humedad, radiación solar y
otros.

Los ácidos permanecen disociados en la atmósfera y se precipitan con la niebla,


lluvia o nieve y llevan acidez a las áreas donde caen. Las lluvias ácidas son
transportadas por los vientos a lugares distantes.

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Efectos de las lluvias ácidas, incremento de la acidez del agua de los lagos, ríos
embalses etc., que provocan daños al hombre, a la biodiversidad,
destrucción de los bosques, corrosión de los materiales de construcción, irritación
de las mucosas.

2.1.4. LA DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO

En la capa de la atmósfera comprendida desde la superficie hasta los 60km. hay O3,
que surge como resultado de la disociación de las moléculas de O2 y la redistribución
de sus tomos. En las capas inferiores de la atmósfera, el O 3 aparece
ocasionalmente (descargas de tormentas eléctricas, oxidación de algunas sustancias
orgánicas). En las capas más altas se forma por efecto de la radiación ultravioleta (UV)
del Sol.

La capa de O3, absorbe toda la radiación UV, hasta la longitud de ondas de 0,29
micrones, mortífera para los animales y plantas; la parte insignificante de rayos UV que
pasa a través de esta capa, mata ciertos microorganismos e influye beneficiosamente en
el hombre y los animales superiores. Además el O 3 retiene en gran medida, la radiación
térmica del planeta y protege a su superficie contra el enfriamiento.

Los CFCs constituyen el contaminante mayor para la destrucción del O 3, que puede
mantenerse y durar en la atmósfera inferior (tropósfera), hasta 100 años y necesita
alrededor de una década para llegar hasta la capa de ozono (estratósfera). La
presencia de CFCs en la atmósfera, es la causa principal del agotamiento del O 3. Los
CFCs utilizados como aerosoles o impulsores entre otros objetos, al desintegrarse al
entrar en contacto con la fuerte radiación UV-B en las zonas superiores de la atmósfera,
liberan el cloro; y cada átomo de cloro puede destruir 100 000 moléculas de ozono.

Se estima por los científicos que una reducción del 15 % de O 3, originaría el aumento de
un 30% de radiaciones ultravioleta (UV) que provocaría desastres tales como, cambios
de temperatura en la superficie terrestre (aumento), consecuencias en la
circulación atmosférica cambios climáticos globales, inhibición en el desarrollo del
fitoplancton, cáncer en la piel, quemaduras, aparición de cataratas y daños del sistema
inmunológico.

2.1.5. LA DEFORESTACIÓN

El concepto de deforestación se aplica a todas las acciones y efectos que tienen como
consecuencia la destrucción de las masas boscosas que cubren la Tierra.

Los árboles son fundamentales para el bienestar ecológico de la tierra; limpian el aire,
conservan los suelos, mantienen su fertilidad, almacenan agua, proporcionan un hábitat
para la vida salvaje, desempeñan un papel vital en la regulación del clima y proveen al
hombre de alimentos, fibras, leña y madera. Su desaparición pone en peligro el
equilibrio medioambiental.

La gravedad del problema de la deforestación es tal que en la Cumbre de Río de 1992


se aprobó una Declaración de Principios sobre los Bosques que, a modo de
antecedente, persigue la negociación de un acuerdo global sobre la
administración, conservación y desarrollo sostenible de todo tipo de bosques. Por lo
general se sostiene que la pobreza, el exceso de población y la ignorancia son los
principales desencadenantes de la deforestación.

Las causas principales incluyen, la transformación de zonas forestales en zonas de


cultivo, el cultivo migratorio con barbecho corto, el uso excesivo de leña y carbón
vegetal, la recolección excesiva de forraje, la extracción incontrolada de madera, la
transformación de zonas forestales en zonas de cultivo, la industrialización y el

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crecimiento de las zonas urbanas.

2.1.6. LA PÉRDIDA DE LA BIODIVERSIDAD

La pérdida de la diversidad biológica del planeta, se ha convertido en uno de los


problemas más importantes a nivel mundial. Cuando se habla de la pérdida de la
biodiversidad, no solo se hace referencia a la pérdida total de especies, sino también a
la reducción a la diversidad genética dentro de cada especie, así como la pérdida del
conocimiento de sus características, comportamiento y formas de aprovechamiento y
conservación.

La extinción de las especies es un fenómeno natural del proceso evolutivo. No obstante


debido a las actividades del hombre la amenaza que se cierne sobre las especies y los
ecosistemas es hoy mayor que nunca. Estas pérdidas no sólo son una tragedia
ambiental sino que también tienen profundas repercusiones en el desarrollo económico-
social.

El mundo actual atraviesa por una crisis ecológica en la que el continuo deterioro de la
biodiversidad de los géneros, las especies y los ecosistemas debilitan el
proceso hacia una sociedad sostenible. Por eso el problema de la pérdida de
biodiversidad ocupó un lugar preponderante en la Cumbre de Río en la que fue firmada
la Convención sobre la diversidad biológica que ofrece un marco jurídico para la
conservación y utilización de la biodiversidad donde se destaca la importancia de
crear la capacidad para conservar, proteger y utilizar la biodiversidad como medio
para reducir el hambre y la pobreza.

2.2. EL CAMBIO CLIMÁTICO

El clima de la Tierra está cambiando a un ritmo acelerado por la acción humana. Los
efectos del aumento de la temperatura global son evidentes en todo el planeta, e
incluso mayores de los que preveía la comunidad científica.

El cambio climático es el mayor problema que enfrentará la humanidad, no sólo por sus
impactos directos sino además porque agudizará otros problemas ya existentes, como
la pobreza, el hambre, la violencia, las desigualdades de género, el control
territorial, la soberanía alimentaria, el acceso al agua y saneamiento, entre otros.

El cambio climático constituye por tanto, una amenaza contra los elementos básicos de
la vida humana en distintas partes del mundo: acceso a suministro de agua, producción
de alimentos, salud, uso de las tierras y medio ambiente.

El actual sistema económico y político, así como el comercio, finanzas e


inversiones que respaldan niveles exagerados de consumo, son las principales causas
del aumento de la concentración de gases de efecto invernadero, originado
mayoritariamente por la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas
natural y otros) para la producción de energía y para el transporte que sostiene el
modelo actual de desarrollo, así como la deforestación, la agricultura industrial y la
industria extractiva a gran escala, entre otras.

El Cambio Climático afecta y afectará a miles de millones de personas, violando


sistemáticamente todos los Derechos Humanos Civiles, Culturales, Económicos, Políticos
y Culturales, podemos definir el Cambio Climático como Crimen de Lesa Humanidad.
Asimismo, por su gravedad y sistematicidad, consideramos que los crímenes contra los
derechos de la naturaleza pueden constituirse lo que podría denominarse como un
“Crimen de Lesa Naturaleza”.

Se ha vulnerado los derechos humanos que constituyen la base para una vida digna de

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los pueblos: derecho a la vida y a la seguridad, derecho a la salud, derecho al agua,
derecho a la alimentación, derecho a un nivel de vida adecuado, derecho a la
subsistencia, derecho a la libre determinación, derecho a un medio ambiente sano,
derechos de los Pueblos Indígenas, etc.

Se ha podido evidenciar que el Cambio Climático magnifica y profundiza


injusticias existentes, incluyendo en particular, la discriminación contra los pueblos
y naciones indígenas y las mujeres.

Hay urgencia de dar respuesta a los problemas ocasionados por el Cambio Climático,
porque de esto depende la vida de muchas comunidades y pueblos, así como el
bienestar del planeta Tierra. Se constata entonces, la necesidad de dar respuesta a
una ausencia de normas, mecanismos e instituciones que sancionen los
incumplimientos del Protocolo de Kioto y de otros compromisos de obligatorio
cumplimiento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC), así a como los responsables de los crímenes climáticos a cuyos extremos se
ha llegado en estos tiempos.

2.2.1. LEY SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO

El ex vicepresidente norteamericano, Al Gore recomendó en el congreso


estadounidense, a que se inste a aprobar una ley sobre el cambio climático, destacando
que es un "paso clave" para resolver la crisis del clima.

Al Gore, que ganó el premio Nobel de la Paz en el 2007 por sus esfuerzos para combatir
el calentamiento del planeta, dijo que es vital que el Congreso trate de aprobar una ley a
fin de combatir el cambio climático: Estados Unidos debe tener un papel vital y para
poder desempeñarlo, el presidente tiene que tener la capacidad de ir a las
Convenciones marcos sobre cambio climático con una posición creíble de negociación.

El paso clave para resolver la crisis climática es hacer que el Senado federal apruebe
una Ley del Cambio Climático ahora, que pondrá por primera vez un “precio” al CO 2 en
Estados Unidos y fijará una reducción de las emisiones del 17% al 2020 y del 83% al
2050.

El Presidente Obama, mencionó que “Esta ley es extraordinariamente importante para el


país. Hemos estado hablando sobre esto durante décadas ¡Ha llegado el momento de
actuar!”.

Por otro lado, el Reino Unido, legisló sobre la “Ley del Cambio Climático”, la primera en
su tipo en el mundo, establece un marco en el camino para convertirse en una
economía con menor uso de carbono, por medio de metas claras y obligatorias para la
reducción de emisiones de carbono en, por lo menos, 60% para el año 2050, en
comparación con los niveles de 1990.

Además de establecer metas claras, esta Ley presenta una ruta para lograr dichas
reducciones a través de un sistema de presupuestos de carbono a cinco años
establecidos con quince años de anticipación, mismos que darían a inversionistas
y diseñadores de políticas la certidumbre y dirección necesarias.

En América Latina, se estableció la primera “Ley de Cambio Climático” en el Estado


Federal de Amazonas en Brasil, considerando un mecanismo para preservar este
pulmón del planeta, reducir emisiones de gases con efecto invernadero por la
deforestación y remunerar a sus pobladores por su labor de guardianes del bosque.

La ley crea un Fondo que buscará inversiones en el creciente mercado de créditos de


carbono y crea una “bolsa selva” o “beca del bosque” para remunerar a los pueblos de

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la selva por su trabajo de preservar su hábitat y reducir la deforestación.

2.2.2. CREACIÓN DEL TRIBUNAL INTERNACIONAL DE JUSTICIA CLIMÁTICA

La Justicia Climática se basa en el entendimiento que, mientras el cambio


climático requiere acciones globales, la responsabilidad histórica de haber emitido
la mayor parte (80%) de gases de efecto invernadero en los últimos 250 años es de los
países industrializados del Norte.

La energía barata -en forma de petróleo, carbón y gas natural- ha sido el motor para su
rápida industrialización y crecimiento económico, sin reconocer la deuda ecológica,
social, financiera e histórica con los pueblos del Sur y la naturaleza, que han generado.

Las comunidades del Sur así como las comunidades con ingresos bajos del Norte
industrializado han llevado la carga tóxica de extraer combustibles fósiles, su transporte
y producción. Ahora, estas comunidades están enfrentando los peores impactos del
cambio climático.

Aunque esta tarea no ha sido confiada por ninguna autoridad jurídica formal constituida
en el mundo, los países megadiversos como el Perú tienen la responsabilidad en
nombre del género humano y en defensa de la civilización y la Tierra.

Existe una necesidad de dar respuesta a una ausencia de mecanismos e


instituciones que sancionen los crímenes climáticos a cuyos extremos se ha llegado en
estos tiempos, no tendrá un carácter estatal vinculante, pues su constitución y
funcionamiento no se originará en el poder judicial sino en la sociedad civil ambiental
organizada.

Sus resoluciones serán implicaciones éticas, morales y políticas y se proyectan a


construir la fuerza necesaria que interpele a los gobiernos y las entidades
multilaterales a asumir sus responsabilidades en el marco de la equidad y la justicia
climática.

Su espíritu se basa en las iniciativas de los pueblos para establecer Tribunales Éticos de
Opinión, como el Tribunal Russell (1967), establecido para juzgar y condenar los
crímenes de guerra cometidos por los Estados Unidos en Vietnam y que luego (1974-
1976) enjuició los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos por las
dictaduras en América así como, en su continuidad, el Tribunal Permanente de los
Pueblos, creado en 1979 y en otros tribunales independientes como el Tribunal
Internacional de los Pueblos sobre la Deuda y el Tribunal del Agua. Todos ellos
buscan visibilizar y calificar aquellas situaciones en las que la violación masiva de los
derechos fundamentales no encuentra reconocimiento ni respuestas institucionales
y encuentran su legitimidad en la voluntad soberana de los pueblos.

El Tribunal de Justicia Climática, tendrá la capacidad de:

- Exigir a los gobiernos de los países industrializados, la reparación de la deuda


climática y ecológica que han venido acumulando históricamente, sobre la base de
los reclamos y propuestas aquí planteados y por los reclamos que se han ido
generando entre los pueblos afectados.

- Exigir con urgencia a los gobiernos, la promoción y adopción de medidas cautelares


que puedan incidir en la no-repetición de los crímenes aquí denunciados,
incluyendo: la no-mercantilización de la vida y de la naturaleza y la aplicación
del principio de precaución en relación a las “falsas soluciones” al cambio climático.

- Suspender la participación en la Convención Marco de las Naciones Unidas

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sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de las Instituciones Financieras
Internacionales así como de otros mecanismos financieros que han exacerbado el
cambio climático e incrementado la deuda ecológica.

- A todos los Gobiernos que asumen la propuesta presentada en las


negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC), al reconocimiento y pago de la Deuda Climática a través
de una fuerte y rápida reducción de emisiones en los países industrializados, y el
cumplimiento de su obligación a cubrir con recursos y el acceso a tecnología, los
costos de adaptación y mitigación.

2.3. LA CONSTITUCIÓN Y EL MEDIO AMBIENTE

Estamos tomando prestado hoy lo que pertenece a los jóvenes y niños que nacerán en
el Perú que deberán también tener lo necesario para su bienestar.

No basta con que la Constitución reconozca como valor social el Ambiente para que
conlleve automáticamente el recurso al derecho penal, sino que habrá que analizar si
es necesario que el bien-valor “medio ambiente” sea penalmente protegido como bien
jurídico.

Es decir, si tiene entidad suficiente para dar ese salto cualitativo, que lo
transforme de mera realidad a situación socio-penalmente valorada. La doctrina
considera que el bien “medio ambiente” si tiene entidad suficiente para dar ese salto
cualitativo.

2.3.1. CONSTITUCIÓN PÓLITICA DEL PERÚ DE 1933

El 2 de setiembre de 1930 el presidente Luis Sánchez Cerro, convocó por Decreto


Ley del 8 de noviembre una Asamblea encargada de dictar la nueva Carta Política, que
fue promulgada el 18 de enero de 1933.

El Título II referido a las Garantías Constitucionales, Capítulo I de las Garantías


Nacionales y Sociales, el Art. 37° menciona que “Las minas, tierras, bosques, aguas y,
en general, todas las fuentes naturales de riqueza pertenecen al Estado, salvo los
derechos legalmente adquiridos. La ley fijará las condiciones de su utilización por el
Estado, o de su concesión, en propiedad o en usufructo, a los particulares.

2.3.2. CONSTITUCIÓN PÓLITICA DEL PERÚ DE 1979

Por Decreto Ley del 4 de octubre de 1977, el gobierno revolucionario, del


General Francisco Morales Bermúdez convocó a elecciones de la Asamblea
Constituyente, las que se realizaron el 4 de junio de ese año, concluyendo sus funciones
el 12 de julio de 1979, día en que se promulgó la constitución, ratificada por el
presidente constitucional Fernando Belaúnde Terry el 28 de julio de 1980.

En nuestro país, esta protección se hace evidente a nivel constitucional desde 1979
cuando se regula por primera vez el Capítulo II. De los Recursos Naturales:

Art. 118°: Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la


Nación. Los minerales, tierras, bosques, aguas y, en general, todos los recursos
naturales y fuentes de energía, pertenecen al Estado. La ley fija las condiciones de su
utilización por éste y de su otorgamiento de los particulares.

Art. 119°: El Estado evalúa y preserva los recursos naturales. Asimismo fomenta su
racional aprovechamiento.

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Art. 120°: El Estado impulsa el desarrollo de la Amazonía. Le otorga regímenes
especiales cuando así se requiere. Una institución técnica y autónoma tiene a su cargo
el inventario, la investigación, la evaluación y el control de dichos recursos.

Art. 121°: Corresponde a las zonas donde los recursos naturales están ubicados, una
participación adecuada en la renta que produce su explotación, en armonía con una
política descentralista.

Art. 122°: El Estado fomenta y estimula la actividad minera. Protege la pequeña y


mediana minería. Promueve la gran minería. Actúa como empresario y en las demás
formas que establece la ley. La concesión minera obliga a su trabajo y otorga a su
titular un derecho real, sujeto a las condiciones de ley.

Art. 123°: Todos tienen el derecho de habitar en ambiente saludable,


ecológicamente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida y la
preservación del paisaje y la naturaleza. Todos tienen el deber de conservar dicho
ambiente. Es obligación del Estado prevenir y controlar la contaminación ambiental.

2.3.3. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ DE 1993

Las normas de protección del medio ambiente se han incorporado en el nivel más alto
del ordenamiento jurídico, es decir, en las constituciones de muchos países. Nuestro
país no ha sido ajeno a esta evolución.

La carta política de 1993. En ella por primera vez se incorpora en el Art. 2° Toda
persona tiene derecho: numeral 22 “…a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado
al desarrollo de su vida", dentro de los derechos fundamentales.

La protección del medio ambiente y los recursos naturales están regulados dentro
del régimen económico del Capítulo II. Del Ambiente y los Recursos Naturales:

"Art. 66°.- Los recursos naturales renovables y no renovables, son patrimonio de la


nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento." Por ley orgánica se fijan las
condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a
su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal.

Art. 67°.- El Estado determina la política nacional del ambiente. Promueve el uso
sostenible de sus recursos naturales.

Art. 68°.- El Estado está obligado a promover la conservación de la diversidad biológica


y de las áreas naturales protegidas.

Art. 69°.- El Estado promueve el desarrollo sostenible de la Amazonía con una legislación
adecuada.

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3. DERECHO ECOLOGÍA Y AMBIENTE

3.1. DERECHO Y ECOLOGÍA

Los cambios que tan vertiginosamente se han presentado en el mundo a partir de la


Revolución industrial han hecho que el ser humano se preocupe por la situación que
guarda el ambiente. En poco más de 200 años, el hombre ha logrado afectar de manera
notoria las constantes físicas del planeta y la existencia de las especies que habitan en él.
Por ello surge en el ser humano la necesidad de dar atención a los problemas
ambientales que se presentan en el lugar que habita. Como respuesta a tal necesidad
surge la ecología, la cual desempeña el papel de ciencia que sirve como medio para
conocer los sistemas de vida, su crecimiento y desarrollo en la naturaleza así como las
relaciones de los organismos entre sí y entre éstos y el medio ambiente.

La palabra ecología proviene de las raíces griegas oikos, que significa casa, y logos, que
alude a ciencia o tratado. Este término aparece por primera vez en 1868, cuando el
biólogo alemán Ernst Haeckel, en su obra Historia de la creación natural, propuso
designar con dicho nombre una disciplina que se derivaría de la zoología y que tendría
como finalidad investigar tanto las relaciones entre todos los organismos que viven
juntos en la misma localidad, como las adaptaciones a sus ambientes.

En el campo de las ciencias naturales, la ecología empieza a ganar terreno a principios


del siglo xx; sin embargo, hasta la década de 1960 el término empezó a hacerse
presente en el vocabulario general.

El estudio de la ecología, ciencia que explica la relación de los seres vivos con su
ambiente, correspondió en primer término al campo de las ciencias naturales; no
obstante, con los graves daños que el hombre ha ocasionado a su entorno, esta ciencia
trascendió su ámbito originario para convertirse también en objeto de preocupación por
parte de las ciencias sociales. En este punto cabe mencionar que desde 1978 Eugene P.
Odum señalaba que la ecología es el vínculo entre las ciencias naturales y sociales.

Para este autor, desde la década de 1970, la ecología ha sido ampliada por la demanda
pública; a medida que la humanidad ha llegado a estar más consciente de los abusos y
limitaciones del medio ambiente, los alcances del pensamiento de la gente y el tema que
trata la ecología se han extendido.

A decir de Odurn, concediendo que la palabra ecología suele ser mal empleada como
sinónimo de medio ambiente, la popularidad del tema ha tenido el efecto de centrar la
atención en el hombre como una parte de, más que parte de, sus alrededores naturales.
En un sentido real, la ecología se ha convertido de esta forma en una disciplina
integradora fundamental que vincula a las ciencias físicas, biológicas y sociales.16

En el campo de las ciencias sociales, la importancia de la ecología es evidente si


consideramos que el hombre, al actuar de manera intelectiva, puede quebrar los
mecanismos de preservación natural de los ecosistemas y desconocer las consecuencias
inevitables de las leyes ecológicas.17 En este sentido, la relación entre la ecología y las
ciencias sociales es clara. Como menciona Ramón Martín del Campo, "... siendo el
hombre un componente de ecosistemas a los que puede influir y alterar, es preciso

16
Eugene P. Odurn, Ecologú: el vínculo entre las ciencias naturales y las sociales. Editorial Continental, México.
1989. pág. 11. citado por María del Carmen Carmona Lara, en Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México, "Enciclopedia Jurídica Mexicana", t VIII. ed., UNAM· Editorial Porrúa,
México, 2002. Pág. 387.
17
Ramón Martín del Campo, Derecho ambiental, 1a ed., Instituto de Estudios de Administración Local, Madrid.
1977. pág. 10.

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condicionar conductas individuales y sociales para evitar la introducción en el medio de
perturbaciones a la lógica ecológico-natural."18

En este marco, el derecho se muestra como el medio para determinar y hacer valer el
"deber ser" en lo tocante a las relaciones entre el hombre y el ambiente. En efecto, la
ecología se presenta como una ciencia que se refiere al "ser" de estas relaciones; sin
embargo, no despliega lo que "debe ser" en el ámbito del comportamiento humano que
se considera necesario o deseable para la preservación del ambiente19. En tal aspecto, la
injerencia de las ciencias naturales es nula, de ahí la necesidad de acudir al derecho
como la única vía para exigir al ser humano determinado comportamiento acorde con la
necesidad preponderante de proteger la vida en la Tierra.

El derecho se presenta de esa manera como el camino para lograr la observancia


constante y generalizada de ciertas conductas humanas tendientes a proteger el
ambiente. Por medio de la norma y la coacción, el derecho resulta ser una respuesta
social viable para detener la destrucción voraginosa del ambiente por el ser humano 20.
Así, el vínculo entre derecho y ecología será necesario si deseamos que nuestros
esfuerzos en la lucha por preservar el ambiente sean bien encauzados.

3.2. CONSIDERACIONES FILOSÓFICAS ACERCA DEL AMBIENTE

La noción de ambiente ha existido en la mente del ser humano desde tiempos remotos.
De modo consciente o inconsciente, el hombre ha tenido una relación simbiótica con su
ambiente, pues su dependencia de los recursos naturales es indiscutible; sin embargo,
esta relación, se ha ido complicando con el paso del tiempo. En la medida en que el
hombre ha alterado su hábitat, las reflexiones acerca de las cuestiones ambientales han
cambiado.

En un principio, el impacto humano no trascendía de manera importante en el medio


natural. Entonces, la idea que se tenía de la relación del hombre con su entorno era
distinta; es más, debemos mencionar que antes del siglo XIX no existía el término
ambiente en el sentido que ahora lo conocemos y sólo se hablaba de la naturaleza. Así,
ésta fue considerada en primer término el principio de vida y de movimiento de todas las
cosas existentes.

Cabe señalar también que el ser humano. En su afán por encontrar respuestas a las
interrogantes que rondaban su pensamiento. Desarrolló distintas religiones. En gran
parte con el propósito de explicarse diversos fenómenos naturales. A decir de la maestra
Silvia jaquenod "... al evolucionar las diferentes religiones de Afro Asía, aparecieron
numerosas dicotomías importantes entre las que surgían en Asia Occidental
(cristianismo. Judaísmo e islamismo) y las que lo hacían en Asia Oriental y Central
(hinduismo, budismo, confucionismo y taoísmo)". En este sentido, las religiones
orientales, especialmente el taoísmo, destacan sobre todo la idea de que el hombre debe
esforzarse para vivir en armonía con la naturaleza. Por su parte. la religión occidental
asumió un punto de vista muy distinto respecto a la relación entre el hombre y el medio
natural, que queda sintetizado quizá en Génesis 1-28, donde se afirma "... y los bendijo
Dios, diciéndoles: ‘Procread y multiplicaos y henchid la tierra; sometedla y dominad
sobre los peces del mar. Sobre las aves del cielo y sobre los ganados y sobre todo cuanto
vive y se mueve sobre la tierra ...”

Como vemos, las concepciones acerca de la naturaleza y de su relación con el hombre


han variado con el transcurrir de los años, propiciando la creación de nuevas teorías y

18
Ibídem. pág. 11.
19
Véase en este sentido Jesús Quintana Valtierra. Derecho ambiental mexicano. Lineamientos generales, 1a
ed. Editorial Porrúa, México, 2000, pág. 9.
20
ibídem, págs. 10 Y 11.

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posturas ideológicas al respecto. En este tenor, Geoffrey Sto Hilaire incluye en el
vocabulario común, en 1835, el concepto de medio ambiente. Desde el punto de vista
filosófico. Tal expresión se refiere al conjunto de relaciones entre el mundo natural y los
seres vivientes, que influye en la vida y el comportamiento del ser vivo. De este concepto
puede inferirse que el influjo de las condiciones físicas trasciende en muchas ocasiones el
ámbito de las ciencias naturales y se centra en las relaciones sociales.

En tal sentido. "el positivismo del siglo XIX atribuyó al ambiente físico y biológico el valor
de causa determinante de todos los fenómenos estrictamente humanos, desde la
literatura hasta la política". La obra literaria y filosófica de Taine, por ejemplo,
"contribuyó a la difusión de esta tesis, según la cual el ambiente físico, biológico y social
determina necesariamente todos los productos y los valores humanos y los explica".

Como podemos inferir de dicho razonamiento, la noción del ambiente en la filosofía del
siglo XIX aporta a este concepto un valor determinante.

Según tal concepción, todo lo hecho por el ser humano tendrá una relación con el
ambiente en el que éste se desenvuelve. Por otra parte, en el mundo contemporáneo la
noción de ambiente permanece fundamentalmente en las ciencias biológicas,
antropológicas y sociológicas, pero se ha transformado poco a poco, ya que la relación
entre el ambiente, el organismo, el hombre o el grupo social no se entiende según un
esquema mecánico, o sea, como una relación de determinismo causal absoluto. Esta
relación se cambia por una postura que atribuye al ser humano una facultad selectiva
que éste ejerce en el ambiente. Sin embargo, esto no significa que el ambiente no pueda
obrar efectivamente sobre la vida y las creaciones de los hombres, sino que resulta la
condición de la causa.

Ahora bien, de forma paralela a esas digresiones en torno al ambiente, se ha


desarrollado un debate filosófico relacionado más que con cuestiones abstractas con el
daño que el hombre ha causado al medio donde vive.

Pareciera que la idea de que el ser humano convive con la naturaleza se ha cambiado por
aquella que expresa que ésta es un mero instrumento al servicio del hombre.

Silvia Jaquenod afirma de manera clara que “…el ascenso del hombre a la dominación,
parece atribuible al hecho de que fue el único animal terrestre que se propuso someter
su medio en lugar de adaptarse a él. Últimamente, el dominio del planeta Tierra por el
hombre se ha convertido en algo tan intenso, que altera el hábitat de todas las criaturas
con vida, incluyéndose a sí mismo". En este punto, la autora en cuestión hace referencia
a la sutil ironía del filósofo Reinhold Niebuhr, quien manifiesta: "El hombre siempre ha
sido su propio problema más irritante". Asimismo, Jaquenod nos recuerda la concisa
expresión de Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me
salvo yo". Por tanto, como indica la maestra española, el hombre es conforme se
encuentra su circunstancia, es con ella y en función de ella. Actúa e interactúa inmerso
en la contingencia que ésta le depara, y colabora para que la situación que le rodea lo
beneficie o perjudique.

Teniendo en cuenta estas ideas llegamos a la conclusión de que las consideraciones que
puedan hacerse en torno al ambiente deben tener un cambio radical. No ha de pensarse
únicamente en la preservación del ambiente como una forma de conservar el hábitat en
el que el hombre se desarrolla, sino tener en cuenta que, debido a la relación simbiótica
que existe entre el ser humano y su ambiente, la conservación de éste es un presupuesto
para la existencia de aquél. Así, la protección del ambiente es necesaria -sino
indispensable- para que la especie humana pueda sobrevivir.

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3.2.1. ÉTICA AMBIENTAL

Los cambios que el ser humano ha ocasionado al ambiente en los últimos años al punto
de poner en peligro la vida en la tierra, han tenido como consecuencia una
transformación en la idea que había de la ética, la cual no estaba ligada a los aspectos
referentes al ambiente. Entendida en palabras llanas como el estudio de las razones
filosóficas por las cuales las personas deben comportarse de tal o cual manera, la ética
se quedaba en el ámbito de lo social y no tenía, en ninguna forma, relación con el medio
natural.

Sin embargo, a partir de mediados del siglo xx, con la capacidad que adquiere el hombre
mediante el desarrollo científico y tecnológico para romper la relación constante y sin
altibajos que tenía con la naturaleza, se ha modificado sensiblemente este panorama.

Como hemos mencionado, las intervenciones del hombre en la naturaleza eran en


principio esencialmente superficiales e incapaces de dañar su equilibrio permanente; por
tanto, el dominio tradicional de la ética estaba circunscrito a la relación entre los
hombres en la ciudad. La vida humana, como menciona Carlos Osorio... transcurría entre
lo permanente y lo cambiante: lo permanente era la naturaleza; lo cambiante, sus
propias obras. La más grande de éstas fue la ciudad, a la que (el hombre) pudo otorgar
cierta permanencia con las leyes que para ella ideó y que se propuso respetar. La
naturaleza no era objeto de la responsabilidad humana; ella cuidaba de sí misma y
cuidaba también del hombre. Frente a la naturaleza no se hacía uso de la ética, sino de
la inteligencia y de la capacidad de invención.

De esa manera, las relaciones entre las viejas cuestiones del ser y el deber ser, la causa
y el fin, la naturaleza y el valor, que son dominio de la ética, habían estado circunscritas
a un ámbito en el que el tema ambiental era relegado; no obstante, en décadas recientes
este tema ha adquirido gran importancia.

Hemos descubierto que la naturaleza es vulnerable; por esta razón, el plano ético no
puede alejarse de las relaciones entre el hombre y el ambiente.

Así, surge la ética ambiental, como una concepción nueva de los deberes morales que
deben existir en las relaciones del ser humano con su entorno.

En la época actual "... ya no es un sinsentido preguntar si el estado de la naturaleza


humana -la biósfera en su conjunto y en sus partes, que se encuentra ahora sometida a
nuestro poder- se ha convertido precisamente por ello en un bien encomendado a
nuestra tutela y puede plantearnos algo así como una exigencia moral, no sólo en razón
de nosotros, sino también en razón de ella y por su propio derecho, ahora es imperativo
tomar en cuenta que la forma de actuar del ser humano puede tener consecuencias
desastrosas en el futuro. En este punto, según Osorio, aparece el principio de
responsabilidad como el elemento base para considerar una nueva ética.

Esa nueva ética tendrá como base la reflexión de que el hombre debe hacer las cosas con
la diligencia del deber cumplido. De lo que se trata es que [el ser humano] las haga con
responsabilidad, teniendo en cuenta la existencia de la naturaleza y pensando no sólo en
las consecuencias inmediatas, sino también en los efectos que el obrar del hombre
produzca en las generaciones futuras. En este escenario, la incertidumbre en el futuro se
posa como la ineludible condición de la responsabilidad. En la actualidad -sobre todo si se
consideran los procesos irreversibles de degradación del ambiente que se han gestado-
en una idea admitida definitivamente es que el desarrollo científico y tecnológico
ilimitado no constituye una causa necesaria de progreso humano, sino más bien de
problemas éticos y sociales en torno al origen del desequilibrio ecológico.

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Tal situación exige sin duda una nueva clase de imperativos éticos. En principio, la moral,
como objeto de estudio de la ética, tendrá que invadir el ámbito de la producción
económica -de la que se mantuvo alejada-en la forma de política pública. La concepción
utilitarista que se dio en principio al ambiente deberá transformarse para adoptar
políticas públicas que partan de la base de una ética ambiental que beneficie a las
generaciones futuras. Esta adopción repercutirá significativamente en varios ámbitos.

Si ya mencionamos que la moral tendrá que invadir el ámbito económico, esto no


significa que dicha invasión sea perjudicial. Con la puesta en marcha de políticas públicas
que obliguen a las empresas a adoptar medidas tendientes a conservar el ambiente, se
beneficiará a la sociedad en su conjunto: por un lado, las empresas, al adoptar
tecnologías para reducir las emisiones incrementarán su competitividad, mejorarán el
precio de sus productos y la imagen que la sociedad tiene de ellas; por el otro, no sólo se
reducirán los efectos negativos asociados a los daños sobre la salud, sino ‘también al
deterioro del ambiente' y se mejorarán las relaciones de las empresas con las
comunidades aledañas, Así, parece que el viejo precepto "el tema ambiental afecta el
crecimiento de manera negativa" tiene más excepciones que buenos ejemplos. Estas
reflexiones nos hacen ver que la ética ambiental proyectada con políticas públicas se
manifiesta como uno de los caminos más apropiados para hacer posible la conservación
del ambiente.

Esa nueva idea de la ética con carácter ambiental permitirá cumplir con el principio de
equidad intergeneracional, que tiene como objetivo no comprometer el ambiente de las
generaciones futuras. Es indudable que el riesgo de disminuir el disfrute de un ambiente
adecuado por las generaciones venideras, nos hace pensar en este principio como una
posible solución para prevenir los daños que se causarían a generaciones posteriores.

En la actualidad nos enfrentamos a una realidad, con nuevos alcances de nuestras


acciones, el mundo entero y la aparición de consecuencias para el hombre y la naturaleza
rebasan actualmente las barreras de nuestro tiempo; por ello, se impone encontrar una
cultura que equilibre el desarrollo científico y tecnológico con una salvaguarda ética que
resulte capaz de dar una nueva responsabilidad. Es nuestra obligación tener presente
que debemos responder por las acciones que realicemos y que pudieran causar daño no
sólo a los seres humanos actuales, sino también al medio ambiente y a las generaciones
futuras.

Asimismo, es menester tomar en cuenta que existen consecuencias emergentes de


nuestros actos que pueden manifestarse tardíamente, Por tanto, debemos anticiparnos a
las consecuencias de nuestras acciones que pueden afectar a sujetos indeterminados,
individualizados sólo cuando se manifieste algún daño en el futuro.

En síntesis, la ética ambiental será imprescindible para fomentar una cultura de respeto a
la vida y restituir al hombre el control de sus propias acciones, librándolo, según Eduardo
A, Pedace, de un peligroso estado de pasividad moral, superficialmente justificada por la
satisfacción generada por las grandes conquistas de la ciencia y de la técnica.

3.3. NATURALEZA DEL DERECHO AMBIENTAL

Desde el punto de vista teórico, se ha discutido mucho acerca de la naturaleza del


derecho ambiental. En primer término, se ha originado un debate acerca de si éste es
una ciencia informativa, una disciplina académica o una rama autónoma del derecho;
además, se ha generado polémica en torno al lugar que debe ocupar. En opinión de
algunos autores, el derecho ambiental constituye una rama del derecho público, mientras
que para otros corresponde al derecho económico. Sin embargo, a pesar de que estas
dos posturas son las más fuertes, la pertenencia del derecho ambiental a alguna de ellas
no ha sido la única.

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Se ha dicho también que el derecho ambiental rebasa en muchas ocasiones la
perspectiva ius publicista y se coloca en el ámbito de las relaciones privadas, por lo que
en cierto modo, también corresponde al derecho privado.

Esas digresiones, aunque pueden parecer una cuestión teórica y de escasa repercusión
práctica, son necesarias si se quiere dar una visión general de los debates que ha
propiciado la materia que tratamos. Con esta idea en mente, expondremos de manera
sucinta algunas de las razones que se esgrimen para determinar la naturaleza del
derecho ambiental.

3.3.1. DERECHO AMBIENTAL COMO CIENCIA INFORMATIVA

Algunos estudiosos de la ciencia jurídica consideran que el derecho ambiental es sólo una
ciencia informativa. Entendiéndolo en este sentido, tal disciplina se presentaría
únicamente como una amalgama de normas que inciden en un mismo tema y que con
ánimo informativo se reagrupan con la denominación Derecho. En este caso, el derecho
ambiental se proyectaría como una rama del derecho carente de sustantividad.

3.3.2. DERECHO AMBIENTAL COMO DISCIPLINA ACADÉMICA

Si consideramos al derecho ambiental como una disciplina académica, haremos alusión


simplemente al reconocimiento de la necesidad de impartir en la enseñanza universitaria
el sector ambiental dentro del ordenamiento jurídico. Esto supone un avance respecto al
nivel informativo y va ligado a las demandas de la sociedad, que en un momento dado
pueden exigir una formación especial de sus operadores jurídicos en sectores específicos
del ordenamiento.

En ese sentido, la naturaleza jurídica del derecho ambiental se limitaría a considerarlo


una rama del derecho que proyecta una necesidad de tipo académico que, en cierto
momento, puede trascender en las relaciones sociales y hacer patente la necesidad de
incluir determinados operadores jurídicos en sectores perfectamente señalados dentro
del marco normativo existente en nuestro país.

3.3.3. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA AUTÓNOMA DEL DERECHO

Algunos autores consideran que el derecho ambiental es una rama autónoma del
derecho, debido a que cumple con los requisitos que suelen apuntarse como necesarios
para considerar que una disciplina es autónoma.

Estos requisitos, según Jesús Jordano Fraga, son los siguientes:

• Presencia de principios propios.


• Que existan técnicas jurídicas propias.
• Referencia a determinada categoría de personas, de objetos o de relaciones.

Para este grupo de doctrinarios, de una observación atenta al derecho ambiental se llega
a la conclusión de que éste puede considerarse una disciplina autónoma. Todos los
requisitos que se exigen para clasificar a un sector del ordenamiento jurídico como rama
autónoma se cumplen con mayor o menor intensidad en el caso del derecho ambiental.

En primer término, para quienes defienden la autonomía del derecho ambiental, en esta
disciplina existen principios propios que incluso han recibido consagración legislativa. Por
ejemplo, la Declaración de Río -que analizaremos en el siguiente capítulo- contiene una
serie de principios retomados por la legislación interna de diversos Estados, que se han
convertido de esta manera en derecho vigente. Por otra parte, se dice que en el derecho
ambiental existen técnicas jurídicas propias, como la evaluación del impacto ambiental o
los marketables permits del derecho norteamericano.

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Asimismo, para defender la referencia a determinada categoría de personas, se ha
argumentado que, aún, cuando el derecho ambiental está dirigido a una pluralidad
indeterminada de sujetos, encuentra un sustrato social directamente implicado. Podría
decirse entonces que el derecho ambiental se dirige a las personas privadas en cuanto
sujetos detentadores o agresores del medio ambiente como bien jurídico. Las personas
públicas pueden aparecer también como sujetos capaces en función de su obligación de
defender y restaurar el ambiente. La administración pública ocupa, en este orden de
ideas, un primer plano en cuanto sujeto público, autor y destinatario, al mismo tiempo
del derecho ambiental. Por tanto, este requisito es cumplido también por la disciplina
jurídica de la que nos ocupamos.

Cabe señalar también que, ubicándonos en esta postura teórica, el derecho ambiental se
refiere además a un objeto propio que, en este caso, constituiría el medio ambiente
como bien jurídico por tutelar.

Finalmente, el derecho ambiental cumpliría el último de los requerimientos para


determinar la autonomía de una rama del derecho, ya que regula relaciones jurídicas
específicas. Según Jordano Fraga, si entendemos una relación jurídica como una
situación de poder y deber concretos que vincula a sujetos determinados, de modo que
alguno de ellos puede exigir a otro una determinada conducta que éste ha de observar y
a cuya observancia le compete el ordenamiento, es claro que el derecho ambiental regula
una relación jurídica propia. Esto es así porque la relación jurídica ambiental crea
derechos subjetivos protegidos por las leyes (por ejemplo, el derecho a disfrutar de un
medio ambiente adecuado).

3.3.4. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA DEL DERECHO PÚBLICO

El derecho público se compone del conjunto de normas que regulan el ejercicio de la


autoridad estatal, determinando y creando el órgano competente para ejercitarla, el
contenido posible de sus actos de autoridad estatal y el procedimiento mediante el cual
dichos actos deberán realizarse. "En este tenor, el derecho ambiental ha sido colocado
por diversos autores en el campo del derecho público, debido a la relevancia que el
Estado tiene en la regulación del comportamiento del hombre en relación con el
ambiente”. En efecto, al encontrarse el Estado en una relación de supra-subordinación
con los particulares en lo que se refiere a la materia ambiental, se ha establecido que el
derecho ambiental debe situarse dentro del derecho público.
Tal afirmación se refuerza si tomamos como base la teoría de los intereses en juego que
pretende fundar la división del derecho en público y privado de acuerdo con el beneficio
particular o colectivo que procura la norma. En este sentido, si el derecho ambiental
tiene como fin regular las conductas humanas que pueden influir de manera significativa
en el ambiente para evitar la degradación de éste y así hacer posible que las futuras
generaciones disfruten de un ambiente adecuado, nos damos cuenta de que esta
disciplina tiene como finalidad proteger intereses colectivos.

Situándonos entonces en una postura ius publicista, no cabe duda que, al buscar la
protección de los derechos de la colectividad (no sólo presente sino también futura), el
derecho ambiental puede ser considerado como una rama del derecho público.

3.3.5. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA DEL DERECHO ECONÓMICO

Otra tendencia en torno a la naturaleza jurídica del derecho ambiental es situarlo como
una rama del derecho económico. Al respecto, Zarkin señala que el derecho económico
se concibe como un derecho de síntesis o reagrupamiento que se asocia a la idea de
derecho de protección al ambiente, concebido como una rama de este nuevo derecho a
partir de las distintas lecturas que el sistema jurídico permite en sus diferentes ramas.

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Dentro de esta visión, se establece también que el objeto de estudio del derecho
económico se nutre tanto de las ciencias que estudian el ambiente como de las
económicas, las cuales condicionan el modelo de desarrollo que subyace a los regímenes
económicos que pretenden ser regulados por un sistema jurídico. Así el derecho
ambiental es considerado por algunos como una rama del derecho económico.

3.3.6. DERECHO AMBIENTAL COMO PARTE DEL DERECHO PRIVADO

El derecho privado ha sido definido como el conjunto de normas que regulan las
relaciones jurídicas entre personas que se encuentran legalmente consideradas en una
situación de igualdad, en virtud de que ninguna de ellas actúa en dichas relaciones
investida de autoridad estatal.

Con esta definición podríamos deducir que el derecho ambiental no forma parte del
derecho privado; sin embargo, si bien es cierto que el derecho ambiental siempre tiene
presente los intereses colectivos, sucede también que aparecen implicados en las
relaciones que regula intereses y derechos individuales, para cuya defensa el derecho
privado ofrece cauces específicos.

De esa manera, no sólo debe catalogarse al derecho ambiental como parte del derecho
público, sino también se ve involucrado en aspectos que corresponden al derecho
privado. Por ejemplo, de forma colateral el ordenamiento civil puede concurrir a la
defensa del ambiente en cuanto que si consigue modificar conductas, aunque sólo sea en
función de los perjuicios ocasionados a un particular, la colectividad se verá beneficiada a
la postre.

Entonces, el apoyo que el derecho ambiental toma del ordenamiento privado constituye
un recurso estimable y frecuentemente imprescindible para el resarcimiento de daños
localizables en patrimonios particulares.

Con tales bases podemos decir que el derecho ambiental en muchas ocasiones sale del
campo del derecho público para situarse en el del derecho privado, por lo que, de alguna
forma, también puede considerarse parte integrante de las normas ius privatistas.

De las reflexiones vertidas en este apartado acerca de la naturaleza del derecho


ambiental, podemos darnos cuenta de que tratar de encuadrar esta disciplina en una
categoría es una tarea sumamente compleja. Silvia Jaquenod señala en este sentido
que "...sería aventurado afirmar que el derecho ambiental se perfila como una rama
autónoma del ordenamiento jurídico, puesto que éste es un sistema de normas que no
admite la existencia de regímenes totalmente separados; por tanto, adquiere relevancia
en la medida en que se integra a un circuito de normas, a una interconexión progresiva
de preceptos cuyo principio y fin es la construcción". Además, señala la maestra
Jaquenod, tampoco podría decirse que forma parte de una rama especial del derecho
público, ya que es difícil mantener la tradicional separación entre el régimen jurídico
público y el privado debido a la infiltración de las instituciones jurídico-públicas en el
régimen que rige las relaciones entre los particulares, y a una privatización de las reglas
que presiden la organización y funcionamiento del Estado y sus instituciones.

