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literarios
Desde épocas muy antiguas, los filósofos y teóricos de la literatura han tratado de establecercategorías que
buscan explicar y agrupar las distintas producciones literarias. Anteriormente (Introducción a la literatura),
decíamos que cuando nosotros vemos un texto literario (incluso antes de leerlo) lo reconocemos como poesía o
como teatro o como novela o como ensayo. Generalmente no pensamos en lo que queremos decir con poesía o
con ensayo, simplemente hacemos uso de nuestra experiencia como lectores. También recordamos las
clasificaciones que vemos en las editoriales o en los libros que leímos en el colegio. Al leer ahora los textos
literarios de este curso, vamos a necesitar profundizar un poco más en el sentido de esas clasificaciones que
denominamos géneros literarios y de qué modo nos ayudan en el análisis de la obra literaria. La
palabra género proviene del latín genus que significa linaje, especie, género. Nosotros lo hemos estudiado ya
como categoría gramatical: género femenino y género masculino. Ahora lo vamos a estudiar en el contexto de la
literatura en un intento de agrupar las obras literarias.
1. Cuando veo un texto y lo clasifico como poesía o como obra de teatro, estoy haciendo referencia sólo a
la forma ¿es la forma el único criterio para la clasificación de un texto en un género literario?
En efecto, esa primera clasificación espontánea presta atención únicamente a la forma. De ese modo separamos
también en un principio la prosa de la poesía. Pero todos sabemos igualmente que si colocamos los versos de un
poema seguidos no tenemos “prosa” y que si dividimos las líneas de un texto en prosa, tampoco creamos poesía.
Por eso los críticos literarios han tratado de encontrar otros criterios que no sean formales. Así se propone que el
teatro se escribe para ser representado, la poesía para ser recitada (declamada, leída en voz alta), la narrativa
para ser imaginada y el ensayo para ser meditado.
2. Pero esta clasificación parece tan arbitraria como la anterior, pues yo puedo leer una poesía en silencio
y meditar una obra de teatro. ¿Para qué usamos entonces la clasificación en géneros?
Sí, la clasificación anterior es, hasta cierto punto, tan arbitraria como la clasificación que dependía de la forma.
Sin embargo, ambas nos ayudan en la lectura. La forma es una convención aceptada tanto por el autor como
por el lector y el mundo editorial; es decir, tiene un sentido histórico. La segunda clasificación refleja una
característica fundamental de cada uno de los textos: para descubrir el ritmo de un poema, parece que es
necesario declamarlo (leerlo en voz alta); la obra de teatro adquiere una dimensión mucho más completa cuando
la vemos representada; el ensayo se escribe para incitar, motivar, a la reflexión, mientras que en el cuento o en
la novela, generalmente, se crea un mundo, más o menos real o fantástico, y se pide al lector que lo acepte.
3. Entonces, ¿qué criterios debemos seguir para comprender la clasificación en géneros literarios?
Este es un tema de debate entre los especialistas de la literatura de todos los tiempos. Pero, para los objetivos de
nuestro curso de apreciación de la literatura nos vale con considerar brevemente las dos posiciones
fundamentales ante el concepto de géneros: los críticos hablan de géneros naturales y de géneros históricos. Los
primeros hacen referencia a principios de comunicación y los segundos a la transformación a través de los
tiempos.
6. Entendido de ese modo, ¿los géneros naturales e históricos son parte de un mismo proceso?
Así es, en efecto. En este curso nos vamos a centrar en las construcciones culturales que representan los géneros
históricos y los textos en este curso se encuentran agrupados en cuatro
géneros: poesía, narrativa, ensayo y teatro.
8. Luego, ¿los géneros son una especie de retórica, de reglas, que los autores deben seguir?
No. Los autores son libres en la fase creativa. Por eso los géneros están en un proceso constante de
transformación. No obstante, el código del género que comparte el lector es importante en el momento de la
lectura y por tanto en el momento de la comunicación. Los autores son libres de usar un género u otro, o de
mezclar diversos géneros en una obra literaria, pero necesitan ser conscientes de que el lector los va a leer con
los prejuicios de los géneros que dominan en su momento histórico.
9. ¿Significa eso que el lector juzga una obra literaria según se ajuste al código del género a que
pertenece?
Eso sucede muchas veces cuando la obra literaria sale fuera de las expectativas de género del lector. Pero
nosotros en este curso vamos a profundizar en la comprensión del texto literario en sí mismo. Las características
de los géneros nos van a servir sólo como guía. Muchas veces el valor de una obra literaria depende en gran
medida de cómo rompe con las reglas hasta entonces aceptadas para un género concreto.
(Gómez-Martínez)
1. Cuando veo un texto y lo clasifico como poesía o como obra de teatro, estoy haciendo referencia sólo a
la forma ¿es la forma el único criterio para la clasificación de un texto en un género literario?
En efecto, esa primera clasificación espontánea presta atención únicamente a la forma. De ese modo separamos
también en un principio la prosa de la poesía. Pero todos sabemos igualmente que si colocamos los versos de un
poema seguidos no tenemos “prosa” y que si dividimos las líneas de un texto en prosa, tampoco creamos poesía.
Por eso los críticos literarios han tratado de encontrar otros criterios que no sean formales. Así se propone que el
teatro se escribe para ser representado, la poesía para ser recitada (declamada, leída en voz alta), la narrativa
para ser imaginada y el ensayo para ser meditado.
2. Pero esta clasificación parece tan arbitraria como la anterior, pues yo puedo leer una poesía en silencio
y meditar una obra de teatro. ¿Para qué usamos entonces la clasificación en géneros?
Sí, la clasificación anterior es, hasta cierto punto, tan arbitraria como la clasificación que dependía de la forma.
