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FINALIDAD TUITIVA : el Derecho del Trabajo regula los intercambios de trabajo humano y, puesto
que este bien económico no es separable de la persona que lo presta, el ordenamiento debe
garantizar ciertos derechos a la persona que lo presta. Algunos de los intereses personales que
tradicionalmente se han protegido son la protección de la salud laboral, la intimidad personal, la
conciliación de la vida familiar y laboral y la dignidad frente a un trato discriminatorio o lesivo de
derechos fundamentales, entre otros.
FINALIDAD COMPENSADORA
Es decir, el Derecho del Trabajo tiene vocación de regular el “sistema de relaciones laborales”,
entendido como el conjunto formado por las representaciones profesionales y por las prácticas de
negociación o interacción existentes entre las mismas.
Es decir, controlar que el capital humano sea rentable, lo cual es un objetivo económico que tiene
en última instancia un trasfondo social: el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo en las
empresas y en el conjunto del sistema productivo. A estos efectos, la legislación laboral ha puesto
a disposición de los empresarios facultades directivas y disciplinarias, derechos relativos a la
modificación de condiciones de trabajo, negociación colectiva de empresa, etc.
2. ¿diferencias entre derecho del trabajo y seguridad social?
Entre el Derecho del Trabajo y el Derecho de la Seguridad Social existen diferencias desde el punto
de vista:
1) conceptual; el derecho del trabajo es la rama del derecho cuyos principios y normas regulan las
relaciones que surgen directa o indirectamente de la prestación contractual, subordinada y
retribuida del trabajo. Todas estas definiciones o conceptos enunciados tienen por objeto hacer
resaltar que el derecho del trabajo analiza, investiga y protege al trabajo subordinado - y en el
Derecho de la Seguridad Social es cualquier individuo por padecer determinadas contingencias
(accidente, embarazo, etc). La seguridad social es un concepto polivalente porque puede aplicarse
a distintos tipos de seguridad que el hombre necesita para vivir sin temor, con fe y dignidad,
mediante beneficios, prestaciones y servicios
2) respecto al ámbito personal de aplicación, o sea los sujetos; El sujeto del derecho del trabajo
surge de los conceptos emitidos, es decir por un lado el empleador, dador de trabajo, empresa,
principal, patrón; y por el otro, quien presta el esfuerzo humano, brinda el servicio que se llama
trabajador, empleado, obrero, dependiente, etc., y recibe como contraprestación el salario, la
retribución. La Seguridad Social no tiene en cuenta el vínculo jurídico en virtud del cual se realiza el
esfuerzo, el trabajo ya sea en relación de dependencia o como trabajador autónomo o aun cuando
no trabaje, surgiendo una distinción, una diferencia fundamental. Se concluye que el sujeto
protegido es el hombre, desde que está concebido hasta su fallecimiento.
4) las fuentes; Las fuentes del Derecho del Trabajo se pueden clasificar en fuentes reales o
materiales y en fuentes formales. Las primeras son todos aquellos hechos y acontecimientos de la
vida social que se producen dentro de la comunidad, y que por su naturaleza se proyectan en
modo trascendente hasta adquirir ciertas sustancias que integren modos de la convivencia
humana. Las fuentes formales están íntimamente ligadas o relacionadas con el régimen legal de
cada país, se instituyen o se admiten para asignar a las mismas el carácter imperativo en punto a su
obligatoriedad. Se asigna a estas fuentes las características del acto concreto, creador de la norma
que fija el imperio de la misma.
Son fuentes de la seguridad social únicamente la constitución y la ley, en sentido amplio,
comprensivo tanto la ley propiamente dicha como el decreto y la resolución ministerial; pero se
descarta, como fuente a los usos y costumbres, a los actos de los particulares en tanto y en cuanto
no son receptados como derecho positivo.
