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Este artículo se publica con la intención de compartir una recopilación estudiantil que

necesariamente está sujeta a correcciones ortográficas, gramaticales, de forma y de


contenido. Por este motivo debe considerarse como material en proceso de elaboración, aún
no terminado.

Mantenimiento de redes de acueducto

La distribución de agua potable, que es un servicio indispensable para la


comunidad, se lleva a cabo a través de redes de tuberías, las cuales, pueden
tener una durabilidad de años y esto se logra prestándole a la red un
mantenimiento adecuado, pues la cantidad de agua que circula a través de
ellas, deteriora las condiciones físicas de la tubería, disminuyendo así las
capacidades de transporte hidráulico.

En largos tiempos de servicio, la tubería adquiere defectos tales como la disminución de su diámetro,
aumento de la rugosidad debido a incrustaciones calcáreas, paredes sucias, lo que puede provocar la
contaminación de las aguas, y peor aún, la suma de todos estos factores trae consigo potenciales fisuras lo
que posteriormente genera una pérdida volumétrica de agua irrecuperable, disminución en la capacidad de
transporte, contaminación de las aguas, y como principal consecuencia, el incremento de presupuesto para la
posterior reparación de la tubería.

A continuación, se expondrán los diferentes tipos de mantenimiento que se le pueden hacer a una red con
el fin de evitar situaciones anormales como las descritas anteriormente. Pero si, en determinados casos, la red
presenta inconvenientes que el mantenimiento no puede superar, habrá que proceder a su rehabilitación y
cuando ello resulte inviable llevar a cabo su renovación temas que no se tratarán en el presente artículo.

1. Mantenimiento correctivo

Este es un mantenimiento de reparación que sigue después de un fallo o rotura en el sistema, no es


programado previamente y es requerido por una determinada avería.

El mantenimiento correctivo incluye cuatro períodos de tiempo durante los cuales no se tiene disponibilidad
de un elemento:

· Tiempo transcurrido desde que se produce la avería hasta que se detecta, o tiempo de respuesta.

· Tiempo que transcurre hasta disponer de los recambios necesarios para reparar la falla.

· Tiempo necesario para contar con quien efectúa la reparación (disponibilidad del personal técnico
encargado de la reparación).

· Tiempo necesario para subsanar la avería.


Ejemplo: reparación de una conducción cuya rotura se ha evidenciado a partir de la aparición de una fuga
de agua.

2. Mantenimiento preventivo

Este mantenimiento se refiere a la inspección de un elemento para tratar de evitar que se produzca su fallo.
Todo esto se puede evitar con actividades de conservación tales como la lubricación, pintado, limpieza, etc.

El mantenimiento preventivo está programado, el tiempo que el elemento no está en uso es el dedicado
exclusivamente a la operación propiamente dicha. Por esta razón, el tiempo de mantenimiento preventivo es
siempre inferior al tiempo de mantenimiento correctivo.

Ejemplo: reposición de una válvula, un determinado sector de tubería de la red, o cualquier otra actuación
programada para alargar las vidas útiles de y/o el funcionamiento correcto de determinados elementos.

Las razones principales de las causas que originan las fugas en los sistemas de distribución de agua son: la
infraestructura y la presión.

Por eso enunciamos en la tabla 1.1 las principales categorías asociadas a los orígenes de las fugas, que de
alguna manera se deben tener en cuenta en el manejo operacional de la red, con el fin de que junto a un
mantenimiento preventivo ideal, se le de a ella una vida útil de muchos años sin tener falla alguna.

