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LOS RECURSOS
NATURALES
UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL
ESCUELA UNIVERSITARIA DE POST GRADO
DOCTORADO EN MEDIO AMBIENTE Y
DESARROLLO SOSTENIBLE
Integrantes
Anaya González, Roberta Brita
Arias León, Jeny Emperatriz
Chávez Riveros, Víctor Ismael
Esposito Shapiama, Sandro
Guzmán Alejos, Rossy Lorena
Poggi Dávila, Johanna
2013
Página | 1
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 5
I. CONSIDERACIONES AMBIENTALES SOBRE EL PROCESO PENAL .................... 7
1.1. CODIFICACIÓN O TIPIFICACIÓN PENAL AMBIENTAL COMPARADA ........ 7
1.2. LA JUSTICIA AMBIENTAL COMO MARCO GENERAL ................................10
II. MARCO TEÓRICO ..........................................................................................11
2.1. PROBLEMAS AMBIENTALES GLOBALES ..................................................11
2.1.1. DEFINICIONES DEL DERECHO PENAL AMBIENTAL ..............................11
2.1.2. EL EFECTO INVERNADERO ..................................................................12
2.1.3. LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA ..................................................13
2.1.4. LA DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO ..........................................14
2.1.5. LA DEFORESTACIÓN ...........................................................................14
2.1.6. LA PÉRDIDA DE LA BIODIVERSIDAD ..................................................15
2.2. EL CAMBIO CLIMÁTICO .........................................................................15
2.2.1. LEY SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO ....................................................16
2.2.2. CREACIÓN DEL TRIBUNAL INTERNACIONAL DE JUSTICIA CLIMÁTICA
17
2.3. LA CONSTITUCIÓN Y EL MEDIO AMBIENTE ............................................18
2.3.1. CONSTITUCIÓN PÓLITICA DEL PERÚ DE 1933 ....................................18
2.3.2. CONSTITUCIÓN PÓLITICA DEL PERÚ DE 1979 ....................................18
2.3.3. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ DE 1993 ....................................19
3. DERECHO ECOLOGÍA Y AMBIENTE ................................................................20
3.1. DERECHO Y ECOLOGÍA ..........................................................................20
3.2. CONSIDERACIONES FILOSÓFICAS ACERCA DEL AMBIENTE ...................21
3.2.1. ÉTICA AMBIENTAL ..............................................................................23
3.3. NATURALEZA DEL DERECHO AMBIENTAL ...............................................24
3.3.1. DERECHO AMBIENTAL COMO CIENCIA INFORMATIVA ........................25
3.3.2. DERECHO AMBIENTAL COMO DISCIPLINA ACADÉMICA ......................25
3.3.3. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA AUTÓNOMA DEL DERECHO ..........25
3.3.4. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA DEL DERECHO PÚBLICO ..............26
3.3.5. DERECHO AMBIENTAL COMO RAMA DEL DERECHO ECONÓMICO ........26
3.3.6. DERECHO AMBIENTAL COMO PARTE DEL DERECHO PRIVADO ............27
3.4. ANÁLISIS SECTORIAL Y TRANSECTORIAL .............................................27
3.5. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO AMBIENTAL ......................................28
3.6. DEFINICIÓN DE DERECHO AMBIENTAL .................................................30
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3.7. SUJETOS DE DERECHO AMBIENTAL .......................................................32
3.8. RELACIÓN ENTRE ECONOMÍA Y MEDIO AMBIENTE ................................33
3.9. COMERCIO Y MEDIO AMBIENTE .............................................................33
3.10. MOVIMIENTOS ECOLOGISTAS ...............................................................35
3.11. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO AMBIENTAL ....................38
4. TUTELA DEL AMBIENTE ................................................................................44
4.1. DERECHOS HUMANOS Y EL DERECHO AL MEDIO AMBIENTE ADECUADO 44
4.2. EL HOMBRE Y EL MEDIO AMBIENTE .......................................................45
4.3. LA TUTELA DEL AMBIENTE.....................................................................49
4.4. FUENTES DEL DERECHO PENAL .............................................................50
4.5. TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA EN MATERIA AMBIENTAL .............51
4.5.1. EL DERECHO PENAL AMBIENTAL ........................................................52
4.5.2. EL DERECHO CIVIL .............................................................................52
4.5.3. DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL .............................................52
4.5.4. EL DERECHO AMBIENTAL INTERNACIONAL ........................................53
V. DERECHO INTERNACIONAL AMBIENTAL ......................................................54
5.1. ETAPAS DE DESARROLLO DEL DERECHO INTERNACIONAL DEL MEDIO
AMBIENTE .......................................................................................................55
5.2. LEGISLACIÓN COMPARADA EN EL TEMA AMBIENTAL EN LA REGIÓN .....60
5.3. PREOCUPACIONES EN MATERIA PROCESAL DE LA JUSTICIA PENAL
AMBIENTAL.....................................................................................................64
VI. DELITO CONTRA LOS RECURSOS NATURALES ...........................................67
6.1. TRÁFICO ILEGAL DE ESPECIES DE FLORA Y FAUNA SILVESTRE
PROTEGIDA (ART.308° DEL C.P.P.) ...............................................................70
6.2. FORMAS AGRAVADAS (ART. 309° DEL C.P.P.) .......................................94
6.3. DELITOS CONTRA LOS BOSQUES O FORMACIONES BOSCOSAS (ART.
310° EL C.P.P.) ............................................................................................. 100
6.4. UTILIZACIÓN INDEBIDA DE TIERRAS AGRÍCOLAS (ART. 311° DEL
C.P.P.) .......................................................................................................... 115
6.5. AUTORIZACIÓN DE ACTIVIDAD CONTRARIA A LOS PLANES O USOS
PREVISTOS POR LA LEY (ART. 312° DEL C.P.P.) ........................................... 121
6.6. ALTERACIÓN DEL AMBIENTE O PAISAJE (ART. 313° DEL C.P.P.) ......... 124
VII. CASUISTICA ........................................................................................... 129
7.1. CASO NEXTEL DEL PERU S.A. ............................................................... 132
7.2. CASO MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DEL SANTA ................................ 132
7.3. CASO SEDAPAL .................................................................................... 133
VIII. CONCLUSIONES ...................................................................................... 135
IX. RECOMENDACIONES ............................................................................... 136
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BIBLIOGRAFIA ................................................................................................ 137
ANEXOS ........................................................................................................... 139
VIDEOS DIGITALES ....................................................................................... 139
ARCHIVOS DIGITALES .................................................................................. 139
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS .................................................................. 140
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INTRODUCCIÓN
El rol simbólico que adquiere en la práctica del Derecho Penal, en lo que respecta el
tratamiento punitivo de los delitos ecológicos, constituye un hecho que, por su reiterada
probanza -en la legislación comparada-, no admite discusión.1
Es evidente que los grandes intereses económicos que están en juego -al momento de
legislar y aplicar las leyes sobre derecho ambiental-, adormecen las respuestas afectivas
que la propia ley establece.
En definitiva, nos hallamos ante un problema cuya solución desborda los márgenes del
derecho y se ubica, por sus implicancias, en el seno de la comunidad. Aún más, en su
solución están comprometidos los intereses básicos de todos los seres vivos del orbe y
fundamentalmente, el HOMBRE.
Sabido es que toda legislación –en materia ecológica- no puede escapar a los designios
políticos y económicos agazapados tras el poder legiferante. Ante esto, la respuesta
jurídico penal no permanece indemne. La mediatización y selectividad en la aplicación del
derecho punitivo se convierte en una situación cierta. Empero, no se puede dejar de lado
el ius puniendi cuando la perspectiva de una solidaridad planetaria del Hombre con la
Biósfera, se toca inalcanzable.
Como anota BARRERO NAVIA “En términos políticos jurídicos el asunto en cuestión de
garantizar el ejercicio pleno de los derechos ambientales. El compromiso es con la
defensa de las condiciones básicas que permiten la vida y por ende, el ejercicio de los
restantes derechos humanos económicos y políticos”.2
1
En este sentido RAMOS ARIAS advierte del peligro de caer en el no infrecuente defecto político criminal de
huir hacia el derecho penal, criminalizando simbólica -no realmente- una conducta o conjunto de conductas sin
que tan aparente y rotunda solución tenga luego eficacia. Cfr., Derecho Penal y protección del medio ambiente,
Ed. Colex, Madrid, 1992, p: 386.
2
Política criminal ecológica, ¿alternativa o reincidencia?...p. 41.
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En consecuencia, estamos hablando de un Derecho prácticamente nuevo para todos los
autores de la juridicidad ambiental, por tal razón la doctrina discute actualmente sobre
su contenido, naturaleza y hasta su correcta denominación.
El nacimiento del Derecho Penal dentro de este campo se debe a la insuficiencia práctica
de las incriminaciones clásicas de carácter general tales como el homicidio, lesiones,
destrucción, daños a bienes, etc. En virtud de que especialmente en lo que se refiere a
algunos tipos de contaminación como por ejemplo la del aire, las pruebas de esta
infracción pueden ser borradas o eliminadas, de tal forma que no se logre una relación de
causalidad entre un acto individual determinado y el daño o peligro para la salud del
individuo o la colectividad.
El Derecho del Ambiente tiene una íntima relación con el Derecho Administrativo, tanto
es así que algunos autores lo consideran como una derivación de éste. Pero la relación
entre el Derecho Penal para con el Derecho del Ambiente, es considerada como accesoria
o supletoria, en virtud que el Derecho Penal dentro de la rama ambiental se acciona
única y exclusivamente cuando el daño producido al Ambiente es de tal magnitud que se
necesita una acción más severa para sancionarlo.
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I. CONSIDERACIONES AMBIENTALES SOBRE EL
PROCESO PENAL
Una mirada en términos de sistema o subsistema respecto del derrotero normativo penal
ambiental de nuestro país nos deja una cierta desazón, ante lo incompleto, en términos
jurídico-institucionales. Si bien es cierto que se ingresó a una reforma sustantiva en
materia penal ambiental a fines del año 20085, esto no ha sido correspondido en lo que
concierne al desarrollo orgánico institucional de las agencias penales pertinentes. Esto se
puede observar en la implementación, aún parcial e insuficiente, de fiscalías penales
ambientales4; la inexistencia de jueces penales ambientales; una agencia policial
ecológica sin una reinstitucionalización seria que la convierta en una policía nacional
ambiental rezagada, y la carencia de peritos penales ambientales.
3
A continuación se presentan algunos textos constitucionales comparados sobre justicia penal ambiental: Brasil
(1988). Artículo 255 - 3: Refiere que los infractores, sean personas jurídicas o naturales, que realicen
conductas y actividades consideradas lesivas al medio ambiente están sujetos a sanciones penales y
administrativas, independientemente de la obligación de reparar los daños causados. Colombia (1991). Artículo
277: «El procurador General de la Nación […] tendrá las siguientes funciones: 4. Defender los intereses
colectivos, en especial el ambiente». España (1978). Artículo 45- 3. «Para quienes violen lo dispuesto en el
apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales, o, en su caso,
administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado». Paraguay (1992). Artículo 8. «El delito
ecológico será definido y sancionado por la ley. Todo daño al ambiente importará la obligación de recomponer e
indemnizar».
4
Arce Guillén, Mario y Mariana Herrera Ugarte. «Costa Rica: rumbo a un proceso penal ambiental». Tesis para
optar por el grado de Licenciatura en Derecho, 2009, p. 301-302.En
http://iij.derecho.ucr.ac.cr/archivos/documentacion/tesis/2009/tesis%20proceso%20penal%20ambiental.pdf>.
5
La ley 29263, publicada en el diario El Peruano, modificó el Código Penal y la Ley General del Ambiente de tal
forma que los delitos contra el medio natural serán sancionados con pena privativa de libertad entre dos y diez
años. Véase al respecto Peña Cabrera Freyre, Alonso R. Los delitos contra el medio ambiente. Lima: Rodhas,
2010, p. 563.
6
Véase El acceso a la justicia ambiental en América Latina: Derecho ambiental y desarrollo sostenible, del
doctor Raúl Brañes Bruñesen, en especial el capítulo «La justicia penal». En Simposio Judicial sobre Derecho
Ambiental y Desarrollo Sostenible. El acceso a la justicia ambiental en América Latina. Ciudad de México, 26 al
28 de enero de 2000. Capítulo IV: «Justicia Penal». México, ALDA.
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- Leyes sectoriales protectoras de ciertos recursos naturales. En el Perú era el caso de
la antigua Ley Forestal y de Fauna Silvestre (1975), el Código Sanitario (1969,
derogado en 1997 por la Ley General de Salud) y la Ley sobre Camélidos y Delfines.
- Leyes generales ambientales. Decreto legislativo 613 Cmarn (capítulo «De los delitos y
las penas», vigente hasta noviembre de 1991, derogado por el decreto legislativo
757).
7 Código Penal Colombiano (1980): Explotación y tráfico de recursos naturales. Agravante por especie en vías
de extinción (artículo 242). Ocupación ilícita de reserva forestal o parque nacional (artículo 243). Explotación
ilícita de yacimiento minero (artículo 244). Transmisión y propagación de daño a recursos vivos (artículo 245).
Destrucción, inutilización o desaparición de recursos naturales (artículo 246). Contaminación ilícita del ambiente
(artículo 247).
8
Código Penal Alemán (1980). Título 28. Parágrafos: (324) Contaminación del agua; (325) Contaminación del
aire y ruido; (326) Eliminación de residuos peligrosos para el ambiente; (327) Funcionamiento no autorizado de
instalaciones; (328) Manipulación no autorizada de combustible nuclear; (329) Puesta en peligro de zonas
necesitadas de protección; (330) Grave puesta en peligro del ambiente; (330a) Grave puesta en peligro a
través de la emisión de veneno; (330b) Arrepentimiento activo; (330c) Comiso; (330d) Definiciones.
9
Código Penal Español (1995). Título XVI. De los delitos relativos a la ordenación del territorio y la protección
del patrimonio histórico y del medio ambiente. Capítulo I. De los delitos sobre la ordenación del territorio.
Artículos 319 al 320. Capítulo II. De los delitos contra el patrimonio histórico. Artículos 321 al 324. Capítulo III.
De los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. Artículo 325: Perjuicio al equilibrio de los
sistemas naturales. Artículo 325 (in fine): Agravamiento por la salud de las personas. Artículo 326:
Circunstancias cualificantes. Artículo 327: Medidas judiciales del Artículo 129. Artículo 328: Tipo residual
(depósitos o vertederos). Artículo 329: Prevaricación específica. Artículo 330: Cualificación por afectación de
espacio natural protegido. Artículo 331: Pena inferior en grado ante imprudencia grave. Capítulo IV. De los
delitos relativos a la protección de la flora y fauna. Artículos 332 al 337. Capítulo V. Disposiciones comunes.
Artículo 338: Supercualificación por afectación de espacio natural protegido. Artículo 339: Consecuencias
jurídicas del hecho: «Restauración del equilibrio ecológico perturbado». Artículo 340: Consecuencias jurídicas
del hecho: Atenuante calificada de reparación del daño. Revísese el estudio de Jesús-María Silva Sánchez
titulado Delitos contra el medio ambiente. Valencia: Tirant lo Blanch, 1999.
10
Véase Matus Acuña, Jean Pierre. «Análisis dogmático del Derecho penal ambiental chileno, a la luz del
Derecho comparado y las obligaciones contraídas por Chile en el ámbito del Derecho internacional. Conclusiones
y propuesta legislativa fundada para una nueva protección penal del medio ambiente en Chile». En
<http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-00122003000200002&script=sci_arttext>.
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2. Venezuela. Ley Penal del Ambiente (1992)11.
3. Paraguay. Ley que sanciona delitos contra el medio ambiente. Ley 716 (1996).
4. Nicaragua. Ley 559, Ley Especial de Delitos contra el Medio Ambiente y los
Recursos Naturales (2005)12.
11
Ley Penal del Ambiente de Venezuela (1992): Título I: Disposiciones generales. 1) Objeto. 2)
Extraterritorialidad. 3) Requisitos de las sanciones a personas jurídicas. 4) Responsabilidad del representante.
5) Sanciones a personas naturales. 6) Sanciones a personas naturales. 7) Definición de salario mínimo. 8)
Leyes penales en blanco. 9) Penalidades del delito culposo. Aumento de penalidad. 10) Agravante. 12)
Aumento de penalidad. 13) Aumento de penalidad. 14) Aumento de penalidad. 15) Atenuante. 16) Obligación
de orden público. 17) Prelación. 18) Destino de las recaudaciones. 19) Prescripción de acciones. 20) Acciones
derivadas del delito. 21) Obligación del Ministerio Público. 22) Competencia. 23) Emplazamiento de personas
jurídicas. 24) Medidas judiciales precautelativas. 25) Experticia de los daños. 26) Contenido de la sentencia.
27) Sentencia conminatoria. Título II: De los delitos contra el ambiente. Capítulo I. De la degradación,
envenenamiento, contaminación y demás acciones o actividades capaces de causar daños a las aguas. 18)
Vertido ilícito. 29) Alteración térmica. 30) Cambio de flujos y sedimentación. 31) Extracción ilícita de
materiales. 32) Contaminación de aguas subterráneas. 33) Daños a las defensas de aguas. 34) Permisos o
autorizaciones ilícitas. Capítulo II. Del deterioro, envenenamiento, contaminación y demás acciones o
actividades capaces de causar daño al medio lacustre, marino y costero. 35) Descarga de contaminantes. 36)
Construcción de obras contaminantes. 37) Degradación de las playas. 38) Contaminación por fugas o
descargas. 39) Omisión de aviso. 40) Vertido de hidrocarburos. 41) Pesca ilícita. Capítulo III. De la
degradación, alteración, deterioro, contaminación y demás acciones capaces de causar daño a los suelos, la
topografía y el paisaje. 42) Actividades y objetos degradantes. 43) Degradación de suelos, topografía y paisaje.
Capítulo IV. Del envenenamiento, contaminación y demás acciones capaces de alterar la atmósfera o el aire.
44) Emisión de gases. 45) Emisiones radioactivas. 46) Contaminación por unidades de transporte. 47)
Degradación de la capa de ozono. Capítulo V. De la destrucción, contaminación y demás acciones capaces de
causar daños a la flora, fauna, sus hábitats o a las áreas bajo régimen de administración especial. 48) Incendio
de plantaciones. 49) Incendio de dehesa. 50) Incendio de vegetación natural. 51) Negativa de colaboración. 53)
Destrucción de vegetación en las vertientes. 54) Difusión de gérmenes. 55) Difusión de enfermedades. 56)
Obligación del Ministerio del Ramo. 57) Propagación ilícita de especies. 58) Actividades en áreas especiales o
ecosistemas naturales. 59) Caza y destrucción en áreas especiales o ecosistemas naturales. 60) Daño a
monumentos y yacimientos. Capítulo VI. De las omisiones en el estudio y evaluación del impacto ambiental. 61)
Omisión de requisitos sobre impacto ambiental. Capítulo VII. De los desechos tóxicos o peligrosos. 62) Gestión
de desechos tóxicos. 63) Introducir desechos tóxicos. Título III. Disposiciones finales y transitorias. Capítulo I.
Disposiciones finales. 64) Supletoriedad. 65) Derogatoria. Capítulo II. Disposiciones transitorias. 66) Exención
de penas para campesinos. 67) Régimen de excepción indígena 68) Disposiciones complementarias de la Ley.
69) Vacatio legis.
12
Ley Especial de Delitos contra el Medio Ambiente y los Recursos Naturales 559, 21 de noviembre de 2005.
Capítulo 1. Disposiciones generales. Artículo 1. Objeto. Artículo 2. Competencia. Artículo 3. Definiciones.
Artículo 4. Normas Técnicas. Artículo 5. Medidas cautelares. Capítulo II. Delitos contra el ambiente. Artículo 6.
Contaminación del suelo. Artículo 7. Contaminación de aguas. Artículo 8. Contaminación atmosférica. Artículo 9.
Contaminación por ruido. Artículo 10. Transporte de materiales y desechos tóxicos, peligrosos o contaminantes.
Artículo 11. Almacenamiento, manipulación o derrame de sustancias tóxicas, peligrosas o contaminantes.
Artículo 12. Desechos degradables o no biodegradables. Artículo 13. Aumento de las penas. Artículo 14. Penas
para empleados o funcionarios públicos. Artículo 15. Violación a lo dispuesto en el Estudio de Impacto
Ambiental (EIA). Artículo 16. Información falsa al EIA. Artículo 17. Funcionario que permita información falsa al
EIA. Capítulo III. Delitos contra los recursos naturales. Artículo 18. Aprovechamiento ilegal de recursos
naturales. Artículo 19. Desvío de corrientes de aguas. Artículo 20. Impedir aprovechamiento de las aguas.
Artículo 21. Pesca en época de veda. Artículo 22. Trasiego de pesca o descartes en alta mar. Artículo 23. Pesca
sin dispositivos de conservación. Artículo 24. Pesca con explosivos. Artículo 25. Pesca con bandera no
autorizada. Artículo 26. Captura de especies de la biodiversidad. Artículo 27. Caza de animales en peligro de
extinción. Artículo 28. Comercialización de fauna y flora. Artículo 29. Incendios forestales. Artículo 30. Tala rasa
y veda forestal. Artículo 31. Talas en vertientes y pendientes. Artículo 32. Corte, transporte y comercialización
ilegal de madera. Artículo 33. Corte o poda de árboles en casco urbano. Artículo 34. Incumplir con el Estudio de
Impacto Ambiental (EIA). Artículo 35. Comercio ilegal de minerales. Capítulo IV. Otros delitos. Artículo 36.
Lotificación, urbanización y construcción. Artículo 37. Daños físicos o maltrato a animales. Artículo 38.
Incumplimiento de pago de canon o multas. Artículo 39. Introducción de especies invasoras, agentes biológicos
o bioquímicos. Artículo 40. Alteración del entorno o paisaje natural. Artículo 41. Escala de intensidad de
sonidos. Capítulo V. De la responsabilidad civil. Artículo 42. Cuantía de daños. Artículo 43. Reparación del daño.
Artículo 44. Responsabilidad solidaria. Artículo 45. Indemnización. Artículo 46. Sanciones penales y
administrativas. Artículo 47. Garantía financiera. Capítulo VI. De las multas. Artículo 48. Sentencia motivada.
Artículo 49. Pago de multas. Artículo 50. Destino de las multas. Capítulo VII. Disposiciones comunes. Artículo
51. Decomiso. Artículo 52. Suspensión de la pena de prisión. Artículo 53. Reparación voluntaria. Artículo 54.
Suspensión de licencias o permisos. Artículo 55. Atenuantes. Artículo 56. Dictámenes técnicos. Artículo 57.
Perímetro para corte de árboles. Capítulo VIII. Disposiciones finales Artículo 58. Incorporación al Código Penal.
Artículo 59. Previa difusión. Artículo 60. Vigencia.
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1.2. LA JUSTICIA AMBIENTAL COMO MARCO GENERAL
13
Brañes, Raúl. El acceso a la justicia ambiental en América Latina… Ob. cit.
14
El primer estudio de «racismo ambiental» (1987) encontró que la composición racial del vecindario era el
mejor predictor de dónde se ubicaría un depósito de sustancias tóxicas en Estados Unidos, más allá de otras
variables medidas como ingreso, valor de la propiedad y proximidad a los mercados). Goldman, Benjamin.
«What is the future of environmental justice?» En Antipode 28, 2, 1996, pp. 122- 141. Tomado de
<http://www.programabecas.org/numero/11/11.12.htm>. Véase también Bryant, Bunyan (editor).
Environmental justice. Issues, policies, and solutions. Washington DC: Island Press, 1995.
15
Véase Foy, Pierre. «Consideraciones sobre la justicia ambiental en el sistema jurídico peruano». En Ensayos
jurídicos contemporáneos. Nuevo testimonio de una huella académica. Lima: ARA, 2008, p. 121-149.
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II. MARCO TEÓRICO
2.1. PROBLEMAS AMBIENTALES GLOBALES
Los problemas ambientales pueden ser de carácter global, regional, nacional y local
atendiendo a la extensión de su impacto.
- Los de carácter regional son aquellos que afectan a varios países, a veces
continentes enteros o una parte significativa de ellos, como la contaminación
transfronteriza o masas de agua que abarcan a varios países de América Latina y el
Caribe.
- Los problemas nacionales como su nombre lo indica son los que producen
afectaciones en un territorio considerable de un país.
Tal como apuntan los Maestros Dres. Sebastián Soler en “Derecho Penal Argentino” y
Luis Jiménez de Asúa en “Tratado de Derecho Penal”, las normas (preceptos justos y
estables) del derecho llevan dos prescripciones, ello en contraposición a las de la moral
(prolongación de la ética hacia el fuero interno del hombre) que lleva una sola
prescripción. Las normas del derecho primeramente prescriben un hacer o un no hacer
en cuanto a acción se refiere y posteriormente prescriben aquello que debe hacerse
cuando lo primeramente prescrito no se lleva a los hechos. Así, Sebastián Soler en
“Derecho Penal Argentino. Tomo 1 pág. 3” nos enseña: “una norma de derecho es una
norma penal cuando su sanción asume carácter retributivo”. “Derecho penal es la parte
del derecho compuesto por el conjunto de normas dotadas de sanción retributiva”.
Conforme Liszt- Schimidt: “Es el conjunto de reglas jurídicas del Estado por las cuales al
delito como hecho se une la pena como consecuencia jurídica”. Para Beling, “El derecho
penal es el conjunto de preceptos jurídicos por medio de los cuales se determina
cuándo, cómo y bajo qué condiciones debe alguien sufrir una pena”. La noción de
“tipología” es otra de las brillantes interpretaciones doctrinarias de Beling. “Tipo” es la
forma de descripción, figura o esquema, por ello la “adecuación típica” se produce
cuando el obrar humano concuerda con el obrar establecido en la norma penal, por
ejemplo: “el que envenenare o adulterare, de un modo peligroso para la salud, aguas
potables o sustancias alimenticias o medicinales, destinadas al uso público o al
consumo de una colectividad de personas” conf. Art. 200 C.P. Argentino ó “El que
ilegalmente tale o roce los montones donde existan vertientes que provean de agua las
Página | 11
poblaciones aunque aquellos pertenezcan a particulares. ...” conf. Art. 364. 1era parte
C.P. Venezolano.
El tratadista español Muñoz Conde, define al Derecho Penal Ambiental como: “El
mantenimiento de las propiedades del suelo, el aire y el agua, así como de la flora y
fauna, y las condiciones ambientales de desarrollo de esas especies, de tal forma que el
sistema ecológico se mantenga con sus sistemas subordinados y no sufra alteraciones
perjudiciales“
El Doctor José Santos Ditto, en su obra Derecho Ambiental, dice <La norma penal, debe
reservarse para conductas más graves, para cumplir también una función preventiva.
Por lo tanto, como dicen los juristas españoles, la norma penal, de conformidad con su
condición de última ratio, debe castigar conductas que ponen en peligro bienes
jurídicos, de singular relevancia social, con las sanciones más radicales de que el estado
dispone. Por lo tanto, se recomienda que el Derecho Penal, solo debe intervenir en la
tutela de bienes de mucha importancia y también ante delitos más lesivos> Como
podemos notar en las definiciones citadas anteriormente se considera al Derecho Penal
Ambiental, como un derecho auxiliar de las penales únicamente en aquellos casos en los
cuales, o bien no es suficiente la tutela que puede ofrecer otro ordenamiento jurídico, o
bien es necesario por la gravedad del daño causado.