Si tomamos un concepto amplio de Derecho del Trabajo deberemos incluir en el mismo al Derecho
de la Seguridad Social y al Derecho Sindical. Asimismo, habrá de tenerse en cuenta como disciplina
jurídica íntimamente ligada al Derecho Laboral al Derecho Procesal Laboral, cuyas normas
constituyen una garantía de materialización de las normas sustantivas laborales en consonancia
con el principio constitucional de la efectividad de la tutela judicial.
Ahora bien, algunos autores consideran que el Derecho de la Seguridad Social debía ser una
disciplina independiente o especializada con respecto al Derecho del Trabajo, puesto que el criterio
delimitador basado en la relación entre empleador y trabajador no coincide con la relación que se
establece entre las entidades gestoras y aseguradoras y el asegurado. Si bien inicialmente nuestro
sistema de seguridad social se entendía vinculado al contrato de trabajo, actualmente esta
vinculación aparece desdibujada al haberse extendido el ámbito de aplicación de las normas de
seguridad social a otros tipos de actividades que no se corresponden con el concepto de trabajo
aquí definido, a grupos de población no trabajadora y a contingencias no laborales.
4. ¿Qué llevó a que el trabajo dependiente llevara al nacimiento del derecho del trabajo?
No siempre ha existido el Derecho del Trabajo, es más, se trata de un concepto reciente surgido a
partir de la Revolución Industrial.
El Derecho Laboral nace como consecuencia de las malas condiciones de trabajo a las que a lo
largo de la historia han estado sometidas las personas, primero los esclavos durante la época de la
Roma y la Grecia Clásicas, luego la situación de los siervos (casi esclavos) durante la Edad Media y
por último las pésimas condiciones de trabajo durante la Revolución Industrial, en la que los
trabajadores no tenían ningún tipo de seguro social, la jornada era agotadora, se explotaba a
mujeres y a niños, los salarios apenas alcanzaban para comer y no existían condiciones de
seguridad e higiene en el trabajo.
Es en este momento cuando se produce una reacción por parte de los obreros obligando a que el
Estado intervenga creando una serie de normas tuitivas, que protejan a la parte más débil de la
relación laboral, el trabajador.
Según el art.3 CDT trabajador es “toda persona natural que preste servicios personales
intelectuales o materiales, bajo dependencia o subordinación, y en virtud de un contrato de
trabajo” por tanto se desprende de la definición:
a) La voluntariedad por parte del trabajador de prestar sus servicios en forma espontanea y
libre (sin perjuicio del estado de necesidad) por tanto el trabajador aporta en primer lugar
sus servicios personales intelectuales o materiales.
b) Ahora bien para que este aporte sea legítimo, además, debe ser bajo subordinación y
dependencia, bajo las órdenes e instrucciones de otra persona, dentro de su ámbito de
organización y dirección;
c) y debe realizarse esta prestación con el ánimo de ser retribuido por medio de una
prestación económica, así lo confirma el art.7 del CDT, que establece que el empleador
debe “pagar por estos servicios una remuneración determinada”.
Los trabajadores gozan de toda la legislación tuitiva del Código del Trabajo, la cual es
fundamentalmente favorable para los derechos y privilegios de los trabajadores, los cuales son
irrenunciables en su mayoría. Ignorar lo anterior puede acarrear graves dificultades.
El Código del Trabajo regula aquellas relaciones que presentan dos rasgos básicos: subordinación y
dependencia a un empleador. Parece simple, pero surge un primer obstáculo: la ley no define lo
que entiende por este vínculo de subordinación y dependencia, lo que en caso de conflicto deberá
ser zanjado por los tribunales. Al respecto, la Corte Suprema ha sostenido que no importa cómo se
denomine o lo que se exprese en el contrato de trabajo, sino que hay que atender a la realidad de
los hechos de la relación laboral. Es decir, si en la práctica un trabajador presta servicios
diariamente a un empleador, el que controla su horario y fiscaliza su trabajo, evidentemente
estamos ante un vínculo de subordinación y dependencia, a pesar de que se diga lo contrario en el
contrato.
DERECHO NUEVO.