3.4. ANÁLISIS SECTORIAL Y TRANSECTORIAL

La palabra sectorización tiene que ver, según el maestro Raúl Brañes, con "... aquella
característica de la administración pública que consiste en su división en sectores
definidos. Entre estos sectores están algunos que tradicionalmente han ejercido
funciones respecto de determinados elementos ambientales. De esta manera, el derecho
ambiental puede ser objeto de un análisis sectorial, pues existen leyes que se refieren al
uso, protección, conservación y aprovechamiento de determinados recursos naturales.

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No obstante, algunas actividades estatales como la gestión administrativa del ambiente,
presentan ciertas características especiales y determinan la necesidad de establecer
estructuras jurídico-administrativas para el conjunto de la gestión estatal. Esta exigencia,
a decir de Brañes, resulta de que “... el ambiente debe ser entendido principalmente
como un sistema donde se organizan los elementos que hacen posible la existencia y el
desarrollo de los organismos vivos”. En consecuencia, la gestión ambiental no puede
concebirse únicamente como referida a cada uno de los elementos del ambiente por
separado, sino que además, y preferentemente, referida a todos los elementos en su
conjunto y en sus procesos de interacción. De allí nace entonces la necesidad de una
estructura jurídico-administrativa distinta de la tradicional.

Ante esta necesidad, el derecho ambiental no se puede quedar relegado; por tanto, en
muchas ocasiones adquiere un carácter transectorial que no guarda ninguna relación con
los criterios sectoriales que habitualmente adquiere la organización jurídico-
administrativa del Estado.

Existen actos propios del derecho ambiental que deben traspasar las barreras de la
sectorización administrativa para adquirir un carácter transectorial que se refiera al
conjunto de los elementos ambientales y tenga en consideración todos los procesos de
interacción entre estos elementos; por tanto, el derecho ambiental debe analizarse tanto
desde el punto de vista sectorial como transectorial. Y es que en muchas ocasiones la
sectorización da paso a un análisis que rebasa sus límites ante los requerimientos de
ciertos actos que deben ser integrales, con lo que resulta necesario también un análisis
desde el punto de vista transectorial.

3.5. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO AMBIENTAL

El derecho ambiental reúne una serie de características que le son propias y que
permiten determinarlo como tal. En este sentido, Ramón Martín Mateo señala las
siguientes:

• Sustratum ecológico

El Sustratum ecológico del derecho ambiental se refiere a su carácter sistémico. Esto


significa que la regulación de conductas por el derecho ambiental no se realiza
aisladamente; sino, teniendo en cuenta el comportamiento de los elementos naturales y
las interacciones determinadas en ellos como consecuencia de las actuaciones del
hombre.

• Especialidad singular

La especialidad singular del derecho ambiental consiste en la globalidad o el alcance


internacional de los problemas ambientales, circunstancia que rompe con los dispositivos
organizatorios generales. Los imperativos ecológicos, dice Martín Mateo, hacen que el
ámbito espacial de las actuaciones administrativas venga dado en función de un marco
más o menos impreciso en que tienen lugar los mecanismos de emisión-transporte-
inmisión. Este ámbito puede ser mayor o menor según los subsistemas que se acoten
dentro del sistema general, delimitándose así los contornos imprescindibles para que la
acción administrativa sea eficaz.

• Énfasis preventivo

Para Ramón Martín Mateo, aunque el derecho ambiental se apoya a la postre en un


dispositivo sancionador, sus objetivos son fundamentalmente preventivos. Esto se debe a
que en la disciplina que tratamos, la coacción a posteriori resulta ineficaz; por un lado,
en cuanto que de haberse producido las consecuencias biológicas y socialmente nocivas,
la represión podrá tener una trascendencia moral pero difícilmente compensará graves

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daños, quizá irreparables, lo que es válido también para las compensaciones impuestas
de forma imperativa.

• Componente técnico-reglado

Como característica del derecho ambiental, el componente técnico-reglado alude a la


intervención que se hace por parte del Estado con base en módulos y parámetros
previamente fijados a escala nacional, ya sea con carácter general para todo el país, para
zonas especiales o para situaciones excepcionales. La normativa del derecho ambiental,
señala Martín Mateo, incluye prescripciones rigurosamente técnicas que determinan y
cifran los niveles de emisión o de inmisión, la altura de las chimeneas, las características
de los motores, etc. Estas prescripciones marcan sobre todo límites y umbrales, a la vez
permiten modulaciones y apreciaciones cuando se entrecruzan factores diversos que se
resisten a un planteamiento puramente científico y matemático.

• Vocación redistributiva

La vocación redistributiva es la aspiración internalizadora de los costos que suponen para


la colectividad la transmisión de residuos y subproductos a los grandes ciclos naturales.
El derecho ambiental entonces sólo podrá lograr resultados aceptables si consigue
canalizar recursos para compensar en último extremo a los perjudicados, y para financiar
el establecimiento de instalaciones que eviten la contaminación.

• Primicia de los intereses colectivos

Esta característica significa, para Ramón Martín Mateo, que el derecho ambiental es un
derecho sustancialmente público que no excluye, sin embargo, el concurso del
ordenamiento privado tanto en lo que respecta a las relaciones de vecindad como a la
posible exigencia de compensaciones y reparaciones en caso de culpa contractual o
extracontractual.

Por su parte, Silvia Jaquenod agrega como caracteres a la disciplina que nos ocupa las
siguientes:

• Multidisciplinar

Según la maestra Jaquenod, el derecho ambiental suele ser el resultado parcial de


regulaciones puntuales y dispersas. Por ello, una nueva vertiente del derecho debe
imponerse la obligación de considerar los problemas del ambiente en forma global,
pluridisciplinar, es decir, abarcar integralmente las diferentes relaciones que interactúan
en la realidad y que generan el carácter sistémico. El derecho ambiental permitirá
avanzar en la protección integral del ambiente y sus procesos naturales, apoyando los
proyectos a largo y mediano plazo en aquellas medidas transitorias adoptadas para paliar
la crisis presente.

Además, agrega Jaquenod, un auténtico derecho ambiental considerará la problemática


del entorno de modo interdisciplinar, impulsándose en cada norma la protección,
conservación y mejoramiento del medio en forma integral. El derecho ambiental entonces

“... es interdisciplinar puesto que en él se yuxtaponen una serie


de disciplinas más o menos relacionadas. La
interdisciplinariedad del derecho se articula dentro de un marco
de importación de conceptos y paradigmas directrices,
aplicándose técnicas de un campo y adaptándolas a otros,
ajustando a las necesidades que reclaman la intervención de
otras ciencias; es decir, confluyen procesos de diferentes áreas
y se asimilan recíprocamente. Los problemas ambientales

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actuales se presentan dentro de un perímetro interdependiente,
integrador, multi y pluridisciplinar que requieren el estudio y el
conocimiento de la realidad objetiva mediante procesos de
gestión y planificación”

• Mixtura normativa de lo antiguo y de lo nuevo

Este carácter hace referencia a “…la fusión transitoria del caudal normativo pretérito con
el actual; es decir, el viejo derecho no ambiental se constituye en norma provisoria del
derecho ambiental''.

Además, al ser circunstancial esta combinación, se descubre el espíritu dinámico del


ordenamiento jurídico que se adecua a la realidad en la que tiene vigencia y a la cual
regula. Por ello, según la maestra Jaquenod, la combinación correcta de ambos tiempos
del derecho permite que la normativa ambiental sea la regulación más próxima y precisa
de los problemas actuales del medio.

• Transnacional

Esta característica mencionada por Silvia Jaquenod hace referencia a que los problemas
ambientales, en muchos casos, rebasan las fronteras nacionales, porque en el sistema
natural los diferentes elementos, fenómenos y procesos no conocen fronteras y, por
tanto, alcanzan el ámbito internacional donde es imperativo conocer los distintos
comportamientos dentro y fuera de cada ecosistema.

3.6. DEFINICIÓN DE DERECHO AMBIENTAL

Respecto a la definición de derecho ambiental se han hecho muchas consideraciones. En


primer término, no es una postura adoptada por toda la doctrina que esta disciplina deba
denominarse de tal forma. Algunos estiman que el nombre adecuado para esta rama del
derecho es derecho ecológico, mientras que otros prefieren llamarla derecho del entorno.

Este debate es abordado por el maestro Raúl Brañes de manera excepcional. Para él, las
expresiones derecho ambiental, derecho ecológico y derecho del entorno son utilizadas
para designar, por lo general, lo mismo. Haciendo alusión a lo señalado por Ramón
Martín Mateo en su obra Derecho ambiental, Brañes indica que la expresión derecho
ecológico puede ser excesivamente amplia, mientras que el término derecho del entorno
tiene evocaciones urbanísticas. Por ello, dicho autor prefiere el uso de la expresión
derecho ambiental para designar la disciplina que tratamos.

Para el propio Brañes, la materia de que se ocupa esta rama del derecho no es la
ecología, como lo sugiere la expresión derecho ecológico, sino el ambiente. Por tanto, el
término derecho ecológico le parece a este autor equivocado y no porque parezca
excesivamente amplio. Por el contrario, en la medida en que la expresión derecho
ecológico nos remite a la idea de "ecología" y ésta a su vez puede remitirnos a la de
"ecosistemas naturales", dicho vocablo representa incluso el peligro de llegar a asumir un
sentido más bien limitado.

Por otra parte, Brañes señala, que el uso de la expresión derecho del entorno no es
justificado, pues no existe ninguna razón para que una palabra de uso actual (ambiente)
sea sustituida por otra en desuso (entorno).

Según el autor referido, la palabra entorno ha sido calificada por la Real Academia de la
Lengua de "anticuada" o "antigua", prefiriendo esta institución el término contorno. En
este tenor, el maestro Brañes señala también que, aunque esta última palabra pudiera
parecer más castiza que la primera, la verdad es que ambas son igualmente castizas, ya
que provienen de la lengua española. En consecuencia, el empleo de una palabra en

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desuso -que es el recurso extremo del casticismo para evitar la utilización de un
extranjerismo, no cabe en este caso. Asimismo, el vocablo entorno o, más
modernamente, contorno tiene una connotación de proximidad física, que no
corresponde de manera estricta a la idea de ambiente.

Una vez abordado lo referente al debate acerca de la denominación que se debe dar a la
materia que nos ocupa, continuaremos con la definición de esta rama del derecho.

Para Silvia Jaquenod, el derecho ambiental es definido como la “…disciplina jurídica que
investiga, estudia y analiza las diferentes relaciones entre los bienes naturales y la
actividad antrópica, orientando la regulación jurídica de las conductas y actitudes
humanas respecto al uso, explotación y aprovechamiento de recursos naturales,
conservación de la naturaleza y protección del ambiente".

Por su parte, Jesús Quintana Valtierra-" al referirse a la definición del derecho


ambiental, señala que en un primer intento..... “quizás la forma más sencilla de definir al
derecho ambiental sea refiriéndolo al conjunto de reglas que se encargan de la tutela
jurídica de aquellas condiciones que hacen posible la vida en todas sus formas", Además,
continúa dicho autor,... “si el derecho ambiental tiene que ver con la continuidad de la
vida sobre la Tierra, no es del todo aventurado pensar que el acervo de normas jurídicas
que están dirigidas a la salvaguardia de la biósfera es lo que se denomina derecho
ambiental".

Por otro lado, este autor señala que… al quedar ya destacada la importancia que tiene
para la subsistencia de la vida el mantenimiento del equilibrio ecológico, se puede pensar
también que el derecho ambiental es el grupo de reglas que se encarga de la protección
jurídica del equilibrio ecológico".

Como vemos, Quintana Valtierra aborda el concepto de derecho ambiental desde


diversos ángulos, sin por ello perder de vista que dicha disciplina jurídica no debe
segregarse. Esto es, si la función del derecho ambiental es la tutela de las condiciones
que hacen posible la vida en todas sus formas, tales condiciones no deben ser
consideradas de forma estática, sino como se presentan en la realidad, es decir, de
manera dinámica.

Ahora bien, otra forma de abordar el concepto de derecho ambiental es la que adopta
Jesús Jordano Fraga, quien señala que para formular un concepto de esta disciplina
jurídica se puede partir de dos facetas:

• Desde una perspectiva teleológica o funcional del derecho.


• Desde una perspectiva que responda a un análisis estructuralista y jurídico-
constitucional.

Situándonos en la primera de tales perspectivas, si existe un conjunto de normas


dispersas que directa o indirectamente encuentran un punto de unión en su objetivo de
pretender la defensa, restauración y promoción del medio ambiente, entonces el derecho
ambiental será el referido al medio ambiente, el derecho del medio ambiente o el
derecho para la protección del medio ambiente.

En esa perspectiva, según Jordano Fraga, en la doctrina norteamericana se sitúa


Bodgers, autor que concibe a esta rama jurídica como el derecho del gobierno planetario.
Asimismo, en posición parecida se ubican Pérez, Moreno y Martín Mateo. El primero
concibe el derecho ambiental como… el ordenamiento que garantiza y disciplina el goce
colectivo inherente a los bienes ambientales, velando por su integridad natural; mientras
que el segundo señala que el derecho ambiental es el derecho que incide en conductas
individuales y sociales para prevenir y remediar las perturbaciones que alteran el
equilibrio del ambiente.

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Visto desde la segunda perspectiva que señala Jordano Fraga, el derecho ambiental
tendría que ser estudiado a partir de la Constitución. Así, en nuestro ordenamiento
jurídico, el derecho ambiental, desde esta perspectiva estructuralista y jurídico-
constitucionalista, se presentaría como el derecho que concede la garantía individual
prescrita en el artículo 40, que consagra el derecho que toda persona tiene a disfrutar de
un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar.

Otro de los conceptos que sin duda vale la pena señalar es el del maestro Brañes, para
quien el derecho ambiental puede definirse como "... el conjunto de normas jurídicas que
regulan las conductas humanas que pueden influir de una manera relevante en los
procesos de interacción que tienen lugar entre los sistemas de los organismos vivos y sus
sistemas de ambiente, mediante la generación de efectos de los que se espera una
modificación significativa de las condiciones de existencia de dichos organismos".

Este concepto, en opinión de Raquel Gutiérrez Nájera, se encuentra limitado en sus


alcances cuando alude a "conductas relevantes" y "modificación significativa", ya que,
para dicha autora, estos calificativos no deberían emplearse, debido a que existen
conductas causales y no significativas pero que modifican, por su reiteración, el
ambiente. Entonces, para Gutiérrez Nájera, tomando en cuenta el objeto de su
especificidad al margen de las modificaciones significativas o no que el mismo pueda
entrañar, el derecho ambiental "... es el conjunto de normas que tienen por objeto
regular las conductas que inciden directa o indirectamente en la protección, preservación,
conservación, explotación y restauración de los recursos naturales bióticos y abióticos".

Por otra parte. Gutiérrez Nájera indica también que, a partir de su especificidad como
ciencia jurídica, el derecho ambiental puede ser definido como "el conjunto sistemático y
ordenado de leyes que regulan la protección, conservación, preservación y utilización de
los recursos naturales y del equilibrio ecológico del hábitat.

3.7. SUJETOS DE DERECHO AMBIENTAL

Al referirnos a los sujetos de derecho ambiental, debemos tener en cuenta el ámbito de


aplicación de la normatividad ambiental en relación con los individuos o entidades que
tienen algún tipo de derecho, obligación, atribución o función derivada de este conjunto
normativo. De esta manera, podremos saber quiénes están obligados en materia
ambiental y cómo se presenta el régimen de protección y respeto de sus derechos.

Con estas bases, podemos colegir que los sujetos públicos de derecho ambiental pueden
ser:

 La Federación, proyectada como el Estado mexicano.


 Las entidades federativas.
 Los municipios.
 Los organismos descentralizados.
 Los organismos desconcentrados.
 Los organismos internacionales públicos.
 En general, todos aquellos organismos del sector público que tengan injerencia en
materia ambiental.

Por su parte, los sujetos privados de derecho ambiental, en la medida en que realicen
actividades reguladas por esta disciplina jurídica, pueden ser:

 Personas físicas.
 Personas morales.
 Organismos no gubernamentales.
 Organizaciones sociales.
 Universidades.

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 Centros de Investigación.
 Organismos y fundaciones internacionales.

En principio, esos serían los sujetos que contemplaría el derecho ambiental; sin embargo,
en la actualidad se ha gestado una nueva teoría que atribuye un interés legítimo en las
relaciones jurídico-ambientales a los grupos sociales. Esta teoría es la del interés difuso,
la cual podría decirse que ha sido adoptada por el ordenamiento jurídico.

3.8. RELACIÓN ENTRE ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE

Desde el punto de vista económico, el medio ambiente ha sido siempre una fuente vital
de insumos para la producción de bienes y servicios, que en bruto o transformados han
representado importantes satisfactores y bienestar para la humanidad; sin embargo, el
hombre se ha percatado a lo largo de los siglos que esa fuente no es infinita y que los
recursos que provee la naturaleza se agotan. En ese sentido, los bienes y servicios
ambientales adquieren un valor específico -atendiendo a su cantidad, a su capacidad de
reproducción o recuperación, seguir siendo una fuente constante de satisfactores, a los
problemas que con ellos se atienden y al bienestar que proporcionan.

Durante los últimos dos siglos, los modelos económicos de los países poderosos han
definido y determinado la forma y los métodos de explotación de los recursos naturales,
orientando diversas corrientes y doctrinas de desarrollo. Las ciencias económicas y las
jurídicas han jugado un papel fundamental en la ejecución y justificación de dichos
modelos mediante la propiedad, el mercado, el comercio, la distribución de la riqueza y el
bienestar común. Ahora que esos modelos de desarrollo (económico, político, social y
cultural) están siendo seriamente cuestionados por la sociedad, las ciencias económicas y
jurídicas brindan valiosos elementos de solución a la crisis de agotamiento de los
recursos naturales y de la contaminación ambiental en que dichos modelos los colocaron.

En 1992 surgió una teoría económica que trata, bajo un enfoque distinto al construido
históricamente, "... la relación entre crecimiento y medio ambiente y la consideración de
éste último como límite a la acumulación del capital". De acuerdo con Aimée Figueroa
Neri, "el avance más significativo, desde la visión económica, fue que el medio ambiente
adquiriera la categoría de capital..., “pues no es sólo la tierra la que crea valor, sino la
naturaleza y el medio ambiente global".

De tal manera, a decir de algunos autores, los temas ambientales pueden ser definidos
en términos económicos; es decir, desde la perspectiva de la teoría económica, siendo su
contribución bastante completa, pues va desde identificar la degradación y destrucción
ambiental hasta la aplicación de los Instrumentos y herramientas económicos para
alcanzar metas como la reducción y el control de la contaminación.

3.9. COMERCIO Y MEDIO AMBIENTE

El comercio es una de las actividades más antiguas del hombre y, sin duda alguna, es
una de las que mayor impacto y presión han ejercido en el medio ambiente. El
intercambio de mercancías ha generado durante siglos diversos mercados sostenidos en
la extracción, explotación y transformación de bienes que proporciona 'la naturaleza:
maderas preciosas, especies exóticas de animales y plantas, pieles, telas multicolores,
marfil, metales, hidrocarburos, generación de energía, etc., son algunos ejemplos de
bienes que para ingresar al mercado o, mejor dicho jurídicamente, para ser objetos de
comercio (mercancías) exigen del ambiente su mejor disposición.

La economía del siglo XXI se basa en la globalización de todos los mercados del orbe; tal
globalización es llamada coloquialmente apertura comercial, en la cual los países
acuerdan abrir sus fronteras de manera amplia a las mercancías producidas en ellos

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mediante la desgravación, desregulación y libre acceso en las fronteras, siendo éstas las
medidas más significativas de todo mercado globalizado.

El comercio de bienes y servicios entre países ofrece grandes ventajas para la


satisfacción de sus necesidades internas. Para lograr un Flujo comercial ad hoc a esta
visión mercantilista de desarrollo económico existen instrumentos eficaces para
establecer las liberaciones, condiciones y restricciones que ello requiere, nos referimos a
los tratados comerciales internacionales, la Organización Mundial de Comercio (OMC), la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), en ellos se establecen una serie de derechos y
obligaciones que los países participantes deben observar y cumplir en el establecimiento
y desarrollo tanto de sus leyes como de sus políticas.

Si bien las aperturas comerciales entre países originan expectativas de bienestar,


también generan competencia en la generación de bienes y servicios que, aunados a la
gran cantidad de personas que los requieren y las necesidades que se deben satisfacer,
ocasionan que las actividades productivas, industriales y comerciales se tornen agresivas
con el ambiente y sus recursos naturales, destruyendo ecosistemas que la naturaleza ha
tardado edades geológicas en construir.

De esa manera, no sólo la extracción y explotación de los recursos naturales se traducen


en degradación del medio ambiente, sino también los procesos de transformación de
dichos recursos en bienes y servicios se convierten en una tensión que está rebasando
los límites de soporte de la naturaleza.

Además, los avances científicos y tecnológicos de los últimos 150 años han permitido que
el hombre explote con mayor facilidad los recursos naturales, a un costo mucho menor al
que le genera la utilización de los métodos tradicionales. Así las máquinas para arar y las
de producción en serie, los aviones, los pesticidas, los fertilizantes, el descubrimiento del
ADN y otros más; le han dado al comercio y a las formas convencionales de realizarlo un
giro sin precedentes; sin embargo, en contraposición, también han modificado el
ambiente en mayor medida al beneficio obtenido.

Ante tal situación, los países determinaron que el comercio debe tener límites cuando se
comprometa la salud de los seres humanos y/o el estado del medio ambiente en
condiciones que permitan su aprovechamiento actual y futuro; por ello, como excepción
a la regla, pueden establecer medidas que impidan la entrada de las mercancías que
consideren perjudiciales tanto para la salud de las personas como para los recursos
naturales y el entorno en general.

No obstante, desde el punto de vista del desarrollo sustentable, los agentes que
originalmente causaron los problemas ambientales pueden ser también parte de la
solución, Efraín Pérez señala que en la Agenda 21 de la Convención de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo -mejor conocida como Cumbre de Río- se
establece en el tema de comercio y medio ambiente, que un sistema mercantil
multilateral abierto permitirá el aprovechamiento y distribución más eficiente de los
recursos; el consiguiente incremento de la producción y los ingresos reducirá la presión
sobre el ambiente y habrá más recursos disponibles para el crecimiento económico y
para una mejor conservación del medio ambiente.

De la misma manera, la ciencia y la tecnología desempeñan un papel fundamental en el


logro del desarrollo sustentable, pues en diversos tratados e instrumentos jurídicos
internos se les ha reconocido como proveedoras de “…conocimientos que permitan una
mejor formulación de políticas ambientales y desarrollo en el proceso de la toma de
decisiones".

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Es evidente que los problemas de un ambiente contaminado no pueden ser resueltos sólo
por medio del derecho, sino que se requieren herramientas que únicamente la ciencia y
la tecnología pueden brindar para ser aplicadas a los recursos y elementos naturales que
lo necesiten.

En otras palabras, el derecho formaliza los medios, instrumentos y técnicas a emplearse


para la protección, recuperación y/o restauración de nuestro entorno; la ciencia y la
tecnología los concretan en una realidad deseable y benéfica para todos.

3.10. MOVIMIENTOS ECOLOGISTAS

Los movimientos ecologistas surgieron en el mundo desarrollado con las marchas de


protesta en 1968; sin embargo, sus antecedentes son más lejanos, pues las primeras
organizaciones interesadas en proteger la naturaleza se fundaron en la primera mitad del
siglo xx.

En ese periodo nacieron dos organizaciones destacadas: el National Trust británico, que
ha salvado varios parajes naturales en Gran Bretaña, y la Liga Suiza para la Protección
de la Naturaleza presidida por Paul Sarazin quien, en 1913, convocó a la primera
Conferencia Internacional para la Protección de la Naturaleza que se celebró en Berna, y
que más tarde sería la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de
sus Recursos (UICNR), la cual agrupa a centenares de organizaciones públicas y
privadas.

Durante esa etapa, varios acontecimientos históricos originaron el surgimiento de


movimientos y manifestaciones sociales en pro de la defensa del ambiente, así como de
sus recursos y del hombre mismo. Analicemos los más representativos:

1948: Publicación de Nuestro planeta saqueado. El impacto de la tecnología y las


actividades industriales sobre los recursos naturales preocupó a ecólogos ambientales y
originó la ecología política. Fairfield Osborn publicó ese año una obra pionera en la
materia, en la cual plasmó sus estudios sobre las consecuencias catastróficas que
ocasionará la malversación de los recursos naturales.

1953: La enfermedad de Minamata. Esta enfermedad se detectó entre los pescadores


de la aldea ele Minamata, en la isla de Kyushu, Japón, y fue declarada una epidemia. El
equipo médico del hospital de Kunamoto diagnosticó la causa de tal enfermedad:
envenenamiento del sistema nervioso central provocado por mercurio orgánico, metal
que posteriormente fue encontrado en las cloacas de una fábrica química de la empresa
Chísso, instalada cerca de la aldea de Minamata. Fue a finales de 1965 (12 años después
que aparecieron los primeros brotes) cuando se llevaron a cabo medidas concretas;
tuvieron que pasar otros tres años para que dicha empresa reconociera, en secreto, la
utilización de mercurio orgánico con el fin de no revelar el proceso de fabricación de sus
productos.

1956: Publicación de El papel del hombre en el cambio de la faz de la Tierra. Esta


obra fue el resultado de un interesante trabajo de W. L. Thornas, referente al impacto
cada vez mayor de la actividad humana sobre la naturaleza y sus elementos.

1962: Se publicó primavera silenciosa. Obra elaborada por la bióloga y escritora


estadounidense Rachel Carson, en la cual utilizó un estilo cercano a la ciencia ficción para
analizar las consecuencias de los pesticidas según las recomendaciones del
Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USOA). SU conclusión fue la
desaparición total de aves (pájaros) y un profundo desequilibrio en la naturaleza, la cual
fue criticada por unos y apoyada por otros; sin embargo, debido al éxito editorial
obtenido logró que el USOA revisara su política de pesticidas y que el DDT fuera
prohibido en la legislación estadounidense.

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1963: El gran apagón. Los inicios del movimiento ecologista en Estados Unidos, tienen
lugar con el gran apagón, en noviembre de 1963, el cual dejó sin electricidad a gran
parte de la costa este y sur de Canadá.

1966: Peligroso a cualquier velocidad. La paralización de proyectos considerados


antiecológicos tuvo en Ralph Nader a uno de sus mejores representantes. Realizó un
estudio titulado Peligroso a cualquier velocidad, con el cual logró que el gobierno
estadounidense obligara a la empresa General Motors a realizar algunas
transformaciones técnicas al modelo del coche Corvair, por ser excesivamente inseguro.
Ese resultado ocasionó que se incrementaran las organizaciones de consumidores en las
cuales militaban numerosos ecologistas.

1967: El naufragio del superpetrolero Torrey Canyon. Una de las catástrofes


ecológicas que acapararon la atención mundial sucedió el 18 de marzo de 1967, cuando
se hundió el buque petrolero Torrey Canyon, el cual chocó contra los arrecifes de Seven
Stones en el archipiélago de Scilly, al sudoeste de Cornualles frente a las costas de
Bretaña, provocando en pocos días una inmensa marea negra al derramar al mar 120
000 toneladas de petróleo.

1967: Se publicó el libro Ciencia y supervivencia. El uso de la energía nuclear por


los países industrializados como nueva fuente de energía, dio vida a movimientos y
organizaciones antinucleares. Uno de los pioneros de tales movimientos fue el prestigioso
profesor de bioquímica de la Universidad Washington de San Luis, Barry Commoner,
quien escribió esta obra clásica del ecologismo.

1968: La Universidad de Berkeley. Esta universidad de Estados Unidos fue la cuna del
primer grupo ecologista, el cual estuvo relacionado con los movimientos de protesta
estudiantil, la lucha por los derechos civiles y la contestación a la guerra de Vietnam.

1968: Se publicó La bomba de la población. El biólogo Paul R. Ehrlich escribió esta


obra, con la cual obtuvo gran popularidad por su análisis de los graves problemas
originados por la explosión demográfica. También impulsó, junto con su esposa Ann, el
movimiento "Crecimiento demográfico cero", el cual promovió técnicas de control natal y
de esterilización.

1969: Friends of the Earth. David Browner fundó Friends of the Earth (Amigos de la
Tierra), una de las primeras organizaciones ecologistas a nivel mundial que dio pie, un
año más tarde, para que funcionaran en Estados Unidos más de 3 000 organizaciones
ecologistas y ambientalistas.

1969: Los recursos y el hombre. La National Academy of Sciences (Academia Nacional


de Ciencias) de Estados Unidos publicó el informe titulado "Resources and Man" (Los
recursos y el hombre), el primero que surgió de la comunidad científica para alertar
sobre la limitación de los recursos y la explosión demográfica.

1970: Bohlen y Stowe. Los matrimonios Bohlen y Stowe, en febrero de 1970, trataron
de impedir la explosión nuclear estadounidense en Arnchitka, Alaska, prevista para 1971,
y para lograr ese cometido fundaron la organización "No hagan olas". El 15 de
septiembre de 1971, para llevar a cabo su protesta utilizaron un barco llamado
"Greenpeace", del cual surgió el nombre y el enfoque de esa conocida organización
ecologista.

1970: El día de la Tierra. Se llevó a cabo en Estados Unidos el 22 de abril de 1970, en


el cual millones de personas participaron en el "Earth Day", La conciencia ambientalista
de la sociedad norteamericana comprometió a su gobierno para que fundara la
Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental), mejor conocida
como EPA.

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1971: Central nuclear de Fessenheim. El 12 de abril de 1971 centenares de personas
manifestaron su desacuerdo por la construcción de la central nuclear de Fessenheim,
Alsacia, originando un gran movimiento antinuclear francés.

1971: El Mensaje Menton. El 11 de mayo de 1971, poco más de 2 000 científicos de


todo el mundo enviaron a la ONU un mensaje llamado el Mensaje Menton, en el cual
alertaron sobre la degradación del medio ambiente y proclamaron "... vivimos en un
sistema cerrado, totalmente dependientes de la tierra y unos de otros, y eso durante
toda nuestra vida y durante la de las generaciones que vendrán".

1972: El informe del Club de Roma: Apareció el primer informe del Club de Roma
acerca de los límites del crecimiento.

1972: "United Tasmania Group" y "Values Party": Se funda en abril de ese año en
Tasmania, Australia, el primer partido ecologista: "United Tasmania Group", al cual le
siguió un mes más tarde "Values Party", en Nueva Zelanda.

1972: Declaración de Estocolmo. En junio de 1972 se celebró en Estocolmo, Suecia,


la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, la cual
generó una serie de principios independientes, manifestados en la Declaración de
Estocolmo y la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA).

1972: La base militar Larzac. El 14 de julio de 1972, numerosas personas se


opusieron a la ampliación de la base militar de Larzac, en Francia; esa manifestación fue
el punto de referencia que reunió al movimiento ecologista y pacifista francés.

1975: La central nuclear de Whyl. En febrero de 1975, cientos de activistas


antinucleares invadieron los terrenos donde se pretendía construir la central nuclear de
Whyl, cercana a la ciudad de Friburgo, en la entonces República Federal Alemana. La
policía intentó desalojarlos, pero la ocupación de dichos terrenos se prolongó por un
periodo de ocho meses. Un tribunal paralizó las obras el 21 de marzo del mismo año y el
14 de mayo se descartó la construcción de dicha central, iniciando con ello el movimiento
alemán antinuclear.

1975: La central nuclear Browns Ferry. El 22 de marzo de 1975 se produjo el primer


accidente grave conocido en una central nuclear, ocurrió en Browns Ferry, Alabama, en
Estados Unidos. A partir de ese año el movimiento ecologista antinuclear se fortaleció al
lograr paralizar los programas nucleares en varios países industrializados.

1976: Seveso. El 10 de julio de 1976 una espesa nube de dioxinas contaminó la zona de
Seveso, en Italia, la cual intoxicó a muchas personas y obligó a desalojar una amplia
zona del norte de Milán.

1978: Feminismo y medio ambiente. En junio de 1978 se celebró en Albany, Estados


Unidos, el Congreso de Mujeres sobre el Medio Ambiente, en el cual el feminismo se
acercó a los problemas ecológicos.

1981: El agujero de la capa de ozono. Científicos británicos anunciaron que desde


1970 se observa cada primavera, sobre la Antártida, un agujero en la capa de ozono el
cual es causado por los gases clorofluorocarbonos (CFCs). En 1990 se confirmó la
presencia de otro agujero sobre el Polo Norte.

1984: La desertización. En mayo de 1984, el PNUMA alertó acerca de los procesos de


desertización ocasionados por la acción humana.

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1984: Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. En octubre de
1984 se reunió por primera vez la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, la cual fue creada por la Asamblea General de la ONU durante la presidencia
de la Primera Ministra noruega Gro Harlem Brundtland.

1984: Bhopal. El 3 de diciembre de 1984 se efectuó una fuga de gas tóxico en la


empresa Unión Carbide, en Bhopal, India, la cual provocó la muerte inmediata de 2 000
personas y lesionó de consideración a otras 200 000; tal suceso puso en evidencia las
crecientes dificultades que originan las actividades industriales de alto riesgo en los
países industrializados y la estrategia de las compañías transnacionales de trasladarse a
países del tercer mundo, los cuales son menos estrictos en sus leyes y controles respecto
a dichas actividades.

1986: Chernóbil. El 16 de abril de 1986 el cuarto reactor nuclear de la central de


Chernóbil, en Ucrania, estalló debido a que se fundió el núcleo del reactor, lo cual obligó
a evacuar a 140 000 personas. En 1990 se atendió y controló a poco más de 600 000
personas afectadas por las emisiones radiactivas a las que estuvieron sometidas.

1987: Informe Brundtland, Los trabajos efectuados por la Comisión Mundial sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo arrojaron el informe titulado "Nuestro futuro común",
más conocido como Informe Brundtland, el cual propone adoptar un programa a nivel
mundial para lograr un desarrollo sostenible.

1988: La NASA y el efecto invernadero. En junio de 1988 la NASA presentó pruebas


sobre las primeras consecuencias del efecto invernadero.

1992: La Cumbre de la Tierra. En junio de 1992 se efectuó en Río de Janeiro, Brasil, la


Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, a la cual
asistieron jefes de Estado de varios países, simbolizando la preocupación de la opinión
pública sobre el deterioro del medio ambiente.

3.11. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO AMBIENTAL

Para comprender mejor el derecho ambiental, es necesario precisar una serie de


conceptos básicos que se presentan constantemente en la ley, en la jurisprudencia y en
la doctrina. Con tal objeto, analizaremos algunos conceptos imprescindibles para
entender esta materia.

Ambiente

El ambiente es definido por Silvia Jaquenod como el "...sistema de diferentes elementos,


fenómenos, procesos naturales y agentes socioeconómicos y culturales; que interactúan
condicionando en un momento y espacio determinados, la vida y el desarrollo de los
organismos y el estado de los componentes inertes, en una conjunción integradora,
sistémica y dialéctica de relaciones de intercambio.

Por su parte, el Consejo Internacional de la Lengua Francesa entiende por ambiente el


"conjunto en un momento dado de los agentes físicos, químicos, biológicos y de los
factores sociales susceptibles de tener un efecto directo e indirecto, inmediato o aplazado
sobre los seres vivos y las actividades humanas”

A su vez, la Directiva de la Comunidad Económica Europea, número 85/337/CEE, se


refiere al ambiente como “…el sistema constituido por diferentes variables de estado y
flujo, es decir, por el hombre, la fauna, la flora, el clima, el aire, el suelo, el agua y el
paisaje, la interacción entre los ítems anteriores, los bienes materiales y el patrimonio
cultural".

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Otra definición a la que vale la pena mencionar es la del Tribunal Constitucional español,
el cual ha sostenido:

En la Constitución y en otros textos, el medio, el ambiente o el medio ambiente es, en


pocas palabras, el entorno vital del hombre en un régimen de armonía que une lo útil y lo
grato. En una descomposición factorial analítica, comprende una serie de elementos o
agentes geológico, climático, químico, biológico y social que rodean a los seres vivos y
que actúan sobre ellos para bien y para mal, condicionando su existencia, su identidad,
su desarrollo y más de una vez su extinción, desaparición o consunción.

Contaminación

La contaminación es definida por Florelinda Chávez Salomón y José Icaza López como "la
inclusión de un factor externo, ya sea un producto químico, una forma de energía, un
ente biológico o un ente pictórico en un ambiente adecuado para el hombre o escogido
por el hombre, trastocándolo y mermándolo en sus cualidades”.

Por su parte, Silvia Jaquenod al referirse al término contaminación, dice que éste alude
"... a la adición de cualquier tipo de energía o materia residual al entorno, que por su
sola presencia o actividad provoca directa o indirectamente, en el corto, mediano o largo
plazo, y de forma reversible o irreversible, pérdida de la calidad en las características y
condiciones generales del ambiente."

Como vemos, tales conceptos tienen como punto de encuentro la inclusión de un factor
externo en el ambiente que da como resultado una merma o disminución en sus
cualidades originales. De esta forma también se define a la contaminación en la LGEEPA,
la cual preceptúa que la contaminación es "la presencia en el ambiente de uno o más
contaminantes o de cualquier combinación de ellos que cause desequilibrio ecológico"

Para entender este concepto legal, debemos atender dos términos a los que hace
referencia la misma ley. El primero de ellos es el de contaminante, que la LGEEPA define
como "toda materia o energía en cualesquiera de sus estados físicos y formas, que al
incorporarse o actuar en la atmósfera, agua, suelo, flora, fauna o cualquier elemento
natural, altere o modifique su composición y condición natural”.

El otro término al que tenernos que acudir para comprender el concepto jurídico de
contaminación es el de desequilibrio ecológico, que en ese mismo ordenamiento legal se
define como: "La alteración de las relaciones de interdependencia entre los elementos
naturales que conforman el ambiente, que afecta negativamente la existencia,
transformación y desarrollo del hombre y demás seres vivos".

Con esos dos conceptos, podemos comprender de manera integral el concepto de


contaminación que brinda la LGEEPA.

Ecosistema

Según lo señala María del Carmen Carmona, "... la evolución del concepto de ecosistema
se inicia desde que Forbes en 1887 enunció el concepto de microcosmos y los ecólogos
comenzaron a buscar una unidad de estudio de la ecología que integrara la estructura, la
función y la organización de la naturaleza.

Esa unidad fue concebida por el botánico inglés A. Tansley, quien introdujo el término
ecosistema y lo definió como "un sistema total que incluye no sólo complejos orgánicos,
sino también al complejo total de factores que constituyen lo que llamamos medio
ambiente".

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Después de hacer un análisis acerca de los antecedentes del término ecosistema, María
del Carmen Carmona dice que éste "es una unidad estructural funcional y de
organización, que consiste en organismos (incluido el hombre) y las variables
ambientales (bióticas y abióticas) de un área determinada.

Por su parte, la LGEEPA alude al concepto como "la unidad funcional básica de
interacción de los organismos vivos entre si y de éstos con el ambiente, en un espacio y
tiempo determinados".

Desarrollo sustentable

A este concepto nos referiremos constantemente. Algunas personas lo denominan


desarrollo sostenible y otras, desarrollo durable. De cualquier manera, la idea principal
permanece en las tres formas que se utilicen -aunque es más aceptable emplear el
término desarrollo sustentable ya que se encuentra reconocido expresamente por la
Constitución política en su art. 25 y por la LGEEPA, la cual lo define en forma específica,
y proviene del documento titulado "Nuestro futuro común", conocido como Informe
Brundtland, publicado por primera vez en Londres en abril de 1987 y presentado
oficialmente ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el mismo año por la
presidenta de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Gro Harlem
Brundtland -de ahí su nombre-, entonces primera ministra de Noruega.

En ese informe se considera el desarrollo tanto en función del hombre como de su


entorno, y se define como durable -o sustentable o sostenible- una evolución que
permita satisfacer las necesidades de la generación actual sin perjudicar las de las
futuras generaciones.

Este concepto se encuentra integrado por dos principios fundamentales:

• El de equidad intergeneracional.
• El del uso equitativo de los recursos naturales.

El principio de equidad intergeneracional refleja la idea de satisfacer las necesidades de


la generación actual, sin comprometer las de futuras generaciones.

Por su parte, el principio del uso equitativo de los recursos naturales tiene como objetivo
el que la explotación de éstos se efectúe de forma prudente, racional, apropiada y
respetuosa con el ambiente.

Este espíritu es adoptado por la LGEEPA, que define al desarrollo sustentable como "el
proceso evaluable mediante criterios e indicadores del carácter ambiental, económico y
social que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se
funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del
ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la
satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras".

Conservación

La LGEEPA no contiene ninguna definición del vocablo conservación. Eso se debe a que
sus disposiciones aluden tanto a la preservación y restauración del equilibrio ecológico
como a la protección del ambiente -de acuerdo con el contenido y alcances establecidos
en el art. 73, fracc XXIX-G, constitucional- y no en un sentido restringido o prohibido,
generalmente asociado a posturas de "no tocar", que en la práctica obstaculizan el
aprovechamiento de los recursos naturales y, por ende, el desarrollo económico y social
de un lugar, de una región o incluso de un país.

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Preservación

Jurídicamente, la preservación es definida en la LGEEPA, en la fracc XXIV del art. 30,


como "el conjunto de políticas y medidas para mantener las condiciones que propicien la
evolución y continuidad de los ecosistemas y hábitat naturales, así como conservar las
poblaciones viables de especies en sus entornos naturales y los componentes de la
biodiversidad fuera de sus hábitat naturales."

Prevención

La LGEEPA define el término prevención como "el conjunto de disposiciones y medidas


anticipadas para evitar el deterioro del ambiente."

Protección

En la LGEEPA (art. 30, fracc XXVI) se define la protección como "el conjunto de políticas
y medidas para mejorar el ambiente y controlar su deterioro".

Restauración

La LGEEPA define la restauración como "el conjunto de actividades tendientes a la


recuperación y restablecimiento de las condiciones que propician la evolución y
continuidad de los procesos naturales".

Equilibrio ecológico

Este vocablo encuentra su definición jurídica en la fracc XIV del art. 30 de la LGEEPA,
entendiéndose por tal "la relación de interdependencia entre los elementos que
conforman el ambiente que hace posible la existencia, transformación y desarrollo del
hombre y demás seres vivos".

Recurso natural

La LGEEPA define la voz recurso natural como "el elemento natural susceptible de ser
aprovechado en beneficio del hombre."

Biodiversidad

Biodiversidad es una voz que ha sido empleada como sinónimo de diversidad biológica y,
de hecho, lo es. Uno de los tratados importantes en materia ambiental y del que México
forma parte, es el Convenio sobre la Diversidad Biológica, concebido en el seno de las
Naciones Unidas en 1992,

Ese tratado internacional define la diversidad biológica, y proporciona formalmente sus


elementos para que los Estados incorporen el concepto en sus respectivas legislaciones.

Fauna silvestre

La LGEEPA, en su art 30, fracc XVII, establece la definición de fauna silvestre como "las
especies animales que subsisten sujetas a los procesos de selección natural y que se
desarrollan libremente, incluyendo sus poblaciones menores que se encuentran bajo
control del hombre, así como los animales domésticos que por abandono se tornen
salvajes y por ello sean susceptibles de captura y apropiación".

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Flora silvestre

El concepto de flora silvestre se precisa en la fracc XVIII del art. 30 de la LGEEPA como
"las especies vegetales que subsisten sujetas a los procesos de selección natural y que se
desarrollan libremente, incluyendo las poblaciones o especímenes de estas especies que
se encuentran bajo control del hombre."

Impacto ambiental

Tanto en la LGEEPA como en la Ley Ambiental del Distrito Federal, se incluye la definición
jurídica del término impacto ambiental como la "modificación del ambiente ocasionada
por la acción del hombre o de la naturaleza".

Material peligroso

El legislador federal define en la LGEEPA el material peligroso como los "elementos,


sustancias, compuestos, residuos o mezclas de ellos que, independientemente de su
estado físico, representen un riesgo para el ambiente, la salud o los recursos naturales
por sus características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o biológico-
infecciosas".

Residuo

De conformidad con el art. 30, fracc XXXI, de la LGEEPA, se entiende por residuo
"cualquier material generado en los procesos de extracción, beneficio, transformación,
producción, consumo, utilización, control o tratamiento cuya calidad no permita usarlo
nuevamente en el proceso que lo generó."

