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Fuego

DEFINICIÓN DE FUEGO
Del latín focus, el fuego es el calor y la luz producidos por
la combustión. El fuego nace a partir de una reacción química de
oxidación y supone la generación de llamas y la emanación de vapor de
agua y dióxido de carbono. Podría decirse que el fuego es la manifestación
visual del mencionado proceso de combustión.

Se conoce como punto de ignición a la temperatura en la cual un


material se prende fuego. Al comenzar la reacción de oxidación, el calor
que se desprende permite mantener el fuego durante un cierto periodo
de tiempo. La cantidad de energía producida por un combustible puede
ser expresada mediante su poder calorífico.
La temperatura y el color de la llama dependen del tipo de gases
desprendidos durante el proceso de combustión. La madera, al arder,
genera llamas anaranjadas, rojas y amarillas. Los hidrocarburos, en
cambio, suelen producir llamas azuladas.

El valor cultural del fuego en el desarrollo del hombre es incalculable. Los


antropólogos creen que el ser humano tomó conciencia de
su superioridadsobre los demás animales al dominar el fuego. Cuando
el hombre descubrió cómo generarlo, comenzó a utilizarlo para producir
calor y defenderse, ya que los animales huyen de las llamas.
La fricción fue el método originario para encender fuego, seguido por
la percusión (chocar dos piedras para producir una chispa). En la
actualidad, puede encenderse fuego gracias a herramientas como
las cerillas o fósforosy los encendedores.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto que también se
hace uso del término fuego para referirse a los quemadores que se
emplean en la cocina para preparar cualquier plato.

De la misma forma tampoco hay que olvidar que, dentro de lo que sería el
ámbito de la Alquimia o la Cosmogonía Occidental (teoría científica que
versa sobre los orígenes y creación del Mundo), se establece que el fuego
es uno de los cuatro elementos fundamentales. Así, el mismo se presenta
siempre en conjunto con el agua, la tierra y el aire.

No menos interesante es resaltar que existe una expresión que se utiliza


con cierta frecuencia, que forma parte de nuestro acervo cultural y que
hace uso del término que ahora estamos analizando en profundidad. Nos
estamos refiriendo al llamado “fuego fatuo”. Este es un fenómeno que se
da fundamentalmente en cementerios y en pantanos y que consiste
básicamente en el nacimiento de unas pequeñas llamaradas que flotan a
escasos metros de la tierra.

Aquellas son llamas que se producen al inflamarse materias que están en


proceso de putrefacción, ya sean de tipo vegetal o animal.

Asimismo tampoco podemos pasar por alto que existen lo que se conoce
como fuegos artificiales. Estos son el conjunto de llamas, chispas y humos
que se producen cuando se prenden cohetes, petardos y todo tipo de
dispositivos de pirotecnia que dan lugar a un bello espectáculo donde
luces, sonido y colorido se convierten en protagonistas. En fiestas y
espectáculos de diversa índole es donde tienen lugar aquellos.
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Qué es el fuego
Por Maria en Física y química

El fuego es una reacción química de oxidación violenta de una materia combustible. Esta reacción es
exotérmica, desprendiendo la energía de la reacción en forma de calor y luz, y varios productos de la
reacción, usualmente dióxido de carbono y agua. Si la reacción es lo suficientemente caliente, los
gases pueden llegar a ionizarse hasta llegar a alcanzar el estado de plasma.
Dependiendo de las sustancias que intervienen en la reacción el color de la llama y la
intensidad del fuego puede variar. Desde este punto de vista, el fuego es la manifestación
visual de la combustión . La llama es la emisión de luz resultante de la reacción de
combustión. Esta es provocada por la emisión de energía de los átomos de algunas de las
partículas que se encuentran en los gases de la combustión, al ser excitados por el intenso
calor generado en este tipo de reacciones.

El fuego, en su forma más común, puede resultar en un incendio , que es potencialmente


peligroso, ya que puede causar daños a través de la quema de bienes y personas.

La palabra «fuego» proviene de la lengua latina , concretamente de la palabra foco , que


inicialmente tenía el significado de hogar pero que ha ido evolucionando para pasar a
cubrir el significado de fuego en general. Y la palabra fuego, se han derivado multitud de
palabras, como por ejemplo, hoguera o llama.

Fundamento químico del fuego


El fuego es el resultado de un proceso muy exotérmico de oxidación . Usualmente, un
compuesto orgánico , como el papel , la madera , los plásticos, gases de hidrocarburos, la
gasolina …, susceptible de oxidación y en contacto con una sustancia oxidante
(usualmente el oxígeno del aire ), sólo necesita una energía de activación , también
conocida como temperatura de ignición, que puede venir a través de una chispa u otra
llama, para inflamarse. Una vez comienza la reacción de oxidación, el calor desprendido
por la reacción sirve para mantenerla en marcha.

