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"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios".
1a Pedro 4:10
1. ¿QUÉ ES LA ADMINISTRACIÓN?
Sin embargo, para aplicar los conocimientos actuales sobre administración en el ministerio
pastoral; tenemos que reconocer que la "administración", como ciencia, no nace de la Biblia,
pero en ella se dan casos que ilustran lo que es la administración.
Por eso es necesario que, cuando estudiamos acerca de administración, para aplicarla al
ministerio pastoral, recurramos también a las enseñanzas que los expertos en
administración nos dan, a fin de perfeccionar la administración en el ministerio pastoral.
Administrar es trabajar en
colaboración con y por medio de
personas para lograr un fin.
Esta palabra se relaciona con la palabra servicio, y con las palabras mayordomía y
organización.
La historia cambia y no somos los mismos de siempre, sino que vamos cambiando con el
tiempo y las circunstancias.
Incluso no tenemos siempre los mismos fines, ni siempre contamos con los mismos
recursos. Por ello se habla hoy de la administración como un proceso.
El proceso administrativo se puede caracterizar con seis (6) tareas principales, las cuales
dividiremos en dos (2) áreas:
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2.1.1. Diagnosticar: En esta tarea se trata de estudiar la situación general del grupo con el
cual trabajamos. Se deben determinar los principales problemas que debemos enfrentar, sus
causas y sus efectos.
2.1.2. Planear: Una vez que tengamos en claro cuales son los problemas que experimenta
el grupo debemos establecer los objetivos, los programas, los proyectos y las actividades
que el mismo grupo llevará a cabo, con el fin de superar dichos problemas.
2.1.3. Organizar Luego se trata de establecer cuales serán las formas de participación de
todo el grupo en las diferentes actividades que se han de realizar, para el logro de los
objetivos planeados.
2.2.3. Controlar: A la vez se debe determinar el grado en que se va realizando toda la labor
planeada, además de mejorar el uso de los recursos del grupo en las labores que falten por
realizar, de acuerdo con lo planeado.
2.3. FACTORES
Para llevar a cabo una buena administración en el ministerio pastoral debemos considerar
los siguientes factores:
2.3.1. Los propósitos de Dios: Revelados por medio de Jesucristo y del Espíritu Santo
(Juan 17:8; 16:13), registrados en la Biblia, son nuestro eje principal para el accionar en el
ministerio pastoral.
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2.3.2. Las personas: A las cuales servimos o con las cuales realizamos el ministerio
pastoral son personas con necesidades, problemas, inquietudes y aspiraciones, cada una
diferente de las otras.
2.3.3. Los recursos: Con qué cuenta la iglesia para usar en las actividades y para los
propósitos que determine necesarios alcanzar.
2.1. Algunas iglesias no logran entender a que se deben los problemas que tienen en cuanto
al testimonio, las relaciones entre los creyentes, las limitaciones económicas, la
desorganización interna y el desgano en la asistencia y en la participación de los creyentes
en las diferentes actividades.
2.2. Existen iglesias que añoran su pasado. Para ellas todo tiempo pasado fue mejor; viven
de recuerdos gratos e ingratos.
Existen otras iglesias que no les interesa ni el pasado ni el futuro. Estas iglesias quieren vivir
el presente. Y están otras iglesias que viven solo pensando en el futuro y en el "más allá".
2.3. Hay iglesias que dependen únicamente de tres o cuatro personas "capaces" de realizar
el trabajo, mientras que la gran mayoría considera que no está capacitado para hacerlo.
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2.4. Varias iglesias han centrado todas las labores en una persona: Si la labor es buena es
porque todos ayudaron, si la labor es negativa, esa persona elegida es la culpable.
2.5. Existen iglesias cuyas formas de organización son anticuadas y no responden a las
nuevas necesidades de los creyentes.
2.6. A veces las iglesias ni siquiera tienen planes de trabajo, y eso repercute en el hecho de
la falta de buenas relaciones entre unas y otras personas que tienen intereses diversos.
2.7. Muchas iglesias sufren de serias fallas en cuanto a los controles económicos, con
ausencia de informes, o uso inadecuado de los fondos.
2.8. Las iglesias no logran controlar los recursos que adquieren, no se sabe quien tiene tal o
cual objeto, y quien es el responsable de tal o cual acción.
2.9. Uno de los problemas más comunes entre las iglesias es la carencia de comunicación
entre tos creyentes: reducen la comunicación a los momentos de culto, o bien no crean la
información al día.
