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Rivera
Cronología de acontecimientos:
1)1810-1828: objetivo: brindar base material para poder transmitir el sentimiento nacional.
Se empiezan a imprimir masivamente periódicos (aumento de tiraje).
Incorporación de tecnología.
Se debe lograr que las ideas se expandan al interior del Virreinato del Río de la Plata. Idea de que
los periódicos puedan trascender los pequeños pueblos. Estos van a tener la función de llevar e
inculcar la ideología.
2) 1828-1852: (Período de Rosas) Aparece la figura del editor y desaparece la del mecenas. Editores
que se interesan por escritores.
Periódicos y libros que se venden por suscripción.
Aparece la revista “La Moda” que es acusada de “comercial”, apartada de lo netamente político.
Esta revista es un antecedente de la revista “Caras y Caretas”, vinculada al consumo. Otro
antecedente es el diario “El Mosquito”, con caricaturas políticas y buenos dibujos.
Se duplica el número de librerías existentes en Bs. As. Esto permite advertir la consolidación de un
público lector.
3)1852-1870: (Caída de Rosas) Período del Periodismo Faccioso(luchas de ideas a través de la
prensa) .
Fundación de La Prensa (1869 – J. C. Paz) y La Nación (1870 – B. Mitre) y otros diarios
importantes. Estos van a representar a una fracción de la elite.
4) 1870-1900: Período de la Profesionalización. (Payró)
Aparición de intelectuales que comienzan a separarse de las facciones políticas. (los “bohemios”)
Proliferación de gran cantidad de revistas de todo tipo (nuevos géneros, el mercado se diversifica)
“Caras y Caretas” (1898), “Ideas” (1905).
Aparición de la Ilustración: M. Mayol y Redondo.
Europa
Hasta mediados del siglo XIX Europa es el escenario privilegiado de una fecunda serie de cambios
y progresos tecnológicos en el terreno de la prensa y la literatura. Desenvolvimiento de la
tecnología gráfica que suministra los medios materiales para existencia de un periodismo masivo y
de costo comparativamente reducido: capaz de satisfacer las crecientes demandas populares de
educación, información y de entretenimiento. Pasaje de la Europa “iluminista” a la “romántica”.
Epoca de la Revolución industrial y de consolidación del poder político y económico de la nueva
burguesía. La exaltación de 1789 beneficio e la libertad de prensa:
Nuevo periodismo de tono informativo pero al mismo tiempo, y muy especialmente,
predicativo. Aparece la literatura de entretenimiento. Aparición del folletín (novelas).
Nuevo escritor que será simultáneamente filósofo, político, ideólogo, poeta, idealista,
pragmático. “Escritor - periodista”.
Aparece la figura del “editor” que realiza su tarea sobre la base de ventas y suscripciones.
Idea sobre la posibilidad de “ganarse la vida con la pluma”. Explorando las reacciones del
público.
Río de la Plata
Los intelectuales de este momento son políticos, educadores y moralistas impregnados por la
ideología del iluminismo. Los temas son:
Ilustración: medios materiales (imprentas, bibliotecas, etc.) para superar la incomunicación
intelectual en que vive el Río de la Plata y asegurar su pleno desarrollo autónomo.
Identidad nacional: es una preocupación de los escritores y los periodistas de la época.
A diferencia de Europa, la figura del escritor no puede todavía dedicarse de forma “exclusiva” y
“profesional” a su actividad. Tiene que vivir fundamentalmente de alguna segunda actividad. Son
comparativamente escasos los proyectos de edición o de imprenta encarados en forma exclusiva por
particulares. Sin embargo, en los umbrales del romanticismo en la década de 1830, hay varios
eventos editoriales. Había una fuerte influencia francesa. Más de la mitad de los volúmenes que
integran la Biblioteca Pública de Buenos Aires son de origen francés.
1852 aparece La República, primer periódico de circulación masivo que no era por suscripción.
1870 el aviso publicitario, se convierte en el sostén económico del diario.
En esta época aparecen dos diarios de gran influencia: La Prensa y La Nación (que al principio
funcionaban como defensores faccionalistas).
Figura del “canillita”
Reducción del precio a $1 (por suscripción valían $5).
Secciones ilustradas, informativas y de entretenimiento.
Periodista más definitivamente “profesional” (aunque todavía no como actividad exclusiva).
Un escritor asalariado que trabaja bajo las presiones de la “literatura industrial”, cuyas
exigencias responden a un público perfectamente definido y devoto, fruto del impacto
demográfico y la política de alfabetización.