Los productos de la oxidación (principalmente vapor de agua y dióxido de carbono ), a alta


temperatura por el calor después por la reacción , emiten luz visible: esto son las llamas (
gases incandescentes ).

La composición elemental de los gases que se desprenden determina el color de la llama.


Así, son rojas , anaranjadas o amarillas en el caso de papel y madera; o azules en el caso
de muchos gases de hidrocarburos, como los usados domésticamente, pero pueden ser
de colores más exóticos si queman elementos metálicos . Igualmente, el color se ve
afectado por la temperatura del fuego: es roja a partir de los 525 ° C, pasando a naranja a
1100 ° C y en blanco a partir de los 1300 ° C.

El hecho de que el color de la llama varía según la composición de los gases que la
forman permite determinar la presencia de ciertos elementos químicos mediante el método
de la prueba de la llama. Dicho método es empleado en la química analítica para detectar
la presencia de iones metálicos, tomando como base el espectro de emisión característico
de cada elemento. A pesar de que este ensayo es poco útil a nivel científico, es bastante
empleado en la educación media para ilustrar a los alumnos hacia las propiedades de los
diferentes elementos químicos, dado que es un ensayo sencillo y bastante espectacular.
Esta propiedad también es empleada en la pirotecnia: la mezcla de diferentes elementos y
compuestos químicos generan diferentes estallidos de color, lo que aumenta la
espectacularidad de los castillos de fuego y cohetes.

Causas del fuego


Dado que el fuego es un proceso de oxidación , este no es posible sin la presencia de
oxígeno . En el planeta Tierra el registro fósil del fuego aparece en el periodo Ordovícico
medio , hace unos 470 millones de años, con el establecimiento de la flora en el suelo, lo
que propició la acumulación de oxígeno en la atmósfera terrestre a niveles no alcanzados
hasta entonces. Cuando el porcentaje de oxígeno en la atmósfera superó el 13% de
concentración se alcanzó la posibilidad de que se produjera un incendio.

El primer registro fósil registrado de un incendio es datado del Silúrico tardío, hace unos
420 millones de años, en restos fosilizados de carbón vegetal. A partir de este punto en el
tiempo la presencia de registros fósiles de carbón vegetal está presente en todos los
períodos, con la excepción de un controvertido lapso de tiempo durante el Devónico tardío.

El nivel de oxígeno en la atmósfera está estrechamente relacionado con la presencia de


restos de carbón vegetal fosilizado, caro, como ya hemos indicado, la presencia del
oxígeno es el factor clave para la presencia del fuego y los incendios.

Los incendios se expandieron a medida que las plantas fueron convirtiéndose en un


componente dominante en muchos ecosistemas, hace entre 7 y 6 millones de años; lo
que propició la rebanada suficiente para permitir una rápida propagación del fuego. La
mayor presencia de incendios provocó una realimentación positiva: estos propiciaron un
clima más cálido y seco, más propicio a la aparición de nuevos incendios.

Influencia histórica
El fuego ha fascinado la civilización durante siglos. A su alrededor y gracias a su calor han
vivido cientos de generaciones. El ser humano ha sabido usar la fuerza destructiva del
fuego en su provecho, para extraer la energía de los materiales que le proporcionaba la
naturaleza o poder moldearlos a su gusto.

Si bien es la mano la herramienta principal del hombre, también el fuego ha participado


quizás al mismo nivel en la responsabilidad de la construcción de la actual civilización. Sin
embargo, también es destacable su utilización a lo largo de la historia con fines bélicos y
destructivos.

El fuego también ha tenido un uso festivo y conmemorativo, especialmente después del


uso de la pólvora para los fuegos artificiales y los cohetes.

El dominio del fuego


La capacidad de controlar el fuego propició un importante cambio en los hábitos de los
primeros humanos. Hacer fuego para generar calor y luz hizo posible que las personas
cocinaran alimentos, aumentaran la variedad y la disponibilidad de nutrientes. El calor
producido también ayudó a las personas a mantenerse calientes en climas fríos. El fuego
también mantenía a raya a los depredadores nocturnos y permitía alargar las horas de
actividad.

Se han encontrado evidencias de alimentos cocinados con una antigüedad de 1,9 millones
de años, aunque el fuego, probablemente, no fue utilizado de una manera controlada hasta
hace unos 400.000 años. Los hallazgos referente a el uso del fuego se generalizan en
torno a un periodo comprendido entre 100 mil y 50 mil años atrás, lo que sugiere el uso
regular en ese lapso. Curiosamente, la resistencia a la contaminación del aire comenzó a
evolucionar en las poblaciones humanas en un momento similar en el tiempo.
Simbología y mitología
En la evolución de la especie humana, la adoración, en sus manifestaciones primitivas,
aparecen mucho antes que la mente del hombre fuera capaz de formular los conceptos
más complejos de la vida. La religión primitiva se basaba enteramente en circunstancias
de asociación. Los objetos de la adoración eran siempre sugestivos, consistían en las
cosas de la naturaleza que les eran cercanas, que tenían gran influencia en la experiencia
común de los primitivos humanos o que llamaran más su atención.