Pero también encontramos teorías contrarias, como la del autor Blossier Hume, que
opina que no es secundaria la naturaleza del Derecho Penal en rama Ambiental, puesto
que aún cuando defienda bienes jurídicos o instituciones pertenecientes a otras ramas
del derecho; no se limita a enumerar sanciones meramente protectoras de diferentes
realidades jurídicas, sino que antes de prever una pena, es el propio ordenamiento
penal el que indica el ámbito de los comportamientos acreedores a tales penas. Por
tanto, de ordinario la norma penal nunca está subordinada totalmente a lo que disponen
leyes no penales; se resalta que el derecho penal es tan autónomo como las más
tradicionales disciplinas jurídicas.
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El aumento del CO2 en la atmósfera es una de las grandes preocupaciones de los
científicos en la actualidad; constituye un efecto macro climático que desde luego tiene
repercusiones globales, es decir afecta las condiciones climáticas del planeta en general.
Este se puede considerar como el problema medioambiental más serio que afecta al
Planeta. Otros gases que provocan el efecto de invernadero son: metano y CFCs
(clorofluorocarbonos).
- Posible alteración de equilibrios naturales globales, provocada por gases como los
NOx y clorofluorocarbonos o CFC (riesgo de radiaciones UV perjudiciales) y por una
emisión de CO2 (y otros gases) a un ritmo superior al de absorción de este gas por
vegetales y cuerpos de agua lo que altera el clima.
- Smog, palabra de origen inglés formada por la unión de smoke (humo) y fog
(niebla) que se usa para designar a las nieblas compuestas por
contaminantes sólidos de las ciudades, industrias y tubos de escape de los
vehículos. Son tormentas de humo que se forman por reacciones químicas que
ocurren en determinadas condiciones físico - geográficas.
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Efectos de las lluvias ácidas, incremento de la acidez del agua de los lagos, ríos
embalses etc., que provocan daños al hombre, a la biodiversidad,
destrucción de los bosques, corrosión de los materiales de construcción, irritación
de las mucosas.
En la capa de la atmósfera comprendida desde la superficie hasta los 60km. hay O3,
que surge como resultado de la disociación de las moléculas de O2 y la redistribución
de sus tomos. En las capas inferiores de la atmósfera, el O 3 aparece
ocasionalmente (descargas de tormentas eléctricas, oxidación de algunas sustancias
orgánicas). En las capas más altas se forma por efecto de la radiación ultravioleta (UV)
del Sol.
La capa de O3, absorbe toda la radiación UV, hasta la longitud de ondas de 0,29
micrones, mortífera para los animales y plantas; la parte insignificante de rayos UV que
pasa a través de esta capa, mata ciertos microorganismos e influye beneficiosamente en
el hombre y los animales superiores. Además el O 3 retiene en gran medida, la radiación
térmica del planeta y protege a su superficie contra el enfriamiento.
Los CFCs constituyen el contaminante mayor para la destrucción del O 3, que puede
mantenerse y durar en la atmósfera inferior (tropósfera), hasta 100 años y necesita
alrededor de una década para llegar hasta la capa de ozono (estratósfera). La
presencia de CFCs en la atmósfera, es la causa principal del agotamiento del O 3. Los
CFCs utilizados como aerosoles o impulsores entre otros objetos, al desintegrarse al
entrar en contacto con la fuerte radiación UV-B en las zonas superiores de la atmósfera,
liberan el cloro; y cada átomo de cloro puede destruir 100 000 moléculas de ozono.
Se estima por los científicos que una reducción del 15 % de O 3, originaría el aumento de
un 30% de radiaciones ultravioleta (UV) que provocaría desastres tales como, cambios
de temperatura en la superficie terrestre (aumento), consecuencias en la
circulación atmosférica cambios climáticos globales, inhibición en el desarrollo del
fitoplancton, cáncer en la piel, quemaduras, aparición de cataratas y daños del sistema
inmunológico.
2.1.5. LA DEFORESTACIÓN
El concepto de deforestación se aplica a todas las acciones y efectos que tienen como
consecuencia la destrucción de las masas boscosas que cubren la Tierra.
Los árboles son fundamentales para el bienestar ecológico de la tierra; limpian el aire,
conservan los suelos, mantienen su fertilidad, almacenan agua, proporcionan un hábitat
para la vida salvaje, desempeñan un papel vital en la regulación del clima y proveen al
hombre de alimentos, fibras, leña y madera. Su desaparición pone en peligro el
equilibrio medioambiental.
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crecimiento de las zonas urbanas.
El mundo actual atraviesa por una crisis ecológica en la que el continuo deterioro de la
biodiversidad de los géneros, las especies y los ecosistemas debilitan el
proceso hacia una sociedad sostenible. Por eso el problema de la pérdida de
biodiversidad ocupó un lugar preponderante en la Cumbre de Río en la que fue firmada
la Convención sobre la diversidad biológica que ofrece un marco jurídico para la
conservación y utilización de la biodiversidad donde se destaca la importancia de
crear la capacidad para conservar, proteger y utilizar la biodiversidad como medio
para reducir el hambre y la pobreza.
El clima de la Tierra está cambiando a un ritmo acelerado por la acción humana. Los
efectos del aumento de la temperatura global son evidentes en todo el planeta, e
incluso mayores de los que preveía la comunidad científica.
El cambio climático es el mayor problema que enfrentará la humanidad, no sólo por sus
impactos directos sino además porque agudizará otros problemas ya existentes, como
la pobreza, el hambre, la violencia, las desigualdades de género, el control
territorial, la soberanía alimentaria, el acceso al agua y saneamiento, entre otros.
El cambio climático constituye por tanto, una amenaza contra los elementos básicos de
la vida humana en distintas partes del mundo: acceso a suministro de agua, producción
de alimentos, salud, uso de las tierras y medio ambiente.
Se ha vulnerado los derechos humanos que constituyen la base para una vida digna de
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los pueblos: derecho a la vida y a la seguridad, derecho a la salud, derecho al agua,
derecho a la alimentación, derecho a un nivel de vida adecuado, derecho a la
subsistencia, derecho a la libre determinación, derecho a un medio ambiente sano,
derechos de los Pueblos Indígenas, etc.
Hay urgencia de dar respuesta a los problemas ocasionados por el Cambio Climático,
porque de esto depende la vida de muchas comunidades y pueblos, así como el
bienestar del planeta Tierra. Se constata entonces, la necesidad de dar respuesta a
una ausencia de normas, mecanismos e instituciones que sancionen los
incumplimientos del Protocolo de Kioto y de otros compromisos de obligatorio
cumplimiento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC), así a como los responsables de los crímenes climáticos a cuyos extremos se
ha llegado en estos tiempos.
Al Gore, que ganó el premio Nobel de la Paz en el 2007 por sus esfuerzos para combatir
el calentamiento del planeta, dijo que es vital que el Congreso trate de aprobar una ley a
fin de combatir el cambio climático: Estados Unidos debe tener un papel vital y para
poder desempeñarlo, el presidente tiene que tener la capacidad de ir a las
Convenciones marcos sobre cambio climático con una posición creíble de negociación.
El paso clave para resolver la crisis climática es hacer que el Senado federal apruebe
una Ley del Cambio Climático ahora, que pondrá por primera vez un “precio” al CO 2 en
Estados Unidos y fijará una reducción de las emisiones del 17% al 2020 y del 83% al
2050.
Por otro lado, el Reino Unido, legisló sobre la “Ley del Cambio Climático”, la primera en
su tipo en el mundo, establece un marco en el camino para convertirse en una
economía con menor uso de carbono, por medio de metas claras y obligatorias para la
reducción de emisiones de carbono en, por lo menos, 60% para el año 2050, en
comparación con los niveles de 1990.
Además de establecer metas claras, esta Ley presenta una ruta para lograr dichas
reducciones a través de un sistema de presupuestos de carbono a cinco años
establecidos con quince años de anticipación, mismos que darían a inversionistas
y diseñadores de políticas la certidumbre y dirección necesarias.
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la selva por su trabajo de preservar su hábitat y reducir la deforestación.
La energía barata -en forma de petróleo, carbón y gas natural- ha sido el motor para su
rápida industrialización y crecimiento económico, sin reconocer la deuda ecológica,
social, financiera e histórica con los pueblos del Sur y la naturaleza, que han generado.
Las comunidades del Sur así como las comunidades con ingresos bajos del Norte
industrializado han llevado la carga tóxica de extraer combustibles fósiles, su transporte
y producción. Ahora, estas comunidades están enfrentando los peores impactos del
cambio climático.
Aunque esta tarea no ha sido confiada por ninguna autoridad jurídica formal constituida
en el mundo, los países megadiversos como el Perú tienen la responsabilidad en
nombre del género humano y en defensa de la civilización y la Tierra.
Su espíritu se basa en las iniciativas de los pueblos para establecer Tribunales Éticos de
Opinión, como el Tribunal Russell (1967), establecido para juzgar y condenar los
crímenes de guerra cometidos por los Estados Unidos en Vietnam y que luego (1974-
1976) enjuició los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos por las
dictaduras en América así como, en su continuidad, el Tribunal Permanente de los
Pueblos, creado en 1979 y en otros tribunales independientes como el Tribunal
Internacional de los Pueblos sobre la Deuda y el Tribunal del Agua. Todos ellos
buscan visibilizar y calificar aquellas situaciones en las que la violación masiva de los
derechos fundamentales no encuentra reconocimiento ni respuestas institucionales
y encuentran su legitimidad en la voluntad soberana de los pueblos.
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sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de las Instituciones Financieras
Internacionales así como de otros mecanismos financieros que han exacerbado el
cambio climático e incrementado la deuda ecológica.
Estamos tomando prestado hoy lo que pertenece a los jóvenes y niños que nacerán en
el Perú que deberán también tener lo necesario para su bienestar.
No basta con que la Constitución reconozca como valor social el Ambiente para que
conlleve automáticamente el recurso al derecho penal, sino que habrá que analizar si
es necesario que el bien-valor “medio ambiente” sea penalmente protegido como bien
jurídico.
Es decir, si tiene entidad suficiente para dar ese salto cualitativo, que lo
transforme de mera realidad a situación socio-penalmente valorada. La doctrina
considera que el bien “medio ambiente” si tiene entidad suficiente para dar ese salto
cualitativo.
En nuestro país, esta protección se hace evidente a nivel constitucional desde 1979
cuando se regula por primera vez el Capítulo II. De los Recursos Naturales:
Art. 119°: El Estado evalúa y preserva los recursos naturales. Asimismo fomenta su
racional aprovechamiento.
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Art. 120°: El Estado impulsa el desarrollo de la Amazonía. Le otorga regímenes
especiales cuando así se requiere. Una institución técnica y autónoma tiene a su cargo
el inventario, la investigación, la evaluación y el control de dichos recursos.
Art. 121°: Corresponde a las zonas donde los recursos naturales están ubicados, una
participación adecuada en la renta que produce su explotación, en armonía con una
política descentralista.
Las normas de protección del medio ambiente se han incorporado en el nivel más alto
del ordenamiento jurídico, es decir, en las constituciones de muchos países. Nuestro
país no ha sido ajeno a esta evolución.
La carta política de 1993. En ella por primera vez se incorpora en el Art. 2° Toda
persona tiene derecho: numeral 22 “…a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado
al desarrollo de su vida", dentro de los derechos fundamentales.
La protección del medio ambiente y los recursos naturales están regulados dentro
del régimen económico del Capítulo II. Del Ambiente y los Recursos Naturales:
Art. 67°.- El Estado determina la política nacional del ambiente. Promueve el uso
sostenible de sus recursos naturales.
Art. 69°.- El Estado promueve el desarrollo sostenible de la Amazonía con una legislación
adecuada.
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3. DERECHO ECOLOGÍA Y AMBIENTE
La palabra ecología proviene de las raíces griegas oikos, que significa casa, y logos, que
alude a ciencia o tratado. Este término aparece por primera vez en 1868, cuando el
biólogo alemán Ernst Haeckel, en su obra Historia de la creación natural, propuso
designar con dicho nombre una disciplina que se derivaría de la zoología y que tendría
como finalidad investigar tanto las relaciones entre todos los organismos que viven
juntos en la misma localidad, como las adaptaciones a sus ambientes.
El estudio de la ecología, ciencia que explica la relación de los seres vivos con su
ambiente, correspondió en primer término al campo de las ciencias naturales; no
obstante, con los graves daños que el hombre ha ocasionado a su entorno, esta ciencia
trascendió su ámbito originario para convertirse también en objeto de preocupación por
parte de las ciencias sociales. En este punto cabe mencionar que desde 1978 Eugene P.
Odum señalaba que la ecología es el vínculo entre las ciencias naturales y sociales.
Para este autor, desde la década de 1970, la ecología ha sido ampliada por la demanda
pública; a medida que la humanidad ha llegado a estar más consciente de los abusos y
limitaciones del medio ambiente, los alcances del pensamiento de la gente y el tema que
trata la ecología se han extendido.
A decir de Odurn, concediendo que la palabra ecología suele ser mal empleada como
sinónimo de medio ambiente, la popularidad del tema ha tenido el efecto de centrar la
atención en el hombre como una parte de, más que parte de, sus alrededores naturales.
En un sentido real, la ecología se ha convertido de esta forma en una disciplina
integradora fundamental que vincula a las ciencias físicas, biológicas y sociales.16
16
Eugene P. Odurn, Ecologú: el vínculo entre las ciencias naturales y las sociales. Editorial Continental, México.
1989. pág. 11. citado por María del Carmen Carmona Lara, en Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México, "Enciclopedia Jurídica Mexicana", t VIII. ed., UNAM· Editorial Porrúa,
México, 2002. Pág. 387.
17
Ramón Martín del Campo, Derecho ambiental, 1a ed., Instituto de Estudios de Administración Local, Madrid.
1977. pág. 10.
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condicionar conductas individuales y sociales para evitar la introducción en el medio de
perturbaciones a la lógica ecológico-natural."18
En este marco, el derecho se muestra como el medio para determinar y hacer valer el
"deber ser" en lo tocante a las relaciones entre el hombre y el ambiente. En efecto, la
ecología se presenta como una ciencia que se refiere al "ser" de estas relaciones; sin
embargo, no despliega lo que "debe ser" en el ámbito del comportamiento humano que
se considera necesario o deseable para la preservación del ambiente19. En tal aspecto, la
injerencia de las ciencias naturales es nula, de ahí la necesidad de acudir al derecho
como la única vía para exigir al ser humano determinado comportamiento acorde con la
necesidad preponderante de proteger la vida en la Tierra.
La noción de ambiente ha existido en la mente del ser humano desde tiempos remotos.
De modo consciente o inconsciente, el hombre ha tenido una relación simbiótica con su
ambiente, pues su dependencia de los recursos naturales es indiscutible; sin embargo,
esta relación, se ha ido complicando con el paso del tiempo. En la medida en que el
hombre ha alterado su hábitat, las reflexiones acerca de las cuestiones ambientales han
cambiado.
Cabe señalar también que el ser humano. En su afán por encontrar respuestas a las
interrogantes que rondaban su pensamiento. Desarrolló distintas religiones. En gran
parte con el propósito de explicarse diversos fenómenos naturales. A decir de la maestra
Silvia jaquenod "... al evolucionar las diferentes religiones de Afro Asía, aparecieron
numerosas dicotomías importantes entre las que surgían en Asia Occidental
(cristianismo. Judaísmo e islamismo) y las que lo hacían en Asia Oriental y Central
(hinduismo, budismo, confucionismo y taoísmo)". En este sentido, las religiones
orientales, especialmente el taoísmo, destacan sobre todo la idea de que el hombre debe
esforzarse para vivir en armonía con la naturaleza. Por su parte. la religión occidental
asumió un punto de vista muy distinto respecto a la relación entre el hombre y el medio
natural, que queda sintetizado quizá en Génesis 1-28, donde se afirma "... y los bendijo
Dios, diciéndoles: ‘Procread y multiplicaos y henchid la tierra; sometedla y dominad
sobre los peces del mar. Sobre las aves del cielo y sobre los ganados y sobre todo cuanto
vive y se mueve sobre la tierra ...”
18
Ibídem. pág. 11.
19
Véase en este sentido Jesús Quintana Valtierra. Derecho ambiental mexicano. Lineamientos generales, 1a
ed. Editorial Porrúa, México, 2000, pág. 9.
20
ibídem, págs. 10 Y 11.
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posturas ideológicas al respecto. En este tenor, Geoffrey Sto Hilaire incluye en el
vocabulario común, en 1835, el concepto de medio ambiente. Desde el punto de vista
filosófico. Tal expresión se refiere al conjunto de relaciones entre el mundo natural y los
seres vivientes, que influye en la vida y el comportamiento del ser vivo. De este concepto
puede inferirse que el influjo de las condiciones físicas trasciende en muchas ocasiones el
ámbito de las ciencias naturales y se centra en las relaciones sociales.
En tal sentido. "el positivismo del siglo XIX atribuyó al ambiente físico y biológico el valor
de causa determinante de todos los fenómenos estrictamente humanos, desde la
literatura hasta la política". La obra literaria y filosófica de Taine, por ejemplo,
"contribuyó a la difusión de esta tesis, según la cual el ambiente físico, biológico y social
determina necesariamente todos los productos y los valores humanos y los explica".
Como podemos inferir de dicho razonamiento, la noción del ambiente en la filosofía del
siglo XIX aporta a este concepto un valor determinante.
Según tal concepción, todo lo hecho por el ser humano tendrá una relación con el
ambiente en el que éste se desenvuelve. Por otra parte, en el mundo contemporáneo la
noción de ambiente permanece fundamentalmente en las ciencias biológicas,
antropológicas y sociológicas, pero se ha transformado poco a poco, ya que la relación
entre el ambiente, el organismo, el hombre o el grupo social no se entiende según un
esquema mecánico, o sea, como una relación de determinismo causal absoluto. Esta
relación se cambia por una postura que atribuye al ser humano una facultad selectiva
que éste ejerce en el ambiente. Sin embargo, esto no significa que el ambiente no pueda
obrar efectivamente sobre la vida y las creaciones de los hombres, sino que resulta la
condición de la causa.
Pareciera que la idea de que el ser humano convive con la naturaleza se ha cambiado por
aquella que expresa que ésta es un mero instrumento al servicio del hombre.
Silvia Jaquenod afirma de manera clara que “…el ascenso del hombre a la dominación,
parece atribuible al hecho de que fue el único animal terrestre que se propuso someter
su medio en lugar de adaptarse a él. Últimamente, el dominio del planeta Tierra por el
hombre se ha convertido en algo tan intenso, que altera el hábitat de todas las criaturas
con vida, incluyéndose a sí mismo". En este punto, la autora en cuestión hace referencia
a la sutil ironía del filósofo Reinhold Niebuhr, quien manifiesta: "El hombre siempre ha
sido su propio problema más irritante". Asimismo, Jaquenod nos recuerda la concisa
expresión de Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me
salvo yo". Por tanto, como indica la maestra española, el hombre es conforme se
encuentra su circunstancia, es con ella y en función de ella. Actúa e interactúa inmerso
en la contingencia que ésta le depara, y colabora para que la situación que le rodea lo
beneficie o perjudique.
Teniendo en cuenta estas ideas llegamos a la conclusión de que las consideraciones que
puedan hacerse en torno al ambiente deben tener un cambio radical. No ha de pensarse
únicamente en la preservación del ambiente como una forma de conservar el hábitat en
el que el hombre se desarrolla, sino tener en cuenta que, debido a la relación simbiótica
que existe entre el ser humano y su ambiente, la conservación de éste es un presupuesto
para la existencia de aquél. Así, la protección del ambiente es necesaria -sino
indispensable- para que la especie humana pueda sobrevivir.
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3.2.1. ÉTICA AMBIENTAL
Los cambios que el ser humano ha ocasionado al ambiente en los últimos años al punto
de poner en peligro la vida en la tierra, han tenido como consecuencia una
transformación en la idea que había de la ética, la cual no estaba ligada a los aspectos
referentes al ambiente. Entendida en palabras llanas como el estudio de las razones
filosóficas por las cuales las personas deben comportarse de tal o cual manera, la ética
se quedaba en el ámbito de lo social y no tenía, en ninguna forma, relación con el medio
natural.
Sin embargo, a partir de mediados del siglo xx, con la capacidad que adquiere el hombre
mediante el desarrollo científico y tecnológico para romper la relación constante y sin
altibajos que tenía con la naturaleza, se ha modificado sensiblemente este panorama.
De esa manera, las relaciones entre las viejas cuestiones del ser y el deber ser, la causa
y el fin, la naturaleza y el valor, que son dominio de la ética, habían estado circunscritas
a un ámbito en el que el tema ambiental era relegado; no obstante, en décadas recientes
este tema ha adquirido gran importancia.
Hemos descubierto que la naturaleza es vulnerable; por esta razón, el plano ético no
puede alejarse de las relaciones entre el hombre y el ambiente.
Así, surge la ética ambiental, como una concepción nueva de los deberes morales que
deben existir en las relaciones del ser humano con su entorno.
Esa nueva ética tendrá como base la reflexión de que el hombre debe hacer las cosas con
la diligencia del deber cumplido. De lo que se trata es que [el ser humano] las haga con
responsabilidad, teniendo en cuenta la existencia de la naturaleza y pensando no sólo en
las consecuencias inmediatas, sino también en los efectos que el obrar del hombre
produzca en las generaciones futuras. En este escenario, la incertidumbre en el futuro se
posa como la ineludible condición de la responsabilidad. En la actualidad -sobre todo si se
consideran los procesos irreversibles de degradación del ambiente que se han gestado-
en una idea admitida definitivamente es que el desarrollo científico y tecnológico
ilimitado no constituye una causa necesaria de progreso humano, sino más bien de
problemas éticos y sociales en torno al origen del desequilibrio ecológico.
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Tal situación exige sin duda una nueva clase de imperativos éticos. En principio, la moral,
como objeto de estudio de la ética, tendrá que invadir el ámbito de la producción
económica -de la que se mantuvo alejada-en la forma de política pública. La concepción
utilitarista que se dio en principio al ambiente deberá transformarse para adoptar
políticas públicas que partan de la base de una ética ambiental que beneficie a las
generaciones futuras. Esta adopción repercutirá significativamente en varios ámbitos.
Esa nueva idea de la ética con carácter ambiental permitirá cumplir con el principio de
equidad intergeneracional, que tiene como objetivo no comprometer el ambiente de las
generaciones futuras. Es indudable que el riesgo de disminuir el disfrute de un ambiente
adecuado por las generaciones venideras, nos hace pensar en este principio como una
posible solución para prevenir los daños que se causarían a generaciones posteriores.
En síntesis, la ética ambiental será imprescindible para fomentar una cultura de respeto a
la vida y restituir al hombre el control de sus propias acciones, librándolo, según Eduardo
A, Pedace, de un peligroso estado de pasividad moral, superficialmente justificada por la
satisfacción generada por las grandes conquistas de la ciencia y de la técnica.
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Se ha dicho también que el derecho ambiental rebasa en muchas ocasiones la
perspectiva ius publicista y se coloca en el ámbito de las relaciones privadas, por lo que
en cierto modo, también corresponde al derecho privado.
Esas digresiones, aunque pueden parecer una cuestión teórica y de escasa repercusión
práctica, son necesarias si se quiere dar una visión general de los debates que ha
propiciado la materia que tratamos. Con esta idea en mente, expondremos de manera
sucinta algunas de las razones que se esgrimen para determinar la naturaleza del
derecho ambiental.
Algunos estudiosos de la ciencia jurídica consideran que el derecho ambiental es sólo una
ciencia informativa. Entendiéndolo en este sentido, tal disciplina se presentaría
únicamente como una amalgama de normas que inciden en un mismo tema y que con
ánimo informativo se reagrupan con la denominación Derecho. En este caso, el derecho
ambiental se proyectaría como una rama del derecho carente de sustantividad.
Algunos autores consideran que el derecho ambiental es una rama autónoma del
derecho, debido a que cumple con los requisitos que suelen apuntarse como necesarios
para considerar que una disciplina es autónoma.
Para este grupo de doctrinarios, de una observación atenta al derecho ambiental se llega
a la conclusión de que éste puede considerarse una disciplina autónoma. Todos los
requisitos que se exigen para clasificar a un sector del ordenamiento jurídico como rama
autónoma se cumplen con mayor o menor intensidad en el caso del derecho ambiental.
En primer término, para quienes defienden la autonomía del derecho ambiental, en esta
disciplina existen principios propios que incluso han recibido consagración legislativa. Por
ejemplo, la Declaración de Río -que analizaremos en el siguiente capítulo- contiene una
serie de principios retomados por la legislación interna de diversos Estados, que se han
convertido de esta manera en derecho vigente. Por otra parte, se dice que en el derecho
ambiental existen técnicas jurídicas propias, como la evaluación del impacto ambiental o
los marketables permits del derecho norteamericano.
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Asimismo, para defender la referencia a determinada categoría de personas, se ha
argumentado que, aún, cuando el derecho ambiental está dirigido a una pluralidad
indeterminada de sujetos, encuentra un sustrato social directamente implicado. Podría
decirse entonces que el derecho ambiental se dirige a las personas privadas en cuanto
sujetos detentadores o agresores del medio ambiente como bien jurídico. Las personas
públicas pueden aparecer también como sujetos capaces en función de su obligación de
defender y restaurar el ambiente. La administración pública ocupa, en este orden de
ideas, un primer plano en cuanto sujeto público, autor y destinatario, al mismo tiempo
del derecho ambiental. Por tanto, este requisito es cumplido también por la disciplina
jurídica de la que nos ocupamos.
Cabe señalar también que, ubicándonos en esta postura teórica, el derecho ambiental se
refiere además a un objeto propio que, en este caso, constituiría el medio ambiente
como bien jurídico por tutelar.
Situándonos entonces en una postura ius publicista, no cabe duda que, al buscar la
protección de los derechos de la colectividad (no sólo presente sino también futura), el
derecho ambiental puede ser considerado como una rama del derecho público.
Otra tendencia en torno a la naturaleza jurídica del derecho ambiental es situarlo como
una rama del derecho económico. Al respecto, Zarkin señala que el derecho económico
se concibe como un derecho de síntesis o reagrupamiento que se asocia a la idea de
derecho de protección al ambiente, concebido como una rama de este nuevo derecho a
partir de las distintas lecturas que el sistema jurídico permite en sus diferentes ramas.
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Dentro de esta visión, se establece también que el objeto de estudio del derecho
económico se nutre tanto de las ciencias que estudian el ambiente como de las
económicas, las cuales condicionan el modelo de desarrollo que subyace a los regímenes
económicos que pretenden ser regulados por un sistema jurídico. Así el derecho
ambiental es considerado por algunos como una rama del derecho económico.
El derecho privado ha sido definido como el conjunto de normas que regulan las
relaciones jurídicas entre personas que se encuentran legalmente consideradas en una
situación de igualdad, en virtud de que ninguna de ellas actúa en dichas relaciones
investida de autoridad estatal.
Con esta definición podríamos deducir que el derecho ambiental no forma parte del
derecho privado; sin embargo, si bien es cierto que el derecho ambiental siempre tiene
presente los intereses colectivos, sucede también que aparecen implicados en las
relaciones que regula intereses y derechos individuales, para cuya defensa el derecho
privado ofrece cauces específicos.
De esa manera, no sólo debe catalogarse al derecho ambiental como parte del derecho
público, sino también se ve involucrado en aspectos que corresponden al derecho
privado. Por ejemplo, de forma colateral el ordenamiento civil puede concurrir a la
defensa del ambiente en cuanto que si consigue modificar conductas, aunque sólo sea en
función de los perjuicios ocasionados a un particular, la colectividad se verá beneficiada a
la postre.
Entonces, el apoyo que el derecho ambiental toma del ordenamiento privado constituye
un recurso estimable y frecuentemente imprescindible para el resarcimiento de daños
localizables en patrimonios particulares.