Desde los ´80 la novela está impregnada de un naturalismo (En la sangre de E. Camaceres)
La imprenta rioplatense se perfecciona e incorpora la tecnología industrial más avanzada, con
un nivel comparable a Europa. Sin embargo, sigue teniendo un costo mucho más bajo editar los
libros en casa editoriales europeas (especialmente españolas).
En 1890 aparecen las revistas literarias y los magazines, dirigidas a la clase media urbana.
Algunas de estas revistas van a ser la plataforma de lanzamiento al naciente Modernismo.
Se pasa del viejo tono predicativo y partidista a un tono eminentemente informativo y recreativo
“El arte por el arte” es desbancado por un “arte utilitario”. Para algunos (como Payró) será la crisis
de las “ilusiones perdidas”, con sus secuelas previsibles de anulación, marginación y suicidio
intelectual. Otros, por el contrario, se adaptarán y se “realizarán” precisamente a través de esa
industria y de esas nuevas condiciones materiales de producción.
En los primeros años del siglo lo corriente es la edición de autor, e inclusive un escritor
“profesionalista” y tan cuidadoso de sus circuitos de consumo como Gálvez pagaba sus ediciones
hasta promediar los años 20. Quienes figuraban en sus libros como editores no eran en realidad
más que administradores. Si bien algunas ediciones se contrataban con imprentas argentinas, en su
mayoría se hacían con casas europeas principalmente españolas, ya que el costo era mucho
más bajo. Otros factores fueron: la falta de papel, el costo de los insumos y las dimensiones
auténticamente reducidas del mercado, que no permiten competir con las grandes casas europeas.
No obstante, desde comienzos de siglo se delinean y desarrollan algunos proyectos editoriales de
gran significación, y que desde distintas perspectivas tratan de dar respuesta a los nuevos lectores
surgidos de la sociedad argentina.
1. La “Biblioteca de la Nación”(1901-1920)
Fue creada a fines de 1901 por el diario La Nación, por iniciativa de Emilio Mitre. Desde el
punto de vista técnico coincide con la sustitución de la composición tipográfica manual en los
talleres del diario por la composición en linotipo.
Objetivo del proyecto de Mitre: Inspirado en modelos norteamericanos y franceses, se propone:
a) editar obras que “fueran de interés, atractivas, de fácil lectura”, b) realizar ediciones pulcras,
cuidadas, en traducciones de real valor literario, c) ofrecer libros a precios reducidos, d)
contribuir al desarrollo de la “naciente literatura nacional”. Estos propósitos se cumplieron, en
líneas generales, con la previsible excepción del último. También pretendía hacer llegar al
alcance de las clases medias, las obras que los lectores mas “cultivados” consumían en su
versión original francesa o inglesa.
Obras publicadas: El éxito de la “Biblioteca” fue ciertamente inmediato, y entre noviembre de
1901 y febrero de 1920 (fecha de su desaparición), publicó 875 títulos.
Conducción: Roberto Payró y José María Drago, por entonces administradores de La Nación,
condujeron la empresa con indudable tendencia “traductora” y en particular a la literatura “de
entretenimiento” cultivada muy eficazmente por los herederos del “folletín de alcoba”. Roberto
Payró, fue un escritor argentino. Fue fundador del periódico La Tribuna, de tendencia
progresista, actuó como redactor del diario La Nación. Fue el más importante narrador realista
de novelas costumbristas criollas.
Producción en cooperativa: fue probada como una fórmula novedosa. Con espíritu pionero de
imprenteros, editores y libreros deciden “correr el riesgo”. Esto provoca que en los primeros
años del siglo aparezcan libros de la nueva generación: La guerra gaucha (1905) de Leopoldo
Lugones, y obras de Roberto Payró, Hugo Wats, Martín Aldao, Manuel Gálvez, etc.
2. Auge de la folletería popular (1900)
Es un fenómeno editorial que explora otros circuitos menos “prestigiosos” inundando el mercado
popular urbano y rural. Se trata de pequeños cuadernillos de papel rústico, ilustrados con tapas de
colores llamativos y diseño primario, que generalmente ponen el acento “oportunista” en los
aspectos más catastróficos, sangrientos o grotescos del tema abordado. Temas:
Reelaboraciones en prosa o verso de los folletines clásicos de Eduardo Gutierrez.
Temas gauchescos y payadorescos.
Literatura cocoliche (amorosa) y literatura lunfarda.
Consecuencia: provoca una agria reacción de los sectores de la elite cultural. Por ejemplo, Ernesto
Quesada publicará “El criollismo en la literatura argentina” (peyorativo).
