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EL PROCESO DE INVESTIGACION Y SUS ETAPAS

Definición del proceso de investigación.


Etapas del proceso de investigación:
1.-Exploración del problema (la búsqueda bibliográfica. La utilización
de la biblioteca, la toma de notas),
2.-formulación del problema,
3.-adopción de objetivos, -
4.-elaboración del marco teórico o conceptual,
5.-adopción de hipótesis,
6.-determinación del universo y muestreo,
7.-operación, realización de las variables,
8-plan de análisis,
9.-elaboración de instrumentos (fichas, formatos cuestionarios), --
10.-recolección de información (métodos para la recolección de la
información, fuentes de error)
11.-procesamiento y análisis,
12.-discusión de los resultados,
13.-conclusiones y recomendaciones.
En primer lugar, es importante tener una visión global de
este proceso como un “todo”, es decir, como un proceso
único, que nos permita identificar su coherencia y su
estructura general; esta concepción de la investigación
como un proceso único constituye uno de los enfoques
básicos de este curso.
Dado que todo proceso implica una sucesión de momentos,
a partir de este enfoque global se pueden identificar los
“momentos” que lo conforman, en los cuales abordaremos
sus características principales, y posteriormente cada
momento para fines didácticos y operativos, se desglosa en
un conjunto de tareas o pasos que los denominaremos
"etapas” del Proceso de Investigación.
1.- La Investigación como un proceso único.
En general, el punto de partida de un proceso de investigación lo
constituye la existencia de un problema, sin embargo debemos
aclarar a que tipo de problema se refiere, para esto debemos
diferenciar entre un problema real, un problema de conocimiento
y un problema científico.
De acuerdo con J. Samaja, un problema real lo constituye
cualquier obstáculo que limite el desarrollo social en general;
aquellos problemas para los cuales no se cuenta con el
c o n o c i m i e n t o n e c e s a r i o , c o n s t i t u y e n p ro b l e m a s d e
conocimiento, por lo que no todo problema amerita una
investigación, sino que debem0os abordar en la investigación
científica problemas de conocimiento. Además para que este
problema de conocimiento sea abordado en una investigación,
se requiere que este científicamente formulado, constituyendo de
esta manera un problema científico.
Por lo que cuando decíamos que el punto de partida de
un proceso de investigación lo constituye la existencia de
un problema, nos referíamos a problemas de
conocimiento científicamente formulados.
Es necesario observar la relación entre la globalidad del
problema que hemos identificado y que existe en realidad
en toda su complejidad, y lo que para fines de nuestro
estudio nos planteamos como objetivo general, de tal
manera que para pasar del problema a la definición de
nuestro objetivo general (E. Jarillo, 1983) desarrollamos
tres pasos:
Identificación
Delimitación
Definición
La identificación consiste en el conjunto de problemas existentes y
susceptibles a la investigación, debemos seleccionar el problema
específico que vamos abordar, es decir, identificamos el problema
respectivo; una vez identificado el problema, es necesario antes de
pretender pasar al diseño del estudio, analizar todo lo que involucra la
complejidad del problema identificado, o sea que pasamos a la
delimitación del problema.
De tal manera que, de los diferentes aspectos que involucra el problema,
es necesario definir para fines del estudio, que aspecto(s) nos planteamos
investigar de manera particular, esto quiere decir que un mismo problema
puede dar lugar a varias investigaciones. Cuando definimos lo que vamos
a abordar para fines de nuestro estudio precisamos lo que será el objetivo
general de nuestra investigación, por lo que llegamos a un nivel de
definición precisa de lo que constituirá el problema específico del estudio.
Cuando se pretende pasar de la identificación inicial del problema al
objetivo general, sin una adecuada delimitación, se corre el riesgo de
perder la coherencia entre el objetivo general y el supuesto problema que
nos habíamos planteado.
El objetivo general (A. Carmona, 1983) expresa, por tanto, el nivel de compromiso
que adquirimos en la investigación en cuanto al nivel de conocimiento que se aspira
obtener. Una vez que hemos establecido nuestro objetivo general, para poder
abordarlo metodológicamente, es necesario descomponer la globalidad del problema
en sus aspectos fundamentales que involucra, de tal manera que el estudiar el
problema por cada uno de los aspectos componentes nos permite una mayor
comprensión del “todo”.
Así, para comprender un objeto, es más fácil analizarlo inicialmente por “partes” que
de una vez. Cada uno de los componentes fundamentales constituye objetivos que
se deben abordar de manera específica, por lo que la razón de ser de los objetivos
específicos en una investigación es precisamente hacer más accesible el abordaje del
problema. La manera de como se hace esta desmembración dependerá del enfoque
teorico-metodologico de cada investigación.
Una vez que hemos definido los objetivos específicos del estudio, estos nos sirven de
orientación para la elaboración de los aspectos metódicos de la investigación. Cada
objetivo específico se concreta en un conjunto de descriptores los cuales pueden, a
su vez, involucrar las correspondientes técnicas y procedimientos para la obtención y
el procesamiento de la información respectiva; una vez obtenidos los resultados
deberán conservar su ordenamiento por objetivos específicos, evitando de esta
manera que se nos convierta en una “masa amorfa” de datos difíciles de interpretar.
A partir de los resultados, para dar respuesta al objetivo general
del estudio, se debe hacer un proceso de síntesis, es decir, si al
inicio se va desarrollando un proceso de análisis consecutivo:
objetivo general, objetivos específicos, variables, indicadores,
etc., al final se realiza un proceso de síntesis, basándose en los
mismos criterios teorico-metodologicos con los cuales se haya
realizado el desglose inicial.
En general, los resultados se orientan por objetivos específicos,
correspondiendo con los datos “brutos”; en cambio las
conclusiones se orientan a dar respuesta al objetivo general,
correspondiendo a la interpretación teórico-conceptual de un
conjunto de resultados. Las conclusiones tienen un carácter más
sintético en la medida que incorpora resultados de diferentes
objetivos específicos a través de los ejes de discusión que se
desarrollan, precisamente como parte de la discusión de los
resultados.
Teniendo como referencia estos aspectos, podemos tomarlos como criterios básicos para evaluar
la calidad metodológica de las investigaciones, para lo cual podemos sugerir lo siguiente:

1.- Cual es el nivel de precisión en el planteamiento del problema.

2.- En qué medida el objetivo general de la investigación es coherente con el problema planteado.

3.- En qué medida los objetivos específicos dan salida al objetivo general de la investigación.

4.- Cual es la coherencia entre los resultados y los objetivos específicos planteados.

5.- En qué medida las conclusiones dan respuesta al objetivo general de la investigación.
6.- Se corresponden las recomendaciones con los propósitos prácticos planteados en la
justificación.

7.- Cual es el contenido metodológico de la investigación.

8.- Cual es el contenido teórico de la misma, en función del nivel alcanzado de contraste entre lo
teórico y lo empírico.

9.- Cual es el nivel de abstracción alcanzado en el estudio entendido este como la riqueza de
interpretación de los resultados.

10.- Con base en todos los criterios anteriores, cual es la calidad metodológica del estudio,
principalmente orientado en este momento al nivel logrado de coherencia metodológica.
2.- Momentos del proceso de investigación.

Los autores utilizan diversas formas didácticas para presentar el


proceso de investigación en distintos momentos, (Ary et. Al. 1998), en la
obra libro de trabajo del sociólogo identifican en el proceso de
investigación tres fases: Fase Metodológica, Fase Empírica y Fase
Teórica; por otra parte Hernández Sampieri, et. Al. En la obra
Metodología de la Investigación, describe el proceso de investigación
sobre la base de 10 pasos: Paso 1. Concebir la idea de a investigar,
Paso 2. Plantear el problema de investigación, Paso3. Elaborar el marco
teórico, Paso 4. Definir si la investigación se inicia como exploratoria,
descriptiva, correlacionar o explicativa y hasta que nivel llegara, Paso 5.
Establecer las hipótesis Paso 6. Seleccionar el diseño apropiado de
investigación, Paso7. Selección de la muestra, Paso 8. Recolección de
los datos, Paso 9. Analizar los datos, Paso 10. Presentar resultados.
(Bombenrieth, Manuel et. Al. 1998) en la obra Metodología de la
Investigación y escritura científica en clínica presenta el proceso de
investigación en las siguientes 4 fases: fase conceptual, fase de planificación,
fase empírica y fase interpretativa.
(Carmona 1983), aborda el proceso de investigación en tres momentos:
Primer momento metodológico, Momento metódico y Segundo momento
metodológico.
Para efectos de este curso tomamos como referencia el enfoque de Arsenio
Carmona, en el cual todo el trabajo correspondiente a la comprensión teórico
conceptual del problema, delimitación del mismo, objetivo general, hipótesis,
identificación de sus partes componentes y establecimiento de los objetivos
específicos, corresponden al primer momento metodológico. Por otra parte,
lo correspondiente a cada uno de los objetivos específicos orientados a la
concreción en variables e indicadores, etc., se denomina momento metódico
y una vez obtenidos los resultados para dar respuesta al objetivo general
inicial del trabajo corresponde al segundo momento metodológico (ver
esquema).
2.1 Primer Momento Metodológico.