Con tales bases podemos decir que el derecho ambiental en muchas ocasiones sale del
campo del derecho público para situarse en el del derecho privado, por lo que, de alguna
forma, también puede considerarse parte integrante de las normas ius privatistas.
La palabra sectorización tiene que ver, según el maestro Raúl Brañes, con "... aquella
característica de la administración pública que consiste en su división en sectores
definidos. Entre estos sectores están algunos que tradicionalmente han ejercido
funciones respecto de determinados elementos ambientales. De esta manera, el derecho
ambiental puede ser objeto de un análisis sectorial, pues existen leyes que se refieren al
uso, protección, conservación y aprovechamiento de determinados recursos naturales.
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No obstante, algunas actividades estatales como la gestión administrativa del ambiente,
presentan ciertas características especiales y determinan la necesidad de establecer
estructuras jurídico-administrativas para el conjunto de la gestión estatal. Esta exigencia,
a decir de Brañes, resulta de que “... el ambiente debe ser entendido principalmente
como un sistema donde se organizan los elementos que hacen posible la existencia y el
desarrollo de los organismos vivos”. En consecuencia, la gestión ambiental no puede
concebirse únicamente como referida a cada uno de los elementos del ambiente por
separado, sino que además, y preferentemente, referida a todos los elementos en su
conjunto y en sus procesos de interacción. De allí nace entonces la necesidad de una
estructura jurídico-administrativa distinta de la tradicional.
Ante esta necesidad, el derecho ambiental no se puede quedar relegado; por tanto, en
muchas ocasiones adquiere un carácter transectorial que no guarda ninguna relación con
los criterios sectoriales que habitualmente adquiere la organización jurídico-
administrativa del Estado.
Existen actos propios del derecho ambiental que deben traspasar las barreras de la
sectorización administrativa para adquirir un carácter transectorial que se refiera al
conjunto de los elementos ambientales y tenga en consideración todos los procesos de
interacción entre estos elementos; por tanto, el derecho ambiental debe analizarse tanto
desde el punto de vista sectorial como transectorial. Y es que en muchas ocasiones la
sectorización da paso a un análisis que rebasa sus límites ante los requerimientos de
ciertos actos que deben ser integrales, con lo que resulta necesario también un análisis
desde el punto de vista transectorial.
El derecho ambiental reúne una serie de características que le son propias y que
permiten determinarlo como tal. En este sentido, Ramón Martín Mateo señala las
siguientes:
• Sustratum ecológico
• Especialidad singular
• Énfasis preventivo
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daños, quizá irreparables, lo que es válido también para las compensaciones impuestas
de forma imperativa.
• Componente técnico-reglado
• Vocación redistributiva
Esta característica significa, para Ramón Martín Mateo, que el derecho ambiental es un
derecho sustancialmente público que no excluye, sin embargo, el concurso del
ordenamiento privado tanto en lo que respecta a las relaciones de vecindad como a la
posible exigencia de compensaciones y reparaciones en caso de culpa contractual o
extracontractual.
Por su parte, Silvia Jaquenod agrega como caracteres a la disciplina que nos ocupa las
siguientes:
• Multidisciplinar
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actuales se presentan dentro de un perímetro interdependiente,
integrador, multi y pluridisciplinar que requieren el estudio y el
conocimiento de la realidad objetiva mediante procesos de
gestión y planificación”
Este carácter hace referencia a “…la fusión transitoria del caudal normativo pretérito con
el actual; es decir, el viejo derecho no ambiental se constituye en norma provisoria del
derecho ambiental''.
• Transnacional
Esta característica mencionada por Silvia Jaquenod hace referencia a que los problemas
ambientales, en muchos casos, rebasan las fronteras nacionales, porque en el sistema
natural los diferentes elementos, fenómenos y procesos no conocen fronteras y, por
tanto, alcanzan el ámbito internacional donde es imperativo conocer los distintos
comportamientos dentro y fuera de cada ecosistema.
Este debate es abordado por el maestro Raúl Brañes de manera excepcional. Para él, las
expresiones derecho ambiental, derecho ecológico y derecho del entorno son utilizadas
para designar, por lo general, lo mismo. Haciendo alusión a lo señalado por Ramón
Martín Mateo en su obra Derecho ambiental, Brañes indica que la expresión derecho
ecológico puede ser excesivamente amplia, mientras que el término derecho del entorno
tiene evocaciones urbanísticas. Por ello, dicho autor prefiere el uso de la expresión
derecho ambiental para designar la disciplina que tratamos.
Para el propio Brañes, la materia de que se ocupa esta rama del derecho no es la
ecología, como lo sugiere la expresión derecho ecológico, sino el ambiente. Por tanto, el
término derecho ecológico le parece a este autor equivocado y no porque parezca
excesivamente amplio. Por el contrario, en la medida en que la expresión derecho
ecológico nos remite a la idea de "ecología" y ésta a su vez puede remitirnos a la de
"ecosistemas naturales", dicho vocablo representa incluso el peligro de llegar a asumir un
sentido más bien limitado.
Por otra parte, Brañes señala, que el uso de la expresión derecho del entorno no es
justificado, pues no existe ninguna razón para que una palabra de uso actual (ambiente)
sea sustituida por otra en desuso (entorno).
Según el autor referido, la palabra entorno ha sido calificada por la Real Academia de la
Lengua de "anticuada" o "antigua", prefiriendo esta institución el término contorno. En
este tenor, el maestro Brañes señala también que, aunque esta última palabra pudiera
parecer más castiza que la primera, la verdad es que ambas son igualmente castizas, ya
que provienen de la lengua española. En consecuencia, el empleo de una palabra en
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desuso -que es el recurso extremo del casticismo para evitar la utilización de un
extranjerismo, no cabe en este caso. Asimismo, el vocablo entorno o, más
modernamente, contorno tiene una connotación de proximidad física, que no
corresponde de manera estricta a la idea de ambiente.
Una vez abordado lo referente al debate acerca de la denominación que se debe dar a la
materia que nos ocupa, continuaremos con la definición de esta rama del derecho.
Para Silvia Jaquenod, el derecho ambiental es definido como la “…disciplina jurídica que
investiga, estudia y analiza las diferentes relaciones entre los bienes naturales y la
actividad antrópica, orientando la regulación jurídica de las conductas y actitudes
humanas respecto al uso, explotación y aprovechamiento de recursos naturales,
conservación de la naturaleza y protección del ambiente".
Por otro lado, este autor señala que… al quedar ya destacada la importancia que tiene
para la subsistencia de la vida el mantenimiento del equilibrio ecológico, se puede pensar
también que el derecho ambiental es el grupo de reglas que se encarga de la protección
jurídica del equilibrio ecológico".
Ahora bien, otra forma de abordar el concepto de derecho ambiental es la que adopta
Jesús Jordano Fraga, quien señala que para formular un concepto de esta disciplina
jurídica se puede partir de dos facetas:
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Visto desde la segunda perspectiva que señala Jordano Fraga, el derecho ambiental
tendría que ser estudiado a partir de la Constitución. Así, en nuestro ordenamiento
jurídico, el derecho ambiental, desde esta perspectiva estructuralista y jurídico-
constitucionalista, se presentaría como el derecho que concede la garantía individual
prescrita en el artículo 40, que consagra el derecho que toda persona tiene a disfrutar de
un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar.
Otro de los conceptos que sin duda vale la pena señalar es el del maestro Brañes, para
quien el derecho ambiental puede definirse como "... el conjunto de normas jurídicas que
regulan las conductas humanas que pueden influir de una manera relevante en los
procesos de interacción que tienen lugar entre los sistemas de los organismos vivos y sus
sistemas de ambiente, mediante la generación de efectos de los que se espera una
modificación significativa de las condiciones de existencia de dichos organismos".
Por otra parte. Gutiérrez Nájera indica también que, a partir de su especificidad como
ciencia jurídica, el derecho ambiental puede ser definido como "el conjunto sistemático y
ordenado de leyes que regulan la protección, conservación, preservación y utilización de
los recursos naturales y del equilibrio ecológico del hábitat.
Con estas bases, podemos colegir que los sujetos públicos de derecho ambiental pueden
ser:
Por su parte, los sujetos privados de derecho ambiental, en la medida en que realicen
actividades reguladas por esta disciplina jurídica, pueden ser:
Personas físicas.
Personas morales.
Organismos no gubernamentales.
Organizaciones sociales.
Universidades.
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Centros de Investigación.
Organismos y fundaciones internacionales.
En principio, esos serían los sujetos que contemplaría el derecho ambiental; sin embargo,
en la actualidad se ha gestado una nueva teoría que atribuye un interés legítimo en las
relaciones jurídico-ambientales a los grupos sociales. Esta teoría es la del interés difuso,
la cual podría decirse que ha sido adoptada por el ordenamiento jurídico.
Desde el punto de vista económico, el medio ambiente ha sido siempre una fuente vital
de insumos para la producción de bienes y servicios, que en bruto o transformados han
representado importantes satisfactores y bienestar para la humanidad; sin embargo, el
hombre se ha percatado a lo largo de los siglos que esa fuente no es infinita y que los
recursos que provee la naturaleza se agotan. En ese sentido, los bienes y servicios
ambientales adquieren un valor específico -atendiendo a su cantidad, a su capacidad de
reproducción o recuperación, seguir siendo una fuente constante de satisfactores, a los
problemas que con ellos se atienden y al bienestar que proporcionan.
Durante los últimos dos siglos, los modelos económicos de los países poderosos han
definido y determinado la forma y los métodos de explotación de los recursos naturales,
orientando diversas corrientes y doctrinas de desarrollo. Las ciencias económicas y las
jurídicas han jugado un papel fundamental en la ejecución y justificación de dichos
modelos mediante la propiedad, el mercado, el comercio, la distribución de la riqueza y el
bienestar común. Ahora que esos modelos de desarrollo (económico, político, social y
cultural) están siendo seriamente cuestionados por la sociedad, las ciencias económicas y
jurídicas brindan valiosos elementos de solución a la crisis de agotamiento de los
recursos naturales y de la contaminación ambiental en que dichos modelos los colocaron.
En 1992 surgió una teoría económica que trata, bajo un enfoque distinto al construido
históricamente, "... la relación entre crecimiento y medio ambiente y la consideración de
éste último como límite a la acumulación del capital". De acuerdo con Aimée Figueroa
Neri, "el avance más significativo, desde la visión económica, fue que el medio ambiente
adquiriera la categoría de capital..., “pues no es sólo la tierra la que crea valor, sino la
naturaleza y el medio ambiente global".
De tal manera, a decir de algunos autores, los temas ambientales pueden ser definidos
en términos económicos; es decir, desde la perspectiva de la teoría económica, siendo su
contribución bastante completa, pues va desde identificar la degradación y destrucción
ambiental hasta la aplicación de los Instrumentos y herramientas económicos para
alcanzar metas como la reducción y el control de la contaminación.
El comercio es una de las actividades más antiguas del hombre y, sin duda alguna, es
una de las que mayor impacto y presión han ejercido en el medio ambiente. El
intercambio de mercancías ha generado durante siglos diversos mercados sostenidos en
la extracción, explotación y transformación de bienes que proporciona 'la naturaleza:
maderas preciosas, especies exóticas de animales y plantas, pieles, telas multicolores,
marfil, metales, hidrocarburos, generación de energía, etc., son algunos ejemplos de
bienes que para ingresar al mercado o, mejor dicho jurídicamente, para ser objetos de
comercio (mercancías) exigen del ambiente su mejor disposición.
La economía del siglo XXI se basa en la globalización de todos los mercados del orbe; tal
globalización es llamada coloquialmente apertura comercial, en la cual los países
acuerdan abrir sus fronteras de manera amplia a las mercancías producidas en ellos
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mediante la desgravación, desregulación y libre acceso en las fronteras, siendo éstas las
medidas más significativas de todo mercado globalizado.
Además, los avances científicos y tecnológicos de los últimos 150 años han permitido que
el hombre explote con mayor facilidad los recursos naturales, a un costo mucho menor al
que le genera la utilización de los métodos tradicionales. Así las máquinas para arar y las
de producción en serie, los aviones, los pesticidas, los fertilizantes, el descubrimiento del
ADN y otros más; le han dado al comercio y a las formas convencionales de realizarlo un
giro sin precedentes; sin embargo, en contraposición, también han modificado el
ambiente en mayor medida al beneficio obtenido.
Ante tal situación, los países determinaron que el comercio debe tener límites cuando se
comprometa la salud de los seres humanos y/o el estado del medio ambiente en
condiciones que permitan su aprovechamiento actual y futuro; por ello, como excepción
a la regla, pueden establecer medidas que impidan la entrada de las mercancías que
consideren perjudiciales tanto para la salud de las personas como para los recursos
naturales y el entorno en general.
No obstante, desde el punto de vista del desarrollo sustentable, los agentes que
originalmente causaron los problemas ambientales pueden ser también parte de la
solución, Efraín Pérez señala que en la Agenda 21 de la Convención de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo -mejor conocida como Cumbre de Río- se
establece en el tema de comercio y medio ambiente, que un sistema mercantil
multilateral abierto permitirá el aprovechamiento y distribución más eficiente de los
recursos; el consiguiente incremento de la producción y los ingresos reducirá la presión
sobre el ambiente y habrá más recursos disponibles para el crecimiento económico y
para una mejor conservación del medio ambiente.
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Es evidente que los problemas de un ambiente contaminado no pueden ser resueltos sólo
por medio del derecho, sino que se requieren herramientas que únicamente la ciencia y
la tecnología pueden brindar para ser aplicadas a los recursos y elementos naturales que
lo necesiten.
En ese periodo nacieron dos organizaciones destacadas: el National Trust británico, que
ha salvado varios parajes naturales en Gran Bretaña, y la Liga Suiza para la Protección
de la Naturaleza presidida por Paul Sarazin quien, en 1913, convocó a la primera
Conferencia Internacional para la Protección de la Naturaleza que se celebró en Berna, y
que más tarde sería la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de
sus Recursos (UICNR), la cual agrupa a centenares de organizaciones públicas y
privadas.
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1963: El gran apagón. Los inicios del movimiento ecologista en Estados Unidos, tienen
lugar con el gran apagón, en noviembre de 1963, el cual dejó sin electricidad a gran
parte de la costa este y sur de Canadá.
1968: La Universidad de Berkeley. Esta universidad de Estados Unidos fue la cuna del
primer grupo ecologista, el cual estuvo relacionado con los movimientos de protesta
estudiantil, la lucha por los derechos civiles y la contestación a la guerra de Vietnam.
1969: Friends of the Earth. David Browner fundó Friends of the Earth (Amigos de la
Tierra), una de las primeras organizaciones ecologistas a nivel mundial que dio pie, un
año más tarde, para que funcionaran en Estados Unidos más de 3 000 organizaciones
ecologistas y ambientalistas.
1970: Bohlen y Stowe. Los matrimonios Bohlen y Stowe, en febrero de 1970, trataron
de impedir la explosión nuclear estadounidense en Arnchitka, Alaska, prevista para 1971,
y para lograr ese cometido fundaron la organización "No hagan olas". El 15 de
septiembre de 1971, para llevar a cabo su protesta utilizaron un barco llamado
"Greenpeace", del cual surgió el nombre y el enfoque de esa conocida organización
ecologista.
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1971: Central nuclear de Fessenheim. El 12 de abril de 1971 centenares de personas
manifestaron su desacuerdo por la construcción de la central nuclear de Fessenheim,
Alsacia, originando un gran movimiento antinuclear francés.
1972: El informe del Club de Roma: Apareció el primer informe del Club de Roma
acerca de los límites del crecimiento.
1972: "United Tasmania Group" y "Values Party": Se funda en abril de ese año en
Tasmania, Australia, el primer partido ecologista: "United Tasmania Group", al cual le
siguió un mes más tarde "Values Party", en Nueva Zelanda.
1976: Seveso. El 10 de julio de 1976 una espesa nube de dioxinas contaminó la zona de
Seveso, en Italia, la cual intoxicó a muchas personas y obligó a desalojar una amplia
zona del norte de Milán.
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1984: Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. En octubre de
1984 se reunió por primera vez la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, la cual fue creada por la Asamblea General de la ONU durante la presidencia
de la Primera Ministra noruega Gro Harlem Brundtland.
1987: Informe Brundtland, Los trabajos efectuados por la Comisión Mundial sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo arrojaron el informe titulado "Nuestro futuro común",
más conocido como Informe Brundtland, el cual propone adoptar un programa a nivel
mundial para lograr un desarrollo sostenible.
Ambiente
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Otra definición a la que vale la pena mencionar es la del Tribunal Constitucional español,
el cual ha sostenido:
Contaminación
La contaminación es definida por Florelinda Chávez Salomón y José Icaza López como "la
inclusión de un factor externo, ya sea un producto químico, una forma de energía, un
ente biológico o un ente pictórico en un ambiente adecuado para el hombre o escogido
por el hombre, trastocándolo y mermándolo en sus cualidades”.
Por su parte, Silvia Jaquenod al referirse al término contaminación, dice que éste alude
"... a la adición de cualquier tipo de energía o materia residual al entorno, que por su
sola presencia o actividad provoca directa o indirectamente, en el corto, mediano o largo
plazo, y de forma reversible o irreversible, pérdida de la calidad en las características y
condiciones generales del ambiente."
Como vemos, tales conceptos tienen como punto de encuentro la inclusión de un factor
externo en el ambiente que da como resultado una merma o disminución en sus
cualidades originales. De esta forma también se define a la contaminación en la LGEEPA,
la cual preceptúa que la contaminación es "la presencia en el ambiente de uno o más
contaminantes o de cualquier combinación de ellos que cause desequilibrio ecológico"
Para entender este concepto legal, debemos atender dos términos a los que hace
referencia la misma ley. El primero de ellos es el de contaminante, que la LGEEPA define
como "toda materia o energía en cualesquiera de sus estados físicos y formas, que al
incorporarse o actuar en la atmósfera, agua, suelo, flora, fauna o cualquier elemento
natural, altere o modifique su composición y condición natural”.
El otro término al que tenernos que acudir para comprender el concepto jurídico de
contaminación es el de desequilibrio ecológico, que en ese mismo ordenamiento legal se
define como: "La alteración de las relaciones de interdependencia entre los elementos
naturales que conforman el ambiente, que afecta negativamente la existencia,
transformación y desarrollo del hombre y demás seres vivos".
Ecosistema
Según lo señala María del Carmen Carmona, "... la evolución del concepto de ecosistema
se inicia desde que Forbes en 1887 enunció el concepto de microcosmos y los ecólogos
comenzaron a buscar una unidad de estudio de la ecología que integrara la estructura, la
función y la organización de la naturaleza.
Esa unidad fue concebida por el botánico inglés A. Tansley, quien introdujo el término
ecosistema y lo definió como "un sistema total que incluye no sólo complejos orgánicos,
sino también al complejo total de factores que constituyen lo que llamamos medio
ambiente".
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Después de hacer un análisis acerca de los antecedentes del término ecosistema, María
del Carmen Carmona dice que éste "es una unidad estructural funcional y de
organización, que consiste en organismos (incluido el hombre) y las variables
ambientales (bióticas y abióticas) de un área determinada.
Por su parte, la LGEEPA alude al concepto como "la unidad funcional básica de
interacción de los organismos vivos entre si y de éstos con el ambiente, en un espacio y
tiempo determinados".
Desarrollo sustentable
• El de equidad intergeneracional.
• El del uso equitativo de los recursos naturales.
Por su parte, el principio del uso equitativo de los recursos naturales tiene como objetivo
el que la explotación de éstos se efectúe de forma prudente, racional, apropiada y
respetuosa con el ambiente.
Este espíritu es adoptado por la LGEEPA, que define al desarrollo sustentable como "el
proceso evaluable mediante criterios e indicadores del carácter ambiental, económico y
social que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se
funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del
ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la
satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras".
Conservación
La LGEEPA no contiene ninguna definición del vocablo conservación. Eso se debe a que
sus disposiciones aluden tanto a la preservación y restauración del equilibrio ecológico
como a la protección del ambiente -de acuerdo con el contenido y alcances establecidos
en el art. 73, fracc XXIX-G, constitucional- y no en un sentido restringido o prohibido,
generalmente asociado a posturas de "no tocar", que en la práctica obstaculizan el
aprovechamiento de los recursos naturales y, por ende, el desarrollo económico y social
de un lugar, de una región o incluso de un país.
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Preservación
Prevención
Protección
En la LGEEPA (art. 30, fracc XXVI) se define la protección como "el conjunto de políticas
y medidas para mejorar el ambiente y controlar su deterioro".
Restauración
Equilibrio ecológico
Este vocablo encuentra su definición jurídica en la fracc XIV del art. 30 de la LGEEPA,
entendiéndose por tal "la relación de interdependencia entre los elementos que
conforman el ambiente que hace posible la existencia, transformación y desarrollo del
hombre y demás seres vivos".
Recurso natural
La LGEEPA define la voz recurso natural como "el elemento natural susceptible de ser
aprovechado en beneficio del hombre."
Biodiversidad
Biodiversidad es una voz que ha sido empleada como sinónimo de diversidad biológica y,
de hecho, lo es. Uno de los tratados importantes en materia ambiental y del que México
forma parte, es el Convenio sobre la Diversidad Biológica, concebido en el seno de las
Naciones Unidas en 1992,
Fauna silvestre
La LGEEPA, en su art 30, fracc XVII, establece la definición de fauna silvestre como "las
especies animales que subsisten sujetas a los procesos de selección natural y que se
desarrollan libremente, incluyendo sus poblaciones menores que se encuentran bajo
control del hombre, así como los animales domésticos que por abandono se tornen
salvajes y por ello sean susceptibles de captura y apropiación".
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Flora silvestre
El concepto de flora silvestre se precisa en la fracc XVIII del art. 30 de la LGEEPA como
"las especies vegetales que subsisten sujetas a los procesos de selección natural y que se
desarrollan libremente, incluyendo las poblaciones o especímenes de estas especies que
se encuentran bajo control del hombre."
Impacto ambiental
Tanto en la LGEEPA como en la Ley Ambiental del Distrito Federal, se incluye la definición
jurídica del término impacto ambiental como la "modificación del ambiente ocasionada
por la acción del hombre o de la naturaleza".
Material peligroso
Residuo
De conformidad con el art. 30, fracc XXXI, de la LGEEPA, se entiende por residuo
"cualquier material generado en los procesos de extracción, beneficio, transformación,
producción, consumo, utilización, control o tratamiento cuya calidad no permita usarlo
nuevamente en el proceso que lo generó."
Residuo peligroso
La LGEEPA, en su art. 30, fracc XXXII, define los residuos peligrosos como "todos
aquellos residuos en cualquier estado físico, que por sus características corrosivas,
reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o biológico infecciosas, representen un peligro
para el equilibrio ecológico o para el ambiente".
En ese apartado vale la pena hacer una reflexión respecto al tratamiento que se da a los
materiales y residuos peligrosos. Tanto unos como otros comparten las mismas
características fisico-quimicas que los convierten en contaminantes del ambiente: su
corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad o las biológico-
infecciosas, conocidas para mayor facilidad e identificación como características CRETlB.
Sin embargo, para efectos jurídicos, los primeros generan riesgos al ambiente, a la salud
y a los recursos naturales; mientras que los segundos representan un peligro para el
equilibrio ecológico o el ambiente.
Esa "pequeña" diferencia no es trivial, pues orienta la regulación que merecen en la ley
general y en las leyes locales. El peligro es "...la propiedad intrínseca o inherente a los
materiales y residuos que les confiere la posibilidad de ocasionar efectos adversos en la
salud humana y en el ambiente, por sus características corrosivas, reactivas, explosivas,
tóxicas, inflamables o biológico-infecciosas”. En cambio, el riesgo de los materiales y
residuos peligrosos se define como "...la probabilidad de que produzcan un efecto
adverso o dañino en función de la explosión, que depende de la cantidad de ellos que
entra en contacto con los posibles receptores, de la dosis que alcanzan dentro de los
organismos vivos, del tiempo que dura dicha exposición y de la frecuencia con la que se
repita".
El peligro es, entonces, la propiedad del material, de la sustancia o del residuo que, por
lo mismo, deben ser manejados de manera tal que no ocasionen efectos adversos en la
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salud humana y/o en el medio ambiente, y para que la posibilidad de que dichos efectos
se presenten, por el peligro intrínseco que conllevan, sea controlada. Por otra parte, el
riesgo está asociado a los efectos adversos provocados por la explosión de esos
materiales y residuos, de acuerdo a la cantidad, dosis, tiempo y frecuencia.
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4. TUTELA DEL AMBIENTE
Por todos es conocido el itinerario del discurso de los derechos humanos. De manera
formal, inicia como conclusión de los lamentables hechos de violencia ocurridos durante
la Segunda Guerra Mundial. En su día, en el atribulado año de 1948, los representantes
de los países firmantes y la intelectualidad mundial se dan cita para la firma de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta primera generación del discurso de
los derechos humanos, se estructura sobre el concepto de dominio que el hombre debe
ejercer sobre los bienes, porque precisamente de la carencia de ese derecho es que, en
la perspectiva de los redactores del texto, está el origen de las desavenencias y de la
violencia. El documento que resultó de esas amargas experiencias de guerra es de
profundas raíces liberales 21 , en consecuencia, se propuso otorgar reconocimiento y
protección a los derechos de propiedad de las personas, de los desposeídos, frente a los
permanentes abusos por parte de quienes hasta ese momento ejercían el poder sobre
una masa sufriente de la población.
Hacia el último tercio del siglo XX se formula una tercera versión del documento, nos
referimos a los derechos humanos de la tercera generación. En esta tercera versión de
los derechos humanos, quedan incluidos, entre otros, el derecho a la paz, al desarrollo, a
la salud y al medioambiente. Como podemos observar, estos derechos se proponen
incidir en la responsabilidad personal y social de los habitantes del planeta respecto al
uso y explotación de los bienes naturales, donde diversos factores ambientales, de
implicaciones planetarias, han hecho evidente que ciertamente no se trata de bienes
invulnerables, ilimitados o inagotables 22. Surge entonces el conjunto de reflexiones que
dan ocasión a este escrito y que tienen que ver precisamente con la tutela jurídica del
medio ambiente. La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente de
1988, define el ―ambiente como “El conjunto de elementos naturales y artificiales o
inducidos por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres
humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y tiempo
determinados”.23 Desde la perspectiva que sostendremos en este escrito, se advierte que
el objetivo común que comparten estos derechos tiene que ver con la calidad de vida que
producen los habitantes del planeta con ocasión del uso o abuso que hacen de los bienes
naturales.
Las reflexiones que siguen se proponen generar ocasiones de pensamiento que superen
la comprensión simplista, no únicamente de valorar al resto de los seres del planeta
como semejantes a nosotros, y por lo tanto, como seres con derechos; sino también
reflexionar sobre el medio ambiente, no sólo bajo una perspectiva meramente
21
Por liberalismo, entendemos a grandes rasgos: ―La doctrina que asume la defensa y la realización de la
libertad en el campo político. Cfr.: ABBAGNANO, Nicola. Diccionario de Filosofía. 3° ed., México: FCE, 1999. p.
737-738. Aunque aquí nos referimos principalmente a su vertiente iusnaturalista y contractualista.
22
Según el artículo 4°, párrafo 5° de la Constitución Mexicana (ya que el 1° párrafo fue derogado), dice que:
―Toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar. Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación: 27 de
septiembre de 2004.
23
Definición tomada de CARBONELL, Miguel. Los derechos fundamentales en México. UNAM, México, 2004, p.
871.
