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CONTRATOS MERCANTILES ATIPICOS


(Consideraciones para el Derecho Mexicano)

Javier ARCEGAKCOLLO

A la memoria de mi padre
José Arce y Cervantes

Revista de Derecho Notarial Mexicano, núm. 101, México, 1990.


DR © Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C.
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El Derecho Mercantil que originalmente nació como una rama autónoma


del Derecho Privado aplicable a los comerciantes, ha evolucionado y ampliado
notablemente su ámbito de aplicación para convertirse, modernamente, en un
conjunto de normas que regulan relaciones de la más diversa índole, relativas
a la actividad económica, a la empresa $ a los empresarios.
Asi, además de la actividad de intermediación que supone la compra y
venta de mercancías, lo que es propiamente el comercio, el Derecho Mercantil
comprende materias tan diferentes como: el Derecho Marítimo y el aero-
náutico, las patentes y marcas (propiedad industrial), el contrato de seguro
con sus modalidades, los títulos de crédito, las sociedades m~rcantiles, la
actividad bancaria y financiera. Recientemente, en su proyección de leyes eco-
nómicas tutelares; el Derecho Mercantil comprende también a las inversiones
extranjeras, la transferencia de tecnología y la protección al consumidor. Estos
últimos ordenamientos participan también de normas propias del Derecho
Administrativo, pues su aplicación involucra a la Administración Pública.
A la tendencia dinámica del Derecho Mercantil, paralela al desarrollo social
y económico, corresponde en México --paradójicamente- una legislación
básica que es quizá el Código más antiguo todavía vigente, Código de Comercio
en vigor desde enero de 1890. Pero, para aliviar este problema y ajustar la
norma mercantil a la realidad económica, el Código de Comercio se ha dero-
gado parcialmente por Leyes especiales como: la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito (1932), la Ley General de Sociedades Mercantiles
(1934), la Ley Sobre el Contrato de Seguro (1935), la Ley de Quiebras y
Suspensión dc Pagos (1942), la Ley de Navegación y Comercio Marítimo
(1963), la Ley Federal de Protección al Consumidor (1975) y otras m& que
no dejan de ser mercantiles aunque reglamenten actividades muy especializa-
das: Ley Reglamentaria del Servicio Público de Banca y Credito (1985), Ley

Conferencia dictada el 4 de ortlibre d~ 1989, en el Foro de An%lisis Jurídico 1989,


del Centro de Estudios Legislativos del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal.

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de Sociedades de Inversión ( 1985), Ley de Organizaciones y Actividades Auxi-


liares del Crédito (1985), Ley del Mercado de Valores (1975), propias del
Derecho Bancario y del Derecho Bursátil.'
Este fenómeno de ajuste del Derecho Mercantil mediante la expedición de
leyes especiales que derogan al Código de Comercio, no es propio de México.
Otros países cuyas instituciones comerciales inspiraron a las leyes mexicanas,
han resuelto de igual manera su actualización del Derecho Mercantil. El Có-
digo de Comercio Francés, de 1807, ha completado su modernización con leyes
como la de banca y crédito (1930), la de valores mobiliarios (1934), propiedad
industrial (1951) y sociedades mercantiles (1966).2 El Código de Comercio
Español de 1885 se ha disgregado en leyes nuevas sobre materias como socie-
dades anónimas (1951), la de asociaciones y uniones de empresa (1963), la
del contrato de seguro (1980), navegación aérea (1960), del crédito y banca
(1962)
En contraste con esta corriente de disgregación del Derecho Mercantil
interno o doméstico, la contratación mercantil internacional reafirma el prin-
cipio de la autonomía privada y tiende a la uniformidad de las normas que
regulan las relaciones mercantiles internacionales, mediante contratos tipo,
convenios internacionales y organismos de carácter m ~ n d i a l . ~
El Derecho Mercantil, "creación pragmática de hombres prácticos intere-
sados en el Comercio" se ha internacionalizadoP Al "universalizarseyyel Dere-
cho Mercantil, actualmente "el foco creador de la normativa comercial", se
ha desplazado (sobre todo después de la Segunda Guerra), a los Estados Uni-
dos de América, lo que se observa en la importación por Europa -y otros
países- "de infinidad de contratos atípicos de colaboración financiera, comer-
cial y tecnológica acuñados con denominación anglosajona ('leasing', 'fac-
toring', 'franchnising', 'licensing', 'know-now', etc.)

