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ADICCIÓN Y DEPENDENCIA AL
CIGARRILLO EN ARGENTINA
Introducción:
El tabaquismo no es un hábito, sino la adicción al tabaco causada por un alcaloide
denominado nicotina, que tiene un poder adictivo igual o mayor que la cocaína o la heroína;
genera, así, trastornos mentales y de comportamiento. Los riesgos abarcan los propios del
fumador activo, joven y adulto, como los correspondientes a los fumadores pasivos: fetos,
infantes, niños y adultos.
PROBLEMA:
Esta investigación pretende exponer la problemática del tabaquismo en argentina no solo
desde lo individual como una dependencia “química “(orgánico-social) sino también desde
su impacto socio-económica de determinadas provincias. indagando paralela mente las
políticas que deberían diseñar e implementar los estados provinciales y el nacional para el
establecimiento de cultivos y agroindustrias alternativas, investigando por que se aferra
tanto a las sociedades, que consecuencias trae, en que se diferencia de otro tipos de
drogas conocidas como “DROGAS ILEGALES”, que intereses se juegan en este conflicto,
que instrumentos se pueden utilizar para disminuir esta dependencia y que medidas se
pueden implementar desde el gobierno para que esto sea posible.
HIPOTESIS
Algunas provincias como Catamarca, chaco, corrientes, Jujuy, salta, Tucumán o misiones
que viven principalmente de la actividad tabacalera viven como una gran amenaza la
prohibición del cigarrillo porque afectarían directamente a su economía, aunque la no
disminución de este signifique una gran inversión en salud mayor a esas ganancias.
OBJETIVOS:
El objetivo de esta investigación es el demostrar la influencia de la industria tabacalera
en la sociedad y economía argentina, más específicamente las consecuencias y
restricciones de diversas provincias con una actividad económica basada en este tipo de
producción y su dependencia de ella.
Juan Pablo Del Vecchio Página 1
Monografía sobre el tabaquismo y su influencia en la economía argentina
MARCO TEORICO:
Según cifras del Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud: cada día
80.000 jóvenes en el mundo comienzan a fumar, con los riesgos que esto implica;
transformándose en adictos a la nicotina.
Según las estadísticas, hay 4.000.000 de muertos por año en el mundo. Unas 500.000
personas morirán a causa del tabaco, la mitad a edad temprana.
En un comparativo de causas de muerte, el tabaco mata siete veces más que los
accidentes de tránsito, 70 veces más que el sida y 150 veces más que las drogas ilegales.
Hoy, en el mundo, uno de cada tres habitantes fuma, lo que equivale a 1.300 millones de
personas. El 80 % vive en países de ingresos medios y bajos. Es decir que la epidemia del
tabaco se desplaza hacia los sectores pobres del mundo y es impresionante que en los
últimos años se puede observar un gran cambio respecto a los sectores donde se presenta
mayor demanda de este, no solo se esparce por todos los estratos sociales, sino que se
observa una disminución de la edad en la cual los chicos empiezan a fumar y también se
ha visto un gran crecimiento en la cantidad de fumadoras mujeres, aunque existe una
concientización en el sector masculino que va en descenso hasta hoy en día.
Lamentablemente es previsible que para el año 2020 ocurran un total de 18.272 muertes
prematuras (35 a 64 años) atribuibles a todas la patologías ocasionadas por el tabaquismo,
de las cuales 6.090 muertes serán ocasionadas por el cáncer de pulmón.
Estas muertes podrían evitarse si se aplicaran medidas para reducir el consumo del
tabaco, como por ejemplo el aumento de precios y los impuestos o restricciones a la
publicidad y la prohibición para fumar en espacios cerrados públicos y privados.
Se debe informar que no hay diferencia entre el daño que se produce en el fumador
activo y el pasivo. En estudios realizados los niveles encontrados de humo de tabaco para
el conjunto de la ciudad fueron altos lo que constituye un riesgo para la salud.
Hay que despertar la conciencia sobre todo en la población blanco, es decir los niños y
jóvenes que la industria tabacalera invierte cada año sumas millonarias en promover el
consumo de tabaco. Reconocer que es la única beneficiaria de dicha adicción.