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cuantitativa, que asocia la calidad de vida de los seres humanos a la cantidad de recursos
naturales a los que tiene acceso; —opinión común de juristas y filósofos— no, la calidad
de vida de los hombres no se asocia tanto a los recursos económicos sino más bien a “la
capacidad de los hombres para dirigir su propia vida24.
Para introducirnos con provecho en este problema teórico, suponemos una comprensión
del hombre como ser racional dependiente de otros hombres, presentes o por venir y del
resto del mundo natural, generando forzosamente complejas redes de causalidad
sincrónicas y diacrónicas, de manera que es necesario comprender al derecho ambiental
como una obligación solidaria de administrar de manera austera y responsable los bienes
naturales para evitar los daños irreversibles que hoy hacen evidente la falta de esa
conciencia solidaria y planetaria, tal como lo muestra Narciso Sánchez en su libro
titulado Derecho ambiental: “en la segunda mitad del siglo XX, empezaron a tener fuerza
mundial en los rubros legislativo, administrativo y doctrinal los temas relativos al medio
ambiente, ante los estragos que fueron registrándose en diversas partes del planeta
tierra, como resultado del crecimiento demográfico, del desarrollo industrial, la
destrucción, y contaminación de algunos recursos naturales; sin perder de vista que
dichos fenómenos negativos tienen precedentes anteriores como una consecuencia lógica
del propio surgimiento y avance de las actividades industriales y comerciales”. 26
Adicionalmente a estos fines loables por evitar los desastres ecológicos y proteger así la
naturaleza; la preocupación por una legislación ambiental debe tomar en cuenta
principalmente, el cuidado responsable de esos recursos; en el fondo esto supone un
contenido humanitario, porque de este cuidado depende la calidad de vida de nosotros
mismos y, sobre todo, la justa relación entre los seres humanos presentes y futuros, ya
que desde ahora construimos las posibilidades de desarrollo de futuras generaciones
humanas.
Desde la antigua Grecia, 27 el hombre comenzó a especular acerca del mundo que le
rodeaba. Así es como se preguntó acerca del origen o naturaleza del mundo y de todo lo
24
NUSSBAUM, M; SEN, A. La calidad de vida. México: FCE, 2002. p. 15. […] los filósofos han debatido durante
algún tiempo sobre los méritos de medir la calidad de la vida humana en términos de la utilidad (ya sea que se
le entienda como felicidad o como la satisfacción de deseos y preferencias). Algunos filósofos continúan
defendiendo este enfoque general […] y producen utilitarismos con restricciones complejas y sutiles sobre la
naturaleza de las preferencias que pueden ser tomadas en cuenta. Otros han concluido que debe rechazarse
todo enfoque utilitarista […]‖.op. cit., p. 17.
25
CARBONELL, Miguel…, op. cit., p. 873. Aquí también se menciona que, según Raúl Canosa, hay tres
perspectivas para explicar el derecho al medio ambiente: 1) como derecho subjetivo fundamental (como en
España y Portugal), 2) en la categoría de bienes difusos (como en Italia) y, 3) como fin del Estado.
26
SÁNCHEZ GÓMEZ, Narciso. Derecho ambiental. México: Porrúa, 2001. p. 1.
27
La naturaleza se presenta en un doble sentido, o bien como principio germinal de las cosas, como aquello que el que engendra da al
engendrado (como principio de cambio o generador); o bien como el mismo ser engendrado en su totalidad (como aquello ya acabado,
aquello que guarda unidad, la cual, permanece al cambio). Una cosa posee physis por su capacidad de hacer nacer, y análogamente, el
resultado de esa producción es también physis. Así, la naturaleza como el resultado de la producción es physis mientras que la naturaleza
como principio es arché.
La physis presocrática, a pesar de esta multiplicidad de sentidos, conservó como característica fundamental ser algo muy concreto y muy
real. La physis no es la unidad de una definición lógica, sino la unidad viviente que manifiesta propiedades o cualidades diversas; y es que,
en el fondo, es inseparable del movimiento, del cambio, es el problema del devenir. Será el principio real del orden que unifica las
propiedades que surgen del interior de un ser; será el elemento permanente que sobrevive al devenir. Tal sobrevivir asegura la unidad del ser.
Así pues, la physis presocrática agrupó el conjunto de fenómenos naturales del universo, con la materia
primitiva de la que aquellos surgían, contando, además, de una manera primordial, el devenir de las cosas
materiales. Éste es el problema principal de la cosmología: explicar el devenir de las cosas, hallar la
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existente, ya que todo se le presentaba como un continuo devenir. Por esta razón,
durante el siglo VI a.C., surgió una corriente filosófica de los llamados ―físicos o
―naturalistas. Dentro de esta corriente, es relevante para estas reflexiones el
pensamiento de Anaximandro, quien expone por vez primera la idea de cosmos como un
todo ordenado y organizado por la ―eterna justicia, dentro del cual se encuentra
también el hombre: “El mundo se revela como un cosmos, o, dicho en castellano, como
una comunidad de las cosas, sujetas a orden y a justicia.” 28
Esta breve referencia acerca de los orígenes de la antigua filosofía griega y su estrecha
relación con el mundo y la naturaleza, nos puede ayudar a comprender mejor la relación
del hombre y su medio ambiente y, por lo tanto, a entender mejor los fundamentos del
derecho ambiental. El concepto de cosmos es el principal antecedente de lo que
actualmente entendemos por ecología: “Ecología es el estudio de las relaciones entre el
organismo vivo y su ambiente, que constituye parte fundamental de la biología; o bien el
estudio de las relaciones del hombre como persona y su ambiente social, que constituye
parte de la sociología.”29 En este estudio nos concretamos al segundo sentido, es decir, a
esclarecer la relación del hombre con su medio ambiente.
Esta preocupación por los recursos o bienes naturales tiene sus raíces en la misma
naturaleza del hombre, que por ser también un ser material, necesita de recursos para
su supervivencia, tal como comenta el Aquinate: “El hombre es por naturaleza un animal
social que para vivir, tiene necesidad de una cantidad de cosas que por sí mismo no
podría procurarse, consecuentemente, el hombre es por necesidad parte de una multitud,
de la que recibe la asistencia necesaria para vivir convenientemente.” 30
Una genuina propuesta de tutela jurídica de los derechos ambientales, debe advertir la
necesidad de generar espacios de reflexión que nos permitan responder eficazmente y
prevenir antes que intentar curar o lamentarnos de las atrocidades cometidas y que
irremediablemente nos acercan a la extinción como especie; dice Leonardo Polo: “[…] el
hombre y el universo no son dos totalidades separadas; el hombre guarda una estricta
relación con el universo. Porque su naturaleza, en gran parte, está constituida por
elementos del mismo; porque el universo es el gran teatro donde se desarrollan las
actividades del hombre, y, por tanto, es integrante de nuestros proyectos, en cuanto se
característica que permite a las cosas ser y no ser, cambiar, moverse. Todo sin dejar de ser. Historia del
pensamiento I, libro para profesores, cap. 1 ―Grecia, México, Universidad Panamericana, 2001, p. 9.
28
―[…] El concepto del cosmos ha sido hasta nuestros días una de las categorías más esenciales de toda
concepción del mundo, aunque en sus modernas interpretaciones científicas haya perdido gradualmente su
sentido metafísico originario. La idea del cosmos representa, con simbólica evidencia, la importancia de la
primitiva filosofía natural para la formación del hombre griego. JAEGER, Werner. Paideia. México: FCE, 2000. p.
159.
29
ABBAGNANO, Nicola…, op. cit. Voz: ecología. p. 359. Por otra parte, resulta también esclarecedora la
definición que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (XXI ed.), que dice: ecología
(Del griego oixo- ―casa, ―morada, ―ámbito vital y –logía). Ciencia que estudia las relaciones de los seres
vivos entre sí y con su entorno. Parte de la sociología que estudia la relación entre los grupos humanos y su
ambiente, tanto físico como social. Cfr: p. 786.
30
AQUINO, Tomás de. Comentario a los libros de la Ética. Lib. I. Cap. I, n. 4.
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realizan en él, y porque además el mundo acogerá nuestro cuerpo al final de nuestro
existir.”31 La propuesta ética medioambiental o ecológica presente en estas reflexiones,
está vinculada con la obligación de asumir una postura personal de responsabilidad
frente al uso que hacemos de los bienes naturales, que finalmente, son parte de nuestra
propia vida.
Por estas razones, para algunos estudiosos de los problemas de la relación hombre y
naturaleza y, por tanto, sobre la tutela jurídica del medio ambiente, el concepto de
responsabilidad personal es inseparable de la ética ecológica, no sólo porque atiende a
las consecuencias previsibles y aún imprevisibles del obrar personal, es decir, del
resultado concreto de esas acciones y de cómo impactan en términos de conservación o
de destrucción del medio ambiente; sino también es un tema ético, principalmente
porque en el uso de los recursos naturales que pertenecen a todos los hombres, está en
juego la relación entre los mismos hombres, ya que para bien o para mal, todo uso de los
recursos necesariamente tiene un impacto social. Esto se ve reflejado, sobre todo, en el
progreso de la ciencia experimental, que ha servido para una mejor comprensión del
mundo exterior y para un mejor aprovechamiento de sus recursos. En palabras de
Mariano Artigas: “el progreso científico nos proporciona una abundancia creciente de
medios que son extraordinariamente útiles para muchos fines prácticos. Al mismo
tiempo, también plantea nuevos retos que deben ser afrontados con una responsabilidad
creativa, especialmente cuando representan situaciones nuevas que tienen un impacto
importante en la vida humana”.32 Esta manera de entender las relaciones de los hombres
entre sí y con su entorno, es consecuencia de un desarrollo científico y técnico concebido
como una capacidad limitada de producir cambios significativos en el mundo, donde los
impactos de las acciones realizadas en el pasado no mostraron consecuencias negativas
en el corto plazo, de modo que en un principio pudieron considerarse éticamente
correctas.
Ocurre que el poder que ejerce el ser humano sobre sí y sobre la naturaleza se está
ampliando velozmente por el influjo y las aplicaciones técnicas y científicas 33 , de esta
manera aumentan proporcionalmente los riesgos asociados a ese progreso y las
posibilidades de su uso destructivo. Esto supone que si la realidad planetaria puede ser
vulnerable y estar sometida a los deseos de algunos seres humanos con poder, en tanto
éstos pueden alterar los equilibrios ambientales, entonces el discurso de la ética sobre la
ecología requiere una profunda revisión, en consecuencia, el actuar prudente adquiere
otra dimensión, ya que el aumento del poder del hombre, como expresión del dominio
sobre los bienes naturales, pone en evidencia los efectos insospechados de cualquier
acción particular en tiempos y lugares remotos, volviendo difícilmente previsibles sus
consecuencias.
De este modo, “si la acción humana se impone sobre el objeto técnico, puede alcanzar su
finalidad; pero si el objeto técnico, por su magnitud, se impone sobre la acción humana,
el hombre no puede asumir su finalidad y queda subordinado a la manera de ser de la
técnica.” 34 En esta cita de Leonardo Polo comprendemos que es imprescindible que el
hombre dirija racionalmente los adelantos científicos y tecnológicos, de lo contrario, el
hombre puede terminar siendo un medio para la técnica y la ciencia y no como debe ser,
la ciencia y la técnica como medios para el desarrollo del hombre, precisamente porque
31
POLO, Leonardo. Presente y futuro del hombre. Madrid: Rialp, 1993. p. 129 y 130.
32
ARTIGAS, Mariano. La mente del universo. Pamplona: Eunsa, 1999. p. 398.
33
Es preciso distinguir la ciencia de la tecnología aunque casi siempre se toman en cuenta como un conjunto
inseparable debido a una visión desde el punto de vista de la ciencia experimental. La ciencia es todo
conocimiento riguroso sobre los principios y causas de la realidad; mientras que la tecnología se refiere más a
los medios utilizados para llevar a cabo investigaciones de carácter experimental, tal como lo muestra Artigas
en la siguiente cita: ―Aunque sabemos que la tecnología debe complementar a la ciencia con medios
tecnológicos que no son proporcionados sólo por la ciencia, la tecnología actual está basada, sin duda, en la
ciencia, y sería completamente imposible sin un fundamento científico‖. op. cit. p. 397.
34
POLO, Leonardo. Presente y …, op. cit., p. 135.
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los riesgos potenciales rebasan las expectativas de filósofos y juristas, de esta manera lo
que está en juego es la viabilidad del planeta y sus habitantes presentes o futuros.
Algunos científicos afirman que la naturaleza no sanciona a priori ningún proceder técnico
y, por lo tanto, todo les está permitido. Desde su perspectiva, la naturaleza está
dispuesta para ser explorada hasta sus últimas consecuencias. Este modo de razonar es
característico de una postura que en el fondo pretende desconocer los valores éticos
contenidos en la ciencia, lo cual significa, hasta cierto punto, desconocer la ciencia
misma. Como dice Mariano Artigas: “si reconocemos que la objetividad científica es un
valor importante en sí mismo, y no sólo porque nos lleva a obtener resultados
importantes desde el punto de vista técnico, entonces estamos admitiendo la búsqueda
de la verdad como un valor ético, y esto es difícilmente compatible con la perspectiva
cientificista que considera que la ciencia experimental es la „única fuente de verdad
auténtica […]”.35 Esta postura que favorece la implicación de valores éticos dentro de la
labor científica, está lejos de ser una postura que ponga en peligro su autonomía porque:
“la ciencia está libre de valores en el sentido de que posee una autonomía que debe ser
respetada; pero la existencia misma de esta obligación indica que la ciencia incluye
algunos valores éticos, y por eso es digna de respeto.” 36
35
ARTIGAS, Mariano…, op. cit., p. 344.
36
Ibidem, p. 348.
37
De Pandora, primera mujer según el mito griego, que abrió una caja que contenía todos los males y éstos se
derramaron sobre la tierra. Cfr: Diccionario de la Real Academia Española de la lengua. XXII ed. En línea.
http://buscon.rae.es/draeI/.
38
ARTIGAS, Mariano… op. cit., p. 400.
39
Por lo demás, la ciencia, bien utilizada es fuente de valores y de muchos avances para la humanidad, tal
como dice Artigas: ―Por su propia naturaleza, la ciencia experimental favorece el aumento de los valores
asociados con ella. La búsqueda de la verdad, decir la verdad, honestidad al informar los resultados, integridad,
tratar honestamente la evidencia, objetividad, rigor, cooperación, modestia intelectual y libertad de
investigación son valores científicos institucionales que corresponden a lo que podríamos denominar ―ética de
la objetividad. […] Por otra parte, la ciencia experimental es una fuente importante de medios para mejorar las
condiciones de la vida humana, aunque, como sucede de ordinario con los recursos humanos, los medios que
proporciona el progreso científico pueden ser utilizados bien o mal desde el punto de vista ético. ARTIGAS,
Mariano…, op. cit., p. 400.
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sólo son un instrumento ambivalente de gran poderío para la definición del futuro de la
humanidad, pero sí corresponde, en cambio, a la ética y al derecho señalar el rumbo del
orden social.
Al referirnos a la Tutela del Ambiente nos estamos refiriendo a la Tutela Jurídica del
mismo, vale decir, la regulación o dosificación que tiene que hacer el Derecho sobre las
actividades propias del ser humano; actividades que pueden tener una influencia
negativa o impacto sobre la naturaleza y diversos elementos culturales, tal como afirma
Bustamante Alsina en su Tratado de Derecho Ambiental.
Esta regulación jurídica de las actividades humanas con respecto al ambiente son de
suma importancia, debido a que en la actualidad el hombre ha sobreexplotado sus
recursos y generado un terrible deterioro ambiental ajeno a las consecuencias que tendrá
en el futuro, en consecuencia una regulación jurídica sobre este tema es muy importante
debido a que pondrá coto a las desmedidas ambiciones económicas del hombre.
Bustamante Alsina, sostiene que no todos los factores naturales deben estar sometidos a
la tutela específica del Derecho Ambiental. Sólo aquellos que tengan una decisiva
importancia para el hombre. Concordamos con lo señalado por Bustamante Alsina;
puesto que el Derecho Ambiental no puede tutelar todos los factores naturales
existentes, debido a que esto sería prácticamente imposible, es por tanto, que esta rama
del Derecho solo regulará los factores que tengan una trascendencia vital para la
subsistencia del hombre, para lo cual dichos factores deberán contar con los siguientes
caracteres:
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jurídico indeterminado, es decir, el ambiente. La consecuencia es que el estudio de los
instrumentos de tutela se ha convertido en el núcleo de ese nuevo conjunto normativo,
que queda estructurado desde tal perspectiva determinante. Buena prueba de ello es que
en el mismo programa del I Congreso Internacional sobre Derecho Ambiental; el análisis
de algunos instrumentos de tutela está distribuido en varias Ponencias (principios y
medidas económicas y fiscales, derecho de acceso a la información, delito ecológico,
ordenación del territorio, espacios naturales, seguros ambientales, etc.). La distribución
de esas materias consideradas -a veces difusamente por la doctrina- como instrumentos
de protección es una medida metodológica muy acertada, y a la par nos permite dar a
este tema sobre “Instrumentos de Tutela Ambiental” un enfoque quizás más sustantivo
en un intento de inducir una teoría general sobre los mismos.
Solo así se conseguirá una verdadera tutela del ambiente, con la finalidad de lograr lo
que algún ambientalista señaló, la evolución de la sociedad global desde la actual etapa
del Estado Social al siguiente, el Estado Ambiental.
a) La Constitución Política
b) La Ley
Se puede definir la ley como la norma dictada por la autoridad competente, con las
debidas formalidades, de carácter común, justa estable y suficientemente promulgada.
Dentro de la ley se deben ubicar los tres tipos de leyes ambientales que existen:
. Legislación casual
. Legislación de relevancia ambiental
. Legislación ambiental propiamente tal
c) Costumbre
Una costumbre es una práctica social reiterada, uniforme y con aprobación social. No
existen disposiciones específicas al respecto.
d) La Jurisprudencia
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e) Principios Generales
Se refieren a los acuerdos de voluntades celebrados entre estados soberanos, regidos por
el derecho internacional público. Sus principios fundamentales se encuentran en la
conferencia de Naciones Unidas sobre el medio ambiente, que se llevó a cabo en
Estocolmo, Suecia, del 5 al 6 de Junio de 1972 y en Río de Janeiro, Brasil, del 3 al 14 de
Junio de 1992, cuyas reglas se refieren al deber de los estados de velar porque las
actividades que se realicen dentro de su jurisdicción o bajo su control no perjudiquen al
ambiente de otros estados o de zonas internacionales.
g) La Doctrina
Se entiende por doctrina jurídica la opinión de los juristas prestigiosos sobre una materia
concreta. No tiene fuerza obligatoria, y no se reconoce como fuente oficial del Derecho
en la mayoría de sistemas jurídicos, al contrario de lo que ocurre con la jurisprudencia.
Por lo que los Gobiernos Locales, Regionales, Nacionales, debieran ser los encargados de
dirigir y supervisar el correcto uso del medio ambiente; formulando planes integrales de
prevención y desarrollo; todo ello en una coordinación estrecha con el ministerio del
medio ambiente.
El Derecho del Medio Ambiente está constituido por todo el conjunto de preceptos que
tienen como finalidad el uso adecuado del medio ambiente, evitando la contaminación,
destrucción, y desequilibrio; y procurando la armonía del interés individual con el interés
público y la protección del ecosistema.
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pobladores de Jangas: Planta Concentradora Santa Rosa; por lo que es necesario que las
facultades de Ing. ambiental y derecho deben capacitar en los Centros Educativos,
Municipios y ciudadanía en general de las diversas regiones del país.
El doctor: Edgardo Torres López establece las vías para garantizar una tutela
jurisdiccional efectiva en materia ambiental que pueden ser las siguientes:
Es una vía efectiva, para el caso de delitos ecológicos, que vulneren el bien jurídico
tutelado de medio ambiente sano, y la prohibición general de no contaminar, ni afectar a
la naturaleza en forma irracional.
El derecho penal ambiental puede ser un factor de cambio; pero no sólo mediante leyes
penales o procesos judiciales; se requiere algo más; como la creación de nuevas formas
de reparación; no sólo imposición de las penas, multas e indemnizaciones tradicionales.
A nuevas realidades corresponden nuevas respuestas jurídicas; exigencia no sólo de
indemnización, sino de restauración, resarcimiento y mejora del área ecológica dañada,
tal y como lo hacen los chilenos.
Por ello, en la vía civil puede exigirse no sólo pretensiones indemnizatorias, sino también
restitutorias y restauradoras.
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El principio de la protección efectiva de los derechos fundamentales que inspira el
procedimiento de tutela de amparo, entraña la preponderancia del derecho fundamental
amenazado o violado sobre los demás aspectos que componen la acción procesal.
Página | 53
V. DERECHO INTERNACIONAL AMBIENTAL
El Derecho internacional del medio ambiente se desarrolla a partir de la segunda mitad
del s. XX, cuando nos hacemos conscientes de que el medio natural forma una unidad a
escala mundial y que los daños al entorno trascienden las fronteras nacionales. En este
punto, el desarrollo de instrumentos internacionales de protección medioambiental se
hace inevitable.
Por tanto, se busca un equilibrio entre dos elementos: por una parte, el derecho
soberano de los Estados sobre sus recursos - que hace que a estos competa la
responsabilidad de su protección, y por otra, la obligación que todo Estado, tiene de no
dañar el medio ambiente de otros Estados o de los espacios comunes del planeta. Esto
último, es en definitiva, lo que otorga a la Comunidad internacional un título de
intervención para promover y regular en alguna medida la protección de los recursos que
conforman el ecosistema.
Este particular equilibrio es el que explica que muchos de los instrumentos utilizados no
revisten carácter obligatorio. Son declaraciones o principios de Soft Law (o Derecho
blando) que pretenden armonizar o aproximar el Derecho interno de los Estados. No
obstante, si existen ámbitos en que las normas internacionales resultan obligatorias o
jurídicamente vinculantes, aunque se limitan a los espacios comunes del planeta, como
es el caso de la regulación de alta mar, los fondos marinos o la Antártida.
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5.1. ETAPAS DE DESARROLLO DEL DERECHO INTERNACIONAL
DEL MEDIO AMBIENTE.
Uno de los acuerdos más importantes que se adoptó en esta época es el Convenio
de Ramsar (Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional
Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, 1971) que constituye el primer
instrumento aprobado para la protección de un tipo específico de ecosistema. El
objetivo de la convención es la conservación y el uso racional de los humedales
mediante acciones a nivel nacional y la cooperación internacional. A tales efectos el
convenio establece algunos mandatos, como la inclusión en la lista de Humedales de
Importancia Internacional, asegurando el mantenimiento de sus características
ecológicas, su uso racional y la protección de las aves acuáticas creando reservas
naturales en los humedales.
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ii. El Plan de Acción para el Medio Humano, que comprende más de 100
recomendaciones que abarcan un grupo diverso de sectores de actuación
ambiental;
iii. El Protocolo de Montreal para la reducción de las sustancias que agotan la capa de
ozono (aprobado en 1987, en vigor desde 1989), que impone en algunos casos la
reducción progresiva y en otros la eliminación de sustancias agotadoras de la capa
de ozono (SAO), como es el caso de los clorofluorocarbonos utilizados como
refrigerantes.
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CFC. No obstante, el principal problema que se plantea respecto a estas
sustancias es el comercio ilegal.
Quizá el principal problema para dar cumplimiento a los postulados que exige el
desarrollo sostenible es la necesidad de llevar a cabo una reforma de los principios
que sustentan el modelo económico occidental.
Este período se inicia con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio
Ambiente y Desarrollo de 1992 (Conferencia de Río de Janeiro) que intenta imprimir
un nuevo impulso al Derecho internacional del Medio Ambiente, articulándolo
alrededor del desarrollo sostenible.
Los Tratados adoptados en Río conforman el marco actual del Derecho internacional
ambiental, siguiendo una estructura evolutiva. Esto es, en primer lugar se establece
un Convenio que constituye el marco normativo básico, que posteriormente será
desarrollado por otros instrumentos vinculantes denominados Protocolos, o por
medio de programas o directrices que establecen objetivos de futuro (no obligaciones
en sentido estricto).
ii. El Programa global para el desarrollo sostenible en el siglo XXI (la Agenda 21),
contiene un programa de acción dirigido a la Comunidad Internacional con la
finalidad de que los poderes públicos adopten un plan de desarrollo social,
económico y medioambiental con miras a lograr el desarrollo sostenible. Es decir,
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para transformar el modelo de desarrollo actual hacia otro que permita alcanzar el
desarrollo sostenible.
EL PNUMA
Resulta apropiado realizar en esta parte un análisis más detallado del Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente –PNUMA- aludido arriba. Finalizada la reunión
de Estocolmo, la cuestión ambiental se trasladó a la XXVII sesión plenaria de la Asamblea
General de la ONU de ese mismo año. Así, el 15 de diciembre emitió una serie de
resoluciones vinculadas a la problemática, que dieron origen al Programa. Las más
citadas son las siguientes:
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gobiernos a aplicar en los ámbitos nacionales las recomendaciones de la Conferencia (3).
Por último fijó el 5 de junio para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, que
coincide con la fecha de inauguración de reunión de Estocolmo (4) y apoya la
convocatoria a una nueva cumbre mundial, que será luego la de Río de Janeiro.
Resolución nº 2997: Sin duda la más importante de toda la zaga, ya que establece los
órganos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
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El capítulo III aborda el Fondo para el Medio Ambiente. Se trata de un fondo voluntario
destinado a la financiación adicional de programas relativos al medio ambiente, a partir
del 1 de enero de 1973, que puede extenderse a la cooperación con organizaciones que
no pertenezcan al sistema de Naciones Unidas (6). El párrafo 2 propone que la
financiación total o parcial con cargo al Fondo por parte del Consejo debe contemplar las
nuevas iniciativas dentro de lo previsto en el Plan de Acción para el medio humano, “con
especial atención a los proyectos integrados”. El párrafo 3 autoriza la utilización de
recursos sea “para financiar programas de interés general, tales como los sistemas de
vigilancia continua, de evaluación y compilación de datos a nivel regional y mundial […]”
y cualesquiera otros programas que el Consejo decida en beneficio de los países en vías
de desarrollo. Dispone un tratamiento especial a los países en vías de desarrollo de modo
de no interferir sobre sus prioridades pero sí sometiendo a examen constante sus planes
de desarrollo a medida que se les suministren recursos financieros adicionales (4).
ARGENTINA:
Funciones:
1. Colaborar con jueces y fiscales que lleven investigaciones vinculadas a delitos contra
el medio ambiente y la salud pública.
2. Iniciar investigaciones para combatir los delitos ambientales.
3. Recibir denuncias por casos de afectación ambiental.
4. Relevar doctrina y jurisprudencia. Capacitar a peritos.
Delitos ambientales: Ley 24.051, Residuos Peligrosos; Ley 22.421, Conservación Fauna
Silvestre; C.P. art. 200-207, Delitos contra la Salud Pública; C.P. art. 248-253; Violación
de deberes de los funcionarios públicos.
BRASIL:
Las Capitales o mayores Ciudades tienen fiscales que actúan en cuestiones ambientales.
Posee centros de apoyo. El Ministerio Público desde los 80 tiene legitimidad para
interponer: acción penal y tutelar intereses supraindividuales, individuales homogéneos e
individuales indisponibles, promover acciones de cesación y/o recomposición del daño
ambiental.
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Esfera civil: - “Inquérito” (investigación/averiguación) Civil: recurso administrativo pre-
procesal, de exclusividad del Ministerio Público recolección de pruebas, investiga sin
intermediarios.
