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 Ánodo de Sacrifico

Las partes sumergidas de las embarcaciones como la hélice, eje, pala del timón, quilla,
deriva... se protegen contra la corrosión electrolítica mediante los ánodos. La corrosión
electrolítica, también llamada electrólisis, es una deterioración de los metales provocada por
la formación de una corriente eléctrica entre metales sumergidos de distinto potencial : el
metal de menor potencial (ánodo) se descompone en lugar del metal de mayor potencial
(partes metálicas llamadas también cátodos). La naturaleza del agua donde está amarrada la
embarcación afectará a la acción del ánodo

Tipos de ánodos de sacrificio


La elección del ánodo se hará teniendo en cuenta estos elementos:

- Agua salada: ánodo de sacrificio de zinc


El zinc y el aluminio se usan generalmente en agua salada, donde la resistividad es
generalmente menor. Las aplicaciones típicas son para los cascos de los barcos, tuberías
offshore y plataformas de producción, en motores marinos refrigerados con agua salada, en
las hélices y los timones de barcos pequeños, y en la superficie interna de los tanques de
almacenamiento.
El zinc se considera un material fiable, pero no es adecuado para su uso a temperaturas altas,
ya que tiende a la pasivación (se hace menos negativo); si esto sucede, la corriente puede
dejar de fluir y el ánodo deja de funcionar.

- Agua dulce: ánodo de sacrificio de magnesio


El magnesio tiene el potencial eléctrico más negativo de los tres metales y es más adecuado
para las áreas donde laresistividad del electrolito (suelo o el agua) es mayor. Se usa por lo
general en los barcos de agua dulce y en los calentadores de agua. En algunos casos, el
potencial negativo del magnesio puede ser una desventaja: si el potencial del metal protegido
se convierte en demasiado negativo, los iones de hidrógeno pueden movilizarse en la
superficie del cátodo lo que conduce a la fragilización por hidrógeno o a la desunión del
recubrimiento. Cuando esto sea posible, se podrían utilizar ánodos de zinc.

- Agua salobre: ánodo de sacrificio de aluminio


Los ánodos de aluminio tienen varias ventajas, como un peso más ligero y una capacidad
mucho mayor que el zinc. Sin embargo, su comportamiento electroquímico no se considera
tan fiable como el del zinc, y se debe tener mayor cuidado en la forma en que se utilizan.
Una desventaja del aluminio es que si se golpea una superficie oxidada, se puede generar una
gran chispa provocada por la reacción de la termita, por lo tanto, su uso está restringido en
tanques donde pueda haber atmósferas explosivas o exista riesgo de que se caiga el ánodo.
Un ánodo se determina en función de la superficie y el tipo de metal que debe protegerse.
Los barcos nuevos salen del astillero con ánodos. Para un barco usado, lo recomendable es
averiguar su estado y el nivel de corrosión de las piezas sumergidas. Cuando se encuentra
ante una unidad no protegida y sin medio de evaluar las protecciones anódicas necesarias,
solo los propios profesionales pueden proporcionar una respuesta, lo ideal sería consultar a
un mecánico para calcular exactamente el número y el sitio de los ánodos a colocar para la
protección de la embarcación.
Los puntos que deben ser protegidos son, el eje de hélice, la hélice, el timón, y los flaps, si
está dotado ya que los flaps se exponen más a la corrosión electrolítica ya que se someten a
una oxigenación importante al planear la embarcación. El ánodo se fija en la cara superior de
los flaps.
La protección no está limitada al casco o las piezas fijadas a él. Los ánodos son
comúnmente instalados en circuitos internos de los motores para proteger los conductos de
enfriamiento y los intercambiadores de calor. Un olvido en inspeccionar o reemplazar estos
ánodos puede provocar graves deterioros y oxidación en el interior de estos equipos y de los
conductos internos de refrigeración del mismo motor.

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