En el caso del fuego, es fácil suponer los motivos de su adoración. Básicamente, se le


rendía culto por la fascinación que este provocaba y por su origen desconocido, lo que
impactó en casi todos los pueblos primitivos.

El fuego es uno de los cuatro elementos clásicos para los antiguos (junto con el agua , la
tierra y el aire ). Los caldeos lo miraban como una deidad suprema. Sin embargo, en
Persia es donde se extendió su culto casi exclusivamente. Se encontraban por todas
partes cerrados con muros y sin techo, dentro de los cuales, se encendía asiduamente el
fuego donde el pueblo devoto venía a ciertas horas para rogarle.

Los grandes señores arruinaban lanzando en él esencias preciosas y flores odoríferas,


privilegio que miraban como uno de los mejores derechos de la nobleza. Estos templos
descubiertos fueron conocidos de los griegos con el nombre de Pyre o Pyrateia . Se habla
también de ellos como los más antiguos monumentos del culto del fuego. Cuando los
reyes de Persia se encontraban en la agonía, se apagaba el fuego en las principales
ciudades del reino y no se volvía a encender sino hasta después de la coronación de su
sucesor.

Estos pueblos se imaginaban que el fuego había sido traído del cielo y puesto encima del
altar del primer templo que Zoroastro había mandado edificar en la ciudad de Xis. Estaba
prohibido lanzar en él nada que no fuera puro, llegando hasta el punto de superstición que
nadie se atrevía a mirar atentamente. Al fin, los sacerdotes conservaban secretamente
este fuego y hacían creer al pueblo que era inalterable y se alimentaba de sí mismo. En el
zoroastrismo otorga gran importancia al fuego, ya que es considerado un elemento
sagrado. Hyde ha creído que este culto tenía por único objeto representar el ser Supremo.

Su origen ocupa el lugar central de muchos mitos , entre los que destaca el de Prometeo ,
que robó a los dioses para dárselo a los hombres (por lo que fue severamente castigado).
La cultura griega veneraba a dos dioses del fuego: Hestia (en la mitología romana, Vesta ),
diosa del fuego del hogar y Hefesto ( Vulcano ), dios de los metales y el fuego.

Asimismo la terminología griega diferenciaba entre el fuego destructivo ( adeilon ),


asociado con Hades , y el fuego creativo, asociado con Hefesto . Ardía el fuego sagrado
en los templos de Apolo en Atenas y Delfos , al de Ceres a Mautíuaa , al de Minerva , al de
Júpiter a Amón , y en las pritaneas de todas las ciudades griegas, donde ardían
continuamente las lámparas teniendo mucho cuidado que no se apagaran.

En la Antigua Roma, las vestales (vírgenes que cuidan del templo de Vesta , la diosa del
hogar) tienen la obligación de no permitir que el fuego sagrado, este magnífico regalo
divino, apague. El castigo es ejemplar y expeditivo: el entierro en vida.

En la mitología celta , por otra parte, la diosa del fuego era conocida como Brigit , que
también era la diosa del arte, la poesía y la tierra. También era la encargada de proteger
los rebaños y las mujeres jóvenes, encargándose sobre todo de proteger a los niños más
pequeños. Otro dios celta del fuego reconocido como tal es Belenos , dios del sol, del
fuego y la medicina. El fuego en sí mismo era considerado sagrado por los celtas, y si éste
se apagaba en un hogar, era símbolo de mala suerte.

En el marco del hinduismo , Agni (de la palabra sánscrito agni , fuego) es la deidad de este
elemento. Junto con Indra y Surya conforman la trinidad védica, una trinidad después
sustituida por la de Brahma, Vishnu y Shiva. Agnídev, como también se le conocía, era hijo
de la diosa Prithivi, la Tierra, y del dios Diaus Pitar (en sánscrito, dios padre). Protegía,
según las tradiciones, a los hombres ya sus hogares por igual. En su cabeza tenía un
millón de ojos. También era el dios de la tierra y la sabiduría, y entre sus tareas se contaba
el ser mensajero entre los dioses y los hombres. Se le representaba con dos cabezas,
sugiriendo los aspectos benéficos y destructivos del fuego, ojos y una cabellera negra, tres
piernas y siete pares de brazos. De su cuerpo emanaban Siete Rayos de luz.

En la mitología china también están presentes diferentes mitos en torno al fuego, así Zhu
Rong es el dios del fuego, siendo este que enseña a la humanidad a utilizarlo. En los
relatos chinos se habla además de las fuerzas Yin y Yang , femenina y masculina
respectivamente. Cada una tiene propiedades opuestas y le corresponden a su vez
elementos complementarios y opuestos, como lo son el agua y el fuego. este último, según
los chinos, es una energía de acción y calor. Todos los seres vivos, de acuerdo con las
enseñanzas del Feng Shui , tienen estas dos energías que lo complementan y lo regulan.