Dirigida por Ricardo Rojas es coherente con las ideas de reforma educativa y con la reciente
creación de la Cátedra de Literatura Argentina en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
Propósito: fundamentalmente didáctico y con congruencia de las ideas filosóficas sobre la
cultura del Plata: reedición de textos coloniales y de grandes “clásicos” argentinos del siglo XIX
(Moreno, Echeverría, Alberdi, Sarmiento, Avellaneda, etc.)
Objetivos: publicar libros nacionales para estudiantes y obreros y editarlos a los precios más
bajos posibles de imprenta y difusión para “orientar y nutrir la conciencia argentina con el
pensamiento olvidado de nuestros propios maestros” tras tanta influencia de autores extranjeros.
Ley de propiedad literaria: se publicarían necesariamente los libros entregados al dominio
común, pero se cedió parte de las tiradas a las madres, viudas e hijos de los autores.
Valor anexo: “congela” de cierta forma un corpus literario que operará durante décadas como
referente inapelable e invariable de nuestra cultura escrita.
Proyecto similar: “LA Cultura Argentina”, colección dirigida por José ingenieros y severo
Vacaro, que con los años se transformará en “La Cultura Argentina”. Las diferencias entre
ambos proyectos son mínimas. Ambos registran los mismos textos, pero la de Ingenieros
incorporará textos positivistas (Ramos Mejía, Bunge, etc.), algunos poetas románticos,
autores con arraigo popular (como Fray Mocho), pensadores críticos (Goyena, Estrada),
viajeros ingleses, de memoralistas (Arenales, Mansilla), etc.
Cuidados cuadernillos de Ediciones Mínimas dirigidas por Leopoldo Durán y Ernesto Morales.
Son folletos de 15 a 20 páginas que se distribuyen fundamentalmente en quioscos al precio de 0,10
centavos y contienen trabajos de Payró y Almafuerte entre otros. La experiencia de Durán es
seguida por muchas otras publicaciones. Es un nuevo producto cultural con el mérito de haber
incorporado recursos “modernos” como:
Encuadernación en tomos.
Tirajes elevados que reducen los costos.
Buen balance de elementos gráficos.
Inclusión de publicidad.
Utilización de “recursos” capaces de suscitar el interés de los lectores (concursos, encuestas,
servicios anexos, regalo de partituras, etc.)
5. Una idea editorial de Manuel Gálvez: Cooperativa “Buenos Aires” (1916)
Se originó a partir de que loa proyectos anteriores dejaban al margen a los escritores vivos, a los
escritores de la generación “centenarista”, quienes realizaban una labor literaria de cierta relevancia
desde las páginas de los periódicos y magazines de la época, como La Nación y Caras y Caretas.
Es un proyecto que supone cambios realmente revolucionarios para la época: Gálvez, al seleccionar
los integrantes de la Cooperativa, coloca el mayor volumen del paquete accionario entre hombres de
fortuna y el resto lo divide entre escritores de prestigio y calidad reconocida tanto en la elite como
en el círculo de lectores de la clase media como Quiroga.
Los libros de la Cooperativa costaban entre $ 1,20 y $ 3,00.
En sus cinco años de vida editó unos 68 libros (muchos rápidamente agotados)
Importante desde el punto de vista de la difusión de una literatura argentina “viva” y “moderna”.
Dos escritores que ilustran la polaridad en el momento crítico del proceso de “profesionalización”:
Angel Estrada: ejemplo del escritor-heredero, ya que es descendiente de directo de un escritor del
´80, poseedor de una gran fortuna, la cual le permite viajar, estudiar y de disponer del ocio
suficiente para producir. Libros de impresión cuidada y lujosa, “mensajes del espíritu”.
Horacio Quiroga: escritor “profesional”. Emprendió innumerables proyectos desde plantas de
algodón o yerba mate hasta fabricante de mosaicos. Finalmente, inicia su colaboración en Caras y
Caretas en 1905, revista “moderna” y “profesionalista” que revela múltiples exigencia,
principalmente la “economía” del espacio, la economía de la narrativa, los condicionamientos de la
presentación, etc. En 1911 dice: “Vivo de lo que escribo”.
Profesionalismo y antiutilitarismo
Mecenazgo y patronato
Paralelamente a lo descripto en el punto anterior, estas actividades eran ejercidas generalmente por
el Estado, y se presentaba bajo pensiones a escritores o viudas de escritores, comisiones
especiales (viaje de Lugones a las misiones jesuíticas), las designaciones burocráticas
(Groussac y Lugones directores de bibliotecas), etc. Llegaba al extremo de fomentar la
producción de obras artificiales para satisfacer exigencias burocráticas y legales para
dormir finalmente, sin lectores posibles, en los anaqueles de las bibliotecas barriales.
