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ACTUALIZACIÓN

Miopatías inflamatorias
idiopáticas
A.I. Turrión Nievesb, R. Martín Holguerab, A.I. Sánchez Atrioa y H. Moruno Cruzb
Servicio de Enfermedades del Sistema Inmune. Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares. Madrid.
a

España. bDepartamento de Medicina. Universidad de Alcalá de Henares. Alcalá de Henares. Madrid. España.

Palabras Clave: Resumen


- Miopatía inflamatoria Las miopatías inflamatorias son enfermedades con componente autoinmune que cursa con debili-
- Miopatía necrotizante dad muscular, elevación de las enzimas musculares y patrón miopático en el electromiograma.
inmunomediada Pueden presentarse de forma aislada o asociada a otras enfermedades autoinmunes como síndro-
- Miositis por cuerpos mes de superposición o relacionadas con neoplasias.
de inclusión Por su histología se clasifican en 4 formas que son: dermatomiositis, polimiositis, miositis por
cuerpos de inclusión y miopatía necrotizante inmunomediada. La primera y la última presentan un
- Debilidad muscular
componente de inmunidad humoral (células-B y complemento), mientras que la polimiositis y la
- Miopatía asociada miositis por cuerpos de inclusión estarían mediadas por células-T. En las formas con componente
a neoplasia humoral es importante descartar su asociación con procesos neoplásicos.
El tratamiento de estos pacientes se basa en la utilización de esteroides e inmunosupresores. Se
utilizan inmunoglobulinas intravenosas en formas graves. La utilización de fármacos biológicos co-
mo rituximab parece ser prometedora en las formas mediadas por inmunidad humoral.

Keywords: Abstract
- Inflammatory myopathy
Idiopathic inflammatory myopathies
- Immune-mediated necrotizing
myopathy Inflammatory myopathies are diseases with autoimmune component that present with muscle
weakness, elevated muscle enzymes and myopathic pattern on electromyography. May occur in
- Inclusion body myositis
isolation or associated with other autoimmune diseases overlap syndromes or related neoplasms.
- Muscle weakness For histology are classified into 4 types which are dermatomyositis, polymyositis, inclusion body
- Neoplasia associated myositis and immune-mediated necrotizing myopathy. The first and last feature a humoral
myopathy component (B-cell and complement) while polymyositis and inclusion body myositis would be
mediated by T-cells. In forms with humoral component is important to rule out its association with
neoplastic processes.
Treatment of these patients is based on the use of steroids and immunosuppressants. IVIG is
used in severe forms. The use of biological drugs such as rituximab appears promising in forms
mediated humoral immunity.

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MIOPATÍAS INFLAMATORIAS IDIOPÁTICAS

