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Señales que indican que tu hijos están entrando en la adolescencia

Cuantas veces los padres se cuentan entre ellos «parece mentira lo rápido que
crecen los niños». Sin embargo, hay una etapa del crecimiento que destaca sobre
las demás porque se producen cambios muy acelerados y significativos que
anuncian la llegada de la preadolescencia. No son pocos los expertos que afirman
que la adolescencia se produce cada vez a edades más tempranas provocando
que la infancia sea más corta en los niños.
Algunos estudios americanos, incluso, aseguran que el adelanto oscila entre los
seis y dos años en comparación con otras épocas, llegando a afirmar que la
pubertad les llega a los niños de raza blanca a los 10,4 años, mientras que a
los de raza negra es a los 9,4.
Entre las causas no hay certeza al cien por cien. Un estudio de la Academia
Estadounidense de Pediatría asegura que se consideran como indicios los altos
niveles de obesidad, la inactividad o los compuestos químicos en los
alimentos que pueden interferir en la producción de hormonas. Hay también
voces que explican que la mayor permisividad de los padres, así como la gran
exposición de los pequeños a los medios de comunicación o redes sociales les
hace asomarse a una realidad que aún no les corresponde y que les adentra en la
edad adulta.
Cierran la puerta de su habitación

Sea como fuere, lo cierto es que muchos padres no entienden por qué sus niños de
la noche a la mañana se vuelven más reservados, ya no cuentan las cosas como
antes e, incluso, cierran la puerta de su habitación.

Según Nano López, coach ejecutivo y socio de iNSide You —empresa


especializada en ofrecer servicios de coaching personalizado para pymes,
adolescentes y coaching personal— explica que las primeras señales que pueden
advertir a los padres de que en sus hijos están más cerca de la adolescencia son
físicas. «Algunos de los cambios biológicos que se producen tanto en chicos
como en chicas son bastante comunes para ambos. Los asociados al género
masculino son, entre otros, el ensanchamiento de hombros, la disminución de
grasa en el cuerpo y el enronquecimiento de la voz. En las chicas se suele dar un
ensanchamiento de caderas, afinamiento de cintura y acumulación de grasa en
muslos y caderas, aparición de acné, entre otros».
«Sin embargo —prosigue—, uno de los cambios físicos a los que ellos le dan
mayor importancia son los relacionados con su sexo. Tanto en chicos como en
chicas comienza a crecer vello púbico en pubis y axilas, la piel de sus genitales
se oscurece, crecen sus genitales y se producen las primeras eyaculaciones en
los chicos y la primera menstruación en las chicas».
Toda esta revolución en su cuerpo suele generarles inseguridad, miedo, sentido
del ridículo y, lo que es peor, complejos.
Cambios emocionales
Pero si los cambios físicos son importantes para ellos, los emocionales lo son aún
más. «De la noche a la mañana —explica Eva Bach, pedagoga, educadora y
autora de «Adolescentes. Qué maravilla»— su estado de ánimo pasa en nada de
tiempo de la calma a la tormenta, de la euforia a la apatía, a un estado casi
depresivo, vegetativo. También pasan del altruismo al egocentrismo de no querer
compartir absolutamente nada».
La rebeldía es otra de las señales inequívocas. La edad infantil en la que el niño
acataba las órdenes aunque no le gustara va tocando su fin. «Es el momento en
que empieza a responder "no quiero" y a elevar más la voz porque no entiende
porqué debe realizar algo si para su parecer es injusto o no le gusta porque supone
algún tipo de esfuerzo. Las discusiones están a la orden del día», explica Eva
Bach.
«El mundo empieza a crecer para ellos y con ellos nuevos personajes y acciones
—añade Nano López—. De pronto se encuentran en una sociedad con
“normas” y se plantean aquello de “por qué tengo yo que seguir esas normas”. Es
decir, durante esta etapa comienza a cuestionarlo todo, a querer diferenciarse de
los ‘mayores’... y comienzan los problemas con los adultos».
Aún así, Eva Bach matiza en que la rebeldía tiene sentido porque «tiene
una función liberadora y les ayuda a descargar la tensión que les generan sus
miedos y, de paso, observan hasta dónde puede llegar su grado de autonomía».
El asunto de las amistades

