ESCULTURA.
as fachadas{;de las grandes catedrales de la Isla de Fran-
Refectorio del monasterio
de Santa María de Huerta
(Soria). Siglo xm.
Primer cuarto.
Fundada a mediados del
siglo Xll, la abadía de Huerta
fue en su tiempo una de las
más importantes de Castilla,
habiendo gozado de la
protección real. En el conjunto
de edificaciones monásticas se
distingue una parte concebida
según los modelos
cistercienses, y otra, algo
posterior, que es plenamente
gótica. El refectorio se incluye
en este segundo grupo de
construcciones, que en buena
parte fueron patrocinadas por
la familia Finojosa. El
arquitecto quiso resaltar la
sencillez del espacio interior
embebiendo todos los
elementos dentro del muro.
Obsérvese la cubierta, con
bóvedas sexpartitas.
36
L
Puerta del Sarmental.
1230-1240. Burgos. Catedral.
cia constituyen el marco donde resplandece la primera
La puerta de Sarmental de la escultura gótica. En ellas culmina la evolución iniciada
catedral de Burgos (llamada
alrededor del año 1100, cuando, en los monasterios de laBor-
así por estar situada frente al goña y el Languedoc, tuvo lugar el renacimiento de la escultu-
mercado de sarmientos de la
ciudad) corresponde al hastial ra monumental.
Sur. Se trata de la más antigua Respecto de las portadas románicas, en las que la escultura
de las portadas de las grandes se concentra en tímpanos y dinteles, las góticas implican una
catedrales castellanas, lo que relación mucho más fecunda entre los elementos arquitectó-
se refleja claramente en su nicos y escultóricos. Nuevamente, es en Saint-Denis donde se
iconografía. Se prefirió para
produce la transformación decisiva.
ella el tema apocalíptico. El Cuando el abad Suger emprendió la construcción de la nue-
Cristo en majestad es
va fachada de su abadía (consagrada en 1140), diseñó un pro-
rodeado por una doble
representación de los
evangelistas (con su
correspondiente símbolo y
como escribas de la época).
En el dintel aparece el
apostolado. Como en sus más
directos modelos franceses
(Amiens, Reims) en el mainel
se encuentra la figura de un
obispo. La claridad de la
composición es muy propia
que las calles principales de la ciudad eran las que desembo- del primer momento gótico.
caban en las puertas de la muralla.
Son muy pocas las ciudades construidas de nu~a planta?~­
rante la época gótica que pueden proporcionarnos mformac1on
sobre los modelos urbanísticos dominantes. Sin embargo, en
éstas se observa una tendencia generalizada a la regulariza-
ción del trazado. Quizá el ejemplo más representativo sea el
de Aigues Mortes, fundada a fines del siglo xm .. Tampoco de-
bemos renunciar al estudio de las numerosas villas francas o
villas reales que aparecen en la Península Ibérica. . . ,
Aunque existiesen normativas referentes a 1? orgamzacwn
de las ciudades y de la vida en el seno de las m1smas, no pu~
de decirse que durante los siglos del gótico se ap}icase, u_na teona
urbanística. Hubo, en cambio, una concepcwn teonca de la
ciudad como marco ideal para las relaciones humanas y, por
lo tanto, como lugar idóneo para obtener la salvación perso-
nal (Francesc Eiximenis).
 La Anunciación. Siglo XIII.
MAESTRO ANÓNIMO: Segundo tercio. Reims.
Jinete. Siglo XIII. Segundo Catedral.
tercio. Bamberg. Catedral. La catedral de Reims contiene
La escultura de las grandes el más extenso ciclo
catedrales del mundo escultórico del mundo gótico.
germánico evoluciona a partir Esta amplitud determina una
del estilo que se definió en mayor variedad de formas y
Reims, aunque no se trate de estilos, qúe puede percibirse
una derivación sino de una en este grupo escultórico
, adaptación en la que la ubicado en la portada central.
gracilidad cede ante las La imagen de la Virgen es
formas angulosas y la anterior a la del ángel, uno de
sequedad expresiva. los más bellos ejemplares del
Asimismo, la escultura no se llamado preciosismo gótico. La
concentra únicamente en las estaticidad de la primera
fachadas sino que invade contrasta con la elegancia de
rápidamente los interiores, los movimientos del segundo,
adosándose a los pilares. Son redondeados por una gentil
relativamente frecuentes las sonrisa. Nótese, además, como
imágenes de príncipes y las esculturas se han
nobles, entre las que podría independizado de la estructura
contarse este jinete de arquitectónica y cómo se
confirmarse la hipótesis según relacionan, estableciendo un
la cual se trataría de un diálogo.
miembro de la familia
imperial. Para otros
historiadores se trata de uno
de los reyes magos.