Sin embargo, ambas nos ayudan en la lectura. La forma es una convención aceptada tanto por el autor como
por el lector y el mundo editorial; es decir, tiene un sentido histórico. La segunda clasificación refleja una
característica fundamental de cada uno de los textos: para descubrir el ritmo de un poema, parece que es
necesario declamarlo (leerlo en voz alta); la obra de teatro adquiere una dimensión mucho más completa cuando
la vemos representada; el ensayo se escribe para incitar, motivar, a la reflexión, mientras que en el cuento o en
la novela, generalmente, se crea un mundo, más o menos real o fantástico, y se pide al lector que lo acepte.
3. Entonces, ¿qué criterios debemos seguir para comprender la clasificación en géneros literarios?
Este es un tema de debate entre los especialistas de la literatura de todos los tiempos. Pero, para los objetivos de
nuestro curso de apreciación de la literatura nos vale con considerar brevemente las dos posiciones
fundamentales ante el concepto de géneros: los críticos hablan de géneros naturales y de géneros históricos. Los
primeros hacen referencia a principios de comunicación y los segundos a la transformación a través de los
tiempos.
6. Entendido de ese modo, ¿los géneros naturales e históricos son parte de un mismo proceso?
Así es, en efecto. En este curso nos vamos a centrar en las construcciones culturales que representan los géneros
históricos y los textos en este curso se encuentran agrupados en cuatro
géneros: poesía, narrativa, ensayo y teatro.
8. Luego, ¿los géneros son una especie de retórica, de reglas, que los autores deben seguir?
No. Los autores son libres en la fase creativa. Por eso los géneros están en un proceso constante de
transformación. No obstante, el código del género que comparte el lector es importante en el momento de la
lectura y por tanto en el momento de la comunicación. Los autores son libres de usar un género u otro, o de
mezclar diversos géneros en una obra literaria, pero necesitan ser conscientes de que el lector los va a leer con
los prejuicios de los géneros que dominan en su momento histórico.
9. ¿Significa eso que el lector juzga una obra literaria según se ajuste al código del género a que
pertenece?
Eso sucede muchas veces cuando la obra literaria sale fuera de las expectativas de género del lector. Pero
nosotros en este curso vamos a profundizar en la comprensión del texto literario en sí mismo. Las características
de los géneros nos van a servir sólo como guía. Muchas veces el valor de una obra literaria depende en gran
medida de cómo rompe con las reglas hasta entonces aceptadas para un género concreto.
(Gómez-Martínez)
2º Secundaria - Bloque II
2º Secundaria - Bloque III
2º Secundaria - Bloque IV
1. Cuando veo un texto y lo clasifico como poesía o como obra de teatro, estoy haciendo referencia sólo a
la forma ¿es la forma el único criterio para la clasificación de un texto en un género literario?
En efecto, esa primera clasificación espontánea presta atención únicamente a la forma. De ese modo separamos
también en un principio la prosa de la poesía. Pero todos sabemos igualmente que si colocamos los versos de un
poema seguidos no tenemos “prosa” y que si dividimos las líneas de un texto en prosa, tampoco creamos poesía.
Por eso los críticos literarios han tratado de encontrar otros criterios que no sean formales. Así se propone que el
teatro se escribe para ser representado, la poesía para ser recitada (declamada, leída en voz alta), la narrativa
para ser imaginada y el ensayo para ser meditado.
2. Pero esta clasificación parece tan arbitraria como la anterior, pues yo puedo leer una poesía en silencio
y meditar una obra de teatro. ¿Para qué usamos entonces la clasificación en géneros?
Sí, la clasificación anterior es, hasta cierto punto, tan arbitraria como la clasificación que dependía de la forma.
Sin embargo, ambas nos ayudan en la lectura. La forma es una convención aceptada tanto por el autor como
por el lector y el mundo editorial; es decir, tiene un sentido histórico. La segunda clasificación refleja una
característica fundamental de cada uno de los textos: para descubrir el ritmo de un poema, parece que es
necesario declamarlo (leerlo en voz alta); la obra de teatro adquiere una dimensión mucho más completa cuando
la vemos representada; el ensayo se escribe para incitar, motivar, a la reflexión, mientras que en el cuento o en
la novela, generalmente, se crea un mundo, más o menos real o fantástico, y se pide al lector que lo acepte.
3. Entonces, ¿qué criterios debemos seguir para comprender la clasificación en géneros literarios?
Este es un tema de debate entre los especialistas de la literatura de todos los tiempos. Pero, para los objetivos de
nuestro curso de apreciación de la literatura nos vale con considerar brevemente las dos posiciones
fundamentales ante el concepto de géneros: los críticos hablan de géneros naturales y de géneros históricos. Los
primeros hacen referencia a principios de comunicación y los segundos a la transformación a través de los
tiempos.
6. Entendido de ese modo, ¿los géneros naturales e históricos son parte de un mismo proceso?
Así es, en efecto. En este curso nos vamos a centrar en las construcciones culturales que representan los géneros
históricos y los textos en este curso se encuentran agrupados en cuatro
géneros: poesía, narrativa, ensayo y teatro.
8. Luego, ¿los géneros son una especie de retórica, de reglas, que los autores deben seguir?
No. Los autores son libres en la fase creativa. Por eso los géneros están en un proceso constante de
transformación. No obstante, el código del género que comparte el lector es importante en el momento de la
lectura y por tanto en el momento de la comunicación. Los autores son libres de usar un género u otro, o de
mezclar diversos géneros en una obra literaria, pero necesitan ser conscientes de que el lector los va a leer con
los prejuicios de los géneros que dominan en su momento histórico.
9. ¿Significa eso que el lector juzga una obra literaria según se ajuste al código del género a que
pertenece?
Eso sucede muchas veces cuando la obra literaria sale fuera de las expectativas de género del lector. Pero
nosotros en este curso vamos a profundizar en la comprensión del texto literario en sí mismo. Las características
de los géneros nos van a servir sólo como guía. Muchas veces el valor de una obra literaria depende en gran
medida de cómo rompe con las reglas hasta entonces aceptadas para un género concreto.