También es una época en que recurren mucho a las amistades. En el grupo es


donde se sienten cómodos porque se encuentran con iguales que están pasando
por la misma «transformación». No obstante, tienen una presión muy grande por
si son aceptados o no en el grupo. Tienen miedo a ser diferentes, a no ser c apaces
de hacer y ser lo que el resto, a ser el último en tener pelo en el pubis, la
menstruación...
«En ellos se genera, además, un periodo de gran confusión —matiza Bach—
porque para ser aceptados en el grupo de amigos hacen muchas veces lo
contrario a lo que se les dice en casa. Entran, por tanto, en una doble lealtad».
Con la llegada de la adolescencia también se produce un distanciamiento físico y
emocional respecto a los padres. «Se callan más, no les gusta que se le
pregunte por cómo les ha ido su día, por sus amigos... Los padres deben ser muy
hábiles para conseguir este tipo de información sin molestarles».
Son también muy suceptibles y, aunque los padres no tengan maldad, ellos
pensarán que «van a mala idea o con segundas intenciones» cuando les preguntan
por algo. «Hay que dejarles espacio, asegura la autora Eva Bach, porque en todo
momento se sienten observados por los padres. Si cierran la puerta de su
habitación hay que ser sutiles para dejarles un poco de tranquilidad y que no se
sientan controlados, pero también para abrirles la puerta y habilitar lazos de
comunicación».
En lo que no hay duda es en que «los adolescentes comienzan a tener una
identidad personal que se va formando día a día y que va a ser su compañera de
viaje —explica Nano López—. Una vez superada la etapa de necesidades básicas,
que son las fisiológicas, las que les ayuda a sobrevivir y son innatas, suben un
peldaño más: entran en la etapa de la seguridad. Los niños y adolescentes
necesitan entrar en ella sintiéndose queridos, valorados y siendo ellos mismos, sin
nuestras creencias limitantes o nuestros miedos. La acción de poder descubrir por
ellos mismos es importante en el aprendizaje».
«Por ello —prosigue este coach—, es fundamental hablarles con respeto y siempre
como personas, ya que dejan de ser niños para comenzar a ser adultos y deben
darse cuenta de que eso conlleva, entre otras cosas, equivocarse para poder
utilizar los errores como aprendizaje. Es decir, poder tomar sus propias
decisiones con la posibilidad de conocer las posibles consecuencias. En definitiva,
hacerles saber que son importantes y que su opinión cuenta tanto o más que la
nuestra».

La pubertad en chicas, cambios físicos y psicológicos

La adolescencia comienza con la pubertad, y esta supone ser el camino de transición


de la infancia a la vida adulta, cambio que puede reconocerse mejor en las chicas ya
que dejan de ser niñas para comenzar a convertirse en mujeres. Es una etapa que se
caracteriza por la aparición de cambios anatómicos y fisiológicos que se producen en el
organismo y que suelen ser de carácter progresivo. Los primeros cambios suelen
aparecer antes en las niñas, alrededor de los 10-11 años, mientras que en los niños
comienzan más tarde, entre los 12-13 años. Sin embargo, debemos de tener en cuenta
que cada individuo es diferente y los cambios pueden aparecer antes o después de
las edades señaladas.
Los cambios fisiológicos, que se producen durante la pubertad, van acompañados de
cambios psicológicos que irán unidos a un crecimiento emocional y social. En esta
etapa, los jóvenes empiezan a madurar afectiva y sexualmente, mejorando su
conocimiento personal.
En general, el período de la pubertad aparece unos dos años antes en las niñas que en
los niños, si bien dura aproximadamente cuatro años en ambos sexos.