grama iconográfico en el que la imagen real pasaba a ocupar
un lugar destacado. Las figuras de reyes y reinas del Antiguo
Testamento fueron emplazadas en las jamba5 de la triple por-
tada junto a otros personajes veterotestamentarios, constitu-
yendo lo que se ha dado en llamar una portada real. Aun-
que no es claro que su inclusión fuese una alusión directa o
indirecta a la monarquía francesa, es evidente que de algún
modo se quiso potenciar la imagen del rey, otorgándole mayor
realce; y no únicamente en sentido figurado, porque en las jam-
bas de Saint-Denis aparece por primera vez la estatua·
columna, es decir, la columna con una figura adosada.
Gracias a esta innovación, la escultura monumental comen-
zaba a liberarse de la férrea sujeción al marco arquitectónico·
que la había condicionado durante su evolución anterior. En
directa correspondencia con las estatuas-columna, también fue-
ron resaltadas las arquivoltas.
La portada real de Cbartres (1145-1155) desarrolla el mo-
38
delo establecido en Saint-Denis, tanto en su estructura como
en su iconografía. A. Katzenellenbogen puso de manifiesto el
logro principal de esa magnífica obra: la claridad con que se
exponen los temas, perfectamente jerarquizados y adaptados
al marco en el que se encuadran. Las formas -menos agita-
das que en sus precedentes románicos- también se han ade-
cuado a la perfección a su función ilustrativa.
.A partir d~ la nueva armonía que, en Chartres, pasa a presi-
dir las relac1ones entre marco arquitectónico y decoración es~·
cultórica, comienza la evolución hacia las grandes portadas del
gótico clásico.
Organización de
El siguiente paso es representado por la portada de la cate-
un~ portada.
dral de Senlis (hacia 1185), en la que el tema apocalíptico del 1- Arquivoltas; 2- Tímpano;
tímpano es sustituido por un motivo mariano: la coronación 3- Dintel; 4- Mainel o parteluz;
de la Virgen. 5- Estatuas (eventualmente,
Las figuras de esta portada adquieren un sentido mucho más Estatuas-columna); 6- Jambas;
sinuoso que sus inmediatas precedentes, habiéndose relacio- 7- Zócalo.
39
CLAUS SWTER: El pozo
de Moisés. 1395-1399.
Dijon. Cartuja de Cbampmol.
Sluter concibe la escultura
independientemente del
marco arquitectónico, por lo
que sus personajes adquieren
una expresión más
individualizada. La
estilización pierde intensidad
mientras que los efectos
decorativos se intensifican, en
buena parte gracias a la
exuberancia de los
ropajes. El llamado pozo de
Moisés era, en realidad, la
base de un Calvario
monumental saturado de
simbolismos. Así, de esta base
(en la que aparecen los
personajes del Antiguo
Testamento que anunciaron la
venida de Cristo) manaba
abundante agua aludiendo a
la fuente de la Vida. La cartuja
de Champmol fue el lugar
elegido por los duques de
Borgoña para convertirse en
panteón de la dinastía, por lo
que fue soberbiamente
embellecida. El propio Sluter
también contribuyó
decisivamente a la realización
de la tumba de Felipe el
Atrevido y la portada de la
iglesia.
40
miento del siglo XIII.
El tema del tímpano central suele ser el Juicio Final. La
visión apocalíptica de Cristo en majestad tiende a ser sustitui-
da por la imagen de Cristo sufriente y triunfante, según
el Evangelio de san Mateo. Cristo aparece con el torso desnu-
do, mostrando los estigmas de la Crucifixión y rode~do de per-
sonajes que interceden o portan los atributos de la Pasión. En
los dinteles suele aparecer el pesaje de las almas y la separa-
ción de los elegidos y los condenados, todo ello tratado con
;;'
MAESTRO ANÓNIMO:
Carlos V. 1364-1380. París.
Louvre.