Concepto musculares de aspecto normal, existiendo abundantes infil-


trados inflamatorios a base de células T CD8 y macrófagos.
Se observan fibras sanas que están siendo fagocitadas por
Las miopatías inflamatorias idiopáticas (MII) son un grupo estas células.
heterogéneo de trastornos que se caracterizan por la infla- La MCI es una enfermedad mixta degenerativa y autoin-
mación no supurada del tejido músculo esquelético, con la mune caracterizada por vacuolas e inclusiones túbulo fila-
consiguiente debilidad muscular, en general con elevación de mentosas de ubicuitina y amiloide en el núcleo y en el cito-
las enzimas musculares y patrón miopático en el electromio- plasma e infiltrados inflamatorios similares a los observados
grama1. Algunas de ellas presentan lesiones cutáneas caracte- en la PM. Los datos que apoyan una base inmune son la
rísticas. La tercera parte de los casos se asocia a enferme­ presencia de infiltrados de linfocitos CD8, pero también lo
dades del tejido conectivo, y hasta en un 10% a neoplasias apoya el reciente descubrimiento de nódulos de células plas-
malignas. máticas CD138 activas que producen y secretan inmunoglo-
bulinas en el interior del músculo. Existen anticuerpos en
sangre periférica específicos de la enfermedad, como el anti‐
Epidemiología IBM‐43 presente en hasta un 50% de los pacientes. Sin em-
bargo, la existencia de vacuolas ribeteadas que contienen
La incidencia de las miopatías varía en diferentes estudios, material de degeneración mionuclear y el depósito de
oscilando entre 2 y 10 casos por millón de habitantes al año. material amiloide en el citoplasma de las fibras musculares
Puede manifestarse a cualquier edad, pero existen dos picos apoya un origen degenerativo de la enfermedad. La detec-
de máxima incidencia; uno en la infancia en niños de entre 5 ción de depósitos de la proteína TDP‐43 en el citoplasma es
y 14 años en el que predomina la dermatomiositis (DM) y altamente específica de la MCI, y su presencia asegura el
otro en adultos de 45 a 65 años en el que predomina la poli- diagnóstico.
miositis (PM). Las miopatías por cuerpos de inclusión suelen Por el contrario, los linfocitos B y los CD4+ son las célu-
diagnosticarse a partir de los 50 años. La prevalencia se esti- las predominantes en las lesiones de DM. La enfermedad se
ma en 8 casos por 100.000 habitantes. inicia posiblemente cuando anticuerpos dirigidos contra el en­
En conjunto, es más frecuente en mujeres 2,5:1. Cuando dotelio activan la cascada de complemento que acaba en el
coexiste otra enfermedad del tejido conectivo la relación por depósito del complejo de ataque de membrana sobre las cé-
género es 10: 1, mientras que en las miopatías por cuerpos de lulas endoteliales y su progresiva destrucción. La necrosis
inclusión es más frecuente en hombres 1:22. En la niñez y vascular se acompaña de inflamación perivascular, isquemia y
en los casos de asociación a neoplasia la frecuencia es igual en destrucción de las fibras musculares. La atrofia perifascicular
ambos sexos2. característica de esta enfermedad refleja una situación de hi-
poperfusión de los fascículos musculares que es más promi-
nente de forma distal al vaso. La activación del complemento
Etiopatogenia lleva asociada una producción de citoquinas y quimioquinas
por el endotelio, entre ellas, diversas moléculas de adhesión
Es desconocida, se postula la hipótesis de que el daño mus- que facilitan el paso hacia el interior de los fascículos de cé-
cular en las MII podría ser el resultado de la acción de una lulas inflamatorias, especialmente linfocitos T CD4, linfoci-
noxa extraña, agente físico o químico, generalmente una in- tos B y macrófagos. Una vez en el interior, los linfocitos T y
fección vírica, que desencadena una respuesta autoinmune, los macrófagos participan en la destrucción de las fibras mus-
en un sujeto predispuesto genéticamente3,4. culares. Similares hallazgos se observan en la miopatía infla-
En la PM y miositis por cuerpos de inclusión (MCI), los matoria necrotizante inmunomediada, en la que el infiltrado
linfocitos T citotóxicos CD8+ invaden las fibras musculares inflamatorio está fundamentalmente formado por macrófa-
que expresan antígenos MHC de clase I. Desde el punto de gos5.
vista fisiopatológico, predomina una respuesta de la inmu-
nidad celular. En este caso, los linfocitos CD8 invaden y
destruyen fibras musculares que expresan MHC‐I de forma Formas clínicas
difusa, lo cual conduce a una necrosis muscular a través de
la vía de las perforinas. No se conoce qué mecanismo des- Desde la primera clasificación más aceptada a nivel mundial
encadena la reacción, ahora bien, se postula que las fibras de Bohan y Peter (tabla 1)6 se han descrito múltiples clasifi-
musculares presentan antígenos a los linfocitos a través de caciones de formas clínicas de miopatías, pero al incluir datos
la molécula MHC‐I en conjunción con otras como la pro- clínicos, edad de inicio, los datos histológicos como mar­
teína BB1. Las fibras musculares sanas no expresan MHC‐I cadores pronósticos no son útiles desde el punto de vista
en condiciones normales, pero sí lo hacen cuando se necro- funcional. Hay autores que opinan que no se debería utilizar
san. A diferencia de las distrofias musculares, donde única- esta clasificación de los pacientes sino que habría que basarse
mente las fibras musculares enfermas expresan MHC‐I, en en datos clínico-serológicos, ya que defienden que la mayoría
la PM y en la MCI, fibras de aspecto normal expresan este de las miopatías inflamatorias son cuadros overlap (superpo-
marcador. sición)7.
La biopsia muscular muestra de forma característica una Las clasificaremos en cuatro grandes grupos, pueden cursar
expresión aumentada de forma difusa de MHC‐I en fibras de forma aislada o asociadas a otras enfermedades autoinmu-

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (VI)

TABLA 1
Clasificación de las miopatías

Grupo I. Polimiositis primaria idiopática


Grupo II. Dermatomiositis primaria idiopática
Grupo III. Miopatía asociada a neoplasia
Grupo IV. Miopatía de la infancia
Grupo V. Miopatía asociada a enfermedad del tejido conectivo
Tomada de : Bohan A6.

nes sistémicas o secundarias a neoplasias8. Los tres clásicos:


DM, PM y MCI y el cuarto grupo que recientemente ha sido
separado desde el punto de vista histológico constituyen la
forma denominada miopatía necrotizante inmunomediada Fig. 1. Pápulas de Gottron: lesiones papuloeritematosas en el dorso de las arti-
que en su forma aguda está relacionada con neoplasias, y en culaciones interfalángicas proximales y metacarpofalángicas.
su forma crónica en un alto porcentaje con el efecto tóxico
de algunos fármacos, los implicados con mayor frecuencia
Cutáneas
son los utilizados para el control de las dislipidemias como
fenofibrato o estatinas, estas últimas comprometen al múscu-
Aparecen sólo en la DM y suelen preceder a las manifestacio-
lo con una frecuencia de 1-6/10.000. Afectan con más fre-
nes musculares, ocasionalmente hasta en varios años. Existen
cuencia a mujeres de mediana edad con endocrinopatía, hi-
dos lesiones patognomónicas de DM: a) el eritema en heliotro-
potiroidismo, diabetes, etc.9,10 (tabla 1).
po que consiste en una coloración violácea de párpados supe-
riores, asociada muchas veces con edema, lo presentan menos
del 50% de los pacientes y b) las pápulas de Gottron, unas le-
Manifestaciones clínicas siones pápulo-eritematosas descamativas sobre la piel del
dorso de las articulaciones metacarpofalángicas e interfalán-
Musculares gicas que aparecen en el 60-80% de los casos (fig. 1).
También se observan frecuentemente otro tipo de lesiones
En la PM y DM se instauran de una forma insidiosa (semanas cutáneas que no son específicas, como las erupciones en áreas
a meses) con una debilidad muscular proximal, simétrica y fotoexpuestas (cuero cabelludo, cara, cuello, espalda, tórax an-
progresiva. La mialgia es menos frecuente (menos de 30%). terior, hombros) que, a diferencia del lupus eritematoso sisté-
El paciente puede tener dificultades al subir escaleras, levan- mico, pueden ser intensamente pruriginosas. Son también
tarse de una silla, peinarse o vestirse utilizando las extremi- comunes el eritema y las anomalías capilares periungueales (de
dades superiores. La debilidad se puede extender a los mús- forma similar a la esclerodermia), siendo más evidente en pa-
culos del cuello, dificultando la posición erecta de la cabeza, cientes que presentan fenómeno de Raynaud, la hipertrofia
a la musculatura faríngea y del tercio superior del esófago, cuticular o las fisuras palmares o digitales (manos de mecáni-
provocando disfagia. En la exploración física no se detecta co) muy características de los síndromes antisintetasa. En las
debilidad muscular distal (por ejemplo, la prensión de la formas juveniles de DM pueden desarrollarse calcificaciones
mano es normal), tampoco presentan dolor significativo con subcutáneas. El fenómeno de Raynaud se observa hasta en un
la palpación muscular, fasciculaciones o anomalías en la mus- 10% de los adultos, suele acompañar a los síndromes de sola-
culatura facial o extraocular. pamiento y a los antisintetasa y es excepcional en los niños.
La MCI afecta de forma asimétrica tanto a la musculatu-
ra proximal como distal, especialmente al cuádriceps y a los
flexores de la muñeca, dedos y tobillo, lo que provoca caídas Manifestaciones articulares
frecuentes. Es más común en varones (60-70%) de más de 50
años y su desarrollo y progresión es más lento (meses a años) Las artralgias son un síntoma precoz de DM, hasta en un
que en el resto de MII. Según diversos autores, esta miopatía 30% de los pacientes, en ocasiones presentan artritis infla-
se encuentra infradiagnosticada con respecto a su frecuencia matorias discretas, simétricas, no erosivas. Los pacientes con
real3,11. artritis presentan frecuentemente afectación pulmonar. En
La miopatía necrotizante se manifiesta de forma variable las DM de la infancia las contracturas musculares son fre-
dependiendo de su asociación o no con otras enfermeda- cuentes.
des. Por ejemplo, en el caso de los pacientes con anticuerpos
anti‐SRP o en los asociados a un tumor, la debilidad muscu-
lar es grave, se instaura de forma aguda y suele acompañarse Síntomas generales
de disfagia, insuficiencia respiratoria y disfunción cardiaca12.
En cambio, en los casos asociados a tratamiento con estati- Son más frecuentes en pacientes con síndrome de solapa-
nas, la debilidad puede ser de muy leve a grave, cursando en miento con enfermedades sistémicas. Hay que tener en
ocasiones más con dolor muscular que con debilidad. cuenta la asociación predominante de las DM con procesos

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MIOPATÍAS INFLAMATORIAS IDIOPÁTICAS

neoplásicos, los tumores más comunes son pulmón, ovario,


mama, tracto gastrointestinal y trastornos mieloproliferati-
vos. La neoplasia puede preceder o diagnosticarse hasta más
de 2 años después del comienzo del cuadro.

Manifestaciones cardiopulmonares
La afectación miocárdica va desde pericarditis y trastornos
de conducción miocárdica con la producción de arritmias al
desarrollo de miocarditis y miocardiopatía dilatada e insufi-
ciencia cardiaca congestiva. En cuanto a problemas respira-
torios, hasta en un 10% de los pacientes afectos de DM pue-
den presentar enfermedad pulmonar intersticial, siendo más
frecuente en los síndromes de solapamiento y en asociación
a anticuerpos anti-Jo-1 o a anti PL-12. Es posible el desarro-
llo de una dificultad respiratoria secundaria a afectación de
los músculos intercostales y del diafragma que puede conlle-
var neumonías por aspiración (fig. 2).

Fig. 2. Afectación intersticial que alcanza a ambas bases pulmonares en un pa-


Manifestaciones digestivas ciente con síndrome antisintetasa. TACAR de dermatomiositis.