CAMBIOS FÍSICOS DURANTE LA PUBERTAD:


Durante la pubertad, se incrementa la producción de la hormona femenina conocida
como estrógeno. Esta hormona es una de las responsables de que el cuerpo de las
niñas comience a madurar, es decir, se encarga de la aparición de los caracteres
sexuales secundarios femeninos. Además, está relacionada con el deseo sexual y
durante la ovulación aumenta su secreción.
Desarrollo sexual:
- Se produce el primer crecimiento de la mama en las mujeres, destacando los
pezones. Es normal que este cambio produzca sensibilidad y dolor en la zona.

- Normalmente, la menstruación comienza alrededor de los 12 años, pero puede


iniciarse antes o después de esta edad (entre los 9 y 16 años). También es normal que
aparezca flujo durante varios meses antes de que las niñas comiencen la regla o el
período. En definitiva, las niñas adquieren la capacidad reproductora cuando
comienzan con la primera menstruación.
Crecimiento del vello, acné y sudoración:
El incremento en los niveles de hormonas durante la pubertad puede causar:

- Crecimiento del vello en las axilas y piernas. Además, aparece el vello púbico que al
principio es fino, pero a lo largo del tiempo se oscurece y puede volverse más grueso.
- Piel más grasa con la aparición de acné.
- Aumento de la sudoración que produce un olor corporal más intenso.

Comienzan los cambios típicos, como la aparición de vello corporal o el acné


Peso y estatura:
- Aumenta el peso corporal en las niñas, sobre todo, en determinadas zonas: senos,
abdomen, caderas y muslos, además de un incremento de la grasa corporal que
proporciona forma al cuerpo.
- Se produce un crecimiento importante de la estatura durante las primeras etapas de
la pubertad, que puede empezar antes en las niñas que en los niños.

CAMBIOS PSICOLÓGICOS DURANTE LA PUBERTAD


Todos estos cambios físicos, están unidos a cambios psicológicos que tienen que ver
con su forma de pensar, comprender y experimentar. La maduración temprana,
acompañada de la menstruación, puede no ser bienvenida en las chicas que la
padecen, y estas pueden incluso tratar de ocultar sus signos externos más visibles por
miedo a llamar la atención, a crecer o a engordar demasiado.
Durante esta etapa aumenta la curiosidad por conocer el mundo que rodea al
adolescente, poniendo en tela de juicio cualquier tema que conozcan o aprendan ya
que comienzan a formar opiniones propias y suelen ser más críticos con aspectos
como la familia, el amor, los amigos, etc.
Además del crecimiento corporal, en esta etapa comienza la búsqueda de la propia
identidad, y surgen preguntas como ¿quién soy?, ¿cómo soy? Es entonces cuando se
generan los primeros deseos de independizarse de la familia, para realizar actividades
o planes en los que toman especial protagonismo el círculo de iguales ?amigos/as?.
El grupo de iguales se convierte en el grupo con el que los adolescentes se sienten más
identificados, otorgándoles el papel que antes tenía la familia. Los amigos son
el principal apoyo con el que compartir todo tipo de experiencias y vivencias.
Asimismo, sienten la libertad suficiente para expresarse sin miedo a recibir juicios o a
sentirse evaluados.
Los sentimientos de aceptación en su grupo de referencia están muy relacionados con
opiniones idealizadas acerca del atractivo y la belleza física, lo que supone una mayor
preocupación por el aspecto físico y la imagen de sí mismo/a. Lo que puede provocar
una baja autoestima en aquellas chicas que no hayan tenido la primera menstruación,
al sentirse inferiores corporalmente a otras chicas que ya hayan adquirido un cierto
nivel de desarrollo sexual y corporal.
Esta etapa
deben de confiar en sus padres puedede
para hablar resultas
ello confusa para las niñas, por ello
La pubertad también se caracteriza por el egocentrismo propio de los adolescentes.
Sienten que son el centro de atención y que no hay nada más importante que ellos
mismos, porque están comenzando a descubrirse y a comprenderse. Además, suelen
sentir de una forma más intensa cualquier emoción que aparezca en diferentes
situaciones, ya que durante la pubertad el cerebro trata de ajustar los cambios
corporales y psicológicos que se producen.