(Gómez-Martínez)
pablo carbone
En este curso el docente de literatura encontrará los lineamientos necesarios para trabajar el ensayo
literario en sus estudiantes de secundaria. El ensayo forma parte de los grandes géneros de la literatura e
implica una reflexión subjetiva profunda y persuasiva en su estructura.
Fomentar el ejercicio de la escritura de ensayos literarios en los estudiantes de secundaria, permite abrir un
espacio, para que puedan expresar sus puntos de vista sobre algún tema en particular.
Cabe hacer una diferenciación entre el ensayo literario y el ensayo científico. El primero hace referencia a
una argumentación con propósitos estéticos; mientras que el segundo, muestra un claro énfasis en el
razonamiento de las ideas.
* Selección del tema: se deben tener los conocimientos básicos del tema que se va escoger. El docente
debe inducir a sus estudiantes a que seleccionen una temática de su interés. Éstos deben conocer las
fuentes de donde extraer la información.
* Punto de vista: Al ser el ensayo un género subjetivo, el estudiante puede volcar en el sus pensamientos e
ideas, las cuales pueden estar a favor o en contra del tema seleccionado. El docente deberá alentar a sus
estudiantes a la libre expresión de éstas.
* El formato: Se recomienda que la extensión del ensayo sea breve. El estudiante debe encontrar su propio
estilo a la hora de redactar su texto. Se debe buscar la síntesis.
El maestro, como sujeto facilitador de los conocimientos, debe tomar en cuenta los siguientes aspectos al
momento de enseñar a sus estudiantes a redactar un ensayo literario.
* No debe imponer ninguna temática; sino ayudar al estudiante a aclarar su idea primaria.
* Debe hacer un seguimiento del proceso de construcción del ensayo literario de sus estudiantes.
* Evaluar cuestiones relacionadas con la gramática, la ortografía y el estilo desarrollado por los estudiantes.
De acuerdo a su estructura, el ensayo debe presentarse en un determinado orden, que se señala a continuación.
Portada: es la primera hoja, y corresponde a la presentación del ensayo. Deben considerarse en los siguientes puntos:
Institución, asignatura, título o tema del ensayo, autor, lugar y fecha. Todo distribuido en toda la hoja con letras
mayúsculas.
Introducción: es el 10% del ensayo y abarca más o menos media hoja. Está compuesta de tres partes, un párrafo para
cada una de ellas. La justificación de por qué se escogió el tema del ensayo y por qué se elaboró el mismo. El contenido
del ensayo, o sea, de qué trata. Y finalmente las limitaciones que se tuvieron para realizarlo.
El desarrollo: constituye el 80% del ensayo; abarca más o menos de 4 a 5 páginas. En él va todo el tema desarrollado,
utilizando la estructura interna: 60% de síntesis, 20% de resumen y 20% de comentario.
Las conclusiones: contemplan el otro 10% del ensayo, alrededor de media página. En ellas se expresa la relevancia del
tema, la importancia, la manera de llevar a cabo las recomendaciones o aportaciones.
Se añade la bibliografía, que incluye las fuentes en las que se fundamentó el ensayo. Se colocan en orden alfabético,
iniciando por el apellido y nombre del autor, luego el título del libro consultado, la editorial, país o ciudad y la fecha de
impresión.
En un primer momento se puede indicar a los estudiantes que escriban un ensayo considerando los aspectos
mencionados y escribiendo las partes separadas. De esa manera, paulatinamente se llega a estructurar un ensayo con
todas las partes seguidas como si se tratase de un solo capítulo o de un solo artículo. No es necesario, entonces, que
lleve el nombre de cada parte: introducción, desarrollo y conclusiones.
Fuentes de información
Danhke, citado en Hernández, Fernández y Baptista (2003:67) identifica tres tipos de fuentes de información:
Fuentes Primarias: constituyen el propósito de la investigación bibliográfica y entregan al lector datos de primera mano.
Ejemplo: libros, monografías, tesis, documentos oficiales, testimonios, documentales
Fuentes secundarias: en este tipo ya se ha realizado un trabajo de interpretación, es decir, es información reprocesada
de primera mano. Ejemplo: compilaciones, resúmenes, listado de referencias publicadas en un área de conocimiento en
particular.
Fuentes terciarias: son aquellos documentos que reúnen nombres y títulos de revistas y otras publicaciones periódicas,
así como el nombre de boletines, conferencias y simposios, sitios web, entre otros.
LOCALIZACIÓN
En torno a 1888 surge en España e Hispanoamérica un movimiento cultural como consecuencia de la crisis
universal que se estaba Produciendo con la disolución del siglo XIX, denominado Modernismo. Esta crisis habría de
manifestarse en el arte, la literatura, la ciencia, la religión, la política y en otros muchos aspectos,
representando así un verdadero cambio histórico. En literatura este movimiento representó una ruptura con la
estética vigente y un gran afán de renovación estética. La critica actual ha coincidido en ver, en las ralees de
esta literatura, un profundo desacuerdo con las formas de vida, de la civilización burguesa. Ese rechazo de la
literatura vigente les hizo volver Los ojos hacia otras literaturas, con especial atención a tos románticos como
Víctor Hugo y a las corrientes francesas como el Parnasianismo y el Simbolismo. De este modo el Modernismo
hispánico toma de los parnasianos franceses la concepción de una poesía de gran belleza, el anhelo de perfección
formal, los temas exóticos y los valores sensoriales. Y de los simbolistas, la visión simbolista de la vida, el arte de
sugerir y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variadamusicalidad,entre otras cosas. También recogen
influencias de escritores norteamericanos como Edgar Allan Poe, mode Lo de perfección y de misterio, ingleses
como Oscar Wilde e italianos como Gabrielie D’Anunzio lodas esta influencias derivan del despego de lo español
más inmediato, (habrá una gran excepción, la influencia de Bécquer)aunque no de la tradición medieval hispánica
.