Ya lo hemos visto, es una respuesta a las realidades que han sido producto de la era industrial y así
lo hemos sostenido en encuentros anteriores. Asimismo otras realidades y avances en el desarrollo
humano y de la humanidad o de nuevas relaciones entre los hombres, han ido imponiendo a esta
rama del Derecho otros desafíos en cuanto a normar e interpretar nuevas realidades en las
relaciones de trabajo. Todo lo que viene a caracterizar al Derecho del Trabajo en el sentido que se
indicará. Además, se puede decir, como lo puntualiza el profesor Gamonal, es un derecho joven,
porque nació en el siglo IXX, se consolidó en el siglo XX y en el siglo XXI nos muestra su juventud
afrontando nuevas realidades.
DERECHO EN EVOLUCION.
Como las realidades sociales están en constante evolución, también lo están las relaciones de
trabajo y el Derecho del Trabajo se irá adaptando a estas nuevas formas de entender el trabajo
dependiente y asimismo, los conceptos y concepciones jurídicas logradas en el derecho serán el
producto de esta evolución… no se trata de un derecho acabado, cerrado sino que está siempre
adaptándose y evolucionado. Un avance, lleva a otro, un cambio en las formas objetivas del
trabajo, impone cambios en la normativa y todos estos cambios se basarán en los principios sobre
los cuales se sustenta esta rama del Derecho..
ES UN DERECHO INTERVENTOR.
Las relaciones reguladas por el contrato de trabajo y la legislación que la integra, el Derecho del
Trabajo, corresponden al sector privado; pero la legislación laboral contiene normas de orden
público, y en ámbitos fiscalizadores y administrativos su normativa es de derecho público. Según
el artículo 1° del Código del Trabajo exceptúa de su aplicación los funcionarios públicos y de los
poderes del Estado y de las empresas estatales que tengan un estatuto legal especial; pero como
no existen normas absolutas, algunas normas o beneficios del Código del Trabajo, se aplican al
sector público: el fuero maternal.
De esta manera, los trabajadores están regulados por sus contratos individuales, por la ley y
mejorados por el contrato colectivo o el convenio colectivo; la normativa colectiva, mejora y
cumple el fin del derecho del trabajo mejorando las condiciones de los trabajadores.
Primera etapa
APROPIACIÓN.
En la antigüedad el trabajo humano se caracterizaba por atender solamente elementales niveles de
subsistencia en la que cada familia procuraba satisfacer sus propias necesidades. La organización
social estaba compuesta por clanes y tribus donde la caza, la pesca, y la recolección de frutos que
espontáneamente se producían constituían la forma de trabajar.
AGRICULTURA Y PASTOREO.
ESCLAVITUD.
En forma paralela y como resultado de las continuas guerras de conquista, se fue generando la
esclavitud. Los derrotados eran tomados prisioneros para ser utilizados como esclavos en minas,
talleres o reparación de caminos. En esa época lo habitual para evitar peligros y molestias era
matar al prisionero, por lo cual la esclavitud llegó a ser considerado como un acto humanitario, que
incluso fue reglamentado por el Derecho Romano. Es decir: la esclavitud era una pena de muerte
conmutada en cautiverio. Los esclavos eran considerados como una cosa u objeto (a la manera de
las bestias de carga) y no como seres humanos y como tal su fuerza de trabajo era alquilada,
siendo la utilidad de la locación para el dueño del esclavo.
La posesión de esclavos era un hecho habitual, natural, considerado lógico, en tanto que la idea de
establecer la abolición de ese estado de cosas era considerada como artificial e impracticable.
Quién sentó el principio básico que destruye toda la estructura de la esclavitud fue el cristianismo
al establecer la igualdad sustancial de todos los hombres, que por cuestión de intereses fue
concretada recién en el siglo IXX.
SERVIDUMBRE.