CONSECUENCIAS DE LA EVOLUCIÓN Y DESARROLLO DEL CEREBRO EN LA


FORMA DE PENSAR
Durante la adolescencia, el cerebro tiende a funcionar de forma diferente a la de los
adultos a la hora de resolver problemas, generar alternativas y tomar decisiones. Por
ello, los adolescentes tienden a reaccionar y a comportarse de manera impulsiva,
actuando antes de pensar en la mayoría de los casos. Suelen malinterpretar señales
sociales y emocionales, y no consideran las consecuencias que tienen sus actos, por lo
que es muy difícil que logren modificar comportamientos de riesgo. Aunque en esta
etapa, adquieren la capacidad de razonar de una forma más compleja y a expresar
mejor sus sentimientos, aumentando de esta forma su inteligencia emocional.

¿CÓMO HABLAR CON TU HIJA DURANTE ESTE PERÍODO DE CAMBIO?


Lo habitual es que las niñas se muestren preocupadas y perdidas cuando empiezan a
notar el desarrollo físico que experimentan. Tenderán a compararse con el resto de
niñas, por lo que es importante estar pendiente y entablar una conversación en un
momento donde, tanto madre como hija, estén tranquilas y de buen humor. Es
importante explicarle a su hija que la pubertad tiene diferentes etapas de cambios y no
todas las chicas se encuentran en la misma etapa, y que su ritmo de desarrollo es
el adecuado para ella.
También es necesario proporcionar información acerca de los cambios que sufre su
cuerpo, tratando de ofrecerle soluciones a su olor corporal, al acné y a los períodos de
regla. Su hija puede sentirse avergonzada o incómoda, para hablar de su desarrollo
sexual, por lo tanto, es fundamental proporcionarle la confianza necesaria para que
ella pueda acudir a la madre siempre que lo necesite.
Etapas de la adolescencia

La adolescencia, esos años desde la pubertad hasta la edad adulta, se pueden dividir a
groso modo en tres etapas: adolescencia temprana, generalmente entre los 12 y 13
años de edad; adolescencia media, entre los 14 y 16 años de edad;
y adolescencia tardía, entre los 17 y 21 años de edad. Además del crecimiento
fisiológico, de estos años se pueden extraer siete tareas clave de desarrollo intelectual,
psicológico y social. El propósito fundamental de estas tareas es formar la propia
identidad y prepararse para la edad adulta.

Desarrollo físico
La pubertad se define como los cambios biológicos de la adolescencia.
Aproximadamente en la adolescencia media, si no antes, se completa la mayor parte
del crecimiento fisiológico de los jóvenes; ya tienen o casi alcanzaron su estatura y
peso de adultos y ahora cuentan con la capacidad física de tener bebés.

Desarrollo intelectual
La mayoría de los niños y niñas entran a la adolescencia todavía percibiendo el mundo
a su alrededor en términos concretos: Las cosas son correctas o no, maravillosas o
terribles. Raras veces ven más allá del presente, lo que explica la incapacidad de los
adolescentes jóvenes de considerar las consecuencias que sus acciones tendrán a
largo plazo.

Al final de la adolescencia, muchos jóvenes han llegado a apreciar las sutilezas de las
situaciones e ideas y a proyectarse hacia el futuro. Su capacidad de resolver problemas
complejos y sentir lo que los demás piensan se ha agudizado considerablemente. Pero
debido a que todavía no tienen experiencia en la vida, hasta los adolescentes mayores
aplican estas destrezas que recién encontraron de manera errática y por lo tanto,
pueden actuar sin pensar.