Ya en el Antiguo Testamento Dios se apareció una vez bajo la forma de zarza inflamado y
el rayo se considera a menudo un emisario suyo. El fuego tiene un carácter central en las
hogueras para quemar los acusados de herejía o de brujería.

Iconología
La iconología de este elemento tuvo altares, sacerdotes y sacrificios casi entre todos los
pueblos de la tierra. Los romanos lo representaban bajo la figura de Vulcano en medio de
los cíclopes . Una vestal al borde de un altar sobre el que arde el fuego sagrado o una
mujer teniendo un vaso lleno de él con una salamandra a sus pies, son también símbolos
por medio de los cuales los antiguos representaban el fuego.

Cesare Ripa y Hubert François Gravelot han juntado a estos emblemas la presencia del
Sol , principio del calor y de la luz y el ave fénix que muere y renace en este elemento;
expresión jeroglífica de la opinión de los filósofos que creían que el mundo sería
consumido algún día por las llamas para renacer más brillante y perfecto.

Evolución de la concepción científica del fuego


En la antigüedad clásica el fuego fue uno de los cuatro elementos clásicos junto con el
agua , la tierra y el aire . Este cuatro elementos representaban las cuatro formas conocidas
de la materia y eran utilizados para explicar diferentes comportamientos de la naturaleza.
En la cultura occidental el origen de la teoría de los cuatro elementos se encuentra en los
filósofos presocráticos de la Grecia clásica , y desde entonces ha sido objeto de
numerosas obras de expresión artística y filosófica, perdurando a través de la Edad Media
y el Renacimiento e influenciando profundamente el pensamiento y la cultura europeos.
Paralelamente el hinduismo y el budismo han desarrollado concepciones muy parecidos.

En la mayoría de estas escuelas de pensamiento se suele añadir un quinto elemento a los


cuatro elementos tradicionales, que se denomina alternativamente como idea, vacío, éter o
quintaesencia (literalmente “la quinta esencia”).

El concepto de los elementos clásicos continuó vigente en Europa durante la Edad Media,
debido a la prominencia de la visión cosmológica aristotélica ya la aprobación de la Iglesia
Católica del concepto del éter que apoyaba la concepción de la vida terrenal como un
estado imperfecto y el paraíso como algo eterno.

El uso de los cuatro elementos en la ciencia se abandonó en los siglos XVI y XVII, en la
que los nuevos descubrimientos sobre los estado de la materia superaron la concepción
clásica.
Teoría del flogisto
El año 1667 el científico Johann Joachim Becher ideó la teoría del flogisto ‘ (del griego
φλογιστόν Phlogiston “inflamable” de φλόξ Phlox “fuego”) según esta además de los cuatro
elementos clásicos, había un elemento adicional semejante a un fuego llamado el flogisto,
que estaba contenido dentro de los cuerpos combustibles , y que era liberado, en grados
más pequeños o más grandes, durante la combustión . La teoría intentaba explicar los
procesos de oxidación , como la combustión y la oxidación de metales. Esta teoría fue
compartida y estudiada también por el médico y químico alemán Georg Stahl .

Montaje realizado por Lavoisier para poner a prueba la teoría del flogisto. Figura realizada
por Mme. Lavoisier en el Traité elementaire de chimie .

Teoría de la combustión de Lavoisier


La teoría del flogisto se mantuvo hasta los años ochenta del siglo XVIII, hasta que Antoine
Laurent Lavoisier , considerado el padre de la química moderna, diseñó un experimento
para contrastarla: Lavoisier colocó una pequeña cantidad mercurio sobre un sólido flotando
encima de agua y lo cierra bajo una campana de cristal y provocó la combustión del
mercurio.

Según la teoría del flogisto el cuerpo flotante debería estar menos sumergido después de
la combustión ya que la cantidad restante de sustancia junto a la ceniza debería pesar
menos que la inicial y el volumen de aire dentro de la campana debería aumentar como
efecto de la asimilación del flogisto y con ello el nivel de líquido cerrado debería ser más
bajo que al comienzo. El resultado del experimento contradicen los resultados esperados
según esta teoría. Lavoisier interpretó correctamente la combustión eliminado el flogisto en
su explicación, ya la vez, hizo nacer la química moderna.

Las sustancias que arden se combinan con el oxígeno del aire , por lo que ganan peso. El
aire que está en contacto con la sustancia que se quema pierde oxígeno y, por tanto,
también volumen. Con Lavoisier los químicos abandonaron progresivamente la teoría del
flogisto y se apuntaron a la teoría de la combustión basada en el oxígeno .