BOLIVIA:
CHILE:
COLOMBIA:
Recientemente han sido creados los jueces administrativos para conocer en primera
instancias de estos temas. Desde el 23.06.2008 con el Nuevo Procedimiento
Sancionatorio Ambiental, el Ministerio Público en materia ambiental se ejerce por el
Procurador General de la Nación, a través del Procurador Delegado para Asuntos
Ambientales y Agrarios y 30 Procuradores Judiciales Ambientales y Agrarios. Dos de los
Procuradores Ambientales y Agrarios designados tienen competencia en todo el territorio
nacional.
COSTA RICA:
CUBA:
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ECUADOR:
Delitos Ambientales: Están tipificados, gran predominio de delitos penales en blanco con
referencia a normas administrativas.
EL SALVADOR:
Delitos Ambientales: Ley del Medio Ambiente, Capítulo XII y Sanciones del Código Penal.
GUATEMALA:
Delitos Ambientales: Ley del Ambiente que contiene delitos contra el ambiente y Código
Penal y sectoriales. La ley 68-86 contiene penalización a los proyectos, obras o industrias
por no contar con instrumento ambiental que autorice la actividad.
HONDURAS:
Delitos Ambientales: Ley Nº 104/93 General del Ambiente Decreto Nº 85 “Ley Forestal” –
Acuerdo Nº 1088-93
MÉXICO:
Página | 62
NICARAGUA:
Delitos ambientales: Ley 559/05 Especial de Delitos contra el Medio Ambiente y los
Recursos Naturales.
PANAMÁ:
Fiscalía 5ta, 11º y 12º de Circuito Penal. La División de Delitos Ambientales de Dirección
de Investigaciones Judiciales. Además de presentar la acción penal el Ministerio Público
eleva solicitudes que acrediten la responsabilidad civil derivada por el delito ambiental
(función mixta adjetiva). Además debe promover acciones populares frente a actos
administrativos que violan las normativas ambientales en general. Un fiscal está
legitimado para promover las diligencias o pruebas anticipadas. Asimismo, puede
promover las diligencias exhibitorias o pruebas anticipadas incluso con carácter cautelar.
Delitos Ambientales: Ley 5/05 Que adiciona un título Delitos contra el Ambiente al código
Penal.
PARAGUAY:
PERÚ:
Delitos Ambientales: Código Penal (arts. 304-314) y en la Ley General del Ambiente.
REPÚBLICA DOMINICANA:
URUGUAY:
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Delitos Ambientales: No existen delitos Ambientales, artículos del código penal.
VENEZUELA:
Posee 18 Fiscalías con Competencia Ambiental, Dirección General del Medio Ambiente
que dirige y coordina las actuaciones en materia ambiental con los representantes del
Ministerio Público.
Es evidente que se parte de una lectura político-criminal acerca del impacto de tales
conductas, y el conjunto de componentes sociales adscritos a ellas, que conducen a que
el sistema se oriente, tendencialmente, a la especialización en la persecución de tales
conductas. ¿Por qué la criminalidad ambiental no es considerada un fenómeno relevante
y es relegada hacia el sistema punitivo administrativo bajo el argumento de la
intervención en última ratio, cuando otros escenarios o ámbitos merecen una
intervención de prima ratio?
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Políticas de interpretación Políticas Políticas de investigación
y aplicación de los delitos procedimentales y dirección funcional
- Contienen la interpretación - Grupo de políticas que - En este grupo, se diseñó
oficial sobre los alcances ordena todo lo relativo a una serie de protocolos de
normativos y los la aplicación de las salidas actuación que regulan la
parámetros específicos de alternas en materia actividad de los fiscales en
aplicación de cada delito ambiental, que incluye sus relaciones funcionales
por parte de los fiscales del políticas para la aplicación con otras instituciones,
Ministerio Público. de la conciliación y la para lograr una mejor
- Además, define las suspensión del proceso a comunicación y
prioridades en la prueba, los planes coordinación de
persecución de la reparadores y la investigaciones,
delincuencia penal aplicación de otros denuncias, operativos,
ambiental según la institutos como el criterio etcétera.
importancia y escasez del de oportunidad, las
recurso a proteger. medidas cautelares, Se desarrollaron aquí los
- En vista de que en Costa etcétera. siguientes instrumentos:
Rica, en 2005, existían - Con este segundo
once leyes que contienen, documento, se tienen por - Protocolo para Decomiso,
aproximadamente, 66 actualizados los Custodia, Donación y
delitos ambientales, se lineamientos de política Comiso de Bienes en
desarrollaron políticas para criminal que contenía la Materia Ambiental.
casi todos ellos y solo circular 2.99, que queda - Protocolo para el Manejo
algunos de muy poca derogada. de las Usurpaciones y
aplicación quedaron fuera. Coordinación Policial.
- La mayoría de tales delitos - Protocolo para el Manejo
sancionan conductas que de Casos de
atentan directamente Contaminación Hídrica.
contra bienes ambientales - Protocolo para la
(aunque algunos no fueron Valoración del Daño
concebidos para ello, sino Ambiental, Manejo de la
para tutelar otros bienes Acción Civil con la
jurídicos como la salud, la Procuraduría General y
vida, la propiedad, el Aplicación de Medidas
dominio público, etcétera). Cautelares Atípicas.
No obstante, estos otros
protegen en forma
indirecta el ambiente, lo
que ha permitido
adaptarlos a las exigencias
de los tiempos modernos y
utilizarlos en su defensa.
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misma se vincule directamente con esos
intereses y haya sido reconocida e inscrita
con anterioridad a la comisión del delito
objeto del procedimiento.
Página | 66
VI. DELITO CONTRA LOS RECURSOS NATURALES
Planteados en síntesis, nuestros puntos de vista en los acápites que anteceden; a título
de sustentación genérica de ellos, afirmamos que visto el problema desde un enfoque
ecologista, el desarrollo técnico industrial alcanzado por la humanidad en la época
contemporánea, ha significado la producción de daños irreversibles a los recursos
naturales. Por esas vías se han cubierto cifras que ponen en grave riesgo la estabilidad
ecológica de nuestro planeta. No debemos dejar de tener en cuenta que el medio
ambiente en donde vivimos constituye un sistema complejo; integrado en una unidad
que está siendo lesionada en forma reiterada por una diversidad de nuevos y poderosos
agentes contaminantes producidos por el hombre.
Los resultados de este desolador panorama se grafican a través del agujero detectado en
la capa de ozono que se ubica sobre la Antártida; en el deterioro irreversible de los
amplios sectores de la amazonía; en severos cambios de los climas que por acción
directa de la mano del hombre se traducen en la extinción de vitales especies como las
ballenas y la contaminación de ríos y mares.
En el Perú
En un país megadiverso como el Perú, se hace muy difícil pretender que la norma
penal reconozca de forma explícita todas las conductas gravemente reprochables
a la biodiversidad (30.000 especies de flora, 7.500 plantas endémicas, 4.400
plantas nativas utilizadas por la población, 2.000 especies de peces marinos y
continentales, más de 1.800 especies de aves, 3.500 especies de mariposas y de
éstas, 350 son endémicas, 1.600 especies de plantas ornamentales, 84 de las 117
zonas de vida del mundo, 28 de los 32 tipos de clima del mundo y un largo etcétera
de riqueza natural); lo que no permite, siquiera, intentar introducir todas las
conductas respecto de aquellas especies o paisajes que requieren protección.
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Gráfico Nº 1: Delitos Ambientales en el Marco del Código Penal Peruano
Gráfico Nº 2: Artículos de los Delitos Ambientales en el Marco del Código Penal Peruano
Fuente:
Elaboración propia
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En consecuencia, los tipos penales que protegen la biodiversidad se remiten a las
normas penales en blanco como mejor técnica legislativa para alcanzar su finalidad.
Los tipos penales contenidos en los arts. 308°, 308°-A, 308°-B, 308°-C, 308°-D,
310° y 311° del Código Penal peruano, en los que a través de distintos verbos
rectores se pretende protección para:
En tal sentido y para el caso específico de los tipos penales en cuestión se requiere
que la norma accesoria determine el contenido de “legalmente protegido”, es
decir, cuáles son esos bosques o formaciones vegetales especificando la ubicación
de los mismos y las especies de fauna y flora comprendidas en el ámbito de
protección de la legislación nacional.
En ese contexto, el bien jurídico que se tutela penalmente en los delitos contra los
recursos naturales, es el “ambiente natural” y la “biodiversidad” (flora y fauna).
Gráfico Nº 3: Bien Jurídico Penalmente Protegido en el Marco del Código Penal Peruano
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6.1. TRÁFICO ILEGAL DE ESPECIES DE FLORA Y FAUNA
SILVESTRE PROTEGIDA (ART.308° DEL C.P.P.)
Descripción Típica:
40
Según Withaker: 1969. Los seres vivos están integrados por los reinos: vegetal, animal, protistas,
fungí y mónera.
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Para diagnosticar la situación real y actual de la biodiversidad global se
considera los “puntos calientes de la biodiversidad”41, producto del efecto del cambio
climático generado por las acciones humanas.
El 15 de julio del año 2000 se promulgó la Ley N° 27308 “Ley Forestal y de Fauna
Silvestre”, donde el Capítulo V prescribe la protección de los recursos forestales y de
fauna silvestre, y el Art. 22° sustenta sobre la protección de la flora y fauna silvestre,
del inventario y de la diversidad biológica.42
El Gráfico N º 4 , menciona sobre bien jurídico protegido “Biodiversidad”, que debe ser
aprovechado sosteniblemente sin generar su extinción, sin embargo el tráfico ilegal de
biodiversidad está permitiendo que se incremente la tala ilegal indiscriminada
de árboles o deforestación agravada a gran escala que colisiona con el delito de “lesa
naturaleza”, y la caza indiscriminada de fauna silvestre ocasionando el incremento
del cambio climático como producto de la transpiración y exhalación de CO 2 de
los seres vivos de la esfera global.
41
El concepto de los “puntos calientes de biodiversidad” (hotspots) es una referencia sobre el estado de
conservación de la biodiversidad mundial. Norman Myers: se trata de zonas del planeta donde se encuentran
gran cantidad de especies endémicas, únicas de esa área, y cuyo hábitat natural se encuentra amenazado o
en proceso de destrucción. Es pues una forma de evaluar los peligros que enfrenta la biodiversidad mundial.
Myers quería que su concepto de puntos calientes sirvieran para identificar y ayudar a conservar zonas,
especies y hábitats únicos.
42
Art. 22° numeral 1 de la Ley “27308: “El Estado adopta medidas especiales que garanticen la
protección de las especies de flora y fauna silvestre que de acuerdo al reglamento por sus
características o situación de vulnerabilidad requieran tal tratamiento”.
Página | 71
En la actualidad el tráfico ilegal de fauna silvestre, flora silvestre, y la
introducción de especies no autóctonas amenazan de manera grave la
biodiversidad mundial, sin embargo el tráfico ilegal se da por las siguientes
acciones: el que adquiere, vende, transporta, almacena, importa o exporta o
reexporta productos o especímenes de especies de flora silvestre no maderable y/o
fauna silvestre protegidas por la legislación nacional, sin un permiso o certificado
válido, cuyo origen no autorizado conoce o puede presumir, este delito ambiental,
se convierte en el tercer mercado ilegal del mundo en cuando al dinero que maneja,
solo por detrás del tráfico de drogas y el de armas, en ese contexto se debe incidir
en la necesidad de concienciar de que “todos podemos hacer algo por la biodiversidad”
El bien jurídico penal ambiental protegido por el Art. 308° del código penal
peruano modificado mediante Ley N° 29263, la “biodiversidad” considera dos
acepciones jurídicas:
a. La flora silvestre no maderable: Son todas las especies de plantas que habitan en
el medio natural, sujetas a las disposiciones del medio ambiente.
No dependen del cuidado del ser humano, e incluye a las siguientes plantas:
b. Fauna silvestre protegida: Es aquella que vive sin intervención del hombre para
su desarrollo o alimentación.
- Ley General Forestal y Fauna Silvestre: que tiene por objeto normar, regular
y supervisar el uso sostenible43 y la conservación de los recursos forestales y de
fauna silvestre del país, compatibilizando su aprovechamiento con la valorización
43
En concordancia con los Art. 66° y 67° de la Constitución Política del Perú, en la Ley Nº 26821, Ley
Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos Naturales y los Convenios
Internacionales vigentes para el Estado Peruano.
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progresiva de los servicios ambientales del bosque, en armonía con el interés
social, económico y ambiental de la Nación.
Según la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), las Áreas Protegidas son una
superficie de tierra y/o mar especialmente consagrada a la protección y el
mantenimiento de la diversidad biológica, de las comunidades étnicas, campesinas y
nativas, así como de la conservación de los recursos naturales, los recursos
culturales asociados, y los recursos artificiales manejada y tutelada a través de
normas jurídicas.
El resultado típico de este delito viene concretado cuando el agente adquiere, vende,
transporta, almacena, importa o exporta o reexporta productos o especímenes
de especies de flora silvestre no maderable (mediante la cosecha, su recolección o
extracción de sus frutos o productos), y en la captura de fauna silvestre protegida (ya
sea mediante la caza).
Por lo tanto la consumación del delito depende de la concreta conducta realizada por el
sujeto, siendo posible admitir la tentativa como forma imperfecta de ejecución en
el caso por ejemplo de la colocación de trampas, la colocación de dispositivos
necesarios para la recolección de las plantas, etc.
Descripción Típica:
Art. 308°- A: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor de
cinco años y con ciento ochenta a cuatrocientos días-multa, el que adquiere,
vende, transporta, almacena, importa, exporta o reexporta productos o especímenes de
especies acuáticas de la flora y/o fauna silvestre protegidas por la legislación nacional
bajo cualquiera de los siguientes supuestos:
44
Está conformado por la red de áreas naturales protegidas que incluye los parques, reservas,
santuarios y bosques nacionales. También, los santuarios históricos, las zonas reservadas, los cotos de caza,
las reservas comunales y los bosques de protección.
Página | 73
En el Perú se ha consagrado la protección de las especies de flora y fauna desde el
nivel más alto del ordenamiento jurídico al incluir su regulación en la Constitución de
1979 y de 1993.
Especies acuáticas de flora silvestre: son todas las especies de plantas adaptadas
a los medios muy húmedos (higrofitas) o acuáticos (hidrofitas), que habitan
totalmente sumergidas, parcialmente sumergidas o con hojas flotantes
Estas plantas pueden encontrarse tanto entre las algas como entre los vegetales
vasculares: briofitos, pteropsidas y angiospermas (monocotiledóneas y dicotiledóneas.
Especies acuáticas de fauna silvestre: aquella que vive sin intervención del
hombre para su desarrollo o alimentación. Está constantemente amenazada por
diferentes factores que destruyen, fragmentan o degradan sus hábitats.
Considerar como bien jurídico tutelado las especies acuáticas de “flora y fauna
silvestre” protegida por la legislación ambiental, implica que se debe contar con el
permiso, licencia o certificado valido emitido por la autoridad competente
(Ministerio de Agricultura), excepto en épocas, cantidades, talla o zonas que son
prohibidas o vedadas.
El Gráfico 5, indica el bien jurídico penal ambiental protegido por el Art. 308-A° la
“flora y fauna silvestre acuática” protegidas por la legislación nacional y por los tratados
internacionales.
45
Art. 27° de la Constitución de Cuba de 1976 “El estado protege la naturaleza, que incluye velar por que
sean mantenidas limpias las aguas y la atmósfera y que se proteja el suelo, la flora y la fauna”.
46
Vedadas: es sinónimo de prohibir una cosa por ley o mandato. Las especies en veda se dan a través de un
listado emitidas por la autoridad competente (SERNANP-Perú), y otras que se encuentran bajo algún grado
de amenaza, además de aquellas que están protegidas por la convenciones internacionales que
el Perú ha suscrito, como es el caso de: Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), y la inclusión de especies en los listados de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
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Gráfico Nº 5: Bien Jurídico Tutelado en el Tráfico Ilegal de Especies Acuáticas de Flora y
Fauna Silvestre
En este delito necesariamente hay dolo, que debe abarcar el conocimiento de las
especies que están legalmente protegidas por la legislación nacional, y sin el
permiso, licencia o certificado válido, así mismo la voluntad de extraer especies
acuáticas de la flora y/o fauna silvestre en épocas, cantidades, talla o zonas
prohibidas o vedadas, usando procedimientos de caza y pesca prohibidos.
De igual forma, el portar ya los instrumentos para proceder a utilizarlos, cuando estos
están prohibidos por la ley, constituyen supuestos de tentativa. Su empleo efectivo
representará la consumación del tipo.
Se prevé una pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años
y con ciento ochenta a cuatrocientos días-multa.
Descripción Típica:
Art. 308°-B: El que extrae especies de flora o fauna acuática en épocas, cantidades,
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talla y zonas que son prohibidas o vedadas, o captura especies sin contar con el
respectivo permiso o exceda el límite de captura de embarcación, asignado por la
autoridad administrativa competente y la ley de la materia, o lo hace excediendo el
mismo o utiliza explosivos, medios químicos u otros métodos prohibidos o declarados
ilícitos, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor
de cinco años.
Las actividades ilegales desde la extracción en épocas, cantidades, talla y zonas que
son prohibidas o vedadas, o captura especies sin contar con el respectivo permiso o
exceda el límite de captura de embarcación, asignado por la autoridad administrativa
competente y la ley de la materia, o lo hace excediendo el mismo o utiliza explosivos,
medios químicos u otros métodos prohibidos o declarados ilícitos constituyen todos un
acto ilegal.
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fauna, abarca las variaciones y características genéticas específicas dentro de las
especies, así como la interacción de estas especies con los ecosistemas, Y en la
actualidad se ha establecido una subdivisión según el nivel de aprovechamiento de los
recursos para la vida humana.
En ese sentido, el Gráfico 6, indica que el bien jurídico tutelado en la extracción ilegal
de especies acuáticas es la “biodiversidad”, según el Art. 308°-B del Código
Penal peruano.
- Mucha gente tiene la idea incorrecta de que los mares son una fuente inagotable
de recursos y pueden absorber cantidades casi infinitas de contaminantes y
desechos.
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- La huella ecológica humana se expande tan rápido que es difícil hacer un
seguimiento de sus impactos.
- Gran parte de los daños hechos a los océanos y a otros cuerpos de agua (lagos,
lagunas, etc.) no es visible para la mayoría de la gente.
La pena privativa de libertad será no menor de tres años ni mayor de cinco años.
Descripción Típica:
Art. 308°-C: El que caza, captura, colecta, extrae o posee productos, raíces o
especímenes de especies de flora y/o fauna silvestre protegidas por la legislación
nacional, sin contar con la concesión, permiso, licencia o autorización u otra
modalidad de aprovechamiento o extracción, otorgada por la autoridad competente, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años y con
cincuenta a cuatrocientos días-multa
47
Se entiende por “tragedia de los comunes” un supuesto problema que se popularizo a partir de un
dilema descrito por Garret Hardin en 1968 y publicado en la revista Science. El dilema en cuestión
describe una situación en la cual varios individuos, motivados solo por el “interés personal” y actuando
independiente pero racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido limitado – “el común” - aun
cuando claramente es el caso que no es en el interés de ellos -ya sea como individuos o en conjunto-
que tal destrucción suceda.
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En el caso de depredación de especies de flora y fauna, el Art. 149° de la Ley N° 28611
(Ley General del Ambiente), se exige que al momento de hacerse denuncia
penal esta deba ser acompañada por la opinión fundamentada de las entidades
sectoriales respecto de si existe o no infracción a la legislación ambiental, sin
embargo, es preciso advertir, al amparo del principio de fragmentariedad del
derecho penal, que no toda infracción administrativa supone la comisión de un ilícito
penal, en consecuencia, no se exige que la conducta del procesado contenga o no una
infracción administrativa a la legislación ambiental, sino que más bien, requiere que el
titular de la acción penal o los responsables de las entidades sectoriales
correspondientes (Ministerio de Agricultura, Ministerio del Ambiente, SERNANP,
etc.) establezcan cuáles son los productos, raíces o especímenes de especies de flora
y/o fauna silvestre protegidas por la legislación nacional, o si las especies para las
que se pretende atención se encuentra “legalmente protegidas”, en tal sentido, se
requerirá que el informe sectorial en mención nos indique:
- Si la especie de flora y/o fauna silvestre se encuentra legalmente protegida por una
norma especial.
Los bienes protegidos por la legislación nacional por el Art. 308°-C son los
especímenes de flora y/o fauna silvestre, cuando no cuentan con la concesión,
permiso, licencia o autorización u otra modalidad de aprovechamiento o
extracción, otorgada por la autoridad competente. Una de las formas más
habituales de protección de la flora y fauna son las Áreas Naturales Protegidas por el
Estado.
Las especies protegidas son especies amenazadas. Las amenazas pueden ser de
diversa naturaleza: por una excesiva recolección o caza, porque su hábitat desaparece
o se fragmenta, porque se ven amenazados por plagas, por competencia con
otras especies introducidas, porque el que caza, captura, colecta, extrae o posee
productos, raíces o especímenes de especies de flora y/o fauna silvestre protegidas
por la legislación nacional, no cuentan con la concesión, permiso, licencia o
autorización u otra modalidad de aprovechamiento o extracción, otorgada por la
autoridad competente.
Para este caso, el agente será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de cinco años y con cincuenta a cuatrocientos días-multa.
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El marco legal que rige las Áreas Naturales Protegidas tiene cuatro pilares:
- Tercer pilar: El Plan Director (1999), da el marco conceptual, define las políticas y
la planificación estratégica para la gestión del SINANPE.
Así mismo, para septiembre de 2009, el SINANPE está integrada por 64 áreas
naturales protegidas (19'179,035.09 ha, un 14.92% del territorio nacional).
• Las ANP que pertenecen al sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por
el Estado, administradas por el Gobierno Nacional.
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• Áreas de uso directo: son aquellas que permiten el aprovechamiento de
recursos naturales, prioritariamente por las poblaciones locales, bajo los
lineamientos de un Plan de Manejo aprobado y supervisado por la autoridad
nacional competente. Son áreas de uso directo:
48
BirdLife International (1992) Aves Amenazadas de las Américas. (Libro rojo de la IUCN-World
Conservation Union) Cambridge, UK: BirdLife International
49
En español, el término silvestre está más asociado a plantas que a animales: plantas y flores
silvestres, por ejemplo). La frase que, en español, más se aproxima a la idea de la palabra inglesa
wildlife es la de “fauna salvaje”.
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no solamente la fauna sino también a la flora y ecosistemas (incluso paisajes).
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TRÁFICO ILEGAL DE RECURSOS GENÉTICOS (ART. 308°-D DEL C.P.P.)
Descripción Típica:
La misma pena será aplicable para el que a sabiendas financia, de modo que sin su
cooperación no se hubiera podido cometer las actividades señaladas en el primer
párrafo, y asimismo al que las dirige u organiza.
Para analizar este tema nuevo en el ámbito jurídico debemos conocer las
definiciones siguientes:
El Estado peruano mediante Ley N° 29263 modifica el Art. 308°-D del Código Penal
peruano, donde protege la conservación de los recursos genéticos de las especies de
flora y/o fauna silvestre, evitando su extinción y vulnerabilidad, los cuales son
considerados como bien jurídico penalmente protegido, así mismo al agente que a
sabiendas financia, dirige u organiza el tráfico ilegal, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años y con ciento ochenta a
cuatrocientos días-multa.
50
Convenio sobre la Diversidad Biológica. Junio de 1992. Artículo 15. Acceso a los recursos genéticos.
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bancos de semillas, de propagación “in vitro” o micro propagación, que permitirá
la clonación o multiplicación de plantas a partir de fragmentos muy pequeños del
material original, de esta manera dar impulso a la biología molecular que
permitirán realizar un seguimiento a nivel genético de las distintas poblaciones
conservadas y garantizar así su conservación de la flora silvestre
Las poblaciones de flora y fauna silvestre con poca variación genética son más
vulnerables a la aparición de nuevas plagas o enfermedades, contaminación, cambios
climáticos y destrucción del hábitat debido a actividades humanas o a otros
acontecimientos catastróficos.
El Gráfico 8, considera como bienes jurídicos tutelados los recursos genéticos de flora
silvestre y los recursos genéticos de fauna silvestre (Art. 308°-D tráfico ilícito de
recursos genéticos).
Así entonces, la diversidad genética de las poblaciones naturales sensibles que poseen
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un alto grado de diversidad genética de flora y fauna garantiza la condición
silvestre de maduración y crea un reservorio genético con gran diversidad para
el país y genera los mecanismos de acceso a los recursos genéticos y al
conocimiento tradicional deben asegurar la conservación y el uso sostenible de la
diversidad biológica”51
Para que el delito se tipifique como delito penal, debe hacer referencia al uso o
aprovechamiento ilícito (dentro de esto el comercio o el tráfico ilegal) de recursos
genéticos de flora y fauna silvestre que hayan sido categorizadas o declaradas como
amenazadas o en vía de extinción por la legislación nacional. El agente puede ser
cualquier persona, pero también se puede presumir al servidor público quien a
sabiendas financia, o coopera para el tráfico ilegal de los recursos genéticos,
vulnerando así la legislación nacional.
Dicha decisión estableció que para acceder a los recursos es necesario celebrar un
contrato de acceso entre el interesado (usuario) y el Estado. Sin embargo, la falta de
reglamentación interna ha impedido una aplicación efectiva.
COMENTARIO52
1. Generalidades
51
Declaración del Cusco, del grupo de países megadiversos afines, sobre acceso a recursos genéticos,
conocimiento tradicional y derechos de propiedad intelectual cusco, 29 de noviembre de 2002
52
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú
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En consecuencia, el bien jurídico protegido por este delito no es el medio ambiente en
su sentido propio de “equilibrio de los sistemas naturales”, sino la flora y la fauna,
desde la perspectiva de la conservación de las especies, o en definitiva lo que se ha
denominado “biodiversidad”.
Señala CASQUERO SUBIAS que “aquello que hasta hace poco constituía una inquietud
para la comunidad científica o grupos minoritarios se ha convertido hoy día en un reto
acuciante para la acción del hombre. La explotación económica incontrolada, el trance de
extinción y desaparición en que se encuentran determinadas especies, el desarrollo del
comercio ilegal de animales y plantas, casi tan lucrativo (sobre todo el primero) y menos
peligroso que el de drogas o de armas, así como la progresiva degradación de hábitats y
entornos naturales, son causa del agotamiento de estos recursos naturales, lo que obliga
a admitir, sin discusión, que la política para su conservación debe de ser uno de los ejes
rectores y uno de los principales cometidos de los poderes públicos".
Las especies animales protegidas no son “géneros prohibidos” en sentido estricto, puesto
que no lo considera así el Convenio de Washington, sino que se trata de animales que
requieren la previa concesión y presentación de un permiso de exportación y de
importación que únicamente se concede una vez satisfechos una serie de requisitos muy
estrictos. El Convenio admite el comercio de especímenes, pero sometido
necesariamente a unos rigurosos y formales requisitos muy estrictos.
En todo caso, constituye la tercera clase de contrabando más rentable, después de las
drogas y de las armas.
Los países del Tercer Mundo, sucesivo punto de referencia de las especies protegidas
más afectadas por este tipo de contrabando, ganan muy poco con el expolio de su
fauna.
En América del Sur, por ejemplo, se paga al cazador local 80 $USA por una piel de
cocodrilo que se vende a un intermediario por un precio que oscila entre 400 y 800
dólares, y por último, en los mercados europeos se fabrican unas diez carteras de piel
de cocodrilo, cada una de las cuales se vende a 2,000 dólares.
Por otra parte, la demanda de especies exóticas supuso en 1990 la compraventa de más
de 40,000 simios y primates en el mundo, la mayoría de los cuales tuvieron que ser
previamente arrebatados de sus entornos tropicales, con un balance dramático, ya que
por cada mono "situado" en Europa o en América por los traficantes, al menos siete
congéneres más han tenido que morir en el transcurso de la captura , el transporte, a
causa del estrés; la mala alimentación o, simplemente, la pena o melancolía, etc.
