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Hablar con claridad y de manera eficiente puede facilitar la forma en la que organizas tus
ideas. Tendrás que disminuir la velocidad al momento de hablar, pronunciar las sílabas y
practicar tu dicción. Tómate tu tiempo para practicar tu forma de hablar y corrígete si te
equivocas.
1.
Respira hondo. Debes calmarte antes de comenzar a hablar para que tus pulmones
no se queden sin aire. Condensa tus ideas, no las desgastes. Si te sumerges en el
habla sin tomarte el tiempo necesario para pisar tierra, es posible que hables más
rápido y arrastres las palabras. Tómate tu tiempo para concentrarte y luego procede
con atención.
2.
3.
Habla más despacio. Puede ser muy útil darle a tus palabras uno o dos segundos
extras antes de que salgan de tu boca. Hacer una pausa también funciona porque la
pausa le permite a la persona con quien hablas entender todas las palabras que
dices.[2]
Practica tu gramática. Si usas una gramática pobre, tus pensamientos y tus ideas
no saldrán de manera tan clara como lo deseas. Habla como si estuvieras
escribiendo un ensayo o una carta, con paciencia, desenvoltura y precisión.
o Evita hablar con oraciones mal construidas. Si te dejas divagar, las personas
que te escuchan perderán el punto. Trata de separar tus pensamientos en
fragmentos que se entiendan. [3]
2.
Aumenta tu vocabulario. Una palabra correcta puede ser mucho más clara que
hacer un rodeo de palabras para expresar algo. Trata de encontrar la palabra que
necesitas y úsala eficazmente. Te cuidado en usar una palabra de manera incorrecta
o fuera de contexto ya que puedes limitar la claridad de lo que tratas de decir y no te
tomarán en serio.
o Advertencia: tienes que asegurarte de que las personas a quienes les hablas
sepan estas palabras. Toma en cuenta a tu audiencia y usa palabras más
simples cuando puedas.
o La lectura es una buena manera para expandir tu vocabulario. Lee libros,
artículos, ensayos, cosas que te encantan y lee cosas que normalmente no
leerías. Cada vez que encuentres una palabra que no conoces, busca su
significado.
o Trata de tener una lista de palabras útiles e influyentes. Mientras más las
uses en contexto, lo sentirás más natural y tu selección de palabras será
mejor.
3.
Habla con entonación. Las preguntas deben subir de tono al final. Los enunciados
deben entonarse con un tono más bajo al final. Presta atención a las sílabas o
palabras que tienen énfasis. Trata de exagerar tu entonación como si le estuvieras
contando un cuento a un niño pequeño.[4]
Practica trabalenguas. Si trabajas con frases que son difíciles de pronunciar, las
encontrarás más fáciles de decirlas claramente al practicarlas día a día. Comienza
lentamente y trabaja poco a poco hasta llegar a un ritmo normal. Identifica las
sílabas que te causan problemas. Si te das cuenta de que tienes problemas al
pronunciar sonidos con la letra “B”, trata de practicar trabalenguas que jueguen con
sonidos de esa letra.[5]
o Para las palabras con la letra “B”, intenta lo siguiente: La brujita Bruna
Borja hace burbujas en la bañera, burbujas grandes medianas y pequeñas,
brincadoras, brillantes y voladoras hace la brujita Bruna Borja.
o Para palabras con la letra “D”, intenta lo siguiente: Un domador dormía un
domingo y sus domados dudaban de sus dotes de domador.
o Para palabras con la letra “F”, intenta lo siguiente: Enfrente de Fuensanta
Fuentes está la fuente del frente. Fuensanta Fuentes frunce la frente frente a
la fuente que está enfrente del frente de Fuensanta Fuentes.
o Para palabras con la letra “J” intenta lo siguiente: Juguemos al juglar, si al
juglar jugamos, al jugar al juglar jugaremos.
2.
Repite las frases una y otra vez. Comienza de manera lenta y clara y pronuncia
cada sílaba: Alarifes con aljerife, rifle y aljofifa en el arrecife.Aumenta la velocidad
gradualmente y mantiene la claridad. Si te tropiezas con las palabras, detente y
comienza de nuevo. Con una práctica constante, podrás dominar las sílabas difíciles.
3.
o Si sueles balbucear o arrastras palabras, puede ser difícil romper ese patrón y
hablar claramente. Cuando recites palabras, trata de olvidarte de que estás
hablando, enfócate solo en las palabras, sus significados y su belleza. Trata
de no pensarlas demasiado.[7]
Consejos
Mantenlo sencillo. A veces, una explicación sencilla es todo lo que necesitas para
hablar con claridad.
Trata de escucharte utilizando una grabadora de voz. Esto te ayudará a saber qué
cosas tienes que mejorar.
Cuando hables, abre más la boca, y articula las palabras exageradamente. Es como
si cantaras: tienes que abrir la boca. Es posible que no te des cuenta, pero si abres
bien la boca, podrás expresarte con claridad.
Practica con tus amigos y con tu familia, y observa si con el tiempo les resulta más
fácil entenderte.
Cuando te encuentres en la mitad de una conversación, tómate algo de tiempo para
preguntarle a la otra persona si entiende lo que pretendes decirle. Si la respuesta es
no, intenta repetir con mayor claridad lo que acabas de decir.
Los cantantes aprenden a presionar su lengua en la parte de atrás de los dientes
inferiores y mantenerla ahí, excepto cuando usan palabras con letras que requieran
del movimiento de la lengua; por ejemplo, los sonidos de la "T", la "L", la "M" o la
"N". Esto permite que el aire se mueva con mayor claridad por tu boca sin que la
lengua se ponga en el camino. Ten cuidado con este consejo, es posible que te
enfoques mucho en la forma de tu boca y no en las palabras que quieres decir.
Habla siempre con un volumen apropiado
Confía en tu forma de hablar
Advertencias
No pienses demasiado cuando hables con otras personas, ya que podrías acabar
empeorando la situación. Intenta ser natural y trata de pensar acerca de lo que dices
en ese momento, no en lo que dirás luego. Que sea natural.
Cuando practiques con el bolígrafo para mejorar tu dicción, no te atragantes.
Asegúrate de que el bolígrafo sea suficientemente para que no se mueva, se resbale
o se caiga dentro de tu boca por accidente. Acuérdate de colocar el bolígrafo en tu
boca de manera horizontal; esto te ayudará a pronunciar ciertas sílabas y reducirá
los riesgos de que te atragantes con él.