Professional Documents
Culture Documents
dominio español en los territorios de Nueva España. La guerra por la independencia mexicana tuvo
su antecedente en la invasión de Francia a España en 1808 y se extendió desde el Grito de Dolores,
el 16 de septiembre de 1810, hasta la entrada del ejercito trigarante a la Ciudad de México, el 27
de septiembre de 1821.
Por esta razón, el parlamento catalán aprobó una ley para gestionar la
transición de una Cataluña autonómica a una independiente al margen
de las leyes españolas. Sin embargo, el Tribunal Constitucional
suspendió esta ley.
uego de muchísimos años de malos gobiernos, corrupción, desigualdad
social y abusos por parte de los políticos y las clases gobernantes, una
nueva tendencia se está apoderando de México, el deseo de muchos
estados de separarse del país para ser una nación independiente.
En redes sociales están llamándolo ‘México del Norte’, y es que todos los
estados de la parte norte del país quieren unirse para crear una nación
independiente ya que además de no estar conformes con lo que ocurre
en el país, aseguran tener lo necesario.
Otro dato que destaca es que que 25% de los entrevistados mencionó
erróneamente a personajes de otras etapas de la historia como
personas que estuvieron involucradas en la batalla de la
Independencia.
PUBLICIDAD
Por lo que usted sabe, ¿De qué país se independizó México? | Create infographics
Nota Metodológica:
La preocupación por la escasez de los recursos naturales fue planteada por vez
primera en forma sistemática en 1798 por Malthus. Su proposición básica se
refiere a la relación población-recursos alimenticios, y señala que mientras la
población crece en proporción geométrica, la producción alimenticia lo hace en
proporción aritmética. Malthus concrenta su análisis fundamentalmente en el
recurso tierra, que considera como finito. En este contexto la escasez del factor
tierra se hace extensiva al resto de los recursos, que pasan a estimarse como
limitados frente a una población siempre creciente. El supuesto básico es que los
recursos constituyen una existencia finita, siendo este hecho el que define el
concepto de escasez.
Dentro del modelo elaborado por Meadows y sus colegas para el Club de Roma,
el tema de los recursos naturales se examina detalladamente a través de dos
submodelos: uno para los recursos naturales «no renovables» y otro para el sector
agrícola. El supuesto básico es que los recursos minerales son limitados y que --
dado el ritmo de utilización actual-- sólo puede garantizarse un suministro de 250
años. A ello se añaden los costos de capital para ubicar y desarrollar nuevos
recursos, que aumentan rápidamente a medida que se aproximan al límite.
Los supuestos anteriores son apoyados con un tercero, referente al desarrollo
tecnológico. éste sería incapaz de contrarrestar los efectos de costos crecientes en
la explotación de los recursos naturales de origen minero. En relación con el
sector agrícola, responsable de la producción alimentaria para una población que
crece exponencialmente, el modelo de Meadows postula también una serie de
supuestos: la tierra agrícola arable es limitada y son crecientes los costos de
incorporar nuevas tierras al sistema productivo. Ello se asocia al hecho de que los
rendimientos de la actividad agrícola son claramente decrecientes. Los problemas
anteriores se acentúan por la pérdida de los terrenos agrícolas, causada por un
proceso centenario de erosión, a la utilización de los suelos agrícolas para otros
fines (carreteras, construcciones habitacionales y/o industriales, etc.) y a la
pérdida de fertilidad por la contaminación.
The people were right here in sensing instictively that they were
confronted not with a man of science but with bought advocate, a pleader
of behalf of their enemies, a shameless sycophant of the ruler class.2
Las teorías del estado estacionario no son nuevas. Los clásicos no sólo lo
concebían, sino que también lo preveían y en algunos casos lo consideraban
como una solución o un estado ideal digno de alcanzarse. Tanto Adam Smith
como David Ricardo veían claros límites al proceso de crecimiento sostenible.
Según la visión clásica tradicional, tal crecimiento es posible en la medida en que
exista una tasa de ganancia positiva, aspecto que asigna a los capitalistas un papel
decisivo en el proceso, pues lo mismo los terratenientes que los trabajadores
tienden a consumir la totalidad de sus ingresos.
Son los capitalistas los que ahorran una parte de sus ingresos, parte que
finalmente se transforma en un fondo de inversiones mediante el cual se expande
el proceso productivo a través de la contratación de más mano de obra, más
equipos y mayor empleo de los recursos naturales. Pero las ganancias del capital
se ven afectadas por el crecimiento de la población y por la calidad y cantidad
disponible de recursos naturales.