Al llegar la Edad Media (período comprendido desde la caída del Imperio Romano de Occidente,
año 476, hasta la caída de Constantinopla en poder de los turcos otomanos, año 1453) las
costumbres se modifican: la organización feudal de la sociedad atenúa las características de la
esclavitud al sustituírla por la servidumbre. Los hombres se agrupan alrededor de alguien
sumamente poderoso celebrando un contrato de alianza – foedus – por el cual el señor feudal se
compromete a proteger y defender a los siervos y sus familias a cambio de la obligación de éstos
de prestar servicios, por lo general en trabajos agrícolas. El siervo estaba ligado a la tierra que
cultivaba y compartía con el señor feudal los frutos obtenidos, y en caso de cesión de la tierra a
otro dueño la transacción comprendía al siervo que en ella trabajaba.
ARTESANADO.
Paulatinamente y como consecuencia del desarrollo de las ciudades se van formando grupos de
personas que pertenecían a un mismo gremio: herrero, talabartero, platero, etc. constituyéndose
así las corporaciones, instituciones características del medioevo originadas en el siglo once y que
se desarrollan notablemente en el siglo doce, en las cuales se establecían condiciones de trabajo
minuciosas y obligatorias para todo el gremio. La producción se realizaba fundamentalmente en
forma familiar y aquellos que no pertenecían a la familia del maestro vivían con él como si lo
fueran. Los integrantes de las corporaciones trabajaban en pequeños talleres y de acuerdo a
rigurosas reglas del oficio, siendo la jornada de trabajo de sol a sol. La característica principal del
artesanado radicaba en que el productor era propietario de los sencillos instrumentos que utilizaba
y quién ponía su esfuerzo de trabajo. Además era más importante la pericia del trabajador que la
acción de los instrumentos, a tal punto que la cantidad y calidad de la obra dependían de la aptitud
del artesano. Es en esta época que surgen los primeros elementos de la división de capital y
trabajo, que habrán de acentuarse en la etapa siguiente: las materias primas las adquiría quién
efectuaba la primera fase del proceso (por ejem. el pañero en la industria textil), y luego pasaban
por manos de quienes completaban las etapas subsiguientes (hilanderos, tejedores, limpiadores,
tintoreros) hasta llegar el empresario que colocaba el producto en el mercado vendiéndolo al
mejor postor.
Si, por ejemplo en Roma existía la figura denominada <<locatio conductio>>, y consistía en un
contrato por medio del cual una persona, locador (locutor) se obligaba a entregar a otra llamada
locatario (conductor) el uso y disfrute de una cosa determinada, o la prestación de ciertos
servicios, mediante el pago de un precio denominado generalmente alquiler (merces) . De esta
relación había que distinguir si se trataba de un hombre libre o de un esclavo, si recaía sobre un
hombre libre, como fue en el caso de los artesanos, se le nombrara con la voz <<locatio conductio
operis>> que según Rodríguez (2000) es cuando “el conductor se obliga a realizar una actividad
para conseguir un cierto resultado de trabajo en beneficio del <<locator>>, que necesariamente
debe de poner algo (generalmente la materia prima que se va a transformar) a disposición del
operario, pagando por ello a éste una contraprestación, normalmente dinerarias”(p.737)
El paso del Antiguo Régimen a la edad contemporánea se apreció en dos hechos: la aparición del
capitalismo (sistema económico que se basa en el capital y en la intervención de los precios y los
mercados), gracias, entre otras cosas, a la Revolución Industrial, y el ascenso de la burguesía (clase
media-alta), por el triunfo del liberalismo. A medida que la población de los feudos fue
aumentando se hizo mayor la necesidad de producir alimentos, vestidos y útiles en cantidades que
ya la limitada capacidad del feudo no podía satisfacer. Las ciudades se extendieron, convirtiéndose
en centros de compra y venta de numerosos productos. Los campesinos y artesanos se movilizaron
desde el campo hacia las nuevas ciudades, que les ofrecían mejores condiciones de vida y más
oportunidades de trabajo. Hacía el año 1750 era práctica general que cada uno produjese sus
propios alimentos y confeccionase sus instrumentos y demás útiles. A partir de los comienzos de
los Tiempos Modernos se generalizó la industria doméstica, un empresario proporcionaba las
materias primas al obrero que trabajaba en casa empleando sus propias herramientas y usando