2.10. Existen iglesias en las que determinada persona es hoy la responsable de algún
ministerio y ya mañana es otra persona y pasado mañana será otra.
2.11. Hay Iglesias, cuyos laicos y líderes están desanimados y dejan de cumplir sus
responsabilidades.
2.12.. Muchas iglesias no tienen actividades de capacitación para sus miembros, por lo que
no podrán contar con mayores y mejores recursos humanos en futuro.
LA TAREA DE DIRIGIR
LA TAREA DE COORDINAR
Esta tarea establece las relaciones entre diferentes personas y cuerpos directivos que
hemos determinado en la organización. La tarea de coordinar no lleva a decisiones que
tienen que ver con las normas de relacionamiento entre personas, formas de trabajo, y el
esfuerzo por no duplicar esfuerzos ni desperdiciar recursos.
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LA TAREA DE CONTROLAR
Esta tarea nos ayuda a medir el logro de actividades, objetivos, metas y recursos que han
sido planeados, nos ayuda a establecer causas por las cuales no logramos todo lo planeado;
además, nos orienta en el uso correcto de los recursos, o en el cuidado de los mismos, entre
otras cosas.
"Nosotros le damos libertad al Espíritu para que él sea quien dirija todo".
"Nosotros no nos metemos en los enredos de este mundo, sino que vivimos como el
Espíritu nos oriente".
Estas son las frases más comunes del argumento espiritualista en el que se refugian
muchos pastores, en Iglesias, para no preocuparse por realizar una buena administración
pastoral. Las personas piensa y actúan de esta manera, permiten el desorden
administrativo en su ministerio pastoral, y contribuyen a que los recursos que Dios les ha
provisto sean usados al antojo de quienes se favorecen con esta actitud.
beneficia a quienes desean mantener el poder sobre los talentos que Dios ha dado a la
Iglesia.
Hay dirigentes e iglesias que asumen esta actitud para justificarse de no realizar una buena
administración, y lo hacen con frases como las siguientes:
"No nos preocupemos por los bienes de este mundo, si ya el Señor viene en cualquier
momento"
"Estamos en los últimos tiempos, para que vamos a planear y organizar estos detalles,
si lo importantes es estar sin mancha ni arruga espiritual para cuando él venga y nos
lleve".
¿Qué sucede con los recursos de la iglesia cuando se emplea este argumento?
Casi siempre sucede lo mismo que en el caso anterior: Unos cuantos controlan todo y
disfrutan más que la mayoría. Con este argumento los dirigentes y las iglesias se vuelven
conformistas y hasta llegan a hacer del desorden una norma de vida.
En Mateo 25:1-30, Jesús nos da una enseñanza muy importante con base en la parábola de
los talentos: El Señor entrega a sus empleados los talentos, en la medida de la capacidad de
ellos, antes de hacer un viaje, y les da la responsabilidad de administrarlos de la mejor
manera hasta el día de su regreso.
Cuando el Señor regresa pide cuentas; a los que utilizaron los recursos de manera
cuidadosa y responsable les premia, pero al conformista e inútil lo castiga.
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Este es uno de los argumentos más comunes que utilizan los dirigentes y las iglesias para
evitar dedicarse a la administración con el detenimiento y la responsabilidad necesarias. Las
frases más comunes que utilizan para este argumento son las siguientes:
"Hermanos, la Biblia dice sujetaos a vuestros pastores. No lo digo, lo dice la palabra del
Señor. Dios nos ha entregado a sus siervos el deber de velar, con autoridad por los
talentos que el nos ha dado".
"Recordemos que Dios nos ha entregado el poder. Una de las formas de usar el poder es
con la autoridad para conducir al pueblo de Dios conforme a la inspiración que Él nos
de".
Este argumento casi siempre beneficia a la persona que siente que Dios le ha entregado la
autoridad o el poder, como si la autoridad fuese un objeto o aparato que se regala y utiliza
como mejor se pueda.
En Marcos 10:35-45 Jesús nos enseña como debe ser aplicada la autoridad entre los
cristianos que creemos en el reino de Dios, y por lo tanto en una nueva forma de vivir, se
servir, de administrar.
Este pasaje bíblico es el principal consejo contra el argumento autoritarista que Jesús señala
como negativo en el mismo pasaje.