La temática del Modernismo apunta en dos direcciones. La más señalada es la que atiende a la exterioridad
sensible (lo Legendario y Lo pagano, lo exótico, etc); sin embargo, todo el lo no es mas que una parte de la
temática modernista, y no la más import ante. La otra linea apunta a la intimidad del poeta, con su vitalismo y so
sensualidad, pero también con su melancolía y su angustia. Es a partir de este segundo punto como se
desarrollara el sentido unitario de la temática del Modernismo.
Juan Ramón Jinénez fue un escritor dedicado por completo a su obra y a una exigente e inacabable persecución
de la belleza. Hay, por tanto,una permanente inquietud y una constante búsqueda, que explican su peculiar
evolución. En esta trayectoria ininterrumpida, suelen distinguirse tres etapas: una primera eapa Hamaca
sensitiva, una segunda etapa llamada intelectual y una tercera llamada “suficiente”o “verdadera”, según sus
propias palabras. Juan Ramón ,Jiménez empieza a escribir cuando se está desarrollando en España el
Modernismo, por lo que se ve influenciadoen cierta medida por dicho movimiento sobre todo en su primera etapa
como escritor, la llamada sensitiva.
En esta primera etapa que va desde sus comienzos hasta el año 1915 aproximadamente se observa una
clara influencia de Bécquer, como en su libroArias tristes (1903), y también se acusa muy pronto, como
he dicho anteriormente, el influjo modernista. De esta etapa son sus Elejías, una trilogía escrita en 1910,
dividida en “puras”, “intermedias” y “lamentables”.
Como he dicho anteriormente el Modernismo hispánico llevado por un rechazo de la literatura española
de finales de siglo, recoge influencias de otras literaturas. Pero la influencia de Bécquer y de los
románticos, en general, es muy importante.
De este modo se ha dicho que existe un especie de “filiación romántica” del Modernismo. En efecto, son
notables las afinidades entre románticos y modernistas: análogo malestar, análogo rechazo de una
sociedad en la que no haya lugar la poesía, parecida sensación de desarraigo, de soledad, etc. Hay
también una preocupación por la muerte y la fugacidad de las cosas, de la vida.
También como el romántico, el modernista cree que la literatura, la poesía, pueden ofrecer consuelo o
evasión de la realidad. Y buscan una evasión en el tiempo y en el espacio. La realidad es tan horrible para
ellos como para los románticos. Existen, de igual modo, manifestaciones de tedio y profunda tristeza; la
melancolía es un sentimiento central. El poeta hallará motivo para encontrarse o mostrarse melancólico
en todo: frente a la mujer, frente a la vida, analizándose interiormente.
Estas características influirán definitivamente en Juan Ramón Jiménez y se sentirá identificado con ellas
en su primera etapa como a o largo de toda su obra. Cabe destacar como pasa de escribir primero
unas Arias tristes y cómo esa tristeza va derivando en otra mayor en Elejías lamentables. Una aria es un
canto triste pero una elegía va dirigida a una persona muerta, lo que la hace todavía más triste. Además
son “lamentables” en el sentido de que pueden producir todavía más lamento, más llanto. En este libro la
hermosura del mundo se acrecienta por contraste con la realidad del alma, con la melancolía del poeta.
Es un libro, como los dos restantes que componen la trilogía, de nostalgias a donde asoma la infancia, el
amor, imágenes del pasado inmediato, envuelto todo en una neblina coloreada, que al hermosear lo de
ayer, hace más turbio y gris el presente.
MÉTRICA
En cuanto a la métrica, podríamos decir que el poema está compuesto predominantemente por versos de
arte mayor de catorce sílabas, llamados alejandrinos. El alejandrino es el verso preferido del Modernismo
aunque enriquecido con nuevos esquemas acentuales y con predominio de los ritmos muy marcados.
Además con estos se combinan por vez primera los versos trimembres. Son muchas las modalidades que
los modernistas inventan o toman de la métrica francesa. Así, el soneto recibe un tratamiento especial: se
escriben sonetos de los más variados versos, especialmente en alejandrinos, pero también versos de
desigual medida o con disposición variada de las rimas. Con todo, lo esencial es no limitarse a las estrofas
consagradas.
En este poema veremos cómo Juan Ramón Jiménez recoge muchos de esos rasgos modernistas.
ESTRUCTURA
El poema está dividido en tres estrofas de cuatro versos cada una con rima consonante en todo el poema,
llamadas serventesios. Por ello podría tratarse de un ejemplo de esa especie de soneto distinto innovado
por los modernistas que intenta alejarse en cierta medida de las estrofas consagradas.
(vv. 1 al 8).
Aunque el poema esté claramente dividido en dos partes, cabe destacar que en los dos últimos versos
del poema, el poeta alude de nuevo a su infancia y vuelve a describir una parte de ella.
TEMA
El tema expresado a través del poema es el profundo desengaño y la desilusión que siente el hombre ante
la realidad de la vida. De niño la vida se le presenta envuelta en una imagen encantadora, de libertad, de
belleza, de sencillez ,etc. En cambio, cuando ese niño crece la realidad se le presenta de golpe para decirle
bruscamente la verdad, para decirle cómo es ella en realidad. Entonces ese niño se va dando cuenta de
que la vida ya no es tan encantadora, ni tan bella, sino horriblemente real, con sus encantos y sus defectos,
pero real y va dejando, por tanto, de ser niño. La vida ya no se le presenta envuelta en un mágico manto,
la niñez, sino tal y como es. Entonces se produce el desengaño, la desilusión y el desconsuelo. La
descripción idealizada de su infancia permite al poeta mostrar y señalar lo cruel y doloroso de conocer la
realidad de la vida.
Este poema pertenece al libro Elejías lamentables, lo que advierte desde el principio de su tono triste y
doloroso.