Aunque durante el reinado de
Carlos V de Francia (1364-1380)
se agudizaron algunos
aspectos de la crisis general
del siglo XIV, el arte
nado con las tendencias bizantinizantes que se difunden en desarrollado en su corte
Europa alrededor de 1200. mantuvo el mismo nivel de
perfección y refinamiento que
Durante los primeros años del siglo xm se emprendió la tuvo en tiempos de Juana de
construcción de las portadas de las grandes catedrales inicia- Evreux. La imagen de Carlos V
das en el siglo anterior: Laon, Chartres (transepto), París, (que formaba pareja con la de
Amiens, Bourges y, como culminación de todo el proceso, su esposa, Juana de Barbón)
sirve para ejemplificar algunas
Reims. En ellas se define el estilo propio de esta fase monu- de las características
mental del arte gótico. Frente al tradicional sentido caligráfico esenciales de la escultura del
de las figuras y de sus ropajes, comienza a manifestarse un sen- siglo XIV. Obsérvese, en
tido volumétrico de los mismos. Paralelamente, se abre pa- primer lugar, que se trata de
so una cierta expresividad que en los rostros se conseguirá con una escultura exenta y que
el esbozo de una característica sonrisa y, en los cuerpos, me- su autor quiso reproducir los
diante actitudes animadas por un suave contrapposto. Las fi- rasgos esenciales de la ·
guras también tienden a adecuarse a proporciones menos ,. fisonomía de este rey,
caracterizándolo como una
alargadas. persona paternal y afable.
Cabe hablar ya de un
La iconografía de las portadas adquiere una clara intencio· incipiente retrato, tema que se
nalidad didáctica, ordenándose jerárquicamente en virtud irá afirmando en el arte del
de una exposición redundante de los conceptos. En sus ya clá- siglo XIV gracias al creciente
sicos estudios, Emile MMe la explicó aplicando el esquema protagonismo que se
del Speculum Majus de Vicente de Beauvais, uno de los más atribuyeron patronos y
claros ejemplos del enciclopedismo que caracteriza el pensa- donantes.
41

MCOLA PISANO: El
nacimiento de Cristo.
1260. Pisa. Púlpito del
baptisterio.
La continuidad entre la
escultura románica y la
escultura gótica italiana se
enlaza a través de un período
de orientación clasicista que
culmina en la obra de Nicola
Pisano. La fuente de su estilo
se encuentra en el sur de
Italia, donde el emperador
Federico ll había potenciado
un arte cortesano que
redescubrió la antigüedad. La
primera gran obra de Nicola
Pisano fue el púlpito del
baptisterio de Pisa, en el que
se descubren muchos puntos
de contacto con obras clásicas.
Pese a todo, la ordenación de
la iconografía del púlpito sigue
una orientación
inequívocamente gótica.
Nótese cómo en una misma
escena se están representando
la Anunciación, la
anunciación a los pastores y la
Natividad. Aunque el sentido
clasicista que domina las
obras de N. Pisano ·
desapareció en las de su hijo
Giovanni, en realidad subyace
en todo el arte gótico italiano.
GIOVANNI PISANO: La
matiUJZIJ de los Inocentes.
1301. Pistoia. Púlpito de la
iglesia de San Andrés.
!ns púlpitos son unos de los
monumentos que mejor
caracterizan el inicio de la
escultura gótica en Italia.
Giovanni Pisano, hijo de
Nicola, realizó los de la
cate(lral de Pisa y de la iglesia
de San Andrés, en Pistoia.
Contrastando con el regusto
clasicista de las obras de su
padre, Giovanni concibe las
escenas tratando de potenciar
los aspectos dramáticos y
expresivos de las mismas. Se
42
ha dicho que acusa una
influencia más o menos
directa de los marfiles
franceses (cosa lógica, dado
que él mismo realizó
excelentes trabajos en marfil).
En el relieve que
reproducimos, su estilo
personal encuentra un soporte
temático idóneo. Herodes,
situado en el ángulo superior
derecho, desencadena el
dramático episodio. Pese a la
apariencia confusa de la
escena, nótese que las figuras
se ordenan según una serie de
líneas diagonales
claramente definidas. Así
como Giotto supo consolidar
un sistema narrativo basado
en recursos estrictamente
pictóricos, G. Pisano hizo lo
propio con la escultura.
ANDREA PISANO: El
bautismo de Cristo. 1330.