Hasta en un 30% de los pacientes se ha descrito una afecta-


ción de la musculatura estriada y lisa del tercio proximal y do por linfocitos y macrófagos con algunas células plasmáticas
distal del esófago. La presencia de disfagia se considera un y ocasionalmente PMN en fases iniciales. El infiltrado se loca-
factor de mal pronóstico. El desarrollo de vasculitis intestinal liza perivascular y perifascicularmente. PM definida: 4 crite-
y las frecuentes infecciones, especialmente en casos de mio- rios; PM probable: 3 criterios y PM posible: 2 criterios.
patías en la infancia, pueden llevar a complicaciones graves
como son las úlceras o la perforación intestinal.
Dermatomiositis
Criterios diagnósticos para Todos los casos deben incluir la erupción típica:
la clasificación de los pacientes 1. Erupción eritematosa de color rojo violáceo moteada
con miopatía inflamatoria o difusa, localizada en párpados superiores (eritema heliotro-
po), mejillas, puente de la nariz, zona superior del tórax y
A continuación exponemos los criterios diagnósticos emplea- proximal de los brazos.
dos en la clasificación de los pacientes con miopatía inflama- 2. Pápulas de Gottron que son pápulas o placas eritema-
toria13. tosas violáceas que aparecen sobre prominencias óseas, espe-
cialmente sobre articulaciones metacarpofalángicas, interfa-
lángicas proximales y distales, pero también sobre los codos,
Polimiositis rodillas o maléolos. DM definida: 3 criterios; DM probable:
2 criterios y DM posible: 1 criterio. Excluyendo: enfermedad
Caracterizada por: neurológica central o periférica, infecciones del músculo, in-
1. Debilidad muscular proximal y simétrica. Afección en gesta de fármacos o tóxicos, enfermedades musculares meta-
la mayoría de los casos de la cintura escapular y pelviana. En bólicas, rabdomiolisis de causa conocida, enfermedades en-
casos agudos o de larga evolución puede existir también de- docrinas, historia familiar sugestiva de distrofia muscular y
bilidad distal. presencia de granulomas sarcoideos en la biopsia.
2. Elevación de enzimas musculares. Marcadores de le-
sión muscular: CPK, LDH, GOT, GPT y aldolasa.
3. Alteraciones electromiográficas compatibles: a) au- Complicaciones
mento de la actividad de inserción con presencia de actividad
en reposo, manifestada por fibrilaciones y ondas agudas po- Las complicaciones respiratorias son, junto con la cardio-
sitivas (diente en sierra); b) potenciales de unidad motora de miopatía debida a la enfermedad, las responsables de la ma-
características miopáticas con disminución de la amplitud y yoría de las muertes en los pacientes con miopatías inflama-
duración y aumento de la polifasia y c) descargas peculiares torias. Otras complicaciones que habría que resaltar son las
repetitivas de alta frecuencia (pseudomiotónica). iatrogénicas debidas a los fármacos necesarios para intentar
4. Biopsia muscular compatible. Presencia de fibras dege- controlar la enfermedad, como son los esteroides y su toxici-
neradas y necróticas, junto a un infiltrado inflamatorio forma- dad (osteoporosis, descompensación diabética, etc.).

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (VI)

Factores pronóstico TABLA 2


Causas de las miopatías. Causas de debilidad muscular

Trastornos endocrinológicos y metabólicos


Los factores asociados con la mortalidad son la edad, la aso-
ciación a neoplasias, el retraso en iniciar el tratamiento y la Hipo o hipertiroidismo, hiperfunción e hipofunción adrenocortical, diabetes mellitus,
hipopotasemia, hiperparatiroidismo
mala respuesta al mismo, la neumonía por aspiración, la en- Enfermedades autoinmunes
fermedad intersticial pulmonar, la miocarditis y la detección Conectivopatías, vasculitis, sarcoidosis y su afectación granulomatosa, polimialgia
de anticuerpos anti-SRP. La presencia de disfagia se conside- reumática, amiloidosis
ra un factor de mal pronóstico. También es un factor de mal Miopatías inflamatorias (incluidas dentro de las enfermedades autoinmunes)
pronóstico en las formas de comienzo agudas el hallazgo his- Dermatomiositis, polimiositis, miopatía por cuerpos de inclusión, miopatía
necrotizante inmunomediada
tológico de miositis necrotizante inmunomediada.
Fármacos y tóxicos
En adultos, la respuesta a fármacos es mejor en los pa-
Estatinas, fibratos, corticoides, zidovudina, alcohol, colchicina, corticoides, cocaína,
cientes con síndrome antisintetasa y peor en los pacientes heroína, penicilamina, ciclosporina, antimaláricos, tamoxifeno, diclofenaco
con MCI. Infecciones
El pronóstico desde el punto de vista funcional depende Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), influenza, coxsackie, adenovirus, virus
del curso clínico de la enfermedad. Así, el 60% de los pacien- de la hepatitis C, virus de Epstein-Barr, toxoplasmosis, triquinosis
tes con DM juvenil tienen una evolución monofásica; el 32% Enfermedades neuromusculares
policíclica y el 8% crónica. Distrofias musculares (facioescápulo humeral, enfermedad de Steinert), miastenia
gravis, amiotrofia (esclerosis lateral amiotrófica, diabetes)
Después de un seguimiento medio de 5 años en pacien- Trastornos hidroelectrolíticos
tes con miopatía inflamatoria, el 20% está en remisión sin Hipopotasemia, hipofosfatemia, hipocalcemia, hiper o hiponatremia
tratamiento y el 80% sigue un curso policíclico. Sólo un Miopatías de depósito
17,5% de los pacientes tiene una capacidad funcional nor- Enfermedad por depósito de glucógeno, miopatías mitocondriales
mal, y el 12,5% está muy incapacitado. El 70% presenta Miscelánea
una incapacidad leve o moderada. Los factores relacionados Inyecciones intramusculares, rabdomiolisis, actividad física extenuante, síndrome
paraneoplásico, fibromialgia, miopatía del enfermo crítico, hipertermia, convulsiones,
con un peor pronóstico funcional son el tiempo de evo­ síndrome de malabsorción con déficit de vitamina E o vitamina D
lución, la poliartritis y la osteoporosis14. La mortalidad es
3 veces mayor en los pacientes con PM-DM que en la po-
blación general. La supervivencia a los 5 años es del 75%
en la PM y el 63% en la DM y a los 10 años del 55 y el ciertos anticuerpos, lo que dificulta el diagnóstico. La biopsia
53%, respectivamente15. muscular muestra clásicamente la presencia de abundantes
fibras necróticas y fibras regenerantes con escaso infiltrado
inflamatorio a base de macrófagos. Se puede demostrar un
Diagnóstico diferencial depósito de complemento en la pared de los vasos sanguí-
neos, especialmente en los casos asociados a anticuerpos
En la tabla 2 se exponen las principales patologías con las anti‐SRP. En general, no se observa un incremento en la ex-
que hay que realizar el diagnóstico diferencial ante un cua- presión de MHC‐I como sí ocurre en la MCI o PM. Existe
dro que curse con debilidad muscular ante la sospecha de un infiltrado inflamatorio a costa básicamente de macrófa-
miopatía inflamatoria. gos, que se sitúan alrededor de las fibras necróticas o en el
Dentro del diagnóstico diferencial hemos de entender las endomisio. La ausencia de expresión de clase I y la inexisten-
diferencias entre los 4 tipos de miopatías inflamatorias, y cia de infiltrados de linfocitos T sugiere que no se trata de
dado su interés pronóstico nos ayuda a esta diferenciación el una inmunidad celular. En cambio, la demostración de depó-
estudio histológico y el conocimiento de los autoanticuerpos sito de complemento en la pared de los vasos y la presencia
que se detectan en la mayoría de estas enfermedades. de macrófagos sugieren un origen de la respuesta de tipo
humoral.
La invasión de fibras musculares de aspecto normal por
Histológico células T CD8+ y macrófagos, junto a la expresión difusa
de MHC-I se observa en la PM y en la MCI. La presencia de
La biopsia muscular es la exploración más importante utili- va­cuolas con bordes rojos y las inclusiones congofílicas
zada en el diagnóstico de las miopatías inflamatorias y la de proteína amiloide respaldan el diagnóstico de MCI. Se
concluyente en su diagnóstico. utiliza la microscopía electrónica en la MCI para detectar
La atrofia perifascicular de las fibras musculares es una carac- tubulofilamentos citoplasmáticos e intracelulares de 15 a
terística típica de la DM, y puede observarse incluso en ausen- 20 nm.
cia de un infiltrado inflamatorio. Otros datos que respaldan Para la realización de la biopsia muscular se elige el
el diagnóstico de DM son la reducción de los capilares, los músculo que se encuentre más afectado según la exploración
signos de isquemia y los infiltrados inflamatorios de distribu- física. Últimamente buscando la rentabilidad diagnóstica se
ción perivascular. aboga por la realización previa de una resonancia magnética
La miopatía necrótica suele ser de origen paraneoplásico (RM) para localizar el músculo aparentemente más afectado.
(inicio agudo) o tóxico (formas de inicio solapado, crónico); Es altamente sensible para detectar inflamación en los tejidos
sin embargo, puede darse en pacientes con PM asociada a blandos, especialmente con la incorporación de las técnicas