Los poetas, ensayistas y dramaturgos de las “ilusiones perdidas”, que surgieron en cierto momento
con todas las potencialidades del talento, para hundirse, en el momento siguiente, en las “luces de la
bohemia”, con su informalidad riesgosa, su marginalismo y su renuncia deliberada a las reglas de
juego del sistema. Chocaron con la cruda realidad de una industria cultural que fijaba sus propias
leyes. Una bohemia de hombres de ingenio rápido y bolsillos flacos, que en definitiva se mostró
más laboriosa que sus olímpicos modelos europeos y concluyó por servir, asidua y activamente, a la
exigencia fragua del periodismo de comienzo de siglo.
Con sentido de la oportunidad histórica, inspirada en el modelo de los magazines europeos, fue
fundada por el español Pellicer y siendo su redactor principal Fray Mocho, se fundó como un
semanario o magazine ilustrado, que a diferencia de muchas revistas contemporáneas que ponen el
acento en lo cultural, se define a sí misma como festiva, literaria, artística y de actualidades. Hábil
suma de géneros y estilos periodísticos que explota la dinámica emergencia de nuevos públicos.
Primer revista masiva pensada para una nueva clase de lectores, con intereses consumísticos más
heterogéneos y amplios que las tradicionales motivaciones políticas, informativas y culturales,
netamente especializadas, de los viejos lectores rioplatenses.
La redacción amalgamó, en su primera etapa, los nombres de la bohemia modernista con los que
luchaban por profesionalizar el oficio. De hecho, las colaboraciones, bien o mal, se pagaban.
Se considera la primer revista argentina que incorpora de manera regular una historieta (Viruta y
Chicharrón en 1912)
Responde a la industria cultural moderna que comienza a operar con un ojo en el mercado y otro
en los materiales capaces de atraer y consolidar la lealtad consumista de los lectores.
Abarcaba preferencia más variadas: caricaturas, poemas, fotograbados, notas de actualidad,
curiosidades, crónicas deportiva, publicidad, materiales educativos, la noticia policial, la página
infantil, información histórica, pasatiempos, etc.
Su larga y fructífera existencia se debe a:
Importancia que se le brinda a la tapa, pensada como una nota más.
Adecuada disposición de la publicidad, intercalada con las “actualidades”.
Buena impresión.
1903-1905 IDEAS:
Creada por M. Gálvez y R. Olivero. Propósitos estéticos y culturales
1926-1941 CLARIDAD
Del Grupo Boedo: buena parte de la intelectualidad argentina y de toda América desfiló por las
páginas de esta revista. También tenía una editorial, centro de las publicaciones de Boedo, en
general militantes de izquierda. La editorial también se llamaba “Claridad” y sus actividades
empezaron con el lema “Educar al Soberano”. Era de inspiración socialista. Su tiraje estaba
financieramente asegurado por el hecho de que los derechos de autor o de traducción no existían o
eran muy escasos. La ley 11.723 estaba aún en pañales.
Las ediciones populares baratas costaban 0,50 centavos a un peso el volumen. Luego, cuando la
presentación de las publicaciones se fue jerarquizando, el precio comenzó a subir vertiginosamente
y la revista dejó de aparecer.
Si bien a partir de 1880 aparece un nuevo discurso informativo y la profusión del aviso publicitario,
el diario reconoce que para sobrevivir como empresa periodística debe automatizarse de la política.
Durante las dos primeras décadas del siglo, comienza un proceso de configuración de un campo
específico de relaciones donde el periodismo escrito se particulariza como práctica, se separa
formalmente del poder del Estado y de los partidos políticos y sienta las bases del periodismo
moderno, masivo y comercial característica del siglo XX.
Hacia 1913, los matutinos ya han estabilizado un modelo que varía poco: tamaño sábana con la tapa
y las primeras páginas cubiertas por avisos publicitarios. Diagramación cuidada pero poco
llamativa. En cambio los vespertinos ensayan nuevas formas para atraer un mayor caudal de
lectores:
VESPERTINOS
La Razón (1905): primer vespertino pensado como periódico comercial que intenta romper con la
tendencia del diario partidario dominante. Hacia 1913 es el vespertino más importante.
Última Hora (1908): es el segundo vespertino más importante. Con él nace un nuevo estilo
periodístico (artículos breves, coloquialismos, etc.) que, en dos años de vida no logra afianzarse en
el mercado. Su jocosidad no tienen límites y es inagotable el buen humor y la felicidad de los
términos de sus redactores. Su portada tiene una gran caricatura y sus títulos están ilustrados.
