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Preguntas Revista Mito

Respuestas: Hernando Pulido, Doctorado en Historia-U. de los Andes.


1. ¿Qué fue la Revista Mito? ¿Qué se buscaba con la publicación? ¿Por qué surge en el contexto
particular en el que lo hizo?

La revista Mito fue una publicación cultural independiente, de periodicidad bimestral, que
funcionó entre 1955 y 1962. Estuvo liderada por el intelectual colombiano Jorge Gaitán
Durán, a quien se unieron el crítico Hernando Valencia Goelkel y el poeta Eduardo Cote
Lamus. En líneas generales, Mito pretendió cuestionar los lugares comunes y anacrónicos
del ambiente cultural e intelectual del país en la época de su aparición, fuertemente
dominados por posturas conservadoras, una concepción providencialista de la historia y una
perspectiva patriótica de la cultura nacional. Mito aparece durante el régimen militar de
Gustavo Rojas Pinilla en un año clave de su gestión, cuando la “luna de miel” con la opinión
ciudadana, los medios de comunicación y la coalición político-industrial que apoyó su
ascenso al poder comenzó a deteriorarse debido a la represión política, la censura y signos
de crisis económica.

2. ¿Qué temáticas son recurrentes en el medio? ¿Por qué? ¿Podría mencionar algunos artículos y/o
autores con una relevancia especial?

En Mito tuvieron especial relevancia el ensayo sobre problemáticas culturales, filosofía y


crítica literaria y, de manera clave, la poesía. No obstante, también se publicaron cuentos,
adelantos de novelas, crítica de cine, pintura y teatro, y algunos textos de opinión sobre el
acontecer nacional e internacional. La variedad de temáticas estuvo acorde con los
propósitos de cuestionar y actualizar el ambiente cultural colombiano en relación con
debates e inquietudes importantes en el ámbito intelectual internacional. Además de los
editores, entre los autores nacionales destacados que publicaron obra ensayística en Mito
pueden destacarse a Rafael Gutiérrez Girardot, Hernando Téllez, Fernando Charry Lara,
Pedro Gómez Valderrama y la crítica argentino-colombiana Marta Traba. Cabe añadir que
una característica de Mito fue que contó con la colaboración dentro de sus páginas y en su
comité editorial de destacados nombres de intelectuales hispanoamericanos como Alfonso
Reyes, Octavio Paz, Carlos Fuentes o Jorge Luis Borges. Según los especialistas el dossier que
publicó Mito sobre la obra de Borges y la aparición de El Coronel no tiene quien le escriba
en sus páginas fueron hitos importantes.

3. ¿Qué impacto o trascendencia cree que tuvo Mito? ¿A qué público llegaba? ¿Cómo circuló la
revista?

Mito fue una de las revistas colombianas más importantes en la historia del país y América
Latina. Renovó muchos de los temas de reflexión intelectual y cultural con textos
renovadores y de cariz crítico. Es muy probable que, justamente por sus temáticas, la
publicación circulara entre grupos intelectuales, funcionarios de la cultura, medios
universitarios y académicos, y formadores de opinión. Tengo entendido que la revista, al ser
independiente, contó con ciertos patrocinios privados y llegó a sus lectores a través de
suscripciones.

4. ¿Qué relación considera que existe entre medios de comunicación y poder? ¿Se puede entender
la cultura (y los medios) como un campo de disputa política?

Hay una relación fundamental pues los medios de comunicación permiten controlar,
cuestionar o transformar matrices de opinión, horizontes colectivos de expectativas y
sentidos simbólico-culturales que inciden en los equilibrios de poder social en un
determinado contexto histórico. En ese sentido, y especialmente en las sociedades de
masas contemporáneas, los medios de comunicación son medios de disputa político-
ideológica y cultural no sólo en lo relacionado con la calidad de sus contenidos sino en lo
referido a una democratización de su producción y difusión.

5. ¿Considera que Mito fue un medio que permitió formar y ampliar discursos de contra-poder?
¿Qué relación encuentra entre la publicación y la militancia política (de izquierdas o
revolucionaria)?

Mito desafió, sin duda, los lugares convencionales de la cultura colombiana y el predominio
de ideas tradicionalistas y conservadoras que resistían las renovaciones intelectuales que
marcaban los inicios de la segunda mitad del siglo XX. Más aún, es probable que haya
buscado posicionar la autonomía de los intelectuales colombianos, sujetos muy inmersos
en las redes de la política y la institucionalidad oficial. Ahora bien, habría que valorar si dicho
desafío constituyó también un reto contra las estructuras de dominación político-
económica predominantes o supuso la construcción de discursos de contra-poder
comprometidos con los sectores populares.

6. ¿Por qué cree que la revista fue objeto de censura durante el gobierno de Rojas Pinilla?

La censura era una práctica sistemática y muy burocratizada durante el gobierno de Rojas
Pinilla. Estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Información y Prensa (DINAPE), organismo
perteneciente a la Presidencia de la República, liderado por el intelectual conservador Jorge
Luis Arango. No es por tanto extraño que Mito fuera censurada por alguna opinión o texto
que pusiera en tela de juicio algún convencionalismo de la época.

7. ¿Considera relevante la existencia de medios de discusión y difusión política y cultural? ¿Tendría


la revista vigencia en la actualidad? ¿Qué desafíos enfrentan este tipo de publicaciones
actualmente?

Siempre es relevante la existencia de medios de difusión político-cultural, máxime en un


país con medios de comunicación tan poco democráticos y en manos de grandes intereses
oligopólicos. Sin duda, una revista que publique ensayo, crítica y literatura siempre estará
vigente, pero con enormes retos en un mundo dominado por las redes sociales, la banalidad
y la autocomplacencia. ¿Cómo hacer llegar temas de calado intelectual a públicos más
amplios, sin perder rigor ni recaer en populismos o posturas condescendientes? Ese es uno
de los grandes retos de las publicaciones culturales como Colombia.
8. Comentarios adicionales que considere relevantes.

Sería conveniente añadir ciertos matices a una idea que suele asociarse con Mito, a saber, la de
que esta publicación fue el “punto de inicio” absoluto de la modernidad literaria y crítica en
Colombia. Un ejemplo puede referirse respecto a una publicación conservadora que he tenido
la oportunidad de estudiar a propósito de mi investigación doctoral: la revista Bolívar (1951-63)
del Ministerio de Educación Nacional, dirigida en su época más emblemática por el poeta Rafael
Maya (1951-55). Los análisis históricos y literarios han tendido a desdeñar el estudio sistemático
de esta revista al calificarla como refugio de las opiniones tradicionalistas, bolivarianistas e
hispanistas defendidas por los gobiernos de Laureano Gómez y Gustavo Rojas Pinilla. En efecto,
de eso hay bastante en Bolívar, pero también contiene esfuerzos de crítica literaria, reflexión
filosófica y promoción artística que deben ser reconsiderados. Más aún, autores que publicaron
en Mito comenzaron con Bolívar, como Rafael Gutiérrez Girardot. Ello sin mencionar que esta
publicación también cultivó amplias relaciones intelectuales internacionales. En definitiva, la
historia intelectual y literaria en Colombia debería ser más precavida con las perspectivas de
“ruptura modernizadora”, por así decirlo, asociadas con ciertos hitos culturales. Ello porque se
pueden perder los vasos comunicantes y las continuidades entre lo supuestamente “moderno”
y lo “conservador”.

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