Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

Análisis y Expresión Verbal

Prof. Fernanda Gallegos

LuMiJu 7.00

Si usas las redes no te enredes

Equipo:

Elizabeth Castillo Velázquez | A01745275

Alma Jezabel Vázquez Hernández | A01745272

Juan Sebastián Lozano Derbez | A01374452

Eileen Nasya Janetzy Reyes Luna | A01746756

La llegada del internet ha hecho que el mundo parezca cada vez más pequeño. La
comunicación es instantánea y podemos enterarnos de lo que pasa al otro lado del mundo. Esta
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comunicación se facilita gracias a un tipo de servicio que ha sido revolucionario: las redes
sociales. Estas atraen beneficios y ventajas, pero también ocasiona muchos conflictos. Así que la
pregunta es: ¿Las ventajas justifican las desventajas?

De acuerdo a datos recopilados por Ana Lorena (2017) periodista y community manager
para América Latina y España en Brandwatch, nos indica que la población mundial a la fecha es
de 7,5 mil millones de personas, internet tiene 3,7 mil millones de usuarios y las redes sociales
tienen 2,7 mil millones de usuarios, de esta manera podemos decir que gran parte de la población
mundial hace uso de las redes sociales, esto es casi dos veces la población de China. Facebook
es la plataforma social más popular de todas, en segundo lugar se encuentra Instagram con un
32% de usuarios, le sigue Pinterest con un 31%, después LinkedIn con un 29% y Twitter con un
24%.

Estas diferentes plataformas las hemos utilizado con el fin de comunicarnos

interpersonalmente, sin embargo dichas tecnologías han generado un contexto de aislamiento
social. Estamos tan inmersos en nuestros dispositivos móviles creando un nuevo mundo tan
subjetivo, que no nos estamos dando cuenta que nos alejamos de las personas que están a nuestro
alrededor.

Según los datos del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE,2015), La mayoría de

los usuarios en las redes sociales son mujeres con un 50.3%, hombres con un 49.7% y el rango
de edad más común entre los internautas es de 18 a 29 años (33.2%),las facilidades tecnológicas
con las que contamos propician el uso de ellas y el acceso es cada vez más sencillo ocasionando
un incremento exponencial en el tiempo de su uso; los adolescentes pueden pasar hasta 9 horas
diarias en línea y a pesar de que las redes sociales tratan de facilitarnos la vida, también nos
perjudican de distintas formas en nuestros comportamientos y acciones.(González, 2017)

Actualmente se han dado casos que el uso excesivo de las redes sociales puede generar
diferentes dificultades en el autoestima de los usuarios, generando problemas de ansiedad, estrés
o depresión ; adicionalmente existe ya una dependencia tecnológica que puede derivar en un
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cierto tipo de adicción. La necesidad que tenemos de estar conectados a cualquier tipo de red
social ha sido cada vez mayor en los últimos años.

Pero, ¿para qué fueron creadas las redes sociales? Principalmente su uso se inició con el
objetivo de facilitar la interacción humana, no obstante se ha encontrado que el uso desmedido
de las redes sociales en los adolescentes ha derivado en casos de ciberacoso, ciberbullying
considerado por Erdur-Baker y Tanrikululo como “el intencional, repetido y dañino uso de las
tecnologías de la información”, extorsión, acoso,etc.

¿Cuántas veces no hemos usado o escuchado la frase “manda pack? La frase se ha hecho
tan famosa en México que es usada desde adolescentes a jóvenes adultos, de hecho, se puede
considerar algo normal o mofarse de ella, a pesar del peligro que conlleva hacer esta práctica,
mejor conocida como sexting.

Sexting se define como compartir contenido sexualmente explícito o erótico por medio de
las redes sociales de acuerdo Oliver, D. (2018). Una de las cosas más preocupantes es que desde
2009, el uso de esta práctica del sexting ha incrementado exponencialmente. Según la
investigación de meta-análisis por Madigan S, Ly A, Rash CL, Van Ouytsel J y Temple JR
publicado en la revista JAMA Pediatrics (2018), “un número considerable de jóvenes menores de
18 años participan o han participado en estas prácticas, es decir, un 15% ha enviando material
sensible y 1 de cada 4 (27%)”, lo recibe. Esto es realmente preocupante dado que
preadolescentes de 10 a 12 inician a hacer sexting a pesar de que son los más vulnerables.