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MIOPATÍAS INFLAMATORIAS IDIOPÁTICAS

con supresión de grasa, ya que localiza áreas de tejido infla­ Anti-Mi-2. Son más frecuentes en las DM (27%). Los pa-
mado, al evaluar amplios segmentos musculares, a diferencia cientes suelen presentar una miopatía leve que responde bien
de la biopsia muscular que evalúa tan sólo una porción limi­ al tratamiento y pocas complicaciones extramusculares, pero
tada de tejido, ofreciendo una guía para la localización del las manifestaciones cutáneas son prominentes y, a menudo,
sitio ideal de toma de biopsia16. pertinaces.

Anticuerpos asociados a miositis


Inmunológico Alta incidencia de síndrome de superposición en conectivo-
patías: esclerodermia-miositis o síndrome de Sjögren-mio­
En las miopatías inflamatorias existen autoanticuerpos anti- sitis: anti-PM-Scl, anti-Ro, anti-La, anti-Ku, anti-U1RNP,
nucleares o anticitoplasmáticos que definen un tipo específi- anti-U2RNP (tabla 3).
co de miopatía (entre un 38 y un 58% de las miopatías) y
otros que definen cuadros de solapamiento o superposición
con otras conectivopatías (entre un 18 y un 40% de las mio- Tratamiento. Aspectos generales
patías). Este segundo grupo de anticuerpos se asocia a miosi- y fisioterápicos
tis, pero no son específicos de la enfermedad17.
El tratamiento debe ser individualizado, y busca mantener la
Anticuerpos específicos de miositis función muscular y conseguir la remisión completa de la ac-
tividad inflamatoria. Por ello, debe incluir programas de
Antisintetasa. Anti-Jo-1 es el más representativo, se han rehabilitación y terapia física. Debe descartarse una endocri-
descrito hasta ocho anticuerpos para diferentes sintetasas. El nopatía o tratamiento que pudiera ser la causa de dicha mio-
síndrome antisintetasa cursa con artritis simétrica no erosiva, patía; por ejemplo, estatinas.
enfermedad pulmonar intersticial, fiebre, manos de mecáni- Inicialmente es recomendable el reposo, o la realización
co y fenómeno de Raynaud con respuesta moderada al trata- de movimientos pasivos cuando esté activa la enfermedad
miento. para evitar contracturas, pero se debe programar un régimen
de ejercicios de forma precoz, que comience 2-3 semanas
Anti-SRP. Se caracteriza por el desarrollo de una miopatía después de iniciado el tratamiento farmacológico, ya que el
grave y cardiomiopatía con insuficiencia cardiaca congestiva, entrenamiento muscular con ejercicios contra resistencia en
fibrosis pulmonar y respuesta moderada al tratamiento in- los pacientes con PM-DM estable es seguro, no reactiva la
munosupresor. En este subgrupo, la supervivencia es inferior enfermedad y mejora la función muscular y la calidad de
que en el resto de los pacientes con MII. vida19.

