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10 cop.
Gramática “C”
Teórico Práctico Nº 7

Materia: Gramática
Cátedra: Borzi
TP: Ficha teórica correspondiente al TP Nº7 del 10 de
mayo de 2017
Tema: Modalidad
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MODALIDAD

Buenas tardes. Ustedes han comenzado a trabajar en prácticos el análisis de las

oraciones de la guía de oración simple. Allí les pedimos que realicen un análisis pragmático,
semántico y sintáctico. Esto es coherente con el Enfoque en el que se enmarca la materia, que
postula que la sintaxis es síntoma de lo semántico - pragmático. En otras palabras, que lo que
sucede en el nivel semántico – pragmático se ve reflejado en la sintaxis. Entonces, les
pedimos que primero señalen el modus y el dictum, y que luego realicen el análisis sintáctico.
Al hablar de modus nos referimos a la actitud discursiva del hablante respecto
del mensaje, de lo que está diciendo, y respecto también de la situación comunicativa, es
decir, del acto de habla en una situación concreta. O sea, el modus está relacionado con lo
deíctico, porque el hablante señala su actitud respecto del mensaje y de la situación a través de
la elección del modo y el tiempo verbal, del aspecto, de la figura tonal, y la presencia de
índices, entre otros aspectos.
Veamos las siguientes oraciones:
(1) Viven.
(2) ¡Viven!
(3) ¿Viven?
En (1) el hablante enuncia una información. En (2) hay una exclamación, que podría
reflejar, por ejemplo una actitud de sorpresa respecto de esa información. En (3) el hablante
no conoce la información y le pide a un interlocutor que se la dé a través de una pregunta.
Estas oraciones reflejan tres actitudes diferentes respecto de un contenido
semántico. ¿Cuál sería el contenido semántico proposicional? Vivir + Paciente
En el dictum describimos el verbo vivir con un actante paciente, porque el dictum es lo
que efectivamente el hablante está diciendo. El dictum es el contenido semántico
proposicional, que se evidencia en las bases morfológicas y los actantes. Cuando les pedimos
que realicen el análisis del dictum, les estamos pidiendo que detecten cuál es la base verbal y
cuáles son los actantes relacionados con esa base verbal.

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En (4) “Viven hoy, aparece un actante temporal. Y en (5) “Viven aquí” se

manifiesta un actante locativo. Cuando describan al dictum van a detallar cuáles son los
actantes que aparecen en esa oración. Es decir que con un mismo verbo pueden aparecer uno,
dos o tres actantes, dependiendo de la situación concreta. En el ejemplo (6), los actantes
involucrados son un agente y un paciente.
(6) Juan compró el libro.
Entonces el dictum de esa oración sería el siguiente: Comprar + Ag + Pac
(7) Juan compró el libro en la librería.
En (7) el dictum sería: Comprar + Ag + Pac + Circ. locativo.
(7) Compró el libro en la librería ayer.
Y en (8) sería: Comprar + Ag + Pac + Circ. locativo + Circ. temporal.
El modus tiene distintos componentes: por un lado puede aparecer una actitud del
hablante respecto del dictum, como en (9) Verdaderamente llueve. El índice verdaderamente
evidencia una actitud del hablante hacia lo que está diciendo, hacia el mensaje. El adverbio en
“-mente” no está diciendo la forma en que llueve, no es un circunstancial, sino que es el
hablante el que aparece en el mensaje y nos muestra su actitud respecto del dictum mediante
ese índice que afecta a toda la oración.
Ahora, si pienso en un ejemplo como (10) “Francamente esa remera te queda
horrible”, vemos que la voz del hablante aparece más allá de la descripción del hecho porque
el adverbio francamente se orienta hacia el hablante. Y en (11) “Te prometo que llegaré
temprano” la actitud del hablante se orienta hacia el interlocutor. En este último caso el
hablante se compromete frente al oyente a cumplir con la acción de llegar temprano , y el
interlocutor también está más comprometido en ese acto de habla.
Entonces, el modus puede orientar la actitud del hablante hacia el dictum, hacia
el hablante o hacia el interlocutor.
El modus se puede manifestar de modo implícito o explícito. Una forma de manifestar
la modalidad implícita se da en el tiempo, el modo y el aspecto verbal, o mediante la
presencia de un índice léxico (ojalá, quizás, probablemente), la figura tonal y el orden de
palabras.