Una exclamación encierra toda la primera parte del poema. El objetivo de este tono exclamativo es señalar
las palabras que contiene. Este tono además, crea la sensación de que el autor habla desde el presente
de su infancia y de todas las cosas con las que la identifica, con añoranza, con tristeza quizá porque en
ese presente esas cosas no son las mismas. Mediante ese tono exclamativo advertimos que el poeta está
hablando de algo importante para él, su infancia. Por ello, “infancia” es la palabra con la que abre el poema
y así su primera parte y además una pieza clave para entender el poema. Ese es el motivo de que sea el
único componente de la primera exclamación ya que merece ser señalada de una manera especial. A partir
de esa primera exclamación y hasta el octavo verso el poeta irá describiendo cómo era su infancia, y lo
hará a través de la enumeración, entre otros recursos.
Gracias a ella, las palabras aparecerán situadas en el texto de una manera especial, es decir, colocadas
en aparente desorden, inconexas y separadas por comas, de tal modo que parecen estar escritas tal y
como los recuerdos se agolpan en la mente del escritor. Sin embargo, mantienen un orden en cuanto a
que todas ellas describen y forman parte de su niñez. En la primera estrofa el poeta habla de un “campo
verde”, podría ser grande, seco o cualquier otra cosa pero elige un color, el verde, para simbolizar el color
que tiene el campo cuando florece.
Habla del “sol”, de una “mariposa” y de un “cenit azul”, existiendo en últimos términos una metáfora del
cielo. Todos ellos son elementos que componen, como dirá más tarde el poeta, una típica tarde primaveral.
Todo ello y la utilización además de palabras como “campanario”, resulta muy sugerente y demuestra que
Juan Ramón Jiménez trabajaba mucho sus poemas de manera que, como vemos aquí, con escasos
elementos que aluden a partes simbólicas de cualquier pueblo hace posible imaginar y aproximarse
fácilmente a esa infancia.
Podemos comprobar también cómo Juan Ramón Jiménez hace una fusión de las influencias tomadas del
Parnasianismo y el Simbolismo y mezcla por un lado el anhelo de perfección formal y por otro el arte de
sugerir. Como he dicho anteriormente, hay en el autor modernista un deseo de evasión de la realidad en
el espacio, conocida como “exotismo”. Los temas exóticos son además frecuentes en el Parnasianismo
francés. Podría deducirse entonces que Juan Ramón Jiménez recoge en la palabra “palmera” esa
influencia y la utiliza en el poema para dotar al paisaje de su infancia de un valor sugerente, exótico. Sin
embargo, las palmeras no son exclusivas de países exóticos y muy probablemente existieran en su pueblo
natal por lo que no parece tener aquí un claro significado exótico.
El poeta quiere expresar que su infancia era el único modo a través del cual poder mirar la naturaleza, el
mundo y verlo lleno de colores, de belleza y sentirse completamente feliz. Mediante una metáfora
aposicional el autor identifica el sol con una mariposa que intenta inútilmente, con el color de sus alas o
tal vez con su belleza -quizá se refiere a eso cuando dice “rosa”- poner una nota de color que contraste
con el gran azul del cielo. El sol, como la mariposa intenta con sus rayos dar un tono diferente en contraste
con el del cielo. Pero sus rayos sólo consiguen dar una “caricia rosa”. Los rayos del sol, simbolizados
posiblemente en las alas de la mariposa, son rosas por lo que pierden toda la fuerza e intensidad de su
color originario.
Está muy bien empleado aquí el verbo “colgabas” porque además de advertirnos de que durante esta
primera estrofa el poeta está hablando de algo que ocurría en el pasado, simboliza de forma insólita como
el sol, según lo vemos nosotros, está colocado en la parte más alta, en el “cenit” del cielo, como si
estuviera colgado. Como he dicho anteriormente, el poeta a través de esta magnífica metáfora el quiere
expresar casi hiperbólicamente que el sol representa tan sólo una pequeña nota de luz comparado con la
intensidad del azul del cielo de esa tarde de primavera. Es tan leve su color que parece una pincelada, una
“caricia”.
Existe en el último verso una sinestesia en los términos “caricia rosa” que contribuye a señalar el sentido
de la metáfora. El color que desprende el sol es una pincelada y además rosa, es decir, leve, suave.
Aparece en esta parte del poema el azul como color máximo, como el más intenso, como el más
predominante.
El azul era el preferido de los románticos y para los simbolistas representaba lo ideal, la verdad que se
haya oculta tras la apariencia de los objetos. Para los simbolistas el mundo de lo sensible es sólo un
reflejo o símbolo de las realidades escondidas y la misión del poeta es descubrirlas. Por ello su poesía
pretende sugerir todo cuanto está oculto en el alma o en las cosas. Juan Ramón Jiménez influenciado
enormemente por el Simbolismo francés, como explicaré más tarde, también creía en la existencia de una
esencia oculta tras la apariencia de las cosas. Por ello, cultiva a través de su poesía ese llamado “arte de
sugerir”, mediante elencadenamiento de las metáforas en una sucesión detallada y con abundancia de
pormenores que reflejan múltiples sensaciones, como estamos viendo en este poema.
Aparecen en esta primera estrofa colores como el verde, el azul y el rosa. Son todos ellos colores claros,
suaves, cálidos, que dan sensación de calma, de tranquilidad, de quietud, lo que concuerda perfectamente
con la imagen que muestra el autor través del poema de la tarde primaveral.
