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perspectiva de género
Resumen
La irracionalidad de los sistemas económicos, sociales, políticos y afectivos han propiciado cierta
vulnerabilidad social que nubla el sentido de derecho y anula la visión de poder-poder desde el
reconocimiento y legitimación del “otro”, generando condiciones adversas para la creación de
estrategias de reconstrucción y poder ciudadano. El objetivo de este trabajo es exponer resultados de
investigaciones con perspectiva de género desde distintos contextos sociales de vulnerabilidad bajo la
Teoría de las representaciones sociales (TRS). Al respecto, los resultados de dichas investigaciones
apuntan hacia la posibilidad de incidir de-construyendo y re-construyendo nuevas fórmulas
explicativas de la realidad y generar territorios simbólicos que permitan movilizar nuevas
representaciones sociales que posibiliten cambios sociales desde la intervención y la acción.
Introducción
Metodología
El trabajo de campo en el contexto de las representaciones sociales sería aquello que Guber (2004)
llama referente empírico (p. 83), lo que equivaldría al saber de sentido común desde nuestro
paradigma, solo que traducido para su puesta en análisis desde las acciones y prácticas así como desde
las propias representaciones y nociones que están en el discurso de los grupos sociales. Las acciones y
prácticas se refieren particularmente a la forma de integrar un significado a la vida cotidiana mediante
comportamientos colectivos que adquieren sentido y otorgan sentido de pertenencia a través de la
construcción de identidades desde la propia comunidad. El hecho de observar las prácticas conduce,
según Abric (2001), a “descubrir aspectos de la representación jamás verbalizados” (p. 205), difíciles
de captar mediante las técnicas convencionales de recolección de información. Utilizamos una
aproximación multimetodológica en los distintos contextos de investigación definiendo las técnicas de
intervención y recolección de información en función de los objetivos pero también partiendo de la
condiciones inherentes a la propia comunidad privilegiando las cualitativas porque promueven el
sentido de dialogicidad, observando de manera particular los elementos simbólicos y afectivos en el
discurso y narración de la experiencia vivida, particularmente en situaciones de adversidad y
vulnerabilidad como puede ser la enfermedad. En consecuencia, desde una perspectiva feminista y en
el contexto de las representaciones sociales, se podría argumentar que las herramientas cualitativas
como los grupos focales y de discusión, la entrevista narrativa y a profundidad, las historias de vida, la
observación participante, los estudios de caso, etc. han resultado prolíficas en la intervención.
Resultados y discusión
1“Healthy Relationships” es método de intervención para grupos reducidos de personas viviendo con VIH/sida, desarrollada
por el Centro Médico de la Universidad del sureste de Texas y que actualmente es reproducida en diversos centros de
prevención y control de enfermedades de Estados Unidos y Canadá. Esta intervención fue producto de una investigación
dirigida por Seth Kalichman en Atlanta en 1998, el objetivo se centró en la reducción de conductas sexuales de riesgo de
personas viviendo con VIH. La adaptación de este método en México fue apoyada con recursos del CONACYT y el
CENSIDA (2008/2010).
contempla el desarrollo de habilidades cognitivas en la toma de decisiones hacia prácticas de sexo
seguro y de revelación del estatus a familiares, amigos y parejas. El proceso inicia con la toma de
conciencia, identificación de disparadores y barreras, solución de problemas, toma de decisiones y
finalmente la acción. Se desarrolla mediante estímulos visuales como escenas de películas y se
realizan dinámicas de grupo acordes a la circunstancia. Lo que encontramos en esta intervención, fue
que la forma de afrontamiento y resolución que adoptan mujeres y hombres es muy diferente, que su
condición de género influye en este proceso de afrontamiento, la falta de poder por parte de estas
mujeres para negociar el uso del condón en sus prácticas sexuales, fue una constante en su discurso, la
subordinación a la pareja no sólo en el acto sexual sino también en su vida cotidiana, constituyó un
elemento importante que puso de manifiesto un contexto de desigualdad que limita las posibilidades
de afrontamiento. Es decir, la infección de VIH vino a evidenciar una desigualdad preexistente, que
las sitúa en diversos riesgos, siendo la salud mental, uno de los principales como ya se demostró
anteriormente.
La revelación del estado serológico también tuvo variantes, para las mujeres fue mucho más
fácil revelar su situación a sus madres, mientras que para los varones, lo fue con redes de amigos,
mencionando específicamente que la figura del padre en este caso, resultaba amenazante porque
cuestionaba su masculinidad, además de tener que asumir sus an prácticas homosexuales abiertamente.
