El autor hace énfasis al iniciar, en que como seres humanos tenemos la certeza de

que no podemos ver lo que queremos, sino que lo que vemos es la percepción de
un estímulo de nuestro entorno, explica que percibir no es más que extraer datos
de la realidad, pero, no siempre lo percibimos todo, sino solo lo que nos interesa,
todo aquello que va de la mano con nuestros deseos y proyectos. Aquí es donde
nos damos cuenta que hemos roto la barrera de nuestro sentidos.
Nuestra mirada curiosa ha impulsado nuestra creatividad más allá de nuestros
límites, y ha sido la madre de los más grandes inventos.
Nuestra mirada reacciona a estímulos de nuestro alrededor, esto es lo que
llamamos percepción. Sin embargo nuestra percepción no está limitada al estímulo,
sino al enfoque que le demos de acuerdo a nuestro conocimiento, cada persona
recibe el mismo estimulo pero los percibe de manera distinta, en mi opinión esto
ocurre porque lo que miramos lo complementamos con el conocimiento que
poseemos para darle estabilidad.
Ahora bien, sabemos lo que queremos observar, nos anticipamos con la información
sabida, sin embargo estamos atentos a que algo distinto pueda suceder para luego
interpretarlo. No importa el ángulo o la tonalidad del estímulo, la mirada inteligente
sabe exactamente como lo quiere percibir, y esto aplica tanto para un artista como
para un científico. La manera en que cada persona percibe el estímulo cambia de
acuerdo a nuestro proyecto e intereses, sin embargo pienso que también puede
variar mucho de acuerdo a nuestra personalidad y nuestro estado de ánimo pero
hablar de esto sería entrar en otros temas a mi parecer.
Pienso que toda creación humana más allá de nacer de una necesidad, nace de la
ambición del hombre de convertir la realidad que lo estimula, en lo que su mente
percibe.
Según los estudios de Witkins, el identifica dos estilos perceptivos, el dependiente
y el independiente, está de más decir que el independiente es aquel estilo de
percepción libre, que sabe dónde mirar y que quiere mirar sin perder la curiosidad,
pero me parece muy interesante como habla del estilo dependiente, habla de él
como una patología y en mi opinión no puede estar más acertado, ya que estas
persona solo perciben lo que el estímulo les dice y no van más allá, de ahí la frase
“No hay peor ciego que el que no quiere mirar”.
La mirada inteligente se caracteriza por el conocimiento de una persona, y va
dirigida mediante proyectos, quizás nos ha pasado que no percibimos algo hasta
que en realidad queremos percibirlo, como una pareja que quiere tener un hijo y
justo en ese momento perciben mujeres embarazadas a cada instante y en todo
lugar. Justamente en este momento es cuando la mirada inteligente se pone en
acción, cuando la dirigimos por un proyecto, de acuerdo a nuestros intereses
nuestra mirada inteligente estará evolucionando. A partir de aquí surge la necesidad
de incluir nuevos términos en nuestro lenguaje, ya que mirar no es igual que
observar, como oler no es igual que olfatear y así con los siguientes sentidos.
La mirada inteligente sabe observar, es decir sabe lo que busca y la manera en que
percibimos o el enfoque que le damos a las cosas que percibimos, nos hace querer
modificar la realidad.
Ya que empezamos a hablar de observación, debemos tener claro que la
observación no se da sin teoría alguna ya que existe demasiada información y solo
con la teoría sabremos que elegir que extraer de nuestro entorno. En este punto nos
damos cuenta que la observación y el conocimiento se ven inmersos en un ciclo
que nunca se cierra, se repite una y otra vez, ya que para observar es necesario el
conocimiento y una vez se expande este es donde surge la comprensión, pero
nunca se queda allí, siempre busca más.
Es la percepción quien nos ayuda a extraer cada aspecto de interés de nuestro
entorno estimulante y el conocimiento es quien nos ayuda a juntar cada uno de ellos
para luego comprender. Este básicamente es el proceso mediante el cual
adquirimos conocimientos gracias a la mirada inteligente, partimos de la percepción,
llegamos al concepto para comprender lo observado y de allí volvemos al principio.
Si bien existe una manera científica para explicar cómo extraemos la información
de nuestro entorno, la manera en el cual nuestro cerebro procesa esta información
es aún un misterio, quizás la ciencia no ha conseguido explicar esto, pero en mi
opinión el proceso mediante el cual percibimos, es decir procesamos la información
recopilada va conectada directamente con nuestras vivencias recuerdos y deseos.
Nuestro entorno está lleno de estímulos que si bien pueden ser los mismos para
diferentes sujetos, cada uno lo percibe de manera distinta de acuerdo al
procesamiento que se le dé.
Para Neisser percibimos desde lo que sabemos, pienso que esta teoría es la más
acertada ya que lo que percibimos es resultado de lo que conocemos y de acuerdo
a lo que conocemos, surgirán diferentes hipótesis, porque en realidad lo que
buscamos es comprensión.
Ahora hablamos del “Significado”, le damos significados a las cosas que percibimos
mediante esquemas que pueden ser innatos o biológicamente adquiridos, los
innatos son aquellos que vienen programados en nosotros al nacer como por
ejemplo: chupar al sentir el pezón del seno de nuestra madre, y los biológicamente
adquiridos, no son más que las experiencias que vamos acumulando a lo largo de
nuestro crecimiento.
En ocasiones damos significados inconscientemente, quizás lo hacemos de manera
automática, estoy de acuerdo con eso, pero también lo hacemos tomando en cuenta
nuestros proyectos y deseos.