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años.
Así, por ejemplo, en África existían 1,3 millones de elefantes en el año 1970, y en la
actualidad sólo quedan 600,000 ejemplares escasos, habiendo incluso desaparecido al
menos de ocho países del continente donde antes existían; lo mismo podríamos decir
con los pájaros exóticos como los loros, o los rinocerontes, etc. En relación con estos
últimos animales, de los más de 65,000 rinocerontes negros y varios miles de
rinocerontes blancos que existían hace veinte años en África, actualmente sólo quedan
en este continente aproximadamente 1,800 de la especie negra y 31 de la especie
blanca, siendo la población mundial total de rinocerontes no superior a 6,000
ejemplares (entre África y Asia). Muchos rinocerontes se han exterminado como
consecuencia del codiciado tráfico de sus apreciados cuernos (unicornios).
Lo mismo podemos indicar de los tigres, ya que actualmente sólo quedan a nivel
mundial 7,000 ejemplares. En la India, donde vive el 60 por 100 de la población
mundial de tigres, debido a la caza furtiva y a la escasez de hábitats, se están
diezmando estos majestuosos mamíferos a un ritmo que no se creía posible hace unos
años.
En relación con los chimpancés, según las últimas estimaciones, sólo existen unos
doscientos mil ejemplares repartidos entre veintiún países africanos. Estos animales
están amenazados tanto por la caza furtiva como por la destrucción de las selvas
tropicales. Para conseguir un "bebé", los furtivos matan a la madre, venden su carne
en los mercados locales y obtienen de los traficantes extranjeros unas ocho mil pesetas
por la cría. Una vez en Estados Unidos o Europa, su precio puede ser de unos tres
millones de pesetas, estimándose que a este ritmo dentro de unos cincuenta años no
habrá un solo ejemplar de chimpancé, que comparten con los humanos el 90 por 100
de su patrimonio genético y que son por ello utilizados como últimos cobayos, sobre
todo en experimentos relacionados con la obtención de una vacuna contra el S.I.D.A.
El saqueo a nivel mundial no sólo afecta al halcón peregrino; también a otras rapaces.
Así, por ejemplo, y según datos de la Oficina C.I.T.E.S.(reguladora del comercio
internacional de especies protegidas), Japón importó más de 700 azores vivos
procedentes de China, y Alemania 5,847 rapaces muertas procedentes también de este
país asiático.
Los principales países desde los que se produce actualmente la importación son
Bélgica, Holanda y Argentina, que en muchos casos actúan, a su vez, como
distribuidores a otros países.
53
FITTER: la flora y fauna, vitales para el hombre, en la revista El Correo, febrero de 1988.
Página | 87
La protección penal de las especies amenazadas es importante, pero será sobre todo la
concesión de ayudas económicas y subvenciones dé los países ricos a favor de los
países africanos y asiáticos para que de esta manera se pueda proteger no sólo a las
especies mismas, sino también a sus correspondientes e imprescindibles hábitats.
Según este convenio, las partes que sean Estados del área de distribución de una
especie migratoria que figure en el Apéndice 1 prohibirán sacar de su ambiente natural
animales de esa especie, estableciéndose como excepciones la captura con finalidad
científica; cuando la captura esté destinada a mejorar la propagación o la
supervivencia de la especie en cuestión, cuando la captura se efectúe para satisfacer
las necesidades de quienes utilizan dicha especie en el cuadro de una economía de
subsistencia y cuando circunstancias excepcionales la hagan indispensable.
54
Convención de Bonn sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres, hecha en Bonn
el 23 de junio de 1979.
55
Convenio de Berna relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa, hecha en
Berna el 19 de septiembre de 1979
56
Reglamento C.E.E. número 3626/1982, relativo a la aplicación en la Comunidad del Convenio sobre él
comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (D.O.L. 348; 31 de diciembre de
1982; p. I). Se llama la atención que este Reglamento ha sufrido modificaciones sucesivas. Así, por ejemplo, en
virtud del Reglamento 2295/1986, de 21 de julio.
57
Estos tres Apéndices han sido sucesivamente modificados y enmendados y son también sucesivamente
sustituidos como consecuencia de las conferencias de las partes de esta Convención que se reúne
periódicamente.
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distintos, o apéndices de tutela, a los efectos de su debida y más eficaz protección en
orden a su exportación o importación respectiva, exigiendo una serie de requisitos que
varían según que el concreto espécimen de que se trate esté comprendido en cada uno
de los respectivos apéndices.
Así, en el Apéndice I se incluyen todas las especies en peligro de extinción que son o
pueden ser afectadas por el comercio. El comercio de estas especies deberá estar
sujeto a una reglamentación particularmente estricta a fin de no poner en peligro aún
mayor la supervivencia, y se autorizará solamente bajo circunstancias excepcionales.
(En este Apéndice se incluyen, por ejemplo, los monos antropoides, los pandas
gigantes, los guepardos, los leopardos, los elefantes asiáticos, los rinocerontes, etc.)
Finalmente, en el Apéndice III, se incluyen todas las especies que cualquiera de las
partes manifieste que se hallan sometidas a reglamentación dentro de su jurisdicción
con el objeto de prevenir o restringir su explotación, y que necesitan la cooperación de
otras partes en el control de su comercio.
a) Requisito de supervivencia
Que la autoridad científica del Estado de exportación haya manifestado que esa
exportación no perjudicará la supervivencia de dicha especie.
Página | 89
El permiso de importación únicamente se concederá una vez satisfechos los siguientes
requisitos: a) que una autoridad científica del Estado de importación haya manifestado
que los fines de importación no serán en perjuicio de la supervivencia de la especie; b)
que la autoridad científica del Estado de importación haya verificado que" quien
propone recibir un espécimen vivo lo podrá albergar y cuidar adecuadamente, y c) que
la autoridad administrativa del Estado de importación haya verificado que el especímen
no será utilizado para fines primordialmente comerciales.
Si se trata de un espécimen incluido en el Apéndice III, los requisitos son también los
mismos a excepción del requisito de la integridad física en relación con el transporte y
del previo permiso de importación, ya que los requisitos para estos supuestos no se
exigen expresamente (art. V).
58
Así, por ejemplo, el caso entre Holanda-España en 1993, en relación con un rinoceronte criado en Cautividad
en Holanda y exportado a España para su exhibición en un circo. Holanda emitió, en principio, su
documentación C.I.T.E.S. para exportar al citado animal, pero posteriormente indicó que si hubiese conocido
que su destino era para un circo no hubiera emitido la documentación C.I.T.E.S. (la última decisión de Holanda
es equivocada, porque, según el Convenio de Washington, si el animal ha sido criado en cautividad y se exhibe
en un parque zoológico o circo, puede ser exportado) Por su parte, España expidió la correspondiente
documentación C.I.T.E.S. a considerar, con acierto, que se trataba de un espécimen criado en cautividad y con
destino a un circo.
Página | 90
En este sentido, el Laboratorio de Inmunohematología de la Universidad Católica del
Sagrado Corazón, en Roma, ha propuesto la técnica del D.N.A., que permite establecer
el perfil genético de cada individuo y confirmar o desmentir, en su caso, los lazos de
parentesco en el seno de un grupo de animales criados en cautividad (bastaría para
ello solamente con algunos pelos del animal para realizar un análisis del material
hereditario).
En el artículo VII, número 5, del Convenio se preceptúa que cuando una autoridad
administrativa del Estado de exportación haya verificado que cualquier especímen de
una especie animal ha sido criado en cautividad o que cualquier espécimen de una
especie vegetal ha sido reproducida artificialmente, o que sea una parte de ese animal
o planta o que se ha derivado de uno u otra, un certificado de esa autoridad
administrativa a ese efecto será aceptado en sustitución de los permisos exigidos en
virtud de las disposiciones de los artículos III, IV o V.
Asimismo, se indica en este mismo artículo VII, punto 7, que una autoridad
administrativa de cualquier Estado podrá dispensar con los requisitos de los artículos
III, IV y V y permitir el movimiento, sin permisos o certificados, de especímenes que
formen parte de un parque zoológico, circo 59, colección zoológica o botánica ambulante
u otras exhibiciones ambulantes, siempre que:
a) El exportador o importador registre todos los detalles sobre estos especímenes con
la autoridad administrativa.
Entiende pues, con acierto Convenio de Washington que los parques zoológicos y los
circos son precisamente una parte importante para protección de las especies en vías
de extinción.
En el artículo VIII60 se dispone que las partes adoptarán las medidas adecuadas para
velar por el cumplimiento de sus disposiciones y para prohibir el comercio de
especímenes en violación de las mismas.
59
El Convenio de Washington ha tenido en consideración, sin duda, a los animales que se exhiben y se
presentan en los espectáculos de circo, posiblemente porque en Estados Unidos tradicionalmente actúa el muy
prestigioso, influyente y célebre circo "Ringling Bros. And Bamum & Bailey", y además, sobre-todo, porque
entiende el Convenio de Washington que los animales son en cierta manera protegidos ya en el circo.
60
En este número se establece que cuando la autoridad administrativa del Estado de exportación o de
reexportación haya verificado que un espécimen fue adquirido con anterioridad a la fecha en que entraron en
vigor las disposiciones de la presente Convención respecto a ese espécimen, las disposiciones de los artículos
III, IV y V no se aplicarán a ese espécimen sin la autoridad administrativa expide un certificado a tal efecto.
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2. Bien jurídico
Se busca conservar la vida de los seres vivos que tienen su hábitat en un medio
ambiente equilibrado.
Sin embargo, es necesario tener presente que el inciso 3 del art. 308 establece una
circunstancia agravante destinada a tutelar no sólo la biodiversidad sino, también, el
medio ambiente desde el momento en que castiga el uso de sustancias tóxicas para la
caza, captura, recolección o extracción de especies de flora y fauna.
3. Tipo objetivo
Sujeto activo
El sujeto activo del delito puede ser cualquiera, sin que se exija especialidad alguna.
Sujeto pasivo
El sujeto pasivo, como sucede por lo general en los delitos de este título, es la
colectividad.
Acción típica
La acción típica puede realizarse de varias formas. Para un mejor análisis pasaremos a
definir cada una de ellas:
Por cazar ha de entenderse el buscar o seguir a los animales para cogerlos o matarlos.
Recolectar es recoger semillas o productos derivados de ellas. Este verbo está referido
a especies vegetales.
4. Tipo subjetivo
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5. Consumación
El objeto del delito son las especies o subespecies de flora o fauna amenazadas.
7. Jurisprudencia Nacional
Exp. N° 4407-97. Apurímac. 1ra Sala Penal Transitoria Corte Suprema de Justicia.
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6.2. FORMAS AGRAVADAS (ART. 309° DEL C.P.P.)
Descripción típica:
Art. 309°: En los casos previstos en los artículos 308º,308º-A, 308º-B, 308º-C, la pena
privativa de libertad será no menor de cuatro años ni mayor de siete años cuando el
delito se cometa bajo cualquiera de los siguientes supuestos:
1. Cuando los especímenes, productos, recursos genéticos, materia del ilícito penal
proviene de áreas naturales protegidas de nivel nacional o de zonas vedadas para la
extracción de flora y/o fauna silvestre, según corresponda.
2. Cuando los especímenes, productos o recursos genéticos, materia del ilícito
penal proviene de las reservas intangibles de comunidades nativas o
campesinas o pueblos indígenas en situación de aislamiento o de contacto
inicial, según corresponda
3. Cuando un funcionario o servidor público que omitiendo funciones autoriza, aprueba
o permite la realización de este hecho delictivo en su tipo básico, o permite la
comercialización, adquisición o trasporte de los recursos de flora y fauna ilegalmente
obtenidos.
4. Mediante el uso de armas, explosivos o u sustancias tóxicas
Para analizar el Art. 309°, es necesario considerar los casos previstos en los artículos
308º, 308°-A, 308°-B, 308°-C, del Código Penal peruano, en las siguientes
consideraciones:
Las formas agravadas que menciona el Art. 309° del Código penal peruano, se dan
bajo los siguientes supuestos:
1-A. Cuando los especímenes, productos, recursos genéticos, materia del ilícito
penal proviene de áreas naturales protegidas de nivel nacional:
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El Perú cuenta con Áreas Naturales Protegidas administradas por el SINANPE
(Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado), que de acuerdo a sus
objetivos y tamaño, existen tres tipos categorías de áreas naturales:
- Zonas Intangibles, las zonas intangibles son aquellas en las que se prohíbe todo
uso directo de los recursos, es decir no se puede adquirir, vender, transportar,
almacenar, importar, exportar o reexportar, los recursos genéticos, excepto que sólo
permite realizar investigación científica y turismo controlado y tenemos a los parques
nacionales, santuarios nacionales y santuarios históricos.
El tipo penal señala que el sujeto activo de este delito es aquel que: extrae especies de
flora y fauna acuática (Art. 308°-B) protegida por la legislación nacional en épocas,
cantidades, tallas y zonas que están vedadas, toda vez que ocasiona la disminución
de la biomasa quebrando el equilibrio de la cadena alimenticia e impactando
negativamente sobre actividades económicas de supervivencias de las poblaciones
locales, constituye un daño ambiental grave en ecosistemas frágiles como las ANP,
incluso en algunos casos puede existir pérdidas irreparables como es el caso de la
erosión genética y los procesos evolutivos por la destrucción de
especímenes sobresalientes.
Cuando los especímenes, productos o recursos genéticos, materia del ilícito penal
proviene de éstas reservas intangibles se pone en peligro la vida y la integridad de
los indígenas aislados o de contacto inicial, a los cuales se pone en grave e inminente
riesgo la afectación de su territorio y del hábitat de su subsistencia, de ahí la
importancia de conservar estas reservas para uso exclusivo de sus habitantes,
más aún cuando la Constitución peruana establece en su Art. 2° una serie de
derechos de los que gozamos los seres humanos y que son garantizados por el Estado.
Además, el Estado peruano debe implementar su propia legislación para la protección de
los pueblos indígenas aislados o de contacto inicial, en particular a sus derechos
fundamentales plasmados en el Art. 2° de la Constitución Política del Perú:
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- Numeral 1: el derecho a la vida y la integridad moral, psíquica y física.
El deber especial del servidor público de cumplir y hacer que se cumpla sus funciones,
se refiere a observar en el ejercicio de sus correspondientes funciones la legislación
nacional, esto es a no quebrantarlos por acción u omisión, es decir a no autorizar,
aprobar o permitir la comercialización, adquisición o transporte de los recursos de
flora y fauna ilegalmente obtenidos para sí mismo o para un tercero.
Por consiguiente, cualquiera otra acción u omisión del servidor público en relación con
disposiciones constitucionales, legales o administrativas, que no esté expresamente
tipificada como falta disciplinaria, se tendrá que juzgar y sancionar de conformidad
con el Art. 309° cuya pena privativa de libertad será de no menor de cuatro años ni
mayor de siete años y con ciento ochenta a cuatrocientos días multa, sin que por
ello sobrevenga necesariamente una acción administrativa.
Mediante el Art. 308-B° la pena privativa de libertad será no menor de tres años ni
mayor de cinco años, y el Art. 309° para el mismo tipo la pena privativa de libertad
será no menor de cuatro años ni mayor de siete años, en este caso se da un concurso
aparente de leyes penales.
Es el caso en que una acción aparentemente vulnere varias normas penales, sin
embargo un análisis más riguroso permite apreciar que sólo existe un delito.
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Es un problema de interpretación de leyes. Surge cuando el sujeto activo realiza una
acción que podría, aparentemente, ser calificada en más de un tipo penal, cuando en
realidad sólo se puede aplicar uno.
El conflicto es sólo aparente, dado que el ordenamiento jurídico suministra los conceptos
rectores para aplicar la norma legal conveniente.
Los principios para resolver el concurso aparente de leyes son las siguientes:
Principio de Subsidiaridad, Principio de Consunción, Principio de Especialidad.
Art. 309°: En los casos previstos en los artículos 308º,308º-A, 308º-B, 308º-C,
la pena privativa de libertad será no menor de cuatro años ni mayor de siete
años cuando el delito se cometa bajo cualquiera de los siguientes supuestos:…
4. Mediante el uso de armas, explosivos o u sustancias tóxicas.
LEY ESPECIAL
• Sujeto activo: Cualquier persona natural o jurídica (la que realiza la acción).
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Pena: la pena privativa de libertad será no menor de cuatro años ni mayor de siete
años.
Por medio de explosivos o de sustancias venenosas, tales como dinamita, cal, cianuro,
etc., o sustancias tóxicas de cualquier origen que produzcan la muerte, u otros
métodos prohibidos o declarados ilícitos de la fauna acuática (308°-B y 309°), así
mismo la pesca con armas de fuego y la pesca nocturna con lámparas o luz artificial
(309°).
COMENTARIO61
1. Generalidades
Se trata con ello de preservar la conservación de las especies acuáticas, pero también y
fundamentalmente, el equilibrio biológico que puede verse afectado por los cambios
generados por la carencia de la especie alteración de su pureza genética, enfermedades,
proliferación excesiva y hábitos alimentarios que pueden incidir sobre las poblaciones de
otras especies, modificaciones en el hábitat, etc.
2. Bien Jurídico
El bien jurídico penalmente tutelado es la biodiversidad como parte del sistema ecológico
o medio ambiente. Se busca conservar las especies de flora y fauna acuáticas, que
pueden verse afectadas por la alteraciones derivadas de la ruptura del equilibrio biológico
provocadas por su extracción incontrolada.
61
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú
Página | 98
3. Tipo objetivo
Sujeto activo
Sujeto pasivo
Es la colectividad como titular del bien jurídico medio ambiente el cual tiene como uno de
sus componentes la biodiversidad.
Acción típica
El artículo 309 contiene dos tipos delictivos por lo que analizaremos sus principales
características por separado:
El agente de este delito extrae u obtiene, de cualquier forma, ya sea pescando, cazando
o recolectando, especies de la flora o de la fauna. Tal extracción, para que se configure
el tipo, ha de ser efectuada en épocas, cantidades o zonas donde está prohibida la
obtención de las especies.
Para que se configure el tipo, los procedimientos de pesca o caza deben estar prohibidos
por ley. No se castiga, en este caso, la actividad extractiva de las especies en épocas,
cantidades o zonas prohibidas, sino los medios utilizados para este fin. Por ejemplo,
resulta evidente que la utilización de explosivos para la pesca de especies de la fauna
acuática puede poner en riesgo la conservación de especies que se encuentran en veda o
puede contaminar el mar ocasionando daños irreparables para la flora acuática.
Página | 99
4. Tipo subjetivo
Los dos supuestos típicos contenidos en el art. 309° sólo admite la comisión dolosa. En
ambos casos el agente del delito debe saber que las especies de flora o fauna acuática
que extrae se encuentran en épocas o en zonas de veda o que la cantidad que extrae es
superior a la autorizada. Del mismo modo que ha de tener conocimiento que los
utensilios y métodos utilizados para la extracción de las especies se encuentra prohibida
por la ley.
5. Consumación
Descripción típica:
Art. 310°: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres años ni
mayor de seis años y con prestación de servicios comunitarios de cuarenta a ochenta
jornadas el que, sin contar con permiso, licencia, autorización o concesión otorgada por
autoridad competente, destruye, queme, daña o tala, en todo o en parte, bosques u
otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones.
Página | 100
- Formaciones forestales cerradas, donde los árboles de diversos tamaños y
sotobosque cubren gran parte del terreno o área.
Bajo esta circunstancia los bienes jurídicos penalmente protegidos por el Art.
310° del Código Penal peruano son los bosques o formaciones boscosas.
Página | 101
Las especies de fauna propias de estas zonas boscosas dejan paso a otras
adaptadas a espacios más abiertos. Además de perder parte de su hábitat, los
bosques o formaciones boscosas fragmentados por los incendios generan
problemas de conectividad.
Talar, consiste en cortar por su base masas de árboles (La tala excesiva
amenaza la salud del bosque de muchas maneras, y también amenaza el
bienestar social y económico de los humanos, particularmente la tala total o
“tala rasa”62, provoca la desfragmentación del bosque y conduce a la pérdida de
biodiversidad).
62
Cuando la deforestación se produce por el sistema de tala rasa, es un método especialmente agresivo con el
bosque o formaciones boscosas y que consiste en la tala sistemática de una zona.
Página | 102
Dañar, se entiende toda disminución del valor de un bien comprometiendo
primordialmente la materia con que ha sido hecho, se usa el término
"Waldsterben" muerte o decadencia de los bosques que les genera
debilitamiento, hasta acabar en ocasiones con la vida de los árboles, (es un
nuevo fenómeno causado por la contaminación).
Una “Ley de inversiones para bosques cultivados”, es una norma estandarizada que no
cuenta el Perú y no está en las condiciones de igualdad con Uruguay y Chile, que
desde hace años cuentan con una reglamentación que favorece la inversión en el
área y estimula el crecimiento con una serie de beneficios económicos y
financieros.
La Ley de Inversiones para Bosques Cultivados puede ser el pilar para convertir al Perú
en una potencia forestal.
63
Ley de cambio climático para la Amazonía: La ley crea un Fondo que buscará inversiones en el
creciente mercado de créditos de carbono y crea una “bolsa selva” o “beca del bosque” para
“remunerar a los pueblos de la selva por su trabajo de preservar su hábitat y reducir la deforestación.
Empresas o países muy contaminantes podrán invertir en ese fondo recibiendo como contrapartida un crédito
de carbono’ con la garantía de que no habrá deforestación, lo que significa carbono y agua almacenados
para el resto del planeta. Es importantísimo que los habitantes de la Amazonía sean valorados por el
papel de preservar la selva, y esta ley lo hace remunerando su servicio al medio ambiente local y
mundial de mantener el bosque en pie.
64
Funciones protectivas: protección del suelo por absorción y desviación de las radiaciones, y vientos y
precipitaciones; conservación de la humedad y del dióxido de carbono al reducir la velocidad del
viento; hábitat natural, tanto para otras plantas como para los animales.
Funciones reguladoras: absorción, almacenamiento y generación de dióxido de carbono, oxígeno y
elementos minerales; absorción de aerosoles y sonidos; captación y almacenamiento de agua;
absorción y transformación de energía radiante y termal.
Funciones productivas: almacenamiento de la energía en forma utilizable por la fitomasa;
autorregulación y proceso regenerador de madera, corcho, fruta; producción de químicos: resinas,
alcaloides, aceites, látex, productos farmacéuticos, etc.
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• Categoría I: Bosques naturales no alterados por el hombre
Por otro lado, el tipo legal hace referencia de la biodiversidad: los bosques o las
formaciones boscosas, que incluye: el ambiente natural biótico (la flora, la
fauna), sin embargo también se puede asumir los servicios ambientales que genera
este bien jurídico legalmente tutelado la “biodiversidad” (Gráfico 9).
El Art. 310° incluye como bien jurídico protegido los bosque u otras formaciones
Página | 104
boscosas, sean naturales o plantaciones, lo que la doctrina denomina “delitos ambientales
contra los recursos naturales” conductas destinadas a resguardar las formaciones
forestales en relación a sus posibles utilidades para el hombre y el sustento sostenible de
los componentes del planeta Tierra con la finalidad de mitigar el efecto del cambio
climático.
Las formaciones forestales es decir la “naturaleza”, desde el punto de vista del sistema
legal, es definida como un objeto de derecho y no como un sujeto de derechos,
considerándola consecuentemente, incapaz de tener derechos legales en la forma como se
los otorga a las personas naturales y jurídicas.
Y las actividades de destruir, quemar, dañar o talar, en todo o en parte, los bosques u
otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones es vulnerar “el derecho de
la naturaleza y de los ecosistemas en general, a existir, prosperar y mantener sus
funciones evolutivas, es decir, su capacidad de regenerarse y vivir, esto implica
transformar nuestra concepción de comunidad global hacia un colectivo llamado
Ambiente Global, ésta propuesta implica cambios tanto para nuestro sistema jurídico
como para nuestra percepción de ambiente”65.
Las conductas descritas en el Art. 310° se concentran cuando el sujeto activo realiza
la acción típica, esto quiere decir que estamos ante un delito de actividad cuando el
sujeto sin contar con permiso, licencia, autorización o concesión otorgada por
autoridad competente, destruye, queme, daña o tala, en todo o en parte, bosques u
otras formaciones boscosas, sean naturales o plantaciones, y se tiene la producción del
resultado: el “cambio climático” y de “Lesa Naturaleza” sinónimo de tala indiscriminada
de árboles o deforestación, toda vez que esta concepción de naturaleza como sistema
complejo y organizado, en el que no es posible la fragmentación y utilización parcelada
de ninguno de sus componentes, de manera que el comportamiento del hombre debe
estar de acuerdo con el nivel de conocimiento que se tiene del funcionamiento de la
Biosfera y fundamentado en criterios deontológicos y axiológicos.
El objeto material de la conducta resultan ser los bosques o las formaciones boscosas
sean naturales o plantaciones.
a. Bosques naturales
Las entidades municipales deberían eximir o reducir el pago del impuesto predial a
quienes conservan y tienen espacios verdes urbanos o rural, o cuentan con áreas
para la protección de las cuencas, por los servicios ambientales que prestan a la
colectividad, o por el secuestro de carbono, y apoyar a quienes con un adecuado
programa de conservación generan beneficios a terceros, por conservación de
fuentes de agua o biodiversidad.
65
Pomachagua P.J.E- : Derecho Ambiental y Enfoque Axiológico de medio ambiente. 2009. ISBN: 978-997-
2-33-945-5. Pág. 91-97.
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b. Bosques cultivados: sembrados o reforestados
Ha sido plantado por el hombre y puede ser de una sola especie o una combinación
de varias especies. Generalmente se utilizan especies que crecen rápido, ya que
se puede desarrollar una industria sin chimenea y con tecnología limpia (los
servicios ambientales) y evitar la corta del bosque nativo, o la tala ilegal e
indiscriminada al margen de la legislación nacional.
Estas plantaciones o bosques cultivados, son producto del manejo forestal con fines
de protección o producción, los grandes beneficios que nos otorgan son los
siguientes:
- Los servicios ambientales del bosque o las zonas boscosas, la fauna silvestre
existente en su interior, amortiguando el impacto del cambio climático, y la
generación de aire limpio.
En lo que respecta al marco político de las plantaciones, fue destacado que para mejorar
la provisión de bienes y servicios del ecosistema, deben aplicarse distintos
instrumentos.
Aporte a la belleza escénica y áreas de recreación, recuperación de suelos
erosionados, producción de oxígeno y disminución de anhídrido carbónico,
disminución de la presión de corta sobre el bosque nativo, contribución a la
regulación de cuencas, hábitat alternativo para la fauna silvestre, etc.
Descripción típica:
La misma pena será aplicable para el que a sabiendas financia, de modo que sin su
cooperación no se hubiera podido cometer las actividades señaladas en el primer
párrafo, y asimismo al que las dirige u organiza.
Está fuera del supuesto previsto en el primer párrafo, el que realiza los hechos
previstos en el presente artículo, si sus acciones estuvieron basadas en una diligencia
razonable y en información o documentos expedidos por la autoridad competente,
aunque estos sean posteriormente declarados nulos o inválidos
Página | 106
El bien jurídico principal “biodiversidad”, y el bien jurídico intermedio “los
productos o especímenes forestales maderables” son vulnerados cuando tiene un
origen ilícito o se puede presumir de su procedencia ilegal o al margen de la legislación
nacional.