Florencia. Puertas del
sus respectivos atributos. Tampoco es infrecuente la presencia baptisterio.
de algún obispo de especial significación para la diócesis, aun Con Andrea Pisano el
ocupando el mainel (Amiens). sentido giottesco de la
Estos grandes conjuntos escultóricos delimitan el arquetipo realidad penetra en la
de portada gótica, la cual no debe entenderse como una sim- escultura. Este escultor fue
ple sobreposición de esculturas a las estructuras arquitectóni- maestro de obras de las
cas, sino como un desarrollo escultórico de éstas. catedrales de Florencia y
El cuerpo que forman las portadas -normalmente son tres, Orvieto y sucedió a Giotto en
cierto efectismo. En las arquivoltas se despliegan los coros an- la dirección de la construcción
gélicos o los ancianos del Apocalipsis. y excepcionalmente, cinco (Bourges)- se integra en el con-
del Campanile. !ns relieves
La representación de Cristo también puede ocupar el mai- junto de la fachada. Los gabletes y pináculos que lo coronan que decoran la base del
nel, según un modelo que ejemplifica el Beau Dieu de Amiens. enlazan con un cuerpo superiór al que suelen abrirse galerías, mismo se consideran obra
Sin embargo, éste será un espacio normalmente ocupado por en algunos casos cobijando esculturas (por ejemplo, la galería suya, aunque su obra más
de los reyes de Judá que hubo en la catedral de París, cuyos
la imagen de la Virgen. apreciada fueron las puertas
elementos originales se recuperaron recientemente). A veces, de bronce del baptisterio. En
El culto a la Virgen es uno de los hechos que mejor carac-
terizan el arte gótico, habiendo sido particularmente fomenta- las portadas también tienden a proyectarse hacia afuera, ge- ellas representó, como
,. correspondía al caso, la vida
do por los cistercienses. La Virgen se convierte en la imagen nerando algo parecido a un pórtico.
Igualmente, se extienden a las fachadas que se abren en los de san Juan Bautista. Cada
simbólica de la Iglesia y, como ya se ha visto en Senlis, tam- escena se encierra en un
bién suele aparecer en los tímpanos -si no en el principal, extremos de los brazos del crucero. En Chartres, por ejemplo,
medallón cuadrilobulado y
por lo menos en los secundarios- en el momento de ser coro- adquieren una gran amplitud. contiene una justa proporción
nada. En otros casos, se representará la Maiestas Mariae e in- Estas portadas del siglo XIII, además de constituir extensos de elementos de ambientación
cluso el tema de la dormición (Estrasburgo). repertorios iconográficos, dan lugar al desarrollo de un cierto que clarifican el tema. Este
sentido de lo narrativo y, sobre todo, a la escultura de bulto
En las jambas, los personajes coronados que dieron nombre bautismo de Cristo está
a las portadas reales son progresivamente sustituidos por el redondo. La total separación del marco arquitectónico su- claramente dominado por
colegio apostólico o por imágenes de santos, todos ellos con pone una nueva e importante conquista, de la que se extrae- ejes verticales.
43
 rán las consecuencias a lo largo del siguiente siglo. ración escultórica, preferentemente concentrada alrededor del ANTOINE LE MOITURIER:
La arquitectura francesa del siglo XIV se caracteriza por la presbiterio. Allí aparece lo que en las catedrales francesas se Sepulcro de Felipe Pot.
abundancia de pequeñas construcciones frente al monumen- denomina Jubé y que vendría a ser un equivalente del cancel, Hacia 1480. París. Louvre.
