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COMPLICACIONES DEL CÁNCER SISTÉMICO EN ONO.

COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS IX CONGRESO ONO

Carcinomatosis meníngea
J.J. Baiges-Octavio, M. Huerta-Villanueva

MENINGEAL CARCINOMATOSIS
Summary. Introduction. Meningeal carcinomatosis is a serious complication of solid tumors, particularly adenocarcinomas of
breast, lung and melanoma. Objective. In this paper we present a review of the bibliography on this disease, with particular
emphasis on etiopathogenic, clinical –especially otoneurophthalmological– diagnostic and therapeutic aspects. Development.
Meningeal carcinomatosis presents in advanced stages of cancer and has an ominous prognosis with average untreated survival
of from four to six weeks. Its frequency has increased in recent years since patients with systemic cancer now live longer. The
characteristic of the disease is involvement of various levels of the nervous system, including encephalic, cranial or spinal nerve
and spinal symptoms. Sudden loss of vision or hearing which may progress rapidly may be the initial sign of the disease. Neuroim-
aging studies (computerized axial tomography, magnetic resonance and isotope studies of cerebrospinal fluid flow) are necessary
to evaluate associated metastases and detect obstruction of cerebrospinal fluid flow. Positive cerebrospinal fluid cytological
findings confirm the diagnosis. Treatment should be tailored to the individual according to the clinical condition and nature of the
tumour and should combine intrathecal chemotherapy and local radiotherapy, although recent studies have shown good results
with systemic chemotherapy. Conclusion. A high degree of clinical suspicion is necessary for diagnosis of this uncommon disease,
with neurological signs shown to be present at different levels and the finding of malignant cells in the cerebrospinal fluid for
confirmation of the diagnosis. [REV NEUROL 2000; 31: 1237-41] [http://www.revneurol.com/3112/j121237.pdf]
Key words. Cancer. Carcinomatous meningitis. Meningeal carcinomatosis. Leptomeningeal carcinomatosis. Review.

INTRODUCCIÓN ventrículos; un 33-75% de los pacientes con cáncer y CM presen-


La carcinomatosis meníngea (CM) es una complicación grave del taban metástasis cerebrales, cerebelosas y epidurales síncronas y
cáncer sistémico que resulta de la invasión difusa o multifocal del contiguas a las leptomeninges [2,8]. Otros mecanismos contem-
espacio subaracnoideo por células neoplásicas, en ausencia de plarían la diseminación hematógena por vía arterial desde metás-
metástasis parenquimatosas o con escasa relevancia clínica de tasis parenquimatosas o de los plexos coroideos o a lo largo del
éstas. Se excluyen de este concepto las metástasis leptomeníngeas plexo venoso paravertebral de Batson, aunque la afectación de los
por neoplasias hematológicas o por tumores primarios del sistema plexos coroideos podría ser más secundaria a la CM que la causa
nervioso central (SNC). de ésta [1,12]. También se han descrito mecanismos como la in-
Considerada inicialmente como una complicación rara del cán- vasión tumoral retrógrada a lo largo de las raíces espinales y de los
cer, ha aumentado su frecuencia en las últimas dos décadas, debido nervios craneales, y la diseminación desde metástasis óseas adya-
a una mayor supervivencia de los pacientes con cáncer y a un mayor centes a través de anastomosis venosas o por contigüidad desde
nivel de sospecha clínica. Un 1-8% de los pacientes con tumores focos primarios de cabeza y cuello a través de espacios perivascu-
sólidos presentan CM, según diversas series [1,2]. Los adenocarci- lares o perineurales. Finalmente, se ha considerado la llegada de
nomas son los más frecuentemente involucrados: por orden decre- células a partir de metástasis a través de los vasos leptomeníngeos.
ciente, los de mama (22-64%), pulmón (10-42%), melanoma En un estudio necrópsico de 28 casos de CM pura, Kokkoris
(17-25%), gastrointestinal (4-14%) y de origen desconocido (1-7%) [12] postuló un modelo centrípeto secuencial de invasión de las
[3-10]. El melanoma es el tumor primitivo con mayor tropismo por leptomeninges a partir de metástasis craneales o de los cuerpos
el espacio subaracnoideo, con invasión meníngea en el 22-46% de vertebrales, con extensión a lo largo de los espacios perivasculares
los casos, seguido del carcinoma anaplásico de pulmón de células de las venas intravertebrales y penetración en las vainas meníngeas
pequeñas (10-25%) y del carcinoma de mama (5%). La CM es la de las raíces nerviosas para llegar al espacio subaracnoideo. Una
primera manifestación del cáncer en el 10-20% de los casos, aunque vez allí, las células cancerosas producen una infiltración difusa o
lo habitual es que sea de aparición tardía en la evolución de un multifocal de las leptomeninges, con formación de una delgada
cáncer sistémico conocido, y asociada a otras metástasis del SNC capa celular o de nódulos en la superficie del encéfalo, médula
en casi la mitad de los casos [4,6-8,10,11]. espinal y raíces con tendencia a concentrarse alrededor de los vasos
sanguíneos y de las raíces nerviosas. Estas células se desprenden
fácilmente, se diseminan a lo largo de las vías de drenaje del líquido
FISIOPATOLOGÍA cefalorraquídeo (LCR) y dan lugar a nuevos núcleos metastásicos
Se han postulado diversos mecanismos de llegada de las células a distancia, sobre todo en las zonas de estasis, con predominio en las
tumorales a las leptomeninges [2,12]. Uno de ellos sería la ruptura cisternas de la base, cisura de Silvio y raíces de la cola de caballo.
de metástasis parenquimatosas al espacio subaracnoideo o a los Las células neoplásicas muestran predilección por los espacios de
Virchow-Robin y penetran la piamadre para envolver las capas más
superficiales del parénquima del SNC [1,5,12].
Recibido: 31.03.00. Aceptado: 27.04.00.
Hospital Verge de la Cinta. Tortosa, Tarragona, España.
Correspondencia: Dr. Joan J. Baiges Octavio. Hospital Verge de la Cinta.
CLÍNICA
Esplanetes, 44-58. E-43500 Tortosa, Tarragona. La afectación simultánea de diversos niveles del SNC confiere a
 2000, REVISTA DE NEUROLOGÍA esta enfermedad una presentación pleomórfica, con sintomatolo-