Los productos maderables son probablemente la única materia prima renovable que se
utiliza a gran escala y en la que su aprovechamiento no daña al medio ambiente,
cuando procede de un bosque ordenado, que permite la corta periódica de
árboles sin que por ello se extinga o deteriore. Solamente se corta el volumen de
madera que ha producido la masa forestal en un año.
Los bosques certificados o la certificación forestal es el proceso por medio del cual el
desempeño de las operaciones forestales el transporte, la omercialización,
la exportación y la reexportación, y de la cadena de Custodia, es evaluada en base a un
grupo de estándares determinado.
Si se encuentra que las operaciones forestales cumplen con los estándares del FSC
(Forest Stewardship Council), se expide un certificado que permite al propietario
llevar productos al mercado como la “madera certificada”, además de usar el logotipo
de marca registrada del FSC (el logotipo del FSC identifica productos que contienen
madera de bosques bien manejados o la Cadena de Custodia del proceso de la
madera, de conformidad con los estándares del Consejo de Manejo Forestal).
Página | 107
- Mantener las funciones ecológicas y la integridad de su biodiversidad.
La Cadena de Custodia (CoC) permite el rastreo creíble del material certificado desde
el bosque a través de todo el proceso de producción hasta minoristas y consumidores
comprometidos, bajo el estricto cumplimiento de la legislación nacional, y evitar de
ésta manera el tráfico ilegal de los productos maderables procedentes de los bosques.
La certificación de Cadena de Custodia, es para empresas que fabrican,
procesan o comercializan productos de madera o productos no maderables y desean
demostrar a sus clientes que utilizan materia prima producida
responsablemente.
Página | 108
transporta, oculta, custodia, vende, embarca, desembarca, importa exporta o reexporta
productos o especímenes forestales maderables protegidos por la legislación nacional,
cuyo origen ilícito conoce o puede presumir, el bien jurídico merecedor de protección
ambiental es la “estabilidad del ecosistema”, porque realmente no se protegen los
productos maderables que constituyen meros objetos materiales del delito o valores
instrumentales, funcionales ligados al bien jurídico-penal, y sino que al relacionarlo
con su procedencia los bosques se vulnera la integridad de los ecosistemas.
En muchas zonas boscosas donde viven comunidades indígenas, las talas ilegales
de gran magnitud suelen llevar aparejada también la destrucción y la desaparición de
sus culturas, e incluso, como es el caso de la selva amazónica, supone además la
pérdida de los territorios por parte de los indígenas
En el Art. 310°-A, el tipo penal constituye un avance notable en la lucha contra el tráfico
ilegal de madera y la tala ilegal pero a la vez implica implementar los órganos de
control de la Policía Ecológica como son las garitas forestales, la vigilancia satelital,
radios, rastreo digital de los árboles, etc.
Ahora bien el tipo penal alcanza también al hombre de atrás (autor mediato) y al propio
financista (que a sabiendas financia) de estas operaciones cuando señala: “la
misma pena será aplicable para el que financia, de modo que sin su cooperación no se
hubiera podido cometer las actividades de tráfico ilegal de madera, y asimismo al que
las dirige u organiza”.
Página | 109
Para todos estos casos la pena privativa de libertad no menor de tres años ni mayor
de seis años y con cien a seiscientos días-multa.
Los esfuerzos para acabar con la tala ilegal y los crímenes forestales sólo serán exitosos
cuando los impactos sociales y económicos sean reconocidos por todos, (los
gobiernos nacionales, regionales y locales, las industrias y los consumidores), al
mismo tiempo, promover el mejor uso de herramientas existentes tales como la
certificación, el manejo forestal responsable y técnicas para el rastreo de madera.
Descripción típica:
La pena será privativa de libertad no menor de cuatro años ni mayor de ocho años para
el que emplea intimidación o violencia contra un funcionario público o contra la persona
que le presta asistencia, en el ejercicio de sus funciones, en relación con actividades de
extracción y la venta de productos o especímenes forestales maderables. (*)
66
WWF global. For a living planet-2008.
Página | 110
(*) El presente Artículo entra en vigencia a partir del 1 de enero de 2009, de
conformidad con la Segunda Disposición Final de la Ley N° 29263, publicada el 02
octubre 2008.
CONCURSO DE DELITOS
Descripción Típica:
Art. 310-C°: En los casos previstos en los artículos 310º, 310º-A y 310º-B la pena
privativa de libertad será no menor de cinco años ni mayor de ocho años, bajo
cualquiera de los siguientes supuestos:
La pena privativa de libertad será no menor de seis años ni mayor de diez años
cuando:
CONCURSO DE DELITOS
Las formas agravadas de este delito se sancionan con una pena no menor de cinco ni
mayor de ocho años y son las siguientes:
Página | 111
El agravante de este delito reside en que la tala ilegal adicionalmente al daño del
ambiente que causa está impactando negativamente en la vida de comunidades
indígenas, alterando su calidad de vida y perjudicar los inversionistas de
empresarios que detentan concesiones forestales.
Pensamos que junto con las áreas de conservación privada debió incluirse las áreas
de conservación regional, áreas de conservación municipal y las propias Áreas de
Manejo de Agro biodiversidad.
El daño que se hace al ambiente y a los estudios científicos cuando se tala un árbol
que está siendo objeto de estudio puede ser irreparable (piense en los casos de
recuperación de especies o de hábitats fragmentados) de allí que se justifique esta
agravante.
Página | 112
6. Si el delito se comete con el concurso de dos o más personas.
La pena privativa de libertad será no menor de seis ni mayor de diez años cuando:
Un ejemplo puede ser más ilustrativo, los taladores ilegales son promovidos por
inescrupulosos habilitadores y exportadores de madera.
COMENTARIO67
1. Generalidades
67
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú
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conservacionista de los recursos suelo yagua, con la añadidura de contribuir a la
diversidad de especies y a la productividad ecológica. La depredación de los bosques
naturales es, por el contrario, un típico ejemplo de estilo irracional de operación
ambiental.
Esta actividad continúa a pesar de que la policía todas las semanas decomisa grandes
cargamentos de "rajas" (pedazos o piezas) de leña de algarrobo que son transportados
en camiones desde las zonas rurales de esta provincia. Específicamente de los distritos
de Lancones, Tambo grande e Ignacio Escudero. La falta de fuentes de trabajo en la
provincias piuranas de Sullana, Talara y Paita es una de las causas por las que la gente
se dedica a la depredación de bosques, con el fin de obtener dinero que les ayude a
sobrevivir.
2. Bien jurídico
3. Tipo objetivo
Sujeto activo
Sujeto pasivo
Sujeto pasivo del delito es la colectividad, en cuanto titular del bien jurídico protegido.
Acción típica
La acción típica es destruir, quemar, dañar o talar, en todo o en parte, bosques u otras
formaciones vegetales naturales o cultivadas que esté legalmente protegidos por la ley.
Destruir es hacer desaparecer el valor innato de un bien, afectando tanto la materia
como la función que tenía como destino.
Talar consiste en cortar por su base masas de árboles. El objeto material del delito lo
constituyen los bosques u otras formaciones vegetales naturales o cultivadas que estén
protegidas por la ley.
Página | 114
Bosque es un concepto más restringido que formación vegetal. Así, se entiende que
bosque es un terreno poblado por árboles y matas espesas, mientras que formación
vegetal abarca a cualquier agrupación vegetal, tanto en su forma natural (v.gr. Selva)
como en su forma artificial producto del cultivo (v.gr. zonas sembradas de eucaliptos,
pinos o algarrobos).
4. Tipo subjetivo
Es un delito exclusivamente doloso. El agente debe saber que los bosques o formaciones
vegetales - naturales o cultivadas- que depreda están protegidas por la ley.
5. Consumación
El delito se consuma cuando el agente efectivamente destroza, incendia, daña o tala los
bosques o las formaciones vegetales legalmente protegidas. Se admite la tentativa.
La figura típica descrita en el art. 310 se agrava en este caso, por el resultado
pernicioso que ocasiona al medio ambiente o ecosistema del lugar donde se
depredan los bosques o formaciones vegetales. Se castiga más severamente debido
al mayor disvalor del resultado.
Descripción Típica:
Art. 311°: El que, sin la autorización de cambio de uso, utiliza tierras destinadas por
autoridad competente al uso agrícola con fines de expansión urbana, de extracción o
elaboración de materiales de construcción u otros usos específicos, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de cuatro años.
La misma pena será para el que vende u ofrece en venta, para fines urbanos u otro
cualquiera, tierras zonificadas como uso agrícola.
68
Expresión latina que significa “para una futura reforma de la ley
Página | 115
Si el bien jurídico “uso de tierra agrícola”, se enfoca por el bien jurídico el “suelo” se
asume que se está vulnerando un elemento del componente ambiente natural,
sin embargo parece que la conducta va más a la política estatal en el planteamiento
de la utilización del suelo.69
En este caso, la conducta puede ser realizada por cualquier persona natural o jurídica
(sujeto activo), pero el sujeto pasivo, siendo el interés tutelado la política urbanísticas
estatal, el sujeto pasivo de la conducta debe ser el Estado, titular de la misma.
69
Sila Sánchez: Se suscitan dudas, en cambio, en cuanto al modo de afrontar la protección jurídico- penal de
un objeto tan difuso como son, precisamente, las “propiedades del suelo”.
Página | 116
En el párrafo del Art. 311°, el bien jurídico “Uso de tierras agrícolas con fines de
expansión urbana”, que doctrinalmente el bien jurídico es tutelado como “delitos
urbanísticos”, que es una conducta destinada a resguardar el ordenamiento territorial
y la distribución adecuada del suelo en relación a sus posibles utilidades.
El Gráfico 11, explica que el bien jurídico protegido doctrinalmente se denomina “delitos
urbanísticos”
Este bien jurídico, es vulnerado cuando el agente (cualquier persona natural o jurídica)
sin la autorización de la autoridad competente, cambia el uso de las tierras destinadas a
uso agrícola a zonas para la expansión urbana, de extracción o elaboración de
materiales de construcción u otros usos específicos, o vende u ofrece en venta.
Consiste en que el agente transgreda mediante actos comisivos el destino que una
autoridad competente le otorga a un determinado territorio, que el estado salvaguarda
para el uso agrícola con presencia de flora nativa, exótica o endémica y fauna
silvestre y/o doméstica, constituye una conducta delictiva 70 , la del inculpado que
intencionalmente da el bien un uso distinto al que la ley establece, esto es un uso urbano
a tierras agrícolas.
El Art. 311° referido al cambio de uso de las tierras destinada al uso agrícola, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de cuatro años,
en consideración a tres presupuestos:
En primer lugar aparece el uso de tierras agrícolas con fines de expansión urbana, el
objeto material de la conducta resultan ser aquellas tierras destinadas por la
autoridad competente como de uso agrícola, por lo que debemos ocurrir a la
integración con las decisiones de la autoridad administrativa correspondiente.
El verbo rector del supuestos es la utilización del objeto material (tierras de uso agrícola)
con fines de expansión urbana
70
Código Penal peruano: Art. 12°: delito doloso y culposo: las penas establecidas por la ley se aplican al
agente de infracción dolosa. El agente de infracción culposa es punible en los casos expresamente
establecidos por la ley. Art, 23°: El que realiza por sí o por medio de otro el hecho punible y los que lo
cometan conjuntamente serán reprimidos con la pena establecida para esta infracción. Art. 29°:
Duración de la pena de privativa de libertad: la pena privativa de libertad puede ser temporal o de
cadena perpetua. En el primer caso, tendrá una duración mínima de dos días y una máxima de treinta y cinco
años.
71
Art. 66° de la Constitución del Estado Peruano: “los recursos naturales, renovables y no renovables, son
patrimonio de la nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las
condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho
real, sujeto a dicha norma legal.
72
Ley del Sistema de Evaluación de Impactos Ambientales. Ley N° 27446 y su Reglamento dado el 26 de
setiembre del 2009
Página | 117
urbana puede conducir al más fuerte cambio de uso del suelo; la sustitución de la
cobertura vegetal por la cubierta asfáltica reduce la filtración de agua, afectando la
cubierta vegetal aledaña y, con ello, acelerael proceso de degradación del suelo.
El verbo rector del supuesto es la utilización del uso de tierra agrícolas con fines de
extracción de materiales de construcción u otros usos específicos, que resulta muy
ambigua que permita la inclusión de cualquier conducta que signifique uso de tierras
con distintos fines al agrícola.
Que, las tierras agrícolas zonificadas como tales no podrán ser utilizadas para la
extracción de materiales de construcción (para la elaboración de adobes, ladrillos,
etc.), en tanto no se hubiera obtenido, la autorización de cambio de uso o de
zonificación por la autoridad competente.
Esta informalidad, evitó que se consolide el derecho de propiedad sobre las áreas
habilitadas en forma irregular, originando además que dichas tierras fueran adquiridas
por debajo de su valor real debido fundamentalmente a la falta de títulos de propiedad.
- Contaminación sólida del cauce del río por los desperdicios transportados por los
camiones extractores de agregados.
Página | 118
- Erosión de las tierras agrícolas en los predios adyacentes.
Lo primero que hay que hacer es sacar inmediatamente a todas las empresas
que se dedican a la extracción de agregados de la ribera y terrazas del río, que
modifican y alteran las tierras agrícolas circundantes a los ríos, desalojar los
asentamientos humanos que se han desarrollado en sus orillas, para lo que propone su
reubicación en lugares más adecuados y sanos, disminuyendo así el alto nivel de
desechos sólidos en el río, proceder a reforestar la zona, fomentando los viveros y
buscar semillas específicas para dicho lugar.
La acción típica resulta ser la oferta en venta, a través de avisos en el propio terreno
como a través de medios de comunicación social, para fines urbanos u otros similares.
Es un delito de mera actividad, por lo que no se requiere la producción de algún
resultado
COMENTARIO73
1. Generalidades
Las tierras destinadas al uso agrícola forman parte de los recursos naturales necesarios
para la subsistencia. Asimismo constituyen el medio natural en donde se preservan las
especies vegetales cultivadas por el hombre y, por tal razón, forman parte del medio
ambiente. Al utilizar las tierras de cultivo para fines de expansión urbana o para la
extracción o elaboración de materiales de construcción el ser humano menoscaba,
irreparablemente, el ambiente natural ocasionando su crisis. Tal situación es
consecuencia, a su vez, y de modo general, de la forma de llevar a cabo la producción
aunada a la irracional explotación de los recursos naturales.
Es cierto que el hombre como parte del sistema ecológico global no puede dejar de
utilizar la tierra para la satisfacción de sus necesidades y, de esta manera ocasiona, por
73
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú
Página | 119
el mismo hecho de su explotación, una alteración del ambiente, pero esto no debe dar
pie a que su actividad productiva signifique una interposición perniciosa o dañina en la
compleja cadena de efectos de espacio y suelo. La adecuada utilización de las tierras de
uso agrícola debe formar parte de una planificación general del aprovechamiento de los
recursos naturales. Tal planificación no debe recortar claro está la iniciativa privada
sustentada en el ecodesarrollo.
Como indica ALBIN, ESER, “la protección del ambiente a través de la actividad
planificadora no sólo tiene que integrar cuestiones de utilización de superficies (a través
de la planificación urbanística y ordenación de espacios), sino que se ocupará también en
especial del aprovechamiento de recursos (agua, aire, vegetación y riquezas del
subsuelo74).
2. Tipo objetivo
Es el medio ambiente que sufre menoscabo al ser utilizados de manera indebida los
terrenos de exclusivo uso agrícola. Así, se altera la producción o cultivo de las especies
vegetales necesarias para el consumo humano.
Sujeto activo
Sujeto pasivo
Acción típica
El artículo 311 describe dos supuestos típicos distintos. El primer párrafo castiga la
indebida utilización de tierras de uso agrícola con fines de expansión urbana, de
extracción o elaboración de materiales de construcción u otros usos específicos.
3. Tipo subjetivo
El artículo 311 describe dos supuestos típicos que sólo admiten la comisión dolosa. En el
primer supuesto el agente debe saber que las tierras de uso agrícola que utiliza
indebidamente han sido destinadas por la autoridad competente para tal fin. En el
segundo, el agente ha de tener el conocimiento de que los terrenos que ofrece en venta
para fines urbanos u otro cualquiera, son áreas agrícolas intangibles.
74
. ESER, ALBBIN: Temas de Derecho Penal y Procesal Penal. Ed. IDEMSA, Lima, 1998, p. 152.
Página | 120
4. Consumación
El primer párrafo del art. 311 describe un delito que se consuma desde que el agente
utiliza indebidamente los terrenos de uso agrícola.
La figura descrita en el último párrafo del artículo 311 precisa, para su consumación, que
el agente anuncie en el propio terreno o en cualquier medio de comunicación social
ofreciendo en venta, para fines indebidos, áreas agrícolas intangibles. No se precisa que
el sujeto activo logre vender. Basta con el mero anuncio para la venta.
Descripción típica:
b. En cuanto a la situación del profesional: El tipo penal requiere que éste emita
informe favorable para la autorización de un proyecto de urbanización para actividad
distinta a la establecida en los planes o usos legales.
Página | 121
Entonces, el delito es doloso, a sabiendas, admitiéndose, en el supuesto referido “a” la
autorización a través de la emisión de informe favorable, sólo el dolo directo “b”.
Con respecto a la pena, el ilícito es castigado con pena privativa de libertad no menor
de dos años ni mayor de cuatro años e inhabilitación de un año a tres años conforme
al Art. 36° numeral 1,2 y 4 del Código penal peruano:
- Numeral 4: incapacidad para ejercer por cuenta propia o por intermedio de tercero,
profesión, comercio, arte o industria, que deben especificarse en la sentencia.
Página | 122
C.P.: art. 36 incs. 1, 2 y 4;
Ley N° 26689 art 2.
COMENTARIO75
1. Generalidades
El Derecho ha de asegurar no sólo las condiciones de vida social, sino que también debe
preocuparse del bienestar subjetivo. A través de la protección del medio ambiente se
busca asegurar no sólo la existencia, sino también el modo de ser del hombre. La
destrucción ambiental trae como consecuencia, también, un empobrecimiento espiritual,
moral y estético. Como indica Heydemann "tanto los sistemas ordenadores de la
naturaleza como la estética de los objetos constituyen fundamentos de las vivencias
psíquicas que -caso de su destrucción- hacen temer consecuencias psíquicas negativas
para el género humano76.
Se procura resguardar el derecho de todos los seres humanos gozar del equilibrio y
armonía paisajística y arquitectónica de los lugares en donde habita. Por esta razón la
protección del ambiente tiene que integrar cuestiones de utilización de superficies, a
través de la planificación urbanística y ordenamiento de espacios.
2. Bien jurídico
3. Tipo objetivo
Sujeto activo
Sujeto pasivo
Acción típica
El primer supuesto típico es realizado por un funcionario público que abusa de sus
funciones al autorizar, indebidamente, proyectos de urbanización.
75
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú
76
HEYDEMANN, P.: Naturschutz der Seele Zubiele, Natur, 1982, p. 30 y ss.
Página | 123
Autorizar es facultar a otro a que haga algo, más concretamente, a que proceda con la
ejecución de un proyecto de urbanización o de otra clase, como por ej., de trazado de
carreteras, de tendido eléctrico etc77.
Para interpretar esta figura es necesario remitirse a las disposiciones administrativas que
establecen los planes de urbanización y demás dispositivos legales. Esto debe hacerse
para determinar si la autorización dada por el funcionario público se concedió o no para
la actividad que estaba prevista en dicho suelo. Tal remisión es necesaria porque nos
hallamos ante un tipo penal en blanco.
En el segundo supuesto típico el sujeto activo sólo puede ser el profesional (ingeniero,
arquitecto) a quien le corresponde informar en el marco del proceso de concesión de
autorizaciones sobre proyectos de urbanización.
La acción del agente ha de consistir en informar, esto es, dictaminar sobre la procedencia
o improcedencia del proyecto que se le somete a consideración.
El dictamen debe ser favorable respecto a un proyecto urbanístico o de otra actividad que
no cumple con las exigencias legales.
4. Tipo subjetivo
5. Consumación
Descripción Típica:
77
Cfr. BRAMONT ARIAS TORRES GARCIA CANTIZANO, op. cit., p.614.
Página | 124
La tutela penal se direcciona nuevamente a favor del “ambiente”, a través de
diversos elementos como el ambiente natural, el paisaje urbano y rural, y la flora o
fauna.
El sujeto activo puede ser cualquier persona natural que realice la conducta típica, y
el sujeto pasivo de la conducta es la colectividad generacional.
El ilícito constituye un delito de resultado, pues se exige que la conducta del agente
altere el ambiente natural, el paisaje urbano o rural, o modifica la flora o fauna,
mediante la construcción de obras o la tala de árboles que dañen la armonía de
sus elementos todo ello contraviniendo las disposiciones de la autoridad competente.
Por lo tanto, estamos también ante una norma en blanco, como todas las
Página | 125
disposiciones en materia de protección penal del ambiente, donde un elemento
fundamental del comportamiento “contraviniendo las disposiciones de la
autoridad competente, viene fijado por disposiciones no penales, a las que hay que
remitirse para determinar el carácter típico o no de la conducta.
El ambiente natural viene constituido por los elementos: agua, aire, suelo, flora,
fauna, es decir los recursos naturales que sustentan el sistema y la calidad de vida,
en definitiva, bajo el concepto se engloba la totalidad del bien jurídico protegido.
78
Erróneamente Bramont-Arias, estima que el Art. 313° del Código Penal peruano, presenta dos
modalidades: la alteración del ambiente y la modificación de la flora y fauna, circunstancias que en realidad
permiten verificar el resultado lesivo. Pág. 617
Página | 126
De esta manera, dicha acción ha de recaer sobre la flora (conjunto de plantas de
una determinada zona) o fauna (conjunto de animales de una determinada zona),
que se constituyen así en el objeto material de esta modalidad del comportamiento
típico.
No obstante, se limitan los medios por los cuales puede modificarse la flora o fauna a
dos: la construcción de obras y la tala de árboles, siempre y cuando dañe “la
armonía de sus elementos”, esto es, la conservación de una perfecta proporcionalidad
entre los elementos de la flora y fauna.
Esta restricción a sólo estos dos medios nos resulta poco acertada en la medida en
que limita en exceso las posibilidades de aplicación de este tipo, circunstancias que
se agudiza aún más cuando ello se hace depender del daño que cause a la armonía de
los elementos de la flora y fauna de la zona, con las graves consecuencias de
inseguridad jurídica que ello representa.
Por último, también es requisito indispensable que ello se realice contraviniendo las
disposiciones legales correspondientes, en caso contrario, los hechos serían atípicos. Se
requiere necesariamente el dolo, que ha de abarcar también el conocimiento de que se
está actuando en contra de lo dispuesto legalmente.
Las consecuencias jurídicas de la comisión del delito objeto de comentario son pena
será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años y con sesenta a
noventa días-multa.
COMENTARIO79
1. Bien jurídico
2. Tipo objetivo
Sujeto activo
Sujeto pasivo
Acción típica
79
Herrero Pons Jorge/Pineda Gavilán Willy, Derecho Ambiental, 2011, Ediciones Jurídicas, Lima-Perú
Página | 127
principal de la acción típica es determinado por una disposición extra penal, a la que es
necesario remitirse para determinar la tipicidad o atipicidad de la conducta.
Para mejor analizar el art. 313 del C.P. separaremos los supuestos típicos contenidos en
su redacción:
Al igual que el primer supuesto típico ya señalado, la figura que analizamos requiere la
contravención de las disposiciones legales correspondientes.
3. Tipo Subjetivo
4. Consumación
Las dos figuras bajo análisis se consuman mediante la alteración del ambiente natural o
del paisaje urbano o rural y con la modificación de la flora o fauna, mediante la
construcción de obras o la tala de árboles, respectivamente.
Son delitos de resultado que exigen -en el primer supuesto típico-la efectiva modificación
del medio ambiente y el daño en la armonía existente en la flora y fauna de la zona- en
el segundo supuesto típico.
Página | 128
VII. CASUÍSTICA
El derecho a un medio ambiente sano y protegido en el marco jurídico nacional
del Perú
Contenido
Asimismo, en los artículos siguientes del mismo Título Preliminar, la indicada Ley
desarrolla los aspectos referidos al acceso a la información ambiental y el derecho a la
participación en los procesos de toma de decisiones, así como en la definición y
aplicación de las políticas públicas respectivas. Asimismo, reconoce el derecho a una
acción rápida, sencilla y efectiva ante las entidades administrativas y jurisdiccionales en
defensa del ambiente y de sus componentes (4).
El Título Preliminar de la Ley General del Ambiente establece también como principio
regulador el de la Prevención, con arreglo al cual se pretende prevenir, vigilar y evitar la
degradación ambiental. Otro principio importante recogido por la ley es el principio
Precautorio, conforme al cual cuando exista peligro de daño grave o irreversible, la falta
de certeza absoluta no debe postergar la adopción de medidas que impidan la
degradación del ambiente.
Página | 129
En el Sector Minería, el mecanismo de denuncia por impactos negativos en materia
ambiental se encuentra establecido en el Reglamento de la Ley de Fiscalización Minera.
No obstante ello, pese a existir la posibilidad de reclamar por la vigencia del derecho a
nivel administrativo, existe impunidad en tanto el sistema de fiscalización - tal como ha
sido previsto por la ley - actualmente no funciona como tal. Cabe mencionar, además,
que en relación con el ejercicio del derecho de participación ciudadana, las normas del
sector Minería no permiten que el ciudadano ejerza una real influencia en la toma de
decisiones referidas a lo ambiental.
En materia civil, no existe tampoco disposición alguna en el Código Civil que reconozca el
derecho a un medio ambiente adecuado y equilibrado, lo que impide invocar alguna
norma material o de derecho sustantivo al momento de tratar de defender el derecho al
medio ambiente, por lo que la defensa de este derecho debe asociarse a un interés que
se reconoce como privado o particular.
Así, si una persona o colectivo de personas sufre un daño ambiental solo podrá
demandar una reparación en tanto demuestre la comisión de un daño en perjuicio de su
patrimonio o a su salud, pero no lo podrá hacer argumentando la violación del derecho al
medio ambiente adecuado y equilibrado.
La protección penal del medio ambiente se regula de conformidad con las normas que el
Código Penal ha formulado en materia ambiental. Tales normas configuran los siguientes
delitos:
El Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), creado por Ley Nº 26410, es la Autoridad
Nacional Ambiental y como tal, es el organismo rector de la Política Nacional Ambiental.
Lamentablemente, su composición y la falta de algunas competencias importantes, junto
a un esquema de gestión ambiental sectorializado, ha hecho que su presencia sea muy
débil y que hasta el momento el país carezca de una política ambiental coherente y
sostenida, con objetivos claros, que responda a los problemas que afronta el
país y el mundo. Por lo usual, en un sistema administrativo altamente sectorializado,
los objetivos ambientales se supeditan a los objetivos propios de cada sector.
En su tarea de poner las bases para una gestión ambiental adecuada, lo que a su vez
tiene que ver con los instrumentos que son necesarios para un ejercicio efectivo del
derecho a un medio ambiente equilibrado, el CONAM ha venido impulsando la
constitución de Comisiones para la elaboración de estándares de calidad ambiental y
límites máximos permisibles. No obstante, y pese a haber transcurrido bastante tiempo
desde el inicio de este esfuerzo, hasta hoy solo se han fijado límites máximos permisibles
para algunas sustancias contaminantes del aire, faltando que se establezcan límites para
otros elementos expuestos a similares o peores tipos de contaminación, como es el caso,
por ejemplo, del agua.
