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ARTE ANTIGUO

Arte antiguo o Arte de la Antigüedad es el arte de la Edad Antigua. La historia del arte
antiguo es la división de la historia del arte que se centra en su estudio e interpretación
formal, técnica, estructural, e ideológica (iconográfica, iconológica) y en su explicación
histórica; aunque la arqueología es la ciencia histórica cuyo objeto es la cultura material
de la que las obras de arte son la manifestación más valiosa, y es la encargada de su
descubrimiento y análisis contextual.

Su delimitación cronológica va desde el


comienzo de la Historia (aproximadamente el
IV milenio a. C. en Próximo Oriente y Egipto)
hasta la caída del Imperio romano de
Occidente (siglo V). La extensión geográfica
del desarrollo de las primeras civilizaciones –
definidas por la aparición de la escritura y el
poder político y religioso– impone dónde
pueden localizarse (civilizaciones
mediterráneas, de la India, de Extremo Oriente,
de América Precolombina y del resto de
Europa y de África) y cuándo puede hablarse
en cada una de un periodo histórico (Historia)
o de un periodo prehistórico (Prehistoria), que
determinaría que su producción artística fuese
objeto de la historia del arte prehistórico;
aunque realmente la metodología para su
estudio es en gran parte común, hay una
diferencia fundamental, y es la posibilidad de
utilizar las fuentes escritas para los periodos
históricos. Este recurso es insustituible, puesto
que no sólo permite la identificación en su caso
de los autores o patrocinadores de la obra artística y reconstruir el contexto en el que se
produjo, sino que posibilita la interpretación del Arte en su relación con la producción
intelectual en otros ámbitos del pensamiento, sobre todo la religión y la filosofía. De
esta manera se puede efectuar una lectura del arte que lo entienda a través la visión del
mundo (Weltanschauung) o ideología dominante en épocas y lugares tan lejanos a
nosotros como las civilizaciones de la Edad Antigua, y del que el Arte es la plasmación
material y visual.

Al contrario que la civilización occidental, las civilizaciones africanas, extremo-


orientales y americanas no experimentaron la marcada discontinuidad que el arte
occidental presenta entre el arte antiguo y el arte medieval; con lo que éste último
concepto no suele aplicarse a estas civilizaciones.

También existe un concepto comercial y coleccionista del Arte antiguo, entendido como
antigüedades; es decir, como el término usado para englobar todo tipo de objetos
artísticos que no se consideran Arte moderno, pertenezcan a la Edad Antigua o a
periodos posteriores (arte medieval, arte de la Edad Moderna e incluso buena parte del
arte contemporáneo si este no se entiende sólo como el más actual sino como todo el
arte de la Edad Contemporánea -desde mediados del siglo XVIII-).
EGIPTO

Una de las características del Antiguo Egipto es su singular arte, con obras
monumentales que generalmente tenían carácter simbólico simple. Aunque el concepto
de Arte es moderno, es perfectamente utilizable en la arquitectura, escultura, pintura y
joyería egipcias, siendo muchas de sus realizaciones auténticas obras de arte y no
simples trabajos de artesanía.Gracias al seco clima de Egipto y a ser enterradas por la
arena del desierto (o por sus propietarios, para gozar de ellas en la "otra vida") nos han
llegado en aceptable estado de conservación multitud de auténticas obras de arte, a pesar
de la utilización de los monumentos como canteras, las guerras o los innumerables
saqueos de tumbas y templos.

Primeras manifestaciones
Las expresiones artísticas egipcias más antiguas se clasifican en las siguientes etapas:
Periodo Neolítico (5300-4000 a. C.), periodo Badariense (4400-4000 a. C.), Nagada I -
Amratiense (4000-3500 a. C.), Nagada II - Gerzeense (3500-3200 a. C.) y Nagada III
(3200-3000 a. C.)
En estos periodos predomina la pintura decorativa (en cerámicas) o simbólica (en
tumbas) y pequeños objetos de carácter utilitario y mágico. Destacan las vasijas de
piedra, las "mazas" y "paletas" votivas, como la de Narmer.

Periodo Dinástico (c. 3000 a 30 a. C.)


Asombra la perfección, delicadeza y monumentalidad del arte egipcio, con un estilo
característico que surge durante las primeras dinastías y permanece casi inalterado en
tres milenios de cultura.