Por otro lado, la tasa de salarios tiende a bajar, llegando a sus niveles naturales o
de subsistencia. Cuando las tierras fértiles se han agotado paulatinamente, y los
costos para hacer producir la tierra más pobre sólo alcanzan para cubrir los
salarios naturales, no hay ya más estímulos para el capitalista, pues sus ganancias
son cero y no hay incentivos ni posibilidades para su acumulación.
nmensa extensión geográfica, ya que se trata de uno de los países más grandes del mundo.
Gran territorio conlleva necesariamente gran diversidad, no sólo en cuanto a paisajes o clima,
sino también en lo referente a costumbres, puntos de vista, historia propia y en definitiva,
maneras diferentes de entender la vida.
Quizás sea esta, más que ninguna otra parte del mundo, donde más gente de procedencias y
raíces distintas convivieron jamás en un mismo espacio. De hecho, la historia de Estados
Unidos es también la historia de sus orígenes mestizos, primero sueño dorado de cuantos
europeos de distintas nacionalidades se aventuraron a cruzar el charco –cada cual con sus
razones y su bagaje a la espalda- y más tarde punto de encuentro de infinidad de minorías de
una y otra parte del mundo, por no hablar de los habitantes nativos de lo que hoy es este
enorme país y antes fuera una tierra inhóspita y desconocida que albergó civilizaciones
milenarias.
Estados Unidos lleva más de un siglo recibiendo inmigración de todas partes del mundo.
En fin, como íbamos diciendo, en Estados Unidos el contraste es la norma, cosa que reviste
a la sociedad norteamericana de una enorme complejidad. Y como no puede ser de otra
manera, gran complejidad social implica en este caso grandes problemas sociales en los
que evidentemente entran en juego muchos más factores que no tienen que ver con la
multiculturalidad propia del país. Aunque sin duda, ésta contribuye en cierta manera.
Los problemas sociales en Estados Unidos son una realidad latente de la que se habla
más o menos según vayan las cosas. Como en cualquier otro lugar, pues nadie está libre de
pecado, pero quizás en el caso norteamericano el conflicto social tenga una especial
proyección al exterior, a veces magnificada, a causa de la evidente importancia que el país
tiene a nivel internacional. Sea como fuere, dicho tipo de conflictos determinan y condicionan
la vida y las relaciones sociales en la primera potencia mundial.
Uno de los más importantes es el problema atávico de la discriminación social, aunque a lo
largo de la historia se han hecho increíbles avances en este sentido. Sin embargo aún hoy es
frecuente la discriminación hacia minorías étnicas importantes, como la de origen
afroamericano o el creciente número de personas de origen latinoamericano, especialmente
en los estados sureños en que son más numerosas. Además, después del pánico colectivo
que ocasionaron los atentados de 11-S, también los ciudadanos originarios de países árabes
experimentaron un creciente rechazo entre la población norteamericana.
Por citar un ejemplo, aún en nuestros días, ser negro en Estados Unidos supone tener tres
veces menos posibilidades de encontrar trabajo y estadísticamente más del doble de
acabar en la cárcel o de ser juzgado más severamente por los mismos delitos, a pesar de
constituir esta minoría sólo el 12% de la población. De hecho, hasta un 60% de su población
carcelaria se compone de minorías étnicas. Tienen mucho que ver en este sentido
las importantes desigualdades sociales que aún hoy existen. Tanto afroamericanos como
latinos tienen menores posibilidades económicas e incluso muchos de ellos carecen de seguro
médico.
Una cosa está cambiando en los últimos años y es la propia percepción que los ciudadanos
tienen del conflicto social. La tradicional confrontación entre blancos y negros se ha visto
desplazada de la primera a la tercera posición como principal asunto social para dejar paso a
la confrontación entre blancos y todo el conjunto de minorías étnicas del país. Así lo desvela
un estudiollevado a cabo en 2009, en que se sondea la opinión acerca de los principales
grupos en conflicto. En segundo lugar queda la confrontación entre pobres y ricos y por
último la oposición entre jóvenes y viejos, es decir, el conflicto generacional.
Mapa que muestra la enorme diversidad étnica existente en los Estados Unidos.
Una más que clara mayoría (55%) de las 1.815 personas de más de 16 años (mayoría de
edad para votar en EE.UU) que participaron en el estudio coincidió en calificar de ‘fuerte o
muy fuerte’ el conflicto entre nativos y no nativos en Estados Unidos. Por supuesto cada grupo
étnico tiene su propia percepción del problema; así, hasta casi un 70% de los hispanos y un
61% de los afroamericanos perciben la fractura social de esta manera, frente al 53% de los
blancos, a quienes no les afecta la discriminación.