Desarrollo emocional
Si se puede decir que los adolescentes tienen un motivo para existir (además de dormir
los fines de semana y limpiar el refrigerador), sería afirmar su independencia. Esto les
exige distanciarse de mamá y papá. La marcha hacia la autonomía puede tomar
muchas formas: menos afecto expresivo, más tiempo con los amigos, comportamiento
polémico, desafiar los límites; la lista puede continuar. Pero aún los adolescentes
frecuentemente se sienten confundidos sobre abandonar la seguridad y protección del
hogar. Pueden estar indecisos anhelando su atención, solo para regresar al mismo
punto.

Desarrollo social
Hasta ahora, la vida de un niño se ha desarrollado principalmente dentro de la familia.
La adolescencia tiene el efecto de una roca que cae al agua, ya que su círculo social
repercute hacia afuera para incluir amistades con los miembros del mismo sexo, del
sexo opuesto, diferentes grupos sociales y étnicos y otros adultos, como un maestro o
entrenador favorito. Finalmente, los adolescentes desarrollan la capacidad de
enamorarse y formar relaciones amorosas.

No todos los adolescentes entran y salen de la adolescencia a la misma edad o


muestran estas mismas conductas. Lo que es más, durante gran parte de su
adolescencia, un joven puede ir más allá en algunas áreas del desarrollo que en otras.
Por ejemplo, una chica de quince años de edad puede parecer físicamente un adulto
joven, pero todavía puede actuar mucho como una niña ya que es hasta el final de la
adolescencia que el desarrollo intelectual, emocional y social empieza a alcanzar al
desarrollo físico.

¿Sorprende de alguna manera que los adolescentes se sientan confundidos y en


conflicto algunas veces, especialmente considerando la expectativa que la sociedad
impone sobre ellos durante seis o diez años o incluso más? Antes de la Segunda
Guerra Mundial, solo un aproximado de uno de cuatro jóvenes terminó la secundaria.
Era normal que los jóvenes en su adolescencia trabajaran a tiempo completo, se
casaran y tuvieran hijos. Actualmente casi tres de cuatro jóvenes reciben diplomas de
secundaria, y dos de cinco graduados van a la universidad. “A medida que más y más
adolescentes amplían su educación”, dice el Dr. Joseph Rauh, un especialista en
medicina para adolescentes desde 1950, “el rango de fechas de la adolescencia se ha
ampliado a los veinte”.

Recuerde sus años de adolescencia y posiblemente venga a su mente la frustración por


el anhelo de salir adelante por sí mismo; pero todavía depender económicamente de
mamá y papá. O bien, luchar por ser usted mismo, pero al mismo tiempo, desear
desesperadamente adaptarse a sus compañeros.

La adolescencia puede ser una época confusa para los padres también. Por un lado,
deben lidiar a menudo con el comportamiento paradójico de sus hijos. ¿Cómo es
posible que el mismo hijo que recibe elogios por salvar la selva tropical, sea regañado
constantemente para que clasifique el reciclaje? O bien, que en el transcurso de una
hora su hija pueda acusarlo de tratarla “como una bebé” y luego, ¿actuar ofendida
porque usted espera que limpie la mesa después de la comida?

Pero más allá de aprender a prever las corrientes cambiantes de las emociones de los
adolescentes, los padres pueden luchar con algunas emociones conflictivas de sí
mismos. El orgullo que siente cuando ve a su adolescente independizarse puede
disminuir con el sentimiento del desplazamiento. Por mucho que pueda aceptar
intelectualmente que alejarse de los padres es una parte integral del crecimiento,
es doloroso cuando el niño que suplicaba unirse a sus recorridos, ahora raras veces
acepta que lo vean en público con usted, y además, solamente si el destino es un
mínimo de un código de área de distancia.

Es una tranquilidad saber que sentirse perdido es una reacción normal; que
probablemente comparten la mitad de las mamás y papás junto a usted en una práctica
de fútbol. Para los pediatras, ofrecer una guía y consejo a los padres es una parte
importante y gratificante del día.

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