TABLA 3
Características diferenciales de las cuatro formas principales de miopatía inflamatoria

Miopatía necrotizante
Características Miopatía por cuerpos de inclusión Polimiositis Dermatomiositis inmunomediada
Población afectada Varones mayores de 50 años Adultos (mujeres > varones) Niños y adultos Adultos
(mujeres > varones)
Forma de instauración Crónica Subaguda Subaguda (aguda) Aguda
Subaguda
Debilidad muscular Proximal y distal Proximal Proximal Proximal
Lesión cutánea No No Sí (> 90%) No
En niños calcinosis
Neoplasias asociadas +/- +/- 15-20% adultos Si en las agudas
Enzimas musculares (CK) Normales o ligero incremento Aumentadas Aumentadas Aumentadas en agudas,
leve aumento en crónica
Electromiograma Patrón miopático y neuropático Patrón miopático Patrón miopático Patrón miopático
Conectivopatías asociadas Raro Sí, con todas Frecuente: esclerodermia, Raro
EMTC
Respuesta al tratamiento Escasa + ++ No en agudas
Si en subagudas
al suspender tóxico
Histología muscular
Infiltrado celular CD8+ CD8+ B, CD4+ Macrófagos
Depleción capilar No No Sí No
Depósito vascular de C5b-9 No No Sí Sí
Atrofia perifascicular No No Sí Sí
Invasión celular parcial No Sí No No
Vacuolas ribeteadas Sí No No No
Modificada de Porcel JM18.

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA INMUNE (VI)

Tratamiento farmacológico. Medicación. Se está investigando en terapias emergentes como agentes


Indicaciones. Dosificación que bloquean la señal de transducción en linfocitos (FK506,
rapamicina, CAMPATH, follistatin, calpeptina o mizoribina),
El primer fármaco a emplear es prednisona (1 mg/kg/día), agentes dirigidos contra citoquinas frente a interferones beta;
inicialmente en dosis divididas y posteriormente en dosis agentes que interfieren con integrinas y sus receptores. En la
única matutina. Los glucocorticoides no siempre logran in- MCI el tratamiento es desalentador, en un reciente estudio se
ducir la remisión de la enfermedad. Se suelen requerir varias observó en estos pacientes un retraso en la progresión de la
semanas para que se produzca una mejoría clínica, a partir de enfermedad tras una serie de infusiones de alemtuzumab25.
las cuales se comienza la reducción progresiva de la dosis, A pesar de estos avances, la mejora en el tratamiento
hasta llegar aproximadamente a los 5-10 mg/día. En casos de las MII es compleja, debido a la baja incidencia y preva-
graves o en un inicio para inducir la remisión, se pueden lencia de estas enfermedades, junto a las dificultades para el
administrar inicialmente pulsos de metilprednisolona (500- diseño de ensayos clínicos, en parte por no disponer de unos
1.000 mg/día durante 3 días) seguidos de prednisona en las criterios diagnósticos consensuados, y por ello se han reali-
dosis ya indicadas, con la finalidad de controlar rápidamente zado en los últimos años notables esfuerzos en este sentido26.
la inflamación. Las manifestaciones cutáneas de la DM pueden evolucio-
La utilización de inmunosupresores (deben utilizarse pre- nar de forma independiente a las musculares. Dado que las
cozmente para reducir las dosis de esteroides) está especial- lesiones son fotosensibles, se recomendará una protección
mente indicada en las siguientes circunstancias: solar y uso de cremas con factor de protección. Hidroxicloro-
1. Necesidad de “ahorrar” corticoides para evitar sus quina es efectiva en la mayoría de los pacientes para controlar
efectos secundarios (por ejemplo, pacientes diabéticos). las lesiones cutáneas. También parecen eficaces para mejorar
2. Imposibilidad de reducir dosis altas de corticoides por o resolver la enfermedad cutánea metotrexato, las inmunog-
la aparición de una exacerbación. lobulinas intravenosas y micofenolato. El uso de tacrolimus
3. Respuesta parcial a dosis altas de corticoides después tópico (0,03-0,1%) puede resultar útil en las erupciones resis-
de 2 meses de tratamiento. tentes a otros tratamientos, e incluso puede aplicarse en la
4. Debilidad muscular rápidamente progresiva con insu- cara, aunque a veces provoca sensación de quemazón y pru-
ficiencia respiratoria. rito. La calcinosis presente en los niños es especialmente di-
En la mayoría de los casos, las únicas evidencias para la fícil de tratar y, aunque se pueden probar diversos agentes
utilización de uno u otro inmunosupresor son estudios abier- (colchicina, diltiacem, warfarina, corticoides), ninguno ha
tos con un número pequeño de casos. No existen estudios demostrado un beneficio consistente. En ocasiones, es nece-
controlados contra placebo que demuestren la superioridad saria la extirpación quirúrgica de las calcificaciones.
de uno u otro inmunosupresor, por lo que la elección depen-
de de la toxicidad del fármaco y la comorbilidad del paciente.
Metotrexato utilizado por vía oral o intramuscular (7,5-20 Efectos secundarios
mg/semanal) es el fármaco de primera elección, ya que con-
sigue una disminución rápida de la dosis de glucocorticoides Hasta un 40% de los pacientes presentan efectos adversos
y controla bien la actividad de la enfermedad en la mayoría graves a los esteroides, y la morbilidad y la mortalidad de las
de los pacientes. Azatioprina (2 mg/kg/día) es otra de las pri- MII siguen siendo elevadas por la gravedad de las manifesta-
meras opciones terapéuticas. En casos refractarios se ha con- ciones pulmonares, cardíacas o gastrointestinales.
templado el uso de una combinación de metotrexato con Puesto que metotrexato puede producir toxicidad pul-
azatioprina, pero se han descrito casos de síndrome febril en monar, se debe evaluar la función pulmonar antes de iniciar
relación con dicha asociación20. dicho tratamiento para excluir la posibilidad de una enfer-
Otros agentes que se reservan para los fracasos terapéuti- medad pulmonar intersticial asociada a la MII.
cos son: inmunoglobulinas intravenosas (IGIV) (2 g/kg a interva- En cuanto a azatioprina, hay que vigilar la función hepá-
los mensuales durante 6 meses y posteriormente cada 6-8 se- tica con especial énfasis en la determinación de la actividad
manas), ciclosporina A (2,5-4 mg/kg/día) y micofenolato mofetilo enzimática de la tiopurinametiltransferasa (TPMT).
(1-2 g al día). Tacrolimus oral (3 mg/día), leflunomida oral (20 Con ciclosporina debe vigilarse la función renal y las ci-
mg/día) y ciclofosfamida intravenosa (500 mg al mes por vía fras de tensión arterial.
intravenosa durante 3-6 meses) pueden ser eficaces, aunque en Una complicación del uso de corticoides que tiene especial
la mayoría de los casos la toxicidad es importante. relevancia en los pacientes con MII es la miopatía esteroidea,
Existen varios artículos que describen tratamientos con ya que en ambas situaciones se produce debilidad muscular
antifactor de necrosis tumoral alfa (anti-TNF) en pacientes proximal. La existencia de enfermedad activa extramuscu-
con miopatías inflamatorias con resultados dispares21-23. lar (por ejemplo, piel, pulmón) junto con cifras elevadas de
Otros fármacos biológicos como abatacept, anakinra o creatinfosfoquinasa (CPK) indican una miositis activa y ha-
tozilizumab están descritos en la literatura médica, pero con cen recomendable incrementar la dosis de corticoides; por
ninguno de ellos se ha obtenido una respuesta significativa. el contrario, una debilidad progresiva en el contexto de una
Rituximab ha sido eficaz en pacientes con miopatías inflama- dosis estable de corticoides sin cambio en las enzimas mus-
torias, DM o síndrome antisintetasa24, siendo de esperar una culares sugiere toxicidad y, en consecuencia, favorece la re-
mayor eficacia en estas formas mediadas por la inmunidad ducción de la dosis del fármaco. No obstante, en muchas
humoral. oca­siones no hay más remedio que aumentar o disminuir la