La modalidad explícita se da cuando aparece un verbo de lengua o verbo modal

conjugado en la oración delante del contenido proposicional la modalidad es explícita, como
en (12) “Digo que Pedro llegará temprano”
El alcance del modus, su ámbito de influencia, puede ser oracional, es decir, que

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puede afectar el contenido de toda la oración, como en (13) “Lamentablemente, no voy a

poder llegar”. En este ejemplo, el índice “lamentablemente” afecta a todo el contenido
proposicional, tiene un alcance que abarca a todo el resto de la predicación. Puede ocurrir, en
cambio, que el ámbito de influencia de la modalidad sea más restringido, es decir que afecte a
algún constituyente, como en (14) “Llegaré, quizás, el domingo”. En este caso, el índice
“quizás” afecta a un parte de la predicación, el circunstancial de tiempo “el domingo”. El
modus tiene un modo de influencia más limitado, más restringido, que afecta a un
constituyente de la oración. Las comas están reflejando una pausa en la oralidad y son una
señal de que quizás modifica a un constituyente de la oración y no a toda la predicación.
Vamos a ver cuáles son los tipos de modalidad canónica implícita que podemos
encontrar en la oración simple. Comenzaremos por considerar tres clases de modalidades: la
modalidad intelectual, la modalidad volitiva y la modalidad afectiva. Estos tres tipos de
modalidad se ven influenciadas transversalmente por las modalidades de la afirmación y la
negación.

La modalidad intelectual tiene como eje la información. Dentro de esta clase de

modalidad encontramos tres subtipos: la modalidad enunciativa, la dubitativa y la
interrogativa. De la enunciativa a la interrogativa, el hablante va perdiendo o modificando en
algún sentido su relación con la información.
En la modalidad enunciativa el hablante conoce la información, como en:
(15) Llueve.
En la modalidad dubitativa el hablante duda de la información:
(16) Tal vez llueve.
En la interrogativa, el hablante no tiene la información pero la desea:
(17)¿Llueve?

En la modalidad volitiva, el eje es la subjetividad del hablante. Aquí incluimos

dos subtipos: la modalidad desiderativa y la exhortativa.
En una oración desiderativa se manifiesta un deseo:
(18)Ojalá llueva.
En la exhortativa se manifiesta un pedido del hablante:
(19) Salí ahora.

En la última clase de modalidad, la afectiva, incluimos el subtipo de modalidad

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exclamativa, que se combina con otras modalidades, es decir puede aparecer en confluencia
con otra modalidad. Por ejemplo, la siguiente oración manifiesta modalidad enunciativa, pero
al mismo tiempo hay una exclamación:
(20)¡Llueve!
Vamos a detenernos en cada una de estas clases y subtipos para analizar los atributos
que nos permiten reconocerlas. Dijimos que la primera Modalidad Intelectual es la
Enunciativa.

Modalidad Enunciativa:
(21) Hoy es miércoles.
La figura tonal característica de la modalidad enunciativa típicamente tiene un
cuerpo horizontal y después desciende al final hacia la juntura terminal.

…………………………..

¿Cuál es el tiempo verbal que aparece en (21)? Es un tiempo presente. Pero en

la modalidad Enunciativa pueden aparecer los distintos tiempos verbales, exceptuando
las formas en –ría. “Hoy sería miércoles” ya no manifiesta modalidad enunciativa.
El modo verbal canónico de la oración enunciativa es el modo Indicativo.
En una oración enunciativa pueden aparecer marcas de tiempo y de modo, pero
también pueden aparecer verboides, que son formas no conjugadas del verbo: el participio, el
gerundio y el infinitivo. Por ejemplo, en (22) “¿Qué estás haciendo? Mirando la tele”, vemos
que la respuesta es una oración enunciativa con el gerundio mirando, que es un verboide, es
decir que no tiene marca de persona ni de número.
¿Cuál es el orden de palabras típico de una oración enunciativa? Canónicamente
se respeta el orden Sujeto + verbo + objeto. Esto no significa que todas las oraciones
enunciativas tengan esos elementos y en ese orden.
Los índices léxicos de modalidad enunciativa son: indiscutiblemente, realmente,
verdaderamente, entre otros.

Modalidad dubitativa:
(23) Probablemente sea miércoles.
Esta modalidad expresa duda, posibilidad, hipótesis. Su figura tonal puede ser semejante a

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la de la enunciativa, pero también puede ser sostenida, que es la que se representa con tres
puntos suspensivos en la ortografía.
El tiempo verbal que suele indicar modalidad dubitativa es el futuro, como en
(24) “Serán las 3 de la tarde”.
El modo verbal que aparece típicamente en la modalidad dubitativa es el
subjuntivo, como en (21) “Ella hubiera aprobado el examen”.
Las frases verbales también pueden marcar modalidad. Por ejemplo, en (25)
“Eso debe salir 20 pesos”, la frase deber + infinitivo expresa duda.
La modalidad dubitativa no presenta un orden de palabras característico, pero sí
tiene índices léxicos que la identifican, como quizás, a lo mejor, acaso, entre otros. Estos
índices pueden ir acompañados de verbos en modo indicativo o en modo subjuntivo:
“Probablemente viene” o “Probablemente venga”.