Este argumento es el lado opuesto, del anterior, en el sentido de que se evita que las
personas sientan responsabilidad por las distintas tareas y funciones que la administración
les demanda, Las siguientes frases son las que justifican este tipo de argumentación:
Generalmente esta actitud provoca que nadie se sienta culpable de nada y todos son dueños
de todo. Se forma lo que se conoce como "anarquismo". Nadie orienta, nadie es culpable de
la desorientación.
En la Biblia leemos que Jesús mismo eligió a doce apóstoles y entre los doce casi siempre,
tuvo a tres que le acompañaban en sus misiones especiales (Mateo 17:1;Marcos 5:37 entre
otros ejemplos). Es decir, el grupo de los apóstoles no es un grupo de personas
irresponsables y desorganizadas.
Uno de los pasajes bíblicos que contrarresta el argumento democratista Efesios 4:7-16, que
nos explica acerca de los propósitos de organización que Dios tiene el entregar a su pueblo
los ministerios que el pasaje mismo señala en el versículo 11.
Los dirigentes e iglesias que justifican este argumento para no dedicarse con cuidado a la
administración pastoral, lo hacen con frases como las siguientes:
"Ya llegará la oportunidad de organizar los recursos y las actividades de la iglesia; por
ahora hagamos lo que podamos hacer"
"Hay que buscar el mejor momento para hacer la ordenación de los detalles
administrativos. Por ahora, sigamos en lo que estamos".
Un pasaje bíblico que advierte contra este tipo de argumentos es el de Proverbios 27:1 que
dice: "No te jactes del día de mañana: porque no sabes que dará de si el día de mañana.
"Si tuviéramos el dinero para hacer lo que soñamos, entonces llamaríamos a los
creyentes para organizar el trabajo; pero, para qué vamos a llamarlos si no contamos
con los recursos; eso sería para crear falsas expectativas".
"Nos cansamos de hacer planes sin contar con el efectivo necesario para actuar".
Como notamos, en esta clase de actitud todo depende de valores puramente materiales,
como el dinero. Esta es una forma de dar a entender que la administración tiene que ver con
el dinero básicamente. Ese es un concepto erróneo sobre lo que es la administración en
el ministerio pastoral. El principal recurso con que cuenta la iglesia son los propios
miembros que con la orientación del Espíritu pueden hacer juntos grandes cosas.
En Zacarías 4:6 y en 1a Corintios 3:9-13 están algunos consejos bíblicos que deshacen este
argumento materialista.
En este caso, la iglesia sí realiza algunas funciones administrativas, pero no lo hace con la
eficacia necesaria. Los dirigentes de las iglesias que tienen este argumento se refieren a el
con frases como las siguientes:
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"Debemos hacer algunos cambios, pero no vayamos mas allá porque la iglesia no está
preparada".
"Basta con cambiar aquí y allá algunas anomalías, y así mantendremos la iglesia con fa
estabilidad necesaria".
"Para qué revisar todo lo que hacemos, si no contamos con la madurez para un cambio
total. Sigamos como hemos aprendido y ajustemos aquí y allá, para lo que sea
necesario".
Debemos aprender de Jesús cuando advertía que no se debía poner "vino nuevo en odres
viejos, ni vino viejo en odres nuevos"
(Mateo 9:14-17). Ese es el principal consejo bíblico contra el argumento reformista, y lo
podemos completar con el consejo de Pablo en Romanos 12:2, cuando dice que no
debemos conformarnos a la mentalidad del tiempo presente, sino que debemos cambiar
para que también cambie nuestra forma de actuar.
Este argumento en algunos aspectos es similar al anterior. Para los dirigentes e iglesias que
mantienen esta actitud en cuanto a la administración pastoral, y que tienen una forma de
realizar dicha responsabilidad, más o menos establecida, las frases más comunes para
sustentar este argumento son las siguientes:
"Nuestra tradición nos enseña que la forma en que debemos permanecer es esta y no
otra que venga con novedades extrañas".
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"Si en años pasados esto funcionó a las mil maravillas eso significa que
era lo mejor y sirve para hoy también".
Para las personas que piensan así "todo pasado fue mejor", los nuevos conocimientos no
son necesarios e incluso pueden ser peligrosos.
Esta es una actitud muy similar a la reformista, lo que sucede es que en este caso ni
siquiera se realiza un cambio mínimo.
El pasaje bíblico que nos llama a eliminar tal actitud es Romanos 12:1-13, en el cual el
apóstol Pablo nos invita a autocriticarnos en la forma de vivir que tengamos y a cambiar
nuestra mentalidad.