1 Véase Mantilla Molina, Roberto: Derecho Mercantil. 159 Edición, Editonal Po-
rrúa. Mkxico, 1975, No. 28.
2 Wase el Code de Commcrce - Dalloz 1981-1982. París, 1982.
8 Vkase El Cddigo de Comercio y Leyes Complementarias. Octava Edición. Editonal
Civitas. Madrid, 1984.
4 Véase Uría, Rodrigo: Derecho Mercantil, 129 edición. Madrid, 1982. Número 5.

5 Merryman, John Henry: La Tradición Jurídica Romano Candnica, Fondo de


Cultura Económica, 1979, p. 33.
6 Vicent Chulia, F., Compendio Critico de Derecho Mercantil, 28 ediciiin, Libreria
Bosch, Barcelona, 1986, pp. 1 y 2.

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"Los actos mercantiles más importantes y más frecuentes son los que en-
gendran obligaciones. Por esta razón el Derecho Mercantil es preponderante-
mente un Derecho de Obligaciones.. . Las obligaciones mercantiles no sólo
dominan el ámbito del Derecho Mercantil, sino también el sector entero de
la contratación privada. La razón es que, en la práctica, el número de con-
tratos puramente civiles es reducidííimo." *
A pesar de que el Derecho Mercantil es, en su concepción clásica, eminen-
temente contractual, la regulación del contrato en general y de algunos contra-
tos en nuestro Código de Comercio es una reglamentación fragmentaria y
escasa que sólo contiene algunas excepciones a las normas generales de las
obligaciones y los contratos del Código CiviL8
"El tráfico mercantil procura siempre la circulación de valores patrimo-
niales. La actividad comercial es, por esencia, actividad mediadora en el des-
plazamiento de cosas, derechos o servicios de un patrimonio a otro, o por
mejor decir, de un titular a otro. ..
Esos medios o instrumentos j,urídicos de
la circulación mercantil son el contrato y el-título de crédito o título valor." "
"El concepto de contrato y las normas generales aplicables a los contratos
mercantiles están contenidos en ciertas disposiciones del derecho común." Este
principio se enuncia en el artículo 81 del COdigo de Comercio que expresa:
"con las modificaciones y restricciones de este Código, serán aplicables a los
actos mercantiles las disposiciones del derecho civil acerca de la capacidad
de los contrayentes y de las excepciones y causas que rescinden o invalidan los
contratos."
En los amplios términos que nuestro Código Civil define al convenio y al
contrato caben los contratos mercantiles, típicos y atípicos. Las disposiciones
legales dicen que: "convenio es el acuerdo de dos o más personas para crear,
transferir, modificar o extinguir obligaciones" (Art. 1792), y contratos son
"los convenios que producen o transfieren las obligaciones y derechos" (Art.
1793). "Esta distinción que tiene su antecedente en el Código Civil Francés,
no es ya reconocida en la actuali'dad, pues nuestro mismo Código Civil hace

7 Garriques, Joaquín, Curso de Derecho Mercantil, Segunda reimpresión, Editorial

Porrúa, México, 1979, Tomo 11, p. 3.


8 Véase Arce Gargollo, Javier, Contratos Mercantiles Atípicos, 2+edición, Editorial

Trillas, México, 1989, pp. 19 y 20.


9 Uria, op. cit., No. 512.
10 Arce Gargollo, op. cit., pp. 23 y 24.

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desaparecer toda importancia de ella al establecer que Jok+cipios relativos


a los contratos se aplican a todos los convenios (Art. 1859) .': l1
Este concepto general, así como el resto de las normas iegulan el con-
trato en general y a algunos contratos civiles en especial, es el concepto y la
normativa que se apIica a1 contrato mercantil mexicano. Sin embargo, no hay
que perder de vista que el contrato mercantil -a diferencia 'del contrato
civil- está informado por las características de. todas las normas mercantiles :
"un mayor rigor en el cumplimiento de las' obligaciones, un mayor -forma-
lismo, a la imposición de una mayor diligencia en el ejercicio de las acciones
o reclamaciones mediante breves plazos de denuncia y de prescripción." "