Reflexionar que el consumo del tabaco produce en la Argentina cuarenta mil muertes
anuales. Los gobiernos deben poner en marcha medidas enérgicas para combatir la
epidemia de tabaquismo, apartar a los niños del tabaco, proteger a los no fumadores y
proporcionar a los fumadores la información necesaria sobre los efectos del tabaco en la
salud y ofrecerles un tratamiento efectivo para el abandono del mismo.
Pero dice que hay otro problema el cual hace muy difícil tomar una medida, en términos
de empleo, la industria tabacalera emplea, directa e indirectamente, alrededor de 500 mil
trabajadores lo que representa alrededor del 3% de la fuerza de trabajo nacional. De estos
trabajadores, aproximadamente la mitad se encuentran empleados en actividades de
cultivo de tabaco mientras que menos del 2% (7500 trabajadores) están asociados al
empleo en las actividades de manufactura del tabaco. El resto de los trabajadores
pertenecen a las actividades de distribución y venta minorista de tabaco.
El gerente de la Cámara del Tabaco de Salta Germán Martos plantea que la demanda
mundial de tabaco va en franco ascenso, pese a las constantes campañas en contra de los
cigarrillos. Este producto, que se cultiva en zonas húmedas o subtropicales tiene un
importante arraigo en el norte Argentino (Salta, Jujuy, Catamarca, Tucumán, Chaco,
Corrientes y Misiones) en donde se trabajan en aproximadamente 100 mil hectáreas las
tres variedades: Virginia y criollo salteño, burley; otorgándole a nuestro país el 8º lugar en
el ranking mundial con 130 mil toneladas (el primer es china con 2,5 millones de toneladas).
El tabaco representa una de las más importantes economías regionales y agrupa entre 25 y
30 mil pequeños productores, de los que cerca del 95 por ciento realizan su actividad en
lotes menores a las 10 hectáreas.
Dentro de las provincias productoras Salta y Jujuy concentran más del 60 por ciento del
total nacional. En tal sentido, en diálogo con redagroactiva.com Martos indicó que “en la
última campaña tuvieron un rendimiento provincial de 37 millones de kilos y no han
finalizado el acopio del tabaco criollo que ya llevan unos 800 mil kilos de producción”.
“Al igual que otras producciones, el cambio climático y los ataques de plagas
perjudicaron los rendimientos. Estamos trabajando en torno a estas complicaciones para
poder hacer frente a las mismas y lograr la eficiencia que buscamos”, dijo Martos en una
conferencia.
Los avances tecnológicos que se persiguen, intentan captar nuevos productores pero
“no es lo mismo invertir mucho dinero para obtener rindes de 2.500 o 3 mil kilos por
hectárea y a la hora de la cosecha llegar apenas a los 1.700 kilos promedio de esta
campaña”, aseveró el gerente de la Cámara.
El también plantea que suelo más apropiado para el cultivo del tabaco es el de textura
ligera, ante todo para variedades que de por sí ya son ricas en nicotina, ya que los suelos
pesados inducen una mayor producción de nicotina.
El pH óptimo para este cultivo está comprendido entre 5 y 6, es decir, suelos ligeramente
ácidos.
Es por tanto esencial que el abono aplicado tenga un contenido mínimo de cloro, por lo
que se deben aplicar abonos que contengan el potasio en forma de sulfato potásico, nunca
en forma de cloruro potásico.
Esta sustitución del cloruro potásico por sulfato potásico tiene además como ventaja la
aportación de azufre, elemento nutritivo importante en la nutrición del tabaco y que inter-
viene en múltiples reacciones metabólicas.
Además el azufre ejerce un efecto acidificante sobre el pH, aspecto importante teniendo
en cuenta que el tabaco requiere suelos ligeramente ácidos y frecuentemente es cultivado
sobre suelos de pH más bien alto.