métodos artesanales. El empresario pagaba al obrero por su trabajo, recogía el producto elaborado
(hilo, tela, cuchillos, etc.) y lo vendía con utilidad. En el curso del siglo XVIII se generalizó la
manufactura, el proceso de producción quedó concentrado en una sala de trabajo dónde se
reunían los obreros. Cada uno seguía trabajando con métodos artesanales, pero era un obrero que
recibía un salario fijo por su trabajo. El edificio, los instrumentos de trabajo y las materias primas
constituían el capital que era propiedad del empresario capitalista. Ante la creciente complejidad
de los procesos manufactureros, fue preciso disponer de capitales más grandes para la empresa
industrial. Los artesanos se vieron avasallados por la producción más barata que introdujo el uso
de grandes equipos y no pudieron competir con el capitalismo industrial. La industria doméstica, es
decir, el trabajo de manufactura hecho en domicilio, no tarda en sucumbir ante la presión de las
necesidades técnicas, que requieren de una división cada vez mayor del trabajo. Al descomponerse
el trabajo en un sin numero de operaciones de precisión que deben ser controladas, ante la
intervención de las máquinas cuya posesión exige grandes capitales y cuyo funcionamiento
requiere la presencia en un mismo lugar de los obreros que trabajan en un mismo proceso
productivo, se crea la fabrica capitalista moderna. Con este cambio el capital no solo se hizo
intermediario comercial entre los productores y consumidores; ahora concentra a sus trabajadores
en un mismo lugar donde controla la fabricación, la calidad del producto, el uso de la maquinaria,
el aprovechamiento de los insumos y el máximo rendimiento de la mano de obra. La disolución de
los talleres domésticos y la agricultura “de mercado” crearon la demanda propicia para absorber la
producción fabril. Sobre la base de este mercado interior, el capitalismo industrial hallo la
necesaria solidez para volcarse al comercio exterior, fuente de la acumulación que originalmente
creó las condiciones necesarias para la formación de capitales. Con ello, el capitalismo moderno ya
tenía su rostro. Y al dominar el nuevo sistema productivo, la empresa capitalista altero
radicalmente las relaciones de trabajo, el concepto de trabajo y la situación social del trabajo. El
surgimiento del capitalismo fue facilitado además, gracias a la filosofía del renacimiento y de la
Reforma. Estos movimientos cambiaron de forma drástica la sociedad, facilitando la aparición de
los modernos estados nacionales que proporcionaron las condiciones necesarias para el
crecimiento y desarrollo del capitalismo en las naciones europeas. Este crecimiento fue posible
gracias a la acumulación del excedente económico que producía el empresario privado y a la
reinversión de este excedente para generar mayor crecimiento. El sistema capitalista se fue
extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito
mundial hasta el estallido de la 1ra Guerra Mundial, tras la cual se estableció un nuevo sistema
socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto al capitalista.
"el concepto de cuestión social posee (…) una connotación histórica o cronológica definida. Se
refiere a un periodo inicial de tensión social, protesta obrera y efervescencia intelectual. En Chile
este periodo inicial duró casi cuarenta años, desde mediados de la década de 1880 a mediados de
la de 1920” “Las clases trabajadoras – campesinos, mineros y salitreros, artesanos, operarios
fabriles y elementos medios más modestos – se vieron sometidas a una presión aplastante.
Confluyeron sobre ellas innúmeros problemas (económicos, sanitarios y de salud, y especialmente
morales) que les fueron haciendo insoportable la existencia. Ni la clase dirigente ni el régimen
político pudieron hallar solución para estos sufrimientos. (…) Por último, los sufrientes usaron la
violencia contra la sociedad y la sociedad les respondió con la represión”
“el surgimiento de este fenómeno fue el resultado de la transición económica desde el viejo modo
de producción colonial al sistema capitalista emprendida a partir de la década de 1860”, y además
coincide con los autores que hemos estado siguiendo en cuanto “la industrialización y la
urbanización fueron los dos grandes procesos que engendraron esta nueva problemática
Durante la segunda mitad del siglo XIX se produjo un lento proceso de emigración campo-ciudad,
que se acentuó a fines del siglo y se dirigió también hacia las salitreras.