Modalidad Interrogativa:
Por su contenido expresa desconocimiento no deseado, es decir, el hablante pide
información porque no la conoce pero quiere tenerla.
En la oración interrogativa la figura tonal es característica y está sujeta no solo a la
intención interrogativa que tiene el hablante sino a otros factores que dependen de la clase de
pregunta. La preguntas totales, como (26) ¿Ana trajo el trabajo? se responden con sí o con
no, esperan una respuesta general, y tienen una figura tonal que las identifica: presentan un
ascenso en el final de la oración, casi antes del descenso final.

………………………….

Hacia el final de la pregunta aparece una prominencia acentuada prosódicamente que

hace que suba la figura tonal y descienda hacia el final.
Las preguntas parciales requieren una información que no abarca toda la oración,
como en (27) “¿Qué comieron hoy? El hablante necesita la información que, en este caso,
tiene que ver con la forma “Qu”. La información que necesita no abarca toda la pregunta,
porque ya hay cierta información que da por supuesta. Por eso la respuesta no puede ser sí o
no.
La figura tonal presenta un ascenso en la forma “Qu- y luego un descenso hacia el
final.

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No hay un tiempo verbal que determine típicamente la modalidad interrogativa,

y tampoco hay un modo verbal que la condicione, aunque el más frecuente suele ser el
indicativo. En la modalidad interrogativa suelen aparecer las formas en “-ría”, que son marcas
de cortesía, como en (28) ¿Cerrarías la ventana?, y pueden aparecer también formas no
conjugadas del verbo, como en (29) ¿Durmiendo a esta hora? o en (30) ¿Estudiar un
domingo?
Los índices característicos de la forma interrogativa son las formas “Qu-“,
“qué”, “quién”, “cómo”, “cuándo”, “por qué”, “dónde”, que siempre muestran un pico alto
en la entonación. También aparecen algunas formas al final de las oraciones, como “no”, “si”,
“eh”, como en (31) Llegó tarde, ¿no?, que son índices interrogativos. En estos casos la curva
entonacional es recta y en la partícula final presenta un pico ascendente para luego descender.
Hay una cierta exigencia en el orden de palabras, más allá de que la forma “Qu-”
siempre aparezca en posición uno, y es que el sujeto siempre se ubica después del verbo:
(32) ¿Qué comieron los chicos?
No podemos decir *¿Qué los chicos comieron? porque es una oración inaceptable. En
el resto de las modalidades el orden estaba motivado por la distribución de la información,
pero en la interrogativa está motivado por la modalidad. Entonces, el orden en la
interrogación es pertinente, más que en otras modalidades, porque el sujeto tiene una posición
obligatoria. Lo más importante para determinar que hay modalidad interrogativa en una
oración es, además de la figura tonal, el orden de palabras.
Ahora vamos a pasar a la Modalidad Volitiva que, como djimos previamente,
comprende la Modalidad Desiderativa y la Exhortativa.

Modalidad Desiderativa:
Expresa un deseo y por eso está en el límite con la exhortativa.
(33) Ojalá venga.
La figura tonal no está fuertemente marcada y se asemeja a la de las enunciativas. En
cuanto al tiempo verbal, la forma –ría también es marca de deseo, como en (34) “Me gustaría
ganar la lotería”. De todos modos, no es el tiempo verbal el que permite identificar la
modalidad desiderativa.
El índice ojalá es una de las marcas más claras de modalidad desiderativa y tiene
que ir acompañado de un modo verbal particular, como veíamos en el ejemplo (33).
El modo verbal subjuntivo es el que marca típicamente la modalidad

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desiderativa.
El orden de palabras a veces se ve impuesto por la presencia de los índices.
Puedo decir: ojalá venga pero no *venga ojalá.

Modalidad Exhortativa:
Esta modalidad muestra una figura tonal ascendente hacia al final de la oración,
aunque obviamente siempre hay un descenso hacia la juntura terminal.

(35) Salí.

………………………..