talismo de épocas anteriores. Ello implica una forma distinta es decir, el elemento que separa el espacio reservado a los clé- En el sepulcro de E Pot los
de aplicación de la decoración escultórica, que será concebida rigos del resto de la iglesia. Algunos contienen abundantes de- pleurants adquieren
de forma más libre. Baste, como ejemplo, la portada de la car- coraciones escultóricas (Bourges, Albi). dimensión monumental,
tuja de Champmol, obra de Claus Sluter (hacia 1390). Las representándose a tamaño casi
El púlpito, destinado a la predicación, es uno de los monu- natural. La impresión que
figuras orantes de los duques de Borgoña no presentan rela- mentos que mejor caracterizan el inicio de la escultura gótica producen estos personajes
ción de ningún tipo con el marco arquitectónico. Aun la Vir- en Italia (Nicola y Giovanni Pisano). . cubiertos con túnicas negras
gen parece rehuir su sujeción al mainel. Estilísticamente, la En la Península Ibérica, los púlpitos tienden a inglobarse. muy holgadas y con el rostro
obra de Sluter se aparta del monumentalismo estilizado para en el seno de los coros, los cuales no se sitúan en lo alto de oculto por capuchas intensifica
adentrarse en nuevos juegos de formas, más propensos a la los presbiterios, sino en el centro de las naves, según una tra- el carácter fúnebre de la
expresión individualizada. dición propia. Esta ubicación repercute negativamente en la escena. La forma edicular que
Para acabar con la escultura de las fachadas, debemos refe- percepción de la espacialidad de los edificios, pero en cambio caracterizó la mayoría de los
rirnos a las de las catedrales italianas, especialmente Siena y sepulcros góticos se
permite el despliegue de excelentes muestras de talla en ma- transforma aquí en un grupo
Orvieto. Se trata de obras en curso alrededor del año 1300 que, dera. Es habitual que los muros que rodean los coros conten-
aunque adaptan modelos franceses,, distribuyen las esculturas escultórico que se atribuye a
gan también decoraciones esculpidas, adquiriendo a veces di- Antoine le Moiturier, el cual
de forma completamente original. Estas no se concentran en mensiones monumentales (París). intervino en la realización de
jambas y arquivoltas, sino que se sobreponen a la misma su- Otro de los campos de expansión de la escultura en el ámbi- las tumbas de los duques de
perficie mural. En Siena, Giovanni Pisano dispone una ga- to del presbiterio lo constituyen los retablos. i.Ds de carácter Borgoña. El sepulcro de Felipe
lería de personajes que se destaca por completo del muro, ad- escultórico no adquieren sentido monumental hasta una fase Pot procede de la abadía
quiriendo un gran sentido del movimiento y de la expresivi- tardía (siglo xv), destacando los realizados en los Países Bajos cisterciense'de Cfteaux.
dad. En Orvieto, la escultura se concentra en los pilares que y en el mundo germánico. Se trata, en la mayoría de los casos,
separan cada una de las portadas. de obras talladas en madera.
En el interior de las catedrales e iglesias góticas también en- En la Península Ibérica existen también gran cantidad de re-
contramos diversos elementos en los que tiene cabida la deco- tablos, pero normalmente son de piedra o alabastro. Ya en el

MICHAEL PACHER: Retablo.

1471-1481. St. Wolfgang
am Abersee. Pfarrkirche.
U:ls retablos tallados
constituyen una de las
manifestaciones más
representativas de la escultura
del último gótico en el mundo
germánico y en los Países
Bajos. Se trata, en la mayoría
de los casos, de conjuntos de
un extremado preciosismo. (grisallas). En los Países Bajos considera la mejor obra del
Suelen constar de un cuerpo estos retablos eran producidos primero. Nótese la
central que alberga esculturas por talleres que trabajaban de sobreabundancia de
de bulto redondo y de dos forma seriada, mientras que dorados y de elementos
alas que pueden cerrarse en Alemania se relacionan decorativos que, pese a
sobre sí mismas. Las caras con escultores de renombre: todo, no repercute
interiores de las mismas se M. Pacher, V Stoss, negativamente sobre la
cubren con relieves y las T. Riemenschneider, efe. El correcta ordenación del
exteriores con pinturas retablo que reproducimos se conjunto.
44

GIL DE SIWE: Sepulcro
del infante AHonso.
1489-1493. Burgos.
Cartuja de Miraflores.
El escultor de origen flamenco
Gil de Siloe llevó a cabo un
impresionante conjunto de
esculturas en la cartuja de
Miraflores consistente en el
. retablo, el sepulcro que
reproducimos y el de Juan 11
de Castilla e Isabel de Portugal
(fundadores del monasterio).