Nuestra legislación civil -supletoria de la Mercantil según los Arts. 2 9 y


81 del C. de C.-reconoce la libertad o autonomía contractual que supone
la posibilidad de celebrar contratos y actos jurídicos, ya sea que estén estruc-
turado~y regulados por el ordenamiento~legal, o que sean contratos en que
las partes determinen libremente Sti contenido. Se habla así de contratos nomi-
nados o típicos y de contratos innominados O atipicos. En este sentido, el
Art. 1858 del Cbdigo Civil expresamente reconoce los contratos atipicos. Dice
este articulo: "Los contratos que no están especialmente reglamentados en este
Código se regirán. . . ".
El contrato típico -pues esta terminología es más acorde con la moderna
doctrina- "es aquél para el cual existe en la ley una disciplina normativa".13
El contrato atip'co -como concepto negativo del contrato típic- es aquél
que no tiene en una legislación determinada una particular regulación. Estos
conceptos de tipicidad y atipicidad referidos a los contratos y a otras institucio-
nes l4 son relativos, pues el contenido siempre cambiante del ordenamiento
jurídico puede incluir o excluir contratos. La tendencia legislativa mundial
especialmente en el campo mercantil, es la de regular contratos que antes no
estaban disciplinados. Un ejemplo mexicano reciente de este fenómeno es la
11 Sánchez Medal, Ramón, De los contratos civiles, 9+ edición, Editorid Porrúa,

México, 1988, No. 2.


l2 Vicent Chulia, o p . cit., tomo 11, p. 3.
13 Diez Picazo, Luis, Fundamentos del ~ e r e c h oCivil Patrimonial, Editorial Tecnos,
Madrid, 1983, p. 252.
l4 Se habla de sociedades típicas y atipicas; cláusulas tipicas y atipicas; disposicio-
nes típicamente testamentarias, etc.

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regulación, a partir de 1982, del arrendamiento financiero, hoy reglamentado,


en,la Ley de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito. Igualmente,
aunque no se regula específicamente como contrato, el tiempo compartido ha
sido objeto de disposiciones recientes (Diario Oficia8 de 21 de agosto de 1989)
que establece el "Reglamento de la Prestación del Servicio Turístico del Sis-
tema de Tiempo Compartido".
Para atender la proliferación de los contratos atípicos mercantiles, mencio-
naré los contratos mercantiles típicos m,ás importantes, que actualmente regulan
las leyes mexicanas. El Código de Comercio : comisión, depósito, préstamo,
compraventa y transporte terrestre. La Ley General de Sociedades Mercantiles,
el contrato de sociedad y el de asociación en participación. L a Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito, en este sentido la más actualizada, todas
las operaciones de crédito que, en casi todos los casos, son contratos mercan-
tiles : reporto, apertura d e crédito (con sus modalidades) cuenta corriente,
prenda, fideicomiso. La Ley del Contrato de Seguro: el propio contrato que
le da nombre. La Ley de Navegación y Comercio Marítimo, los contratos rela-
cionados con las embarcaciones (compraventas, arrendamiento, fletamento,
agencia). L a Ley Reglamentaria del Servicio Público de Banca y Crédito, las
operaciones activas, pasivas y servicios bancarios."

"No cabe duda que a medida que la civilirnción avanza, son más impor-
tantes los contratos innominados (o atípicos). Hoy se presentan nuevos tipos
de contratos que, si no tienen nombre específico, son de frecuente aplicación." l5
En la doctrina de las figuras atípicas se distinguen dos interesantes con-
ceptos: la tipicidad legislativa y la tipicidad social. Se llama tipicidad legis-
lativa a "la característica de los negocios y contratos que gozan de una peculiar
disciplina legal". La titncidad social "actúa mediante una remisión a las valo-
raciones d e la conciencia social relativas a las manifestaciones de la autono-
mía privada que, en la medida en que el ordenamiento jurídico estima que
responden a una función socialmente htil, son acogidos y tuqtelados por él".1G

15 Diccionario de Derecho Privado, Editorial Labor, Madrid, 1951. Voz: contratos

atípieos y múltiples
1 6 Betti, Emilio, Teoría General de las Obligaciones, Traducción de José Luis de

los Moros, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1970, Tomo 11, p. 70.