Residuo peligroso

La LGEEPA, en su art. 30, fracc XXXII, define los residuos peligrosos como "todos
aquellos residuos en cualquier estado físico, que por sus características corrosivas,
reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o biológico infecciosas, representen un peligro
para el equilibrio ecológico o para el ambiente".

En ese apartado vale la pena hacer una reflexión respecto al tratamiento que se da a los
materiales y residuos peligrosos. Tanto unos como otros comparten las mismas
características fisico-quimicas que los convierten en contaminantes del ambiente: su
corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad o las biológico-
infecciosas, conocidas para mayor facilidad e identificación como características CRETlB.
Sin embargo, para efectos jurídicos, los primeros generan riesgos al ambiente, a la salud
y a los recursos naturales; mientras que los segundos representan un peligro para el
equilibrio ecológico o el ambiente.

Esa "pequeña" diferencia no es trivial, pues orienta la regulación que merecen en la ley
general y en las leyes locales. El peligro es "...la propiedad intrínseca o inherente a los
materiales y residuos que les confiere la posibilidad de ocasionar efectos adversos en la
salud humana y en el ambiente, por sus características corrosivas, reactivas, explosivas,
tóxicas, inflamables o biológico-infecciosas”. En cambio, el riesgo de los materiales y
residuos peligrosos se define como "...la probabilidad de que produzcan un efecto
adverso o dañino en función de la explosión, que depende de la cantidad de ellos que
entra en contacto con los posibles receptores, de la dosis que alcanzan dentro de los
organismos vivos, del tiempo que dura dicha exposición y de la frecuencia con la que se
repita".

El peligro es, entonces, la propiedad del material, de la sustancia o del residuo que, por
lo mismo, deben ser manejados de manera tal que no ocasionen efectos adversos en la

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salud humana y/o en el medio ambiente, y para que la posibilidad de que dichos efectos
se presenten, por el peligro intrínseco que conllevan, sea controlada. Por otra parte, el
riesgo está asociado a los efectos adversos provocados por la explosión de esos
materiales y residuos, de acuerdo a la cantidad, dosis, tiempo y frecuencia.

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4. TUTELA DEL AMBIENTE

4.1. DERECHOS HUMANOS Y EL DERECHO AL MEDIO AMBIENTE


ADECUADO

Por todos es conocido el itinerario del discurso de los derechos humanos. De manera
formal, inicia como conclusión de los lamentables hechos de violencia ocurridos durante
la Segunda Guerra Mundial. En su día, en el atribulado año de 1948, los representantes
de los países firmantes y la intelectualidad mundial se dan cita para la firma de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta primera generación del discurso de
los derechos humanos, se estructura sobre el concepto de dominio que el hombre debe
ejercer sobre los bienes, porque precisamente de la carencia de ese derecho es que, en
la perspectiva de los redactores del texto, está el origen de las desavenencias y de la
violencia. El documento que resultó de esas amargas experiencias de guerra es de
profundas raíces liberales 21 , en consecuencia, se propuso otorgar reconocimiento y
protección a los derechos de propiedad de las personas, de los desposeídos, frente a los
permanentes abusos por parte de quienes hasta ese momento ejercían el poder sobre
una masa sufriente de la población.

Una segunda generación de derechos humanos surgió ya avanzado el siglo XX. El


objetivo de esta nueva versión del documento fue incidir en las condiciones de igualdad y
participación de los individuos en el ámbito de los intercambios de bienes; de esta
manera quedaron contenidos los derechos del trabajo, del salario, de la vivienda y del
descanso retribuido; como reconocimiento de aquellas prerrogativas inherentes a la
posesión y disfrute de los bienes a la que en principio todos los hombres están llamados.

Hacia el último tercio del siglo XX se formula una tercera versión del documento, nos
referimos a los derechos humanos de la tercera generación. En esta tercera versión de
los derechos humanos, quedan incluidos, entre otros, el derecho a la paz, al desarrollo, a
la salud y al medioambiente. Como podemos observar, estos derechos se proponen
incidir en la responsabilidad personal y social de los habitantes del planeta respecto al
uso y explotación de los bienes naturales, donde diversos factores ambientales, de
implicaciones planetarias, han hecho evidente que ciertamente no se trata de bienes
invulnerables, ilimitados o inagotables 22. Surge entonces el conjunto de reflexiones que
dan ocasión a este escrito y que tienen que ver precisamente con la tutela jurídica del
medio ambiente. La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente de
1988, define el ―ambiente como “El conjunto de elementos naturales y artificiales o
inducidos por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres
humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y tiempo
determinados”.23 Desde la perspectiva que sostendremos en este escrito, se advierte que
el objetivo común que comparten estos derechos tiene que ver con la calidad de vida que
producen los habitantes del planeta con ocasión del uso o abuso que hacen de los bienes
naturales.

Las reflexiones que siguen se proponen generar ocasiones de pensamiento que superen
la comprensión simplista, no únicamente de valorar al resto de los seres del planeta
como semejantes a nosotros, y por lo tanto, como seres con derechos; sino también
reflexionar sobre el medio ambiente, no sólo bajo una perspectiva meramente
21
Por liberalismo, entendemos a grandes rasgos: ―La doctrina que asume la defensa y la realización de la
libertad en el campo político. Cfr.: ABBAGNANO, Nicola. Diccionario de Filosofía. 3° ed., México: FCE, 1999. p.
737-738. Aunque aquí nos referimos principalmente a su vertiente iusnaturalista y contractualista.
22
Según el artículo 4°, párrafo 5° de la Constitución Mexicana (ya que el 1° párrafo fue derogado), dice que:
―Toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar. Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación: 27 de
septiembre de 2004.
23
Definición tomada de CARBONELL, Miguel. Los derechos fundamentales en México. UNAM, México, 2004, p.
871.

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cuantitativa, que asocia la calidad de vida de los seres humanos a la cantidad de recursos
naturales a los que tiene acceso; —opinión común de juristas y filósofos— no, la calidad
de vida de los hombres no se asocia tanto a los recursos económicos sino más bien a “la
capacidad de los hombres para dirigir su propia vida24.

En las páginas siguientes proponemos un acercamiento al problema de la relación entre


el hombre y su medio ambiente; debido a que coincidimos con Carbonell en que: “el
hecho de que el medio ambiente haya sido constitucionalizado no ha generado una visión
teórica unánime respecto a su entendimiento” 25. Es decir, pensamos que en primer lugar
es necesario entender las relaciones del hombre con el resto de la naturaleza, para
después proceder a una adecuada legislación en materia ambiental.

Para introducirnos con provecho en este problema teórico, suponemos una comprensión
del hombre como ser racional dependiente de otros hombres, presentes o por venir y del
resto del mundo natural, generando forzosamente complejas redes de causalidad
sincrónicas y diacrónicas, de manera que es necesario comprender al derecho ambiental
como una obligación solidaria de administrar de manera austera y responsable los bienes
naturales para evitar los daños irreversibles que hoy hacen evidente la falta de esa
conciencia solidaria y planetaria, tal como lo muestra Narciso Sánchez en su libro
titulado Derecho ambiental: “en la segunda mitad del siglo XX, empezaron a tener fuerza
mundial en los rubros legislativo, administrativo y doctrinal los temas relativos al medio
ambiente, ante los estragos que fueron registrándose en diversas partes del planeta
tierra, como resultado del crecimiento demográfico, del desarrollo industrial, la
destrucción, y contaminación de algunos recursos naturales; sin perder de vista que
dichos fenómenos negativos tienen precedentes anteriores como una consecuencia lógica
del propio surgimiento y avance de las actividades industriales y comerciales”. 26

Adicionalmente a estos fines loables por evitar los desastres ecológicos y proteger así la
naturaleza; la preocupación por una legislación ambiental debe tomar en cuenta
principalmente, el cuidado responsable de esos recursos; en el fondo esto supone un
contenido humanitario, porque de este cuidado depende la calidad de vida de nosotros
mismos y, sobre todo, la justa relación entre los seres humanos presentes y futuros, ya
que desde ahora construimos las posibilidades de desarrollo de futuras generaciones
humanas.

4.2. EL HOMBRE Y EL MEDIO AMBIENTE

Desde la antigua Grecia, 27 el hombre comenzó a especular acerca del mundo que le
rodeaba. Así es como se preguntó acerca del origen o naturaleza del mundo y de todo lo
24
NUSSBAUM, M; SEN, A. La calidad de vida. México: FCE, 2002. p. 15. […] los filósofos han debatido durante
algún tiempo sobre los méritos de medir la calidad de la vida humana en términos de la utilidad (ya sea que se
le entienda como felicidad o como la satisfacción de deseos y preferencias). Algunos filósofos continúan
defendiendo este enfoque general […] y producen utilitarismos con restricciones complejas y sutiles sobre la
naturaleza de las preferencias que pueden ser tomadas en cuenta. Otros han concluido que debe rechazarse
todo enfoque utilitarista […]‖.op. cit., p. 17.
25
CARBONELL, Miguel…, op. cit., p. 873. Aquí también se menciona que, según Raúl Canosa, hay tres
perspectivas para explicar el derecho al medio ambiente: 1) como derecho subjetivo fundamental (como en
España y Portugal), 2) en la categoría de bienes difusos (como en Italia) y, 3) como fin del Estado.
26
SÁNCHEZ GÓMEZ, Narciso. Derecho ambiental. México: Porrúa, 2001. p. 1.
27
La naturaleza se presenta en un doble sentido, o bien como principio germinal de las cosas, como aquello que el que engendra da al
engendrado (como principio de cambio o generador); o bien como el mismo ser engendrado en su totalidad (como aquello ya acabado,
aquello que guarda unidad, la cual, permanece al cambio). Una cosa posee physis por su capacidad de hacer nacer, y análogamente, el
resultado de esa producción es también physis. Así, la naturaleza como el resultado de la producción es physis mientras que la naturaleza
como principio es arché.
La physis presocrática, a pesar de esta multiplicidad de sentidos, conservó como característica fundamental ser algo muy concreto y muy
real. La physis no es la unidad de una definición lógica, sino la unidad viviente que manifiesta propiedades o cualidades diversas; y es que,
en el fondo, es inseparable del movimiento, del cambio, es el problema del devenir. Será el principio real del orden que unifica las
propiedades que surgen del interior de un ser; será el elemento permanente que sobrevive al devenir. Tal sobrevivir asegura la unidad del ser.
Así pues, la physis presocrática agrupó el conjunto de fenómenos naturales del universo, con la materia
primitiva de la que aquellos surgían, contando, además, de una manera primordial, el devenir de las cosas
materiales. Éste es el problema principal de la cosmología: explicar el devenir de las cosas, hallar la

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existente, ya que todo se le presentaba como un continuo devenir. Por esta razón,
durante el siglo VI a.C., surgió una corriente filosófica de los llamados ―físicos o
―naturalistas. Dentro de esta corriente, es relevante para estas reflexiones el
pensamiento de Anaximandro, quien expone por vez primera la idea de cosmos como un
todo ordenado y organizado por la ―eterna justicia, dentro del cual se encuentra
también el hombre: “El mundo se revela como un cosmos, o, dicho en castellano, como
una comunidad de las cosas, sujetas a orden y a justicia.” 28

Esta breve referencia acerca de los orígenes de la antigua filosofía griega y su estrecha
relación con el mundo y la naturaleza, nos puede ayudar a comprender mejor la relación
del hombre y su medio ambiente y, por lo tanto, a entender mejor los fundamentos del
derecho ambiental. El concepto de cosmos es el principal antecedente de lo que
actualmente entendemos por ecología: “Ecología es el estudio de las relaciones entre el
organismo vivo y su ambiente, que constituye parte fundamental de la biología; o bien el
estudio de las relaciones del hombre como persona y su ambiente social, que constituye
parte de la sociología.”29 En este estudio nos concretamos al segundo sentido, es decir, a
esclarecer la relación del hombre con su medio ambiente.

El derecho a un ambiente adecuado, según lo indica la tercera generación de los


derechos humanos, exige hacerse cargo de las obligaciones que posibilitan ese derecho,
es decir, parece tratarse de un conjunto de deberes equivalentes, que hacen necesario a
los seres humanos optar por estilos de vida austeros, comprendiendo que los bienes
naturales son inalienables, es decir, constituyen el patrimonio de todos los seres
humanos, presentes y futuros.

Esta preocupación por los recursos o bienes naturales tiene sus raíces en la misma
naturaleza del hombre, que por ser también un ser material, necesita de recursos para
su supervivencia, tal como comenta el Aquinate: “El hombre es por naturaleza un animal
social que para vivir, tiene necesidad de una cantidad de cosas que por sí mismo no
podría procurarse, consecuentemente, el hombre es por necesidad parte de una multitud,
de la que recibe la asistencia necesaria para vivir convenientemente.” 30

En consecuencia, los bienes naturales no deben mirarse como simples objetos de


consumo y de comercio, frecuentemente referidos a algunos hombres con gran poder
económico que arbitrariamente, y frente a la indiferencia o la ignorancia colectiva, se los
adjudican, como si se tratara de un trozo de su patrimonio o de un interés exclusivo, sino
como recursos que en principio están a la disposición de todos los hombres.

Una genuina propuesta de tutela jurídica de los derechos ambientales, debe advertir la
necesidad de generar espacios de reflexión que nos permitan responder eficazmente y
prevenir antes que intentar curar o lamentarnos de las atrocidades cometidas y que
irremediablemente nos acercan a la extinción como especie; dice Leonardo Polo: “[…] el
hombre y el universo no son dos totalidades separadas; el hombre guarda una estricta
relación con el universo. Porque su naturaleza, en gran parte, está constituida por
elementos del mismo; porque el universo es el gran teatro donde se desarrollan las
actividades del hombre, y, por tanto, es integrante de nuestros proyectos, en cuanto se

característica que permite a las cosas ser y no ser, cambiar, moverse. Todo sin dejar de ser. Historia del
pensamiento I, libro para profesores, cap. 1 ―Grecia, México, Universidad Panamericana, 2001, p. 9.
28
―[…] El concepto del cosmos ha sido hasta nuestros días una de las categorías más esenciales de toda
concepción del mundo, aunque en sus modernas interpretaciones científicas haya perdido gradualmente su
sentido metafísico originario. La idea del cosmos representa, con simbólica evidencia, la importancia de la
primitiva filosofía natural para la formación del hombre griego. JAEGER, Werner. Paideia. México: FCE, 2000. p.
159.
29
ABBAGNANO, Nicola…, op. cit. Voz: ecología. p. 359. Por otra parte, resulta también esclarecedora la
definición que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (XXI ed.), que dice: ecología
(Del griego oixo- ―casa, ―morada, ―ámbito vital y –logía). Ciencia que estudia las relaciones de los seres
vivos entre sí y con su entorno. Parte de la sociología que estudia la relación entre los grupos humanos y su
ambiente, tanto físico como social. Cfr: p. 786.
30
AQUINO, Tomás de. Comentario a los libros de la Ética. Lib. I. Cap. I, n. 4.

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realizan en él, y porque además el mundo acogerá nuestro cuerpo al final de nuestro
existir.”31 La propuesta ética medioambiental o ecológica presente en estas reflexiones,
está vinculada con la obligación de asumir una postura personal de responsabilidad
frente al uso que hacemos de los bienes naturales, que finalmente, son parte de nuestra
propia vida.

Por estas razones, para algunos estudiosos de los problemas de la relación hombre y
naturaleza y, por tanto, sobre la tutela jurídica del medio ambiente, el concepto de
responsabilidad personal es inseparable de la ética ecológica, no sólo porque atiende a
las consecuencias previsibles y aún imprevisibles del obrar personal, es decir, del
resultado concreto de esas acciones y de cómo impactan en términos de conservación o
de destrucción del medio ambiente; sino también es un tema ético, principalmente
porque en el uso de los recursos naturales que pertenecen a todos los hombres, está en
juego la relación entre los mismos hombres, ya que para bien o para mal, todo uso de los
recursos necesariamente tiene un impacto social. Esto se ve reflejado, sobre todo, en el
progreso de la ciencia experimental, que ha servido para una mejor comprensión del
mundo exterior y para un mejor aprovechamiento de sus recursos. En palabras de
Mariano Artigas: “el progreso científico nos proporciona una abundancia creciente de
medios que son extraordinariamente útiles para muchos fines prácticos. Al mismo
tiempo, también plantea nuevos retos que deben ser afrontados con una responsabilidad
creativa, especialmente cuando representan situaciones nuevas que tienen un impacto
importante en la vida humana”.32 Esta manera de entender las relaciones de los hombres
entre sí y con su entorno, es consecuencia de un desarrollo científico y técnico concebido
como una capacidad limitada de producir cambios significativos en el mundo, donde los
impactos de las acciones realizadas en el pasado no mostraron consecuencias negativas
en el corto plazo, de modo que en un principio pudieron considerarse éticamente
correctas.

Ocurre que el poder que ejerce el ser humano sobre sí y sobre la naturaleza se está
ampliando velozmente por el influjo y las aplicaciones técnicas y científicas 33 , de esta
manera aumentan proporcionalmente los riesgos asociados a ese progreso y las
posibilidades de su uso destructivo. Esto supone que si la realidad planetaria puede ser
vulnerable y estar sometida a los deseos de algunos seres humanos con poder, en tanto
éstos pueden alterar los equilibrios ambientales, entonces el discurso de la ética sobre la
ecología requiere una profunda revisión, en consecuencia, el actuar prudente adquiere
otra dimensión, ya que el aumento del poder del hombre, como expresión del dominio
sobre los bienes naturales, pone en evidencia los efectos insospechados de cualquier
acción particular en tiempos y lugares remotos, volviendo difícilmente previsibles sus
consecuencias.

De este modo, “si la acción humana se impone sobre el objeto técnico, puede alcanzar su
finalidad; pero si el objeto técnico, por su magnitud, se impone sobre la acción humana,
el hombre no puede asumir su finalidad y queda subordinado a la manera de ser de la
técnica.” 34 En esta cita de Leonardo Polo comprendemos que es imprescindible que el
hombre dirija racionalmente los adelantos científicos y tecnológicos, de lo contrario, el
hombre puede terminar siendo un medio para la técnica y la ciencia y no como debe ser,
la ciencia y la técnica como medios para el desarrollo del hombre, precisamente porque

31
POLO, Leonardo. Presente y futuro del hombre. Madrid: Rialp, 1993. p. 129 y 130.
32
ARTIGAS, Mariano. La mente del universo. Pamplona: Eunsa, 1999. p. 398.
33
Es preciso distinguir la ciencia de la tecnología aunque casi siempre se toman en cuenta como un conjunto
inseparable debido a una visión desde el punto de vista de la ciencia experimental. La ciencia es todo
conocimiento riguroso sobre los principios y causas de la realidad; mientras que la tecnología se refiere más a
los medios utilizados para llevar a cabo investigaciones de carácter experimental, tal como lo muestra Artigas
en la siguiente cita: ―Aunque sabemos que la tecnología debe complementar a la ciencia con medios
tecnológicos que no son proporcionados sólo por la ciencia, la tecnología actual está basada, sin duda, en la
ciencia, y sería completamente imposible sin un fundamento científico‖. op. cit. p. 397.
34
POLO, Leonardo. Presente y …, op. cit., p. 135.

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los riesgos potenciales rebasan las expectativas de filósofos y juristas, de esta manera lo
que está en juego es la viabilidad del planeta y sus habitantes presentes o futuros.

Algunos científicos afirman que la naturaleza no sanciona a priori ningún proceder técnico
y, por lo tanto, todo les está permitido. Desde su perspectiva, la naturaleza está
dispuesta para ser explorada hasta sus últimas consecuencias. Este modo de razonar es
característico de una postura que en el fondo pretende desconocer los valores éticos
contenidos en la ciencia, lo cual significa, hasta cierto punto, desconocer la ciencia
misma. Como dice Mariano Artigas: “si reconocemos que la objetividad científica es un
valor importante en sí mismo, y no sólo porque nos lleva a obtener resultados
importantes desde el punto de vista técnico, entonces estamos admitiendo la búsqueda
de la verdad como un valor ético, y esto es difícilmente compatible con la perspectiva
cientificista que considera que la ciencia experimental es la „única fuente de verdad
auténtica […]”.35 Esta postura que favorece la implicación de valores éticos dentro de la
labor científica, está lejos de ser una postura que ponga en peligro su autonomía porque:
“la ciencia está libre de valores en el sentido de que posee una autonomía que debe ser
respetada; pero la existencia misma de esta obligación indica que la ciencia incluye
algunos valores éticos, y por eso es digna de respeto.” 36

Sin embargo, a pesar de que en el desarrollo de la ciencia estén implícitos diversos


valores éticos, los avances científicos y tecnológicos suponen una peculiar dinámica, y
debido a que proceden del hombre, éstos pueden devenir en efectos favorables y
desfavorables, lícitos o ilícitos. Así, frecuentemente, la acción científica se le escapa de
las manos al artífice para proseguir su itinerario de acuerdo con intereses que, en
ocasiones, son adversos; precisamente en este sentido la responsabilidad ecológica
adquiere un carácter previsor, que evite, o por lo menos mitigue, el riesgo de que
habiendo salido de control, la ciencia y la técnica se vuelvan imposibles de regresar al
dominio del autor, tal como ocurrió con los males al abrir la caja de Pandora 37: “desde
luego, se puede objetar que este progreso va acompañado con frecuencia por conductas
incorrectas desde un punto de vista ético; pero las conductas negativas son una
manifestación de la ambivalencia ética de las consecuencias tecnológicas del progreso
científico”.38 Con los avances científicos y tecnológicos ocurre como con el conductor de
un automóvil que al hacerlo a gran velocidad actúa irresponsablemente, asumiendo para
él y sus acompañantes un peligro innecesario, el conductor tiene respecto del trayecto
una responsabilidad que ordinariamente no le corresponde en relación con esas
personas, así entendido, el ejercicio del poder sin la observancia del deber es
irresponsable, la omisión o negación de la responsabilidad es una forma de
irresponsabilidad que lesiona derechos.

No obstante, a pesar de que la investigación científica, básica o aplicada, es siempre


riesgosa, precisamente porque se propone la modificación del mundo, debe ser objeto de
reflexión ética, ya que el saber es capaz de extenderse en acciones eficaces, donde el
conocimiento se vincula con el hacer y el poder39. En consecuencia, no corresponde a la
ciencia o a la técnica guiar el desarrollo de la humanidad, por muy poderosos que sean,

35
ARTIGAS, Mariano…, op. cit., p. 344.
36
Ibidem, p. 348.
37
De Pandora, primera mujer según el mito griego, que abrió una caja que contenía todos los males y éstos se
derramaron sobre la tierra. Cfr: Diccionario de la Real Academia Española de la lengua. XXII ed. En línea.
http://buscon.rae.es/draeI/.
38
ARTIGAS, Mariano… op. cit., p. 400.
39
Por lo demás, la ciencia, bien utilizada es fuente de valores y de muchos avances para la humanidad, tal
como dice Artigas: ―Por su propia naturaleza, la ciencia experimental favorece el aumento de los valores
asociados con ella. La búsqueda de la verdad, decir la verdad, honestidad al informar los resultados, integridad,
tratar honestamente la evidencia, objetividad, rigor, cooperación, modestia intelectual y libertad de
investigación son valores científicos institucionales que corresponden a lo que podríamos denominar ―ética de
la objetividad. […] Por otra parte, la ciencia experimental es una fuente importante de medios para mejorar las
condiciones de la vida humana, aunque, como sucede de ordinario con los recursos humanos, los medios que
proporciona el progreso científico pueden ser utilizados bien o mal desde el punto de vista ético. ARTIGAS,
Mariano…, op. cit., p. 400.

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sólo son un instrumento ambivalente de gran poderío para la definición del futuro de la
humanidad, pero sí corresponde, en cambio, a la ética y al derecho señalar el rumbo del
orden social.

4.3. LA TUTELA DEL AMBIENTE

Al referirnos a la Tutela del Ambiente nos estamos refiriendo a la Tutela Jurídica del
mismo, vale decir, la regulación o dosificación que tiene que hacer el Derecho sobre las
actividades propias del ser humano; actividades que pueden tener una influencia
negativa o impacto sobre la naturaleza y diversos elementos culturales, tal como afirma
Bustamante Alsina en su Tratado de Derecho Ambiental.

Esta regulación jurídica de las actividades humanas con respecto al ambiente son de
suma importancia, debido a que en la actualidad el hombre ha sobreexplotado sus
recursos y generado un terrible deterioro ambiental ajeno a las consecuencias que tendrá
en el futuro, en consecuencia una regulación jurídica sobre este tema es muy importante
debido a que pondrá coto a las desmedidas ambiciones económicas del hombre.

Recordemos que el Columbus Céspedes, en su tratado de Economía Ambiental, afirma


que los problemas ambientales que han surgido en el último siglo, son de carácter
meramente económico, ya que el hombre ha sobreexplotado sus recursos con la única
finalidad de satisfacer sus ambiciones pecuniarias, y en este proceso ha generado el
deterioro ambiental de nuestro planeta; todo esto, por no tomar las medidas de
seguridad necesarias. Asimismo, el citado tratadista adiciona que es de capital
importancia generar en el hombre una conciencia social sobre los problemas que ha
generado su ciega ambición y de esta manera se tome las medidas necesarias para
preservar el ambiente en equilibrio, a través de los diversos Instrumentos de Tutela
Ambiental.

La tutela ambiental, como ya se ha visto busca la regulación jurídica de las actividades


propias del hombre, con el fin de evitar los impactos negativos sobre el ambiente. Nos
referimos en este caso a impactos negativos, en cuanto que su efecto es el de destruir o
deteriorar por contaminación las condiciones naturales que son indispensables para la
existencia normal del hombre sobre la tierra.

Bustamante Alsina, sostiene que no todos los factores naturales deben estar sometidos a
la tutela específica del Derecho Ambiental. Sólo aquellos que tengan una decisiva
importancia para el hombre. Concordamos con lo señalado por Bustamante Alsina;
puesto que el Derecho Ambiental no puede tutelar todos los factores naturales
existentes, debido a que esto sería prácticamente imposible, es por tanto, que esta rama
del Derecho solo regulará los factores que tengan una trascendencia vital para la
subsistencia del hombre, para lo cual dichos factores deberán contar con los siguientes
caracteres:

 Relación directa para la existencia de vida, esto es en cuanto dichos factores


naturales tienen que ser requisito para que pueda existir vida, tal como el
oxígeno, el agua, etc.

 Dinamismo, o comportamiento dinámico como lo denominan algunos otros


autores. Es decir que existen factores naturales en distintos sistemas que se
relacionan e interactúan entre sí, y si en algún caso faltará uno el otro se vería
perjudicado.

 Énfasis preventivo y subsidiariamente represivo y compensador.

El Derecho Ambiental está llegando a avanzar más por su dimensión innovativa de


instrumentos de tutela que por la premisa del conocimiento y ordenación de su objeto

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jurídico indeterminado, es decir, el ambiente. La consecuencia es que el estudio de los
instrumentos de tutela se ha convertido en el núcleo de ese nuevo conjunto normativo,
que queda estructurado desde tal perspectiva determinante. Buena prueba de ello es que
en el mismo programa del I Congreso Internacional sobre Derecho Ambiental; el análisis
de algunos instrumentos de tutela está distribuido en varias Ponencias (principios y
medidas económicas y fiscales, derecho de acceso a la información, delito ecológico,
ordenación del territorio, espacios naturales, seguros ambientales, etc.). La distribución
de esas materias consideradas -a veces difusamente por la doctrina- como instrumentos
de protección es una medida metodológica muy acertada, y a la par nos permite dar a
este tema sobre “Instrumentos de Tutela Ambiental” un enfoque quizás más sustantivo
en un intento de inducir una teoría general sobre los mismos.

En suma, consideramos que la tutela “efectiva” del ambiente, encargada principalmente


a las entidades propias de la Administración, debe darse desde dos enfoques; el primero,
establecer un ordenamiento positivo, claro, concreto y acorde con nuestra realidad
ambiental y segundo, estrechar los vínculos entre la Administración y la sociedad civil
(organizada o no), para conseguir una interacción, necesaria, entre todos los agentes de
nuestra sociedad.

Solo así se conseguirá una verdadera tutela del ambiente, con la finalidad de lograr lo
que algún ambientalista señaló, la evolución de la sociedad global desde la actual etapa
del Estado Social al siguiente, el Estado Ambiental.

4.4. FUENTES DEL DERECHO PENAL

a) La Constitución Política

Es la fuente primogénita, pues de ella derivan el derecho a la protección de la salud,


como una garantía individual y social que pretende preservar y acrecentar la formación
integral de la personalidad humana en sus aspectos físico y mental, art. 2; así mismo
que toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y
bienestar, véase que se trata de otro derecho público subjetivo, fundamental para la
protección de la vida humana, previsto en el capítulo II art. 66 al 69.

b) La Ley

Se puede definir la ley como la norma dictada por la autoridad competente, con las
debidas formalidades, de carácter común, justa estable y suficientemente promulgada.
Dentro de la ley se deben ubicar los tres tipos de leyes ambientales que existen:

. Legislación casual
. Legislación de relevancia ambiental
. Legislación ambiental propiamente tal

c) Costumbre

Una costumbre es una práctica social reiterada, uniforme y con aprobación social. No
existen disposiciones específicas al respecto.

d) La Jurisprudencia

Es la interpretación de la ley que hacen los tribunales judiciales y administrativos, como


consecuencia de las controversias citadas entre particulares o entre estos y el estado.

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e) Principios Generales

Relacionados a la ética social, derecho natural o axiología jurídica, descubiertos por la


razón humana, fundados en la naturaleza racional y libre del hombre, los cuales
constituyen el fundamento de todo sistema jurídico posible o actual.

f) Los Tratados Internacionales

Se refieren a los acuerdos de voluntades celebrados entre estados soberanos, regidos por
el derecho internacional público. Sus principios fundamentales se encuentran en la
conferencia de Naciones Unidas sobre el medio ambiente, que se llevó a cabo en
Estocolmo, Suecia, del 5 al 6 de Junio de 1972 y en Río de Janeiro, Brasil, del 3 al 14 de
Junio de 1992, cuyas reglas se refieren al deber de los estados de velar porque las
actividades que se realicen dentro de su jurisdicción o bajo su control no perjudiquen al
ambiente de otros estados o de zonas internacionales.

g) La Doctrina

Se entiende por doctrina jurídica la opinión de los juristas prestigiosos sobre una materia
concreta. No tiene fuerza obligatoria, y no se reconoce como fuente oficial del Derecho
en la mayoría de sistemas jurídicos, al contrario de lo que ocurre con la jurisprudencia.

4.5. TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA EN MATERIA


AMBIENTAL

El Derecho Ambiental constituye una disciplina jurídica autónoma que atiende a la


protección o la preservación del medio ambiente; haciendo posible o efectivo el ejercicio
de un deber de precaución de la vida y la ecología sana. El Derecho Ambiental es de
interés general, de orden público, es decir intangible, y así está establecido en los
Tratados Internacionales. Ello significa que no es un derecho de conciliación o de
concertación o negociable; es un Derecho indisponible; es un Derecho de Protección. Si
bien es cierto el Derecho del Medio Ambiente tiene como objeto la protección de la
ecología, la fauna, la flora, la biodiversidad y el desarrollo equilibrado de la vida humana
en un hábitat saludable; como de evitar la destrucción progresiva de la naturaleza y la
vida y que dicha disciplina, proporciona los mecanismos legales para la protección del
medio ambiente y la naturaleza, contra las acciones destructivas y contaminantes de los
seres humanos; y el Derecho Procesal Ambiental, los mecanismos procesales para
garantizarlo y hacerlos efectivos, ello no viene ocurriendo en nuestro país como lo
demuestra el derrame de petróleo por la empresa plus petrol; como el desprendimiento
de la presa de relaves de la empresa caudalosa.

Por lo que los Gobiernos Locales, Regionales, Nacionales, debieran ser los encargados de
dirigir y supervisar el correcto uso del medio ambiente; formulando planes integrales de
prevención y desarrollo; todo ello en una coordinación estrecha con el ministerio del
medio ambiente.

El Derecho del Medio Ambiente está constituido por todo el conjunto de preceptos que
tienen como finalidad el uso adecuado del medio ambiente, evitando la contaminación,
destrucción, y desequilibrio; y procurando la armonía del interés individual con el interés
público y la protección del ecosistema.

En Europa y Estados Unidos ha evolucionado en forma notable. En América Latina se


trata de un derecho en formación; a la fecha no es suficientemente conocido, ni menos
aplicado por autoridades y ciudadanos. Así en Ancash son múltiples los conflictos sociales
de este tipo: pobladores de Ticampampa - Minera Alianza; pobladores de Aija –Minera
Artesanales de la Zona; pobladores de Cátac – Planta Concentradora Mesapata,

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pobladores de Jangas: Planta Concentradora Santa Rosa; por lo que es necesario que las
facultades de Ing. ambiental y derecho deben capacitar en los Centros Educativos,
Municipios y ciudadanía en general de las diversas regiones del país.

Una de las características principales del Derecho del Ambiente, es su dimensión


científica, porque se sustenta en las ciencias naturales, la biología y la tecnología, lo que
lo hace fuerte y eficaz por tales disciplinas. El Derecho del Medio Ambiente se desarrolla
mejor, en el Derecho Procesal del Medio Ambiente; que norma los diversos procesos que
pueden ser atendidos por los jueces de la especialidad. En suma el derecho medio
ambiental, que contiene doctrina, principios, normas, estudios y tratados, es el
instrumento jurídico que sirve para preservar el ecosistema; sin embargo sin buena
voluntad, conciencia ambiental y acción creativa, de todas las autoridades y ciudadanos,
dicho instrumento no es del todo efectivo. Es necesario que el Ministerio Público, las
organizaciones no gubernamentales, y los ciudadanos, empleemos todas las formas de
lucha legal, para contribuir a salvar nuestro planeta.

El doctor: Edgardo Torres López establece las vías para garantizar una tutela
jurisdiccional efectiva en materia ambiental que pueden ser las siguientes:

4.5.1. EL DERECHO PENAL AMBIENTAL

Es una vía efectiva, para el caso de delitos ecológicos, que vulneren el bien jurídico
tutelado de medio ambiente sano, y la prohibición general de no contaminar, ni afectar a
la naturaleza en forma irracional.

El principio de intervención mínima penal, en cuanto a asuntos de medio ambiente, se


relativiza por la gravedad del delito; cuando el hecho genera daño ecológico algunas
veces irreversible y se ven afectados una área natural, biodiversidad y número
indeterminado de seres humanos, no se debe exigir que el tipo penal ambiental sea
preciso; cuando por la naturaleza y gravedad del hecho, tenga un carácter delictivo.

El derecho penal ambiental puede ser un factor de cambio; pero no sólo mediante leyes
penales o procesos judiciales; se requiere algo más; como la creación de nuevas formas
de reparación; no sólo imposición de las penas, multas e indemnizaciones tradicionales.
A nuevas realidades corresponden nuevas respuestas jurídicas; exigencia no sólo de
indemnización, sino de restauración, resarcimiento y mejora del área ecológica dañada,
tal y como lo hacen los chilenos.

4.5.2. EL DERECHO CIVIL

Uno de los ámbitos principales para la defensa de derechos subjetivos lesionados, es la


vía civil, para la pretensión de intereses de tipo patrimonial, es decir pago de
indemnizaciones por daños y perjuicios. Sin embargo el interés que prima en estos
casos, no es el económico, sino la defensa del medio ambiente, la salud y la vida
humana; la preservación de la naturaleza y la salvación de nuestro planeta.

Por ello, en la vía civil puede exigirse no sólo pretensiones indemnizatorias, sino también
restitutorias y restauradoras.

4.5.3. DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL

La vía adecuada, para su defensa es el proceso de amparo constitucional; salvo que


existan vías ordinarias igualmente satisfactorias. Esta regla general debe ser
complementada con una regla particular, según la cual, en aquellos casos en los que el
derecho del medio ambiente resulte amenazado o vulnerado, procede la acción de tutela
como mecanismo constitucional de protección urgente.

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El principio de la protección efectiva de los derechos fundamentales que inspira el
procedimiento de tutela de amparo, entraña la preponderancia del derecho fundamental
amenazado o violado sobre los demás aspectos que componen la acción procesal.

4.5.4. EL DERECHO AMBIENTAL INTERNACIONAL

El derecho ambiental internacional, prefiere el interés general de la humanidad, al interés


particular de los individuos o de los estados. Las consecuencias de la violación del
derecho al medio ambiente, exceden el ámbito local, regional nacional o internacional;
alcanza ámbitos globales. Temas como la explosión de una planta de extracción de
petróleo en México; la tala indiscriminada de bosques de la amazonía y la explotación
minera en zonas de biodiversidad y sensibles a la presencia del hombres como el
proyecto Pascua Lama en Chile, donde en pleno glaciar se pretende explotar oro, son
temas mundiales; la globalización, exige que todos los estados se pongan a la altura de
las circunstancias y se cree con prontitud, decisión y esperanza la Corte Internacional de
Justicia del Medio Ambiente.

Actualmente se sabe que la Corte Internacional de Justicia de la Haya, ha constituido una


Sala, para atender asuntos del Medio Ambiente. Dicha Sala, puede ser la base, de la
futura Corte Internacional de Justicia del Medio Ambiente; tan necesaria ante los cada
vez mayores casos de conflictos ambientales.

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V. DERECHO INTERNACIONAL AMBIENTAL
El Derecho internacional del medio ambiente se desarrolla a partir de la segunda mitad
del s. XX, cuando nos hacemos conscientes de que el medio natural forma una unidad a
escala mundial y que los daños al entorno trascienden las fronteras nacionales. En este
punto, el desarrollo de instrumentos internacionales de protección medioambiental se
hace inevitable.

Los instrumentos internacionales que se desarrollarían a partir de entonces se


construirían sobre la base de un postulado que constituye uno de los principios
fundamentales del Derecho internacional ambiental desde la Conferencia de Estocolmo:
“los Estados ostentan el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos naturales
pero, al mismo tiempo, tienen la responsabilidad de velar porque las actividades
realizadas bajo su jurisdicción o control no causen daños al medio ambiente de otros
Estados o de zonas situadas fuera de los límites de la jurisdicción nacional”.

Por tanto, se busca un equilibrio entre dos elementos: por una parte, el derecho
soberano de los Estados sobre sus recursos - que hace que a estos competa la
responsabilidad de su protección, y por otra, la obligación que todo Estado, tiene de no
dañar el medio ambiente de otros Estados o de los espacios comunes del planeta. Esto
último, es en definitiva, lo que otorga a la Comunidad internacional un título de
intervención para promover y regular en alguna medida la protección de los recursos que
conforman el ecosistema.

Este particular equilibrio es el que explica que muchos de los instrumentos utilizados no
revisten carácter obligatorio. Son declaraciones o principios de Soft Law (o Derecho
blando) que pretenden armonizar o aproximar el Derecho interno de los Estados. No
obstante, si existen ámbitos en que las normas internacionales resultan obligatorias o
jurídicamente vinculantes, aunque se limitan a los espacios comunes del planeta, como
es el caso de la regulación de alta mar, los fondos marinos o la Antártida.

Sin embargo, en la actualidad se están desarrollando intentos por establecer regulaciones


obligatorias y vinculantes en otros ámbitos, en ámbitos que antes se dejaban en manos
de la regulación nacional, como es el caso de la protección de la capa de ozono
(Protocolo de Kyoto, Protocolo de Montreal).

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5.1. ETAPAS DE DESARROLLO DEL DERECHO INTERNACIONAL
DEL MEDIO AMBIENTE.

En el desarrollo del Derecho internacional del medio ambiente podemos diferenciar


cuatro períodos:

a) El primer período se inicia a finales del s. XIX y concluye con la creación de


organizaciones internacionales en 1945 (ONU). En esta etapa se intentan desarrollar
algunas reglas de protección internacional destinadas a la protección de la vida
salvaje y de espacios naturales vírgenes, ríos y ámbitos marinos.

b) Un segundo período va desde la creación de la ONU y sus agencias especializadas


hasta la Conferencia de Estocolmo de 1972. Durante esta época, gracias al impulso
de la ONU, se adoptaron un número importante de convenios internacionales
relativos a ámbitos como el medio marino, las aguas terrestres y las zonas húmedas.

Durante esta época se fue construyendo un cuerpo de normas internacionales y las


organizaciones internacionales acometían actuaciones para la protección del medio
ambiente. Sin embargo, el rasgo más destacable es que tanto las normas como las
instituciones operaban de forma fragmentaria y sectorial. No existía una estrategia
para desarrollar una política coherente a nivel internacional.

Uno de los acuerdos más importantes que se adoptó en esta época es el Convenio
de Ramsar (Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional
Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, 1971) que constituye el primer
instrumento aprobado para la protección de un tipo específico de ecosistema. El
objetivo de la convención es la conservación y el uso racional de los humedales
mediante acciones a nivel nacional y la cooperación internacional. A tales efectos el
convenio establece algunos mandatos, como la inclusión en la lista de Humedales de
Importancia Internacional, asegurando el mantenimiento de sus características
ecológicas, su uso racional y la protección de las aves acuáticas creando reservas
naturales en los humedales.

c) El tercer período se ubica desde la Conferencia de Estocolmo de 1972 hasta la


Conferencia de Río de Janeiro de 1992.

En 1972 se celebró la Conferencia Mundial sobre el Medio Humano (Conferencia de


Estocolmo), que constituye el germen de las Cumbres de la Tierra. La importancia de
la Conferencia de Estocolmo radica en que constituye un punto de inflexión respecto
a la protección del medio ambiente: se supera la visión sectorial y fragmentaria de
los problemas ambientales, y se adopta un concepto de defensa global y sistemática
del medio ambiente.

Una idea importante es que los acuerdos que se adoptaron no establecían


obligaciones vinculantes, se trata de Recomendaciones y Declaraciones, pero a partir
de ellos se ha construido el moderno derecho ambiental internacional (en el que ya
encontramos instrumentos vinculantes o con miras a serlo).

De los documentos aprobados, tres son los más relevantes:

i. La Declaración de Estocolmo (Declaración de principios para la preservación y


mejora del medio humano): la declaración marca el punto de partida del
Derecho ambiental moderno, al establecer los criterios y principios que deben
presidir la actuación internacional y nacional en materia de protección del medio
ambiente;

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ii. El Plan de Acción para el Medio Humano, que comprende más de 100
recomendaciones que abarcan un grupo diverso de sectores de actuación
ambiental;

iii. La Recomendación sobre la creación de instituciones ambientales y de fondos


para proporcionar financiación a los programas ambientales, conforme a la cual
la Asamblea Gral. de la ONU creó el Programa de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente (PNUMA), con la finalidad de promover e implementar
programas de cooperación internacional para la protección del medio ambiente.

La Conferencia de Estocolmo dio paso a un grupo importante de instrumentos


internacionales entre los que cabe destacar tres:

i. La Convención de la UNESCO de 1972 para la protección del Patrimonio Mundial


Cultural y Natural, que pretende reforzar la protección de los parajes naturales o
culturales que representan un interés excepcional de que se conserven como
patrimonio mundial de la humanidad. A tales efectos se creó el Comité del
Patrimonio Mundial que establece, actualiza y publica la lista del patrimonio
mundial (los bienes que se consideran del patrimonio cultural y natural de la
humanidad), con base a los inventarios presentados por los Estados.

ii. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna


y Flora Silvestre de 1975, que pretende regular el comercio internacional de
especies amenazadas mediante un sistema de permisos, que permite determinar
si una especie ha sido adquirida de forma legal o no, a efectos de controlar su
tráfico. En definitiva, tiene por finalidad velar por que el comercio internacional de
especímenes de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para su
supervivencia.

A tales efectos, el comercio de especies amparadas por la Convención debe


autorizarse mediante un sistema de concesión de licencias. Cada Estado designa
las Autoridades Administrativas que administran el sistema de concesión de
licencias y Autoridades Científicas para prestar asesoramiento acerca de los
efectos del comercio sobre la situación de las especies.

Las especies amparadas se incluyen en tres Apéndices, según el grado de


protección que necesiten: en el Apéndice I se incluyen todas las especies en
peligro de extinción, cuyo comercio se autoriza solamente bajo circunstancias
excepcionales; en el Apéndice II se incluyen especies que no se encuentran
necesariamente en peligro de extinción, pero cuyo comercio debe controlarse a fin
de evitar una utilización incompatible con su supervivencia; y En el Apéndice III
se incluyen las especies que están protegidas al menos en un país, que ha
solicitado la asistencia de otras Partes para controlar su comercio.

El convenio exige que se adopten medidas administrativas y penales para castigar


y la posesión y el comercio ilegal de especies amenazadas, en las que se incluyen
más de 30 000 especies.

iii. El Protocolo de Montreal para la reducción de las sustancias que agotan la capa de
ozono (aprobado en 1987, en vigor desde 1989), que impone en algunos casos la
reducción progresiva y en otros la eliminación de sustancias agotadoras de la capa
de ozono (SAO), como es el caso de los clorofluorocarbonos utilizados como
refrigerantes.