El sepulcro del infante es una
delicada obra de alabastro que
refléja claramente el sentido
preciosista que caracteriza el
46
tendencia a la afirmación de las personalidades individuales MAESTRO ANÓNIMO:
trabajo de los artistas modelo de sepultura El "Devot Crist'~ Hacia
principesca que culminará en y colectivas propia del período. Durante los siglos del gótico
flamencos y germánicos
las obras de P. Leoni en los ritu~les funerarios van adquiriendo significación social y 1307. Perpiñán. Catedral.
activos en España a fines del La bumanización de los
siglo XV. El infante Alfonso El Escorial). Sin embargo, lo solemmdad y, paralelamente, los sepulcros, las capillas fu-
sentimientos es una de las
aparece vestido con una que destaca en esta obra es la nerarias y demás realizaciones se extienden y cobran digni- características dominantes en
riquísima indumentaria y en sobrecarga de elementos dad monumental. la imaginería gótica. Por lo
actitud orante, mirando hacia decorativos en detrimento La estatua del difunto suele aparecer en posición yacente general, la Virgen adoptará
el altar mayor (según un de la expresividad. sobre el sarcófago. El personaje en cuestión puede ser repre-
sentado vivo (en este caso no es extraño que aparezca orando,
meditando o leyendo, como sucede en los sepulcros He laCar-
tuja de Miraflores), con apariencia durmiente (sepulcro de Juan
de Aragón en la catedral de Tarragona) o muerto. En casos ex-
tremos, habrá incluso una expresión intencionada de los rigo-
res de la muerte (tumba del cardenal de Lagrange, en Aviñón).
El yacente irá revestido con los hábitos que le sean propios:
los obispos, por ejemplo, de pontifical, y los nobles con una
completa indumentaria militar. Los miembros de la realeza pue-
den aparecer con ropajes que denoten su condición o bien con
hábito religioso. En cualquier caso, no faltarán los más carac-
terísticos atributos reales.
Las tipologías de los monumentos funerarios góticos son ex-
traordinariamente variadas. lDs sepulcros pueden aparecer ais-
lados, destacando sobre el entorno (probablemente una capi-
lla funeraria) cuando se trata de tumbas de santos (san Pedro
mártir, en Milán) o de reyes (normalmente ubicadas en pan-
teones). En algunos casos especiales, las sepulturas llegarán
a convertirse en algo parecido a un monumento público (tum-
ba~ de los Scala, en Verona). Otro tipo de sepulcro, más co- actitudes maternales mientras
mun, es el adosado a los muros de las iglesias y dispuesto bajo que el Crucificado se
impregnará de un profundo
un arcosolio. patetismo por medio del cual
Uno de los temas que habitualmente complementa la deco- se tratará de conmover la
ración de los sepulcros es el que adopta la denominación fran- sensibilidad del fieL Esta
cesa de pleurant. Se trata de figuras cubiertas con túnicas hol- imagen lo refleja claramente.
gadas, normalmente encapuchadas, que, al agruparse, repro- Se trata de una obra de origen
ducen auténticos cortejos funerarios. Con Claus Sluter y sus germánico en la que la
seguidores adquirieron un empuje extraordinario (tumbas de sequedad expresiva se acentúa
·los duques de Borgoña) al resaltarse la diversidad de las actitu- hasta casi poderse llegar a
des y los efectos plásticos y dramáticos. hablar de expresionismo. Y si
aquí parece intenso, en épocas
siglo XIV fueron habituales en Cati!.luiía, aunque alcanzaron el En último término, debemos referirnos a las llamadas imá- posteriores todavía lo sería
máximo esplendor durante el siglo XV (Pere Joan en la cate- genes de devoción. Su extraordinaria variedad y difusión está más, hasta llegar a
dral de Tarragona y Gil de Siloe en la Cartuja de Miraflores). relacionada con la aparición de nuevas formas de piedad. Pre- ,- Crucificados tan patéticos
Por lo general, los retablos hispánicos son de una consistencia dominan, evidentemente, las imágenes de Cristo crucifica; como los que pintó
más espesa que los nórdicos (practicables y rematados por es- do y de la Virgen con el Niño. En las primeras se intensifica Grünewald.
tructuras caladas), adaptándose perfectamente a la función de la expresión dramática, mientras que en las segundas se bus-
· cierre visual del presbiterio. ca la humanización de las relaciones entre Madre e Hijo. En
Dentro de su amplia diversidad, los monumentos fune- temas como el Calvario, la Piedad, o el entierro de Cristo se
rarios se configuran como uno de los más directos exponen- intensifi~a aún más la expresividad propia de estas imáge~es,
tes de las actitudes ante la vida -y, por supuesto, ante la por medio de las cuales se pretende interpelar directamente
muerte- de los hombres de la época gótica, así como de la los sentimientos de los fieles.
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