Pintura y bajorrelieves
Se caracteriza principalmente por presentar figuras yuxtapuestas en planos
superpuestos. Las imágenes se representan con criterio
jerárquico, por ejemplo: el faraón tiene un tamaño más
grande que los súbditos o los enemigos que están a su
lado.Predominaba el canon de perfil que consiste en
representar la cabeza y las extremidades de perfil pero los
hombros y los ojos de frente. Las pinturas se encuentran
en papiros y paredes de tumbas, los bajorrelieves
principalmente en los muros de los templos. Las escenas
más típicas eran las de la vida cotidiana o las del "Más
Allá".

Escultura
Desde las primeras dinastías se había comenzado a representar a faraones y dioses.
Durante la cuarta dinastía la escultura egipcia había alcanzado el dominio absoluto de la
técnica la cual se expresó en elegantes representaciones de soberanos de porte
majestuoso con acabados pulidos en materiales tan duros como el granito o la diorita.
En las estatuas predominó la "ley de la frontalidad", que consistía en concebir las
figuras de reyes y dioses para ser vistas de frente, idealizadas y con fuerte simetría. Las
representaciones de los cortesanos, sin embargo, se muestran con un realismo mayor.
Mucho más adelante, durante la dinastía XVIII, durante el periodo de Amarna es que
encontraremos representada a la familia real de una forma más realista.
Arquitectura
La arquitectura religiosa egipcia se caracteriza por su
monumentalidad a partir del Imperio Antiguo, con el empleo
de piedra, en grandes bloques, sistema constructivo adintelado
y sólidas columnas. En la arquitectura civil se empleó
profusamente el adobe en viviendas, palacios, fortalezas y
murallas, perdurando escasos restos.
Surge en una sociedad con un poder político fuertemente
centralizado y jerarquizado, con una concepción religiosa de
inmortalidad, al principio sólo del faraón, que debía reflejar su
magnificencia y durabilidad.
Se consigue gracias a los conocimientos matemáticos y técnicos, a veces
desconcertantes para la época, la existencia de artistas y artesanos muy experimentados,
bien organizados y la abundancia de piedra fácilmente tallable (caliza y arenisca).

Las construcciones más originales de la arquitectura egipcia monumental son los


"complejos de las pirámides", los templos y las tumbas (mastabas e hipogeos)

Imperio Antiguo (c. 2700-2200 a. C.)

En este periodo se comienza a erigir enormes edificaciones,


construidas con grandes bloques de piedra tallada. Es la
época de la construcción de inmensas pirámides, templos
ceremoniales y bellas esculturas.

Durante la Dinastía III se erige:


 La Pirámide escalonada de Zoser en Saqqara
En la Dinastía IV se construyen las mayores pirámides.
Destacan:
 Las tres pirámides de Seneferu en Meidum y
Dahshur.
 La Gran Pirámide de Jufu (Keops) en Guiza.
 La pirámide de Jafra (Kefren) en Guiza.
 La pirámide de Menkaura (Micerino) en Guiza.

Imperio Medio (c. 2040-1795 a. C.)

Se construyen pirámides con materiales más perecederos (adobe). Los hipogeos van
sustituyendo a las mastabas como tumbas.

La escultura se caracterizó por un mayor realismo, sobre todo en los retratos. La realeza
era representada como personalidades de alto rango, pero sin llegar a ser ya la imagen
de un dios en la Tierra, como acontecía en el Imperio Antiguo. Este mismo criterio lo
siguió la nobleza egipcia. En los templos se prodigó el bajorrelieve polícromo. La
pintura fue empleada profusamente en la decoración de tumbas.

La literatura egipcia alcanza su cenit con la Historia de Sinuhé y los Textos de los
Sarcófagos.
Imperio Nuevo (c. 1570-1070 a. C.)

Se enfatiza la construcción de templos e hipogeos. Entre ellos destacan:

 Gran Templo de Amón en Karnak


 Templo de Luxor. (Amenhotep III /
Ramsés II)
 Templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari
 Templos de Ramsés II en Abú Simbel
 Hipogeos del Valle de los Reyes

Periodo Tardío (c. 672-332 a. C.)

Durante la dinastía saíta se imitan los modelos del Imperio


Antiguo, generalizándose el empleo de bronce en las estatuas. Se
desarrolló rápidamente el demótico.

Los reyes persas de la primera dominación respetaron las


costumbres egipcias, impulsando la restauración de algunos
templos egipcios. Las lenguas utilizadas fueron el demótico y el
arameo, usándose los jeroglíficos sólo en elementos de
arquitectura.

Dominación greco-romana (332-30 a. C.)