El Protocolo es uno de los Acuerdos internacionales que más éxito ha tenido en el


mundo industrializado, que ha llevado a prohibir la producción y el comercio de

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CFC. No obstante, el principal problema que se plantea respecto a estas
sustancias es el comercio ilegal.

Por otra parte, también durante este período se aprobaron instrumentos


programáticos e informes que influyeron en el desarrollo del Derecho internacional
ambiental:

i. En el seno de la ONU se adoptó la Carta Mundial de la Naturaleza (1982), que


estableció diversos principios que evidencian la superación de la visión
antropocéntrica de la protección del medio ambiente, y se adopta como
perspectiva la protección de la naturaleza como un fin en sí mismo.

También durante esta época se publicó el Informe Brundtland (Informe “Nuestro


Futuro Común”), en el cuál se acuñó el objetivo fundamental de la acción
ambiental: el desarrollo sostenible, que el informe define como “el desarrollo que
satisface las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

Según el informe, la consecución del desarrollo sostenible debe ser: un proceso


solidario, que permita alcanzar niveles mínimos de desarrollo a quienes vivan por
debajo de las necesidades humanas y que exija una contención del crecimiento a
quienes viven por encima de los medios ecológicamente aceptables; un proceso
ilustrado, que saque el mejor partido ambiental a la evolución tecnológica y que
tenga en consideración que la evolución demográfica debe ser armónica con el
potencial productivo del ecosistema; y, un proceso equitativo, que garantice a
todos la capacidad de acceso a los recursos naturales restringidos y que asegure a
las generaciones futuras la disponibilidad de recursos no renovables y la
pervivencia de las especies vegetales y animales.

Quizá el principal problema para dar cumplimiento a los postulados que exige el
desarrollo sostenible es la necesidad de llevar a cabo una reforma de los principios
que sustentan el modelo económico occidental.

d) Un cuarto período, se extiende desde la Primera Cumbre de la Tierra (la


Conferencia de Río de 1992) hasta la actualidad.

Este período se inicia con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio
Ambiente y Desarrollo de 1992 (Conferencia de Río de Janeiro) que intenta imprimir
un nuevo impulso al Derecho internacional del Medio Ambiente, articulándolo
alrededor del desarrollo sostenible.

Los Tratados adoptados en Río conforman el marco actual del Derecho internacional
ambiental, siguiendo una estructura evolutiva. Esto es, en primer lugar se establece
un Convenio que constituye el marco normativo básico, que posteriormente será
desarrollado por otros instrumentos vinculantes denominados Protocolos, o por
medio de programas o directrices que establecen objetivos de futuro (no obligaciones
en sentido estricto).

Los principales instrumentos adoptados en la Conferencia de Río son los siguientes:

i. La Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que establece los


principios fundamentales que rigen el Derecho internacional ambiental;

ii. El Programa global para el desarrollo sostenible en el siglo XXI (la Agenda 21),
contiene un programa de acción dirigido a la Comunidad Internacional con la
finalidad de que los poderes públicos adopten un plan de desarrollo social,
económico y medioambiental con miras a lograr el desarrollo sostenible. Es decir,

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para transformar el modelo de desarrollo actual hacia otro que permita alcanzar el
desarrollo sostenible.

A efectos de controlar y promover la aplicación del plan de acción establecido en


la Agenda XXI, se creó la Comisión para el Desarrollo Sostenible en el seno de la
ONU.

iii. El Convenio sobre Diversidad Biológica, que se dirige hacia la preservación


integral de la diversidad biológica, estableciendo como objetivos la conservación
de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la
participación justa y equitativa en los beneficios que deriven de la utilización de
los recursos genéticos.

Respecto a los logros de este Convenio, el primer objetivo (conservar y frenar la


pérdida de la diversidad biológica para 2010 – la denominada Meta Biodiversidad
2010) se encuentra muy lejos de cumplirse.

Respecto al segundo objetivo (la participación justa y equitativa en los beneficios


que deriven de la utilización de los recursos genéticos) se está impulsando la
implantación a nivel internacional de un sistema de acceso a los recursos
genéticos y de reparto de beneficios que compense a los pueblos y países que
aportan recursos biogenéticos y conocimientos tradicionales por la explotación
realizada por las empresas y terceros países.

En el marco de este Convenio se adoptó el Protocolo sobre Bioseguridad-15, en el


año 2000 (también denominado Protocolo de Cartagena), que con fundamento en
el principio de precaución –que luego estudiaremos- tiene como objetivo asegurar
niveles adecuados de seguridad adecuados en los movimientos transfronterizos de
Organismos Modificados Genéticamente (OMG) y de Organismos Vivos
Modificados.

iv. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático-16


(aprobada en 1992, en vigor en 1994), tiene como objetivo combatir el cambio
climático mediante la adopción de medidas tendentes a estabilizar las emisiones
de gases de efectos invernadero entre las que destaca la adopción en 1997 del
Protocolo de Kyoto-17.

Durante este período también se celebró la segunda Cumbre de la Tierra, también


denominada Cumbre de Johannesburgo de 2002, que no obstante, culminó sin
mayores logros, limitándose a fomentar o apoyar los instrumentos internacionales ya
existentes.

EL PNUMA

Resulta apropiado realizar en esta parte un análisis más detallado del Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente –PNUMA- aludido arriba. Finalizada la reunión
de Estocolmo, la cuestión ambiental se trasladó a la XXVII sesión plenaria de la Asamblea
General de la ONU de ese mismo año. Así, el 15 de diciembre emitió una serie de
resoluciones vinculadas a la problemática, que dieron origen al Programa. Las más
citadas son las siguientes:

Resolución nº 2994: En sus considerandos reafirma “la obligación de la comunidad


internacional de tomar medidas para proteger y mejorar el medio […]” en un contexto de
colaboración permanente entre los gobiernos. La resolución toma nota con satisfacción
de las conclusiones de la Conferencia de Estocolmo (1) y requiere la atención de los
distintos gobiernos y del Consejo de Administración del PNUMA, al cual se delega la
adopción de medidas en el marco del Plan de Acción (2). En tal dirección convoca a los

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gobiernos a aplicar en los ámbitos nacionales las recomendaciones de la Conferencia (3).
Por último fijó el 5 de junio para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, que
coincide con la fecha de inauguración de reunión de Estocolmo (4) y apoya la
convocatoria a una nueva cumbre mundial, que será luego la de Río de Janeiro.

Resolución nº 2995: Que giró sobre los principios 20, 21 y 22 de la Declaración de


Estocolmo, referidos a la investigación, al desarrollo científico y el libre intercambio de
información, al conflicto entre el derecho soberano de explotar los recursos naturales y el
medio ambiente en los países en vías de desarrollo y a la obligación de indemnizar por
los daños causados en estados vecinos, respectivamente. Se estableció entonces que, en
las tareas de exploración y explotación de tales recursos, los estados no deben causar
perjuicios sensibles en zonas situadas fuera de su jurisdicción nacional (1). Asimismo,
sobre la base del principio de cooperación internacional, reconoce que -para el respeto de
los principios 21 y 22- los gobiernos deben dar “conocimiento oficial y público de los
datos técnicos” relativos a cada emprendimiento nacional para evitar esa clase de
perjuicios.

Resolución nº 2996: Aborda la siempre difícil cuestión de la responsabilidad


internacional de los estados en relación con el medio ambiente, en función de los
mencionados principios 21 y 22 de Estocolmo, cuya vigencia se preserva de cualquier
disposición en contrario emitida en el marco de la XXVII sesión de la AG. Cabe recordar
que el Proyecto de artículos sobre responsabilidad internacional de los estados,
preparado por la Comisión de Derecho Internacional, incluye en el art. 19 (“Crímenes y
delitos internacionales”), inc. 3 que “[…] un crimen internacional puede resultar, en
particular […] d) De una violación grave de una obligación internacional de importancia
esencial para la salvaguardia y protección del medio humano, como las que prohíben la
contaminación masiva de la atmósfera y los mares”.

Resolución nº 2997: Sin duda la más importante de toda la zaga, ya que establece los
órganos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

El capítulo I instituye un Consejo de Administración compuesto por 58 miembros


elegidos por la Asamblea General por un término de tres años, en función de una
equilibrada distribución geográfica: 16 puestos para estados de África, 13 para Asia, 6
para Europa Oriental, 10 para América Latina y 13 para Europa Occidental y otros
estados (1); prevé la presentación de un informe anual al ECOSOC (3). El párrafo 2
enumera las atribuciones propias de un órgano principal que fija y ejecuta las políticas
del Programa, según lo remarca el inc. b: “Trazar las directrices generales para la
dirección y coordinación de los programas relativos al medio ambiente”. Su misión
consiste además en “recibir y examinar los informes periódicos del Director Ejecutivo del
programa” (inc. c), o tener bajo su consideración los problemas ambientales de todo el
mundo (inc. d); estimular los estudios científicos relacionados al medio ambiente en todo
el mundo (inc. e) y examinar y aprobar la utilización de los recursos del Fondo para el
Medio Ambiente (inc. g).

El capítulo II a su vez crea “una reducida secretaría” a cargo de un Director Ejecutivo


del PNUMA, que tendrá por función coordinar las actividades relacionadas con el medio
ambiente dentro del sistema de la ONU. Principalmente la Secretaría coordina los
programas relativos al PNUMA de acuerdo con las instrucciones recibidas del Consejo, las
supervisa y evalúa (inc. b); asesora sobre temas de su competencia tanto al Consejo de
Administración como a los organismos intergubernamentales del sistema de la ONU (inc.
c); debe conseguir la cooperación de la comunidad científica internacional (inc. d), eleva
al Consejo planificaciones para mediano y largo plazos (inc. f), le llama la atención ante
cualquier situación que involucre al medio ambiente (inc. g) administra bajo la autoridad
del Consejo, el Fondo (inc. h) y le presenta los informes que hagan falta (inc. i).

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El capítulo III aborda el Fondo para el Medio Ambiente. Se trata de un fondo voluntario
destinado a la financiación adicional de programas relativos al medio ambiente, a partir
del 1 de enero de 1973, que puede extenderse a la cooperación con organizaciones que
no pertenezcan al sistema de Naciones Unidas (6). El párrafo 2 propone que la
financiación total o parcial con cargo al Fondo por parte del Consejo debe contemplar las
nuevas iniciativas dentro de lo previsto en el Plan de Acción para el medio humano, “con
especial atención a los proyectos integrados”. El párrafo 3 autoriza la utilización de
recursos sea “para financiar programas de interés general, tales como los sistemas de
vigilancia continua, de evaluación y compilación de datos a nivel regional y mundial […]”
y cualesquiera otros programas que el Consejo decida en beneficio de los países en vías
de desarrollo. Dispone un tratamiento especial a los países en vías de desarrollo de modo
de no interferir sobre sus prioridades pero sí sometiendo a examen constante sus planes
de desarrollo a medida que se les suministren recursos financieros adicionales (4).

El capítulo IV está dedicado a la Junta de Coordinación para el Medio Ambiente,


presidida por el Director Ejecutivo del PNUMA dentro del marco del Comité Administrativo
de Coordinación (1). Es un órgano no permanente y debe coordinar la ejecución de los
programas previstos entre todos los órganos interesados en el tema (2).

Convoca todas las organizaciones del sistema de la ONU y a otras organizaciones


intergubernamentales y no gubernamentales a prestar apoyo y colaborar con Naciones
Unidas (4 y 5), a la vez que insta a los gobiernos a que sus órganos nacionales
específicos coordinen las tareas nacionales e internacionales con la Junta (6).

5.2. LEGISLACIÓN COMPARADA EN EL TEMA AMBIENTAL EN LA


REGIÓN

ARGENTINA:

Unidad Fiscal de Investigación en Materia Ambiental (UFIMA), Resolución PGN Nº


123/2006, por acuerdo entre Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y
Ministerio Público Fiscal. Actúa a nivel nacional con fiscales ubicados en diferentes
regiones (enlaces).

Funciones:

1. Colaborar con jueces y fiscales que lleven investigaciones vinculadas a delitos contra
el medio ambiente y la salud pública.
2. Iniciar investigaciones para combatir los delitos ambientales.
3. Recibir denuncias por casos de afectación ambiental.
4. Relevar doctrina y jurisprudencia. Capacitar a peritos.

Delitos ambientales: Ley 24.051, Residuos Peligrosos; Ley 22.421, Conservación Fauna
Silvestre; C.P. art. 200-207, Delitos contra la Salud Pública; C.P. art. 248-253; Violación
de deberes de los funcionarios públicos.

BRASIL:

Las Capitales o mayores Ciudades tienen fiscales que actúan en cuestiones ambientales.
Posee centros de apoyo. El Ministerio Público desde los 80 tiene legitimidad para
interponer: acción penal y tutelar intereses supraindividuales, individuales homogéneos e
individuales indisponibles, promover acciones de cesación y/o recomposición del daño
ambiental.

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Esfera civil: - “Inquérito” (investigación/averiguación) Civil: recurso administrativo pre-
procesal, de exclusividad del Ministerio Público recolección de pruebas, investiga sin
intermediarios.

Acción Civil Pública: defensa de intereses difusos, mandato constitucional.

Posibilidad de medidas de urgencia: cautelares, anticipación de tutela.

Compromiso de Ajustamiento de Conducta: instituto “sui generis” para ajustar conducta


lesiva a proposición de Ministerio Público o instituciones legitimadas para interponer
acción civil pública y órganos ambientales.

Delitos Ambientales: Ley Nº 9605/98, De Crímenes Contra El Ambiente.

BOLIVIA:

No posee organismos especializados


Delitos Ambientales: Contenido en leyes sectoriales y de código penal como delito
ambiental

CHILE:

No posee organismos especializados.


Delitos ambientales: Contenido en leyes sectoriales y del Código penal no como delito
ambiental propiamente.

COLOMBIA:

Recientemente han sido creados los jueces administrativos para conocer en primera
instancias de estos temas. Desde el 23.06.2008 con el Nuevo Procedimiento
Sancionatorio Ambiental, el Ministerio Público en materia ambiental se ejerce por el
Procurador General de la Nación, a través del Procurador Delegado para Asuntos
Ambientales y Agrarios y 30 Procuradores Judiciales Ambientales y Agrarios. Dos de los
Procuradores Ambientales y Agrarios designados tienen competencia en todo el territorio
nacional.

Funciones: velar por el estricto cumplimiento de lo dispuesto en la Constitución Política,


las leyes, decretos, actos administrativos y demás actuaciones relacionadas con la
protección del medio ambiente y utilización de los recursos naturales. Las autoridades
que adelanten procesos sancionatorios ambientales deberán notificar personalmente a los
Procuradores Judiciales Ambientales y Agrarios.

Delitos Ambientales: Código Penal – TITULO XI

COSTA RICA:

Fiscalía Ambiental (Ministerio Público): 4 Fiscales Ambientales, 3 Fiscales (jurisdicción


nacional) y 1 Fiscal (Circuito Judicial de Golfito), Procuraduría Agraria y Ambiental
(representa al Estado en sede judicial).

Tribunal Ambiental Administrativo como órgano desconcentrado del MINAE.


Delitos Ambientales: Código Penal – Ley 7788

CUBA:

No poseen órganos especializados.


Delitos Ambientales: No poseen, se aplican supletoriamente los delitos contra la salud.

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ECUADOR:

El Ministerio Público lleva adelante la investigación penal, existen algunas fiscalías


ambientales, en el caso de una denuncia ambiental, si existen evidencias concluyentes,
se prosigue con el proceso penal.

Delitos Ambientales: Están tipificados, gran predominio de delitos penales en blanco con
referencia a normas administrativas.

EL SALVADOR:

Unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General de la República (ejerce la persecución


penal) y la Policía de Medio Ambiente (realiza la investigación en dirección funcional de la
FGR). Hay 3 Fiscalías ordinarias-ambientales, 1 para la zona occidental, 1 para la zona
central, 1 para la zona oriental.

Delitos Ambientales: Ley del Medio Ambiente, Capítulo XII y Sanciones del Código Penal.

GUATEMALA:

Fiscalía de Delitos contra el Ambiente, Juzgado de Primera Instancia de Delitos Contra el


Ambiente. La Fiscalía de delitos contra el ambiente cuenta con un fiscal de distrito, el
cual tiene fiscales de sección y fiscalías en el interior del país. Los juzgados son de
primera instancia que están adjuntos a los penales y de narcoactividad.

Delitos Ambientales: Ley del Ambiente que contiene delitos contra el ambiente y Código
Penal y sectoriales. La ley 68-86 contiene penalización a los proyectos, obras o industrias
por no contar con instrumento ambiental que autorice la actividad.

HONDURAS:

Posee 5 Fiscales ambientales (Sólo ejercen la acción penal en representación de la


sociedad), y una Procuraduría del Ambiente (representa los intereses del Estado con
facultades exclusivas de ejercer las acciones civiles, criminales e iniciar las
administrativas).

Delitos Ambientales: Ley Nº 104/93 General del Ambiente Decreto Nº 85 “Ley Forestal” –
Acuerdo Nº 1088-93

MÉXICO:

Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Ambientales (FEPADA). Existe una


Unidad especializada de delitos contra el ambiente y previstos en leyes especiales.
Conoce delitos que afecten el medio ambiente, en específico alguno de los contemplados
por las Leyes Ambientales o en el Título XXV del Código Penal, e incluso quien conozca de
dicho delito (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Procuraduría Federal
de Protección al Ambiente, cualquier ciudadano) puede llevar a cabo la denuncia ante el
Ministerio Público Federal.

Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, es un órgano desconcentrado de la


Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, y se encarga de recibir,
investigar, atender y canalizar las denuncias recibidas en materia ambiental, así como
verificar el cumplimiento de la legislación ambiental; inicia procedimientos
administrativos en caso de incumplimiento de las disposiciones jurídicas aplicables.

Delitos Ambientales: En el Código Penal Federal y en algunos Estados en un capítulo


especial.

Página | 62
NICARAGUA:

Fiscalía Ambiental (encargada de perseguir delitos ambientales) Procuraduría Ambiental


(representa al Estado).

Delitos ambientales: Ley 559/05 Especial de Delitos contra el Medio Ambiente y los
Recursos Naturales.

PANAMÁ:

Fiscalía 5ta, 11º y 12º de Circuito Penal. La División de Delitos Ambientales de Dirección
de Investigaciones Judiciales. Además de presentar la acción penal el Ministerio Público
eleva solicitudes que acrediten la responsabilidad civil derivada por el delito ambiental
(función mixta adjetiva). Además debe promover acciones populares frente a actos
administrativos que violan las normativas ambientales en general. Un fiscal está
legitimado para promover las diligencias o pruebas anticipadas. Asimismo, puede
promover las diligencias exhibitorias o pruebas anticipadas incluso con carácter cautelar.

Delitos Ambientales: Ley 5/05 Que adiciona un título Delitos contra el Ambiente al código
Penal.

PARAGUAY:

UFEDA – 1999 Unidad Fiscal de Delitos Ambientales (9). Dirección de Investigación.


Importante actividad preventiva, trabajo con herramientas de teledetección satelital, etc.

Delitos Ambientales: Código Penal, Ley 7788.

PERÚ:

Fiscalías Ambientales especializadas recientemente creadas (13 de Marzo de 2008).


Competencia para prevenir e investigar delitos ambientales, funcionarán en los distritos
Judiciales de Tumbes, Piura Lambayeque, Loreto, Cajamarca, Amazonas y San Martín,
igualmente en Ucayali, Junín y Huánuco, Arequipa, Tacna y Moquegua, Cuzco y Madre de
Dios, Puno, Ayacucho, Huancavelica, Apurímac y Lima.

Fiscalía Provincial de Prevención de Delitos Especializada en los Delitos contra los


Recursos Naturales, el Medio Ambiente y Tala Ilegal (puede recomendar y exhortar a
quien corresponda la realización de acciones que contribuyan a la prevención del delito)

Delitos Ambientales: Código Penal (arts. 304-314) y en la Ley General del Ambiente.

REPÚBLICA DOMINICANA:

Procuraduría para la defensa del Medio Ambiente. Vigila y promueve el cumplimiento de


la Legislación Ambiental y de los Recursos Naturales, mediante la realización de actos de
autoridad (Inspección, Verificación y Vigilancia), así como calificar y aplicar sanciones
sobre actos ilícitos en la materia y estimular el cumplimiento voluntario de la Legislación
Ambiental que permita una mejor vida para todos. Ejerce las acciones previstas en la Ley
General de Medio ambiente y complementarias. Pone en movimiento la acción pública
cuando se causen daños al ecosistema.
Delitos Ambientales: Ley 64-00. Los artículos 176 y 183

URUGUAY:

No poseen fiscalías especializadas.

Página | 63
Delitos Ambientales: No existen delitos Ambientales, artículos del código penal.

VENEZUELA:

Posee 18 Fiscalías con Competencia Ambiental, Dirección General del Medio Ambiente
que dirige y coordina las actuaciones en materia ambiental con los representantes del
Ministerio Público.

Delitos Ambientales: Ley 716/96. Código Penal 197 al 202.

Por su parte, el desarrollo europeo del derecho penal ambiental se ha confinado


estrictamente a la parte sustantiva, pero cuenta, para efectos de la responsabilidad de
procesar los tipos penales, con las jurisdicciones penales ordinarias. Así, se puede
observar que el espacio europeo no es una expresión de desarrollo en materia procesal
penal ambiental. Es, por el contrario, en la experiencia latinoamericana donde se aprecia
una interesante tendencia procesal penal ambiental.

5.3. PREOCUPACIONES EN MATERIA PROCESAL DE LA JUSTICIA


PENAL AMBIENTAL

En nuestra opinión, los temas recurrentes que se suelen considerar en la perspectiva


procesal penal ambiental están relacionados con la especialización de los agentes del
sistema y del proceso, lo que, en realidad, nos remite a una consideración y reflexión
más estructural. Es decir, ¿cuáles son las razones para la existencia de la especialización
judicial en asuntos tales como el narcotráfico, el terrorismo, el contrabando y la
corrupción?

Es evidente que se parte de una lectura político-criminal acerca del impacto de tales
conductas, y el conjunto de componentes sociales adscritos a ellas, que conducen a que
el sistema se oriente, tendencialmente, a la especialización en la persecución de tales
conductas. ¿Por qué la criminalidad ambiental no es considerada un fenómeno relevante
y es relegada hacia el sistema punitivo administrativo bajo el argumento de la
intervención en última ratio, cuando otros escenarios o ámbitos merecen una
intervención de prima ratio?

Al respecto, es importante considerar propuestas como la experiencia costarricense en


términos de políticas de persecución penal ambiental, estructuradas en tres grandes
temas:

Página | 64
Políticas de interpretación Políticas Políticas de investigación
y aplicación de los delitos procedimentales y dirección funcional
- Contienen la interpretación - Grupo de políticas que - En este grupo, se diseñó
oficial sobre los alcances ordena todo lo relativo a una serie de protocolos de
normativos y los la aplicación de las salidas actuación que regulan la
parámetros específicos de alternas en materia actividad de los fiscales en
aplicación de cada delito ambiental, que incluye sus relaciones funcionales
por parte de los fiscales del políticas para la aplicación con otras instituciones,
Ministerio Público. de la conciliación y la para lograr una mejor
- Además, define las suspensión del proceso a comunicación y
prioridades en la prueba, los planes coordinación de
persecución de la reparadores y la investigaciones,
delincuencia penal aplicación de otros denuncias, operativos,
ambiental según la institutos como el criterio etcétera.
importancia y escasez del de oportunidad, las
recurso a proteger. medidas cautelares, Se desarrollaron aquí los
- En vista de que en Costa etcétera. siguientes instrumentos:
Rica, en 2005, existían - Con este segundo
once leyes que contienen, documento, se tienen por - Protocolo para Decomiso,
aproximadamente, 66 actualizados los Custodia, Donación y
delitos ambientales, se lineamientos de política Comiso de Bienes en
desarrollaron políticas para criminal que contenía la Materia Ambiental.
casi todos ellos y solo circular 2.99, que queda - Protocolo para el Manejo
algunos de muy poca derogada. de las Usurpaciones y
aplicación quedaron fuera. Coordinación Policial.
- La mayoría de tales delitos - Protocolo para el Manejo
sancionan conductas que de Casos de
atentan directamente Contaminación Hídrica.
contra bienes ambientales - Protocolo para la
(aunque algunos no fueron Valoración del Daño
concebidos para ello, sino Ambiental, Manejo de la
para tutelar otros bienes Acción Civil con la
jurídicos como la salud, la Procuraduría General y
vida, la propiedad, el Aplicación de Medidas
dominio público, etcétera). Cautelares Atípicas.
No obstante, estos otros
protegen en forma
indirecta el ambiente, lo
que ha permitido
adaptarlos a las exigencias
de los tiempos modernos y
utilizarlos en su defensa.

Tampoco deja de importar el asunto de la legitimación de los sujetos en un contexto de


esclarecimiento entre intereses difusos y colectivos aplicados al Derecho penal ambiental
en razón a los intereses concernidos (tutelados) . El Código Procesal Penal (decreto
20

legislativo 957) al referirse a la víctima, en especial al agraviado, señala:

ARTÍCULO 94. Definición.- […]. Las


asociaciones en los delitos que afectan
intereses colectivos o difusos, cuya
titularidad lesione a un número
indeterminado de personas, o en los delitos
incluidos como crímenes internacionales en
los Tratados Internacionales aprobados y
ratificados por el Perú, podrán ejercer los
derechos y facultades atribuidas a las
personas directamente ofendidas por el
delito, siempre que el objeto social de la

Página | 65
misma se vincule directamente con esos
intereses y haya sido reconocida e inscrita
con anterioridad a la comisión del delito
objeto del procedimiento.

Es ostensible en cierta literatura nacional la omisión de abordar consideraciones acerca


del tema ambiental (difuso) o similares, como el caso del artículo 94-4.

En realidad, una lectura del CPP en perspectiva ambiental nos conducirá a un


redireccionamiento conceptual y pragmático para el juzgamiento de los delitos
ambientales, como en el caso de la prueba en el proceso penal 22, donde, por ejemplo, se
presentan dificultades sobre cómo articular los hechos para dar cuenta de la complejidad
del daño ambiental en la sede penal. Encontramos la misma preocupación en relación
con la intervención y actuación policial ambiental cuando, como se indicó, se carece de
una adecuada organización policial sobre la materia que sólo funciona bien en
determinadas experiencias23.

Página | 66
VI. DELITO CONTRA LOS RECURSOS NATURALES
Planteados en síntesis, nuestros puntos de vista en los acápites que anteceden; a título
de sustentación genérica de ellos, afirmamos que visto el problema desde un enfoque
ecologista, el desarrollo técnico industrial alcanzado por la humanidad en la época
contemporánea, ha significado la producción de daños irreversibles a los recursos
naturales. Por esas vías se han cubierto cifras que ponen en grave riesgo la estabilidad
ecológica de nuestro planeta. No debemos dejar de tener en cuenta que el medio
ambiente en donde vivimos constituye un sistema complejo; integrado en una unidad
que está siendo lesionada en forma reiterada por una diversidad de nuevos y poderosos
agentes contaminantes producidos por el hombre.

No existe discusión en cuanto al hecho de que la naturaleza constituye una totalidad


integrada a la perfección dependiente de sus propias leyes. En ella se desarrolla la vida
formando parte de ese sistema integrado y bajo la determinación de sus reglas.

Desde el plano anotado y a partir de la forma como el hombre ha empleado la naturaleza


para satisfacer sus necesidades, resulta sumamente aleccionador reseñar los aportes que
sobre el particular produce PHILIPPE SAINT MARC, quien a título de cronograma agrupa
históricamente la actividad del hombre en tres etapas: la agrícola, que alcanza hasta
fines del siglo XVIII; la industrial, que se inicia en la primera mitad del siglo XX,
caracterizada por el predominio de actividades económicas y erarán de reconocer la
naturaleza, posibilitando la identificación de las leyes que la rigen. Finalmente, la etapa
de la naturaleza, en la que tal como expresa ese autor ya no se trata de proteger al
hombre de los embates de la naturaleza, si no a la naturaleza de este con la finalidad de
evitar que se destruya como especie al proceder a devastarla. Es necesario anotar que en
esta última etapa (marcada dramáticamente por la eclosión del capitalismo), el propósito
de alcanzar elevadas ganancias atacando vitales fuentes de materias primas (sobre todo
en las zonas atrasadas del mundo), origina altos índices de contaminación ambiental y
trágica destrucción de los recursos naturales, que para algunos, son efectos considerados
“consecuencia inevitable del desarrollo”.

Los resultados de este desolador panorama se grafican a través del agujero detectado en
la capa de ozono que se ubica sobre la Antártida; en el deterioro irreversible de los
amplios sectores de la amazonía; en severos cambios de los climas que por acción
directa de la mano del hombre se traducen en la extinción de vitales especies como las
ballenas y la contaminación de ríos y mares.

En el Perú

En un país megadiverso como el Perú, se hace muy difícil pretender que la norma
penal reconozca de forma explícita todas las conductas gravemente reprochables
a la biodiversidad (30.000 especies de flora, 7.500 plantas endémicas, 4.400
plantas nativas utilizadas por la población, 2.000 especies de peces marinos y
continentales, más de 1.800 especies de aves, 3.500 especies de mariposas y de
éstas, 350 son endémicas, 1.600 especies de plantas ornamentales, 84 de las 117
zonas de vida del mundo, 28 de los 32 tipos de clima del mundo y un largo etcétera
de riqueza natural); lo que no permite, siquiera, intentar introducir todas las
conductas respecto de aquellas especies o paisajes que requieren protección.

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Gráfico Nº 1: Delitos Ambientales en el Marco del Código Penal Peruano

Fuente: elaboración propia.

Gráfico Nº 2: Artículos de los Delitos Ambientales en el Marco del Código Penal Peruano

Fuente:

Elaboración propia

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En consecuencia, los tipos penales que protegen la biodiversidad se remiten a las
normas penales en blanco como mejor técnica legislativa para alcanzar su finalidad.

Los tipos penales contenidos en los arts. 308°, 308°-A, 308°-B, 308°-C, 308°-D,
310° y 311° del Código Penal peruano, en los que a través de distintos verbos
rectores se pretende protección para:

a. “productos o especímenes de especies de flora silvestre no maderable y/o fauna


silvestre”

b. “productos o especímenes de especies acuáticas de la flora y/o fauna silvestre”

c. “bosques u otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones” y todas


ellas, “legalmente protegidas” tienen una estructura propia de los tipos penales
en blanco.

En tal sentido y para el caso específico de los tipos penales en cuestión se requiere
que la norma accesoria determine el contenido de “legalmente protegido”, es
decir, cuáles son esos bosques o formaciones vegetales especificando la ubicación
de los mismos y las especies de fauna y flora comprendidas en el ámbito de
protección de la legislación nacional.

En ese contexto, el bien jurídico que se tutela penalmente en los delitos contra los
recursos naturales, es el “ambiente natural” y la “biodiversidad” (flora y fauna).

Gráfico Nº 3: Bien Jurídico Penalmente Protegido en el Marco del Código Penal Peruano

Fuente: Elaboración propia

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6.1. TRÁFICO ILEGAL DE ESPECIES DE FLORA Y FAUNA
SILVESTRE PROTEGIDA (ART.308° DEL C.P.P.)

Descripción Típica:

Art. 308°: El que adquiere, vende, transporta, almacena, importa o exporta o


reexporta productos o especímenes de especies de flora silvestre no maderable y/o
fauna silvestre protegidas por la legislación nacional, sin un permiso o certificado válido,
cuyo origen no autorizado conoce o puede presumir, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años y con ciento ochenta a
cuatrocientos días-multa.

Para el análisis vamos a partir de las siguientes definiciones:

- Fauna: es el conjunto de especies animales que habitan en una región


geográfica, que son propias de un periodo geológico o que se pueden
encontrar en un ecosistema determinado.

- Fauna Silvestre: es un término que se refiere a los animales que


normalmente no están domesticados (criados por el hombre). Ellos son un recurso
vivo que muere y es reemplazado por otro de su especie.

- Fauna doméstica, o fauna sometida a domesticación, está constituida por las


especies domésticas propiamente dichas, es decir, aquellas especies sometidas al
dominio del hombre, que se habitúan a vivir bajo este dominio sin necesidad de
estar encerradas o sujetas y que en este estado se reproducen
indefinidamente.

- Flora: es el conjunto de especies e individuos vegetales, silvestres o


cultivados, existentes en el territorio nacional.

- Flora silvestre: es el conjunto de especies e individuos vegetales del


territorio nacional que no se han plantado o mejorado por el hombre.

- Flora silvestre no maderable: r e c u r s o s procedentes de un bosque a


excepción a los productos maderables

En ese contexto, el bien jurídico protegido penalmente es la “biodiversidad”, es la


amplia variedad de “seres vivos” 40 sobre la Tierra y los patrones naturales que la
conforman.

40
Según Withaker: 1969. Los seres vivos están integrados por los reinos: vegetal, animal, protistas,
fungí y mónera.

Página | 70
Para diagnosticar la situación real y actual de la biodiversidad global se
considera los “puntos calientes de la biodiversidad”41, producto del efecto del cambio
climático generado por las acciones humanas.

La biodiversidad comprende igualmente la variedad de ecosistemas naturales y las


diferencias genéticas dentro de cada especie de flora y fauna que permiten la
combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones y con el resto
del entorno, fundamentan el sustento de la vida sobre el planeta Tierra, es entendida
como un inmenso formado por infinidad de piezas únicas e irrepetibles que se
ensamblan unas con otras y evolucionan a lo largo de miles de años.

El 15 de julio del año 2000 se promulgó la Ley N° 27308 “Ley Forestal y de Fauna
Silvestre”, donde el Capítulo V prescribe la protección de los recursos forestales y de
fauna silvestre, y el Art. 22° sustenta sobre la protección de la flora y fauna silvestre,
del inventario y de la diversidad biológica.42

Gráfico Nº 4: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: elaboración propia

El Gráfico N º 4 , menciona sobre bien jurídico protegido “Biodiversidad”, que debe ser
aprovechado sosteniblemente sin generar su extinción, sin embargo el tráfico ilegal de
biodiversidad está permitiendo que se incremente la tala ilegal indiscriminada
de árboles o deforestación agravada a gran escala que colisiona con el delito de “lesa
naturaleza”, y la caza indiscriminada de fauna silvestre ocasionando el incremento
del cambio climático como producto de la transpiración y exhalación de CO 2 de
los seres vivos de la esfera global.

41
El concepto de los “puntos calientes de biodiversidad” (hotspots) es una referencia sobre el estado de
conservación de la biodiversidad mundial. Norman Myers: se trata de zonas del planeta donde se encuentran
gran cantidad de especies endémicas, únicas de esa área, y cuyo hábitat natural se encuentra amenazado o
en proceso de destrucción. Es pues una forma de evaluar los peligros que enfrenta la biodiversidad mundial.
Myers quería que su concepto de puntos calientes sirvieran para identificar y ayudar a conservar zonas,
especies y hábitats únicos.
42
Art. 22° numeral 1 de la Ley “27308: “El Estado adopta medidas especiales que garanticen la
protección de las especies de flora y fauna silvestre que de acuerdo al reglamento por sus
características o situación de vulnerabilidad requieran tal tratamiento”.

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En la actualidad el tráfico ilegal de fauna silvestre, flora silvestre, y la
introducción de especies no autóctonas amenazan de manera grave la
biodiversidad mundial, sin embargo el tráfico ilegal se da por las siguientes
acciones: el que adquiere, vende, transporta, almacena, importa o exporta o
reexporta productos o especímenes de especies de flora silvestre no maderable y/o
fauna silvestre protegidas por la legislación nacional, sin un permiso o certificado
válido, cuyo origen no autorizado conoce o puede presumir, este delito ambiental,
se convierte en el tercer mercado ilegal del mundo en cuando al dinero que maneja,
solo por detrás del tráfico de drogas y el de armas, en ese contexto se debe incidir
en la necesidad de concienciar de que “todos podemos hacer algo por la biodiversidad”

El bien jurídico penal ambiental protegido por el Art. 308° del código penal
peruano modificado mediante Ley N° 29263, la “biodiversidad” considera dos
acepciones jurídicas:

a. La flora silvestre no maderable: Son todas las especies de plantas que habitan en
el medio natural, sujetas a las disposiciones del medio ambiente.

No dependen del cuidado del ser humano, e incluye a las siguientes plantas:

−Plantas alimenticias y medicinales

−Plantas ornamentales y artesanales

−Plantas para la construcción

−Plantas utilizadas como combustible

−Plantas productoras de látex

−Plantas utilizadas como tintes, curtiembre y biocidas

Hay 40 millones de hectáreas de bosques con alta diversidad de especies


alimentarias, medicinales, ornamentales e industriales, entre ellos: aguaje, castaña;
sangre de grado, uña de gato, quina; orquídeas; fibras y otros.

Para su comercialización legal debe contar con un permiso o certificado válido


emitido por la autoridad competente (SERNANP), en caso contrario el delito de
tráfico ilegal será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres años
ni mayor de cinco años y con ciento ochenta a cuatrocientos días-multa.

b. Fauna silvestre protegida: Es aquella que vive sin intervención del hombre para
su desarrollo o alimentación.

La flora silvestre no maderable y la fauna silvestre protegida, está


constantemente amenazada por diferentes factores que destruyen,
fragmentan o degradan sus hábitats, motivo por el cual el Estado peruano ha
considerado legislar la biodiversidad, mediante la Ley Forestal y de Fauna Silvestre
(Ley N° 27308) y la Ley del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el
Estado (D.S. N° 010-90-AG del 24/03/90).

- Ley General Forestal y Fauna Silvestre: que tiene por objeto normar, regular
y supervisar el uso sostenible43 y la conservación de los recursos forestales y de
fauna silvestre del país, compatibilizando su aprovechamiento con la valorización

43
En concordancia con los Art. 66° y 67° de la Constitución Política del Perú, en la Ley Nº 26821, Ley
Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos Naturales y los Convenios
Internacionales vigentes para el Estado Peruano.

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progresiva de los servicios ambientales del bosque, en armonía con el interés
social, económico y ambiental de la Nación.

- El Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado


(SINANPE): es contribuir al desarrollo sostenible del país, mediante una
gerencia eficaz, garantizando el aporte de sus beneficios ambientales,
sociales y económicos a la sociedad, para acrecentar la conciencia nacional sobre
la vinculación de las Áreas Protegidas por el Estado, con el desarrollo nacional44.

La obligación de promover la conservación y la diversidad biológica en las Áreas


Naturales Protegidas por el Estado, ha permitido suscribir los principales
convenios internacionales, como el Convenio de Diversidad Biológica, el convenio de
Humedales RAMSAR; entre otros.

Por otro lado, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies


Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), formada en 1975 y suscrita por
160 países con el objetivo de proteger esta biodiversidad, y que tienen en su lista unas
30.000 especies, que incluye animales disecados, pieles y otros objetos
requisados por SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas) a través
de las garitas de Control Forestal, que dan una idea de cómo se traslada las especies y
el sufrimiento que se les infringe para hacerlas llegar al mercado nacional y extranjero.

Según la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), las Áreas Protegidas son una
superficie de tierra y/o mar especialmente consagrada a la protección y el
mantenimiento de la diversidad biológica, de las comunidades étnicas, campesinas y
nativas, así como de la conservación de los recursos naturales, los recursos
culturales asociados, y los recursos artificiales manejada y tutelada a través de
normas jurídicas.

El resultado típico de este delito viene concretado cuando el agente adquiere, vende,
transporta, almacena, importa o exporta o reexporta productos o especímenes
de especies de flora silvestre no maderable (mediante la cosecha, su recolección o
extracción de sus frutos o productos), y en la captura de fauna silvestre protegida (ya
sea mediante la caza).

Por lo tanto la consumación del delito depende de la concreta conducta realizada por el
sujeto, siendo posible admitir la tentativa como forma imperfecta de ejecución en
el caso por ejemplo de la colocación de trampas, la colocación de dispositivos
necesarios para la recolección de las plantas, etc.

TRÁFICO ILEGAL DE ESPECIES ACUÁTICAS DE LA FLORA Y FAUNA SILVESTRE


PROTEGIDA (ART. 308°-A DEL C.P.P.)

Descripción Típica:

Art. 308°- A: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor de
cinco años y con ciento ochenta a cuatrocientos días-multa, el que adquiere,
vende, transporta, almacena, importa, exporta o reexporta productos o especímenes de
especies acuáticas de la flora y/o fauna silvestre protegidas por la legislación nacional
bajo cualquiera de los siguientes supuestos:

1. Sin un permiso, licencia o certificado válido.


2. En épocas, cantidades, talla o zonas que son prohibidas o vedadas.

44
Está conformado por la red de áreas naturales protegidas que incluye los parques, reservas,
santuarios y bosques nacionales. También, los santuarios históricos, las zonas reservadas, los cotos de caza,
las reservas comunales y los bosques de protección.

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En el Perú se ha consagrado la protección de las especies de flora y fauna desde el
nivel más alto del ordenamiento jurídico al incluir su regulación en la Constitución de
1979 y de 1993.

Para su análisis, se puede partir de la manera siguiente:

Especies acuáticas de flora silvestre: son todas las especies de plantas adaptadas
a los medios muy húmedos (higrofitas) o acuáticos (hidrofitas), que habitan
totalmente sumergidas, parcialmente sumergidas o con hojas flotantes

Estas plantas pueden encontrarse tanto entre las algas como entre los vegetales
vasculares: briofitos, pteropsidas y angiospermas (monocotiledóneas y dicotiledóneas.

Especies acuáticas de fauna silvestre: aquella que vive sin intervención del
hombre para su desarrollo o alimentación. Está constantemente amenazada por
diferentes factores que destruyen, fragmentan o degradan sus hábitats.

Esta corriente de protección jurídica de la biodiversidad al más alto nivel jurídico se


puede comprobar en una breve revisión de la legislación comparada de varias
constituciones contemporáneas, como es el caso de Cuba que protege la
naturaleza que incluye la flora y la fauna tanto terrestre como acuática.45

Considerar como bien jurídico tutelado las especies acuáticas de “flora y fauna
silvestre” protegida por la legislación ambiental, implica que se debe contar con el
permiso, licencia o certificado valido emitido por la autoridad competente
(Ministerio de Agricultura), excepto en épocas, cantidades, talla o zonas que son
prohibidas o vedadas.
El Gráfico 5, indica el bien jurídico penal ambiental protegido por el Art. 308-A° la
“flora y fauna silvestre acuática” protegidas por la legislación nacional y por los tratados
internacionales.

El comportamiento consiste en adquirir, vender, transportar, almacenar, importar,


exportar o reexportar productos o especímenes de especies acuáticas de la flora y/o
fauna silvestre protegidas por la legislación nacional sin un permiso, licencia o
certificado válido, y en épocas, cantidades, talla o zonas que son prohibidas o
vedadas46.

45
Art. 27° de la Constitución de Cuba de 1976 “El estado protege la naturaleza, que incluye velar por que
sean mantenidas limpias las aguas y la atmósfera y que se proteja el suelo, la flora y la fauna”.

46
Vedadas: es sinónimo de prohibir una cosa por ley o mandato. Las especies en veda se dan a través de un
listado emitidas por la autoridad competente (SERNANP-Perú), y otras que se encuentran bajo algún grado
de amenaza, además de aquellas que están protegidas por la convenciones internacionales que
el Perú ha suscrito, como es el caso de: Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), y la inclusión de especies en los listados de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

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Gráfico Nº 5: Bien Jurídico Tutelado en el Tráfico Ilegal de Especies Acuáticas de Flora y
Fauna Silvestre

Fuente: Elaboración propia

De esta forma, el carácter prohibido que tiene el lugar o la cantidad de especies


obtenidas es un elemento esencial del tipo de injusto de este delito, por cuanto de él
va a depender, en definitiva, la naturaleza típica o no de una conducta.

En este delito necesariamente hay dolo, que debe abarcar el conocimiento de las
especies que están legalmente protegidas por la legislación nacional, y sin el
permiso, licencia o certificado válido, así mismo la voluntad de extraer especies
acuáticas de la flora y/o fauna silvestre en épocas, cantidades, talla o zonas
prohibidas o vedadas, usando procedimientos de caza y pesca prohibidos.

En el caso de uso de trampas o los preparativos previos a la recolección de plantas


o sus frutos deben considerarse ya como actos de tentativa, y no como actos
preparatorios.

De igual forma, el portar ya los instrumentos para proceder a utilizarlos, cuando estos
están prohibidos por la ley, constituyen supuestos de tentativa. Su empleo efectivo
representará la consumación del tipo.