Pero, ¿por qué es tan famoso el sexting? Aunque inició como una moda o forma para
ligar, por la presión social, exhibirse y demostrar en cierta forma el compromiso hacia la otra
persona, han dado un mal uso, dado que normalmente la práctica inicia con el consentimiento
del emisor a pesar de que en menores de 18 años es considerado pornografía infantil, un delito
muy grave.
Como parte de los riesgos a los que se enfrentan, es que una vez que el o las imágenes o
videos que se han subido a internet, nadie nos puede asegurar que se mantenga privado y que el
receptor no divulgue el contenido aparte de que conlleva demasiados riesgos, ya que puede ser
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utilizado para: molestar, humillar, acosar o incluso extorsionar. Detrás del sexting, se han dado
diversos casos de venganza, abuso y chantaje económico, emocional o sexual, un claro ejemplo
es de Jessica Logan o Amanda Todd en 2012, en donde la víctima ha perdido el derecho a la
intimidad a su propia imagen perjudicando su situación emocional, en donde el ciberbullying
toma un papel importante que conlleva a la humillación y depresión, y en los peores de los
casos, al suicidio.

Otro gran problema que ha generado la tecnología es el phubbing definido “cuando una
persona ignora a los interlocutores que tiene delante físicamente por preferir interactuar con su
celular, algo que puede deteriorar las relaciones personales, informó el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología Conacyt (2018). El phubbing se da normalmente en reuniones, fiestas,
almuerzos o encuentros con familiares y amigos. Las actividades que se realizan durante el
phubbing son: revisión y actualización de redes sociales, chatear, subir fotografías, ver o
escuchar videos o canciones, checar el correo electrónico, buscar información, geolocalizarse o
jugar videojuegos.
Ha sido un factor que favorece el aislamiento y genera problemas de interacción social.
La investigadora del Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y
Comunicación (Infotec) expuso que "los dispositivos electrónicos nos conectan más con los que
están lejos y al mismo tiempo nos desconectan de los que están cerca". Téllez, E. (2017).
También comentó a través del artículo que publicó en 2017 que “las víctimas del
phubbing no expresan su incomodidad ante el hecho de ser ignorados por su interlocutor, pero sí
tienen un sentimiento negativo de abandono perjudicando su relación”. Una explicación a su
origen es por la falta de educación por parte de las personas del uso adecuado de la tecnología,
por lo que deben de aprender a utilizarla responsablemente, la psicóloga clínica y maestra en
pedagogía del Centro Renueva y la asociación Guardianes de la Paz, Leonor Cuevas Cervera,
opinó que esta dependencia a la tecnología impacta en las relaciones humanas, creando una
obsesión.

Es evidente que nuestras vidas han mejorado gracias a las nuevas tecnologías. Pero el
problema se crea cuando no podemos diferenciar entre lo virtual y lo real. Según Enrique
Echeburúa y Paz Corral (2010) existe un alto porcentaje de adolescentes y adultos que sienten un
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excesivo placer ante el uso de nuevas tecnologías y redes sociales. El hecho de que tengan la
capacidad y el poder de crear una nueva identidad, hace que los índices de adrenalina se eleven
frente a una computadora o un dispositivo móvil, aunque también puede suceder que
simplemente se utilice para poder distraerse de la cotidianidad o como forma de seguir conectado
con los amigos en el caso de los adolescentes principalmente. En el momento en que su uso
interfiera en la vida normal de manera clara, es cuando debemos comenzar a preocuparnos.
Pero… ¿cómo identificar una adicción? ¿cómo distinguir un problema de una simple
distracción? Algunos de los cambios preocupantes en el comportamiento de las personas de
acuerdo a Echeburúa y Corral (2010) son:

● Pérdida de control y dependencia excesiva, dedica unos tiempos de conexión

anormalmente altos, pierden la noción del tiempo
● Aislamiento, irritabilidad
● Bajo rendimiento en el trabajo o en la escuela
● Desinterés por otros temas
● Trastornos de la conducta, sedentarismo e incluso obesidad.
● Sentir una euforia y activación excesivas ante el ordenador o teléfono móvil.
● Perder horas de sueño
Las personas con dependencia a las TIC (Tecnologías, información, comunicación)
buscan un alivio inmediato ante el problema emocional que están viviendo (aburrimiento,
soledad, ira, problemas en la familia o en el trabajo). Es justo ese placer el que les convierte en
adictos, con las TIC consiguen evadir a las demás personas, entonces los problemas desaparecen
y la angustia con ellos. Esta agradable sensación hará que cada vez el abuso sea mayor, y cuanto
más grande sea más aumentará el aislamiento de la persona, la ansiedad, baja autoestima y
pérdida de su capacidad de control.