2046  Medicine. 2013;11(33):2040-7

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MIOPATÍAS INFLAMATORIAS IDIOPÁTICAS

dosis de corticoides de forma empírica y evaluar el efecto S.E.R. de las enfermedades Reumáticas. 3ª ed. Madrid: Medica Pa-
ramericana; 2000. p. 324-35.
clínico de esta decisión. ✔ 2. Irazoque-Palazuelos F, Barragan-Navarro Y. Epidemiology, etiology and
Es recomendable efectuar una prueba de la tuberculina, classification. Reumatol Clin. 2009;5Suppl3:2-5.
por la posibilidad de que se reactive una tuberculosis con el ✔ 3. Selva O’Callaghan A, Trallero Araguas E. Inflammatory myopathies. Der-
matomyositis, polymyositis, and inclusion body myositis. Reumatol Clin.
tratamiento esteroideo. También se debe disponer de una 2008;4(5):197-206.
 4. Okada S, Weatherhead E, Targoff IN, Wesley R, Miller FW, Interna-
densitometría ósea basal y prescribir calcio, vitamina D y tional Myositis Collaborative Study Group. Global surface ultraviolet
eventualmente bifosfonatos como profilaxis de la osteoporo- radiation intensity may modulate the clinical and immunologic expres-
sion of autoimmune muscle disease. Arthritis Rheum. 2003;48(8):
sis corticoidea. 2285-93.
✔ 5. Castro C, Gourley M. Diagnosis and treatment of inflammatory myopa-
thy: issues and management. Ther Adv Musculoskelet Dis. 2012;4(2):111-
20.
Criterios de respuesta  6. Bohan A, Peter JB. Polymyositis and dermatomyositis (second of two
parts). N Engl J Med. 1975;292(8):403-7.
  7. Troyanov Y, Targoff IN, Tremblay JL, Goulet JR, Raymond Y, Senecal JL.
Durante el seguimiento del paciente, la medición de la Novel classification of idiopathic inflammatory myopathies based on
fuerza muscular y la determinación seriada de enzimas mus- overlap syndrome features and autoantibodies: analysis of 100 French
Canadian patients. Medicine (Baltimore). 2005;84(4):231-49.
culares (por ejemplo, cada 4-8 semanas) es útil, si bien las   8. Maoz CR, Langevitz P, Livneh A, Blumstein Z, Sadeh M, Bank I, et al.
modificaciones terapéuticas deben basarse en la sintomatolo- High incidence of malignancies in patients with dermatomyositis and
polymyositis: an 11-year analysis. Semin Arthritis Rheum. 1998;27(5):
gía clínica y no en las alteraciones serológicas, cuando el pa- 319-24.
ciente recupere la fuerza muscular y se normalice la CPK se   9. Sathasivam S. Statin induced myotoxicity. Eur J Intern Med. 2012;23(4):
317-24.
aconseja mantener las revisiones cada 3 meses durante los
dos primeros años, alargándola con posterioridad, tiene un