- Los graves problemas que afectaban a los sectores obreros, los impulsaron a crear las mutuales o
sociedades de socorros mutuos a mediados del siglo XIX. Estas primeras organizaciones obreras
nacieron al margen de la relación obrero-patrón, obrero-Estado y del quehacer político. Su
preocupación fue el obrero, su familia y sus condiciones de vida.
- Ya a principios del siglo XX, surgen las Sociedades de Resistencia con un claro ideario anarquista.
No creían en la acción política, sino que practicaban la llamada “acción directa”, principalmente a
través de la organización de huelgas.
Los problemas sociales que indudablemente han existido desde la “cuestión social” han sido sin
duda una fuente material importantísima para la legislación laboral (circunscrita dentro de una
legislación social). Los diferentes gobiernos de turno han debido estudiar y analizar el contexto
histórico-social para tratar de resolver de mejor forma el problema, a saber:
Es indudable que en gran parte del mundo y sobretodo en Chile el fenómeno de la cuestión social
provocó cambios substanciales en el desarrollo político-social, no en balde la legislación laboral
fue una respuesta a estas injusticias y desigualdades que muchos sectores de la sociedad se vieron
expuestos, pero ahora bien, creer que la cuestión social está resuelta son palabras mayores, e
incluso sería egoísta solo hablar de Chile, con el fenómeno de la globalización podemos sin duda
darnos cuenta que en países de nuestro continente y de otras regiones del mundo sufren
fenómenos sociales parecidos a los acaecidos el siglo pasado, si es que no peores. Pero volviendo a
Chile, sin duda podría afirmarse que la cuestión social ha adoptado otros nombres, por cuanto no
se puede identificar de igual forma, el problema de la desigualdad por ejemplo, nunca se ha
resuelto, sólo ha estado disfrazado por cifras de expertos y estadísticas poco representativas,
sobretodo en Latinoamérica, por otra parte, las condiciones de trabajo, los salarios mínimos, las
horas establecidas para la jornada laboral, entre otros, están lejos de ser el ideal esperado por los
sectores más vulnerables de la sociedad, tampoco podemos olvidar a los inmigrantes irregulares,
que sufren paupérrimas condiciones laborales, producto de su condición irregular y la falta de
legislación al respecto, estos son sin duda, unos de los tantos problemas que podrían aludirse
cuando nos preguntan si la cuestión social en Chile está resuelta. ( es algo a la rápida cauros, pero
cada uno trate de responder particularmente esta respuesta, para no decir las mismas weas como
misses falsas)
Fundamento legal: El artículo 1º del Código del Trabajo en su inciso primero dispone: “Las
relaciones laborales entre los empleadores y los trabajadores se regularán por este Código y por
su leyes complementarias”.
No olvidemos lo ya expresado acerca de las fuentes del Derecho del Trabajo, una de las
cuales es la norma constitucional, que en su artículo 19 Nº16 se refiere a la libertad de trabajo y a
su protección, disponiendo que toda persona tiene derecho a la libre contratación y a la libre
elección del trabajo con una justa retribución.
15. ¿en cuáles materias o contenidos, el contrato de trabajo tiene fuente autonómica?
1.-En primer lugar, debemos mencionar la libre determinación de las partes contratantes.
Como hemos visto, existe la libertad de trabajo y está garantizada constitucionalmente la libre
contratación; asimismo, se garantiza la licitud de la renuncia o desahucio ejercido por el
trabajador, como consecuencia de la libertad del trabajo;
5.-Las partes tienen gran autonomía para regular o reglar beneficios pecuniarios,
económicos y sociales;
6.-Por último, los contratantes pueden genera y regular obligaciones y derecho conforme a
la naturaleza del contrato dentro de los límites de la regulación legal o, dicho de otra manera,
respetando los límites legales.