¿Y qué es lo que nos causa mentalmente esta adicción? Una investigación realizada por la
UCLA y publicada en Psychological Science (2016) ha concluido que el hecho de ver cómo las
fotografías publicadas en una red social son apreciadas por otras personas vía el botón de "like"
activa las mismas zonas del cerebro que se accionan con el hecho de saborear comidas muy
dulces como el chocolate. Dicha investigación, se basó en el uso de una imitación de la red
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social Instagram. Reclutaron 32 adolescentes (14 chicos y 18 chicas) acostumbrados a usar

Instagram y, mediante resonancia magnética, vieron el modo en el que su cerebro se activaba
mientras los jóvenes interactúan con la imitación de esa red social en la que podían ver tanto las
imágenes que habían subido ellos como las fotos de personas desconocidas. Al comprobar las
imágenes de distintos cerebros obtenidas mediante resonancia magnética, notaron que una
estructura del cerebro llamada núcleo accumbens se activaba más cuantos más likes tuviera una
imagen. Esto es muy relevante, teniendo en cuenta que el núcleo accumbens es responsable de
que experimentemos momentos de placer intenso al ganar un premio, comer algo que nos guste,
entre otros. Pero esta investigación también arrojó otra conclusión sorprendente: las redes
sociales pueden hacer que los adolescentes sean más proclives a realizar actos imprudentes, algo
que también pasa cuando están acompañados físicamente por otras personas de su misma edad.
Los likes hacen que se activen las pequeñas estructuras cerebrales del placer, lo cual puede hacer
que se asocie al bienestar no solo las imágenes en sí, sino además las actividades que pueden
verse en ellas.

Muchos argumentan que la llegada del internet y de las redes sociales ha causado que
tengamos menos respeto por nuestra privacidad. Todo el tiempo compartimos a dónde vamos,
con quién estamos, lo que vemos, comemos, escuchamos y pensamos. Y sí, puede que sea cierto,
pero nosotros quisimos compartir esta información. Entonces, ¿qué información es la que no
quisimos compartir? La que ciegamente entregamos al aceptar los términos y condiciones.

Si les pregunto, ¿quién los conoce más? Probablemente me digan, “mi mamá”, “mi papá”
o “mi mejor amigo.” Pero esto está muy lejos de la verdad, aunque ustedes no lo sepan. Nadie
los conoce mejor que Google y Facebook, ¿por qué? Bueno, ¿a quién acudimos cuando tenemos
una duda escolar, personal o familiar? A Google. ¿Dónde buscamos información acerca de las
cosas que nos gustan, intrigan o apasionan? Google ¿A dónde subimos nuestras aventuras, fotos
y pensamientos? Facebook ¿Dónde dejamos claro lo que nos gusta, encanta, divierte, asombra,
entristece y enoja? Facebook. Y finalmente ¿Dónde están almacenadas casi todas nuestras
conexiones sociales? Facebook. Tomando todo esto en cuenta nos percatamos de toda la
información que estas dos plataformas tienen sobre nosotros, pero ¿de qué les sirve?
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Como sabrán, ambos servicios son completamente gratuitos, y sin embargo, se han vuelto
dos de las empresas de tecnología más grandes del mundo ¿cómo? Vendiendo a uno de los
productos más valiosos del siglo XXI, a tí. Usando toda la información que Google ha
recolectado sobre tí, crea un perfil usando algoritmos e inteligencia artificial. Este perfil es
altamente preciso y avanzado. Posteriormente, la inteligencia artificial elige anuncios y
productos que te puedan llamar la atención. De esta manera, la empresa que vende el producto o
servicio aumenta drásticamente las probabilidades de que el usuario que ve su anuncio, haga clic
en él.. Así es como Google genera dinero, vendiendo su servicio de marketing dirigido a las
empresas. Según Google, tu información nunca sale de sus servidores, a menos que el gobierno
la requiera. Pero ¿realmente queremos confiarle nuestra información a Google y al gobierno?
Facebook funciona de forma similar, pero no igual. También genera sus ingresos mostrándote
publicidad que se adecúe a tu perfil. Sin embargo, Facebook sí comparte tu información con
terceros. Es usada, enviada y vendida como si fuera cualquier producto. Es por esto que estas
empresas son tan grandes. Se han enriquecido quitándonos nuestra privacidad. Toda esta
información no es de ningún video de conspiraciones ni de un artículo de Facebook. Todo lo
encuentran en lo términos y condiciones.

El propósito de darles esta información no es que dejen de usar sus celulares y las redes
sociales. Al contrario, es para que los usen sabiendo todo lo que implica, tomando en cuenta los
varios riesgos que involucra. Es muy importante que tengan presente que lo que hacen no se
queda en una pantalla. El internet no es más que una herramienta, pero como toda herramienta,
puede ser utilizado para hacer bien, o hacer mal. De ustedes depende darle un buen uso y alejarse
o evitar a quienes no lo hacen.

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