Se prevé una pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años
y con ciento ochenta a cuatrocientos días-multa.

EXTRACCIÓN ILEGAL DE ESPECIES ACUÁTICAS (ART. 308°-B DEL C.P.P.)

Descripción Típica:

Art. 308°-B: El que extrae especies de flora o fauna acuática en épocas, cantidades,

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talla y zonas que son prohibidas o vedadas, o captura especies sin contar con el
respectivo permiso o exceda el límite de captura de embarcación, asignado por la
autoridad administrativa competente y la ley de la materia, o lo hace excediendo el
mismo o utiliza explosivos, medios químicos u otros métodos prohibidos o declarados
ilícitos, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor
de cinco años.

La extracción ilegal es un problema global generalizado tanto en las zonas


tropicales como templadas que exige la coordinación de esfuerzos entre todas las
partes interesadas a nivel nacional e internacional y la participación activa de la
Sociedad Civil.

En la descripción típica del Art. 308°-B, la expresión “extracción ilegal” lo


entendemos con referencia a las actividades de extracción de especies de flora y fauna
acuática que no se ajustan a las leyes ambientales de nuestro país.

Las actividades ilegales desde la extracción en épocas, cantidades, talla y zonas que
son prohibidas o vedadas, o captura especies sin contar con el respectivo permiso o
exceda el límite de captura de embarcación, asignado por la autoridad administrativa
competente y la ley de la materia, o lo hace excediendo el mismo o utiliza explosivos,
medios químicos u otros métodos prohibidos o declarados ilícitos constituyen todos un
acto ilegal.

La extracción ilegal es un problema que debe tratarse. Se necesitan esfuerzos, tanto a


nivel nacional como a nivel internacional, y éstos deben coordinarse en el control y la
detección de las actividades ilegales de extracción, deben participar diversos sectores,
desde el gobierno hasta la sociedad civil ambiental.

El CITES es el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora


Salvaje Amenazadas (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild
Fauna and Flora).

Se trata de un acuerdo internacional entre gobiernos, redactado como el


resultado de la resolución adoptada en 1973 en una reunión de los miembros de la
"Unión Mundial para la Defensa del Medio ambiente" (World Conservation Union)
(IUCN).

Su propósito es asegurar que el comercio internacional de especímenes de fauna y


flora silvestre no amenace su supervivencia en su medio natural.

Los acuerdos de éste Tratado Internacional Ambiental incluyen varios grados de


protección, y cubren a más de 30.000 especies de flora y fauna acuáticas y/o
terrestres.

La biodiversidad es la variedad de vida, la sumatoria de microorganismos, de flora y

Página | 76
fauna, abarca las variaciones y características genéticas específicas dentro de las
especies, así como la interacción de estas especies con los ecosistemas, Y en la
actualidad se ha establecido una subdivisión según el nivel de aprovechamiento de los
recursos para la vida humana.

Se llama biodiversidad silvestre a la naturaleza que no ha sido domesticada por el


hombre y tutelada como bien jurídico (flora silvestre y fauna silvestre)

Gráfico 6: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: Elaboración propia

En ese sentido, el Gráfico 6, indica que el bien jurídico tutelado en la extracción ilegal
de especies acuáticas es la “biodiversidad”, según el Art. 308°-B del Código
Penal peruano.

El surgimiento de nuevas demandas económicas que exigen medidas jurídicas de


regulación es traducido, en el campo del derecho, por medio de la “creación” de
nuevos “bienes jurídicos” como la biodiversidad acuática.

Esto es lo que sucede con el conocimiento tradicional asociado a la


biodiversidad que, en virtud de su reciente valorización económica, ingresa en el
mundo jurídico bajo el término de “bien jurídico”, y la “creación” de nuevos bienes
jurídicos exige la constitución de “nuevos sujetos de derecho”.

La protección de la biodiversidad acuática, es difícil por varias razones:

- La mayoría de la superficie de los océanos está fuera de la jurisdicción de cualquier


país.

- Mucha gente tiene la idea incorrecta de que los mares son una fuente inagotable
de recursos y pueden absorber cantidades casi infinitas de contaminantes y
desechos.

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- La huella ecológica humana se expande tan rápido que es difícil hacer un
seguimiento de sus impactos.

- Gran parte de los daños hechos a los océanos y a otros cuerpos de agua (lagos,
lagunas, etc.) no es visible para la mayoría de la gente.

Por lo tanto, es un recurso con acceso libre, sujeto a la sobreexplotación debido a la


llamada “tragedia de los comunes”47.

La conducta típica consiste en las actividades ilegales y corruptas de extracción, en el


empleo o uso de métodos prohibidos para la caza o pesca, haciendo uso de
explosivos, medios químicos u otros métodos prohibidos o declarados ilícitos
constituyen todo un acto ilegal.

Por lo tanto el objeto de la prohibición recae directamente sobre el sistema


empleado en la caza o pesca o sobre los utensilios específicamente utilizados.

La pena privativa de libertad será no menor de tres años ni mayor de cinco años.

DEPREDACIÓN DE FLORA Y FAUNA SILVESTRE PROTEGIDA (ART. 308-C° DEL


C.P.P.)

Descripción Típica:

Art. 308°-C: El que caza, captura, colecta, extrae o posee productos, raíces o
especímenes de especies de flora y/o fauna silvestre protegidas por la legislación
nacional, sin contar con la concesión, permiso, licencia o autorización u otra
modalidad de aprovechamiento o extracción, otorgada por la autoridad competente, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años y con
cincuenta a cuatrocientos días-multa

La protección jurídica de la depredación de la flora y fauna silvestre protegidas por el


Art. 308-C° del código penal peruano y por la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley
N° 27308) y su Reglamento D.S. 014 2001 AG, tienen por objeto la conservación de los
recursos forestales (flora silvestre) y de fauna silvestre del país, en la caza,
captura, colecta, extracción de productos, raíces o especímenes de especies de
flora y fauna.

47
Se entiende por “tragedia de los comunes” un supuesto problema que se popularizo a partir de un
dilema descrito por Garret Hardin en 1968 y publicado en la revista Science. El dilema en cuestión
describe una situación en la cual varios individuos, motivados solo por el “interés personal” y actuando
independiente pero racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido limitado – “el común” - aun
cuando claramente es el caso que no es en el interés de ellos -ya sea como individuos o en conjunto-
que tal destrucción suceda.

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En el caso de depredación de especies de flora y fauna, el Art. 149° de la Ley N° 28611
(Ley General del Ambiente), se exige que al momento de hacerse denuncia
penal esta deba ser acompañada por la opinión fundamentada de las entidades
sectoriales respecto de si existe o no infracción a la legislación ambiental, sin
embargo, es preciso advertir, al amparo del principio de fragmentariedad del
derecho penal, que no toda infracción administrativa supone la comisión de un ilícito
penal, en consecuencia, no se exige que la conducta del procesado contenga o no una
infracción administrativa a la legislación ambiental, sino que más bien, requiere que el
titular de la acción penal o los responsables de las entidades sectoriales
correspondientes (Ministerio de Agricultura, Ministerio del Ambiente, SERNANP,
etc.) establezcan cuáles son los productos, raíces o especímenes de especies de flora
y/o fauna silvestre protegidas por la legislación nacional, o si las especies para las
que se pretende atención se encuentra “legalmente protegidas”, en tal sentido, se
requerirá que el informe sectorial en mención nos indique:

- Si la especie de flora y/o fauna silvestre se encuentra legalmente protegida por una
norma especial.

- Si la norma de protección requerida se aplica para el espacio geográfico en el que se


ha realizado dicha extracción.

Los bienes protegidos por la legislación nacional por el Art. 308°-C son los
especímenes de flora y/o fauna silvestre, cuando no cuentan con la concesión,
permiso, licencia o autorización u otra modalidad de aprovechamiento o
extracción, otorgada por la autoridad competente. Una de las formas más
habituales de protección de la flora y fauna son las Áreas Naturales Protegidas por el
Estado.

A estas áreas protegidas se considera la zona de amortiguamiento alrededor del


territorio para protegerlo, en la catalogación de especies de flora y fauna ocurre algo
similar una legislación nacional para protegerlo. Además, es una forma de dar "valor" a
esa especie.

Las especies protegidas son especies amenazadas. Las amenazas pueden ser de
diversa naturaleza: por una excesiva recolección o caza, porque su hábitat desaparece
o se fragmenta, porque se ven amenazados por plagas, por competencia con
otras especies introducidas, porque el que caza, captura, colecta, extrae o posee
productos, raíces o especímenes de especies de flora y/o fauna silvestre protegidas
por la legislación nacional, no cuentan con la concesión, permiso, licencia o
autorización u otra modalidad de aprovechamiento o extracción, otorgada por la
autoridad competente.

Para este caso, el agente será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de cinco años y con cincuenta a cuatrocientos días-multa.

Además, el grado de amenaza puede ser distinto. Algunas especies tendrán


amenazas más fuertes o sus poblaciones se reducirán más rápidamente. Incluso pueden
darse casos en que la especie se conserva porque sí, aunque su amenaza no sea
excesiva, son especies plus de los ecosistemas.

El Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE) es el


conjunto de las áreas naturales protegidas bajo administración directa del gobierno
central, orgánicamente, el sistema se encuentra bajo la jurisdicción del Servicio
Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), entidad bajo
jurisdicción del Ministerio del Ambiente.

Página | 79
El marco legal que rige las Áreas Naturales Protegidas tiene cuatro pilares:

- Primer pilar: la más importante la Constitución Política de 1993, que reconoce


la necesidad de la conservación de la diversidad biológica y de las áreas naturales
protegidas y la obligación del Estado de garantizarlo.

- Segundo pilar: La Ley de Áreas Naturales Protegidas (Ley N° 26834), aprobada


en 1997, para la gestión y conservación de las áreas naturales protegidas del país.
En esta norma se define el concepto de área natural protegida, se diseña el
SINANPE, se especifican los instrumentos de manejo y utilización sostenible y se
describen los diferentes mecanismos de participación y de planificación.

- Tercer pilar: El Plan Director (1999), da el marco conceptual, define las políticas y
la planificación estratégica para la gestión del SINANPE.

- Cuarto pilar: el Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas en el 2001, que


detalla y precisa las normas contenidas en la Ley de Áreas Naturales Protegidas.

Así mismo, para septiembre de 2009, el SINANPE está integrada por 64 áreas
naturales protegidas (19'179,035.09 ha, un 14.92% del territorio nacional).

Las áreas protegidas del Perú pueden clasificarse:

A. De acuerdo a su administración en tres grupos:

• Las ANP que pertenecen al sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por
el Estado, administradas por el Gobierno Nacional.

• Las áreas de conservación regionales (ACR), administradas por los Gobiernos


Regionales.

• Las áreas de conservación privadas (ACP), administradas por personas


particulares o empresas privadas en coordinación con el gobierno.

B. Según su condición legal, finalidad y usos permitidos:

• Áreas de uso indirecto: son aquellas de protección intangible, en las que no


se permite la extracción de recursos naturales y ningún tipo de modificación del
ambiente natural. Estas áreas sólo permiten la investigación científica no
manipulativa y actividades turísticas, recreativas, educativas y culturales bajo
condiciones debidamente reguladas.

Son áreas de uso indirecto:

- Parques Nacionales (PN): creados en áreas que constituyen muestras


representativas de las grandes unidades ecológicas del país. En ellos se
protege la integridad ecológica de uno o más ecosistemas, las asociaciones
de flora y fauna silvestre, los procesos sucesionales y evolutivos, así como
características paisajísticas y culturales.

- Santuarios Nacionales (SN): áreas donde se protege el hábitat de una


especie o una comunidad de flora y fauna, así como formaciones naturales de
interés científico y paisajístico y de importancia nacional.

- Santuarios Históricos (SH): áreas donde se desarrollaron hechos


sobresalientes de la historia nacional.

Página | 80
• Áreas de uso directo: son aquellas que permiten el aprovechamiento de
recursos naturales, prioritariamente por las poblaciones locales, bajo los
lineamientos de un Plan de Manejo aprobado y supervisado por la autoridad
nacional competente. Son áreas de uso directo:

- Bosques de Protección (BP): áreas que se establecen para proteger las


cuencas altas o colectoras, las riberas de los ríos y de otros cursos de agua y,
en general, para proteger contra la erosión a las tierras frágiles que así lo
requieran.

- Cotos de Caza (CC): son áreas destinadas al aprovechamiento de la


fauna silvestre a través de la práctica regulada de la caza deportiva.

- Refugios de Vida Silvestre (RVS): áreas que requieren intervención


activa para garantizar el mantenimiento y recuperación de hábitats y
poblaciones de determinadas especies.

- Reservas Nacionales (RN): áreas destinadas a la conservación de la


diversidad biológica y la utilización sostenible, incluso comercial, de los
recursos de flora y fauna silvestre bajo planes de manejo.

- Reservas Paisajísticas (RP): áreas donde se protege ambientes cuya


integridad geográfica muestra una relación armoniosa entre el hombre y la
naturaleza, albergando por ello importantes valores naturales, culturales y
estéticos.

- Reservas Comunales (RC): áreas destinadas a la conservación de la


flora y fauna silvestre en beneficio de las poblaciones rurales vecinas las
cuales, por realizar un uso tradicional comprobado, tienen preferencia en
el uso de los recursos del área.

- Zonas Reservadas (ZR): además de las categorías mencionadas, se


establecen de forma transitoria en aquellas áreas que, reuniendo las
condiciones para ser consideradas como áreas naturales protegidas,
requieren la realización de estudios complementarios para determinar, entre
otras cosas, su extensión y categoría.

El Gráfico 7, menciona a la “biodiversidad” como el bien jurídico protegido por la


legislación nacional, toda vez que la diversidad biológica son bienes jurídicos
ambientales protegidos fundamentales para la vida.

Dichos recursos son inalienables, imprescriptibles, inembargables, sin perjuicio de los


tratados. El libro rojo 48 de las plantas endémicas que debe contar con carácter de
urgencia la Región Junín, va a ser una herramienta fundamental para determinar las
medidas necesarias para la conservación de la flora y fauna.

El término "vida silvestre”49, en realidad, es una frase que se origina por


traducción literal de la palabra inglesa "wildlife"; la unión de dos términos: la
vida y lo que es silvestre.

En la actualidad, el concepto inicial de "vida silvestre" se ha ido ampliando para incluir

48
BirdLife International (1992) Aves Amenazadas de las Américas. (Libro rojo de la IUCN-World
Conservation Union) Cambridge, UK: BirdLife International

49
En español, el término silvestre está más asociado a plantas que a animales: plantas y flores
silvestres, por ejemplo). La frase que, en español, más se aproxima a la idea de la palabra inglesa
wildlife es la de “fauna salvaje”.

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no solamente la fauna sino también a la flora y ecosistemas (incluso paisajes).

Gráfico Nº 7: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: Elaboración propia

- Flora silvestre, es el conjunto de plantas que abarcan distintos territorios o


ambientes (hábitats) que se desarrollan de manera natural sin intervención del
hombre.

- Fauna silvestre, es el conjunto de animales que no han recibido la


domesticación o cría por los hombres o que posteriormente han adquirido la
condición silvestre en escapes accidentales o por razón de programas de
repoblación de fauna.

Cuando el bien jurídico penalmente protegido “biodiversidad” se encuentra


expuesta a una excesiva recolección o caza, ocasiona la fragmentación de su hábitat,
más aún cuando estos especímenes de especies de flora y/o fauna silvestre
protegidas por la legislación nacional, no cuentan con la concesión, permiso,
licencia o autorización u otra modalidad de aprovechamiento o extracción,
otorgada por la autoridad competente, en este caso inmediatamente debe intervenir
en una sorpresiva actuación, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(SERNANP), en coordinación con la Fiscalía de la Nación y la Policía Ecológica y
proceder a su decomiso por la dudosa procedencia de la flora y fauna silvestre
protegida.

La conservación de este bien jurídico “biodiversidad” por las normas nacionales,


favorece el desarrollo sostenible de las poblaciones locales y de la región,
mediante el manejo adecuado de los recursos naturales, el desarrollo del
ecoturismo y la investigación.

Página | 82
TRÁFICO ILEGAL DE RECURSOS GENÉTICOS (ART. 308°-D DEL C.P.P.)

Descripción Típica:

Art. 308°-D: El que adquiere, vende, transporta, almacena, importa exporta o


reexporta en forma no autorizada, recursos genéticos de especies de flora y/o fauna
silvestre protegidas por la legislación nacional, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años y con ciento ochenta a
cuatrocientos días-multa.

La misma pena será aplicable para el que a sabiendas financia, de modo que sin su
cooperación no se hubiera podido cometer las actividades señaladas en el primer
párrafo, y asimismo al que las dirige u organiza.

Para analizar este tema nuevo en el ámbito jurídico debemos conocer las
definiciones siguientes:

- Recursos Genéticos: es todo material de naturaleza biológica que


contenga información genética de valor real o potencial y de utilidad real
potencial.

- Material Genético: Según el Convenio sobre Diversidad Biológica: "Es todo


material de origen vegetal, animal, microbiano o de otro tipo, que contenga
unidades funcionales de la herencia", y son los estados tienen la facultad de
regular el acceso a los recursos genéticos y está sometida a la legislación
nacional.50

La norma nacional tutela los recursos genéticos conservados en condiciones ex situ e


in situ, de sus productos derivados o, de sus componentes intangibles, con fines de
investigación, prospección biológica, conservación, aplicación industrial o
aprovechamiento comercial, entre otros.

El Estado peruano mediante Ley N° 29263 modifica el Art. 308°-D del Código Penal
peruano, donde protege la conservación de los recursos genéticos de las especies de
flora y/o fauna silvestre, evitando su extinción y vulnerabilidad, los cuales son
considerados como bien jurídico penalmente protegido, así mismo al agente que a
sabiendas financia, dirige u organiza el tráfico ilegal, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años y con ciento ochenta a
cuatrocientos días-multa.

Esta circunstancia, obliga al Estado peruano generar instituciones académicas de

50
Convenio sobre la Diversidad Biológica. Junio de 1992. Artículo 15. Acceso a los recursos genéticos.

Página | 83
bancos de semillas, de propagación “in vitro” o micro propagación, que permitirá
la clonación o multiplicación de plantas a partir de fragmentos muy pequeños del
material original, de esta manera dar impulso a la biología molecular que
permitirán realizar un seguimiento a nivel genético de las distintas poblaciones
conservadas y garantizar así su conservación de la flora silvestre

La diversidad genética es la base de la capacidad de los organismos para adaptarse a


los cambios en su medio ambiente a través de la selección natural.

Las poblaciones de flora y fauna silvestre con poca variación genética son más
vulnerables a la aparición de nuevas plagas o enfermedades, contaminación, cambios
climáticos y destrucción del hábitat debido a actividades humanas o a otros
acontecimientos catastróficos.

La incapacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes aumenta mucho el riesgo


de extinción. La ordenación de la conservación genética orientada a salvar la diversidad
genética adaptable debe basarse en el conocimiento de la base genética de adaptación.

El Gráfico 8, considera como bienes jurídicos tutelados los recursos genéticos de flora
silvestre y los recursos genéticos de fauna silvestre (Art. 308°-D tráfico ilícito de
recursos genéticos).

Gráfico Nº 8: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: Elaboración propia

Conservar la diversidad genética de las especies silvestres tanto de flora y fauna,


es una forma de mantener un reservorio de respuesta al ecosistema, que permita la
adaptación y la supervivencia de las especies del sistema ecológico.

Así entonces, la diversidad genética de las poblaciones naturales sensibles que poseen

Página | 84
un alto grado de diversidad genética de flora y fauna garantiza la condición
silvestre de maduración y crea un reservorio genético con gran diversidad para
el país y genera los mecanismos de acceso a los recursos genéticos y al
conocimiento tradicional deben asegurar la conservación y el uso sostenible de la
diversidad biológica”51

Sin embargo, el tráfico ilegal de estos recursos genéticos atentan contra la


estabilidad del ecosistema global, por eso el Código Penal Peruano en el Título XIII
Art. 308°-D, establece los "Delitos sobre el tráfico ilegal de recursos genéticos",
determina que "el que adquiere, vende, transporta, almacena, importa, exporta
o reexporta en forma no autorizada, recursos genéticos de especies de flora y/o
fauna silvestre protegidas por la legislación nacional será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años y con ciento ochenta a
cuatrocientos días-multa”.

Para que el delito se tipifique como delito penal, debe hacer referencia al uso o
aprovechamiento ilícito (dentro de esto el comercio o el tráfico ilegal) de recursos
genéticos de flora y fauna silvestre que hayan sido categorizadas o declaradas como
amenazadas o en vía de extinción por la legislación nacional. El agente puede ser
cualquier persona, pero también se puede presumir al servidor público quien a
sabiendas financia, o coopera para el tráfico ilegal de los recursos genéticos,
vulnerando así la legislación nacional.

El Perú es el sexto país megadiverso del planeta y posee una gran


biodiversidad que contiene recursos genéticos que son utilizados como materia
prima en los procedimientos de investigación y desarrollo de una multiplicidad de
campos e industrias como la agricultura, farmacéutica, biotecnología, entre otros.

En 1996 se aprobó la Decisión 391-Régimen Común sobre Acceso a los Recursos


Genéticos en el contexto de un fuerte debate internacional por diversos casos de
biopiratería (entendida como la apropiación de recursos y/o conocimientos tradicionales
de comunidades sin la autorización correspondiente).

Dicha decisión estableció que para acceder a los recursos es necesario celebrar un
contrato de acceso entre el interesado (usuario) y el Estado. Sin embargo, la falta de
reglamentación interna ha impedido una aplicación efectiva.

CONCORDANCIAS AL ART. 308°:

Const.: art. 66 a 69;


C.M.A.: art. 125 y 126;
Ley N° 26689 art. 2;

COMENTARIO52

1. Generalidades

A nuestro entender, se ha mejorado la sistemática, pues los delitos contra el bien


jurídico “medio ambiente” son, por lo general, delitos de peligro, dado que la especial
naturaleza del bien jurídico, su fragilidad y trascendencia, no permiten esperar para su
protección a que resulte lesionado, mientras que los delitos contra la flora y la fauna
son, por lo general, delitos de lesión (aunque también se ponga en peligro la
conservación de especies) no contra el medio ambiente, en cuanto tal, sino contra
algunos de los seres vivos que en él tienen su hábitat.

51
Declaración del Cusco, del grupo de países megadiversos afines, sobre acceso a recursos genéticos,
conocimiento tradicional y derechos de propiedad intelectual cusco, 29 de noviembre de 2002
52
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú

Página | 85
En consecuencia, el bien jurídico protegido por este delito no es el medio ambiente en
su sentido propio de “equilibrio de los sistemas naturales”, sino la flora y la fauna,
desde la perspectiva de la conservación de las especies, o en definitiva lo que se ha
denominado “biodiversidad”.

Señala CASQUERO SUBIAS que “aquello que hasta hace poco constituía una inquietud
para la comunidad científica o grupos minoritarios se ha convertido hoy día en un reto
acuciante para la acción del hombre. La explotación económica incontrolada, el trance de
extinción y desaparición en que se encuentran determinadas especies, el desarrollo del
comercio ilegal de animales y plantas, casi tan lucrativo (sobre todo el primero) y menos
peligroso que el de drogas o de armas, así como la progresiva degradación de hábitats y
entornos naturales, son causa del agotamiento de estos recursos naturales, lo que obliga
a admitir, sin discusión, que la política para su conservación debe de ser uno de los ejes
rectores y uno de los principales cometidos de los poderes públicos".

Las especies animales protegidas no son “géneros prohibidos” en sentido estricto, puesto
que no lo considera así el Convenio de Washington, sino que se trata de animales que
requieren la previa concesión y presentación de un permiso de exportación y de
importación que únicamente se concede una vez satisfechos una serie de requisitos muy
estrictos. El Convenio admite el comercio de especímenes, pero sometido
necesariamente a unos rigurosos y formales requisitos muy estrictos.

En el Convenio de Washington, en el artículo VIII, se indica solamente en este sentido


que: “Las partes adoptarán las medidas apropiadas para velar por el cumplimiento de sus
disposiciones y para prohibir el comercio de especímenes en violación de las mismas.
Estas medidas incluirán: a) sancionar el comercio, o la posesión de tales especímenes, o
ambos, y b) prever la confiscación o devolución al Estado de exportación de dichos
especímenes”.

Traficar con los animales ha pasado a constituir un negocio de grandes proporciones


económicas, que en su mayor parte es clandestino, y se ha convertido en un negocio tan
poderoso como el de las drogas, aunque con menos riesgo.

En todo caso, constituye la tercera clase de contrabando más rentable, después de las
drogas y de las armas.

Los países del Tercer Mundo, sucesivo punto de referencia de las especies protegidas
más afectadas por este tipo de contrabando, ganan muy poco con el expolio de su
fauna.

En América del Sur, por ejemplo, se paga al cazador local 80 $USA por una piel de
cocodrilo que se vende a un intermediario por un precio que oscila entre 400 y 800
dólares, y por último, en los mercados europeos se fabrican unas diez carteras de piel
de cocodrilo, cada una de las cuales se vende a 2,000 dólares.

Por otra parte, la demanda de especies exóticas supuso en 1990 la compraventa de más
de 40,000 simios y primates en el mundo, la mayoría de los cuales tuvieron que ser
previamente arrebatados de sus entornos tropicales, con un balance dramático, ya que
por cada mono "situado" en Europa o en América por los traficantes, al menos siete
congéneres más han tenido que morir en el transcurso de la captura , el transporte, a
causa del estrés; la mala alimentación o, simplemente, la pena o melancolía, etc.

La moda excéntrica y en auge de tener animales exóticos a "domicilio", para "mimados",


y, por otro lado, el mercado de las muy diversas pieles "nobles" de los distintos
animales salvajes, o el tráfico del marfil de los elefantes o el cuerno de rinocerontes,
hace, efectivamente, que miles de animales se sacrifiquen por estas causas todos los

Página | 86
años.

Así, por ejemplo, en África existían 1,3 millones de elefantes en el año 1970, y en la
actualidad sólo quedan 600,000 ejemplares escasos, habiendo incluso desaparecido al
menos de ocho países del continente donde antes existían; lo mismo podríamos decir
con los pájaros exóticos como los loros, o los rinocerontes, etc. En relación con estos
últimos animales, de los más de 65,000 rinocerontes negros y varios miles de
rinocerontes blancos que existían hace veinte años en África, actualmente sólo quedan
en este continente aproximadamente 1,800 de la especie negra y 31 de la especie
blanca, siendo la población mundial total de rinocerontes no superior a 6,000
ejemplares (entre África y Asia). Muchos rinocerontes se han exterminado como
consecuencia del codiciado tráfico de sus apreciados cuernos (unicornios).

Lo mismo podemos indicar de los tigres, ya que actualmente sólo quedan a nivel
mundial 7,000 ejemplares. En la India, donde vive el 60 por 100 de la población
mundial de tigres, debido a la caza furtiva y a la escasez de hábitats, se están
diezmando estos majestuosos mamíferos a un ritmo que no se creía posible hace unos
años.

En relación con los chimpancés, según las últimas estimaciones, sólo existen unos
doscientos mil ejemplares repartidos entre veintiún países africanos. Estos animales
están amenazados tanto por la caza furtiva como por la destrucción de las selvas
tropicales. Para conseguir un "bebé", los furtivos matan a la madre, venden su carne
en los mercados locales y obtienen de los traficantes extranjeros unas ocho mil pesetas
por la cría. Una vez en Estados Unidos o Europa, su precio puede ser de unos tres
millones de pesetas, estimándose que a este ritmo dentro de unos cincuenta años no
habrá un solo ejemplar de chimpancé, que comparten con los humanos el 90 por 100
de su patrimonio genético y que son por ello utilizados como últimos cobayos, sobre
todo en experimentos relacionados con la obtención de una vacuna contra el S.I.D.A.

En la reunión bianual de la conferencia C.I.T.E.S. Convention on Internatiónal Trade of


Endangered Species celebrada en Ginebra (marzo de 1994) se puso en evidencia
notoria que China, Corea del Sur y Taiwán son consumidores de productos de tigre y
de rinoceronte. En China, por ejemplo, se elaboran medicamentos obtenidos de sus
propios tigres. Por otra parte, la apertura de la frontera entre Rusia y China ha
supuesto también el tráfico de los escasos tigres siberianos (de los que quedan
solamente 200 ejemplares) y que los traficantes chinos pagan a precio de oro. Esta
reunión de la CJ. T.E.S. terminaría sin la recomendación que pedían organizadores
conservacionistas: sanciones comerciales a los principales países consumidores de
productos del tigre y del rinoceronte (China, Corea del Sur y Taiwán), sanciones que,
por ejemplo, Estados Unidos ya está dispuesto a llevar a cabo.

El saqueo a nivel mundial no sólo afecta al halcón peregrino; también a otras rapaces.
Así, por ejemplo, y según datos de la Oficina C.I.T.E.S.(reguladora del comercio
internacional de especies protegidas), Japón importó más de 700 azores vivos
procedentes de China, y Alemania 5,847 rapaces muertas procedentes también de este
país asiático.

El tráfico internacional de la fauna y flora silvestres es, por tanto, el causante de la


disminución masiva de numerosas especies animales y vegetales. 53

Los principales países desde los que se produce actualmente la importación son
Bélgica, Holanda y Argentina, que en muchos casos actúan, a su vez, como
distribuidores a otros países.

53
FITTER: la flora y fauna, vitales para el hombre, en la revista El Correo, febrero de 1988.

Página | 87
La protección penal de las especies amenazadas es importante, pero será sobre todo la
concesión de ayudas económicas y subvenciones dé los países ricos a favor de los
países africanos y asiáticos para que de esta manera se pueda proteger no sólo a las
especies mismas, sino también a sus correspondientes e imprescindibles hábitats.

El importante Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de


Fauna y Flora Silvestres (C.I.T.E.S.), hecho en Washington el 3 de Marzo de 1973.
Convention on International Trade oí Endangered Species: C.I.T.E.S. ha tenido como
noble finalidad precisamente la protección de la fauna y de la flora silvestres que
tienen un valor estético, científico, cultural, recreativo y económico - que constituyen
elementos irremplazables de los sistemas naturales de la tierra, siendo consciente que
la cooperación internacional en este ámbito es esencial para la protección contra su
explotación excesiva mediante el comercio internacional y por tanto, paliar en lo
posible la desaparición de las especies aludidas y lograr la supervivencia de las
mismas.

También es preciso tener en cuenta en este sentido los Convenios de Bonn de 23 de


junio de 1979, sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales
Salvajes54, y el de Berna de 19 de septiembre de 1979, sobre la Conservación de la
Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa55.

En el primero de ellos, es decir, el de Bonn, trata de conservar y cuando sea posible y


apropiado, restaurar los hábitats que sean importantes para preservar dichas especies
del peligro de extinción, así como prevenir, eliminar, compensar o minimizar en forma
apropiada los efectos negativos de actividades o de obstáculos que dificultan
seriamente o impiden la migración de las especies, etc.

Según este convenio, las partes que sean Estados del área de distribución de una
especie migratoria que figure en el Apéndice 1 prohibirán sacar de su ambiente natural
animales de esa especie, estableciéndose como excepciones la captura con finalidad
científica; cuando la captura esté destinada a mejorar la propagación o la
supervivencia de la especie en cuestión, cuando la captura se efectúe para satisfacer
las necesidades de quienes utilizan dicha especie en el cuadro de una economía de
subsistencia y cuando circunstancias excepcionales la hagan indispensable.

El Convenio de Berna tiene como finalidad garantizar la conservación de la flora y de la


fauna silvestre y de sus hábitats naturales, y para ello se prohíbe cualquier forma de
captura intencionada, de posesión y de muertes intencionadas, así como el deterioro o
la destrucción intencionados de los lugares de reproducción o de las zonas de reposo,
la destrucción o recolección intencionadas de huevos, donde se encuentre en la
naturaleza, o su posesión, aunque estén vacíos.

A nivel de la Unión Europea es preciso además citar el Reglamento 3626/1982, de 3 de


diciembre, de aplicación a la Comunidad Europea del Convenio de Washington, con sus
variadas modificaciones sucesivas56.

En el Convenio de Washington se incluye a la fauna en tres Apéndices (I, II y II) 57

54
Convención de Bonn sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres, hecha en Bonn
el 23 de junio de 1979.
55
Convenio de Berna relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa, hecha en
Berna el 19 de septiembre de 1979
56
Reglamento C.E.E. número 3626/1982, relativo a la aplicación en la Comunidad del Convenio sobre él
comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (D.O.L. 348; 31 de diciembre de
1982; p. I). Se llama la atención que este Reglamento ha sufrido modificaciones sucesivas. Así, por ejemplo, en
virtud del Reglamento 2295/1986, de 21 de julio.
57
Estos tres Apéndices han sido sucesivamente modificados y enmendados y son también sucesivamente
sustituidos como consecuencia de las conferencias de las partes de esta Convención que se reúne
periódicamente.

Página | 88
distintos, o apéndices de tutela, a los efectos de su debida y más eficaz protección en
orden a su exportación o importación respectiva, exigiendo una serie de requisitos que
varían según que el concreto espécimen de que se trate esté comprendido en cada uno
de los respectivos apéndices.

Así, en el Apéndice I se incluyen todas las especies en peligro de extinción que son o
pueden ser afectadas por el comercio. El comercio de estas especies deberá estar
sujeto a una reglamentación particularmente estricta a fin de no poner en peligro aún
mayor la supervivencia, y se autorizará solamente bajo circunstancias excepcionales.
(En este Apéndice se incluyen, por ejemplo, los monos antropoides, los pandas
gigantes, los guepardos, los leopardos, los elefantes asiáticos, los rinocerontes, etc.)

En el Apéndice II se incluirá: a) todas las especies que, si bien en la actualidad no se


encuentran necesariamente en peligro de extinción, podrán llegar a esta situación a
menos que el comercio en especímenes de dichas especies esté sujeto a una
reglamentación estricta a fin de evitar una utilización incompatible con su
supervivencia, y b) aquellas otras especies no afectadas por el comercio, que también
deberán sujetarse a reglamentación con el fin de permitir un eficaz control del
comercio en las especies a que se refiere el subpárrafo a) del presente párrafo. (Se
incluyen en este Apéndice, por ejemplo, los delfines, las nutrias, el cocodrilo, las
marsopas, etc.).

Finalmente, en el Apéndice III, se incluyen todas las especies que cualquiera de las
partes manifieste que se hallan sometidas a reglamentación dentro de su jurisdicción
con el objeto de prevenir o restringir su explotación, y que necesitan la cooperación de
otras partes en el control de su comercio.

El Convenio establece no la prohibición en sí, sino, por el contrario, una serie de


requisitos muy estrictos en cada uno de los casos y según se trate de especímenes
comprendidos en uno u otro apéndice.

Voy a realizar un breve resumen de estos requisitos. Si se trata de un espécimen


incluido en el Apéndice 1, se requerirá la previa concesión y presentación de un
permiso de exportación, el cual únicamente se concederá una vez satisfechos los
siguientes requisitos (art. III):

a) Requisito de supervivencia
Que la autoridad científica del Estado de exportación haya manifestado que esa
exportación no perjudicará la supervivencia de dicha especie.

b) Requisito de la no vulneración de la legislación interna del Estado de


exportación
Que una autoridad administrativa del Estado de exportación haya verificado que el
espécimen no fue objeto de contravención de la legislación vigente en dicho Estado
sobre protección de su fauna y flora.

c) Requisito de la integridad física en relación con el transporte


Que una autoridad administrativa del Estado de exportación haya verificado que
todo espécimen vivo será acondicionado y transportado de manera que se reduzca
al mínimo el riesgo de heridas, deterioro en su salud o maltrato.

d) Requisito del previo permiso de importación


Que una autoridad administrativa del Estado de exportación haya verificado que un
permiso de importación para el espécimen haya sido concedido.

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El permiso de importación únicamente se concederá una vez satisfechos los siguientes
requisitos: a) que una autoridad científica del Estado de importación haya manifestado
que los fines de importación no serán en perjuicio de la supervivencia de la especie; b)
que la autoridad científica del Estado de importación haya verificado que" quien
propone recibir un espécimen vivo lo podrá albergar y cuidar adecuadamente, y c) que
la autoridad administrativa del Estado de importación haya verificado que el especímen
no será utilizado para fines primordialmente comerciales.

Si se trata de un espécimen incluido en el Apéndice II los requisitos son iguales, a


excepción del previo permiso de importación, que no se exige expresamente (art. IV).

Si se trata de un espécimen incluido en el Apéndice III, los requisitos son también los
mismos a excepción del requisito de la integridad física en relación con el transporte y
del previo permiso de importación, ya que los requisitos para estos supuestos no se
exigen expresamente (art. V).

Tanto el Estado de exportación como el de importación deben, una vez comprobada la


clase de espécimen, otorgar, en su caso y si así procede, la correspondiente
documentación - documentación C.I.T.E.S. - para que la correspondiente especie
protegida pueda ser exportada e importada. En el caso de que si hay controversias
entre ambos Estados o interpretaciones dispares, a tenor de lo preceptuado en el
artículo XVIII del propio Convenio, deberán resolverse mediante la negociación entre
las partes.58

Establece el Convenio de Washington un régimen de "exenciones".

La "exención" más importante es la que hace referencia a cuándo un especímen ha


sido "criado en cautividad".

El concepto de la "crianza en cautividad" tiene por sus consecuencias una gran


importancia a estos efectos, porque entiende, con acierto, el Convenio de Washington
que un animal, aunque se trate de una especie amenazada, por el hecho de criarse en
cautividad, obviamente, tiene así una cierta garantía y protección, puesto que ha
obligado a la persona humana, es decir, al hombre, a emplear medios técnicos muy
costosos para recobrar y conseguir a ese animal, y porque se entiende que ese animal
se seguirá perpetuando y no extinguiéndose, ya que el conseguirlo ha originado una
enorme cantidad de tiempo y cuantiosos gastos económicos de toda índole.

La "crianza en cautividad" de los animales se efectúa si la especie en cuestión se halla


amenazada en su hábitat original y existe un programa de cría en cautividad viable
desde todos los puntos. También puede existir "crianza en cautividad" sin que la
especie esté amenazada.

Muchos laboratorios de investigación, zoos, etc., siguen comprando, por ejemplo,


jóvenes chimpancés que son considerados fraudulentamente, con posterioridad, como
"crianza en cautividad".

Presenta muchas dificultades, en verdad, el calificar jurídicamente a un animal cómo


"crianza en cautividad", y pueden existir al respecto fraudes.

58
Así, por ejemplo, el caso entre Holanda-España en 1993, en relación con un rinoceronte criado en Cautividad
en Holanda y exportado a España para su exhibición en un circo. Holanda emitió, en principio, su
documentación C.I.T.E.S. para exportar al citado animal, pero posteriormente indicó que si hubiese conocido
que su destino era para un circo no hubiera emitido la documentación C.I.T.E.S. (la última decisión de Holanda
es equivocada, porque, según el Convenio de Washington, si el animal ha sido criado en cautividad y se exhibe
en un parque zoológico o circo, puede ser exportado) Por su parte, España expidió la correspondiente
documentación C.I.T.E.S. a considerar, con acierto, que se trataba de un espécimen criado en cautividad y con
destino a un circo.

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En este sentido, el Laboratorio de Inmunohematología de la Universidad Católica del
Sagrado Corazón, en Roma, ha propuesto la técnica del D.N.A., que permite establecer
el perfil genético de cada individuo y confirmar o desmentir, en su caso, los lazos de
parentesco en el seno de un grupo de animales criados en cautividad (bastaría para
ello solamente con algunos pelos del animal para realizar un análisis del material
hereditario).

En el artículo VII, número 5, del Convenio se preceptúa que cuando una autoridad
administrativa del Estado de exportación haya verificado que cualquier especímen de
una especie animal ha sido criado en cautividad o que cualquier espécimen de una
especie vegetal ha sido reproducida artificialmente, o que sea una parte de ese animal
o planta o que se ha derivado de uno u otra, un certificado de esa autoridad
administrativa a ese efecto será aceptado en sustitución de los permisos exigidos en
virtud de las disposiciones de los artículos III, IV o V.

Asimismo, se indica en este mismo artículo VII, punto 7, que una autoridad
administrativa de cualquier Estado podrá dispensar con los requisitos de los artículos
III, IV y V y permitir el movimiento, sin permisos o certificados, de especímenes que
formen parte de un parque zoológico, circo 59, colección zoológica o botánica ambulante
u otras exhibiciones ambulantes, siempre que:

a) El exportador o importador registre todos los detalles sobre estos especímenes con
la autoridad administrativa.

b) Los especímenes están comprendidos en el número 2 o 5 del presente artículo.

c) La autoridad administrativa haya verificado que cualquier especímen vivo será


transportado y cuidado de manera que se reduzca al mínimo el riesgo de heridas,
deterioro en su salud o maltrato.

Entiende pues, con acierto Convenio de Washington que los parques zoológicos y los
circos son precisamente una parte importante para protección de las especies en vías
de extinción.

En el artículo VIII60 se dispone que las partes adoptarán las medidas adecuadas para
velar por el cumplimiento de sus disposiciones y para prohibir el comercio de
especímenes en violación de las mismas.

Estas medidas incluirán;

a) Sancionar el comercio o la posesión de tales especímenes, o ambos.

b) Prever la confiscación o devolución al Estado de exportación de dichos


especímenes.

El Convenio internacional, lógicamente, no especifica el tipo de sanción a imponer, es


decir, si tiene que ser una sanción penal o una sanción administrativa.

59
El Convenio de Washington ha tenido en consideración, sin duda, a los animales que se exhiben y se
presentan en los espectáculos de circo, posiblemente porque en Estados Unidos tradicionalmente actúa el muy
prestigioso, influyente y célebre circo "Ringling Bros. And Bamum & Bailey", y además, sobre-todo, porque
entiende el Convenio de Washington que los animales son en cierta manera protegidos ya en el circo.
60
En este número se establece que cuando la autoridad administrativa del Estado de exportación o de
reexportación haya verificado que un espécimen fue adquirido con anterioridad a la fecha en que entraron en
vigor las disposiciones de la presente Convención respecto a ese espécimen, las disposiciones de los artículos
III, IV y V no se aplicarán a ese espécimen sin la autoridad administrativa expide un certificado a tal efecto.

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2. Bien jurídico

El bien jurídico tutelado es la biodiversidad, la conservación de las especies, como


parte integrante de los recursos naturales sin los cuales, en muchos casos, el medio
ambiente natural sufre alteraciones irreparables.

Se busca conservar la vida de los seres vivos que tienen su hábitat en un medio
ambiente equilibrado.

Sin embargo, es necesario tener presente que el inciso 3 del art. 308 establece una
circunstancia agravante destinada a tutelar no sólo la biodiversidad sino, también, el
medio ambiente desde el momento en que castiga el uso de sustancias tóxicas para la
caza, captura, recolección o extracción de especies de flora y fauna.

3. Tipo objetivo

Sujeto activo

El sujeto activo del delito puede ser cualquiera, sin que se exija especialidad alguna.

Sujeto pasivo

El sujeto pasivo, como sucede por lo general en los delitos de este título, es la
colectividad.

Acción típica

La acción típica consiste en cazar, capturar, recolectar, extraer o comercializar especies


de flora o fauna que están legalmente protegidas. El objeto material del delito lo
constituyen las especies de flora o fauna que estén protegidas legalmente.

Para interpretar adecuadamente este tipo penal en blanco el juzgador habrá de


remitirse a las normas administrativas que establecen qué especies se encuentran bajo
un régimen especial de protección.

La acción típica puede realizarse de varias formas. Para un mejor análisis pasaremos a
definir cada una de ellas:

Por cazar ha de entenderse el buscar o seguir a los animales para cogerlos o matarlos.

Capturar debe entenderse como atrapar a un animal vivo.

Recolectar es recoger semillas o productos derivados de ellas. Este verbo está referido
a especies vegetales.

Extraer: de acuerdo al arto 48 de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (D. Ley N°


21147 del 13-05-1975) se establece: la extracción de los productos de la fauna
silvestre comprende la acción de cazar o capturar animales silvestres, así como
recolectar sus huevos o desechos.

Comercializar: ha de interpretarse en el sentido de negociar con las especies protegidas


con ánimo de lucro.

4. Tipo subjetivo

Sólo se admite la comisión dolosa. El agente ha de tener el conocimiento de que la


especie de flora o fauna que es objeto de su ilícita actividad está protegida legalmente.

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5. Consumación

El delito se consuma desde el momento en que se lleva a cabo cualquiera de las


actividades prohibidas (cazar, capturar, recolectar, extraer o comercializar) siempre y
cuando tenga como objeto especies de flora o fauna legalmente protegidas. No se admite
la tentativa.