10. Ernste FC, Reed AM. Idiopathic inflammatory myopathies: current
trends in pathogenesis, clinical features, and up-to-date treatment recom-
mendations. Mayo Clin Proc. 2013;88(1):83-105.
especial interés la vigilancia de neoplasia oculta en pacientes ma-
yores de 50 años con DM. Se considerará una respuesta satis-

11. Rugiero MB. Revisión: miositis por cuerpos de inclusión:¿una enferme-
dad subdiagnosticada? Neurol Arg. 2011;3(2):100-5.
12. Uchino M, Yamashita S, Uchino K, Mori A, Hara A, Suga T, et al. Muscle
factoria entre consultas una mejoría del 20% en al menos biopsy findings predictive of malignancy in rare infiltrative dermatomyo-
tres de los siguientes parámetros a fuerza muscular y estadio sitis. Clin Neurol Neurosurg. 2013;115(5):603-6.
13. Bohan A, Peter JB. Polymyositis and dermatomyositis (first of two parts).
funcional, así como por la evaluación global de la enferme- N Engl J Med. 1975;292(7):344-7.
dad por el médico y por el paciente. Se considera un pacien- 14. Ponyi A, Borgulya G, Constantin T, Vancsa A, Gergely L, Danko K.
Functional outcome and quality of life in adult patients with idiopathic
te con enfermedad refractaria cuando no responde al trata- inflammatory myositis. Rheumatology (Oxford). 2005;44(1):83-8.
miento con esteroides y al menos dos inmunosupresores. 15. Airio A, Kautiainen H, Hakala M. Prognosis and mortality of polymyosi-
tis and dermatomyositis patients. Clin Rheumatol. 2006;25(2):234-9.
En casos resistentes al tratamiento debe considerarse la 16. Pena Ayala A, Escobar Cedillo RE, Espinosa Morales R, Pineda Villase-
repetición de la biopsia muscular debido a la distribución nor C. Imaging techniques and electromyography in inflammatory my-
parcheada o irregular de las lesiones27. El lugar idóneo para opathies. Reumatol Clin. 2009;5Suppl3:23-7.

la biopsia es un músculo con afectación moderada, hay estu- ✔


17. López Longo FJ. Inflammatory myopathies. New concepts. Reumatol
Clin. 2008;4Suppl1:40-4.
dios que utilizan la RM para su localización, debe evitarse el 18. Porcel JM. Artículo especial. Miopatías inflamatorias idiopáticas. Publica-
ción digital de la 1ª Cátedra de Clínica Médica y Terapéutica y la Carrera
lugar dañado por la colocación del electrodo. No obstante, si de Posgrado de especialización en Clínica Médica 2006. 2006; Clínica-
tenemos un paciente varón de más de 50 años con una su- UNR.org.
19. Alexanderson H, Dastmalchi M, Esbjornsson-Liljedahl M, Opava CH,
puesta PM, en que no tengamos datos histológicos claros y Lundberg IE. Benefits of intensive resistance training in patients with
que no responde al tratamiento, lo más probable es que ten- chronic polymyositis or dermatomyositis. Arthritis Rheum. 2007;57(5):
768-77.
ga una MCI.

20. Villalba L, Hicks JE, Adams EM, Sherman JB, Gourley MF, Leff RL, et
al. Treatment of refractory myositis: a randomized crossover study of two
new cytotoxic regimens. Arthritis Rheum. 1998;41(3):392-9.
21. Efthimiou P, Schwartzman S, Kagen LJ. Possible role for tumour necrosis
Conflicto de intereses factor inhibitors in the treatment of resistant dermatomyositis and poly-
myositis: a retrospective study of eight patients. Ann Rheum Dis.
2006;65(9):1233-6.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. 22. Dold S, Justiniano ME, Márquez J, Espinoza LR. Treatment of early
and refractory dermatomyositis with infliximab: a report of two cases.
Clin Rheumatol. 2007;26(7):1186-8.
23. Iannone F, Scioscia C, Falappone PC, Covelli M, Lapadula G. Use of
Bibliografía etanercept in the treatment of dermatomyositis: a case series. J Rheumatol.
2006;33(9):1802-4.
24. Brulhart L, Waldburger JM, Gabay C. Rituximab in the treatment of
•  Importante ••  Muy importante antisynthetase syndrome. Ann Rheum Dis. 2006;65(7):974-5.
25. Dalakas MC, Rakocevic G, Schmidt J, Salajegheh M, McElroy B, Harris-
✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión Love MO, et al. Effect of Alemtuzumab (CAMPATH 1-H) in patients
with inclusion-body myositis. Brain. 2009;132(Pt 6):1536-44.
✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica 26. Albayda J, Christopher-Stine L. Novel approaches in the treatment of
myositis and myopathies. Ther Adv Musculoskelet Dis. 2012;4(5):369-77.
✔ Epidemiología ✔
27. Mann H, Vencovsky J, Lundberg I. Miopatía inflamatoria resistente al
tratamiento. En: Deodhar AL, editor. Best Practice & Research Clinical
✔1. ••  Villa Alcazar L, Sánchez Atrio AI. Miopatías inflamatorias idio- Rheumatology. Tratamiento de problemas específicos en reumatología.
páticas. En: Sociedad Española de Reumatología, editor. Manual 11th ed. Barcelona, España: Elsevier Masson; 2011. p. 449-62.

Medicine. 2013;11(33):2040-7  2047

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