Se orienta a delimitar y ubicar el problema dentro del conjunto de


conocimientos previamente sistematizados por la ciencia, por tanto hacemos
uso de la teoría para su abordaje, para lo cual debemos identificar aquellos
elementos, principios o conceptos básicos de la teoría en los cuales se
sintetizan los aportes de la misma hacia la comprensión teórica del problema.
Esto a su vez hará posible determinar el grado de amplitud y complejidad del
problema, lo que permitirá precisar los objetivos de la investigación.
Como se puede observar, dependiendo del tipo de problema que se plantea
se podrán utilizar diferentes elementos de la teoría para su abordaje, es
erróneo incluir párrafos o capítulos enteros como simple “adorno” en el
trabajo de investigación sin su correspondiente particularización al problema
de estudio.
A este momento, cuando se define el enfoque metodológico para el abordaje
del problema partiendo de la teoría que lo explica, se le denomina Primer
Momento Metodológico.
2.2 Momento Metódico:

A partir del abordaje teórico conceptual del problema o fenómeno estudiado,


mediante el cual se ha precisado el objetivo general y los objetivos específicos del
trabajo, tomamos estos últimos como punto de partida para este momento
metódico.
Por tanto, para cada uno de los objetivos específicos de la investigación
debemos prever todo aquello que sea necesario para alcanzarlos:
- qué tipo de información se requiere para dar cumplimiento a estos objetivos,
- que unidades de análisis será necesario estudiar,
- que variables se requieren incluir,
- mediante que indicadores se analizara el comportamiento de estas variables,
- cuáles son los diferentes valores o alternativas que se consideran,
- que relaciones especificas entre variables nos interesa analizar,
- qué tipo de muestreo o combinación de los mismos resulta el más adecuado,
- que instrumentos de recolección vamos a elaborar,
- cuáles serán las fuentes de información, etc.
Como se puede observar, se trata de la previsión de un
conjunto de aspectos operativos, encaminados a la
obtención de cada uno de los objetivos específicos del
trabajo, los cuales a su vez darán respuesta al objetivo
general.
Las técnicas y procedimientos como tales no
corresponden a la metódica, ya que esta consiste en el
conjunto de descriptores que involucra cada objetivo
específico, sin embargo están determinadas por ella, por
lo cual al momento en su globalidad se le denomina
como momento metódico incluyendo las técnicas y
procedimientos como aspectos íntimamente ligados al
mismo.
2.3 Segundo Momento Metodológico:

Una vez que se pasa a la ejecución de todo lo previsto en el momento metódico, lo


cual puede consistir en
-la realización de determinada encuesta a la población,
-de experimentos efectuados en un laboratorio,
-en la revisión bibliográfica o documental requerida,
-en la implementación de entrevistas dirigidas a determinadas personas,
-a la obtención de datos estadísticos a partir de censos, registros o encuestas
realizadas con anterioridad, etc.,
Obtendremos los resultados a partir del análisis estadístico de la información
obtenida
Por tanto, se hace necesario pasar a la discusión de estos resultados, para lo que se
requiere la utilización de los elementos teóricos previamente sintetizados de la teoría,
que son precisamente los criterios que se tomaran para la discusión, por medio de la
cual se obtendrán las conclusiones del trabajo, denominándose este momento del
proceso de investigación como segundo momento metodológico.
Retomando el esquema general del proceso de investigación a
continuación se señalan los momentos del proceso:
- Primer momento metodológico del objetivo general a los
objetivos específicos.
- Momento metódico desde los objetivos específicos a los
resultados del estudio.
- Segundo momento metodológico de los resultados del estudio
hasta las conclusiones y recomendaciones.
Al finalizar el proceso de investigación, con relación al campo de
la teoría y la práctica, podemos observar que el primer momento
metodológico se enmarca en el campo de la teoría, el momento
metódico en el campo de la práctica y el segundo momento
metodológico nuevamente se enmarca en el campo de la teoría.
TEORIA PMM SMM
PRACTICA MM
3. Componentes del proceso de investigación
En el proceso de Investigación (A. Carmona, 1983) es importante identificar los aspectos siguientes:
- Desde el punto de vista del método, se identifican los aspectos metodológicos y los metódicos.
Los aspectos metodológicos se expresan en el raciocinio lógico y teórico que conlleva la
investigación, los aspectos metódicos corresponden a los aspectos del diseño técnico y procesal.
- Desde el punto de vista del abordaje, se identifican los aspectos teóricos y empíricos. Los
aspectos teóricos se expresan en el abordaje mediato del objeto, en cambio los aspectos
empíricos corresponden al abordaje inmediato del mismo.
- Desde el punto de vista del proceso mental (proceso de abstracción), se identifican los aspectos
abstractos y aspectos concretos. Los abstractos corresponden al nivel conceptual de la
investigación, en cambio los aspectos concretos corresponden al problema real que constituye el
objeto de estudio.
Al analizar estos aspectos con relación al campo de la teoría y la práctica, se ubican de la manera
siguiente:

TEORIA Metodológico Metodológico


Teórico Teórico
Abstracto Abstracto
________________________________________________________________________________
_____
Metódico
Empírico
Concreto
PRACTICA

Los aspectos metódicos, empíricos y concretos se


ubican en una mayor relación de acercamiento
conceptual al problema, en cambio los aspectos
metodológicos, teóricos, abstractos están en una
relación conceptual más lejana. Esto explica que
para los investigadores que inician les resulta más
fácil dominar los aspectos más cercanos al
problema, encontrándose frecuentemente
deficiencias de carácter metodológico, poco
contenido teórico y un pobre nivel de abstracción.
4. Los errores en el proceso de investigación
Una de las características de la investigación científica es la presencia de un
margen de error que en dependencia del tipo de diseño que se utilice se
logra un mayor o menor nivel de control.
Esto hace necesario que se tenga en cuenta desde el momento del análisis
de los resultados, la influencia que determinados sesgos pueden ejercer en
el estudio y que afecten su validez. A la par de identificar los sesgos,
también se debe descartar la influencia del azar. Por lo tanto, antes de
aceptar nuestras conclusiones, se debe haber descartado la presencia de
sesgos y la influencia del azar.
Tanto los sesgos como el azar corresponden a dos tipos de errores en la
investigación, el sesgo corresponde a un error sistemático y la influencia del
azar a un error aleatorio, el sesgo se relaciona con la validez del estudio, y
el azar con la confiabilidad o precisión del estudio. Para que un estudio sea
válido se requiere que no esté sesgado ni ser incorrecto por efecto del azar.
A continuación, abordamos la diferencia entre sesgo y azar y los
mecanismos de control correspondientes.
4.1. Error aleatorio (influencia del azar)
A la divergencia de una observación en una muestra, con respecto al valor real de la
población, debida al azar se llama variación aleatoria.
La variación aleatoria tiene tanto probabilidad de resultar en observaciones por encima
del valor como por debajo.
Las estadísticas ayudan a cuantificar la probabilidad de que el azar o variación aleatoria
sea responsable de los resultados.
Hay dos situaciones importantes en que se expresa la influencia del azar, las que el
investigador debe tener presente al momento de interpretar sus resultados.
Una situación es cuando a partir de una muestra de una población estimamos un
parámetro determinado para generalizarlo al total de población, por ejemplo, si
queremos conocer la media en la población a partir de una muestra, nos dará un
determinado valor, si tomamos varias muestras los valores podrán ser diferentes aunque
tienen una tendencia a agruparse alrededor del verdadero valor en la población, se dice
que cuando el tamaño de las muestras son más de 30 sujetos, la distribución de sus
medias es normal.
Dada la necesidad de contar con una medida de esta estimación, se hace el cálculo del
llamado intervalo de confianza (IC), por el cálculo del intervalo de confianza
proporciona mucha más información que la simple estimación puntual.
Un aumento en el número de sujetos produce un estrechamiento del intervalo y aumenta
así la precisión de la estimación.
Siempre que se estén estimando parámetros poblacionales a partir de estadísticas
muestrales, los resultados deben expresarse como intervalos de confianza, y no solo como
estimados puntuales, para poder valorar la variación.
La otra situación es cuando comparamos dos grupos de poblaciones con el propósito de
analizar las diferencias en cuanto al efecto de un factor con respecto a otro.
En este caso, es importante preguntarse hasta adonde es posible que la diferencia que se
observe entre los dos grupos sea debida al azar, y por lo tanto no podemos afirmar que son
diferentes.
En las condiciones usuales, en las que las principales conclusiones de un experimento se
expresan en términos dicotómicos (por ejemplo, si un tratamiento médico tuvo éxito si o
no) hay cuatro formas en las que estas conclusiones pueden estar relacionadas con la
realidad, como se expresa a continuación:

Diferencia Real

Diferente No diferente
Diferente correcto error alfa o tipo I
Resultado
Del estudio _________________________________________________
No diferente error beta o
Tipo II Correcto
Como se puede observar, hay dos alternativas de error, el error alfa sería
equivalente a un falso positivo mientras que el error beta correspondería a un
falso negativo.
La mayoría de la bibliografía hace énfasis en la probabilidad de un error alfa
y se expresa mediante el conocido valor de p, es decir, cuando más se
pretende concluir por ejemplo que un tratamiento es más efectivo que otro,
por lo que antes de darlo por aceptado se tiene que descartar un error alfa.
Por otra parte cuando el resultado del estudio es que no se encontró
diferencia significativa, se tiene que descartar la presencia de un error beta,
el cual corresponde a la falta de potencia o poder estadístico del estudio.
En general, existe la costumbre de considerar como valor de p (error alfa)
hasta un 5% (0.05), lo que corresponde a un nivel de confianza del 95%;
mientras se acepta un error beta de un 20% (0.2), lo que corresponde a una
potencia del estudio del 80%.
El riesgo de un estudio falso negativo, con error beta elevado es
particularmente grande en estudio con muestras pequeñas, por lo que al no
poder encontrar diferencias significativas se tendría que aumentar el tamaño
de la muestra en los grupos.
Cuando se quiere precisar el efecto observado, se utilizan a menudo los
intervalos de confianza que señalamos anteriormente en estimaciones
puntuales de una población, proporcionando información sobre el poder
estadístico o potencia del estudio, siendo una forma alternativa de expresión
de significación estadística, si el intervalo de confianza a duras penas incluye
el valor correspondiente a la ausencia del efecto y es relativamente ancho,
podría haberse encontrado una diferencia significativa si el estudio hubiese
tenido más poder o potencia.
Si el valor correspondiente a ausencia de efecto cae fuera de los intervalos de
confianza del 95%, los resultados son estadísticamente significativos al nivel
de 0.05; si los intervalos de confianza incluyen el valor que significa ausencia
de efecto, los resultados no son estadísticamente significativos.
En la literatura médica es mucho más frecuente el uso de los contrastes de
hipótesis como herramienta inferencial que los intervalos de confianza.
Los estimadores puntuales y los intervalos de confianza son utilizados para
caracterizar la precisión estadística de cualquier tasa (incidencia,
prevalencia), comparaciones de tasas (riesgo relativo y atribuible) o cualquier
otra estadística que sea de resumen.
4.2 Error sistemático (sesgos)
Un error sistemático o sesgo es un error en el diseño del estudio, ya sea en la selección
de los sujetos (sesgos de selección) o en la medición de las variables (sesgo de
información o clasificación), que conduce a una estimación incorrecta del efecto o
parámetro que se estudia. Además en especial en el análisis se tienen que identificar las
posibilidades de factores de confusión que no hayan sido previstos en el diseño
relacionado con sesgos de selección.

Sesgos de selección
Cuando las comparaciones se hacen en grupos de pacientes que difieren con respecto a
determinantes del resultado, diferentes de los que están bajo estudio. Los sesgos de
selección también se pueden producir durante el seguimiento de los participantes.

Sesgos de medición
Se produce cuando los sesgos de medición son sistemáticamente diferentes entre
grupos de pacientes, o cuando las mediciones de las variables de estudio son de mala
calidad, que puede estar relacionada con la aplicación de pruebas poco sensibles o
específicas, aplicación de criterios diagnósticos incorrectos e imprecisiones u
omisiones en la recogida de datos.
Es importante tener en cuenta que un error de este tipo una vez introducido, es casi
imposible de enmendar en la fase de análisis, quedando afectada la validez del estudio.
Factores de confusión
Tienen lugar cuando dos factores o procesos están
asociados o viajan juntos y el efecto de uno se confunde
o distorsiona con el efecto del otro, es decir, el
fenómeno de confusión aparece cuando la acción
observada entre un factor de estudio y la variable de
respuesta puede ser total o parcialmente explicada por
una tercera variable (factor de confusión), o por el
contrario, cuando una asociación real queda
enmascarada por este factor. Este tiene que ser un
factor pronóstico de la respuesta y estar asociado a la
variable de estudio y no debe ser un paso intermedio en
la asociación entre el factor de estudio y la respuesta.

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