6. Circunstancias agravantes específicas

a) El hecho se comete en periodo de producción de semillas o de reproducción o


crecimiento de las especies: la razón de esta agravación radica en la actitud del
agente que no repara en atacar los principales mecanismos de reproducción y
regeneración de las especies de flora o fauna.

b) El hecho se comete contra especies raras o en peligro de extinción: Se busca


preservar las especies de flora y fauna que ya han sufrido una depredación
indiscriminada, por lo que se encuentran en peligro de extinción.

En el caso de las especies raras, estas no requieren encontrarse al borde de la extinción


para que su caza, captura, recolección o comercialización sea castigada con mayor
severidad. Se tutela en este caso su valor científico o su singularidad.

El objeto del delito son las especies o subespecies de flora o fauna amenazadas.

Las especies amenazadas se clasifican en: a) especies en peligro de extinción, categoría


reservada para aquellas cuya supervivencia es poco probable si los factores causales de
su actual situación siguen actuando; b) especies (subespecies o poblaciones) sensibles a
la alteración de su hábitat, referida a aquellas cuyo hábitat característico está
particularmente amenazado, en grave regresión, fraccionado o muy limitado; c)
vulnerables, categoría destinada a aquellas que corren el riesgo de pasar a las categorías
anteriores en un futuro inmediato si los factores adversos que actúan sobre ellas no son
corregidos; d) intensidad especial, categoría en la que se podrán incluir las que, sin estar
contempladas en ninguna de las precedentes, sean merecedoras de una atención
particular en función de su valor científico, ecológico, cultural o por su singularidad.

- El hecho se comete mediante el uso de explosivos o sustancias tóxicas.

En este supuesto típico agravado se pretende evitar daños conexos a la depredación de


las especies de flora o fauna. En otras palabras a la protección penal de la biodiversidad
se suma el interés por preservar el medio ambiente de la contaminación.

7. Jurisprudencia Nacional

1. Al no haberse probado que los procesados sean integrantes de una organización y


autores de la caza de vicuñas en un número mayor a las que aparecen en las actas
de hallazgo de incineración, es del caso modificar la pena disminuyéndola.

Exp. N° 4407-97. Apurímac. 1ra Sala Penal Transitoria Corte Suprema de Justicia.

2. Se encuentra fehacientemente acreditada la comisión del delito y la responsabilidad


penal del procesado, quien pese a tener conocimiento de la prohibición de la venta
de almejas comercializaba dicho producto.

Exp. N°1999-98. Lima.

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6.2. FORMAS AGRAVADAS (ART. 309° DEL C.P.P.)

Descripción típica:

Art. 309°: En los casos previstos en los artículos 308º,308º-A, 308º-B, 308º-C, la pena
privativa de libertad será no menor de cuatro años ni mayor de siete años cuando el
delito se cometa bajo cualquiera de los siguientes supuestos:

1. Cuando los especímenes, productos, recursos genéticos, materia del ilícito penal
proviene de áreas naturales protegidas de nivel nacional o de zonas vedadas para la
extracción de flora y/o fauna silvestre, según corresponda.
2. Cuando los especímenes, productos o recursos genéticos, materia del ilícito
penal proviene de las reservas intangibles de comunidades nativas o
campesinas o pueblos indígenas en situación de aislamiento o de contacto
inicial, según corresponda
3. Cuando un funcionario o servidor público que omitiendo funciones autoriza, aprueba
o permite la realización de este hecho delictivo en su tipo básico, o permite la
comercialización, adquisición o trasporte de los recursos de flora y fauna ilegalmente
obtenidos.
4. Mediante el uso de armas, explosivos o u sustancias tóxicas

Para analizar el Art. 309°, es necesario considerar los casos previstos en los artículos
308º, 308°-A, 308°-B, 308°-C, del Código Penal peruano, en las siguientes
consideraciones:

a. Considera como tráfico ilegal: Comercializar, negociar, particularmente con


algo ilegal o de forma irregular, es decir el que adquiere, vende, transporta,
almacena, importa, exporta o reexporta sin un permiso o certificado válido
de la autoridad competente, especies de flora y fauna silvestre protegida (Art.
308° y 308°-B).

b. Considera como extracción ilegal: a las actividades de extracción de especies


de flora y fauna acuática que no se ajustan a las leyes nacionales del país, es decir
las actividades ilegales y corruptas que pueden abarcar desde la extracción y el
transporte hasta la industrialización y comercialización de la biodiversidad
protegida (Art. 308°-B), bajo las siguientes circunstancias:

- Sin contar con el respectivo permiso de la autoridad competente.

- Exceder el límite de captura por embarcación asignada por la autoridad


competente.

- Utiliza explosivos, medios químicos u otro medio prohibido o ilícito.

c. Considera como depredación: como una relación de explotación


irracional e indiscriminada de flora y fauna silvestre protegida por la
legislación nacional, y se produce cuando la especie humana se beneficia caza,,
captura, colecta, extrae o posee productos, raíces o especímenes de especies de
flora y/o fauna silvestre sin contar con la concesión, permiso, licencia o
autorización por la autoridad competente y en estas circunstancias la flora y
fauna silvestre se perjudica o se elimina o se extingue (Art. 308°-C).

Las formas agravadas que menciona el Art. 309° del Código penal peruano, se dan
bajo los siguientes supuestos:

1-A. Cuando los especímenes, productos, recursos genéticos, materia del ilícito
penal proviene de áreas naturales protegidas de nivel nacional:

Página | 94
El Perú cuenta con Áreas Naturales Protegidas administradas por el SINANPE
(Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado), que de acuerdo a sus
objetivos y tamaño, existen tres tipos categorías de áreas naturales:

- Zonas Intangibles, las zonas intangibles son aquellas en las que se prohíbe todo
uso directo de los recursos, es decir no se puede adquirir, vender, transportar,
almacenar, importar, exportar o reexportar, los recursos genéticos, excepto que sólo
permite realizar investigación científica y turismo controlado y tenemos a los parques
nacionales, santuarios nacionales y santuarios históricos.

- Zonas de Uso Controlado, se encuentran las reservas nacionales, reservas


comunales y cotos de caza, y son aquellas áreas en las que se aprovecha los
recursos genéticos de fauna silvestre de manera sostenida, bajo la supervisión del
Estado, es decir el que adquiere, vende, transporta, almacena, importa, exporta o
reexporta, con el permiso, licencia o autorización de la autoridad competente en
el marco de la legislación nacional vigente.

- Zonas Reservadas, son aquellas áreas que están temporalmente protegidas


mientras se define su categoría de uso más apropiada.

1-B. Zonas vedadas para la extracción de flora y/o fauna silvestre

El tipo penal señala que el sujeto activo de este delito es aquel que: extrae especies de
flora y fauna acuática (Art. 308°-B) protegida por la legislación nacional en épocas,
cantidades, tallas y zonas que están vedadas, toda vez que ocasiona la disminución
de la biomasa quebrando el equilibrio de la cadena alimenticia e impactando
negativamente sobre actividades económicas de supervivencias de las poblaciones
locales, constituye un daño ambiental grave en ecosistemas frágiles como las ANP,
incluso en algunos casos puede existir pérdidas irreparables como es el caso de la
erosión genética y los procesos evolutivos por la destrucción de
especímenes sobresalientes.

A ello debemos añadir el daño a la calidad de vida de las personas de la zona de


amortiguamiento de un área natural protegida.

2. Cuando los especímenes, productos o recursos genéticos, materia del


ilícito penal proviene de las reservas intangibles de comunidades nativas
o campesinas o pueblos indígenas en situación de aislamiento o de
contacto inicial, según corresponda.

En el Perú existen al menos diez pueblos indígenas en situación de aislamiento o


situación de contacto inicial. Cinco de ellos cuentan con Reservas Territoriales ya
creadas mientras otros cinco esperan largamente el reconocimiento del Estado que no ha
invertido ningún recurso en cumplir con dicho mandato legal.

Cuando los especímenes, productos o recursos genéticos, materia del ilícito penal
proviene de éstas reservas intangibles se pone en peligro la vida y la integridad de
los indígenas aislados o de contacto inicial, a los cuales se pone en grave e inminente
riesgo la afectación de su territorio y del hábitat de su subsistencia, de ahí la
importancia de conservar estas reservas para uso exclusivo de sus habitantes,
más aún cuando la Constitución peruana establece en su Art. 2° una serie de
derechos de los que gozamos los seres humanos y que son garantizados por el Estado.
Además, el Estado peruano debe implementar su propia legislación para la protección de
los pueblos indígenas aislados o de contacto inicial, en particular a sus derechos
fundamentales plasmados en el Art. 2° de la Constitución Política del Perú:

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- Numeral 1: el derecho a la vida y la integridad moral, psíquica y física.

- Numeral 2: el derecho a no ser discriminado por ningún motivo.

- Numeral 9: a la inviolabilidad del domicilio.

- Numeral 11: a la libertad de tránsito por el territorio, y

- Numeral 19: a la identidad étnica y cultural.

Por otra parte, se verifica un doble estándar en la protección de la naturaleza,


por ejemplo, mientras el Parque Nacional contempla una zona de protección estricta
intangible que asegura protección a los aislados al prohibir las actividades humanas, en
las reservas territoriales a favor de los pueblos indígenas en aislamiento o de contacto
inicial sí se permite el desarrollo de actividades humanas.

3. Cuando un funcionario o servidor público que omitiendo funciones


autoriza, aprueba o permite la realización de este hecho delictivo en su
tipo básico, o permite la comercialización, adquisición o transporte de los
recursos de flora y fauna ilegalmente obtenidos.

El deber especial del servidor público de cumplir y hacer que se cumpla sus funciones,
se refiere a observar en el ejercicio de sus correspondientes funciones la legislación
nacional, esto es a no quebrantarlos por acción u omisión, es decir a no autorizar,
aprobar o permitir la comercialización, adquisición o transporte de los recursos de
flora y fauna ilegalmente obtenidos para sí mismo o para un tercero.

La expresión "en el ejercicio de sus funciones", no delimita el campo de observancia al


espacio y tiempo de trabajo de la persona que ejerce o presta una función pública,
pues debe entenderse que esa obligación se extiende a un comportamiento por fuera
de lugar y horario del trabajo, en cuanto se trate de acciones u omisiones que tengan
relación directa con las funciones que tiene encomendadas.

En la práctica este criterio significa que no puede estimarse inexistente la falta


disciplinaria por no haberse cometido en el lugar y horario de trabajo.

Por consiguiente, cualquiera otra acción u omisión del servidor público en relación con
disposiciones constitucionales, legales o administrativas, que no esté expresamente
tipificada como falta disciplinaria, se tendrá que juzgar y sancionar de conformidad
con el Art. 309° cuya pena privativa de libertad será de no menor de cuatro años ni
mayor de siete años y con ciento ochenta a cuatrocientos días multa, sin que por
ello sobrevenga necesariamente una acción administrativa.

4. Mediante el uso de armas, explosivos o sustancias tóxicas.

La figura es la siguiente, en la extracción ilegal de especies acuáticas: “cuando el


agente utiliza explosivos, medios químicos u otros método prohibidos o declarados
ilícitos en la extracción ilegal de especies acuáticas”

Mediante el Art. 308-B° la pena privativa de libertad será no menor de tres años ni
mayor de cinco años, y el Art. 309° para el mismo tipo la pena privativa de libertad
será no menor de cuatro años ni mayor de siete años, en este caso se da un concurso
aparente de leyes penales.

Es el caso en que una acción aparentemente vulnere varias normas penales, sin
embargo un análisis más riguroso permite apreciar que sólo existe un delito.

Página | 96
Es un problema de interpretación de leyes. Surge cuando el sujeto activo realiza una
acción que podría, aparentemente, ser calificada en más de un tipo penal, cuando en
realidad sólo se puede aplicar uno.

El conflicto es sólo aparente, dado que el ordenamiento jurídico suministra los conceptos
rectores para aplicar la norma legal conveniente.

Los principios para resolver el concurso aparente de leyes son las siguientes:
Principio de Subsidiaridad, Principio de Consunción, Principio de Especialidad.

Principio de especialidad: Se aplica cuando los requisitos del tipo general se


encuentran todos contenidos en la figura delictiva especial, conteniendo esta nuevas
circunstancias, específicas que puedan agravar o atenuar la pena. Este principio tiene
un criterio: lex specialis derogat lex generalis, que quiere decir, ley especial deroga ley
general.

En efecto, cuando un precepto reproduce las características de otro, añadiéndole


además otras específicas el precepto más específico desplaza al más genérico.

Ejemplo: Extracción ilegal de especies acuáticas Art. 308°-B y formas agravadas en


el delito de extracción ilegal de especies acuáticas Art. 309°.

EXTRACCIÓN ILEGAL DE ESPECIES ACUÁTICAS

Art. 308°-B: El que extrae especies de flora o fauna acuática en épocas,


cantidades, talla y zonas que son prohibidas o vedadas, o captura especies
sin contar con el respectivo permiso… utiliza explosivos, medios químicos
u otros métodos prohibidos o declarados ilícitos, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años.
LEY GENERAL

FORMAS AGRAVADAS EN EL DELITO DE EXTRACCIÓN ILEGAL DE


ESPECIES ACUÁTICAS

Art. 309°: En los casos previstos en los artículos 308º,308º-A, 308º-B, 308º-C,
la pena privativa de libertad será no menor de cuatro años ni mayor de siete
años cuando el delito se cometa bajo cualquiera de los siguientes supuestos:…
4. Mediante el uso de armas, explosivos o u sustancias tóxicas.
LEY ESPECIAL

LEY ESPECIAL DEROGA LEY GENERAL

Por lo tanto el artículo a aplicar es el 309°:

• Bien jurídico tutelado: flora silvestre y fauna silvestre.

• Sujeto activo: Cualquier persona natural o jurídica (la que realiza la acción).

• Sujeto pasivo: es la colectividad o la sociedad, la generación presenta y la


generación futura.

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 Pena: la pena privativa de libertad será no menor de cuatro años ni mayor de siete
años.

Con respecto al uso de armas, explosivos o u sustancias tóxicas, estos quedan


igualmente prohibidos como métodos o sistemas para la extracción de especies de flora
o fauna acuática en épocas, cantidades, talla y zonas que son prohibidas o vedadas,
en ríos, arroyos, lagos y estanques en cualquier sitio del territorio nacional.

Por medio de explosivos o de sustancias venenosas, tales como dinamita, cal, cianuro,
etc., o sustancias tóxicas de cualquier origen que produzcan la muerte, u otros
métodos prohibidos o declarados ilícitos de la fauna acuática (308°-B y 309°), así
mismo la pesca con armas de fuego y la pesca nocturna con lámparas o luz artificial
(309°).

En esta circunstancia la mayor gravedad del injusto radica en la peligrosidad


de los medios empleados para llevar a cabo la conducta típica, los cuales pueden
traer como consecuencia otros daños anexos al contemplado ya de por sí en el Art.
308°-B del Código Penal peruano, por ejemplo, incendios, contaminación del agua y
aire, estragos, etc.

CONCORDANCIAS AL ART. 309°:

Const.: art. 66 a 69;


C.M.A: arts. 125 y 126;
Ley N° 26683: art. 2.

COMENTARIO61

1. Generalidades

Responde este delito a las reclamaciones efectuadas por un sector doctrinal y de


Ambientalistas para que se sancionaran penalmente los supuestos más graves de
extracción incontrolada de especies de flora o fauna acuática, con desastrosas
consecuencias para el equilibrio biológico.

Se trata con ello de preservar la conservación de las especies acuáticas, pero también y
fundamentalmente, el equilibrio biológico que puede verse afectado por los cambios
generados por la carencia de la especie alteración de su pureza genética, enfermedades,
proliferación excesiva y hábitos alimentarios que pueden incidir sobre las poblaciones de
otras especies, modificaciones en el hábitat, etc.

Un sistema natural tiene un difícil equilibrio en el que la extracción incontrolada de una


especie puede provocar alteraciones con repercusiones en elementos naturales muy
diversos, gravemente perjudiciales para todo el sistemas ambiental.

2. Bien Jurídico

El bien jurídico penalmente tutelado es la biodiversidad como parte del sistema ecológico
o medio ambiente. Se busca conservar las especies de flora y fauna acuáticas, que
pueden verse afectadas por la alteraciones derivadas de la ruptura del equilibrio biológico
provocadas por su extracción incontrolada.

61
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú

Página | 98
3. Tipo objetivo

Sujeto activo

Puede serlo cualquier persona.

Sujeto pasivo

Es la colectividad como titular del bien jurídico medio ambiente el cual tiene como uno de
sus componentes la biodiversidad.

Acción típica

La acción típica consiste en extraer especies de la flora o fauna acuática en época,


cantidades y zonas que son prohibidas o vedadas o en utilizar procedimientos de pesca o
caza prohibidos.

El objeto material de la acción delictiva lo constituyen las especies de la flora o fauna


acuática. Por ejemplo se castiga la pesca indiscriminada de la anchoveta como especie
de la fauna acuática en épocas de veda. Asimismo, la extracción ilegal de las conchas de
abanico en las zonas destinadas para su conservación.

El artículo 309 contiene dos tipos delictivos por lo que analizaremos sus principales
características por separado:

a) Extraer especies de la flora o fauna acuática en épocas, cantidades y zonas


que son prohibidas o vedadas.

El agente de este delito extrae u obtiene, de cualquier forma, ya sea pescando, cazando
o recolectando, especies de la flora o de la fauna. Tal extracción, para que se configure
el tipo, ha de ser efectuada en épocas, cantidades o zonas donde está prohibida la
obtención de las especies.

Consideramos que el legislador utiliza innecesariamente el término “vedadas” pues


bastaba con que señalara que la extracción de las especies de flora o fauna acuática
estaban “prohibidas” en la época, cantidades o zonas determinadas por la ley.

Por tanto, la fijación de la época, la cantidad y la zona de extracción de las especies


acuáticas se encontrará en la legislación administrativa sobre la materia. Se trata de un
tipo penal en blanco que precisa para la determinación del supuesto de hecho la remisión
a una norma de carácter administrativo.

De esta manera el legislador procura resguardar la biodiversidad acuática reforzando


penalmente el respeto de la legislación administrativa sobre la materia. Esta última, en
muchos casos, tiene como máxima sanción la imposición de multas que pueden ser
fácilmente pagadas por las grandes empresas pesqueras extractoras de nuestra riqueza
marina.

b) Extracción de especies de flora o fauna acuática utilizando procedimientos


de pesca o caza prohibidos.

Para que se configure el tipo, los procedimientos de pesca o caza deben estar prohibidos
por ley. No se castiga, en este caso, la actividad extractiva de las especies en épocas,
cantidades o zonas prohibidas, sino los medios utilizados para este fin. Por ejemplo,
resulta evidente que la utilización de explosivos para la pesca de especies de la fauna
acuática puede poner en riesgo la conservación de especies que se encuentran en veda o
puede contaminar el mar ocasionando daños irreparables para la flora acuática.

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4. Tipo subjetivo

Los dos supuestos típicos contenidos en el art. 309° sólo admite la comisión dolosa. En
ambos casos el agente del delito debe saber que las especies de flora o fauna acuática
que extrae se encuentran en épocas o en zonas de veda o que la cantidad que extrae es
superior a la autorizada. Del mismo modo que ha de tener conocimiento que los
utensilios y métodos utilizados para la extracción de las especies se encuentra prohibida
por la ley.

5. Consumación

El primer supuesto típico se consuma desde que el agente extrae efectivamente


especiales de la flora o fauna en cantidad, lugar o época en que está prohibido.

En el caso de la utilización de procedimientos de pesca o caza prohibidos, el delito se


consumara desde que el agente los emplea efectivamente para tal fin. Si se halla
premunido de implementos vedados para la caza o pesca, pero nos los llega a utilizar,
solo habrá incurrido en tentativa.

6.3. DELITOS CONTRA LOS BOSQUES O FORMACIONES


BOSCOSAS (ART. 310° EL C.P.P.)

Descripción típica:

Art. 310°: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres años ni
mayor de seis años y con prestación de servicios comunitarios de cuarenta a ochenta
jornadas el que, sin contar con permiso, licencia, autorización o concesión otorgada por
autoridad competente, destruye, queme, daña o tala, en todo o en parte, bosques u
otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones.

La definición general de bosque, se refiere a los bosques naturales y a las


plantaciones forestales.

a. Bosques naturales: son suelos con cobertura vegetal (o su grado


equivalente de espesura) de más del 10% del área y una superficie superior
a 0,5 ha. Los árboles deberían poder alcanzar una altura mínima de 5m a su
madurez in situ.

Están compuestos por árboles autóctonos, no plantados por el hombre. En otras


palabras, son bosques que excluyen las plantaciones.
Los bosques naturales se clasifican siguiendo los siguientes criterios:

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- Formaciones forestales cerradas, donde los árboles de diversos tamaños y
sotobosque cubren gran parte del terreno o área.

- Formaciones forestales abiertas, con una cubierta de vegetación continua


donde la cubierta de copa sobrepasa el 10%.

Dentro de la categoría de bosque se incluyen: rodales naturales,


plantaciones establecidas para fines forestales, las áreas que están
temporalmente desarboladas a consecuencia de la intervención del hombre
o por causas naturales, pero que eventualmente volverán a convertirse en
bosque, viveros forestales y huertos semilleros, caminos forestales, senderos
talados, cortafuegos y otras pequeñas áreas abiertas; bosques que integran
parques nacionales, bosques de protección, reservas de la naturaleza y otras
áreas protegidas que sean de interés cultural, histórico o científico; cortavientos
y cinturones de protección formados con árboles.

b. Plantaciones: son bosque cultivado, es el obtenido mediante siembra o


plantación de especies maderables nativas y/o exóticas adaptadas
ecológicamente al sitio, con fines principalmente comerciales o industriales, en
tierras que, por sus condiciones naturales, ubicación y aptitud sean susceptibles
de forestación o reforestación.

Pueden estar formados: de especies introducidas (todos rodales plantados), o de


rodales de especies nativas sometidos a manejo intensivo, que cumplen todos
los requisitos siguientes: una o dos especies al momento de la plantación, clase
etaria pareja y espaciamiento regular.

Bajo esta circunstancia los bienes jurídicos penalmente protegidos por el Art.
310° del Código Penal peruano son los bosques o formaciones boscosas.

El comportamiento típico consiste en destruir, quemar, dañar o talar en todo o


en parte, bosques u otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones
que están legalmente protegidos, sin permiso, licencia, autorización o
concesión otorgada por la autoridad competente (Ministerio de Agricultura,
Ministerio del Ambiente, SERNANP, etc.)

• La destrucción del bosque natural o de formaciones boscosas sean naturales o


plantaciones, se entiende por la acción de desaparecer el valor propio de una
especie forestal extinguiendo su materia, es decir termina con la integridad
de los procesos ecológicos (los ciclos biogeoquímicos, las relaciones
intraespecíficas e interespecíficas de sus componentes bióticos).

Destruir: significa hacer desaparecer el valor innato de un bien, afectando


tanto la materia (los bosques y formaciones boscosas) como la función que
tenía como destino (captura de carbono).

• La quema es el hecho de consumir con fuego ocasionando un daño irreversible


a los bosques o formaciones boscosas generando una contaminación que pone
en peligro a las futuras generaciones, su impacto ecológico es la destrucción
de biodiversidad, el aumento de la desertificación o la disminución de la
calidad de las aguas y la atmósfera.

La biodiversidad experimenta cambios en su estructura y en su


composición, las especies vegetales de tipo leñoso son sustituidas por otras
que colonizan este hábitat, gramíneas en su mayor parte.

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Las especies de fauna propias de estas zonas boscosas dejan paso a otras
adaptadas a espacios más abiertos. Además de perder parte de su hábitat, los
bosques o formaciones boscosas fragmentados por los incendios generan
problemas de conectividad.

Los seres vivos ven peligrar su reserva genética viable y su


supervivencia a largo plazo. El suelo se vuelve más impermeable e impide la
penetración del agua en su interior. La actividad bacteriana y de los hongos,
trascendentales en los procesos biológicos del suelo (biodegradación y
biodeterioro), se ve también muy afectada.

La sucesión de nuevos fuegos y lluvias torrenciales incrementa la erosión y la


pérdida del suelo fértil, el manto vegetal desaparece, y con él, la barrera
natural que retiene el agua y frena las inundaciones.
Quemar, es abrasar o consumir con fuego generando la contaminación con
gases tóxicos al medio ambiente (agua, aire y suelo), incrementando el
cambio climático por la quema de bosques para utilizar las tierras para cultivo.

• La tala de árboles del bosque natural, es la acción de cortar de base las


especies forestales, esto se considera tala ilegal, cuando no se cuenta con
una concesión forestal o permiso para aprovechamiento forestal y genera una
tala indiscriminada de árboles (deforestación) que es una amenaza para la vida
del hombre en la Tierra. Desnudar el planeta de sus bosques y de otros
ecosistemas como de su suelo, tiene un efecto similar al de quemar la piel de un
ser humano.

Los bosques ayudan a mantener el equilibrio ecológico y la biodiversidad,


limitan la erosión de los suelos en las cuencas hidrográficas e influyen en
las variaciones del tiempo y en el clima. Asimismo, abastecen a las
comunidades rurales de diversos productos, como la madera, alimentos,
combustible, forrajes, fibras o fertilizantes orgánicos.

Talar, consiste en cortar por su base masas de árboles (La tala excesiva
amenaza la salud del bosque de muchas maneras, y también amenaza el
bienestar social y económico de los humanos, particularmente la tala total o
“tala rasa”62, provoca la desfragmentación del bosque y conduce a la pérdida de
biodiversidad).

• El termino dañar comprende los anteriores verbos y permite evitar posibles


lagunas de punibilidad, si se continúa con esta forma de delitos contra los
bosques o formaciones boscosas estaríamos próximos a quedarnos sin
biodiversidad, estaríamos vulnerando una de las funciones más importantes
de los árboles es su capacidad para la evapotranspiración de volúmenes
enormes de agua a través de sus hojas, este vapor asciende y se condensa
para formar las nubes; posteriormente, la precipitación de lluvia permite el
crecimiento de los árboles y de sus raíces.

• Por otro lado, los desechos de las hojas se pudren en el suelo,


determinando, su enriquecimiento; los nutrientes son reciclados rápidamente
por las bacterias del terreno, cerrándose así el ciclo. Por lo tanto, si se eliminan
los árboles, la lluvia cesará, pues ambos factores se encuentran
estrechamente relacionados. Sin la lluvia, la tierra empezará a morir, se
producirá una fuerte erosión y la zona de bosque se convertirá en un
desierto.

62
Cuando la deforestación se produce por el sistema de tala rasa, es un método especialmente agresivo con el
bosque o formaciones boscosas y que consiste en la tala sistemática de una zona.

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Dañar, se entiende toda disminución del valor de un bien comprometiendo
primordialmente la materia con que ha sido hecho, se usa el término
"Waldsterben" muerte o decadencia de los bosques que les genera
debilitamiento, hasta acabar en ocasiones con la vida de los árboles, (es un
nuevo fenómeno causado por la contaminación).

La importancia sostenible de los bosques se concentra en:

• La importancia económica, está dada por los numerosos productos que se


obtienen de ellos tanto maderables y no maderables.

• La importancia social, está en la alta dependencia de grupos humanos de los


recursos forestales tanto para la obtención de diversos productos (leña, plantas
comestibles, plantas medicinales, alucinógenos fibras y frutos, etc.) como para
su subsistencia cultural, como las comunidades indígenas amazónicas, que viven
en y del bosque.

• La importancia ambiental o ecológica, consiste en los servicios


ambientales que prestan los bosques como la conservación del agua y de las
cuencas de los ríos, la conservación de los suelos, la conservación de la diversidad
biológica (especies de flora, fauna, microorganismos y recursos genéticos).

Desde hace muchos años, en el sector forestal peruano se aplicaron diversos


incentivos en pos de fomentar la inversión en forestación y reforestación con la
finalidad de evitar la exacerbación del cambio climático63, sin embargo, estas medidas
no tuvieron la globalidad ni el marco legal propicio para alcanzar ese resultado.

Una “Ley de inversiones para bosques cultivados”, es una norma estandarizada que no
cuenta el Perú y no está en las condiciones de igualdad con Uruguay y Chile, que
desde hace años cuentan con una reglamentación que favorece la inversión en el
área y estimula el crecimiento con una serie de beneficios económicos y
financieros.

La Ley de Inversiones para Bosques Cultivados puede ser el pilar para convertir al Perú
en una potencia forestal.

Los suelos donde se desarrollará esta actividad deberán ser de baja


productividad relativa para otros usos agropecuarios, así como tendrán que
presentar un alto potencial para la actividad silvícola.

Los grados de intervención humana sobre las funciones de los recursos


naturales64, se definen en dos categorías:

63
Ley de cambio climático para la Amazonía: La ley crea un Fondo que buscará inversiones en el
creciente mercado de créditos de carbono y crea una “bolsa selva” o “beca del bosque” para
“remunerar a los pueblos de la selva por su trabajo de preservar su hábitat y reducir la deforestación.
Empresas o países muy contaminantes podrán invertir en ese fondo recibiendo como contrapartida un crédito
de carbono’ con la garantía de que no habrá deforestación, lo que significa carbono y agua almacenados
para el resto del planeta. Es importantísimo que los habitantes de la Amazonía sean valorados por el
papel de preservar la selva, y esta ley lo hace remunerando su servicio al medio ambiente local y
mundial de mantener el bosque en pie.
64
Funciones protectivas: protección del suelo por absorción y desviación de las radiaciones, y vientos y
precipitaciones; conservación de la humedad y del dióxido de carbono al reducir la velocidad del
viento; hábitat natural, tanto para otras plantas como para los animales.
Funciones reguladoras: absorción, almacenamiento y generación de dióxido de carbono, oxígeno y
elementos minerales; absorción de aerosoles y sonidos; captación y almacenamiento de agua;
absorción y transformación de energía radiante y termal.
Funciones productivas: almacenamiento de la energía en forma utilizable por la fitomasa;
autorregulación y proceso regenerador de madera, corcho, fruta; producción de químicos: resinas,
alcaloides, aceites, látex, productos farmacéuticos, etc.

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• Categoría I: Bosques naturales no alterados por el hombre

Se trata de bosques u otras tierras boscosas donde se presenta una dinámica


forestal natural como, por ejemplo, composición de especies naturales,
presencia de árboles muertos, estructura etaria natural y procesos de
regeneración natural, cuya superficie es lo suficientemente extensa como para
mantener sus características naturales y donde no se conoce intervención
humana alguna o donde la última intervención humana significativa tuvo
lugar en una época tan remota, como para que ya se haya restablecido la
composición de especies nativas o los procesos naturales.

• Categoría II: Bosques naturales alterados por el hombre (bosques semi


naturales)

- Bosques primarios, alterados asociados con el aprovechamiento selectivo de


variada intensidad.

- Diversas formas de bosques secundarios, formados después del


aprovechamiento de bosques primarios. Bosques manejados modificados por el
hombre con la silvicultura y la regeneración asistida.

Gráfico Nº 9: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: Elaboración propia

Por otro lado, el tipo legal hace referencia de la biodiversidad: los bosques o las
formaciones boscosas, que incluye: el ambiente natural biótico (la flora, la
fauna), sin embargo también se puede asumir los servicios ambientales que genera
este bien jurídico legalmente tutelado la “biodiversidad” (Gráfico 9).

El Art. 310° incluye como bien jurídico protegido los bosque u otras formaciones

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boscosas, sean naturales o plantaciones, lo que la doctrina denomina “delitos ambientales
contra los recursos naturales” conductas destinadas a resguardar las formaciones
forestales en relación a sus posibles utilidades para el hombre y el sustento sostenible de
los componentes del planeta Tierra con la finalidad de mitigar el efecto del cambio
climático.

Las formaciones forestales es decir la “naturaleza”, desde el punto de vista del sistema
legal, es definida como un objeto de derecho y no como un sujeto de derechos,
considerándola consecuentemente, incapaz de tener derechos legales en la forma como se
los otorga a las personas naturales y jurídicas.

Y las actividades de destruir, quemar, dañar o talar, en todo o en parte, los bosques u
otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones es vulnerar “el derecho de
la naturaleza y de los ecosistemas en general, a existir, prosperar y mantener sus
funciones evolutivas, es decir, su capacidad de regenerarse y vivir, esto implica
transformar nuestra concepción de comunidad global hacia un colectivo llamado
Ambiente Global, ésta propuesta implica cambios tanto para nuestro sistema jurídico
como para nuestra percepción de ambiente”65.

Las conductas descritas en el Art. 310° se concentran cuando el sujeto activo realiza
la acción típica, esto quiere decir que estamos ante un delito de actividad cuando el
sujeto sin contar con permiso, licencia, autorización o concesión otorgada por
autoridad competente, destruye, queme, daña o tala, en todo o en parte, bosques u
otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones, y se tiene la producción del
resultado: el “cambio climático” y de “Lesa Naturaleza” sinónimo de tala indiscriminada
de árboles o deforestación, toda vez que esta concepción de naturaleza como sistema
complejo y organizado, en el que no es posible la fragmentación y utilización parcelada
de ninguno de sus componentes, de manera que el comportamiento del hombre debe
estar de acuerdo con el nivel de conocimiento que se tiene del funcionamiento de la
Biosfera y fundamentado en criterios deontológicos y axiológicos.

El objeto material de la conducta resultan ser los bosques o las formaciones boscosas
sean naturales o plantaciones.

a. Bosques naturales

Son ecosistemas imprescindibles para la vida. Son el hábitat de multitud de seres


vivos, regulan el agua, conservan el suelo y la atmósfera y suministran
multitud de productos útiles.

En este caso, la conducta supone aquí un mayor desvalor de resultado, porque el


bosque natural determina el tipo de clima, para los pobladores, y un mayor valor al
bosque natural, no sólo por las actividades ecoturísticas, cuya demanda crece en
todo el mundo, sino también por su aporte en la mitigación del cambio climático.

Las entidades municipales deberían eximir o reducir el pago del impuesto predial a
quienes conservan y tienen espacios verdes urbanos o rural, o cuentan con áreas
para la protección de las cuencas, por los servicios ambientales que prestan a la
colectividad, o por el secuestro de carbono, y apoyar a quienes con un adecuado
programa de conservación generan beneficios a terceros, por conservación de
fuentes de agua o biodiversidad.

65
Pomachagua P.J.E- : Derecho Ambiental y Enfoque Axiológico de medio ambiente. 2009. ISBN: 978-997-
2-33-945-5. Pág. 91-97.

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b. Bosques cultivados: sembrados o reforestados
Ha sido plantado por el hombre y puede ser de una sola especie o una combinación
de varias especies. Generalmente se utilizan especies que crecen rápido, ya que
se puede desarrollar una industria sin chimenea y con tecnología limpia (los
servicios ambientales) y evitar la corta del bosque nativo, o la tala ilegal e
indiscriminada al margen de la legislación nacional.

Estas plantaciones o bosques cultivados, son producto del manejo forestal con fines
de protección o producción, los grandes beneficios que nos otorgan son los
siguientes:

- Los servicios ambientales del bosque o las zonas boscosas, la fauna silvestre
existente en su interior, amortiguando el impacto del cambio climático, y la
generación de aire limpio.

- El mantenimiento y la conservación de la biodiversidad, fijando y


secuestrando carbono y regulando el ciclo hidrológico puede ser
considerando como lo más importante.

En cuanto a la biodiversidad, las plantaciones pueden proporcionar hábitat los efectos


de las plantaciones sobre el ciclo hidrológico Otras contribuciones debatían el
concepto de Triada, que se basa en la asunción de que la gestión forestal sostenible
debe basarse en una combinación de reservas, bosques multifuncionales y
plantaciones.

Para implementar este concepto se están desarrollando herramientas para valorar


la óptima localización de las plantaciones.

En lo que respecta al marco político de las plantaciones, fue destacado que para mejorar
la provisión de bienes y servicios del ecosistema, deben aplicarse distintos
instrumentos.
Aporte a la belleza escénica y áreas de recreación, recuperación de suelos
erosionados, producción de oxígeno y disminución de anhídrido carbónico,
disminución de la presión de corta sobre el bosque nativo, contribución a la
regulación de cuencas, hábitat alternativo para la fauna silvestre, etc.

TRÁFICO ILEGAL DE PRODUCTOS FORESTALES MADERABLES (ART. 310°-A DEL


C.P.P.)

Descripción típica:

Art. 310-A°: El que adquiere, almacena, transforma, transporta, oculta, custodia,


vende, embarca, desembarca, importa exporta o reexporta productos o especímenes
forestales maderables protegidos por la legislación nacional, cuyo origen ilícito
conoce o puede presumir, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
tres años ni mayor de seis años y con cien a seiscientos días-multa.

La misma pena será aplicable para el que a sabiendas financia, de modo que sin su
cooperación no se hubiera podido cometer las actividades señaladas en el primer
párrafo, y asimismo al que las dirige u organiza.

Está fuera del supuesto previsto en el primer párrafo, el que realiza los hechos
previstos en el presente artículo, si sus acciones estuvieron basadas en una diligencia
razonable y en información o documentos expedidos por la autoridad competente,
aunque estos sean posteriormente declarados nulos o inválidos

Página | 106
El bien jurídico principal “biodiversidad”, y el bien jurídico intermedio “los
productos o especímenes forestales maderables” son vulnerados cuando tiene un
origen ilícito o se puede presumir de su procedencia ilegal o al margen de la legislación
nacional.

Los productos maderables son probablemente la única materia prima renovable que se
utiliza a gran escala y en la que su aprovechamiento no daña al medio ambiente,
cuando procede de un bosque ordenado, que permite la corta periódica de
árboles sin que por ello se extinga o deteriore. Solamente se corta el volumen de
madera que ha producido la masa forestal en un año.

Los bosques certificados o la certificación forestal es el proceso por medio del cual el
desempeño de las operaciones forestales el transporte, la omercialización,
la exportación y la reexportación, y de la cadena de Custodia, es evaluada en base a un
grupo de estándares determinado.

Si se encuentra que las operaciones forestales cumplen con los estándares del FSC
(Forest Stewardship Council), se expide un certificado que permite al propietario
llevar productos al mercado como la “madera certificada”, además de usar el logotipo
de marca registrada del FSC (el logotipo del FSC identifica productos que contienen
madera de bosques bien manejados o la Cadena de Custodia del proceso de la
madera, de conformidad con los estándares del Consejo de Manejo Forestal).

La compra de productos maderables provenientes de bosques bien manejados, sean


plantaciones o naturales, es una acción sencilla y directa que un consumidor
puede hacer para demostrar su compromiso con la conservación de los bosques.

Por la estabilidad del ecosistema no se debería aprovechar madera de los


bosques naturales, toda vez que muchas comunidades indígenas, dependen del bosque
para su sustento económico.

Por esto, es importante la certificación de manejo forestal, tanto a productores, como


a empresas, a particulares y a comunidades, toda vez que los bosques se aprovechen
sosteniblemente con la finalidad de mantener los recursos naturales para las futuras
generaciones.

La conservación y el aprovechamiento sustentable de los bosques y formaciones


boscosas nos permiten tener las condiciones ambientales sustentables siguientes:

- Proteger los recursos naturales: agua, suelos, aire, paisajes y ecosistemas


únicos y frágiles.

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- Mantener las funciones ecológicas y la integridad de su biodiversidad.

- Proteger las especies amenazadas o en peligro de extinción.

- Contribuir a preservar los ecosistemas forestales, fomentando el mantenimiento


de los bienes forestales no maderables y de servicios ambientales como bosque
natural.

- Promover la tala legal para conservar su principio de equilibrio

- Garantizar la producción de madera sostenible y renovable a largo plazo.

El manejo y comercio forestal sostenible representan una estrategia de


conservación positiva para los bosques naturales, donde la certificación
independiente asegura que el bosque está siendo manejado según estándares
internacionales de prácticas adecuadas basadas en Principios y Criterios
validados científicamente.

La Cadena de Custodia (CoC) permite el rastreo creíble del material certificado desde
el bosque a través de todo el proceso de producción hasta minoristas y consumidores
comprometidos, bajo el estricto cumplimiento de la legislación nacional, y evitar de
ésta manera el tráfico ilegal de los productos maderables procedentes de los bosques.
La certificación de Cadena de Custodia, es para empresas que fabrican,
procesan o comercializan productos de madera o productos no maderables y desean
demostrar a sus clientes que utilizan materia prima producida
responsablemente.

Gráfico Nº 10: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: Elaboración propia

En el Gráfico 10, el bien protegido por la legislación nacional es la “biodiversidad”, en la


modalidad de protección de los productos forestales maderables, sin embargo en los
delitos ambientales la actuación sobre “el que adquiere, almacena, transforma,

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transporta, oculta, custodia, vende, embarca, desembarca, importa exporta o reexporta
productos o especímenes forestales maderables protegidos por la legislación nacional,
cuyo origen ilícito conoce o puede presumir, el bien jurídico merecedor de protección
ambiental es la “estabilidad del ecosistema”, porque realmente no se protegen los
productos maderables que constituyen meros objetos materiales del delito o valores
instrumentales, funcionales ligados al bien jurídico-penal, y sino que al relacionarlo
con su procedencia los bosques se vulnera la integridad de los ecosistemas.

Cuando se adquiere productos maderables cuyo origen ilícito a sabiendas, se procede


a una sanción y penal por haber cometido infracción ambiental, al ejercer la
compra de madera y no portar documentos que lo acreditaran legalmente la
procedencia.

La sanción incluye señalamientos también por transporte, almacenamiento,


transformación o posesión de materia prima forestal que se obtenga del
aprovechamiento, sin documentos legales.

Adquirir madera ilegal contribuye a la vertiginosa deforestación y la acelerada pérdida


de los bosques y las selvas de nuestro país. Se debe establecer una política de
apoyo a las comunidades que hacen un buen manejo de sus bosques, apoyos
que tendrían que empezar por asegurarles a estas comunidades que las compras
oficiales sólo incluirán productos de madera provenientes de bosques naturales
que cuenten con una certificación que garantice que en esos bosques se realiza
un manejo sustentable y que los beneficios se reparten en forma justa.

Madera ilegal es aquella que ha sido talada, transportada, vendida o comprada


incumpliendo la legalidad nacional.

La tala ilegal en el mundo es un comercio ilícito, porque no se pagan tasas ni


impuestos, lo que supone robar ingresos a los países productores. Y no sólo es un
mercado negro, es también una práctica arriesgada que tiene impactos negativos
sobre la economía a largo plazo, porque no es una gestión sostenible de los recursos
naturales.

En muchas zonas boscosas donde viven comunidades indígenas, las talas ilegales
de gran magnitud suelen llevar aparejada también la destrucción y la desaparición de
sus culturas, e incluso, como es el caso de la selva amazónica, supone además la
pérdida de los territorios por parte de los indígenas

En el Art. 310°-A, el tipo penal constituye un avance notable en la lucha contra el tráfico
ilegal de madera y la tala ilegal pero a la vez implica implementar los órganos de
control de la Policía Ecológica como son las garitas forestales, la vigilancia satelital,
radios, rastreo digital de los árboles, etc.

El tipo penal abarca toda la cadena de comercialización de madera, desde la


procedencia de la madera si es de bosque certificado o no, la tala autorizada a través
del Plan de Manejo, el almacenamiento, la transformación in situ, el transporte
primario y secundario, la comercialización, la exportación, todo un tráfico de manera
ilegal de los productos maderables, que se debe evitar el “blanqueo” de la madera y
sólo bastará la presunción del origen ilícito de la madera para comprometerse con
este delito.

Ahora bien el tipo penal alcanza también al hombre de atrás (autor mediato) y al propio
financista (que a sabiendas financia) de estas operaciones cuando señala: “la
misma pena será aplicable para el que financia, de modo que sin su cooperación no se
hubiera podido cometer las actividades de tráfico ilegal de madera, y asimismo al que
las dirige u organiza”.

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Para todos estos casos la pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor
de seis años y con cien a seiscientos días-multa.

El Tráfico ilegal de productos forestales maderables, es una tala ilegal y de crímenes


forestales a la adquisición, almacenamiento, transformación, transporte, comercialización
en violación de las leyes nacionales, esta actividad convive con otros crímenes como
la corrupción de funcionarios públicos, el terrorismo y el tráfico de drogas.

El Perú pierde al año 8.5 millones de dólares en la forma de pago de


impuestos 66 . Los crímenes forestales impactan particularmente a los más pobres.
Mientras que las actividades ilícitas pueden ser un medio de subsistencia a corto plazo,
a largo plazo se traducen en un pobre desarrollo económico y una baja recaudación
de impuestos que impactan en el declive de la salud y la educación.

La deforestación causada por la tala ilegal conduce también a la pérdida de


alimentos, de medicinas tradicionales y de leña vitales para la subsistencia de las
poblaciones locales.