Incorpora la sátira y el humor gráfico a la crónica política y diaria.
La Tarde (1912): retoma el formato de La Razón, con una portada de títulos pequeños, sin
caricaturas ni fotos y con columnas fijas.
La aparición de estos vespertinos señala el inicio de una prensa popular urbana que incorpora los
rasgos más salientes del denominado “nuevo periodismo” norteamericano. Pero será Crítica, el
diario argentino que, en la década del ´20, introduce y recrea el estilo sensacionalista inaugurado
por Politzer y Hearts, caracterizado por el uso de títulos llamativos, notas centradas en conflictos
sociales, dramas humanos o delitos y crímenes.
Fundada por el uruguayo Natalio Botana, da origen a un nuevo tipo de periodismo, con el estilo los
modelos técnicos de la Yellow press norteamericana que en su momento había incorporado Caras y
Caretas pero ahora no en revistas, sino en la prensa. Tiene una excelente redacción y dibujantes con
gran escuela periodística. La fórmula de Botana explotaba:
Evitar una línea programática que brindara suficiente libertad de acción a los redactores.
Ubicar al diario en una franja de intereses identificados como “populares”.
Tono y un lenguaje de seguro impacto (grandes titulares) y valorización de las ilustraciones.
Principal y especial atención a la página de noticias policiales.
Viejos procedimientos del folletín pero con el lenguaje específico del periodismo.
Alentar la fantasía popular con cosas insólitas y escalofriantes (intromisión en la Morgue)
Fórmulas feedback que arrastraban al lector en una secuencia de muchos días (cianuro)
En la década del ´20 incorpora muchas figuras del “martínfierrismo” (Grupo Florida)
En su primera época y pese a su proclamada independencia, intenta introducir un periodismo
popular de signo conservador, con una fuerte conciencia de responsabilidad política. Apuesta a
convertirse en un diario de opinión que influya en las decisiones políticas de los sectores populares.
Tiene una militancia activa para poner una barrera a los avances del radicalismo y el socialismo y
una agresiva campaña a favor de los aliados en el plano internacional. Con el radicalismo en el
gobierno, la crítica es despiadada.
Recién en la década del ´20, Crítica inaugura un estilo y un formato periodístico exitoso, masivo y
sensacionalista.
Los efímeros éxitos y los notables fracasos de estos primeros años de Crítica, demuestran que para
sobrevivir en el mercado periodístico de los veinte y, al mismo tiempo, incidir en la opinión pública,
es necesario ensayar otro modelo que conjuegue en sí mismo popularidad y estrategias de
intervención en las decisiones políticas no solo de los políticos, sino también de quienes los votan.
1933-1934 SUPLENTO DE CRÍTICA ( Texto de Rivera sobre Borges “Los juegos de un tímido”)
(Crítica en los años ´30)
Dirigido por Borges, es publicado como Revista Multicolor de los Sábados sin que cueste un solo
centavo más. Incluye reproducciones de obras plásticas, cuentos, etc. Tres líneas dominantes:
1) Línea estricta y convencionalmente literaria, tanto de escritores extranjeros, como
contribuciones de escritores nacionales como Borges, Lanuza, etc.
2) Abordaje de “variedades” periodísticas sobre temas parapsicológicos y curiosidades históricas:
relatos sobre aspectos íntimos o misteriosos de grandes personalidades, artículos sobre violencia
y torturas a través de la historia, crónicas de viajes exóticos, etc.
3) Introducción de una cuota “educativa” y el tema característico de la “variedad” gráfica con
información sobre curiosidades históricas, geográficas, etnográficas.
Periodismo y periodistas:
Durante la etapa 1930-1955 no se produce un crecimiento significativo en el terreno del periodismo,
cuya configuración ofrece grandes similitudes con la correspondiente al movimiento inmediato
anterior.
Las fundaciones que se verifican son pocas, aunque algunas como Clarín (1945), tendrán
proyecciones futuras.
Desde el punto de vista profesional, en este período se produce como coronamiento de un largo
proceso de lucha y reivindicación gremial, la sanción del Estatuto del Periodista ( Ley 12.908 de
1946 modificada por la ley 13.513 en 1948) en la que se establecen grandes lineamientos legales
que regulan el ejercicio de la labor de prensa, las condiciones de ingreso, el régimen de trabajo, la
estabilidad, el sistema previsional, el régimen de sueldos, las comisiones partidarias, etc.