El modo imperativo es característico de la exhortación y tiene tres formas

básicas: el tú (Sal tú), el vosotros (Salid vosotros), y la segunda persona del voseo (Salí vos).
Las tres formas negadas recuperan las formas del subjuntivo: No salgas, No salgan. Las otras
personas también van a tomar el subjuntivo incluso en las formas afirmativas: “Entremos”.
Los verboides también aparecen para marcar la modalidad exhortativa, como
por ejemplo en “¡Saliendo!”. En la literatura pueden encontrar infinitivos que marcan
exhortación, como en: “¡Callar!”
Respecto del orden de palabras, canónicamente aparece un pronombre después
del verbo para reforzar el interlocutor al que el hablante se dirige, como en “Salí vos”. Si
pensamos en “Vos, salí” habría que hacer pausa después del pronombre, que en ese caso no
sería sujeto sino vocativo.
Los índices que pueden aparecer en esta modalidad son: por favor y la forma que
+ un verbo en subjuntivo, como en “¡Que salgan!”.
La exhortación también se puede manifestar en perífrasis verbales. Por
ejemplo, “Tienen que estudiar” es una frase verbal que marca obligatoriedad o necesidad.
Entonces la obligatoriedad queda incluida dentro de la modalidad exhortativa.
Por último, vamos a pasar a la Modalidad Afectiva, que tiene un solo subtipo: la
modalidad exclamativa.

Modalidad exclamativa:
Siempre acompaña otras modalidades porque no hay marca léxica, morfológica ni
prosódica que nos permita diferenciar estrictamente a la exclamación. Por ejemplo, en (36)

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“¡Salieron!” la modalidad exclamativa se está combinando con la enunciativa porque estoy

informando que ciertos actantes realizaron el acto de salir y al mismo tiempo lo estoy
exclamando.
Entonces la figura tonal es quizás la única marca de exclamación que se agrega a
la otra modalidad pero no es exclusiva de la exclamación porque en las exhortativas hay
figuras tonales muy semejantes. Al no tener marca morfológica ni sintáctica que le sea propia,
la exclamación sólo va a quedar marcada por la entonación.
En una oración exclamativa puede aparecer cualquier modo verbal. El orden de
palabras podría tener algún cambio para marcar la exclamación. Por ejemplo: “¡AyEr
salieron!” frente a “Salieron ayer”. En la exclamación no solo se produce una figura tonal
distinta de la enunciativa sino que el orden de palabras también se altera.
Los índices que pueden aparecer en la exclamación son las formas “Qu”, que
pueden marcar exclamación. Sin embargo, al ser idénticas a las interrogativas, se dice que no
hay una marca exclusiva para la exclamación.

Modalidad Afirmativa y Negativa:

La modalidad afirmativa y la negativa atraviesan todas las otras modalidades, dado
que cualquier modalidad anterior puede ser afirmativa o negativa. Ejemplos:
Ojalá venga.
Ojalá venga/ Ojalá no venga.
Estudió/ No estudió.
Probablemente llame/Probablemente no llame.
¿Quién trajo el trabajo?/¿Quién no trajo el trabajo?
Entonces, cuando analicen la modalidad de una oración, primero tienen que analizar la
modalidad más general y luego especificar si es afirmativa o negativa. Estas modalidades
marcan la conformidad del hablante con la ocurrencia o no ocurrencia de los hechos.
Los índices de la modalidad afirmativa son: sí, también. En español la afirmación se
da meramente con el verbo, pero si además uso sí o también refuerzo la afirmación. Si digo
“Vinieron”, ya estoy afirmando. En cambio en: “Sí, vinieron”, estoy reforzando el hecho de
que vinieron. Voy a identificar ese “sí” como reforzador de la modalidad afirmativa.
Los índices de modalidad negativa pueden ser: no, tampoco, nadie, ninguno,
ningún. La negación tiene posición previa al verbo, como en (37) “María no estudió”. No
puedo decir *María estudió no. Por otra parte, la negación puede tener un ámbito de
influencia que no siempre afecte a toda la oración como en (38) “María no estudió a la

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mañana”, donde el índice de modalidad está afectando el momento de realización de la

acción, se niega que haya sido a la mañana. También se puede desplazar el no para indicar lo
que se está negando. Por ejemplo, en (38) “No llamó nadie” debo colocar el no adelante
porque nadie está atrás. Entonces, cuando aparece nadie, el no tiene que aparecer en primera
posición.
Vamos a tomar la siguiente oración para ejemplificar el análisis del modus con todos
sus atributos.
(40) Un hombre bajó de un tiro a un loro.
Tenemos que analizar la figura tonal, el orden de palabras, los índices, el tiempo,
modo y aspecto verbal. La figura tonal es lineal descendente; el tiempo verbal es pretérito
perfecto simple; el modo es indicativo y el aspecto es perfectivo. El orden de palabras es:
sujeto + verbo (s) + circunstancial de modo + objeto directo. Y no aparecen índices. La
modalidad resultante es enunciativa afirmativa. El análisis de los distintos aspectos del modus
permite determinar la modalidad de la oración.

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