Desde el final del Imperio Nuevo los egipcios fueron


gobernados en algunos periodos por reyes de otras naciones pero
mantuvieron su cultura y costumbres artísticas hasta la época de
dominación romana.

Durante el periodo ptolemaico se produjo un gran desarrollo del arte, se construyeron


nuevos templos, el Museo y la Biblioteca de Alejandría, y el Faro de Alejandría. Se
helenizan las formas en la escultura.

Manetón escribió su libro sobre la historia de Egipto. Destacan los templos erigidos o
completados durante la dinastía Ptolemaica

 Templo de Jnum en Esna


 Templo de Horus en Edfu
 Templo de Sobek y Haroeris en Ombos
 Templo de Isis en File
 Templo de Hator en Dendera
ESCULTURA DEL ANTIGUO EGIPTO

Menkaura.
El escriba sentado.

Cheik-El-Beled Amenemhat III

Ajenatón

Dinastía Ptolemaica.
La escultura en el Antiguo Egipto se practicaba desde el periodo Predinástico con
admirable perfección en estatuaria y bajorrelieves, conservándose millares de objetos de
una y otra clase labrados en madera, marfil, en bronce (a veces dorado y con
incrustaciones de oro y plata), en barro cocido y, sobre todo, en piedra que para las
estatuas suele ser de gran dureza.

Los bajorrelieves egipcios se usan para inscripciones jeroglíficas, representaciones de


dioses y faraones, de la vida doméstica, de faenas agrícolas o escenas de ultratumba y
sobre todo para conmemorar las victorias de los faraones.

Las estatuas representan por lo general divinidades mitológicas, faraones, personajes


importantes y a veces, personas sencillas ocupadas en quehaceres domésticos, en
cámaras sepulcrales. Sus dimensiones varían considerablemente desde los grandes
colosos de los templos de Abu Simbel que miden casi veinte metros hasta las
minúsculas figurillas de tan solo algunos centímetros de longitud (generalmente, de
barro cocido, barnizadas o esmaltadas). Los relieves estaban policromados con la
técnica de pintura al temple. Se pueden contemplar en las vitrinas de diversos museos
del mundo.

Se hallan con frecuencia en las tumbas egipcias de la época tebana unas estatuillas
semejantes a momias que representan para el difunto el oficio de respondientes o
ushebtis (así llamadas en el ritual funerario). Mientras que otras de mayores
dimensiones y de aspecto natural que también se colocaban en las tumbas son auténticos
retratos del difunto, los cuales, en opinión de los egipcios, servían de sostén al Ka,
especie de doble espiritual que suponían sobrevivía al cuerpo del finado que sólo era la
residencia del Ka.

Suponían los egipcios, además, que el espíritu del difunto se hallaría muy conturbado y
no podría lograr la resurrección si no se mantenía íntegra la momia o su estatua, de lo
que proviene el procurar que ésta fuese un fiel retrato, idealizado en el caso de los
faraones, y que las estatuas siempre se representen lo más compactas posibles ya que si
sobresaliesen los miembros estos podrían desprenderse con el paso del tiempo y estas
eran estatuas para la eternidad. También destaca el poblar las cámaras sepulcrales de
estatuillas, pinturas y relieves que representasen variadas escenas de la vida doméstica,
utensilios, rebaños, faenas agrícolas e industriales, alimentos, ejércitos, etc., para recreo
del espíritu de la momia.

Las pequeñas efigies de divinidades que se hallan en las sepulturas, desde el Imperio
Medio, y se introducían hasta en los vendajes de las momias, se consideraban entes
protectores que servían de conjuros o amuletos. Asimismo, algunas estatuillas de marfil
que representan divinidades o animales sagrados como el escarabajo (Jepri), el ibis
(Tot) y otras figurillas mitológicas, las cuales suelen llevar algún orificio que indica
haber servido para collares y dijes suspendidos del cuello.

Las estatuas de los faraones se disponen siempre erguidas, con el tronco recto, los
brazos pegados al cuerpo o apoyados sobre los muslos si estaban sentados. Cuando se
expresa la acción de andar, casi siempre avanzan el pie izquierdo.
Si la actitud de la estatua es la de sentada sobre el suelo (como ocurre tratándose de la
representación de escribas), se cruzan o juntan las piernas y se añadía un papiro
desplegado sobre ellas.

En todo caso se representa a los egipcios sin barbas y a los extranjeros con ellas o con el
tipo y costumbres del respectivo país de procedencia.