Finalmente, nos queda citar otros dos temas que polarizan completamente a la sociedad
norteamericana. Son, cómo no, la pena de muerte y la libre tenencia de armas. Con respecto
al primero poco se puede decir ya que añada información al debate, salvo lo mismo de
siempre; que la pena de muerte no deja de ser un asesinato cruel, frío y premeditado
orquestado por el estado. Eso no cambiará jamás, por grave que sea el delito cometido o por
más que la mayoría de la sociedad se muestre partidaria de esta pena. Además, también en
este aspecto existe el factor de la discriminación que la convierte en más injusta aún si
cabe. De hecho, más de la mitad de los presos en el corredor de la muerte son negros.
Además, se ha ejecutado a personas sobre las que existían serias dudas sobre su
culpabilidad y en algunos casos se han demostrado inocentes después de muertos. Por no
hablar de los menores de edad o los discapacitados psíquicos ejecutados.
Unidad de Huntsville, Texas, el estado que aplica la pena de muerte con más frecuencia. En esta prisión
se encuentra la cámara de ejecución del estado.
En cuanto a la tenencia libre de armas, su sentido es la máxima de que ‘el pueblo no debe
temer a los gobernantes; los gobernantes deben tener miedo del pueblo’. Una concepción, tan
válida o más como su antagonista, que preconiza el monopolio de la violencia por parte del
estado. En cualquier caso, la tenencia libre de armas no es tanto el problema como la falta de
un mejor conocimiento y educación con respecto a ellas. De hecho, existen bastantes países
que tienen casi la misma ratio de armas por habitante, Canadá, Finlandia o Suiza. El caso
suizo es paradigmático, pues todos los varones entre los 20 y los 40 pertenecen al ejército y
deben guardar su fusil y su uniforme en casa. No obstante, el único uso ilegal que un suizo
hace de su arma reglamentaria consiste en suicidarse.
En definitiva, al final todo está en la mentalidad, por eso es tan necesaria una educación
adecuada. Y eso vale para este asunto y casi para cualquier otro. Es por eso que resulta tan
necesaria para garantizar la paz social y la justicia en un país tan complejo para el que se
pronostica que en 2042 la mayoría de su sociedad será originaria de otros lugares del mundo.
Estados Unidos tiene pues el reto de abandonar cualquier intento de vuelta al pasado,
para convertirse de verdad en una tierra de integración que haga verdadero honor a uno
de sus lemas nacionales: ‘E pluribus, unum’. Pues eso; de muchos, uno
Nacionalismo mexicano
El nacionalismo mexicano es el movimiento social, político e ideológico que conformó desde
el siglo XIX lo que se considera identidad nacional de México.1 El nacionalismo mexicano nace
del patriotismo criollo del virreinato de la Nueva España, alimentado de una corriente anti-
españolista y pro-indigenista.
La palabra abstracta mexihcatl, que deriva del idioma náhuatl y que hacía referencia
únicamente al pueblo azteca y a su expansión de su antiguo imperio, dio gentilicioa una nueva
nación a partir del nombre de la ciudad capital de los mexicas; el nombre debería
ser meshico (como se lee en español). Hoy en día, es un enfoque ultra-nacionalista que
comparten muchos mestizos, algunos indígenas y algunos criollos dentro del territorio
de México, enalteciendo al último emperador mexicano previo a la Conquista, Cuauhtémoc.2
El concepto de nación y de identidad nacional no necesariamente es compartido o entendido
igualmente por toda la población, pues al tratarse de una nación joven, la conciencia nacional
no existía en la mayoría de los habitantes. En la fecha de la independencia de México, solo el
40% de la población mexicana hablaba castellano,3 el gobierno centralizado también generó
disputas y se gestaron movimientos separatistas o regionalistas que debilitaron a la joven
nación; muchos indígenas, los yucatecos penisulares, los jaliscienses y
los norteños mantuvieron y mantienen una identidad particular (incluso en nuestros
días)[cita requerida] y muchas veces manifestaron sentimientos anti-centralistas, y algunos
pugnaban por una unión pro Iberoamérica, pero preservando en gran medida usos y
costumbres que actualmente siguen prevaleciendo a la sombra incluso de las leyes.[cita requerida]
Sin embargo, el nacionalismo mexicano es considerado como uno de los nacionalismos más
fuertes[cita requerida], incluso chauvinista, que a pesar de las grandes diferencias ideológicas,
raciales, lingüísticas, económicas y políticas que coexisten y conviven en el México actual, la
federación del país se ha mantenido unida en un concepto propio de identidad nacional que
está matizada por el federalismo, la lengua española y la igualdad de derechos (negando la
esclavitud y todo título nobiliario); existen otros elementos identitarios que no son
mencionados en la constitución política del país que comparte la población mexicana, como la
imagen guadalupana de gran sincretismo religioso entre lo cristiano y las creencias
prehispánicas unidas en Tonantzin, la madre tierra, que originó peregrinaciones al cerro
del Tepeyac mil años antes de la llegada de los españoles, y además el culto a la patria a
través de la imagen de los héroes nacionales.