Merece la pena mencionar que frente a su seropositividad, su homosexualidad fue relativizada,
descentrando su representación social, generalmente marcada por cierta carga moral e ideológica que
no contribuye a la aceptación y tolerancia de la diversidad sexual. En este sentido, se podría decir que
el VIH/sida por su propia naturaleza, también podría venir a reactivar pensamientos arcaicos y poner
en evidencia prácticas ocultas impregnadas de una fuerte carga moral. Por otra parte, la verbalización
de su angustia frente a la posibilidad de muerte, para los hombres en general fue manifiesta mediante
una carga de estrés, mientras que las mujeres verbalizaban su angustia con depresión, los hijos fueron
en todos los casos, una preocupación transversal, tanto a nivel emocional como social y económico.
Una de las conclusiones de esta intervención apunta que este padecimiento es entendido por ellos/as
como una contingencia, un imprevisto, un hecho fortuito o una situación inesperada dentro de un
marco de posibilidad, viniendo como consecuencia, cambios en diferentes órdenes de su identidad, en
los valores y en sus estados emocionales. La toma de conciencia de su estado lo tenían perfectamente
asimilado en su nueva identidad, por lo que la intervención solamente vino a reforzar la importancia
de crear las estrategias de sobrevivencia así como estar alertas para identificar barreras en su prácticas
sexuales; asimismo, tomaron en cuenta que existen disparadores -eventos sensibles- en su propio
contexto para afrontar la enfermedad. El grado de instrucción escolar no tuvo mayor relevancia en la
forma de asimilar el padecimiento.
Los grupos vivenciaron a través de la intervención, la capacidad que tienen para solucionar sus
problemas, así como tomar las acciones adecuadas para evitar re-infectarse y mantener cierto estado
de equilibrio entre el proceso de su padecimiento y su salud mental. Otra de las conclusiones que se
desprendieron de esta experiencia, es que la intervención directa en comunidades afectadas por un
fenómeno como el VIH/sida permite evaluar desde su propia vivencia y su dinámica de interacción, la
generación de condiciones propicias para su desarrollo, ajustando en muchas ocasiones el programa al
nivel de instrucción de la población y considerando las condiciones sociales de la comunidad en un
momento y espacios dado.
En otra investigación que se desarrolló desde un perfil multidisciplinar y en un contexto de
migración, uno de los objetivos fue indagar la dinámica y proceso de construcción de
representaciones sociales y sus significados en la vida cotidiana de grupos de mujeres pertenecientes a
dos comunidades rurales, orientando nuestros esfuerzos al análisis de sus contextos referenciales y
situacionales para ubicar aspectos emergentes de vulnerabilidad social, económica y particularmente
emocional, a fin de extraer a su vez, los componentes y estrategias de resiliencia que estas mujeres han
construido frente a la adversidad. Nuestra reflexión también estuvo enmarcada por un
posicionamiento epistémico de reconocimiento de estas mujeres como sujetos dinámicos, capaces de
transformar, deconstruir y reconstruir subjetividades ancladas a sistemas e imaginarios conservadores,
que han repercutido en sus prácticas sociales en detrimento de la construcción de un mundo equitativo
e igualitario. En ambas comunidades se recurrió a la estrategia metodológica del grupo focal como
herramienta heurística, porque consideramos que a través de este método se crea el espacio que
permite explorar el conocimiento y el sentido común que orienta las prácticas de las personas, además
de confrontar desde el “otro” la experiencia situada en la experimentación de sus propias
representaciones sociales, articulando metáforas, discursos, narrativas en un continúm que las
constituye como sujetos de saber, pero también de reconocimiento y diferenciación de la “otra”. En
esta comunidad los trastornos emocionales están relacionados con los problemas derivados de las
relaciones de pareja y de las preocupaciones relacionadas con la migración de los hijos. La dedicación
a la familia y la falta de tiempo para ellas, no les permite contar con espacios para sí mismas; la salud
y los desórdenes emocionales surgen en ocasiones como respuesta a la presión a la que se someten en
la dinámica familiar, donde su individualidad de disfuma. A diferencia de las grandes ciudades, en las
que el acceso a una vasta oferta de farmacias y productos genéricos motivan procesos complejos de
automedicación en los que la población se convierte en “experta” de ciertos padecimientos y
conocedora de fórmulas y medicamentos específicos, las entrevistadas manifestaron tomar tés cuando
se enferman o ponerse en manos del personal del Centro de salud. No obstante, conocen muy bien el
nombre de los medicamentos que los médicos les dan en caso de IRAS o padecimientos frecuentes.
En Conclusión, es importante mencionar que el malestar de género arraigado desde la cultura,
integra sistemas de representaciones sociales hegemónicas que condicionan subjetividades ancladas a
la condición de género naturalizando malestares y situaciones de discriminación y exclusión social.
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