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Esta clasificación tiene utilidad para la solución de los dos problemas


básicos que aquejan al negocio atípico, cuando se analiza concretamente
cada caso.
a ) El primer problema de adlninisibiliuhi y vdidez, es el de ver si el con-
trato es admisible en el ordenamiento jurídico y debe considerarse válido, eficaz
y dispone de protección en el ordenamiento jurídico. Ejemplos exagerados de
"contratos atipicos" no válidos serían la compraventa de esclavos, la asociación
para cometer delitos, corretaje matrimonial y otros.
b) El segundo problema de disciplina normativa es el determinar a que
normativa legal está sujeto un determinado acto jurídico atípico, para puntua-
lizar como debe ser interpretado e integradas sus lagunas y deficiencias.
Aquí las soluciones planteadas por los autores son variadas y, al parecer,
ninguna resuelve plenamente el problema.
Nuestro Código Civil -aplicable supletoriamente en materia mercantil-
recoge la llamada teorla de la analogía, al establecer que "los contratos que
no están especialmente reglamentados se regirán. . . en lo que las partes fueren
omisas por las disposiciones del contrato con el que tenga más analogía". (Art.
1858).17
La dificultad práctica de la aplicación de la tesis de la analogía para re-
solver cuáles son las normas supletorias a un determinado contrato atipico,
está en que la analogía -dice Messineo- debe buscarse en la causa del con-
trato,ls y nuestro Código Civil es anticausalista. Ésto obliga al intérprete a
acudir a otros elementos.
En Derecho mercantil son fuentes supletorias, además del Código Civil, la
costumbre, los usos mercantiles y, cuando existe, la jurisprudencia. Tiene espe-
cial relieve el concepto de tipicidad social, pues un contrato legislativamente
atípico -no regulado por la Ley- pero con tipicidad social en cuanto su
práctica cotidiana ha sido aceptada en una comunidad, tiene elementos, prin-
cipios y problemas de interpretación que pueden resolverse con los usos comer-
ciales y jurisprudencia sobre el mismo.

1 7 Aunque este precepto está inspirado, al parecer, en un texto del civilista mexicano
del pasado siglo Manuel Mateos Alarcón, en la doctrina civil la tesis de la analogía la
acepta. Messineo (Ver Borja Martínez, Manuel, El contrato atipico. Su concepto, tiasi-
ficación y disciplina juridica, El Foro, No. 19, México, 1970, p. 50).
l8 Messineo, Francisco, Il contrato in genere, Giuffre Editore, Milán, 1972, tomo
1, pp. 710 a 716.

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¿Cuál es la fuente real de donde nacen los negocios atípicos mercantiles?


Pensamos que Ea empresa o la negociación mercantil ls y la actividad de
ésta constituyen el origen de los principales contratos mercantiles atipicos que
poseen la característica de la tipicidad social. En este amplio concepto de
empresa se incluye a la actividad bancaria y financiera y a la empresa pública.
De hecho, una fuerte tendencia de la doctrina pretende concebir al Derecho
Mercantil como "el ordenamiento privado propio de los empresarios y su esta-
tuto y de la actividad que éstos realizan por medio de la
Los factores" que explican la expansión de los contratos atípicos son:

a ) Nucaos objetos materia de contratación. Además de las mercancías, hay


tecnología, marcas, patentes, derechos, bienes inmateriales.
h ) L a mayor importancia del sector servicios en economías más desarro-
lladas que genera nuevas necesidades y nuevos contratos. Por ejemplo, servicios
financieros, operaciones por computación, asesorías especializadas.
c ) La planeación, programación y complejidad de las empresas que re-
quieren contratos de duración para el aprovisionamiento de materias primas,
contratación de servicios, distribución de sus productos. Ésto ya no se resuelve
con contratos aislados.
d) El desplazamiento del centro de creación del Derecho Mercantil hacia
países anglosajones y la internacionalización de esta rama del Derecho que
obliga a usar una tipología contractual distinta que debe adaptarse a órdenes
jurídicos de otra tradición.

ALGUNOS
CONTRATOS MERCANTILES ATÍPICOS
QUE SE PRACTICAN E N MÉXICO
En el viejo esquema del Código de Comercio no caben ya los nuevos tipos
contratos que la empresa requiere. Sin embargo, no puedei dejar de recono-

'!' La definición de Mantil!a es acertada. "Conjunto de cosas y derechos combina-

dos para obtener u ofrecer al público bienes o servicios, sistemáticamente y con propó-
sitos de lucro" (Mantilla, op. cit., No. 1 2 2 ) .
2 0 Broseta Pont, Manuel, Manual de Derecho Mercantil, 7s edición, Editorial
Tecnos, Madrid, 1987, p. 60.
1' Algunas de estas ideas están tomadas de Vicent Chulia, op. cit., Tomo 11,
pp. 43 a 47.