Los taladores ilegales suelen desarrollar sus actividades en bosques que


concentran una gran riqueza biológica. Las pérdidas de flora y fauna son
altísimas. A nivel nacional ya hemos perdido 10 millones de hectáreas de
bosques que antes eran el hogar de numerosas especies.

La pérdida de hábitats y la creciente demanda de carne, debido a la presencia de


campamentos ilegales, ha ocasionado que especies como el mono araña (Ateles
belzebuth), el mono aullador (Allouata seniculus), el tapir (Tapirus terrestris), entre
otros se encuentren en peligro de extinción.

Los esfuerzos para acabar con la tala ilegal y los crímenes forestales sólo serán exitosos
cuando los impactos sociales y económicos sean reconocidos por todos, (los
gobiernos nacionales, regionales y locales, las industrias y los consumidores), al
mismo tiempo, promover el mejor uso de herramientas existentes tales como la
certificación, el manejo forestal responsable y técnicas para el rastreo de madera.

Esto incluye la supervisión y la revisión independiente de las operaciones y de la “Cadena


de Custodia” desde el bosque hasta el comprador del producto final, y por último mejorar
la transparencia y la aplicación de las leyes existentes tanto en los países productores
como en los consumidores de madera.

OBSTRUCCIÓN DE PROCEDIMEINTO (ART. 310°-B DEL C.P.P.)

Descripción típica:

Artículo 310-B.- Obstrucción de procedimiento


El que obstruye, impide o traba una investigación, verificación, supervisión o auditoría,
en relación con la extracción, transporte, transformación, venta, exportación,
reexportación o importación de especímenes de flora y/o de fauna silvestre protegidas
por la legislación nacional, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos
años ni mayor de cinco años.

La pena será privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor de ocho años para
el que emplea intimidación o violencia contra un funcionario público o contra la persona
que le presta asistencia, en el ejercicio de sus funciones, en relación con actividades de
extracción y la venta de productos o especímenes forestales maderables. (*)

66
WWF global. For a living planet-2008.

Página | 110
(*) El presente Artículo entra en vigencia a partir del 1 de enero de 2009, de
conformidad con la Segunda Disposición Final de la Ley N° 29263, publicada el 02
octubre 2008.

CONCURSO DE DELITOS

Código Penal: Artículos Nº 365 AL 367


(Modificatoria) Artículo 2 del Decreto Legislativo N ° 982, (2007) Violencia y Resistencia a
la Autoridad

FORMAS AGRAVADAS (ART. 310-C° DEL C.P.P.)

Descripción Típica:

Art. 310-C°: En los casos previstos en los artículos 310º, 310º-A y 310º-B la pena
privativa de libertad será no menor de cinco años ni mayor de ocho años, bajo
cualquiera de los siguientes supuestos:

1. Si se comete el delito al interior de tierras de comunidades nativas o campesinas o


pueblos indígenas, áreas naturales protegidas, zonas vedadas, concesiones forestales
y áreas de conservación privadas debidamente reconocidas por la autoridad
competente.
2. Si como consecuencia de la conducta prevista en los artículos correspondientes se
afectan vertientes que abastecen de agua a centros poblados, sistemas de irrigación o
se erosione el suelo haciendo peligrar las actividades económicas del lugar.
3. Si el autor o partícipe es funcionario o servidor público.
4. Si el delito se comete respecto de especímenes que han sido marcados para
realizar estudios o han sido reservados como semilleros, cuando se trate de especies
protegidas por la legislación nacional.
5. Si el delito se comete con el uso de armas, explosivo o similar.
6. Si el delito se comete con el concurso de dos o más personas.
7. Si el delito es cometido por los titulares de concesiones forestales.

La pena privativa de libertad será no menor de seis años ni mayor de diez años
cuando:

1. El delito es cometido por un agente que actúa en calidad de integrante, jefe o


cabecilla o dirigente de una organización delictiva o banda destinada a perpetrar estos
delitos.
2. Si el autor causa lesiones graves o muerte durante la comisión del hecho
delictivo o a consecuencia de dicho acto.

CONCURSO DE DELITOS

Código Penal: Artículos Nº 317, 376, 377

Las formas agravadas de este delito se sancionan con una pena no menor de cinco ni
mayor de ocho años y son las siguientes:

1. Si se comete el delito al interior de comunidades nativas o


campesinas o pueblos indígenas, áreas naturales protegidas, zonas
vedadas, concesiones forestales y áreas de conservación privadas
debidamente reconocidas por la autoridad competente.

Esta agravante tiene como motivación la protección de la inversión


extranjera en el ámbito de aprovechamiento de recursos forestales tanto para
fines maderables como no maderables que puede verse afectada por la tala ilegal.

Página | 111
El agravante de este delito reside en que la tala ilegal adicionalmente al daño del
ambiente que causa está impactando negativamente en la vida de comunidades
indígenas, alterando su calidad de vida y perjudicar los inversionistas de
empresarios que detentan concesiones forestales.

El carácter intangible o semi-intangible de las áreas naturales protegidas también


está siendo resguardado, jurídicamente mediante la Ley del SINANPE y
técnicamente a través de la construcción de la zona de amortiguamiento.

Pensamos que junto con las áreas de conservación privada debió incluirse las áreas
de conservación regional, áreas de conservación municipal y las propias Áreas de
Manejo de Agro biodiversidad.

2. Si como consecuencia de la conducta prevista en los artículos


correspondientes, se afectan vertientes que abastecen de agua a
centros poblados, sistemas de irrigación o se erosione el suelo
haciendo peligrar las actividades económicas del lugar.

Se configura este delito cuando se afecta áreas de conservación municipal o


comunal que tienen por objeto la conservación de micro cuencas, fuentes y nacientes
de agua, establecida en las cuencas altas, donde la vegetación juega un papel
preponderante en la captación del agua de lluvias y la regulación del régimen
hídrico, para prevenir o disminuir el riesgo de escasez de agua y erosión del
suelo. Se incluyen también las fuentes de aguas termo-medicinales, fuentes de
agua con valor cultural, entre otras.

La tala ilegal al ser depredatoria origina la erosión de los suelos y la pérdida


de bosques de protección, ocasionando que el recurso hídrico retenido por estas
formaciones boscosas se pierda, dando lugar a un progresivo desabastecimiento
de agua en las poblaciones locales. Adicionalmente, la depredación irracional de las
laderas convierte la zona en vulnerable a los desastres naturales: aluviones o
huaycos. Tornados, inundaciones, etc.

3. Si el autor o partícipe es funcionario o servidor público

La intención de la norma es clara, sancionar a funcionarios corruptos que promueven


o permiten esta clase de delitos.

4. Si el delito se comete respecto de especímenes que han sido


marcados para realizar estudios o han sido reservados como
semilleros, cuando se trate de especies protegidas por la legislación
nacional o los convenios internacionales.

El daño que se hace al ambiente y a los estudios científicos cuando se tala un árbol
que está siendo objeto de estudio puede ser irreparable (piense en los casos de
recuperación de especies o de hábitats fragmentados) de allí que se justifique esta
agravante.

5. Si el delito se comete con el uso de armas, de explosivo o similar.

La peligrosidad del delito aumenta si se utilizan armas, explosivo u objeto similares


puesto con las mismas amedrentan a miembros de la comunidad indígena y
campesina, colonos, concesionarios, guarda parque o a la Policía Ecológica.

Página | 112
6. Si el delito se comete con el concurso de dos o más personas.

La tala y comercialización ilegal de madera siempre entraña una red o banda


que realiza esta actividad delictiva, esta agravante contribuirá a combatirlas.

7. Si el delito es cometido por los titulares de concesiones forestales.

Una modalidad común utilizada por inescrupulosos concesionarios que trafican


sus guías de remisión y de transporte, para “blanquear” madera, proveniente de
zonas que no se encuentran en el ámbito de su concesión forestal.

La pena privativa de libertad será no menor de seis ni mayor de diez años cuando:

1. El delito es cometido por un agente que actúa en calidad de


integrante, jefe, cabecilla o dirigente de una organización delictiva o
banda destinada a perpetrar estos delitos.

Uno de los principales defectos de los tipos penales ambientales


modificados era que estaban pensados para el individuo que comete el delito
ecológico, esto es para el último eslabón de la cadena delictiva, el – talador
enganchado.

Antes no se tenía clara la estrategia contra la organización delictiva que promovía


la tala ilegal. La Ley Nº 29263 corrige el error, apuntando directo y franco a los
dueños del negocio ilícito, esto es a los dirigentes de la organización delictiva,
llámese jefe, contratante, habilitador, exportador u cualquier otro sujeto que tenga
control sobre la organización delictiva.

Un ejemplo puede ser más ilustrativo, los taladores ilegales son promovidos por
inescrupulosos habilitadores y exportadores de madera.

2. El autor causa lesiones graves o muerte, durante la comisión del hecho


delictivo o a consecuencia de dicho acto

Es bastante probable que se produzcan reyertas y balaceras en la captura de los


comercializadores y taladores ilegales de madera.

CONCORDANCIAS AL ART. 310:

Const.: arts. 66 a 69;


C.P.: art. 275 inc. 1;
C.M.A.: art. 125;
Ley N° 26689 art. 2

COMENTARIO67

1. Generalidades

Las diversas culturas humanas o modelos societales circunscritos en un espacio y un


tiempo determinados han tenido y tienen formas diversas de operar con la naturaleza. A
estas formas se les denomina, también, estilo de operación ambiental.

Desafortunadamente, en la actualidad, tienen mayor preponderancia los estilos


irracionales de operación ambiental antes que los conservacionistas. Los andenes
prehispánicos constituyen, por ejemplo, un estilo de operación ambiental típicamente

67
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú

Página | 113
conservacionista de los recursos suelo yagua, con la añadidura de contribuir a la
diversidad de especies y a la productividad ecológica. La depredación de los bosques
naturales es, por el contrario, un típico ejemplo de estilo irracional de operación
ambiental.

Es innegable que los estilos de operación ambiental dependen de la forma como el


hombre desarrolla su actividad económica, es decir, como aprovecha económicamente
los recursos naturales con el fin de satisfacer sus necesidades. Así podemos explicar la
depredación de bosques en la provincia piurana de Sullana. La madera que se obtiene de
la tala ilícita es comercializada libremente en calles de esta ciudad.

Esta actividad continúa a pesar de que la policía todas las semanas decomisa grandes
cargamentos de "rajas" (pedazos o piezas) de leña de algarrobo que son transportados
en camiones desde las zonas rurales de esta provincia. Específicamente de los distritos
de Lancones, Tambo grande e Ignacio Escudero. La falta de fuentes de trabajo en la
provincias piuranas de Sullana, Talara y Paita es una de las causas por las que la gente
se dedica a la depredación de bosques, con el fin de obtener dinero que les ayude a
sobrevivir.

La figura descrita en el artículo 310 viene a reforzar penalmente las disposiciones


administrativas destinadas a proteger los bosques u otras formaciones vegetales
naturales o cultivadas. Sabido es que la depredación de los bosques y de las formaciones
vegetales naturales o cultivadas altera el ecosistema en los lugares en donde se produce.
Una de las principales consecuencias funestas de esta actividad ilícita es la erosión del
suelo y la modificación de régimen climático, por lo que el codificador ha creído
conveniente castigarla con mayor severidad (art. 310 inc. 2).

2. Bien jurídico

El bien jurídico penalmente tutelado es el medio ambiente natural, concretado en la


protección de los recursos vegetales (bosques, áreas cultivadas, etc). De esta manera se
protege, también, las propiedades del suelo y el equilibrio del régimen climático.

3. Tipo objetivo

Sujeto activo

Puede serlo cualquiera.

Sujeto pasivo

Sujeto pasivo del delito es la colectividad, en cuanto titular del bien jurídico protegido.

Acción típica

La acción típica es destruir, quemar, dañar o talar, en todo o en parte, bosques u otras
formaciones vegetales naturales o cultivadas que esté legalmente protegidos por la ley.
Destruir es hacer desaparecer el valor innato de un bien, afectando tanto la materia
como la función que tenía como destino.

Quemar es abrasar o consumir en fuego. Dañar es disminuir el valor de un bien


comprometiendo primordialmente la materia con que ha sido hecho.

Talar consiste en cortar por su base masas de árboles. El objeto material del delito lo
constituyen los bosques u otras formaciones vegetales naturales o cultivadas que estén
protegidas por la ley.

Página | 114
Bosque es un concepto más restringido que formación vegetal. Así, se entiende que
bosque es un terreno poblado por árboles y matas espesas, mientras que formación
vegetal abarca a cualquier agrupación vegetal, tanto en su forma natural (v.gr. Selva)
como en su forma artificial producto del cultivo (v.gr. zonas sembradas de eucaliptos,
pinos o algarrobos).

4. Tipo subjetivo

Es un delito exclusivamente doloso. El agente debe saber que los bosques o formaciones
vegetales - naturales o cultivadas- que depreda están protegidas por la ley.

5. Consumación

El delito se consuma cuando el agente efectivamente destroza, incendia, daña o tala los
bosques o las formaciones vegetales legalmente protegidas. Se admite la tentativa.

6. Circunstancias agravantes específicas

a) Del delito resulta la disminución de aguas naturales, la erosión del suelo o la


modificación del régimen climático

La figura típica descrita en el art. 310 se agrava en este caso, por el resultado
pernicioso que ocasiona al medio ambiente o ecosistema del lugar donde se
depredan los bosques o formaciones vegetales. Se castiga más severamente debido
al mayor disvalor del resultado.

Debido a que la disminución de aguas naturales, la erosión del suelo o la


modificación del régimen climático son resultados que tardan años en manifestase
claramente; consideramos necesario de lege ferenda 68- que el legislador modifique la
redacción de esta agravante.

La modificación debería ser con la siguiente redacción: "mediante el delito se pone


en riesgo la estabilidad del suelo o del régimen climático así corno la cantidad de
aguas naturales necesarias para la conservación de las especies vegetales".

b) El delito se realiza en lugares donde existen vertientes que abastecen de


agua a un centro poblado o sistema de irrigación

En este caso, la agravación de delito estará dirigida a conjurar el peligro de


desabastecimiento de agua en un centro poblado o sistema de irrigación.

6.4. UTILIZACIÓN INDEBIDA DE TIERRAS AGRÍCOLAS (ART.


311° DEL C.P.P.)

Descripción Típica:

Art. 311°: El que, sin la autorización de cambio de uso, utiliza tierras destinadas por
autoridad competente al uso agrícola con fines de expansión urbana, de extracción o
elaboración de materiales de construcción u otros usos específicos, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de cuatro años.

La misma pena será para el que vende u ofrece en venta, para fines urbanos u otro
cualquiera, tierras zonificadas como uso agrícola.

68
Expresión latina que significa “para una futura reforma de la ley

Página | 115
Si el bien jurídico “uso de tierra agrícola”, se enfoca por el bien jurídico el “suelo” se
asume que se está vulnerando un elemento del componente ambiente natural,
sin embargo parece que la conducta va más a la política estatal en el planteamiento
de la utilización del suelo.69

En este caso, la conducta puede ser realizada por cualquier persona natural o jurídica
(sujeto activo), pero el sujeto pasivo, siendo el interés tutelado la política urbanísticas
estatal, el sujeto pasivo de la conducta debe ser el Estado, titular de la misma.

Gráfico Nº 11: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: elaboración propia

69
Sila Sánchez: Se suscitan dudas, en cambio, en cuanto al modo de afrontar la protección jurídico- penal de
un objeto tan difuso como son, precisamente, las “propiedades del suelo”.

Página | 116
En el párrafo del Art. 311°, el bien jurídico “Uso de tierras agrícolas con fines de
expansión urbana”, que doctrinalmente el bien jurídico es tutelado como “delitos
urbanísticos”, que es una conducta destinada a resguardar el ordenamiento territorial
y la distribución adecuada del suelo en relación a sus posibles utilidades.

El Gráfico 11, explica que el bien jurídico protegido doctrinalmente se denomina “delitos
urbanísticos”

Este bien jurídico, es vulnerado cuando el agente (cualquier persona natural o jurídica)
sin la autorización de la autoridad competente, cambia el uso de las tierras destinadas a
uso agrícola a zonas para la expansión urbana, de extracción o elaboración de
materiales de construcción u otros usos específicos, o vende u ofrece en venta.

Consiste en que el agente transgreda mediante actos comisivos el destino que una
autoridad competente le otorga a un determinado territorio, que el estado salvaguarda
para el uso agrícola con presencia de flora nativa, exótica o endémica y fauna
silvestre y/o doméstica, constituye una conducta delictiva 70 , la del inculpado que
intencionalmente da el bien un uso distinto al que la ley establece, esto es un uso urbano
a tierras agrícolas.

El Art. 311° referido al cambio de uso de las tierras destinada al uso agrícola, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de cuatro años,
en consideración a tres presupuestos:

a. Utiliza tierras destinadas por autoridad competente al uso agrícola con


fines de expansión urbana

En primer lugar aparece el uso de tierras agrícolas con fines de expansión urbana, el
objeto material de la conducta resultan ser aquellas tierras destinadas por la
autoridad competente como de uso agrícola, por lo que debemos ocurrir a la
integración con las decisiones de la autoridad administrativa correspondiente.

Según nuestra normatividad y jurisprudencia, dicha autoridad resulta ser el Ministerio


de Agricultura, como representante del Estado71.

El verbo rector del supuestos es la utilización del objeto material (tierras de uso agrícola)
con fines de expansión urbana

Los mayores efectos de cambio de uso de tierra agrícola de primera calidad a


causa de la urbanización o expansión urbana, son los grandes impactos ambientales72
que generan los proyectos de desarrollo urbano que modifica el entorno de la
superficie de la tierra o que comprometan cantidades significativas de agua
subterránea o superficial para varios usos humanos, los bosques, tierras húmedas
y hábitat que contienen especies de flora y fauna y en peligro de extinción, etc.,
también en mayor o menor grado en el deterioro de los suelos o cambio de uso de las
tierras como es el caso de la presencia de los asentamientos humanos, la expansión

70
Código Penal peruano: Art. 12°: delito doloso y culposo: las penas establecidas por la ley se aplican al
agente de infracción dolosa. El agente de infracción culposa es punible en los casos expresamente
establecidos por la ley. Art, 23°: El que realiza por sí o por medio de otro el hecho punible y los que lo
cometan conjuntamente serán reprimidos con la pena establecida para esta infracción. Art. 29°:
Duración de la pena de privativa de libertad: la pena privativa de libertad puede ser temporal o de
cadena perpetua. En el primer caso, tendrá una duración mínima de dos días y una máxima de treinta y cinco
años.
71
Art. 66° de la Constitución del Estado Peruano: “los recursos naturales, renovables y no renovables, son
patrimonio de la nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las
condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho
real, sujeto a dicha norma legal.
72
Ley del Sistema de Evaluación de Impactos Ambientales. Ley N° 27446 y su Reglamento dado el 26 de
setiembre del 2009

Página | 117
urbana puede conducir al más fuerte cambio de uso del suelo; la sustitución de la
cobertura vegetal por la cubierta asfáltica reduce la filtración de agua, afectando la
cubierta vegetal aledaña y, con ello, acelerael proceso de degradación del suelo.

b. Utiliza tierras destinadas por autoridad competente al uso agrícola con


fines de extracción o elaboración de materiales de construcción u otros usos
específicos

El verbo rector del supuesto es la utilización del uso de tierra agrícolas con fines de
extracción de materiales de construcción u otros usos específicos, que resulta muy
ambigua que permita la inclusión de cualquier conducta que signifique uso de tierras
con distintos fines al agrícola.

Que, las tierras agrícolas zonificadas como tales no podrán ser utilizadas para la
extracción de materiales de construcción (para la elaboración de adobes, ladrillos,
etc.), en tanto no se hubiera obtenido, la autorización de cambio de uso o de
zonificación por la autoridad competente.

La legislación sobre intangibilidad no logró impedir el uso de tierras intangibles


para la fabricación de materiales de construcción ni el crecimiento urbano sobre
dichas áreas.

Por el contrario, se generó un crecimiento desordenado de la ciudad, proliferando


las habilitaciones urbanas clandestinas, que no consideraban áreas suficientes para
parques y áreas verdes.

Esta informalidad, evitó que se consolide el derecho de propiedad sobre las áreas
habilitadas en forma irregular, originando además que dichas tierras fueran adquiridas
por debajo de su valor real debido fundamentalmente a la falta de títulos de propiedad.

La extracción o elaboración de materiales de construcción, en suelos agrícola con


maquinaria pesada, origina excavaciones mecánicas, hasta 5m por debajo del nivel
freático, provocando depresión y además permitiendo la contaminación del acuífero
mediante el aporte de combustibles y lubricantes.

También presenta severas pérdidas la extracción de materiales de construcción en


tierras agrícolas sin autorización de la autoridad competente:

- Por arrastre en los terrenos de agricultura en sus riberas

- Pérdida de terrenos hábiles para agricultura por usurpación

- Contaminación sólida del cauce del río por los desperdicios transportados por los
camiones extractores de agregados.

- Sobreexplotación del cauce y las márgenes del río.

- Rotura de la pendiente de equilibrio del río.

- Contaminación de las aguas superficiales y subterráneas con lubricantes y


combustibles.

- Incremento de la cantidad de sólidos en suspensión, limitado el


aprovechamiento de las aguas debajo de la explotación.

- Depresión del nivel freático en las tierras aledañas.

Página | 118
- Erosión de las tierras agrícolas en los predios adyacentes.

- Perdida de la vegetación que protege los ríos y garantiza su estabilidad


biológica.

- Disminución de la calidad de vida de la población, aumento del desempleo y la


migración al perderse la actividad agropecuaria.

Lo primero que hay que hacer es sacar inmediatamente a todas las empresas
que se dedican a la extracción de agregados de la ribera y terrazas del río, que
modifican y alteran las tierras agrícolas circundantes a los ríos, desalojar los
asentamientos humanos que se han desarrollado en sus orillas, para lo que propone su
reubicación en lugares más adecuados y sanos, disminuyendo así el alto nivel de
desechos sólidos en el río, proceder a reforestar la zona, fomentando los viveros y
buscar semillas específicas para dicho lugar.

c. Cuando el agente vende u ofrece en venta, para fines urbanos u otro


cualquiera tierras zonificadas como uso agrícola.

Este viene constituido por la realización de actos de oferta en venta de áreas


agrícolas intangibles para fines urbanos u otros similares. El objeto material de la
conducta resultan ser áreas agrícolas intangibles.

La acción típica resulta ser la oferta en venta, a través de avisos en el propio terreno
como a través de medios de comunicación social, para fines urbanos u otros similares.
Es un delito de mera actividad, por lo que no se requiere la producción de algún
resultado

CONCORDANCIAS AL ART. 311°:

Const.: art. 66 a 69;


C.P.: art. 12 y 23;
C.M.A.: art. 127;
Ley N° 26689 art.2

COMENTARIO73

1. Generalidades

Las tierras destinadas al uso agrícola forman parte de los recursos naturales necesarios
para la subsistencia. Asimismo constituyen el medio natural en donde se preservan las
especies vegetales cultivadas por el hombre y, por tal razón, forman parte del medio
ambiente. Al utilizar las tierras de cultivo para fines de expansión urbana o para la
extracción o elaboración de materiales de construcción el ser humano menoscaba,
irreparablemente, el ambiente natural ocasionando su crisis. Tal situación es
consecuencia, a su vez, y de modo general, de la forma de llevar a cabo la producción
aunada a la irracional explotación de los recursos naturales.

El ser humano desarrolla estilos de operación ambiental conservacionistas o irracionales.


El delito descrito en el art. 311° castiga lo segundo, pues es necesario acudir al derecho
penal para reforzar la legislación administrativa dirigida a resguardar los terrenos
agrícolas.

Es cierto que el hombre como parte del sistema ecológico global no puede dejar de
utilizar la tierra para la satisfacción de sus necesidades y, de esta manera ocasiona, por

73
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú

Página | 119
el mismo hecho de su explotación, una alteración del ambiente, pero esto no debe dar
pie a que su actividad productiva signifique una interposición perniciosa o dañina en la
compleja cadena de efectos de espacio y suelo. La adecuada utilización de las tierras de
uso agrícola debe formar parte de una planificación general del aprovechamiento de los
recursos naturales. Tal planificación no debe recortar claro está la iniciativa privada
sustentada en el ecodesarrollo.

Como indica ALBIN, ESER, “la protección del ambiente a través de la actividad
planificadora no sólo tiene que integrar cuestiones de utilización de superficies (a través
de la planificación urbanística y ordenación de espacios), sino que se ocupará también en
especial del aprovechamiento de recursos (agua, aire, vegetación y riquezas del
subsuelo74).

Ambos supuestos típicos se refieren a terrenos o áreas agrícolas intangibles.


Consideramos que el codificador ya había incluido en el término de “utilizar” la venta de
terrenos agrícolas. Por esta razón el segundo párrafo del artículo 311 del C.P. resulta
innecesario.

2. Tipo objetivo

Es el medio ambiente que sufre menoscabo al ser utilizados de manera indebida los
terrenos de exclusivo uso agrícola. Así, se altera la producción o cultivo de las especies
vegetales necesarias para el consumo humano.

Sujeto activo

Puede serlo cualquiera.

Sujeto pasivo

Es la colectividad, por ser la titular del bien jurídico vulnerado.

Acción típica

El artículo 311 describe dos supuestos típicos distintos. El primer párrafo castiga la
indebida utilización de tierras de uso agrícola con fines de expansión urbana, de
extracción o elaboración de materiales de construcción u otros usos específicos.

El segundo párrafo sanciona penalmente la acción típica de valerse de anuncios en el


propio terreno a través de medio de comunicación social, ofreciendo en venta para fines
urbanos u otro cualquiera, áreas agrícolas intangibles.

Ambos supuestos típicos se refieren a terrenos o áreas agrícolas intangibles.

Consideramos que el codificador ya había incluido en el término “utilizar” la venta de


terrenos agrícolas. Por esta razón, el segundo párrafo del artículo 311° del C.P. resulta
innecesario.

3. Tipo subjetivo

El artículo 311 describe dos supuestos típicos que sólo admiten la comisión dolosa. En el
primer supuesto el agente debe saber que las tierras de uso agrícola que utiliza
indebidamente han sido destinadas por la autoridad competente para tal fin. En el
segundo, el agente ha de tener el conocimiento de que los terrenos que ofrece en venta
para fines urbanos u otro cualquiera, son áreas agrícolas intangibles.

74
. ESER, ALBBIN: Temas de Derecho Penal y Procesal Penal. Ed. IDEMSA, Lima, 1998, p. 152.

Página | 120
4. Consumación

El primer párrafo del art. 311 describe un delito que se consuma desde que el agente
utiliza indebidamente los terrenos de uso agrícola.

La figura descrita en el último párrafo del artículo 311 precisa, para su consumación, que
el agente anuncie en el propio terreno o en cualquier medio de comunicación social
ofreciendo en venta, para fines indebidos, áreas agrícolas intangibles. No se precisa que
el sujeto activo logre vender. Basta con el mero anuncio para la venta.

6.5. AUTORIZACIÓN DE ACTIVIDAD CONTRARIA A LOS PLANES


O USOS PREVISTOS POR LA LEY (ART. 312° DEL C.P.P.)

Descripción típica:

Art. 312°: El funcionario o servidor público que autoriza o se pronuncia


favorablemente sobre un proyecto de urbanización para otra actividad no conforme con
los planes o usos previstos por los dispositivos legales o el profesional que informa
favorablemente, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos años
ni mayor de cuatro años e inhabilitación de un año a tres años conforme al artículo 36º
incisos 1,2 y 4.

El sujeto activo es el tipo de autorización o pronunciamiento favorable o indebida sobre


proyectos urbanísticos para otra actividad no conforme con los planes de ordenamiento
territorial bajo el amparo de las normas legales (Ley N° 28611. Ley General del
Ambiente), está configurado como un tipo especial, pues solo puede ser ejecutado para
quienes tengan la condición de funcionarios públicos o de profesionales dedicados a la
asesoría en materia urbanística, mientras que el sujeto pasivo es el Estado.

En los actos materiales muestra dos conductas diferenciables en función a la calidad


del sujeto activo.

a. La conducta verificada por el funcionario público: Es la autorización de un


proyecto de urbanización para otra actividad no conforme con los planes o
usos previstos por los dispositivos legales.

b. En cuanto a la situación del profesional: El tipo penal requiere que éste emita
informe favorable para la autorización de un proyecto de urbanización para actividad
distinta a la establecida en los planes o usos legales.

Página | 121
Entonces, el delito es doloso, a sabiendas, admitiéndose, en el supuesto referido “a” la
autorización a través de la emisión de informe favorable, sólo el dolo directo “b”.

Estamos frente a supuestos de mera actividad, por lo que la consumación se


producirá tan pronto como se autorice el proyecto de urbanización o se emita el
informe favorable, no se precisa de la materialización del proyecto de
urbanización ni que en virtud al informe se autorice el proyecto.

Con respecto a la pena, el ilícito es castigado con pena privativa de libertad no menor
de dos años ni mayor de cuatro años e inhabilitación de un año a tres años conforme
al Art. 36° numeral 1,2 y 4 del Código penal peruano:

La inhabilitación producirá, según disponga la sentencia:

- Numeral 1: privación de la función, cargo o comisión que ejercía el


condenado, aunque provenga de elección popular

Gráfico Nº 12: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: Elaboración propia

- Numeral 2: incapacidad para obtener mandato, cargo o empleo o comisión de


carácter público

- Numeral 4: incapacidad para ejercer por cuenta propia o por intermedio de tercero,
profesión, comercio, arte o industria, que deben especificarse en la sentencia.

CONCORDANCIAS AL ART. 312°:

Const.: art. 40 y 66;

Página | 122
C.P.: art. 36 incs. 1, 2 y 4;
Ley N° 26689 art 2.

COMENTARIO75

1. Generalidades

El Derecho ha de asegurar no sólo las condiciones de vida social, sino que también debe
preocuparse del bienestar subjetivo. A través de la protección del medio ambiente se
busca asegurar no sólo la existencia, sino también el modo de ser del hombre. La
destrucción ambiental trae como consecuencia, también, un empobrecimiento espiritual,
moral y estético. Como indica Heydemann "tanto los sistemas ordenadores de la
naturaleza como la estética de los objetos constituyen fundamentos de las vivencias
psíquicas que -caso de su destrucción- hacen temer consecuencias psíquicas negativas
para el género humano76.

La autorización de proyectos de urbanización o para otra actividad no conforme con los


planes o usos previstos por los dispositivos legales implica posibilitar el uso de suelos o
utilización de superficies sin atender a las necesidades de armonía paisajística y Urbana.

Se procura resguardar el derecho de todos los seres humanos gozar del equilibrio y
armonía paisajística y arquitectónica de los lugares en donde habita. Por esta razón la
protección del ambiente tiene que integrar cuestiones de utilización de superficies, a
través de la planificación urbanística y ordenamiento de espacios.

2. Bien jurídico

El bien jurídico penalmente tutelado es el medio ambiente. El delito pone en riesgo el


derecho a gozar de una armonía paisajística y urbana. Del mismo modo y de manera
mediata se refuerza penalmente el ordenamiento administrativo destinado a regular la
utilización del suelo.

3. Tipo objetivo

Sujeto activo

Sólo puede serlo el funcionario público, facultado para conceder la autorización de


proyectos de urbanización o de otra actividad, y el profesional (v.gr. arquitecto), a quien
le corresponde informar favorablemente en los procedimientos administrativos de
aprobación de tales proyectos.

Sujeto pasivo

Es la colectividad como titular del bien jurídico.

Acción típica

La acción típica consiste en: 1) Autorizar un proyecto de urbanización o para otra


actividad no conforme con los planes o usos previstos por los dispositivos legales, y 2)
Informar favorablemente, a sabiendas de su ilegalidad.

El primer supuesto típico es realizado por un funcionario público que abusa de sus
funciones al autorizar, indebidamente, proyectos de urbanización.

75
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú
76
HEYDEMANN, P.: Naturschutz der Seele Zubiele, Natur, 1982, p. 30 y ss.

Página | 123
Autorizar es facultar a otro a que haga algo, más concretamente, a que proceda con la
ejecución de un proyecto de urbanización o de otra clase, como por ej., de trazado de
carreteras, de tendido eléctrico etc77.

Para interpretar esta figura es necesario remitirse a las disposiciones administrativas que
establecen los planes de urbanización y demás dispositivos legales. Esto debe hacerse
para determinar si la autorización dada por el funcionario público se concedió o no para
la actividad que estaba prevista en dicho suelo. Tal remisión es necesaria porque nos
hallamos ante un tipo penal en blanco.

En el segundo supuesto típico el sujeto activo sólo puede ser el profesional (ingeniero,
arquitecto) a quien le corresponde informar en el marco del proceso de concesión de
autorizaciones sobre proyectos de urbanización.

La acción del agente ha de consistir en informar, esto es, dictaminar sobre la procedencia
o improcedencia del proyecto que se le somete a consideración.

El dictamen debe ser favorable respecto a un proyecto urbanístico o de otra actividad que
no cumple con las exigencias legales.

4. Tipo subjetivo

Ambos supuestos típicos sólo admiten la comisión dolosa.

5. Consumación

El primer supuesto típico se consuma desde que el funcionario autoriza-estando


facultados para ello- el proyecto de urbanización o para otra actividad que vulnera las
disposiciones legales.

La segunda hipótesis típica se consuma desde que el profesional (v.gr. ingeniero o


arquitecto) informa o dictamina favorablemente acerca del proyecto de urbanización o
para otra actividad.

6.6. ALTERACIÓN DEL AMBIENTE O PAISAJE (ART. 313° DEL


C.P.P.)

Descripción Típica:

Art. 313°: El que, contraviniendo las disposiciones de la autoridad competente, altera el


ambiente natural o el paisaje urbano o rural, o modifica la flora o fauna, mediante la
construcción de obras o tala de árboles, será reprimido con pena privativa de libertad no
mayor de cuatro años y con sesenta a noventa días-multa

77
Cfr. BRAMONT ARIAS TORRES GARCIA CANTIZANO, op. cit., p.614.

Página | 124
La tutela penal se direcciona nuevamente a favor del “ambiente”, a través de
diversos elementos como el ambiente natural, el paisaje urbano y rural, y la flora o
fauna.

El sujeto activo puede ser cualquier persona natural que realice la conducta típica, y
el sujeto pasivo de la conducta es la colectividad generacional.

Gráfico Nº 13: Bien Jurídico Tutelado

Fuente: elaboración propia

El ilícito constituye un delito de resultado, pues se exige que la conducta del agente
altere el ambiente natural, el paisaje urbano o rural, o modifica la flora o fauna,
mediante la construcción de obras o la tala de árboles que dañen la armonía de
sus elementos todo ello contraviniendo las disposiciones de la autoridad competente.

Por lo tanto, estamos también ante una norma en blanco, como todas las

Página | 125
disposiciones en materia de protección penal del ambiente, donde un elemento
fundamental del comportamiento “contraviniendo las disposiciones de la
autoridad competente, viene fijado por disposiciones no penales, a las que hay que
remitirse para determinar el carácter típico o no de la conducta.

La conducta típica viene dada por la construcción de obras o tala de árboles,


contraviniendo las disposiciones de la autoridad competente, para lo cual se requiere
una remisión interpretativa que lleve a determinar con exactitud el ámbito de
prohibición78.

El objeto sobre el cual recae la conducta es el ambiente natural, el paisaje urbano


o rural, o la flora o fauna, cuya armonía resulta dañada con el ilícito.

En el Gráfico 1 3 , podemos observar que se mezclan distintos supuestos que tiene en


común la lesión del bien jurídico “el ambiente”, pero la forma en la que ello se produce
puede ser:

- Directa, es decir, afectando de manera principal sobre los elementos del


componente “ambiente natural” que son: el biótico (la flora y la fauna), el abiótico
(el agua, el aire y el suelo), el componente ambiente artificial (paisaje urbano y
rural),

- Indirecta, mediante una mala gestión de los planes de ordenamiento


territorial.

El comportamiento presenta dos modalidades:

a. Altera el ambiente natural o el paisaje urbano o rural, contraviniendo las


disposiciones de la autoridad competente

Por alterar se entiende el cambiar o transformar la esencia o forma de una cosa, en


este caso, objeto material de esta modalidad del comportamiento típico es el ambiente
natural o el paisaje urbano o rural.

El ambiente natural viene constituido por los elementos: agua, aire, suelo, flora,
fauna, es decir los recursos naturales que sustentan el sistema y la calidad de vida,
en definitiva, bajo el concepto se engloba la totalidad del bien jurídico protegido.

Frente a éste, se menciona también el paisaje urbano o rural, como sinónimo


del conjunto que conforman los elementos del ambiente natural en unión de
elementos del ambiente artificial, puestos por el hombre, y que determinan, un
concreto hábitat o sistema de vida, ya sea en el medio urbano (de la ciudad), o el
medio rural (el campo)

Esta alteración ha de producirse contraviniendo las disposiciones de la autoridad


competente, esto significa que no toda alteración constituirá el tipo, sino sólo
aquellas que vayan contra las disposiciones legales.

b. Modificar la flora o fauna mediante la construcción de obras o la tala de


árboles que dañen la armonía de sus elementos, contraviniendo las
disposiciones de la autoridad competente

El término modificar puede entenderse como sinónimo de alterar, en el sentido que


supone dar un nuevo modo de existir al objeto.

78
Erróneamente Bramont-Arias, estima que el Art. 313° del Código Penal peruano, presenta dos
modalidades: la alteración del ambiente y la modificación de la flora y fauna, circunstancias que en realidad
permiten verificar el resultado lesivo. Pág. 617

Página | 126
De esta manera, dicha acción ha de recaer sobre la flora (conjunto de plantas de
una determinada zona) o fauna (conjunto de animales de una determinada zona),
que se constituyen así en el objeto material de esta modalidad del comportamiento
típico.

No obstante, se limitan los medios por los cuales puede modificarse la flora o fauna a
dos: la construcción de obras y la tala de árboles, siempre y cuando dañe “la
armonía de sus elementos”, esto es, la conservación de una perfecta proporcionalidad
entre los elementos de la flora y fauna.

Esta restricción a sólo estos dos medios nos resulta poco acertada en la medida en
que limita en exceso las posibilidades de aplicación de este tipo, circunstancias que
se agudiza aún más cuando ello se hace depender del daño que cause a la armonía de
los elementos de la flora y fauna de la zona, con las graves consecuencias de
inseguridad jurídica que ello representa.

Por último, también es requisito indispensable que ello se realice contraviniendo las
disposiciones legales correspondientes, en caso contrario, los hechos serían atípicos. Se
requiere necesariamente el dolo, que ha de abarcar también el conocimiento de que se
está actuando en contra de lo dispuesto legalmente.

Las consecuencias jurídicas de la comisión del delito objeto de comentario son pena
será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años y con sesenta a
noventa días-multa.

CONCORDANCIAS AL ART. 313°:

Const.: art. 66 a 69;


C.M.A.: art. 124;
Ley N° 26689 art. 2

COMENTARIO79

1. Bien jurídico

El bien jurídico protegido es el medio ambiente natural, concretado en la protección del


paisaje urbano o rural y la armonía de los elementos de las especies de flora o fauna.

2. Tipo objetivo

Sujeto activo

Puede serlo cualquiera

Sujeto pasivo

Es la colectividad como titular del bien jurídico penalmente tutelado

Acción típica

La acción típica consiste en alterar el ambiente natural o al paisaje urbano o rural, o en


modificar la flora o fauna, mediante la construcción de obras o tala de árboles que dañen
la armonía de sus elementos, todo ello incumpliendo las disposiciones de la autoridad
competente. Nos encontramos ante una norma penal en blanco en donde el elemento

79
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú

Página | 127
principal de la acción típica es determinado por una disposición extra penal, a la que es
necesario remitirse para determinar la tipicidad o atipicidad de la conducta.

Para mejor analizar el art. 313 del C.P. separaremos los supuestos típicos contenidos en
su redacción:

a. Alterar el ambiente natural o el paisaje urbano o rural, contraviniendo las


disposiciones de la autoridad competente:

Alterar es cambiar o transformar la esencia o forma de una cosa: el objeto material de la


acción, esto es, lo que se altera, es el ambiente natural o el paisaje urbano o rural.

El ambiente natural es el sistema constituido por diferentes variables de estado y flujo,


es decir por el hombre, la fauna, el clima, el aire, el suelo, el agua y el paisaje, la
interacción entre los ítems anteriores, los bienes materiales y el patrimonio cultural. Este
concepto engloba la totalidad del bien jurídico protegido. El paisaje urbano o rural lo
constituyen el conjunto que conforman los elementos del ambiente natural en unión dé
elementos artificiales, puestos por el hombre.

b. Modificar la flora o fauna, mediante la construcción de obras o la tala de


árboles que dañen la armonía de sus elementos, contraviniendo las
disposiciones de la autoridad competente:

Modificar puede entenderse como sinónimo de alterar.

El objeto material de la acción es la flora (conjunto de plantas de una determinada zona)


o felina (conjunto de animales de una determinada zona).

La modificación de la flora o fauna, para que sea castigada, sólo ha de realizarse


mediante dos formas: construcción de obras y tala de árboles: Ambas actividades deben
alterar, asimismo, la armonía de sus elementos.

Al igual que el primer supuesto típico ya señalado, la figura que analizamos requiere la
contravención de las disposiciones legales correspondientes.

3. Tipo Subjetivo

Ambos supuestos típicos sólo admiten la comisión dolosa.

4. Consumación

Las dos figuras bajo análisis se consuman mediante la alteración del ambiente natural o
del paisaje urbano o rural y con la modificación de la flora o fauna, mediante la
construcción de obras o la tala de árboles, respectivamente.

Son delitos de resultado que exigen -en el primer supuesto típico-la efectiva modificación
del medio ambiente y el daño en la armonía existente en la flora y fauna de la zona- en
el segundo supuesto típico.

Página | 128
VII. CASUÍSTICA
El derecho a un medio ambiente sano y protegido en el marco jurídico nacional
del Perú

Contenido

La Constitución peruana de 1993, en su capítulo I, referido a los derechos fundamentales


de la persona reconoce, de manera expresa, (artículo 2 inciso 22) el derecho a un medio
ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida:

Art. 2: toda persona tiene derecho:


22. A la paz, la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así como a gozar
de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida.

La Ley General del Ambiente (Ley Nº 28611) dispone en el artículo I de su título


preliminar el derecho irrenunciable de toda persona a vivir en un ambiente saludable,
equilibrado y adecuado para el pleno desarrollo de la vida y el deber de contribuir a una
efectiva gestión ambiental y de proteger el ambiente, así como sus componentes,
asegurando particularmente la salud de las personas en forma individual y colectiva, la
conservación de la diversidad biológica, el aprovechamiento sostenible de los recursos
naturales y el desarrollo sostenible del país (3) .

Asimismo, en los artículos siguientes del mismo Título Preliminar, la indicada Ley
desarrolla los aspectos referidos al acceso a la información ambiental y el derecho a la
participación en los procesos de toma de decisiones, así como en la definición y
aplicación de las políticas públicas respectivas. Asimismo, reconoce el derecho a una
acción rápida, sencilla y efectiva ante las entidades administrativas y jurisdiccionales en
defensa del ambiente y de sus componentes (4).

El Título Preliminar de la Ley General del Ambiente establece también como principio
regulador el de la Prevención, con arreglo al cual se pretende prevenir, vigilar y evitar la
degradación ambiental. Otro principio importante recogido por la ley es el principio
Precautorio, conforme al cual cuando exista peligro de daño grave o irreversible, la falta
de certeza absoluta no debe postergar la adopción de medidas que impidan la
degradación del ambiente.

Varios temas importantes quedaron excluidos de la regulación establecida en la Ley


General del Ambiente. Uno de ellos es el de la inversión de la carga de la prueba, con
arreglo al cual los medios probatorios, en caso de violaciones al derecho a un medio
ambiente adecuado y equilibrado, continúan recayendo en los ciudadanos afectados. Otro
de los aspectos deficitarios de la ley está relacionado con el hecho de que la norma no
recogió el principio de aplicar los estándares internacionales de calidad ambiental
establecidos por las instituciones de Derecho Internacional Público, en caso de no existir
parámetros de control a nivel nacional. Esta situación favorece la impunidad, ya que
impide que se determine cuándo es que se ha sobrepasado los límites aceptables y se
está afectando la salud y el medio ambiente.

El Código Procesal Constitucional (Ley Nº 28237) establece como procedimiento


idóneo para la defensa del derecho al medio ambiente, el recurso de Amparo.