El tabaco es uno de los cultivos en los que más claramente se manifiestan los efectos de
un buen abonado, tanto en lo que se refiere a calidad como a cantidad. Un abonado
Cuánto más alto es el valor total de nitrógeno, tanto más fuerte y picante es el sabor,
siendo éste de origen diferente al producido por un elevado contenido de nicotina.
El tabaco es una producción especial, por ser un cultivo intensivo, por lo que se hace
parcelas no muy grandes y que pocas veces superan las 50 hectáreas. A diferencia de la
soja, que se realiza en campos extensos, con servicios tercerizados y sin mucha mano de
obra. Por lo tanto “las plantaciones de tabaco se mantienen firmes en Salta –enfatizó
Martos- con fuerte tradición en la provincia, estructuras montadas desde hace muchos
años, con capitales invertidos, y resulta muy complicado cambiar un lote tabacalero a otro
cultivo, teniendo en cuenta las características del suelo”.
El inta agrega que Argentina es uno de los 100 países productores de tabaco en el
mundo. La producción total en nuestro país se ubica en más de 150 millones de kilos de
tabaco, de los cuales el 80% se exporta, sobre una superficie de más de 90 mil hectáreas
sembradas.
Jujuy y Salta obtienen el 99% de la producción nacional de tabaco tipo Virginia lo que
representa el 56,63 % del total de la producción de tabaco.
El 80 % del tabaco argentino se exporta, pero se encuentra sujeto a una alta tasa de
retención (del 10%) no adecuada a las características de un producto pre industrializado.
El ministerio de salud dice que en 1997, una encuesta en 3573 estudiantes secundarios
de escuelas públicas y privadas de Capital Federal mostró que el 20% en los adolescentes
de 12-13 años y el 40% los adolescentes de 16-17 años fumaba. El consumo era
levemente mayor en mujeres especialmente en escuelas públicas (32% vs 29%). Por otra
parte, 3 de cada 10 adolescentes había probado el cigarrillo antes de los 11 años y 70% de
los alumnos vivía en un hogar donde al menos un conviviente fumaba.
En el año 2000 Buenos Aires participó la primera encuesta mundial de consumo de tabaco
en jóvenes. Esta mostró que 30.2% de los adolescentes de 13-15 años fumaba. La
encuesta se repitió en el año 2003 y se observó una leve disminución de la prevalencia
(27.5%). En ambas encuestas, el consumo era mayor en mujeres que en varones. En el
2003 también se realizó la encuesta en la provincia de Buenos Aires donde la prevalencia
fue de 32%.
Edad de inicio
Casi la mitad (44,5%) de los encuestados probó su primer cigarrillo entre los 12 y
13 años mientras que un 21,6% lo hizo a los 11 años o menos. No se observan diferencias
significativas en las jurisdicciones analizadas.
El 8,95 de los jóvenes fuma otro tipo de tabaco (no cigarrillos). No hay diferencias
significativas entre las distintas jurisdicciones. El consumo de estos productos a nivel
nacional fue mayor en varones (11,6%) que en mujeres (6,5%).
Cesación
Un 50,2% de los jóvenes fumadores a nivel nacional desea dejar de fumar. Este
porcentaje es significativamente menor en la Ciudad de Buenos Aires (40,3%) y en la
provincia de Buenos Aires (41,3%). Se observa un descenso de este porcentaje, con
respecto al año 2003. En relación al nivel de adicción, un 9,7% de los adolescentes
desea fumar un cigarrillo al levantarse a la mañana. No se observaron diferencias
significativas por sexo o región.
La tarea del productor primario está relacionada con la preparación del suelo, los
almácigos, el trasplante y desflore, el desbroce, la cosecha, un primer curado y la
preclasificación en fardos de 20 a 50 kg. La producción de tabaco «en la finca» se divide en
varias etapas bien diferenciadas: La primera es la siembra de las semillas de tabaco en
almácigos, que se realiza entre fines de mayo y agosto, según las diferentes clases de
tabaco y regiones geográficas. Los plantines, luego de tres meses son replantados, para
finalmente obtener la planta de tabaco propiamente dicha. Esta será cosechada a partir del
mes de noviembre y hasta mayo (excepto los criollos y el Kentucky). La cosecha es manual
y se realiza planta por planta. Finalizada la misma, las hojas son secadas (curadas) en
estufas o al aire, de acuerdo a la variedad de que se trate.