Una deficiente elección de los materiales de las tuberías y de las


juntas, así como de los asentamientos sobre los que deberán
MATERIAL DEFECTUOSO estar los mismos. Esto ocurre en los casos donde el material es
principalmente insuficiente.
MALA COLOCACIÓN O Debido a tuberías que trabajan como vigas biapoyadas, debido
ASENTAMIENTO DE LAS a piedras alrededor de las tuberías que no se han eliminado o
TUBERÍAS debido a una falta de previsión del tráfico pesado, se originan
unas roturas que desgraciadamente suelen ser de una mayor
proporción que la deseada.
DEFICIENCIA EN LA Fugas en accesorios como válvulas ventosas hidrantes, fuga en
VALVULERÍA zonas de relleno o terraplenes, ejes rotos causados por fuerzas
excesivas en las operaciones , etc.
Una corrosión interna debido a agua agresiva, y/o externa
debida a una insuficiente protección en los materiales metálicos
CORROSIÓN de cierta tierra agresiva o de aguas subterráneas.
Operaciones realizadas sobre válvulas de funcionamiento en el
sistema que dan lugar ocasionalmente a excesivas presiones, o
GOLPE DE ARIETE llenado de tuberías demasiado rápido, o cerrado de válvulas
excesivamente rápido dando lugar a este fenómeno.

DESMONTAJE DEFICIENTE Averías accidentales en hidrantes, llaves o grifos desmontados


de manera deficiente originan fugas que deberían evitarse.
Tabla 1.1

Por fiabilidad de un componente entendemos la probabilidad de que tal elemento no tenga ningún fallo en
el intervalo de tiempo (0,t).

Teniendo el concepto claro de fiabilidad sabemos que para conseguir esta, se debe seguir un trabajo extenso
y tomar una serie de medidas de carácter cualitativo que conducen a un aumento de ella. Tales medidas
puede estructurarse en tres grandes boques: a nivel de diseño, a nivel operacional y a nivel de mantenimiento.

· A nivel de diseño

Fiabilidad es, muchas veces un concepto opuesto a optimización económica y a nivel de diseño, se ve claro,
ya que este se preocupa por optimizar el nivel de diseño y no el económico, tratando de mejorar la fiabilidad
del proyecto.

En tal sentido es importante superar el sobrecosto pero resulta indudable que el ingeniero debe utilizar su
sentido común para evaluar las diferentes alternativas.

· A nivel operacional

Al objeto de alargar al máximo la vida de las instalaciones, lo que equivale a aumentar su fiabilidad, resulta
conveniente tener muy presente durante la gestión diaria:

- Minimizar las variaciones de presión, evitando rápidas aperturas o cierres de válvulas.

- Efectuar un puntual seguimiento de los aparatos instalados en la red, para monitorizar su


funcionamiento. Con ello se consigue detectar una avería o incidencia en el momento de
producirse .

- Estar perfectamente para, en caso de emergencia, conocer la manera más adecuada de


reaccionar, maniobrando la red en la dirección adecuada.

- Mantener los depósitos llenos, lo que permite siempre disponer de un tiempo de reacción
cuando se produce un determinado incidente.

· A nivel de mantenimiento

En la supervisión diaria de las instalaciones, resulta fundamental tener muy presente:

- Tener localizadas perfectamente todas las válvulas para proceder, de inmediato, a aislar la
tubería en donde se produce el incidente.

- Tener las válvulas apunto en todo momento, ya que el conocimiento de su ubicación no


garantizan el que puedan ser maniobradas de inmediato por cuanto pueden estar agarrotadas.

- Al objeto de garantizar un tiempo de respuesta mínimo, debe estar operativa en todo


momento una brigada de mantenimiento.

- Tener a punto un inventario de piezas de repuestos tuberías, válvulas, hidrantes, etc.

- Conocer, a través de simulación por ordenador, el impacto de cualquier incidencia y


aprovechar la reparación de un depósito, bomba, etc. Para comprobar en la práctica la
bondad de la simulación. En casos de resultados poco convenientes modificar la instalación
adecuadamente.

- Tener operativo un plan de sustitución y rehabilitación de tuberías o elementos adaptado a las


circunstancias reales del sistema.

- Mantenimiento de los equipos stand-by o de repuesto, en el sentido de que cuando tengan


que intervenir por avería de otros elementos estén totalmente a punto.

Por: Juan Felipe Osorio C.

Bibliografía

· Cabrera E. Marcet., (Instituto tecnológico del Agua), 2000“ Mejora del rendimiento en
redes de acueducto “. Universidad Politécnica de Valencia, España.

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