La Ley del Procedimiento Administrativo General (Ley Nº 27444) estableció el


marco mediante el cual las y los ciudadanos pueden formular denuncias ante la autoridad
administrativa. Y, asimismo, integro en sus marcos normativos el derecho de éstos a la
información y a la participación en los procedimientos administrativos relacionados con
situaciones que les conciernen.

Página | 129
En el Sector Minería, el mecanismo de denuncia por impactos negativos en materia
ambiental se encuentra establecido en el Reglamento de la Ley de Fiscalización Minera.
No obstante ello, pese a existir la posibilidad de reclamar por la vigencia del derecho a
nivel administrativo, existe impunidad en tanto el sistema de fiscalización - tal como ha
sido previsto por la ley - actualmente no funciona como tal. Cabe mencionar, además,
que en relación con el ejercicio del derecho de participación ciudadana, las normas del
sector Minería no permiten que el ciudadano ejerza una real influencia en la toma de
decisiones referidas a lo ambiental.

En materia civil, no existe tampoco disposición alguna en el Código Civil que reconozca el
derecho a un medio ambiente adecuado y equilibrado, lo que impide invocar alguna
norma material o de derecho sustantivo al momento de tratar de defender el derecho al
medio ambiente, por lo que la defensa de este derecho debe asociarse a un interés que
se reconoce como privado o particular.

Así, si una persona o colectivo de personas sufre un daño ambiental solo podrá
demandar una reparación en tanto demuestre la comisión de un daño en perjuicio de su
patrimonio o a su salud, pero no lo podrá hacer argumentando la violación del derecho al
medio ambiente adecuado y equilibrado.

La protección penal del medio ambiente se regula de conformidad con las normas que el
Código Penal ha formulado en materia ambiental. Tales normas configuran los siguientes
delitos:

- Delito de Contaminación Ambiental (Artículo 304 del Código penal)


- Circunstancias Agravantes (Artículo 305)
- Supuestos de responsabilidad funcional (Artículo 306)
- Delito de Eliminación de Desechos (Artículo 307)
- Delito de Actividades Forestales Indebidas (Artículo 308)
- Delito de extracción de flora o fauna acuática (Artículo 309)
- Delito de daño forestal en áreas naturales protegidas (Artículo 310)
- Delito de utilización indebida de tierras agrícolas (Artículo 311)
- Delito de alteración de paisaje (Artículo 313)

El derecho a un medio ambiente sano y protegido en las Políticas Públicas


Contenido

El Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), creado por Ley Nº 26410, es la Autoridad
Nacional Ambiental y como tal, es el organismo rector de la Política Nacional Ambiental.
Lamentablemente, su composición y la falta de algunas competencias importantes, junto
a un esquema de gestión ambiental sectorializado, ha hecho que su presencia sea muy
débil y que hasta el momento el país carezca de una política ambiental coherente y
sostenida, con objetivos claros, que responda a los problemas que afronta el
país y el mundo. Por lo usual, en un sistema administrativo altamente sectorializado,
los objetivos ambientales se supeditan a los objetivos propios de cada sector.

En su tarea de poner las bases para una gestión ambiental adecuada, lo que a su vez
tiene que ver con los instrumentos que son necesarios para un ejercicio efectivo del
derecho a un medio ambiente equilibrado, el CONAM ha venido impulsando la
constitución de Comisiones para la elaboración de estándares de calidad ambiental y
límites máximos permisibles. No obstante, y pese a haber transcurrido bastante tiempo
desde el inicio de este esfuerzo, hasta hoy solo se han fijado límites máximos permisibles
para algunas sustancias contaminantes del aire, faltando que se establezcan límites para
otros elementos expuestos a similares o peores tipos de contaminación, como es el caso,
por ejemplo, del agua.

Página | 130
El CONAM, asimismo, ha impulsado el establecimiento de Comisiones Ambientales
Regionales (CARs), de carácter multisectorial e integradas por entes públicos, privados y
de la sociedad civil. Su propósito es tener una visión descentralizada y compartida del
desarrollo sostenible regional, con el fin de abordar de esa manera los principales
problemas ambientales. Y junto a ello, se ha venido impulsando, también, en
coordinación con los Gobiernos Regionales, Planes de Acción Regional Ambiental.

En cuanto refiere a políticas de ordenamiento territorial que permita proteger áreas


sensibles y dar un aprovechamiento sostenible a los recursos renovables, se han dictado
normas cuestionables y se ha avanzado muy poco en el proceso. Hacia fines del 2003 se
dio un nuevo reglamento para la elaboración tales planes de acondicionamiento
territorial, pero el reglamento en realidad sirvió más bien para un recorte de las
atribuciones municipales en la materia. El año 2004 se dictó una norma dirigida a la
zonificación económica-ecológica que, manteniendo el enfoque sectorializado, ofreció la
posibilidad a los sectores de elaborar planes de zonificación sectoriales.

El derecho a un medio ambiente sano y protegido en las decisiones


Jurisdiccionales
Contenido

Según la Ley Orgánica del Ministerio Público (MP), este es el organismo autónomo del
Estado que tiene como funciones principales, entre otras, la defensa de la legalidad, los
derechos ciudadanos y los intereses públicos, así como la representación de la sociedad
en juicio, para defender, entre otros, el interés social. El MP es el titular de la acción
penal pública, que se ejercita de oficio o a petición de parte o por acción popular.

Frente a situaciones que impliquen delitos ecológicos, tipificados en el artículo 304 y


siguientes del Código Penal vigente, así como de acuerdo con la Ley Nº 26331 que lo
complementa, existe actualmente un requisito de procedibilidad que lamentablemente
afecta el libre ejercicio de las funciones del Ministerio Público. Este consiste en la
exigencia de un informe de la autoridad sectorial competente antes de que éste pueda
ejercer la acción penal, limitando con ello las competencias del Ministerio Público e
incluso del propio Juez Penal, y trasladándolas a un ente público administrativo, no
jurisdiccional.

En cuanto refiere a las decisiones del Tribunal Constitucional respecto al derecho a un


medio ambiente adecuado y equilibrado, en varias de sus sentencias este ha resaltado su
condición de derecho fundamental y el deber del Estado deber de hacer efectiva su plena
vigencia.
El Tribunal Constitucional ha subrayado que el Estado debe adoptar las medidas
necesarias para que las personas disfruten de un medio ambiente en el que sus
elementos se desarrollen e interrelacionen de manera natural y armónica.

Ha señalado, asimismo, que este derecho no se refiere a cualquier entorno, sino


"únicamente al adecuado para el desarrollo de la persona y de su dignidad"; y
agregado que la intervención del hombre, en caso de generar una alteración importante
en la interrelación de los elementos que componen el medio ambiente, podría suponer
una frustración en la capacidad de goce del derecho.

El Tribunal Constitucional ha señalado, además, que el derecho al medio ambiente


comprende:

1) el derecho a gozar del medio ambiente y


2) el derecho a que dicho medio ambiente se preserve (5).

Respecto al derecho a la preservación de un medio ambiente sano y equilibrado,


asimismo, el Tribunal Constitucional ha señalado que éste, además de obligar de manera

Página | 131
especial al Estado, lo hace también respecto de la población en general y, con mayor
razón, respecto de quienes cuyas actividades económicas inciden, directa o
indirectamente, en la conservación del medio ambiente.

7.1. CASO NEXTEL DEL PERÚ S.A.

EXP. N.° 0964-2002-AA/TC - Sentencia contra la empresa NEXTEL DEL PERÚ


S.A., por violación de derechos a la paz, a la tranquilidad y a gozar de un medio
ambiente sano y equilibrado y adecuado al desarrollo.

El Recurso Extraordinario interpuesto por Alida Cortéz Gómez de Nano contra la


sentencia de la Sala de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima que
declaró improcedente la acción de amparo de fecha 6 de febrero de 2001, presentada
contra la empresa NEXTEL DEL PERÚ S.A., buscaba revertir el fallo de la Corte Superior
de Lima, que se había pronunciado a favor de la empresa, que había instalado una
antena y equipos en el inmueble colindante con el de la demandada.

Al respecto, el Tribunal Constitucional aclaró su papel frente al conflicto presentado,


señalando que su atribución es velar estrictamente por el cumplimiento de los derechos
constitucionales. Y, en ese sentido, le correspondía responder a una interrogante crucial
para definir el caso: "¿Con la instalación de tales antenas y equipos, para la prestación
del servicio de telefonía, puede amenazarse o vulnerarse un derecho constitucional?"

La demandante alegaba que con la instalación de dichos equipos y antenas se amenazan


sus derechos constitucionales a gozar de un medio ambiente sano y adecuado, a la paz y
la tranquilidad, puesto que dichas instalaciones propagaban ondas electromagnéticas.

Sobre el particular el Tribunal estableció un criterio fundamental para la plena vigencia


del derecho a la salud y a un medio ambiente sano y adecuado, señalando que, si bien el
tema de los daños que puede generar la propagación de ondas electromagnéticas
científicamente no tenía consenso, sin embargo si había consenso en señalar que la
legislación correspondiente debía establecer las precauciones necesarias para evitar que,
ante la falta de información sobre los efectos que puede generar una actividad en la
salud y en el medio ambiente, se terminaran generando problemas irreversibles en esta
materia.

En otras palabras, aplicó de manera concreta el "principio de precaución", puesto que


en su criterio no era la instalación de por sí, sino el eventual inicio de las operaciones, lo
que podría amenazar el derecho fundamental de la persona a un medio ambiente sano y
adecuado.

7.2. CASO MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DEL SANTA

EXP. N.° 0964-2002-AA/TC - Sentencia contra la MUNICIPALIDAD PROVINCIAL


DEL SANTA, por violación de derechos a la paz, a la tranquilidad, al disfrute del
tiempo libre y al descanso y a gozar de un medio ambiente sano y equilibrado y
adecuado para el desarrollo de sus vidas, entre otros derechos.

En este caso el Colegio de Abogados del Santa interpuso una Acción de


Inconstitucionalidad contra la Ordenanza Municipal N.° 016-2001-MPS, emitida por la
Municipalidad Provincial del Santa (Chimbote), que redujo el área del Parque
Metropolitano de Villa María de 630 a 471.29 hectáreas.

La demanda alegó que la referida norma había sido emitida violando, entre otros
derechos, los derechos de las personas a la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo
libre y al descanso, así como de gozar de un ambiente equilibrado y adecuado para el

Página | 132
desarrollo de sus vidas, garantizados en los artículos 2°, inciso 22), y 3° de la Carta
Magna, ya que el parque constituía una zona recreacional y había sido convertido en una
zona de comercio intensivo.

El Tribunal, al referirse al medio ambiente, lo asumió como un sistema; es decir, como


un conjunto de elementos que interactúan entre sí, armónicamente, y de esa manera
hacen posible la existencia humana y la de los demás seres vivos. Sin embargo, en
criterio del Tribunal, dicha armonía podría verse afectada por el propio Estado que con
sus decisiones normativas o prácticas administrativas, sea por acción u omisión, en vez
de fomentar la conservación del medio ambiente, puede más bien contribuir a su
deterioro o reducción, afectando de esa manera el cabal goce y ejercicio de este derecho,
en lugar de auspiciar la prevención contra el daño ambiental.

En ese sentido, la sentencia afirma el papel del Estado, y de la propia población, en el


mantenimiento de aquellas condiciones naturales del ambiente requeridas para
garantizar que la vida humana exista en condiciones ambientalmente dignas; incluyendo
el deber estatal de conservar el ambiente equilibrado y prevenir los daños que este
pudiera sufrir.

Bajo estos supuestos se declaró fundada en parte la acción planteada, asumiendo que,
en su papel de prevención, quien legisla - en este caso el Municipio demandado - estaba
obligado a prevenir que el espacio del Parque Metropolitano no fuera objeto de reducción
de su territorio, y más bien debió adoptar todas las medidas necesarias para su
conservación.

7.3. CASO SEDAPAL

EXP. N.° 2064-2004-AA/TC - Sentencia del Tribunal que favoreció a la empresa


Servicios de Agua Potable y Saneamiento de Lima (SEDAPAL) y otros, frente al
Recurso Extraordinario que presentara la Municipalidad Distrital de San Pedro de Lurín,
por la ejecución del proyecto de perforación y tendidos de ductos para el vertimiento de
los efluentes de la planta de tratamiento de San Bartolo al río Lurín.

En este caso la Municipalidad de San Pedro de Lurín, perseguía que con la Acción de
Amparo presentada se ordenara la paralización del proyecto de perforación y tendidos de
ductos para el vertimiento de los efluentes de la planta de tratamiento de San Bartolo al
río Lurín, (obra que se encontraba a cargo de SEDAPAL), puesto que ello constituía una
amenaza para el ecosistema y la salud de los habitantes de la zona, ya que los estudios
técnicos realizados no garantizaban la ausencia de un impacto negativo en el ecosistema
y la población que lo habita.

En primera instancia el Sexagésimo Quinto Juzgado Civil de Lima, con fecha 7 de mayo
de 2003, declaró fundada en parte la demanda considerando que el proyecto no contaba
con la certificación ambiental, de acuerdo con lo establecido en el artículo 4° de la Ley
del Sistema Nacional de Evaluación del Impacto Ambiental, requisito que era
indispensable para emitir el Decreto Supremo que aprueba el estudio.

En segunda instancia se revocó la apelada, declarando infundada la demanda,


considerando que no se podía requerir la citada certificación ambiental "mientras se
encontrara pendiente la emisión del Reglamento de dicha norma"; y, además, porque
"dicha exigencia rige para los proyectos iniciados a partir de la vigencia de la norma, es
decir desde abril de 2001, mientras que el proyecto en cuestión fue iniciado en 1999".

La doctrina del Tribunal destaca que el derecho al medio ambiente está determinado, por
un lado, por el derecho a gozar del mismo; y, por otro, por el deber de su preservación.
En este caso, al haber un vacío legal, por la falta de un reglamento que permitiera la
aplicación de una norma con el fin de contar con la certificación ambiental de la autoridad

Página | 133
correspondiente, no se podía poner en riego los bienes ambientales y afectar las
condiciones adecuadas con que este debía contar para hacer viable su disfrute, faltando
de esa manera a la obligación del estado de preservar el bien.

Página | 134
VIII. CONCLUSIONES

 El delito ambiental es un delito social, pues afecta las bases de la existencia social
económico, atenta contra las materias y recursos indispensables para las
actividades productivas y culturales, pone en peligro las formas de vida autóctonas
en cuanto implica destrucción de sistemas de relaciones hombre – espacio.

 La legislación ambiental, si bien es actualizada, es dispersa, situación que favorece


a los depredadores del ambiente y los recursos naturales, es necesario buscar
uniformidad, aunar esfuerzos, y lograr la eficiencia y eficacia de dicha legislación.

 La constitución política tiene un valor normativo preponderante con respecto al


resto del sistema jurídico, que implica que las decisiones de los operadores
judiciales también quedan sometidas a ella. Por lo tanto, sus interpretaciones
deben consultar los principios y valores constitucionales, entre los que se encuentra
por supuesto el medio ambiente sano.

 La comprensión del tipo penal de contaminación ambiental como tipo de resultado,


dada la exigencia de protección del medio ambiente que a título de garante tiene el
Estado, pues la manera de cumplir con la posición de garantía es la de prevenir
cualquier daño al sistema ambiental.

 El tipo penal de contaminación ambiental es de peligro, lo que significa que su


realización no exige una relación causal de trasformación del mundo físico y menos
la alteración efectiva del medio ambiente.

 En los delitos de peligro no se exige la alteración o destrucción real o material del


bien jurídico; basta con que este sea puesto en peligro, los delitos de peligro;
aparecidos recientemente en el mundo jurídico, generan una situación de riesgo,
una probabilidad de daño al bien jurídicamente protegido.

 Concebir la contaminación ambiental como un delito de lesión, significa incumplir el


mandato de garantía que hizo la Constitución pues esto significa que la intervención
del derecho penal sólo es posible cuando ya ha sido causado un resultado dañino al
medio ambiente.

 El daño que puede resultar contraria a la constitución, es conveniente adoptar una


interpretación acorde con la doctrina de los delitos de peligro abstracto-concreto,
en los que se exige la idoneidad objetiva de la acción para alterar gravemente o
dañar el bien jurídico tutelado; pues en este caso lo que se sancionaría seria la
amenaza efectiva y real sobre el bien jurídico, que proviene de una acción que tiene
probabilidades de producir un resultado de carácter dañoso o lesivo al medio
ambiente.

Página | 135
IX. RECOMENDACIONES

 Desarrollar programas de educación ambiental, en forma transversal, en los


programas educativos formales y no formales de los diferentes niveles.

 Promover incentivos a la participación ciudadana, en la preservación y


uso sostenible de los recursos naturales y el ambiente.

 Aplicación de los estándares internacionales de calidad ambiental, en caso de no


existir parámetros de control a nivel nacional.

 Apertura de un Juzgado Ambiental. Se debe revisar cuan necesario es que


ciertas conductas sean llevadas a la categoría de delitos ambientales, para
ello es imprescindible la fijación de criterios sobre los bienes jurídicos
ambientales tutelados por la vía del Derecho Penal. Aquellas conductas que no
revistan tanta gravedad deben permanecer dentro del ámbito de las
infracciones administrativas con sanciones que no traspasen a las barreras del
Derecho Criminal.

 Se debe revisar el sistema de penalidades a las personas jurídicas y armonizarlo


con el sistema procesal vigente teniendo en cuenta los derechos constitucionales y
todos los sistemas jurídicos afectados y que eventualmente pueden intervenir o
verse afectados por las decisiones del juez penal.

 Difundir y profundizar la noción del principio de seguridad legítima por constituir


una noción más progresista en relación al de situación jurídica ambiental
penalmente protegida, ampliando así el ámbito de protección al imponer
responsabilidad.

Página | 136
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TERRADILLOS BASOCO, Juan, Protección penal del Medio Ambiente.

Página | 138
ANEXOS

VIDEOS DIGITALES

1. Video 1: MINAM, Delitos Ambientales


2. Video 2: Entrevista a Vanessa Veraud
3. Video 3: Decomiso 400 animales silvestres
4. Video 4: Incautación 400 toneladas de pescado
5. Video 5: Biodiversidad

ARCHIVOS DIGITALES

1. Artículo Delitos Contra el Medio Ambiente


2. Contaminación Ambiental Huánuco
3. Daños al Ambiente Escenario Peruano
4. Delito Ecológico
5. Glosario Jurídico Ambiental Peruano
6. Minería Ilegal Huánuco
7. Resolución 302 Loreto
8. Resolución Ayacucho
9. Resolución Cañete
10. Resolución Delito Ambiental Huánuco
11. Resolución Lauricocha
12. Resolución Madre de Dios
13. Resolución Minería Ilegal Huánuco
14. Resolución Minería ilegal y Contaminación Huánuco
15. Resolución Pasco

Página | 139
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

En el Perú existen 62 áreas naturales protegidas que cubren un total aproximado de 127
mil kilómetros cuadrados, lo que corresponde al 4,3% de la superficie del país. De
acuerdo a sus objetivos y tamaño, existen tres tipos de categorías de áreas naturales:
zonas intangibles, zonas de Uso controlado y zonas reservadas.

Las zonas intangibles son aquellas en las que se prohíbe todo uso directo de los recursos
y en las que solo se permite realizar investigación científica y turismo controlado:
parques nacionales, santuarios nacionales y santuarios históricos. Dentro de las zonas de
uso controlado se encuentran las reservas nacionales, reservas comunales y cotos de
caza, y son aquellas áreas en las que se aprovecha la fauna silvestre de manera
sostenida, bajo la supervisión del Estado. Por último, las zonas reservadas, son aquellas
áreas que están temporalmente protegidas mientras se define su categoría de uso más
apropiada.

TIPOS DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

 Parque Nacional.
 Reserva Nacional.
 Santuario Nacional.
 Santuario Histórico.
 Zona Reservada.
 Bosque de Protección.
 Reserva Comunal.
 Reserva Paisajística.
 Coto de Caza.

Área generalmente extensa, donde existen diversos ambientes únicos o representativos


de la diversidad biológica natural del país, no alterada significativamente por la acción
humana, capaces de auto perpetuarse y en que las especies de flora y fauna o las
formaciones geológicas, son de especial interés educativo, científico o recreativo.

Los objetivos que se pretende son la preservación de muestras de ambientes naturales,


de rasgos culturales y escénicos asociados a ellos; la continuidad de los procesos
evolutivos, y en la medida compatible con lo anterior, la realización de actividades de
educación, investigación y recreación.

1. Bahuaja-Sonene
2. Cerros de Amotape
3. Cordillera Azul
4. Cutervo
5. Huascarán
6. Manu
7. Río Abiseo
8. Tingo María
9. Yanachaga- Chemillen

B. RESERVA NACIONAL

Las reservas nacionales son áreas de protección destinadas a la conservación de la


diversidad biológica y la utilización sostenible de los recursos de flora y fauna silvestre,
acuática o terrestre. En ellas se permite el aprovechamiento comercial de los recursos
naturales bajo planes de manejo aprobados, supervisados y controlados por la autoridad
nacional competente.

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Existen actualmente 4 reservas nacionales que ocupan un área de 3 221 376 hectáreas,
equivalentes al 2,51% del territorio nacional.

1. Calipuy
2. Junín
3. Lomas de Lachay
4. Pacaya - Samiria
5. Pampa Galeras-Bárbara D'Achille
6. Paracas
7. Salinas y Aguada Blanca
8. Tambopata
9. Titicaca

C. SANTUARIO NACIONAL

En el Perú tenemos hoy en día seis Santuarios Nacionales que abarcan un área total de
48 113,10 hectáreas, lo que representa el 0,037% del territorio nacional.

Los santuarios nacionales son áreas donde se protege, con carácter intangible, el hábitat
de una especie o una comunidad de la flora y fauna, así como las formaciones naturales
de interés científico y paisajístico.

1. Ampay
2. Calipuy
3. Huayllay
4. Lagunas de Mejía
5. Manglares de Tumbes
6. Tabaconas - Namballe

D. SANTUARIO HISTÓRICO

Cubren un área de 41 279,38 hectáreas que representa el 0,032% del territorio nacional.

Los santuarios históricos son áreas que protegen con carácter de intangible espacios que
contienen valores naturales relevantes y constituyen el entorno de sitios de especial
significación nacional por contener muestras del patrimonio monumental y arqueológico o
por ser lugares donde se desarrollaron hechos sobresalientes de la historia del país.

1. Bosque de Pomac
2. Chacamarca
3. Pampa de Ayacucho
4. Machu Picchu

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ESPECIES PERUANAS PROTEGIDAS

ESPECIES EN PELIGRO CRÍTICO


Una especie está en Peligro Crítico cuando enfrenta un riesgo
extremadamente alto en estado silvestre en el futuro inmediato.
Nombre Científico Nombre Común
MAMÍFEROS:
001. Chinchilla brevicaudata Chinchilla
002. Melanomys zunigae Ratón arrozalero de Zúñiga
003. Platalina genovensium Murciélago longirostro peruano
004. Tapirus pinchaque Pinchaque
005. Tomopeas ravus Murciélago
AVES:
006. Cinclodes aricomae Churrete real
007. Cinclodes palliatus Churrete de pecho blanco
008. Crax globulosa Paujil carunculado
009. Neochen jubata Ganso del Orinoco
010. Nothoprocta kalinowskii Perdiz de Kalinowski
011. Pelecanoides garnotii Potoyunco
012. Penelope albipennis Pava aliblanca
013. Podiceps taczanowskii Zambullidor de Junín
014. Pterodroma p. phaeopygia Petrel de Galápagos
015. Pterocnemia pennata Suri
016. Taphrolesbia griseiventris Picaflor de cometa ventrigris
017. Thalassarche eremita Albatros de Chattam
REPTILES:
018. Crocodylus acutus Cocodrilo de Tumbes
019. Dermochelys coriacea Tortuga dorso de cuero
020. Peltocephalus dumerilianus Guacamayo charapa
021. Phyllodactylus sentosus Saltojo
ANFIBIOS:
022. Batrachophrynus macrostomus Rana de Junín
023. Epipedobates planipaleae Rana

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ESPECIES EN PELIGRO
Una especie está en Peligro cuando no está en peligro crítico, pero está
enfrentando un muy alto riesgo de extinción en estado silvestre en el
futuro cercano.
Nombre Científico Nombre Común
MAMÍFEROS:
024. Alouatta palliata Coto negro
025. Aotus miconax Mono nocturno
026. Arctocephalus australis Lobo fino
027. Ateles belzebuth Maquisapa vientre blanco
028. Dinomys branickii Pacarana
029. Lama guanicoe Guanaco
030. Lontra felina Nutria marina
031. Mormopterus phrudus Murciélago
032. Oreailurus jacobita Gato andino
033. Oreonax flavicauda Mono choro cola amarilla
034. Pteronura brasiliensis Lobo de río
035. Pudu mephistophiles Pudú
036. Saguinus labiatus Pichico de barriga anaranjada
037. Sturnira nana Murciélago frugívoro enano
038. Thomasomys pyrrhonotus Ratón montaraz de vientre rojizo
039. Thomasomys rosalinda Ratón montaraz rosalinda
040. Tremarctos ornatus Oso de anteojos
041. Trichechus inunguis Manatí
AVES:
042. Agriornis andicola Arriero coliblanca
043. Ajaia ajaja Espátula rosada
044. Anairetes alpinus Torito pechicenizo
045. Atlapetes melanopsis Matorralero de anteojos
046. Aulacorhynchus huallagae Tucancito semiamarillo
047. Brotogeris pyrrhopterus Perico macareño
048. Eulidia yarrellii Colibrí de Tacna
049. Grallaricula ochraceifrons Tororoi frentiocrácea
050. Herpsilochmus parkeri Hormiguerito garganticeniza
051. Laterallus tuerosi Gallinetita de Junín
052. Leptasthenura xenothorax Tijeral cejiblanco
053. Leucopternis occidentalis Gavilán dorsigris
054. Loddigesia mirabilis Colibrí maravilloso
055. Mycteria americana Manchaco
056. Octhoeca piurae Pitajo de Piura
057. Pachyramphus spodiurus Cabezón pizarroso
058. Pauxi unicornis Paujil unicornio
059. Pelecanus thagus Pelícano peruano
060. Penelope barbata Pava barbada
061. Phalacrocorax bouganvilli Guanay
062. Phalacrocorax gaimardi Chuita
063. Phytotoma raimondii Cortarrama peruana
064. Poospiza alticola Dominiquí de cola plana
065. Poospiza rubecula Dominiquí pechirrufo
066. Rollandia microptera Zambullidor del Titicaca
067. Spheniscus humboldti Pingüino de Humboldt

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068. Sula granti Piquero de Nazca
069. Sula variegata Piquero peruano
070. Synallaxis courseni Coliespina de Apurímac
071. Synallaxis tithys Coliespina cabecinegra
072. Synallaxis zimmeri Coliespina ventrirrojiza
073. Terenura sharpei Hormiguerito lomiamarillo
074. Thripophaga berlepschi Rabiblando bermejo
075. Vultur gryphus Cóndor andino
076. Xenoglaux loweryi Lechucita bigotona
REPTILES:
077. Boa constrictor ortonii Boa de costa
078. Bothrops roedingeri Sancarranca
079. Caretta caretta Tortuga boba
080. Chelonia mydas agassizzii Tortuga verde
081. Dicrodon holmbergi Cañan
082. Eretmochelys imbricata Tortuga carey
083. Geochelone carbonaria Motelo, supay motelo
084. Lepidochelys olivacea Tortuga golfina
085. Paleosuchus palpebrosus Trueno lagarto, dirin
086. Podocnemis expansa Charapa
ANFIBIOS:
087. Atelopus peruensis Sapo
088. Batrachophrynus brachydactylus Rana
089. Bufo corinetes Sapo
090. Cochranella saxiscandens Rana
091. Cryptophyllobates azureiventris Rana
092. Dendrobates mysteriosus Rana misteriosa
093. Eleutherodactylus cosnipatae Ranita
094. Telmatobius breviceps Rana

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ESPECIES EN SITUACIÓN VULNERABLE
Una especie está en Situación Vulnerable cuando las mejores evidencias
disponibles indican que afronta un alto riesgo de extinción en su hábitat
natural.
Nombre Científico Nombre Común
MAMÍFEROS:
095. Agouti taczanowskii Paca de Taczanowski
096. Amorphochilus schnablii Murciélago
097. Ateles chamek Maquisapa
098. Blastocerus dichotomus Ciervo de los pantanos
099. Cacajao calvus Huapo colorado
100. Callicebus oenanthe Tocón
101. Callicebus torquatus Tocón de collar
102. Callimico goeldii Pichico de Goeldi
103. Chaetophractus nationi Armadillo de Nation
104. Chibchanomys trichotis Rata chibcha de oreja peluda
105. Cryptotis peruviensis Musaraña colicorta peruana
106. Dasypus pilosus Armadillo peludo
107. Eptesicus innoxius Murciélago
108. Hippocamelus antisensis Taruca
109. Lagothrix cana Mono choro
110. Lagothrix lagotricha Mono choro común
111. Lonchophylla hesperia Murciélago longirostro norperuano
112. Mazama chunyi Tanka taruka
113. Mazama rufina Venado
114. Monodelphis osgoodi Colicorto marsupial de Osgood
115. Myrmecophaga tridactyla Oso hormiguero
116. Neusticomys peruviensis Rata acuática peruana
117. Otaria byronia Lobo chusco
118. Oxymycterus hiska Ratón hocicudo
119. Priodontes maximus Armadillo gigante
120. Rhipidomys ochrogaster Rata
121. Sciurus pyrrhinus Ardilla rojiza
122. Sciurus sanborni Ardilla de Sanborn
123. Tapirus terrestris Sachavaca
124. Thomasomys apeco Ratón de Apeco
125. Thomasomys gracilis Ratón montaraz delicado
126. Thomasomys incanus Ratón montaraz incaico
127. Thomasomys kalinowskii Ratón montaraz de Kalinowski
128. Thomasomys macrotis Ratón montaraz
129. Thomasomys onkiro Ratón montaraz
130. Thomasomys pretor Ratón montaraz
131. Thomasomys taczanowskii Ratón montaraz de Taczanowski
AVES:
134. Ara chloroptera Guacamayo rojo y verde
Guacamayo verde de cabeza
135. Ara coulonii
celeste
136. Ara macao Guacamayo rojo
137. Ara militaris Guacamayo verde
138. Asthenes huancavelicae Canastero colipálida
139. Attila torridus Atila ocráceo

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140. Buthraupis aureodorsalis Tangara de montaña lomo dorado
141. Buthraupis wetmorei Tangara de montaña enmascarada
142. Carduelis siemiradzkii Jilguero azafranado
143. Columba oenops Paloma peruana
144. Conirostrum tamarugense Mielerito de los tamarugales
145. Coryphaspiza melanotis Pinzón enmascarado
146. Crypturellus casiquiare Perdiz
147. Crypturellus duidae Perdiz de varillar
148. Forpus xanthops Perico pachaloro
149. Galbula pastazae Jacamar pechicobrizo
150. Hapalopsittaca pyrrhops Loro carirrojo
151. Harpia harpyja Águila arpía
152. Heliangelus regalis Ángel del sol azul
153. Hemispingus rufosuperciliaris Hemispingo cejirrufa
154. Hylocryptus erythrocephalus Rascahojas capuchirrufo
155. Incaspiza ortizi Pájaro del inca aligris
156. Jabiru mycteria Jabiru
157. Larosterna inca Zarcillo
158. Lathrotriccus griseipectus Mosquerito pechigris
159. Leptosittaca branickii Loro de mejillas doradas
160. Lipaugus uropygialis Silbador alicimitarra
161. Mitu salvini Paujil vientre blanco
162. Myrmeciza griseiceps Hormiguero cabecigris
163. Neopelma chrysocephalum Saltarín corona de oro
164. Netta erythropthalma Pato cabeza castaña
165. Notharchus ordii Buco
166. Nothoprocta taczanowskii Perdiz de Taczanowski
167. Nyctibius leucopterus Ayamama patablanca
168. Oceanodroma markhami Golondrina de tempestad oscura
169. Onychorhynchus occidentalis Atrapamoscas occidental
170. Ortalis erythroptera Chachalaca cabecirrufa
171. Percnostola arenarum Hormiguero
172. Phacellodomus dorsalis Espinero dorsicastaño
173. Phoebastria irrorata Albatros de Galápagos
174. Phoenicoparrus andinus Parihuana andina
175. Phoenicoparrus jamesi Parihuana de James
176. Picumnus steindachneri Carpinterito pechijaspeado
177. Pithys castanea Hormiguero
178. Progne murphyi Golondrina peruana
179. Siptornopsis hypochondriacus Colaespina grande
180. Sterna hirundinacea Gaviotín sudamericano
181. Sterna lorata Gaviotín peruano
182. Synallaxis maranonica Colaespina del Marañón
183. Syndactyla ruficollis Tico tico cuellirrufo
184. Tangara meyerdeschauenseei Tangara gorriverde
185. Theristicus melanopis Bandurria
186. Tinamus osgoodi Perdiz negra
187. Touit stictoptera Periquito alipunteado
188. Wetmorethraupis sterrhopteron Tangara gargantinaranja
189. Xenospingus concolor Fringilo apizarrado
190. Xipholena punicea Cotinga purpúrea

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191. Zaratornis stresemanni Cotinga cachetiblanco
192. Zimmerius villarejoi Moscarete de Mishana
REPTILES:
193. Batrachemys heliostemma Ashnacharapa
194. Bothrops andianus Jergón
195. Bothrops barnetti Macanche
196. Bothrops pictus Jergón de costa
197. Ctenoblepharis adspersa Lagartija
198. Dicrodon heterolepis Lagartija de cabeza colorada
199. Melanosuchus niger Caiman negro
200. Podocnemis unifilis Taricaya
201. Polychrus femoralis Camaleoncito verde
ANFIBIOS:
202. Atelopus pachydermus Sapo
203. Atelopus tricolor Sapo
204. Centrolene euhytrix Rana
205. Centrolene hesperium Rana
206. Ceratophrys stolzmanni Rana cornuda
207. Gastrotheca ochoai Rana marsupial
208. Phrynopus simonsii Rana
209. Telmatobius arequipensis Rana de Arequipa
210. Telmatobius culeus Rana del Titicaca

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ESPECIES CASI AMENAZADAS
Una especie se encuentra Casi Amenazada cuando ha sido evaluada en los
criterios anteriores sin encajar en alguno de ellos, considerándosele en
riesgo en un futuro próximo.
Nombre Científico Nombre Común
MAMÍFEROS:
211. Alouatta seniculus Mono coto
212. Lagothrix poeppigii Mono choro
213. Panthera onca Jaguar
214. Puma concolor Puma
215. Vicugna vicugna Vicuña
AVES:
216. Aburria aburri Pava negra
217. Accipiter collaris Gavilán de collar
218. Amazona festiva Loro de lomo rojo
219. Andigena hypoglauca Tucaneta
220. Aratinga erythrogenys Loro de frente roja
221. Asthenes urubambensis Canastero
222. Atlapetes rufigenis Chacchara
223. Atlapetes terborghi Chacchara de Terborgh
224. Cacicus koepckeae Páucar de Koepcke
225. Campephilus guayaquilensis Carpintero
226. Campylopterus villavicensio Picaflor de Villavicensio
227. Campylorhamphus pucherani Trepador
228. Capito wallacei Barbudo franjiescarlata
229. Conothraupis speculifera Tangara blanco y negro
230. Crypturellus transfasciatus Perdiz pata colorada
231. Cypseloides rothschildi Vencejo
232. Deroptyus accipitrinus Loro cacique
233. Falco deiroleucus Halcón de pecho naranja
234. Falco peregrinus Halcón peregrino
235. Formicarius rufifrons Hormiguero
236. Fulica gigantea Gallareta gigante
237. Fulica rufifrons Gallareta de frente roja
238. Gallinago imperialis Becasina imperial
239. Grallaria blackei Hormiguero
240. Grallaria eludens Hormiguero
241. Grallaricula peruviana Tororori peruano
242. Heliodoxa gularis Colibrí
243. Hemitriccus cinnamomeipectus Atrapamoscas
244. Hemitriccus minimus Atrapamoscas
245. Hemitriccus rufigularis Atrapamoscas
246. Henicorhina leucoptera Cucarachero
247. Herpsilochmus gentryi Hormiguero de Gentry
248. Incaspiza watkinsi Pájaro del inca de Watkins
249. Laterallus jamaicensis Gallinetita negra
250. Leptasthenura yanacensis Tijeral
251. Leucopternis plumbea Gavilán plomizo
252. Melanopareia maranonica Pájaro del Marañón
253. Metallura odomae Colibrí de neblina
254. Mitu tuberosa Paujil

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255. Morphnus guianensis Águila monera
256. Myiophobus lintoni Mosqueta
257. Myrmoborus melanurus Hormiguero
258. Nannopsittaca dachillae Perico
259. Oreomanes fraseri Pájaro de los queñuales
260. Otus marshalli Lechuza de bosques nublados
261. Phaethornis koepckeae Picaflor de Koepcke
262. Phlegornis mitchellii Chorlito cordillerano
263. Phlogophilus harterti Colibrí
264. Phlogophilus hemileucurus Colibrí
265. Phoenicopterus chilensis Parihuana
266. Pipile cumanensis Pava
267. Pipreola chlorolepidota Cotinga
268. Podiceps occipitalis Zambullidor blanquillo
269. Pteroglossus beauharnaesii Tucán encrespado
270. Ramphastos ambiguus Tucán Dios te de pico negro
271. Ramphastos toco Tucán toco
272. Saltator cinctus Pepitero
273. Simoxenops ucayalae Pajarito pico curvo
274. Synalaxis cherriei Coliespina
275. Tachycineta stolzmanii Golondrina de Tumbes
276. Tangara phillipsi Tangara
277. Tinamotis pentlandii Francolina
278. Tumbezia salvini Tiránido de Tumbes
279. Xenerpestes singularis Colagris ecuatorial
REPTILES:
280. Callopistes flavipunctatus Iguana marrón
281. Microlophus tigris Lagartija
282. Paleosuchus trigonatus Lagarto enano, dirin dirin
ANFIBIOS:
283. Altigius alios Rana
284. Bufo spinulosus Sapo
285. Centrolene azulae Rana
286. Cochranella ocellata Rana
287. Colostethus elachyhistus Rana
288. Dendrobates fantasticus Rana
289. Dendrobates reticulatus Rana rojita
290. Epipedobates bassleri Rana
291. Epipedobates cainarachi Rana
292. Epipedobates parvulus Rana
293. Epipedobates petersi Rana
294. Epipedobates ruvibentris Rana
295. Epipedobates simulans Rana
296. Epipedobates smaragdinus Rana
297. Epipedobates tricolor Rana
298. Epipedobates zaparo Rana
299. Gastrotheca excubitor Rana marsupial
300. Telmatobius brevirostris Rana
301. Telmatobius mayoloi Rana

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Comunidades indígenas del Perú

En el Perú por su gran geografía e historia todavía tenemos variedad de comunidades


indígenas, de las cuales muchas se han adaptado a vivir con la era moderna y otras
tratan de mantener sus costumbres y formas de vidas lejos de las ciudades.

El Convenio 169 de la OIT (ratificado por el Perú en 1993) define a los pueblos indígenas
como aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el país o en una región
geográfica a la que perteneció el país en la época de la conquista o la colonización o del
establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación
jurídica, conservan sus propias instituciones sociales económicas culturales y políticas, o
parte de ellas.

La situación de nuestros pueblos indígenas evidencia un estado de postración y en


muchos casos abandono, con mayor énfasis en la sierra y la selva. Esta situación de
desventaja se expresa en indicadores negativos de morbilidad y mortalidad del país, y
también en menor grado de desarrollo.

01 Achuar , Achual
02 Amahuaca
03 Amaiweri – Kisambaeri
04 Amarakaeri
05 Andoa – Shimigae
06 Andoke
07 Arabella (Chirupino)
08 Arasaire
09 Asháninka
10 Ashéninka
11 Awajun (Aguaruna, Aents)
12 Bora (Miamuna)
13 Cacataibo (Uni)
14 Cahuarana (Morocano)
15 Candoshi – Murato
16 Capanahua (Junikuin)
17 Caquinte (Poyenisati)
18 Cashinahua (Junikuin)
19 Chamicuro (Chamekolo)
20 Chitonahua
21 Cocama – Cocamilla
22 Cujareño (Iñapari)
23 Culina (Madija)
24 Ese`Eja ("Huarayo")
25 Harakmbut
26 Huachipaire
27 Huaorani (Tagaeri, Taromenane)
28 Huitoto (incluye Murui, Meneca, Munaine)
29 Iquito
30 Isconahua (Icobakebo)
31 Jebero (Shiwilu, Sewélo)
32 Jíbaro
33 Lamisto
34 Machiguenga (Matsigenka)
35 Mashco – Piro ("Mashco")
36 Mastanahua
37 Mayoruna (Matsé)
38 Murunahua
39 Nanti

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40 Nomatsiguenga
41 Ocaina (Ivo`Tsa)
42 Omagua
43 Orejón (Mai Huna, Maijuna)
44 Pisabo (Mayo, Kanibo)
45 Pukirieri
46 Quichua – Quíchua runa, Kichwa (i)
47 Resígaro
48 Sapiteri
49 Secoya (Aido Pai)
50 Shapra
51 Sharanahua / Marinahua (Onikoin)
52 Shawi (Chayahuita, Kanpunan, Kampu Piyawi)
53 Shipibo – Conibo – Shetebo
54 Shuar
55 Taushiro (Pinche)
56 Ticuna (Duüxügu)
57 Toyoeri
58 Urarina (Itukale, Shimaco, Kachá)
59 Wampis (Huambisa)
60 Yagua (Yawa, Nihamwo)
61 Yaminahua
62 Yanesha ("Amuesha")
63 Yine - Yami ("Piro")
64 Yora ("Nahua", "Parquenahua")
70 Otros grupos indígenas amazónicos
75 Aymara
76 Uro
77 Jaqaru, kawi (jaqi, cauqui)
78 Chancas
79 Chopccas
80 Q'eros
81 Wancas
82 Otros grupos quechuas del area andina (ii)
90 Afroperuano
91 Otros afrodescendientes (iii)
92 Asiático descendiente (iv)
93 Extranjeros (v)
99 Peruano que NO se considera incluido en ninguno de los grupos anteriores (se
autodenomina "mestizo", "criollo", "cholo", "cusqueño", "piurano", "arequipeño", etc.)

i. Incluye a los pobladores quechuas pertenecientes a las comunidades indígenas


amazónicas del Pastaza, Napo, Tigre, Madre de Dios.

ii. Incluye todos aquellos que siendo quechua hablantes se consideran pertenecientes
a otros grupos andinos no considerados en esta relación. Incluye todas las otras
variantes lingüísticas del quechua del área andina.

iii. Incluye a los afrodescendientes de otros países pero residentes permanentes en el


Perú (afroamericanos, africanos, brasileros, haitianos, dominicanos, etc). No incluye
los afrodescendientes en condición turista o con permanencia temporal, quienes
serán codificados como "Extranjeros" (código 93).

iv. Todo descendiente de padres asiáticos, nacido o no en el Perú, pero que reside
permanentemente en el Perú. No incluye asiático descendiente en condición turista
o con permanencia temporal a quienes se les codificará "Extranjeros" (código 93).

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v. Extranjero, con residencia temporal o permanente en nuestro país y que reconoce
no pertenecer a cualquiera de los grupos señalados en el presente listado.

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RECURSOS GENÉTICOS

En realidad, se trata de cualquier material de origen animal o vegetal, microorganismos u


otros que contengan unidades funcionales de herencia. Podría incluir genes, secuencias
genéticas, moléculas, extractos biológicos, semillas, plasma, entre otros materiales.

Su importancia radica, en primer lugar, en que a partir de estos recursos las diferentes
formas de vida (animales, vegetales, microorganismos y otras) se diferencian entre sí y
desarrollan sus características y propiedades particulares. En segundo término, los
recursos genéticos constituyen la base para el desarrollo de nuevas variedades vegetales
o de cultivos, permiten el desarrollo de nuevos productos y son la base material para la
biotecnología moderna y sus múltiples aplicaciones (la minería, la biorremediación, la
ingeniería genética, entre otras).

La investigación sobre recursos genéticos permite el desarrollo de nuevos productos que


combaten y alivian diferentes enfermedades que afectan al hombre, los animales y las
plantas. En realidad, estos recursos no solamente son importantes para algunos campos
como la medicina o la agricultura, sino también suponen nuevas opciones, como por
ejemplo, nuevos tintes y colorantes, nuevas formas para el control biológico de las
plagas, nuevas formas para conservar alimentos, nuevas alternativas para enfrentar los
problemas de contaminación, nuevos cosméticos y fragancias. Además, forman parte de
una nueva industria multimillonaria que se basa en estos recursos para su desarrollo.

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