Página | 130
El CONAM, asimismo, ha impulsado el establecimiento de Comisiones Ambientales
Regionales (CARs), de carácter multisectorial e integradas por entes públicos, privados y
de la sociedad civil. Su propósito es tener una visión descentralizada y compartida del
desarrollo sostenible regional, con el fin de abordar de esa manera los principales
problemas ambientales. Y junto a ello, se ha venido impulsando, también, en
coordinación con los Gobiernos Regionales, Planes de Acción Regional Ambiental.
Según la Ley Orgánica del Ministerio Público (MP), este es el organismo autónomo del
Estado que tiene como funciones principales, entre otras, la defensa de la legalidad, los
derechos ciudadanos y los intereses públicos, así como la representación de la sociedad
en juicio, para defender, entre otros, el interés social. El MP es el titular de la acción
penal pública, que se ejercita de oficio o a petición de parte o por acción popular.
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especial al Estado, lo hace también respecto de la población en general y, con mayor
razón, respecto de quienes cuyas actividades económicas inciden, directa o
indirectamente, en la conservación del medio ambiente.
La demanda alegó que la referida norma había sido emitida violando, entre otros
derechos, los derechos de las personas a la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo
libre y al descanso, así como de gozar de un ambiente equilibrado y adecuado para el
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desarrollo de sus vidas, garantizados en los artículos 2°, inciso 22), y 3° de la Carta
Magna, ya que el parque constituía una zona recreacional y había sido convertido en una
zona de comercio intensivo.
Bajo estos supuestos se declaró fundada en parte la acción planteada, asumiendo que,
en su papel de prevención, quien legisla - en este caso el Municipio demandado - estaba
obligado a prevenir que el espacio del Parque Metropolitano no fuera objeto de reducción
de su territorio, y más bien debió adoptar todas las medidas necesarias para su
conservación.
En este caso la Municipalidad de San Pedro de Lurín, perseguía que con la Acción de
Amparo presentada se ordenara la paralización del proyecto de perforación y tendidos de
ductos para el vertimiento de los efluentes de la planta de tratamiento de San Bartolo al
río Lurín, (obra que se encontraba a cargo de SEDAPAL), puesto que ello constituía una
amenaza para el ecosistema y la salud de los habitantes de la zona, ya que los estudios
técnicos realizados no garantizaban la ausencia de un impacto negativo en el ecosistema
y la población que lo habita.
En primera instancia el Sexagésimo Quinto Juzgado Civil de Lima, con fecha 7 de mayo
de 2003, declaró fundada en parte la demanda considerando que el proyecto no contaba
con la certificación ambiental, de acuerdo con lo establecido en el artículo 4° de la Ley
del Sistema Nacional de Evaluación del Impacto Ambiental, requisito que era
indispensable para emitir el Decreto Supremo que aprueba el estudio.
La doctrina del Tribunal destaca que el derecho al medio ambiente está determinado, por
un lado, por el derecho a gozar del mismo; y, por otro, por el deber de su preservación.
En este caso, al haber un vacío legal, por la falta de un reglamento que permitiera la
aplicación de una norma con el fin de contar con la certificación ambiental de la autoridad
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correspondiente, no se podía poner en riego los bienes ambientales y afectar las
condiciones adecuadas con que este debía contar para hacer viable su disfrute, faltando
de esa manera a la obligación del estado de preservar el bien.
Página | 134
VIII. CONCLUSIONES
El delito ambiental es un delito social, pues afecta las bases de la existencia social
económico, atenta contra las materias y recursos indispensables para las
actividades productivas y culturales, pone en peligro las formas de vida autóctonas
en cuanto implica destrucción de sistemas de relaciones hombre – espacio.
Página | 135
IX. RECOMENDACIONES
Página | 136
BIBLIOGRAFÍA
ALVARADO MARTÍNEZ, Israel, Doctor en Derecho por la UNAM, Catedrático del INACIPE.
Vid. “Algunas consideraciones en torno a los delitos ambientales”, 21 Septiembre,
2006).
BARRERO CÁCERES, José Daniel “La contaminación ambiental como delito de resultado”
Estudios en Derecho y Gobierno. Bogotá (Colombia). Diciembre de 2008
BUSTOS RAMÍREZ, J., "Manual de Derecho Penal. Parte Especial", Barcelona, 1986.
CARO CORIA, Dino Carlos, Derecho penal del ambiente. Delitos y Técnicas de
Tipificación, primera edición, Edit. Gráfica Horizonte, Lima, 1999, p. 260
HERRERA PONS, PINEDA GAVILAN: Derecho Ambiental, Ediciones Jurídicas, 2011, Lima
01, Perú
LOPERENA ROTA, D.: El Derecho al Medio Ambiente Adecuado. Ed. Civitas, 1994.
Págs. 25 y ss.
MARTÍN MATEO, R.: Tratado de Derecho Ambiental. Vol. I, Ed. Trivium. Pág. 98-99;
BELLVER CAPELLA, V.: Ecología: De la Razón a... , op. cit. Pág. 270 y ss.; así como
JORDANO FRAGA, J.: La Protección del Derecho a una Medio Ambiente Adecuado. Ed.
J.M. Bosch, 1995. Pág. 132-134.
MARTÍN MATEO, R.: El hombre una especie en peligro. Ed. Campomanes Libros.
Madrid, 1993.
Página | 137
MIR PUIG, SANTIAGO. “Bien Jurídico y Bien Jurídico Penal como límites del ius puniendi”,
en: El Derecho Penal en el Estado Social y Democrático de Derecho, Edit. Ariel,
Barcelona, pp. 159 y ss.
MUÑOZ CONDE, F., "La Reforma Penal de 1989", Tecnos, Madrid, 1989
PECCOLO, G.: "Le Droit a Environments dans le Constitution Italienne". Revue Juridique
de Environments, 4/1994.
Página | 138
ANEXOS
VIDEOS DIGITALES
ARCHIVOS DIGITALES
Página | 139
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS
En el Perú existen 62 áreas naturales protegidas que cubren un total aproximado de 127
mil kilómetros cuadrados, lo que corresponde al 4,3% de la superficie del país. De
acuerdo a sus objetivos y tamaño, existen tres tipos de categorías de áreas naturales:
zonas intangibles, zonas de Uso controlado y zonas reservadas.
Las zonas intangibles son aquellas en las que se prohíbe todo uso directo de los recursos
y en las que solo se permite realizar investigación científica y turismo controlado:
parques nacionales, santuarios nacionales y santuarios históricos. Dentro de las zonas de
uso controlado se encuentran las reservas nacionales, reservas comunales y cotos de
caza, y son aquellas áreas en las que se aprovecha la fauna silvestre de manera
sostenida, bajo la supervisión del Estado. Por último, las zonas reservadas, son aquellas
áreas que están temporalmente protegidas mientras se define su categoría de uso más
apropiada.
Parque Nacional.
Reserva Nacional.
Santuario Nacional.
Santuario Histórico.
Zona Reservada.
Bosque de Protección.
Reserva Comunal.
Reserva Paisajística.
Coto de Caza.
1. Bahuaja-Sonene
2. Cerros de Amotape
3. Cordillera Azul
4. Cutervo
5. Huascarán
6. Manu
7. Río Abiseo
8. Tingo María
9. Yanachaga- Chemillen
B. RESERVA NACIONAL
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Existen actualmente 4 reservas nacionales que ocupan un área de 3 221 376 hectáreas,
equivalentes al 2,51% del territorio nacional.
1. Calipuy
2. Junín
3. Lomas de Lachay
4. Pacaya - Samiria
5. Pampa Galeras-Bárbara D'Achille
6. Paracas
7. Salinas y Aguada Blanca
8. Tambopata
9. Titicaca
C. SANTUARIO NACIONAL
En el Perú tenemos hoy en día seis Santuarios Nacionales que abarcan un área total de
48 113,10 hectáreas, lo que representa el 0,037% del territorio nacional.
Los santuarios nacionales son áreas donde se protege, con carácter intangible, el hábitat
de una especie o una comunidad de la flora y fauna, así como las formaciones naturales
de interés científico y paisajístico.
1. Ampay
2. Calipuy
3. Huayllay
4. Lagunas de Mejía
5. Manglares de Tumbes
6. Tabaconas - Namballe
D. SANTUARIO HISTÓRICO
Cubren un área de 41 279,38 hectáreas que representa el 0,032% del territorio nacional.
Los santuarios históricos son áreas que protegen con carácter de intangible espacios que
contienen valores naturales relevantes y constituyen el entorno de sitios de especial
significación nacional por contener muestras del patrimonio monumental y arqueológico o
por ser lugares donde se desarrollaron hechos sobresalientes de la historia del país.
1. Bosque de Pomac
2. Chacamarca
3. Pampa de Ayacucho
4. Machu Picchu
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ESPECIES PERUANAS PROTEGIDAS
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ESPECIES EN PELIGRO
Una especie está en Peligro cuando no está en peligro crítico, pero está
enfrentando un muy alto riesgo de extinción en estado silvestre en el
futuro cercano.
Nombre Científico Nombre Común
MAMÍFEROS:
024. Alouatta palliata Coto negro
025. Aotus miconax Mono nocturno
026. Arctocephalus australis Lobo fino
027. Ateles belzebuth Maquisapa vientre blanco
028. Dinomys branickii Pacarana
029. Lama guanicoe Guanaco
030. Lontra felina Nutria marina
031. Mormopterus phrudus Murciélago
032. Oreailurus jacobita Gato andino
033. Oreonax flavicauda Mono choro cola amarilla
034. Pteronura brasiliensis Lobo de río
035. Pudu mephistophiles Pudú
036. Saguinus labiatus Pichico de barriga anaranjada
037. Sturnira nana Murciélago frugívoro enano
038. Thomasomys pyrrhonotus Ratón montaraz de vientre rojizo
039. Thomasomys rosalinda Ratón montaraz rosalinda
040. Tremarctos ornatus Oso de anteojos
041. Trichechus inunguis Manatí
AVES:
042. Agriornis andicola Arriero coliblanca
043. Ajaia ajaja Espátula rosada
044. Anairetes alpinus Torito pechicenizo
045. Atlapetes melanopsis Matorralero de anteojos
046. Aulacorhynchus huallagae Tucancito semiamarillo
047. Brotogeris pyrrhopterus Perico macareño
048. Eulidia yarrellii Colibrí de Tacna
049. Grallaricula ochraceifrons Tororoi frentiocrácea
050. Herpsilochmus parkeri Hormiguerito garganticeniza
051. Laterallus tuerosi Gallinetita de Junín
052. Leptasthenura xenothorax Tijeral cejiblanco
053. Leucopternis occidentalis Gavilán dorsigris
054. Loddigesia mirabilis Colibrí maravilloso
055. Mycteria americana Manchaco
056. Octhoeca piurae Pitajo de Piura
057. Pachyramphus spodiurus Cabezón pizarroso
058. Pauxi unicornis Paujil unicornio
059. Pelecanus thagus Pelícano peruano
060. Penelope barbata Pava barbada
061. Phalacrocorax bouganvilli Guanay
062. Phalacrocorax gaimardi Chuita
063. Phytotoma raimondii Cortarrama peruana
064. Poospiza alticola Dominiquí de cola plana
065. Poospiza rubecula Dominiquí pechirrufo
066. Rollandia microptera Zambullidor del Titicaca
067. Spheniscus humboldti Pingüino de Humboldt
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068. Sula granti Piquero de Nazca
069. Sula variegata Piquero peruano
070. Synallaxis courseni Coliespina de Apurímac
071. Synallaxis tithys Coliespina cabecinegra
072. Synallaxis zimmeri Coliespina ventrirrojiza
073. Terenura sharpei Hormiguerito lomiamarillo
074. Thripophaga berlepschi Rabiblando bermejo
075. Vultur gryphus Cóndor andino
076. Xenoglaux loweryi Lechucita bigotona
REPTILES:
077. Boa constrictor ortonii Boa de costa
078. Bothrops roedingeri Sancarranca
079. Caretta caretta Tortuga boba
080. Chelonia mydas agassizzii Tortuga verde
081. Dicrodon holmbergi Cañan
082. Eretmochelys imbricata Tortuga carey
083. Geochelone carbonaria Motelo, supay motelo
084. Lepidochelys olivacea Tortuga golfina
085. Paleosuchus palpebrosus Trueno lagarto, dirin
086. Podocnemis expansa Charapa
ANFIBIOS:
087. Atelopus peruensis Sapo
088. Batrachophrynus brachydactylus Rana
089. Bufo corinetes Sapo
090. Cochranella saxiscandens Rana
091. Cryptophyllobates azureiventris Rana
092. Dendrobates mysteriosus Rana misteriosa
093. Eleutherodactylus cosnipatae Ranita
094. Telmatobius breviceps Rana
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ESPECIES EN SITUACIÓN VULNERABLE
Una especie está en Situación Vulnerable cuando las mejores evidencias
disponibles indican que afronta un alto riesgo de extinción en su hábitat
natural.
Nombre Científico Nombre Común
MAMÍFEROS:
095. Agouti taczanowskii Paca de Taczanowski
096. Amorphochilus schnablii Murciélago
097. Ateles chamek Maquisapa
098. Blastocerus dichotomus Ciervo de los pantanos
099. Cacajao calvus Huapo colorado
100. Callicebus oenanthe Tocón
101. Callicebus torquatus Tocón de collar
102. Callimico goeldii Pichico de Goeldi
103. Chaetophractus nationi Armadillo de Nation
104. Chibchanomys trichotis Rata chibcha de oreja peluda
105. Cryptotis peruviensis Musaraña colicorta peruana
106. Dasypus pilosus Armadillo peludo
107. Eptesicus innoxius Murciélago
108. Hippocamelus antisensis Taruca
109. Lagothrix cana Mono choro
110. Lagothrix lagotricha Mono choro común
111. Lonchophylla hesperia Murciélago longirostro norperuano
112. Mazama chunyi Tanka taruka
113. Mazama rufina Venado
114. Monodelphis osgoodi Colicorto marsupial de Osgood
115. Myrmecophaga tridactyla Oso hormiguero
116. Neusticomys peruviensis Rata acuática peruana
117. Otaria byronia Lobo chusco
118. Oxymycterus hiska Ratón hocicudo
119. Priodontes maximus Armadillo gigante
120. Rhipidomys ochrogaster Rata
121. Sciurus pyrrhinus Ardilla rojiza
122. Sciurus sanborni Ardilla de Sanborn
123. Tapirus terrestris Sachavaca
124. Thomasomys apeco Ratón de Apeco
125. Thomasomys gracilis Ratón montaraz delicado
126. Thomasomys incanus Ratón montaraz incaico
127. Thomasomys kalinowskii Ratón montaraz de Kalinowski
128. Thomasomys macrotis Ratón montaraz
129. Thomasomys onkiro Ratón montaraz
130. Thomasomys pretor Ratón montaraz
131. Thomasomys taczanowskii Ratón montaraz de Taczanowski
AVES:
134. Ara chloroptera Guacamayo rojo y verde
Guacamayo verde de cabeza
135. Ara coulonii
celeste
136. Ara macao Guacamayo rojo
137. Ara militaris Guacamayo verde
138. Asthenes huancavelicae Canastero colipálida
139. Attila torridus Atila ocráceo
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140. Buthraupis aureodorsalis Tangara de montaña lomo dorado
141. Buthraupis wetmorei Tangara de montaña enmascarada
142. Carduelis siemiradzkii Jilguero azafranado
143. Columba oenops Paloma peruana
144. Conirostrum tamarugense Mielerito de los tamarugales
145. Coryphaspiza melanotis Pinzón enmascarado
146. Crypturellus casiquiare Perdiz
147. Crypturellus duidae Perdiz de varillar
148. Forpus xanthops Perico pachaloro
149. Galbula pastazae Jacamar pechicobrizo
150. Hapalopsittaca pyrrhops Loro carirrojo
151. Harpia harpyja Águila arpía
152. Heliangelus regalis Ángel del sol azul
153. Hemispingus rufosuperciliaris Hemispingo cejirrufa
154. Hylocryptus erythrocephalus Rascahojas capuchirrufo
155. Incaspiza ortizi Pájaro del inca aligris
156. Jabiru mycteria Jabiru
157. Larosterna inca Zarcillo
158. Lathrotriccus griseipectus Mosquerito pechigris
159. Leptosittaca branickii Loro de mejillas doradas
160. Lipaugus uropygialis Silbador alicimitarra
161. Mitu salvini Paujil vientre blanco
162. Myrmeciza griseiceps Hormiguero cabecigris
163. Neopelma chrysocephalum Saltarín corona de oro
164. Netta erythropthalma Pato cabeza castaña
165. Notharchus ordii Buco
166. Nothoprocta taczanowskii Perdiz de Taczanowski
167. Nyctibius leucopterus Ayamama patablanca
168. Oceanodroma markhami Golondrina de tempestad oscura
169. Onychorhynchus occidentalis Atrapamoscas occidental
170. Ortalis erythroptera Chachalaca cabecirrufa
171. Percnostola arenarum Hormiguero
172. Phacellodomus dorsalis Espinero dorsicastaño
173. Phoebastria irrorata Albatros de Galápagos
174. Phoenicoparrus andinus Parihuana andina
175. Phoenicoparrus jamesi Parihuana de James
176. Picumnus steindachneri Carpinterito pechijaspeado
177. Pithys castanea Hormiguero
178. Progne murphyi Golondrina peruana
179. Siptornopsis hypochondriacus Colaespina grande
180. Sterna hirundinacea Gaviotín sudamericano
181. Sterna lorata Gaviotín peruano
182. Synallaxis maranonica Colaespina del Marañón
183. Syndactyla ruficollis Tico tico cuellirrufo
184. Tangara meyerdeschauenseei Tangara gorriverde
185. Theristicus melanopis Bandurria
186. Tinamus osgoodi Perdiz negra
187. Touit stictoptera Periquito alipunteado
188. Wetmorethraupis sterrhopteron Tangara gargantinaranja
189. Xenospingus concolor Fringilo apizarrado
190. Xipholena punicea Cotinga purpúrea
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191. Zaratornis stresemanni Cotinga cachetiblanco
192. Zimmerius villarejoi Moscarete de Mishana
REPTILES:
193. Batrachemys heliostemma Ashnacharapa
194. Bothrops andianus Jergón
195. Bothrops barnetti Macanche
196. Bothrops pictus Jergón de costa
197. Ctenoblepharis adspersa Lagartija
198. Dicrodon heterolepis Lagartija de cabeza colorada
199. Melanosuchus niger Caiman negro
200. Podocnemis unifilis Taricaya
201. Polychrus femoralis Camaleoncito verde
ANFIBIOS:
202. Atelopus pachydermus Sapo
203. Atelopus tricolor Sapo
204. Centrolene euhytrix Rana
205. Centrolene hesperium Rana
206. Ceratophrys stolzmanni Rana cornuda
207. Gastrotheca ochoai Rana marsupial
208. Phrynopus simonsii Rana
209. Telmatobius arequipensis Rana de Arequipa
210. Telmatobius culeus Rana del Titicaca
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ESPECIES CASI AMENAZADAS
Una especie se encuentra Casi Amenazada cuando ha sido evaluada en los
criterios anteriores sin encajar en alguno de ellos, considerándosele en
riesgo en un futuro próximo.
Nombre Científico Nombre Común
MAMÍFEROS:
211. Alouatta seniculus Mono coto
212. Lagothrix poeppigii Mono choro
213. Panthera onca Jaguar
214. Puma concolor Puma
215. Vicugna vicugna Vicuña
AVES:
216. Aburria aburri Pava negra
217. Accipiter collaris Gavilán de collar
218. Amazona festiva Loro de lomo rojo
219. Andigena hypoglauca Tucaneta
220. Aratinga erythrogenys Loro de frente roja
221. Asthenes urubambensis Canastero
222. Atlapetes rufigenis Chacchara
223. Atlapetes terborghi Chacchara de Terborgh
224. Cacicus koepckeae Páucar de Koepcke
225. Campephilus guayaquilensis Carpintero
226. Campylopterus villavicensio Picaflor de Villavicensio
227. Campylorhamphus pucherani Trepador
228. Capito wallacei Barbudo franjiescarlata
229. Conothraupis speculifera Tangara blanco y negro
230. Crypturellus transfasciatus Perdiz pata colorada
231. Cypseloides rothschildi Vencejo
232. Deroptyus accipitrinus Loro cacique
233. Falco deiroleucus Halcón de pecho naranja
234. Falco peregrinus Halcón peregrino
235. Formicarius rufifrons Hormiguero
236. Fulica gigantea Gallareta gigante
237. Fulica rufifrons Gallareta de frente roja
238. Gallinago imperialis Becasina imperial
239. Grallaria blackei Hormiguero
240. Grallaria eludens Hormiguero
241. Grallaricula peruviana Tororori peruano
242. Heliodoxa gularis Colibrí
243. Hemitriccus cinnamomeipectus Atrapamoscas
244. Hemitriccus minimus Atrapamoscas
245. Hemitriccus rufigularis Atrapamoscas
246. Henicorhina leucoptera Cucarachero
247. Herpsilochmus gentryi Hormiguero de Gentry
248. Incaspiza watkinsi Pájaro del inca de Watkins
249. Laterallus jamaicensis Gallinetita negra
250. Leptasthenura yanacensis Tijeral
251. Leucopternis plumbea Gavilán plomizo
252. Melanopareia maranonica Pájaro del Marañón
253. Metallura odomae Colibrí de neblina
254. Mitu tuberosa Paujil
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255. Morphnus guianensis Águila monera
256. Myiophobus lintoni Mosqueta
257. Myrmoborus melanurus Hormiguero
258. Nannopsittaca dachillae Perico
259. Oreomanes fraseri Pájaro de los queñuales
260. Otus marshalli Lechuza de bosques nublados
261. Phaethornis koepckeae Picaflor de Koepcke
262. Phlegornis mitchellii Chorlito cordillerano
263. Phlogophilus harterti Colibrí
264. Phlogophilus hemileucurus Colibrí
265. Phoenicopterus chilensis Parihuana
266. Pipile cumanensis Pava
267. Pipreola chlorolepidota Cotinga
268. Podiceps occipitalis Zambullidor blanquillo
269. Pteroglossus beauharnaesii Tucán encrespado
270. Ramphastos ambiguus Tucán Dios te de pico negro
271. Ramphastos toco Tucán toco
272. Saltator cinctus Pepitero
273. Simoxenops ucayalae Pajarito pico curvo
274. Synalaxis cherriei Coliespina
275. Tachycineta stolzmanii Golondrina de Tumbes
276. Tangara phillipsi Tangara
277. Tinamotis pentlandii Francolina
278. Tumbezia salvini Tiránido de Tumbes
279. Xenerpestes singularis Colagris ecuatorial
REPTILES:
280. Callopistes flavipunctatus Iguana marrón
281. Microlophus tigris Lagartija
282. Paleosuchus trigonatus Lagarto enano, dirin dirin
ANFIBIOS:
283. Altigius alios Rana
284. Bufo spinulosus Sapo
285. Centrolene azulae Rana
286. Cochranella ocellata Rana
287. Colostethus elachyhistus Rana
288. Dendrobates fantasticus Rana
289. Dendrobates reticulatus Rana rojita
290. Epipedobates bassleri Rana
291. Epipedobates cainarachi Rana
292. Epipedobates parvulus Rana
293. Epipedobates petersi Rana
294. Epipedobates ruvibentris Rana
295. Epipedobates simulans Rana
296. Epipedobates smaragdinus Rana
297. Epipedobates tricolor Rana
298. Epipedobates zaparo Rana
299. Gastrotheca excubitor Rana marsupial
300. Telmatobius brevirostris Rana
301. Telmatobius mayoloi Rana
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Comunidades indígenas del Perú
El Convenio 169 de la OIT (ratificado por el Perú en 1993) define a los pueblos indígenas
como aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el país o en una región
geográfica a la que perteneció el país en la época de la conquista o la colonización o del
establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación
jurídica, conservan sus propias instituciones sociales económicas culturales y políticas, o
parte de ellas.
01 Achuar , Achual
02 Amahuaca
03 Amaiweri – Kisambaeri
04 Amarakaeri
05 Andoa – Shimigae
06 Andoke
07 Arabella (Chirupino)
08 Arasaire
09 Asháninka
10 Ashéninka
11 Awajun (Aguaruna, Aents)
12 Bora (Miamuna)
13 Cacataibo (Uni)
14 Cahuarana (Morocano)
15 Candoshi – Murato
16 Capanahua (Junikuin)
17 Caquinte (Poyenisati)
18 Cashinahua (Junikuin)
19 Chamicuro (Chamekolo)
20 Chitonahua
21 Cocama – Cocamilla
22 Cujareño (Iñapari)
23 Culina (Madija)
24 Ese`Eja ("Huarayo")
25 Harakmbut
26 Huachipaire
27 Huaorani (Tagaeri, Taromenane)
28 Huitoto (incluye Murui, Meneca, Munaine)
29 Iquito
30 Isconahua (Icobakebo)
31 Jebero (Shiwilu, Sewélo)
32 Jíbaro
33 Lamisto
34 Machiguenga (Matsigenka)
35 Mashco – Piro ("Mashco")
36 Mastanahua
37 Mayoruna (Matsé)
38 Murunahua
39 Nanti
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40 Nomatsiguenga
41 Ocaina (Ivo`Tsa)
42 Omagua
43 Orejón (Mai Huna, Maijuna)
44 Pisabo (Mayo, Kanibo)
45 Pukirieri
46 Quichua – Quíchua runa, Kichwa (i)
47 Resígaro
48 Sapiteri
49 Secoya (Aido Pai)
50 Shapra
51 Sharanahua / Marinahua (Onikoin)
52 Shawi (Chayahuita, Kanpunan, Kampu Piyawi)
53 Shipibo – Conibo – Shetebo
54 Shuar
55 Taushiro (Pinche)
56 Ticuna (Duüxügu)
57 Toyoeri
58 Urarina (Itukale, Shimaco, Kachá)
59 Wampis (Huambisa)
60 Yagua (Yawa, Nihamwo)
61 Yaminahua
62 Yanesha ("Amuesha")
63 Yine - Yami ("Piro")
64 Yora ("Nahua", "Parquenahua")
70 Otros grupos indígenas amazónicos
75 Aymara
76 Uro
77 Jaqaru, kawi (jaqi, cauqui)
78 Chancas
79 Chopccas
80 Q'eros
81 Wancas
82 Otros grupos quechuas del area andina (ii)
90 Afroperuano
91 Otros afrodescendientes (iii)
92 Asiático descendiente (iv)
93 Extranjeros (v)
99 Peruano que NO se considera incluido en ninguno de los grupos anteriores (se
autodenomina "mestizo", "criollo", "cholo", "cusqueño", "piurano", "arequipeño", etc.)
ii. Incluye todos aquellos que siendo quechua hablantes se consideran pertenecientes
a otros grupos andinos no considerados en esta relación. Incluye todas las otras
variantes lingüísticas del quechua del área andina.
iv. Todo descendiente de padres asiáticos, nacido o no en el Perú, pero que reside
permanentemente en el Perú. No incluye asiático descendiente en condición turista
o con permanencia temporal a quienes se les codificará "Extranjeros" (código 93).
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v. Extranjero, con residencia temporal o permanente en nuestro país y que reconoce
no pertenecer a cualquiera de los grupos señalados en el presente listado.
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RECURSOS GENÉTICOS
Su importancia radica, en primer lugar, en que a partir de estos recursos las diferentes
formas de vida (animales, vegetales, microorganismos y otras) se diferencian entre sí y
desarrollan sus características y propiedades particulares. En segundo término, los
recursos genéticos constituyen la base para el desarrollo de nuevas variedades vegetales
o de cultivos, permiten el desarrollo de nuevos productos y son la base material para la
biotecnología moderna y sus múltiples aplicaciones (la minería, la biorremediación, la
ingeniería genética, entre otras).
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