Características generales

Las esculturas y bajorrelieves se ceñían a una serie de convencionalismos, cánones o


normas que se mantuvieron invariables en casi todos los periodos durante tres mil años.

 Ley de la Frontalidad: Las figuras son concebidas para ser vistas de frente; son
muy simétricas, como si se hubieran esculpido respecto de un eje central, siendo
las dos partes muy semejantes.
 Jerarquía: Las figuras más importantes eran esculpidas más grandes y detalladas
que las de los demás personajes, y mostraban actitudes hieráticas.
 Hieratismo: con ausencia de expresividad y rigidez de actitudes, como signos de
respeto y divinidad. Sólo en algunos periodos se acercó al naturalismo.

En los bajorrelieves, además:

 Canon de perfil: las figuras se representaban con el rostro, brazos y piernas de


perfil, mientras que el tronco y el ojo estaban esculpidos de frente, con un
elegante criterio estético que perduro casi invariable.
 Ausencia de perspectiva: No había profundidad sino yuxtaposición de figuras
que se encuentran en un mismo plano.
 Uso de colores planos: se utilizaron colores de tonos uniformes, con un código
que respondía más a criterios simbólicos que realistas.

En la época de Ajenatón (Akenatón) hubo un cambio de cánones. Las figuras se


representaron tal como eran realmente, sin idealizarlas y con una cierta tendencia a
humanizarlas; aparecen con cabezas alargadas, gruesas y cortas piernas y estómagos
abultados. También se aproximaban más al naturalismo muchas esculturas y
representaciones grabadas en las tumbas de nobles y potentados de la época.

Períodos artísticos

Aunque todas las esculturas egipcias ofrecen un sello característico de su arte y cierta
uniformidad de estilo, se diferencian unos grupos de otros, según el periodo de la
historia a que pertenecen del siguiente modo:

 La escultura del imperio Antiguo es hierática en las representaciones de dioses y


faraones, pero en los cortesanos es de tendencia naturalista, y se distingue por la
majestad y realismo que imprimen a la figura humana, copiando con bastante
perfección las facciones del personaje y las escenas de su vida: se hallan en los
templos y tumbas. Entre los mejores modelos destaca la estatua de madera de un
personaje llamado vulgarmente Cheik-El-Beled o El Alcalde del Pueblo, que
data de la dinastía V (siglo XXIV a. C). Otro ejemplo de escultura de éste
período es El escriba sentado.
 En el imperio Medio se sigue la tradición menfita pero con más realismo, dando
a los faraones un aspecto apacible, alargando ligeramente las figuras.

 El imperio Nuevo es la época del engrandecimiento político del país y en él se


multiplican las estatuas y se labran algunas de tamaño colosal, adosándolas a los
templos, representando al faraón a quien se dedican. Todas llevan en su mano un
rollo, un fragelo, o un cetro, etc. Asimismo, se introducen los dromos o avenidas
procesionales con esfinges y se conmemoran las hazañas militares y los ritos
religiosos en bajorrelieves tallados en los muros y pilonos de los templos. Las
estatuas, sin embargo, pierden el carácter realista y vuelven a estar sujetas al
canon, volviendo a adquirir la típica expresión hierática.

 El periodo Tardío (desde mediados del siglo VII a. C.) produjo una reacción
extremadamente realista, alargando más las figuras y afinando y perfeccionando
la técnica escultórica, a pesar de que el material preferido para ello, a veces, era
el basalto y otras piedras de gran dureza. Se abandonó la talla de colosos desde
esta época. Se poblaron de efigies los templos y aumentó la escultura en bronce.
Pertenecen a la misma época la mayoría de los bronces mitológicos guardados
en los museos.

 El influjo griego, ya presente en el periodo saíta, se intensificó en el periodo


Helenístico de Egipto y la época de dominación romana dando más dulzura y
corrección a las estatuas aunque no pocas siguieron esculpiéndose con la típica
expresión hierática y otras, procedentes de la escuela neo-menfita, resultan frías
y rígidas por copiarse unas a otras sin referencia directa del natural como en
otros tiempos.

En todas las épocas se grabaron innumerables piedras preciosas para sellos, collares o
amuletos, figurando en ellas principalmente los dioses y textos con jeroglíficos. Las más
frecuentes son los escarabeos (escarabajos tallados con el caparazón en relieve y un
texto jeroglífico grabado en la parte inferior). Los camafeos con figuras en relieve
aparecen en la época Ptolemica y son todos helenísticos, sin duda, tallados en
Alejandría.

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