Índice
[ocultar]
1Orígenes
2La construcción de la historia nacional
3Arte y cultura dentro del nacionalismo
4El nacionalismo revolucionario mexicano
5El nacionalismo reaccionario mexicano
6Actualidad
7Referencias
8Textos acerca de lo mexicano
9Véase también
Orígenes[editar]
La segunda mitad del siglo XVIII fue escenario de un movimiento de reivindicación patriótica
por parte de los criollos en Nueva España.4 Este fenómeno es una respuesta al dominio
peninsular en la vida del virreinato, tanto en el campo económico, como en el político, el social
y el cultural. Los protagonistas de este movimiento eran miembros del pequeño grupo de
personas que tenía acceso a la educación. En la sociedad novohispana esto era posible sólo a
través de los establecimientos eclesiásticos, pues la Iglesia era la única institución que
prestaba este servicio. Por lo tanto, este grupo estaba integrado notablemente por religiosos.
El nacionalismo criollo de Nueva España ensalzó al virreinato frente a las afirmaciones de los
peninsulares por las que se pretendía justificar el dominio español en las tierras americanas.
La pugna ideológica entre España y América no era nueva, tiene su origen en
la Conquista misma.[cita requerida] Lo diferencia a aquellos primeros contactos de los hechos que
tuvieron lugar durante el siglo XVIII es que son los criollos los que toman la defensa de la
tierra de la que son nativos. Al hacerlo, reivindican un pasado del que se proclaman herederos
por el hecho de compartir el espacio, aunque la civilización mesoamericana no es antecedente
directo de la sociedad novohispana del XVIII ni son indígenas los que defienden con orgullo su
historia y su territorio ancestral, sino oportunistas como sucedió en la mayoría de las naciones
iberoamericanas.
Varios de los representantes del nacionalismo criollo novohispano eran miembros de
la Compañía de Jesús. En el siglo XVIII esta congregación desempeñaba una importante labor
en la evangelización de los indígenas del norte del virreinato.5 A la par de esta obra,
produjeron un conjunto de documentos que dan cuenta de pueblos que hoy se encuentran
extintos. La importancia de la Compañía en la vida de Nueva España radicaba en su gran
actividad a favor de la cultura, tanto a través de la educación como en la producción y difusión
del conocimiento.6Esta actividad le permitió establecer una red de relaciones que involucró a
la Compañía en otras esferas, especialmente con miembros de la élite agrícola, comercial y
minera.7 La expulsión de los jesuitas y las reformas borbónicas crearon las condiciones para
que se diera el movimiento independentista en contra de España. Sin las misiones, el norte
del Virreinato de la Nueva España quedó desprotegido. México habría de perder más de la
mitad de su territorio durante la Intervención estadounidense en México.
Algunos de los jesuitas desterrados habían sido figuras centrales de ese movimiento
intelectual que reivindicó a Nueva España frente a su metrópoli y que llegó, incluso, a
proponer la necesidad de emancipar a la colonia. Uno de ellos fue Francisco Xavier Clavijero,
que tuvo que publicar su Historia antigua de México en Italia y en el idioma de ese país. En
esa obra Clavijero emprende una amplia defensa de América frente a Europa, comenzando
por las cuestiones naturales8 y concluyendo con la reafirmación de todos los americanos a
través de la reivindicación del pasado indígena.9 En este movimiento, Clavijero como otros
criollos novohispanos rechaza que sus declaraciones estén influidas por otra "pasión o interés
[…] que el amor a la verdad y el celo por la humanidad" y asume decididamente la defensa de
los indígenas, con los que no tiene lazos con-sanguíneos "ni podemos esperar de su miseria
ninguna recompensa".10 La aparición de la Historia antigua de Méxicopuso a los intelectuales
de Nueva España ante un pasado tan glorioso como el de la Antigüedad europea que
favoreció el arraigo del sentimiento patriótico y también las reivindicaciones de igualdad de
derechos entre españoles peninsulares y españoles americanos.11
Actualidad[editar]
Nuevos íconos de la identidad nacional.