6.1. PASO 1
Generalmente las decisiones más importantes tienen que ver con los conflictos personales:
Los conflictos que suceden entre las personas se dan de diferentes formas. Esos conflictos
dependen de cómo reaccionamos ante las demás personas cuando se presenta un problema
determinado:
Algunos eruditos señalan que los conflictos entre las personas tienen, entre otras causas, la
siguientes:
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• Trato Injusto: Cuando una persona se siente relegada o discriminada en una u otra forma,
y piensa que con ello se favorece a otros.
6.2. PASO 2
Cuando se nos presenta algún conflicto o problema, podemos asumir varias actitudes.
Entre esas actitudes señalemos las más frecuentes:
De seguro que usted estará de acuerdo con nosotros en que la salida o la actitud más sabia
es la de tomar decisiones que puedan resolver el conflicto o el problema que se nos
presenta.
6.3 PASO 3
¿Cómo podemos saber que el contenido en una decisión es el acertado? Esto no es fácil,
pero quizás algunas ideas nos puedan ayudar a encontrar respuestas a esta pregunta.
Veamos algunas de estas ideas en forma de preguntas:
Finalmente elija la que considere más justa, más sana y la más oportuna
Considere las siguientes ideas que pueden ayudarle en el aspecto del procedimiento en la
decisión:
Cuando tenga que tomar una decisión con otras personas, observe:
Una persona hace una propuesta o Una persona hace una sugerencia. Otra
sugerencia. El grupo ignora la persona está de acuerdo con la
sugerencia. sugerencia; el resto está en desacuerdo.
La persona siente que las demás
personas la rechazan, por lo tanto sufre
y se reciente. Las personas que están de acuerdo
asumen y aprueban la sugerencia, y el
Es importante evaluar la sugerencia resto del grupo se somete, pero sin
que hace la persona antes de interés y hasta con temor.
rechazarla, por más simple que nos
parezca.
Una persona hace una sugerencia.
El grupo decide votar a favor y en
Una persona da una sugerencia y la contra. La mayoría gana y la minoría
discute como si el grupo la hubiera tratará de sabotear la decisión.
aprobado, ya que nadie expresa
desaprobación. A pesar de que
algunas personas del grupo estén de
acuerdo, el resto del grupo se puede
resentir por la forma en que actuaron,
y le restarán apoyo a la posible
solución.
Una persona propone una solución. Cada persona del grupo opina sobre dicha
solución. Entre todos modifican la propuesta en lo que sea necesario. Finalmente el
grupo trata de tener una opinión común y por lo tanto una aprobación conjunta.
La persona que tenga que dirigir una reunión donde se tomará alguna decisión debe
considerar que su tarea no es la de imponer sus ideas o propuestas, sino la de guiar al grupo
para que tome la mejor decisión que el mismo grupo considere necesaria. Para ello el
presidente, coordinador o moderador de la reunión, puede tomar en cuenta las siguientes
sugerencias sobre la forma en que debe actuar:
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A. INICIAR: Describa el asunto, problema, conflicto o situación sobre el cual el grupo debe
tomar decisiones.
B. SUGERIR: Proponga una forma en que el grupo analizará el problema sobre el cual
tomarán decisiones, y, además, explique los derechos y deberes de los participantes en la
toma de decisiones.
D. BUSCAR OPINIONES: Permita que las personas expresen lo que sienten, lo que
piensan o creen sobre el problema; solicite aclaraciones que el grupo pueda dar.
F. RESUMIR Y ORIENTAR: Exprese en palabras breves lo esencial del estudio y las ideas
del grupo, y guíe al grupo para que tome una decisión final.
E. CEDER: Admita errores; respete las ideas de los demás; trate de controlarse a sí mismo,
por el bien de la unidad en el grupo.
G. OBSERVAR Y COMENTAR: Vea cómo se comporta cada persona del grupo; interprete
los diferentes intereses que demuestran las demás personas, y clarifique las ideas que ellas
den o que no han explicado bien.
A. AGREDIR: Evite despreciar, maltratar y angustiar con palabras o con gestos a las
demás personas con las cuales está en desacuerdo; evite mostrarles envidia o celos por
sus ideas o sus acciones.
B. BUSCAR RECONOCIMIENTO: Evite que las demás personas crean que usted está
más preocupado por atraer la atención del grupo hacia sí mismo, que por buscar
soluciones al conflicto o problema. No presuma; no hable acerca de una idea que otro
ha dicho como si fuera su propia idea.