Una nueva exclamación encierra la segunda estrofa del poema y por sus palabras veremos que el autor
continúa describiendo su infancia. Habla el poeta de un “jardín cerrado” que puede hacer alusión a un
jardín real y de nuevo, de forma metafórica a su infancia. Esta es para él como un jardín donde solamente
están él, un pájaro, la brisa y una música conocida. Es un lugar donde la realidad no puede entrar y donde
él se siente a gusto, tranquilo, seguro, feliz. Aparece el verbo en pasado “cantaba” que vuelve a
advertirnos de que el poeta está hablando de algo que ocurría en el pasado. En ese pasado todo era muy
tranquilo, un pájaro cantaba, corría un brisa “fresca y suave” – adjetivos que la convierten en agradable y
placentera ya que se trata de una tarde primaveral- y además desde allí le llegaba una música conocida.El
se encontraba, por tanto, en un ambiente que le era familiar y que le gustaba. En su infancia sólo había
sitio para la tranquilidad, la música, en definitiva, para lo agradable y lo placentero. El autor identifica su
infancia en esta segunda estrofa con una especie de paraíso particular. Hay en el sexto verso una metáfora
en “melodiosos oros” que resulta muy sugerente. A través de ella el autor nos dice que el verde de su
jardín se veía coloreado por el color del sol. Es decir, que los reflejos de los rayos del sol hacían que el
verde de ese jardín se viese por momentos de color dorado y brillante.
Hay también en los términos “melodiosos oros”, una sinestesia que contribuye a dar una imagen perfecta
de como el verde del jardín se veía más o menos coloreado según la mayor o menor intensidad de esos
rayos. Es decir, que el movimiento de los rayos del sol se reflejaba en lo verde como si estuviesen
siguiendo las notas de una melodía tocada por el sol. Aparecen en esta estrofa elementos como “cantaba”,
“música” y “melodiosos”, claramente musicales. Todo ello parece sugerir que él se encontraba rodeado
por una especie de melodía y de un ambiente agradable; el ambiente ingenuo y tranquilo de la niñez. Pero
todo esto ocurría en el pasado antes de llegar a adulto y conocer la realidad.
Cabe destacar el adverbio de tiempo “antes” porque además de iniciar la tercera estrofa del poema divide
claramente sus dos partes. Hasta ahora había hablado de cómo era su vida durante su infancia y en esta
última estrofa describe la experiencia horrible de descubrir la realidad y los amargos sentimientos que
eso le produce.
El autor llama a ese descubrimiento o consciencia de la realidad, “amargura sin nombre”, porque poco a
poco va descubriéndola y un día se da cuenta de que las cosas no son como él las veía y sentía y de que
todo parece haber cambiado. Este descubrimiento le produce un enorme dolor, un dolor que antes nunca
había experimentado, ya que antes no conocía la verdad. Por ello no puede llamarlo tristeza, desengaño
o cualquier otra cosa, no puede darle nombre porque es un sentimiento nuevo, más fuerte que los
anteriores y no puede describirlo, no puede describir lo que sintió en aquellos momentos. Ese sentimiento
le hace pensar que todo ha cambiado pero en realidad las cosas son siempre iguales, solo que a partir de
que es consciente de la realidad las mira desde otro punto de vista y para él nunca serán las mismas. El
campo, el campanario, el jardín, siguen estando en el mismo lugar, pero ahora no lo disfruta de la misma
forma y por ese mismo motivo los idealiza.
Cabe destacar los dos primeros versos de la última estrofa y con ellos la palabra “fracaso”, ya que son
los que encierran la clave temática del poema. Resulta muy acertado el empleo de la palabra “fracaso”
porque expresa muy bien ese sentimiento de impotencia que siente el poeta al descubrir la realidad. Él se
siente como si la culpa hubiese sido suya por creer en la vida tal y como se le mostraba de niño, por creer
en su engañosa y dulce apariencia. Describe además esta palabra perfectamente sus sentimientos en ese
momento de desilusión , desengaño, desconsuelo. Además ese dolor fue tan profundo que hizo que su
corazón cerrara las puertas a la ilusión y se vistiera de luto en memoria de los momentos felices de su
infancia. A partir de entonces, él se convirtió irremediablemente en adulto. Y de tal forma le entristeció ese
sentimiento que su corazón aún esta “doliente”. Con este verbo en el autor simboliza muy bien que su
corazón aún no se ha recuperado, que aún está dolido, que la herida sigue abierta. El paso de niño a adulto
es tan cruel que nunca podrá recuperarse y siempre recordará su infancia con añoranza.
En el undécimo verso vuelve a utilizar el autor el verbo en pasado para recordar su infancia. Podría decirse
que este poema tiene una estructura circular puesto que en los dos últimos versos el autor vuelve a
describir un momento de su infancia. En la primera estrofa habla de ella, de lo que ocurría antes de conocer
la vida tal y como es. Y en la última estrofa, en los dos primeros versos habla de lo que ocurrió entonces
y un poco del presente y en los dos últimos habla de que antes de que eso ocurriera él “amó”- vuelve a
utilizar el verbo en pasado- el “silencio de todos” y de todo lo que le rodeaba porque le permitía observar
con calma toda la belleza que la naturaleza y la vida a través de ella le ofrecían.
En este verso pueden advertirse dos posibles interpretaciones. Podría decirse, por una parte, tomando la
“o”, como conjunción disyuntiva, que los dos términos paralelísticos que componen el verso van
separados, y entonces debería entenderse que él amaba el silencio de la gente o la voz inexistente de la
fuente y, por tanto, más silencio. Por otra parte, creo que los dos términos van unidos formando una
misma idea. Es decir, que lo que el autor pretende decir es que en esa tarde de “raso” él amaba tanto el
silencio para contemplar la naturaleza y la vida en todo su esplendor como la voz de la fuente, es decir, el
leve ruido de su caño de agua cayendo y creando una maravillosa musiquilla puesto que este sencillo
hecho llegaba él con la misma intensidad. De nuevo utiliza el autor palabras, en este caso antitéticas, para
transmitir de una forma hermosa ese silencio, esa paz. Identifica el autor en este verso la tarde con el raso.
Es decir le atribuye sus cualidades: suave, lisa, brillante, bella, etc. Con ello quiere decir que esa tarde
primaveral era para él tranquila, acogedora y bella.