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cene que los primitivos moldes de estas figuras contractuales (subsisten en


sus principales) subsisten en sus principios en el desarrollo y evolución,de estos
negocios comerciales, y 'estos. principios son, muchas veces, aplicables -supleto-
rianiente a estos novedosos contratos.
La compraventa -ccprototipo del acto de ~omerc'io"22 es el' contrato base
de estas figuras traslativas de dominio:

a ) El suministro "es el contrato por el que una parte (suministrador) se


obliga mediante un precio, a ejecutar a favor de otra (suministrado) presta-
ciones periódicas o continuadas de cosas".23
b) El' estimatorio -comercialmente conocido como consignación y con
antecedentes en el Derecho Romano- es el "contrato por el que una parte
consigna una o más cosas muebles a la otra y ésta se obliga a pagar el precio,
salvo que restituya la cosa en el término e~tablecido".~~
c) El de distribución -cuyos más remotos antecedentes están en las cer-
vezerías alemanas de finales del siglo XIX "es aquél por el que el distribuidor
se obliga a adquirir comercializar y revender, a nombre y por cuenta propia,
los productos del fabricante o productor en los términos y condiciones de re-
venta que éste señale".26
De los contratos financieros, que es el préstamo mercantil y el más moder-
no concepto de apertura de crédito, no satisfacen las necesidades de las partes,
podemos mencionar :

d) El arrendamiento financiero ("leasing") como contrato típico en México


a partir de 1982, que está regulado por la Ley de Organizaciones y Activida-
des Auxiliares del Crédito y que, como figura ccsui-generis"combina elementos
del arrendamiento civil, de la compraventa en abonos y tiene entre sus ele-
mentos esenciales una opción.28Este contrato es muy útil a la empresa para la
adquisición de bienes de capital y sólo pueden celebrarlo -habitual y pro-
fesionalmente- las arrendadoras financieras.

22 Uría, op. cit., pp. 483.


23 Sánchez Calero, Fernando, Instituciones de Derecho, Mercantil, 6* edición, Edit.
Clares, Valladolid, 1977, p. 392.
24 Definición del articulo 1556 del Codice Civile (Italiano) de 1942.
25 Arce Gargollo, op. cit., p. 177
26 Véase la definición de los arti. 25 y 27 de la citada Ley y las características

que para este contrato señala el articulo 15 del Código Fiscal.

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e ) El factoraje ("factoring") es, también un contrato de naturaJeza fi-


nanciera sobre el que acaban de dictarse en nuestro país algunas disposiciones
para las empresas que lo celebran como factor. Se ha definido como "aquel
contrato, en el que el acreedor cede su crédito a otra persona, generalmente
denominada "factor" que hace efectivo el crédito y se encarga igualmente
de la contabilidad del primero, así como de cualquier actividad relacionada
con el cobro del crédito".27 Existe una promesa de cesión de créditos (promesa
de venta de facturas), y otros servicios, que los actuales tipos contractuales no
resuelven a satisfacción.
Los contratos de gestión de intereses ajenos, que es género de la interme-
diación comercial, no se ajustan al tradicional contrato de mandato (civil) o
comisión que regulan nuestros ordenamientos. Sus variables han dado origen
a negocios atípicos.

f ) Además de la comisión, el corretaje (o mediación), es un contrato atí-


pico que nuestro Derecho no reglamenta y que se celebra cotidianamente. Se
define como "aquél en el que una de las partes se obliga a abonar a otra, llama-
da mediador o corredor, la remuneración por el hecho de indicar la oportu-
nidad de celebrar un contrato o por el hecho de conseguir por su propia
actividad esa ~elebración".~~
g) La agenicia, como comisión a largo plazo es un contrato por el que
"una parte asume de manera estable el encargo de promover por cuenta de
la otra, mediante retribución, la conclusión de contratos en una zona deter-
minada''.29
L a prestación de sertrlcios en materia mercantil es muy amplia, y el molde
del Código Civil resulta insuficiente para nuevos contratos.
h ) El contrato de transferencia de tecnología, con sus múltiples variacio-
nes, abarca relaciones tan amplias como la cesión de patentes y marcas, el uso
de las mismas, los conocimientos técnicos, el "know-how", la licencia para
producir ciertos productos, la llamada ingeniería de detalle y de proceso.
i ) El sistema de tiempo compartido ("time sharing"), de gran auge inter-
nacional en el Lmbito del turismo, ha sido recientemente definido como: "El
servicio principal del establecimiento es proporcionar a una persona, a cambio

27 Definición de Canaris citada por Vicent Chulia, o p . cit., Tomo 11, p. 246.
Garrigues, op. cit., Tomo 11, p. 122.
29 Artículo 1742 del Codice Civile (Italiano).