C. OBSTRUIR: Evite estar casi siempre en contra de las demás personas; no se resista por
simple capricho a las propuestas de los demás sin tener razones serias; no trate de que
el grupo tenga que discutir sobre temas o asuntos pasados que no es necesario discutir,
E. JUGAR: Evite dar bromas a las demás personas innecesariamente; no demuestre falta
de interés en las opiniones de los demás; no se burle de las opiniones de las otras personas;
no se distraiga mientras los demás opinan.
F. DOMINAR: No intente tomar el poder; no espere ni actúe desde una posición jerárquica
que le de privilegios personales; no demuestre una superioridad sobre las demás personas;
evite presionar a que el resto del grupo actúe como usted desea que lo haga, sobre todo si el
grupo no tiene conciencia del por qué actúan como lo hacen.
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Considere que cada persona, cada creyente, tiene una forma de ser y de actuar. Esa forma
de ser y de actuar es lo que define su personalidad.
En la iglesia contamos con personas que actúan de manera diferente de otras.
En las reuniones los diferentes hermanos y hermanas que participan tienen diferentes
formas de ser y de actuar. Por eso es muy importante que conozcamos a cada persona, y
que sepamos como ayudarlos, sobre todo cuando su conducta impide que el resto del grupo
pueda lograr los objetivos que buscan por medio de reuniones, cultos, retiros, entre otros.
Veamos algunos ejemplos de cómo las personas se comportan y cómo podemos ayudarles;
E. EL MUDO: Es la persona que nunca desea hablar. Prefiere que otros lo hagan por él, y
así evade las cuestiones que el grupo discute, y el mismo evita verse involucrado en
posibles decisiones que tenga que tomar. En algunas ocasiones esta clase de personas
justifican su actitud con decir: "Es que me da pena hablar", o "A mi me gusta escuchar y
aprender de los demás". ¿Qué podemos hacer por él?,
Cuando el grupo discute algún asunto, y cada miembro da su opinión, diríjase personalmente
a él; hágalo opinar sobre cuestiones que él conozca y que le interese.
G. EL TÍMIDO: Es la persona que tiene ideas pero no se atreve a decirlas al grupo por
temor a quedar mal parado o en ridículo. Cuando el moderador del grupo hace una pregunta
y lo vuelve a ver, esta clase de personas agacha la cabeza o finge estar ocupado en otra
cosa. ¿Qué podemos hacer por él? Hágale preguntas directas y fáciles, y trate de que el
grupo ponga interés en los aciertos de esta persona, eso le ayudara a tener confianza en sí
mismo.
Total
1) En el cuadro siguiente encontrará veinticinco (25) frases. Cada una de estas frases tiene
que ver con un aspecto de la administración en el ministerio pastoral. Lea cada una de las
frases.
2) Notará que al lado de las frases existen unos cuadros. Para cada frase hay tres cuadros.
Cada cuadro tiene un valor: El cuadro de la izquierda tiene el valor de "no muy bien"; el
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cuadro del centro tiene el valor de "bien"; y el cuadro de la derecha tiene el valor de muy
bien".
3) Seguidamente, usted leerá la frase No.1. Analice cuál es su situación personal con
respecto a esta frase. Califique su propia práctica con respecto a lo que dice la frase en el
cuadro que corresponda: si usted casi nunca o nunca realiza la tarea que describe la frase,
pues debe poner una X en el cuadro de la izquierda; si usted realiza esa tarea de vez en
cuando, pero no con la regularidad que debiera, entonces ponga la X en el cuadro del
centro. Si usted realiza constantemente esa tarea, pues ponga la X en el cuadro de la
derecha.
5) En el caso de que usted no tenga una responsabilidad pastoral directa, puede calificar la
forma en que llevan a cabo esas tareas las personas directamente responsables del
ministerio pastoral en su iglesia (los pastores o el pastor, por ejemplo).
6) Cuando haya terminado de calificar los veinticinco cuadros, sume en cada columna
cuántas X marcó. Evalúe dónde está más débil y más fuerte en su ministerio administrativo.
PREGUNTAS RESPUESTAS
Las respuestas a estas preguntas deben ser tratadas en el grupo. En el caso de que
usted realice el estudio solo en forma personal, entonces deberá contestar las preguntas
que hemos señalado para el trabajo en grupo.