Anteriormente he dicho que la temática modernista apunta en dos direcciones. Por un lado la que tiende
a la exterioridad sensible y por otro la que apunta a la intimidad del poeta. A través de este poema vemos
como Juan Ramón Jiménez sería un claro ejemplo de escritor de esa temática intimista a través de la cual
expresa su vitalismo y sobre todo su melancolía y su angustia.
Por ello aunque los temas de su libro Elejías lamentables, se mantienen en el lirismo característico, el
fervor de la belleza natural, el amor, la tristeza, los pájaros, las flores, temas todos ellos decididamente
modernistas, son tocados por el autor de manera muy personal. Además los poemas de este libro, como
en este caso, tienen un fondo común de imágenes de la naturaleza a través de las cuales se expresan
diversos estados de ánimo.
Como he dicho anteriormente Juan Ramón se vio influenciado enormemente por el Simbolismo francés.
De este modo adaptó tanto sus características de estilo como su visión del mundo aunque interpretada
de forma personal. Juan Ramón Jiménez creía que tras la apariencia de las cosas hay una esencia
absoluta y eterna que existe independientemente de la conciencia humana, y que el poeta puede poseer
el privilegio de tener intuiciones de esa esencia inmanente en su experiencia cotidiana. Para él la poesía
era además un medio para buscar su propia salvación personal, lo que hace su obra difícil, de un gran
autoanálisis y a veces, hermética.
A partir de la tristeza de contemplar las cosas vivas como cosas que morirán, o de la melancolía de los
comienzos bellos y esperanzadores -primavera, amanecer, etc.- que conocerán pronto su final, Juan
Ramón Jiménez consigue un poesía hermosa. Su actitud ante estos signos de vida y esperanza es de
frustración, y a veces, de odio, porque la esperanza que transmiten es engañosa.
Un símbolo de vida, para Juan Ramón Jiménez es antes que nada un símbolo de lo que tarde o temprano
morirá. De esa forma se aleja de ellos buscando a sus opuestos, entre los símbolos de muerte algo más
verdadero, más próximo a la esencia eterna y absoluta dentro de la temporalidad que es su objetivo.
Con todo ello podemos ver que aunque en su primera etapa como escritor se ve influenciado por el
Modernismo, su Modernismo es del tipo intimista, como he dicho anteriormente, y orientado hacia la
contemplación y la confesión sentimental.
Poco a poco irá evolucionando hacia sus otras etapas en que se dedicará por completo a la búsqueda de
Belleza y Absoluto de manera que se convertirá en un poeta de excepcional sensibilidad, movido de las
más exigentes inquietudes estéticas y de continua capacidad de renovación.
En la plaza no
todo se ha dicho,
queda un payaso por salir, soy yo.
Soy el payaso trapecista
y me muevo por la cuerda de tus labios.
Queda un payaso equilibrista,
tu sonrisa es mi barra más arriesgada.
Soy un payaso especialista,
le dirijo un sonrisa triste a mi amada,
ella, mira y calla.
Paco José Gonzále
Soy el payaso,
el que ecribe un verso
en el piélago de tu cintura cada madrugada,
soy el eterno enamorado
de la sonrisa que en la mañana me regalas,
soy quien te regala rosas en lugar de espinas,
quizás a todos parezca un payaso triste
que esconde bajo su disfraz un dolor que calla,
pero lo que no sabes los que ríen
ante el trapecista que asusta,
es que soy un entero apasionado
que escribe un berso
en los ósculos de un amor
que unas veces me ama y otras, me mata.
Completando el show
se encontraba el saltimbanqui
triste lanzando el disco de la soledad
caminando sobre la cuerda del desahucio
buscando la mano amigo con bondad.
Una monedita por favor,
fue lo único que se me ocurrió;
una monedita por favor... Una monedita para mi triste corazón.
Una moneda
para recuperar la razón
y encontrar el amor.
Pintada mi sonrisa
me acerco a ti,
para sacar colores en tu alma.
Intento malabarismos,
andando en la cuerda floja.
Pero tropiezo con la escarcha
de tu mirada.
No decaigo.
Mi vida es tu sonrisa.
Cual trapecista,
en equilibrios de corazón
voy trazando surcos de alegría,
para elevar tus comisuras
y ver, la arruga más bella.
Ha Terminado la función,
tu sonrisa se borró,
los recuerdos aparecen
como las nubes negras
de este cielo nocturno...
Ya puedes a escondidas,
derramar tus lágrimas,
gritar como los latidos
de tu corazón herido...
¡Triste payaso, eres humano!
jaquemate
ENTRE TELONES
Payaso de la risa
mi pluma te dedica
instantes de alegría
que fingiendo hacen mal
Recoge en tu teatro
los títeres que animan
la glosa furibunda
de algún drama moral
Y empújalos al mundo
que no saben de penas
que todo lo que digas
será ya cruel verdad
Y entonces cuando veas
que mil rostros se fruncen
que las risas se apagan
que empiezan a llorar
Ahuyenta sus penas
que ya habrás desglosado
en esas almas todas
angustias de su mal.
MARGARITA DIMARTINO de PAOLI
Todo empezó como aquellos sueños que siempre deseamos como por ejemplo, ser alguien en la vida y
Lucas era su numbre. Lucas siempre se paseaba por el mundo entero creando con mímicas, gestos y
monólogos chistes agradables. Chistes que te hacían reír una noche entera y mímicas que te hacían
brincar de felicidad. Pero un día se encontró a Elisabeth, una mujer que a él lo hacia sonreír, en otras
palabras ser feliz. Pero Él escogió seguir con su gira por el mundo ya que el dinero es la última palabra
que habla. Ahora en las salas de teatros y cumpleaños vemos a Lucas el payaso triste que desmotiva.