Elemento festivo
El fuego es uno de los cuatro elementos cosmogónicos según las tradiciones antiguas que,
junto con el aire, el agua y la tierra, son capaces de crear todo, combinados debidamente.
Es un elemento complejo: por un lado es devastador y por otra es purificador, nos da luz y
calor y nos permite ingerir los alimentos cocidos.

Pero los efectos del fuego son muy beneficiosos. De hecho, las primeras comunidades de
humanos se estructuraron en torno al fuego y lo convirtieron en un elemento central.
Enseguida fue importante en lo cotidiano, pero también en la dimensión festiva, donde
multiplica los efectos y la potencialidad y adquiere connotaciones mágicas y grandes
contenidos simbólicos.

El calendario incluye muchos momentos ígneos. En los solsticios suele haber días en que
el fuego es protagonista absoluto, como las hogueras de San Juan y las hogueras de San
Antonio. La liturgia también lo tiene presente, el fuego, por ejemplo en la vigilia pascual y
en la fiesta de la candilera. Finalmente, la presencia del fuego en Barcelona sobresale en
las actuaciones de diablos y bestias, especialmente en los correfocs de las fiestas
mayores.

Peligros del fuego


El fuego conlleva una serie de peligros, el primero y más evidente son las quemaduras.

En el apartado de psicología tenemos la piromanía la que se define como una enfermedad


en la que una persona siente la necesidad de quemar algo y cuanto más grande sea el
fuego mejor (para él). Esto ha conllevado incendios forestales provocados.
Pero aparte de este también otras como la intoxicación por inhalación de humo . El calor
que conlleva que se prenda fuego hace que el agua ambiental también se mezcle con el
humo y cueste más respirar . Cuando se enciende fuego en los bajos de un edificio el
humo se comporta de las siguientes maneras:

 El humo al cabo de un momento de encenderse el fuego y con la entrada del edificio


cerrada
 El humo se propaga por el edificio ya que tiene la entrada abierta pero no se esparce
porque tiene una salida
 El humo invade todo el edificio porque tiene entrada y no tiene salida
Incendio
Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede quemar algo que no está
destinada a quemarse. Puede afectar estructuras ya seres vivos . La exposición a un
incendio puede producir la muerte, generalmente por inhalación de humo o por
desvanecimiento producido por la intoxicación y posteriormente quemaduras graves.
Para que se inicie un fuego es necesario que se den conjuntamente estos tres factores:
combustible , comburente y calor o energía de activación.
Incendio de una vivienda en Nueva Orleans , Luisiana , tras el paso de Katrina .

Incendio forestal.

Incendio espontáneo de rastrojos en un solar sin edificar de Madrid . Los incendios de


vegetación reseca suelen producir de manera natural, especialmente en verano, y debido
a su rápido avance no suelen causar daños en la vegetación estable.

Los incendios en los edificios pueden empezar con errores en las instalaciones eléctricas o
de combustión, como las calderas , escapes de combustible , accidentes en la cocina ,
niños jugando con mecheros o cerillas , o accidentes que implican otras fuentes de fuego,
como velas y cigarrillos . El fuego se puede propagar rápidamente a otras estructuras,
especialmente aquellas en las que no se cumplen las normas básicas de seguridad. Por
ello, muchos municipios ofrecen servicios de bomberos para extinguir los posibles
incendios rápidamente.

Las normativas sobre protección de incendios clasifican el riesgo que presenta cada tipo
de edificio según sus características, para adecuar los medios de prevención.

El riesgo atiende a tres factores:

 Empleo: mayor o menor cantidad de gente y conocimiento que tienen los ocupantes del
edificio.
 Continente: atiende a los materiales con que está construido el edificio, más o menos
inflamables, así como la disposición constructiva, especialmente la altura que, si es
grande, dificulta tanto la evacuación como la extinción.
 Contenido: materias más o menos inflamables.
Según estos factores, el riesgo se clasifica en ligero , ordinario y extraordinario.

Clases de fuego
A efectos de conocer la peligrosidad de los materiales en caso de incendio y del agente
extintor siga las instrucciones:

 extintores, agua, llamar a los bomberos , mantener la calma, no respirar y no se mueva del
lugar donde se ubica. En Europa y Australia los incendios se clasifican en 6 grupos:
 Clase A : incendios que implican sólidos inflamables que dejan brasas, como la madera ,
tejidos , goma , papel , y algunos tipos de plásticos.
 Clase B : incendios que implican líquidos inflamables o sólidos licuables , como el petróleo
o la gasolina , aceites , pintura , algunas ceras y plásticos.
 Clase C : incendios que implican gases inflamables, como el gas natural , el hidrógeno , el
propano o el butano .
 Clase D : incendios que implican metales combustibles , como el sodio , el magnesio , el
potasio o muchos otros cuando están reducidos a virutas muy finos.
Riesgo de electrocución (antiguamente conocida como Clase E ): incendios que implican
cualquiera de los materiales de las Clases A y B, pero con la introducción de
electrodomésticos , cableado , o cualquier otro objeto con tensión eléctrica , en la
proximidad del fuego, donde existe un riesgo de electrocución si se emplean agentes
extintores conductores de la electricidad.