Tratará la ley sobre la jornada de trabajo, su división e interrupción, como también de los
descansos. La ley se preocupa de las normas sobre fiariado o descanso anual; También es de
preocupación legal la normativa sobre licencias y permisos.
2.-Normas sobre remuneraciones.La ley da los conceptos y definiciones de las distintas clases de
remuneraciones. Dispone las normas generales sobre remuneraciones y de su régimen legal.
3.-Normas sobre suspensión de las obligaciones del contrato. Se refieren a los casos que no
obstante estar vigente la relación laboral, se suspenden algunas de las obligaciones que impone el
contrato de trabajo.
4.-Normas sobre fueros. Hay ciertas situaciones que la ley protege con fuero al trabajador,
impidiendo su despido sin causa-legal. Existen fueros otorgados en razón del cargo que se
desempeña por el trabajador, el fuero sindical, o en razón del estado o circunstancia, como el caso
de fuero maternal.
5.-Normas sobre prescripción. Ya han estudiado Uds., en otras asignaturas, que las normas sobre
prescripción son de orden público.
6.-Normas sobre sanciones. Esta rama del Derecho, que es esencialmente tutelar, debe contemplar
ciertas sanciones en caso de infracción para hacer efectiva dicha tutela legal.
7.-Normas sobre competencia judicial; esto es, la ley determina la competencia de los tribunales
que deben dirimir los conflictos entre los contratantes.
Hay materias que son objeto de regulación de otras fuentes, como el reglamento, que especializará
o singularizará la norma legal; el acto colectivo, que regulará en los derechos de un conjunto de
trabajadores; y el reglamento interno, que dará la norma que el empleador debe disponer en
cuanto a orden interno, seguridad e higiene de la empresa en uso de sus facultades de gobierno
que como propietario le asisten. Estas son normas heterónomas que se integran al contrato de
trabajo.
Principios fundamentales.- El Código Civil en su artículo 1546 previne: “ Los contratos deben
ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a
todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la
costumbre pertenecen a ella”. Debemos tener presente que en materia laboral la ley es de la
esencia del contrato.
Enunciado.- Forman parte del contrato individual de trabajo todas las obligaciones y derechos
establecidos por las normas jurídicas laborales vigentes al momento de la celebración del contrato;
asimismo, todas las normas que se dicten durante su vigencia, con la limitación de los derechos
adquiridos y de las condiciones más beneficiosas ya establecidas o preexistentes a favor del
trabajador; también forman parte del contrato de trabajo las normas jurídicas contenidas en actos
colectivos del trabajo que sean más beneficioso.
1.1) Deber jurídico de obediencia, que se relaciona con el jus resistentiae o derecho a la
resistencia o desobediencia (art. 159 Nº4) y al jus variandi (art. 12 del Código del Trabajo).
Ius variandi: Se considera que esta facultad deriva del derecho del empleador de organizar y dirigir
el trabajo de sus dependientes. Se refiere: 1) al lugar de trabajo; 2) a la naturaleza de los servicios;
3) y a la jornada de trabajo.
- Que el nuevo recinto quede dentro de la misma ciudad o las nuevas labores sean similares.
-Que la alteración de las condiciones no produzca menoscabo al trabajador (Según la dirección del
trabajo, este menoscabo puede ser, físico, moral, económico, ambiental.)
Se requieren ciertos requisitos para su ejercicio: (en relación con la alteración de la distribución de
la jornada de trabajo)
20. principal obligación patrimonial del empleador y algunas obligaciones accesorias o del
mismo carácter.
Obligaciones patrimoniales:
1)Pagar la remuneración; proporcionar efectivamente trabajo; pagar las prestaciones
sociales establecidas en los actos colectivos; otorgar prestaciones previsionales delegadas de los
institutos previsionales o de seguridad social y pagar algunos beneficios, como asignaciones
familiares.