Los centros penitenciarios son muchos y diseñados para la contención de personas de alto

riesgo social. Uno de ellos es el altiplano de máxima seguridad construido entre 1988 y 1990,
tiene una extensión de 250 metros cuadrados. El 90% de su construcción son zonas de
seguridad y solo el 10% corresponde a las celdas. Sus paredes son reforzadas con más de 10
cm de espesor, construido como tipo bunker. Cuenta con 5 niveles de seguridad y amenos 20
filtros de seguridad. Comunicaciones bloqueadas a 10 km a la redonda. Espacio aéreo
restringido, doble monitoreo las 24 horas del día tanto interno como externo. Cuentan con
detectores de metales, armas, drogas, explosivos. Cuenta con cámaras de última tecnología
en todo el penal. El chapo dentro de la penitenciaria, es tratado de igual manera que la
población general y que goza de buena salud. Ya no tiene el mismo trato que en las dos
penitenciaras anteriores.

Dicha tecnología es utilizada diaria mente para vigilar, como ya se mencionó, a personas de
alto riesgo. El personaje del que se habla en esta ocasión es Joaquín Loera “el chapo”
Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa (narcotraficante). La primera captura sucedió en 1993, en
la frontera de Guatemala, estando preso en la penitenciaria de Guadalajara, escapando en
2001. La segunda captura sucedió en 2014, en México, estando preso en la penitenciaria de
máxima seguridad en Almoloya de Juárez, escapando en 2015. Ultima captura sucedió el
2015, en México.

Dentro de las prisiones ha conseguido comodidades y privilegios gracias a su poder

económico. Cuestión que le daba poder sobre los guardias, decidiendo que se hacía y que no.
Sin embargo, en el altiplano de máxima seguridad, las reglas son mucho más estrictas, con
mayores restricciones, aislado del resto de la población general. Sin embargo, debido a su
escape, ahora es vigilado las 24 horas del día, tanto por cámaras como por personal asignado
a su celda, con traslados en celdas constante mente. Ya que es una zona de tratamientos
especiales.

Cabe mencionar que durante su primer escape le ayudaron 71 personas de las cuales 15 eran
funcionarios del sistema penitenciario, esto sucedido en el año 2001. Su segundo escape del
centro penitenciario (altiplano de máxima seguridad) ubicado en Almoloya de Juárez, Edo.
De México. Escapo por un agujero ubicado en el suelo de su regadera, el conecta con un
túnel de 1.70 de altura y 80 cm de ancho, con una longitud de más de 1.5 km que desemboca
en una vivienda en construcción en el suroeste del penal.

“El chapo” infunde miedo a los habitantes aledaños al lugar de su escape. La búsqueda se
realizó en el triángulo dorado, en la cierra sinaloense.