También comenta que en realidad no hay muchas condiciones de higiene, y que actual
mente lo único que tiene son unos guantes que le dieron hace un año y le dijeron que iban
a traer unos barbijos que nunca trajeron, pero dice que es trabajar así o ver a mi familia
desnutrida, también dice que es lo que se define un ¨golondrina¨ ,ya que trabajo en esta
industria de mayo y agosto, aunque a veces es contratado por las acopiadoras para seguir
con el trabajo, y dice que tras sus años de trabajo ha adquirido un conjunto de síntomas
que van desde dolor de pecho, dificultad para respirar, congestión pulmonar, hasta
manchas en la piel y perdida de compañeros de trabajo con estos síntomas(Tras una
investigación apartada de este trabajo averigüe que estos síntomas eran generados por El
bromuro de metilo que es un gas inodoro, incoloro y sin sabor, que resulta imposible de
detectar cuando se inhala, se trata de un gas altamente tóxico que tiene un impacto directo
sobre la salud humana y existe evidencia de daños al sistema nervioso central, a los
pulmones, los ojos, los riñones, y la piel).
También cuenta que Por un acuerdo de autorregulación, las 2 dos empresas mas
importantes de producción y venta de cigarrillos en la argentina han resuelto no realizar
publicidad en medios masivos de comunicación,, Las normas de regulación los obligan a
poner leyendas de protección en los paquetes y dice que es verdad que en EEUU ha
habido muchas acciones judiciales colectivas e individuales, no todas han tenido
resultados negativos para las empresas tabacaleras y que en la argentina no observa que
en el futuro próximo se produzca un fenómeno masivo de acciones judiciales , pero dice
que para ellos la evolución de venta es positiva, pero nos afecta la importancia del
contrabando de cigarrillos que ingresan a la argentina sin tributar los impuestos
correspondientes y que si bien son datos que no me puede proporcionar, se manifiesta que
dentro del precio al consumidor hay un porcentaje importante correspondiente a
impuestos de los cuales no se apropia la empresa .
Y manifiesta que los aditivos del cigarrillo están regulados por distintos organismos
estatales y de salud que verifican, autorizan y abalan que los productos que son utilizados
para la conformación de nuestros productos no traigan consecuencias.
El economista
Este dice que la Argentina produce más de 161.000 toneladas anuales y exporta cerca del
61% de esa producción. En la última década, la producción de tabaco registró un
incremento del 64% y un rendimiento de más de 2 toneladas por hectárea, contra las 1,7
toneladas por hectárea que manifestaba a comienzos de los noventa, que Frente al fuerte
incremento observado en el gasto publico en el ultimo quinquenio y la necesidad de
mantener los niveles de superávit fiscal, ha adquirido gran importancia la recaudación de
impuestos y dentro de ellos el mantenimiento e incremento de las gabelas vinculadas a la
producción, industrialización y comercialización vinculadas a la industria tabacalera Y
que1.000.000 de personas dependen de la actividad tabacalera en nuestro país: genera en
forma directa e indirecta 360.000 puestos de trabajo importancia.
Este economista dice que a su modo de ver la venta de cigarrillos es un negocio para muy
pocos, ya que la inversión en el sector de la salud para solucionar o tratar sus
repercusiones son mayores que sus ganancias, sin valuar el precio de las vidas de los
Y dice que en estas condiciones una caída del precio o una caída de la producción
producirían una crisis en la economía regional en zonas no aptas para muchas
producciones, agrícolas por lo cual es importante el desarrollo de producciones
alternativas.
Conclusión:
A la conclusión que llegue es que la producción de tabaco cobro una gran importancia en
ciertas razones del país y por eso es tan difícil el tema, pero también me salió en la
investigación que hay otros tipos de agricultura que pueden remplazar a esta, sin dejar a
ciertas zonas del país paradas en lo respectivo a su producción, mediante planes e
inversiones del estado con estos propósitos.