Clase K : incendios que implican grasas y aceites de cocina. Las altas temperaturas de los
aceites en un incendio excede con mucho las de otros líquidos inflamables, haciendo
inefectivas los agentes de extinción normales (en España esta clase se incluye en la B).

A los Estados Unidos los incendios se clasifican en cuatro grupos: A, B, C y D.

 Clase A: incendios que implican madera, tejidos, goma, papel y algunos tipos de plástico.
 Clase B: incendios que implican gasolina, aceites, pintura, gases y líquidos inflamables y
lubricantes .
 Clase C: incendios que implican cualquiera de los materiales de la Clases A y B, pero con
la introducción de electrodomésticos, cableado o cualquier otro objeto que recibe energía
eléctrica , cerca del fuego.
 Clase D: incendios que implican metales combustibles , como el sodio , el magnesio o el
potasio u otros que pueden entrar en ignición cuando se reducen a limaduras muy finas.
A veces suele añadir un quinto grupo, la ‘Clase K’ . Se refiere a los incendios que implican
grandes cantidades de lubricantes o aceites. Aunque, por definición, la Clase K es una
subclase de la clase B, las características especiales de este tipo de incendios se
consideran suficientemente importantes para ser reconocidos en una clase aparte.

Incendio forestal
Un incendio forestal es un tipo de incendio que se caracteriza por producirse y
desarrollarse principalmente en zonas naturales con vegetación abundante.

Si bien las causas inmediatas que dan lugar a los incendios forestales pueden ser muy
variadas, en todos ellos se dan los mismos presupuestos, es decir, la existencia de
grandes masas de vegetación en concurrencia con periodos más o menos prolongados de
sequía .

El calor solar provoca deshidratación en las plantas, que recuperan el agua perdida del
sustrato. Sin embargo, cuando la humedad del terreno desciende a un nivel inferior al 30%
las plantas son incapaces de obtener agua del suelo, con lo que se van secando poco a
poco. Este proceso provoca la emisión a la atmósfera de etileno , un compuesto químico
presente en la vegetación y altamente combustible.

Tiene lugar entonces un doble fenómeno: tanto las plantas como el aire que las rodea se
vuelven fácilmente inflamables, con lo que el riesgo de incendio se incrementa. Y si en
estas condiciones se suma la existencia de períodos de altas temperaturas y vientos
fuertes o moderados, la posibilidad de que una simple chispa provoque un incendio se
vuelve significativa.

TRIANGULO Y TETRAEDRO DEL FUEGO

El triángulo del fuego representa los elementos necesarios para que se


produzca la combustión. Es necesario que se encuentren presentes los
tres lados del triángulo para que un combustible comience a arder. Por
este motivo el triángulo es de gran utilidad para explicar como
podemos extinguir un fuego eliminando uno de los lados del triángulo.

Triángulo del fuego

Como podemos ver en la fotografía los lados que componen el


triángulo del fuego son:

 El combustible: se trata del elemento principal de la combustión,


puede encontrarse en estado sólido, líquido o gaseoso.

 El comburente: el comburente principal en la mayoría de los


casos es el oxígeno.

 La energía de activación: es la energía necesaria para iniciar la


combustión, puede ser una chispa, una fuente de calor, una
corriente eléctrica, etc.
Si eliminamos de la combustión cualquiera de los lados del triángulo el
fuego se apagará.

El triángulo del fuego nos indica que elementos son necesarios para
que se inicie la reacción de combustión. Actualmente se ha descubierto
que para que se mantenga la combustión es necesario un cuarto
elemento, la reacción en cadena.

Al incluir la reacción en cadena en el esquema del triángulo del fuego


obtenemos el tetraedro del fuego.

Tetraedro del fuego

El principio básico del tetraedro del fuego es el mismo que el del


triángulo del fuego, todos los lados del tetraedro son necesarios para
que la combustión se mantenga ya que si eliminamos cualquiera de los
lados el fuego se apaga.
La reacción en cadena de la combustión desprende calor que es
transmitido al combustible realimentándolo y continuando la
combustión.