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de un precio cierto y determinado, el uso y goce de un bien o parte del mis-


mo, ya sea una unidad cierta considerada en lo individual o una unidad
variable dentro de una clase determinada durante un periodo específico, a
intervalos previamente establecidos, determinados o detenninables."
j) De naturaleza sui generis, y con cierta semejanza a la concesión admi-
nistrativa, se promueve recientemente el contrato de franquicia (f'franchise") ,
se ha definido como "una licencia del propietario de una marca o nombre
comercial, mediante el cual se permite que otro venda un producto o un servicic
bajo ese nombre o marca".31 Es un negocio muy amplio con múltiples va-
riantes. Se ha regulado a partir de los años ochentas por diversos Estados de
la Unión Americana.
En el campo de las sociedades, dos figuras atípicas mercantiles resaltan:

k ) El precontrato de sociedad, o promesa de sociedad conocido como


CCjoint-~ent~re".
1) Los pactos entre accionistas para control de sociedades, de dudosa le-
galidad atento al artículo 198 de la Ley General de Sociedades Mercantiles,
y que se conocen como 'cn'nd'icatos de accionistas".

,Cómo se reconoce en un ordenamiento la aceptación e introducción de


la figura atipica?
Hay diversas etapas de ingreso de una figura contractual atipica a un or-
denamiento jurídico concreto.
En primer término, la celebración periódica del contrato entre particulares
llevará algunos casos a los jueces, quienes dictarán las primeras resoluciones
particulares sobre un determinado negocio atípico. En México ya aparecen
algunas tesis que utilizan la denominación de contratos atipicos como el sumi-
nistro o el arrendamiento financiero (en la actualidad contrato típico).
En una segunda etapa, las necesidades económicas sociales que resuelve un
determinado contrato atípico reciben reconocimiento por disposiciones de carác-

30 Artículo 18 del Reglamento de la Prestación del Servicio Turístico del Sistema

de Tiempo Compartido (publicado en el Diario Oficial de 21 de agosto de 1989).


31 Black's Law Dictionary, 5* edición, 1979. Voz: "franchise".

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ter fiscal o administrativo, que son normas más ágiles que las propias del
Derecho Privado. En estas disposiciones generalmente el objeto de la regula-
ción no es el contrato sino la actividad que supone la celebración del contrato,
la relación de las partes con el Estado, la organización de quien presta el
servicio y otros aspectos. En México hay claros ejemplos de este fenómeno.

a ) El contrato de trmsferencia y tecnologia, con su variada gama de ma-


terias, está regulado desde el 28 de diciembre de 1972 (la Nueva Ley es del
año 1982) por una ley de carácter administrativo.
b ) El transporte multimodal internacional, está reglamentado por dispo-
siciones dictadas el 16 de agosto de 1982, también con un matiz administrativo.
c ) El arrendamiento financiero estuvo primeramente reconocido en la Ley
del Impuesto sobre la Renta en el año de 1974, antes de su regulación general
en el Código Fiscal (1983) y su posterior reglamentación, como contrato, en la
Ley de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito desde 1982 en
el antecedente de esta ley.
d) Sobre el contrato de factoraje, cuya denominación ya tiene reconoci-
miento en el Derecho Mexicano, se han dictado disposiciones que aparecieron
en el año de 1989.
e) El contrato de tiempo compartido ha sido objeto de regulación en el
Reglamento del Servicio Turístico de tiempo compartido publicado en el mes
de agosto de 1989.
Por último, será la legislación civil o la mercantil, generalmente en leyes
especiales, la que regule una figura atípica y la convierta en típica cuando
reglamente la relación de derecho privado entre los particulares. En México,
el ejemplo de este fenómeno es la ya citada regulación del arrendamiento fi-
nanciero.

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