PAYASO
Ofensiva palabra fue en mi niñéz,
cuando por gustarme la Marisela,
durante los recreos, era campeón,
en los enconados encuentros del fut,
zapatos y calcetines con hoyos,
corría como estrella, frente de ella.
En una derrapada, caí muy cerca,
muy ufano por la supuesta hazaña,
volteo a mirarla para los aplausos,
de ella misma y de todas sus amigas,
escuincle payaso, no me molestes,
fue la respuesta que yo no esperaba.
Me sentí herido por ese lenguaje,
la vida me ha enseñado a ser payaso,
todos los días, uso mis mil caras,
gestos inconscientes, según lo que veo.
A mi amiga, la como con los ojos,
si algo me gusta, le doy una sonrisa,
si me pide que le haga algunas cosas,
frunzo el ceño, o bien aprieto los labios.
Y para cada cosa que me sucede,
tengo un constante cambio de semblante,
no se diga, movimientos del cuerpo,
cambios de postura de pies y manos,
me rasco la cabeza, también brazos.
Sonidos diferentes a palabras,
mi amiga me dice "eres un payaso",
río, descubro que dice la verdad.
EL POETA DEL AMOR. 25-07-14.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.
el payaso hace reír,olvidar los amargos momentos y te demuestra que siempre hay que ser feliz ,pero
aveces pensamos que no sufre,no llora,no lo dejan de lado,que no ama, etc pero te digo es una persona
que lleva disfraz y le demuestra la vida desde otro punto de vista la felicidad
payasa yo por desir que eres la medicina para mi chucungunya o por querer no solo ser trapecista sino
poder hacer majia para que salgas de mi mente y aparescas en mi cama o talves telepata y llamarte con
el pensamietos
en tonces soy una paya triste porque estas tan lejos y mis lagrimas ay
EN LA CALLES DUERMO
SOY EL PAYASO DE LA POESÍA
POR MAS QUE BUSCO SENTIDO
SOLO ENCUENTRO DESESPERANZA.
DIGNIDAD MÍNIMA ES LO QUE TODOS
NECESITAMOS SEÑORES DE LO AJENO.
NO HAY SONRISA MAS TRISTE
QUE LA FINGIDA.
NO MIRES A OTRO LADO
MI SONRISA SIGUE
SU CAMINO.
El mira y calla
luego gira y llora
es un payaso guerrero
en el anexo antidrogas.
Actuó
por los escenarios oscuros
espirituales y psicosociales
al lado de la muerte.
Lucho
y sigue luchando
contra cualquiera que amenace su equilibrio.
Restauración o destrucción en la cuerda floja
sobre ella la familia del circo
pintada con tinta guerrera y contemporánea de clase media.
(Antonio M.)
Tiempos ya pasaron
De poder encontrar pareja
Con la cara limpia o
De colores pintada
Por ello grita al viento
Su gran queja.
Cuando algo mojada
Mira la foto de su amada
Sabe ser de una lágrima
Que de sus ojos resbala
Sabiendo que a diario
Ha de reír en carcajada.
Si… ¡Es un payaso triste!
Que su risa ya es forzada
Que ya sin ganas
Su cara pinta sin afición
Que ya no produce en el niño
Grandes sonrisas
Y que aplausos ya no escucha
Acabada la función
Si… ¡Es un payaso triste!
Su amor le Abandonó
Las risas, se llevó
Y el payaso llora
Original…… de…… amándote
mi zapatos su
Zuela gaste porque a diario a tu puerta llege tanto que camine que asta con agujeros los deje porque tu
amor busque en el camino todos los dias te espere pensando que en mi amada tu llegarias aser pero al
ver mis zapatos rotos te echastes a correr
mis zapatos an racorrido un largo camino creyendo que yo era tu amor querido y mis zuelas se han
fatigado conmigo si yo solo era un payaso que te ha divertido porque no me heres honesta y de una ves
cabas conmigo o es que crees que mis zapatos sus zuelas an consumido porque lo creas o no habra otra
mujer que de mi se apiade y me combierta en su marido y a mi zpatos y su zuela los encuentre
divertidos
se que un bago soy y a mis zapatos los uso hoy y caminare hacia tu casa aun que mi zuela las gaste hoy
porque en busca de tus faldas me boi aun que tu mama me pege una seguida con mis zapatos dare mi
huida y con su zuelas desgastadas correr como correr por mi vida mira mujer yo te recuerdo que si tu
mama me encierra a un asi yo sere el dueño de tu vida solo te pido que nada nos separe a ti a mi y a mis
zapatos que ustedes son to dolo lo que poceo en mi vida ......................................j.s.r
ay zapatitos ay zapatitos a que camino me an traido porque me siento un poco cansadito y me duelen
mis deditos en busca de quien andamos porque la ultima chica que visitamos con agua caliente nos
mando al quirofano y el doctor lastima sintio cuando mis zuelas gastadas miro y me dijo porque
torbellino usted paso y le dije nose pero de el ecuador yo nome voy aunque sin zapatos y sin zuelas
quede yo ............... j.s.r
Payasito de trapo
alguna vez fuiste principe
otra vez sapo
fuiste hecho de retazos
de un arcoiris cortado
con tijerazos de “noentiendo”
vas entre lágrimas sonriendo
te cosieron con el delgado hilo
que separa la fantasía
de lo cierto
cada puntada te atravesó
un anhelo
con una aguja de candente hierro
cada uno de tus ojos
es un botón
por lo cual siempre
miras con el corazón
tu sonrisa es un parche
de tela descolorida
pues con ella disimulas
una herida
tu naricita roja
llama la atención
disimula un alma coja
y un roto corazón
pequeño arlequín
de traje multicolor
con el que abrigas
tu dolor
provienes del circo
de los garabatos
donde los soñadores
sufren maltratos
ingenioso bufón
quizás condenado
al cajón
de juguetes olvidados
payasito de trapo
esperando la caricia
que te salve
de ser un guiñapo
comediante tierno
quizás no resistas
otro invierno…