Triángulo del fuego


El aire que nos circunda esta constituido por un 21% de oxígeno aproximadamente. Esto podría hacernos
pensar que al estar los cuerpos combustibles en contacto con el aire, estos debieran arder en forma
espontánea. Por supuesto, sabemos que esto no es lo que sucede. ¿Pero porque? Simplemente porque
hay un tercer factor que debe entrar en escena, para que la combustión pueda tener lugar: el calor.
Cualquier ejemplo trivial de nuestra vida de todos los dias puede dar fe de ello: el papel no entra en
combustión si no acercamos a el una llama. La mezcla combustible-aire en un motor a explosión seria
inútil sin el aporte de la chispa de una bujía, etc.
Se puede definir entonces el famoso aunque devenido ya viejo, concepto del Triángulo del fuego (luego
veremos que este ha sido superado por el concepto de Tetraedro del Fuego). Este concepto nos dice
que es necesaria la existencia simultánea de tres factores para que se produzca una combustión:
1° Combustible
2° Comburente
3° Calor
Gráficamente, se expresa de la siguiente forma:

Teniendo en cuenta la incidencia de cada uno es estos factores, es que surgen los métodos básicos de
extinción de incendios:
1° Eliminación del combustible
2° Sofocación
3° Enfriamiento
Ahora bien: este modelo es útil en una primera aproximación al fenómeno del fuego, a los fines de
explicar la acción de algunos agentes extintores. Sin embargo, no nos permite entender como otros
agentes extintores extinguen el fuego, que es el caso de los productos halogenados, para dar un ejemplo.
Para ello, debemos introducir el concepto de Tetraedro del Fuego.

INCENDIO

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Incendios en minería subterránea

14 julio, 2014 por Seguridad Minera Deja un comentario


De acuerdo a estadísticas nacionales de los últimos 8 años, los incendios en minería
subterránea cuentan con una probabilidad de ocurrencia menor al 1%, según el
Ministerio de Energía y Minas. Desde un punto de vista internacional, según estadística
de MAPFRE, entre los años 1950 y2000, los incendios mineros representaron el 5% de
los desastres (siendo un desastre, un evento que supera las 20 fatalidades).

Sin embargo, la severidad que presenta este tipo de eventualidades es


considerablemente elevada puesto que puede llegar a generar la muerte del 100% de los
trabajadores. Vemos el caso de un incendio en Chile (1945), donde ocurrió un incendio
denominado “La Tragedia del Humo”, causando la muerte de 355 mineros.

Entonces, ¿los incendios son un problema para la minería subterránea? Desde


un punto de vista de probabilidad, es un evento muy POCO PROBABLE;
sin embargo, por el lado de la severidad, puede llegar a ser
CATASTRÓFICO.

El problema real es que los actuales métodos de identificación del riesgos,


dentro de las minas subterráneas, están basados en la probabilidad, mas no en
la severidad del mismo… porque no ha ocurrido en el país, aún.

Para dimensionar el tamaño del problema, se debe entender qué es lo que se


quema en una mina subterránea, cómo se comporta el fuego dentro de la mina
y cuál puede ser su efecto sobre las personas e infraestructura.

La teoría elemental del fuego señala que se requiere de cuatro componentes


para poder formar una llama sostenible: aire, combustible, fuente de calor y
reacción en cadena; sin embargo, la complejidad física y química que ocurre en
la realidad es mucho más extensa. Veamos por ejemplo el desarrollo de un
incendio en una habitación:
Evolución de un incendio en una habitación

Se observa que, a medida que pasa el tiempo, el fuego evoluciona de un


inofensivo y pequeño amago a un incendio generalizado en el cuarto, donde en
el minuto 25 aproximadamente, se llega a generar un fenómeno denominado
como FLASH OVER (incendio súbito generalizado). En ese mismo momento,
se puede observar también que el nivel de oxígeno desciende drásticamente,
así como las concentraciones de monóxido de carbono se elevan, volviéndose
un ambiente inhabitable por el ser humano.

Dentro de un túnel, dada su configuración de confinamiento, las temperaturas


generadas se duplican; obteniéndose hasta 1600 – 1800°C debido que el calor
generado por el incendio se contiene en el recinto, sin posibilidad de liberarse
al ambiente. Esto puede llevar a un eventual colapso de la zona afectada en el
peor de los casos.

Diferencia entre incendios abiertos e incendios en túneles

Los humos generados por el incendio deben ser modelados para estimar la
participación del sistema de ventilación en una situación de emergencia, de
forma que contribuya a generar vías de evacuación seguras. La participación
de profesionales expertos en el entendimiento del fuego y ventilación es
fundamental.

Los riesgos de incendios deben ser identificados y analizados mediante


métodos cuantitativos para poder estimar el nivel de impacto que puede llegar
a tener sobre la mina, las personas y las operaciones
Protección contra incendios en la Minería
Por Rodrigo Aravena, Gerente de Unidad Ingeniería de Protección Contra el Fuego de DICTUC.

Lamentablemente, ningún sector productivo está exento de las consecuencias de sufrir un incendio, y aunque
las industrias avancen y eleven sus estándares de seguridad, siempre pueden existir riesgos residuales no
cubiertos por las medidas.

En las faenas mineras, el riesgo de incendio aumenta por las características de los trabajos que en ellas
se realizan. Como ocurre en cualquier sector productivo, lo primero que hay que tener presente es el
marco general respecto a la protección de incendios, que se centra en tres aspectos:

• Protección de personas: En toda instalación (industrial o no), la primera preocupación es la seguridad


de las personas. En general, en la minería (al menos en la gran y mediana minería), este debe ser un
aspecto de constante preocupación en lo referente a incendios y en la cotidianidad del trabajo
operativo. Esta preocupación se expresa desde el uso permanente de equipos y elementos adecuados
hasta el diseño y revisión frecuente de los procedimientos de trabajo. Por ello, las tasas de daños a
personas suelen ser muy bajas. Y facilita que, además, se preste atención a la protección de la propiedad
y la continuidad operativa del negocio.

• Protección de propiedad: Comúnmente se destinan recursos a sistemas de protección contra


incendios, que van desde protección pasiva (estructuras y compartimentación) a sistemas de extinción
manual y/o automática, brigadas de emergencia, detección específica, etc. Una arista importante es la
existencia de compañías de seguros que plantean exigencias para coberturas.

• Continuidad del negocio: Habitualmente es uno de los aspectos menos tratados de la protección
contra incendios y tiene relación con cómo proteger y priorizar la seguridad en aquellas zonas críticas de
la producción. El análisis requerido involucra hacer un cruce entre los riesgos específicos de incendio en
cada zona de producción, respecto a la importancia relativa de ese sector, de manera de tener una
protección robusta (e incluso hasta redundante, de ser necesario) que permita, en caso de pérdidas por
incendio, una puesta en marcha tan rápida como sea posible.

En nuestra experiencia, como investigadores de incendios y especialistas en distintos tipos de asesorías


en este campo, nos han tocado múltiples casos de siniestros en instalaciones mineras, y a pesar de no
haber lamentado daños a personas, las pérdidas económicas (daño directo de equipos/recintos y
pérdida de operación) siempre son enormes. Como típicamente la producción minera es una “línea
productiva” donde el mineral va “pasando” por un conjunto de procesos, la detención de alguno de esos
procesos conlleva daños en todo el ciclo productivo.

Incendios mineros
En el caso particular de la Minería, es importante considerar las características particulares de estos
siniestros.

• Riesgos comunes. Estos son similares a cualquier tipo de incendios en industria: incendios eléctricos
asociados a mal diseño o sobreconsumos; trabajos en caliente (soldadura/corte) en zonas de materiales
combustibles/inflamables; calentamiento por superficies calientes o ductos de extracción en procesos
con generación de calor; atmósferas explosivas; problemas con estática (chispas), etc.

• Riesgos específicos. Cada uno de los subprocesos productivos asociados a la Minería conlleva riesgos
específicos y particulares, y es difícil poder listarlos todos. Sin embargo, algunos de los aspectos más
importantes que deben vigilarse son:

-Instalaciones subterráneas: representa un nivel de complejidad distinto y mayor respecto a incendios.


Los riesgos no solo están acotados a la zona afectada por las llamas, sino que es tanto o más importante
el manejo de los humos generados. Un sistema de ventilación (natural o forzado) adecuado protegerá
toda la instalación, mientras que uno que no opere adecuadamente pondrá en riesgo incluso al personal
situado a grandes distancias del incendio. En este caso, es de vital importancia que el sistema sea
diseñado por profesionales que entiendan del tema incendios.

- Combustión espontánea: algunos materiales son sujetos de este fenómeno cuando se acumulan en
grandes cantidades. Esto hace que se puedan generar incendios sin necesidad de una fuente externa de
ignición. Uno de estos materiales es el carbón.

- Almacenamientos de combustibles e inflamables: estos almacenamientos requieren de medidas de


protección específicas según el tipo de material.

Control de causas, consecuencias y análisis de mitigación

El desafío, entonces, es revisar y analizar las alternativas para disminuir lo más posible la ocurrencia de
siniestros y la reducción de los daños. En este sentido, los estudios de riesgos de incendios permiten
definir posibles escenarios, en los que básicamente se define el “qué” podría pasar, tanto desde las
causas como de las consecuencias. Esto último implica definir cómo y cuánto podría crecer el incendio,
qué zonas se verían afectadas, y cómo afectan a esto las posibles medidas de seguridad ya existentes.
Estos estudios permiten plantear y responder preguntas, como: ¿Son las medidas de seguridad
adecuadas a los riesgos? ¿Son suficientes? ¿Qué riesgos residuales no han sido cubiertos por las
medidas dispuestas? ¿Qué medidas adicionales de protección podrían ser más eficientes en disminuir el
riesgo? ¿Las medidas están alineadas a una estrategia de continuidad de operaciones? ¿Los trabajadores
están adecuadamente capacitados a todo nivel en los posibles riesgos de incendio en las instalaciones?

Para llevar a cabo estas evaluaciones correctamente y de manera exitosa, se requiere que las empresas
mineras consulten con organismos expertos en la materia, con el fin de combinar el conocimiento de
profesionales especialistas con la particularidad específica de cada instalación minera. No existen
panaceas.

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