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gía encefálica, de nervios craneales, medular y plurirradicular. La Tabla. Signos y síntomas de la carcinomatosis meníngea [4,6-8,10,11,13].
frecuencia media de presentación de los distintos signos y sínto-
mas se muestran en la tabla. Los síntomas y signos iniciales más % presentación
frecuentes son la cefalea, la afectación de nervios craneales o Hemisferios cerebrales
espinales y la debilidad de las extremidades, sobre todo las infe-
riores [4,6-8,10,11,13]. Cefalea 40
Las manifestaciones cerebrales consisten en cefalea, alteración Alteración estado mental y nivel conciencia 32
de la marcha, trastornos mentales y de la vigilancia, crisis epilépti-
cas, hemiparesia y síndrome meníngeo. Los nervios craneales se Meningismo 38
encuentran alterados en el examen inicial en el 75-90% de casos, Náuseas y vómitos 16
pero habitualmente no son el motivo de consulta. Síntomas en orden
decreciente incluyen diplopía, paresia facial, hipoacusia y pérdida Trastorno de la marcha 15
de visión, que traducen la afectación preferente de los nervios ocu- Convulsiones 14
lomotores, facial, estatoacústico y óptico. Una sordera uni o bilate-
ral asociada a tinnitus es un síntoma frecuente de la CM, debido a Papiledema 13
la infiltración del nervio o de sus vasos [6]. La pérdida de visión se Hemiparesia 12
presenta hasta en un tercio de los casos, es de inicio unilateral y
difusión contralateral en pocos días; se atribuye a la infiltración Vértigo 6
neoplásica directa del nervio óptico o a su compresión por la forma- Nervios craneales 45
ción de manguitos tumorales en la vaina del nervio o por un papi-
ledema crónico secundario a hipertensión intracraneal [14,15]. En Diplopía (III, IV, VI) 30
otros casos, la pérdida de visión brusca se ha relacionado con una Paresia facial (VII) 20
obstrucción de los vasos centrales de la retina [15]. Se han descrito
casos de ceguera y sordera agudas o subagudas como manifestación Pérdida de visión (II) 14
inicial del síndrome [8,14,16]. Ante estos síntomas se ha de tener un Hipoacusia, tinnitus (VIII) 13
alto nivel de alerta, sobre todo en aquellos casos sin cáncer conoci-
do, e incluir la CM en el diagnóstico diferencial de una pérdida de Disfagia, disfonía (IX, X) 14
visión o audición bruscas o rápidamente progresivas. Una explora- Neuralgia del trigémino (V) 7
ción neurológica detallada en busca de signos de afectación de
numerosos niveles del sistema nervioso orientará hacia el diagnós- Médula espinal y raíces nerviosas
tico correcto [6,8]. Radiculopatías 48
En el 60-80% de los casos, un déficit sensitivomotor radicular
o plurirradicular lumbosacro es el primer síntoma de una CM, por Paresia (sobre todo paraparesia) 43
lo que la aparición de una cervicobraquialgia o una lumbociática Alteraciones sensitivas 27
con abolición o disminución asimétrica de los reflejos miotáticos
en pacientes con cáncer debe hacer sospechar el diagnóstico. Sig- Trastornos de esfínteres 18
nos de afectación medular incluyen debilidad de las extremida- Asimetría y arreflexia tendinosa 23
des, sobre todo de las inferiores, con hipoestesia segmentaria y
trastornos de esfínteres.
Con la progresión de la enfermedad, aparecen nuevos sínto-
mas y signos de afectación de otros niveles del sistema nervioso malignas en dicho líquido. Sin embargo, una citología negativa
y empeoran los preexistentes, asimismo los signos neurológicos no descarta el diagnóstico, ya que sólo se obtiene positividad
indican una disfunción más amplia y grave que la sugerida por en el 45-77% de los casos después de la primera punción lum-
los síntomas. El diagnóstico precoz requiere un alto índice de bar. Sucesivas punciones lumbares aumentan la sensibilidad
sospecha [5-10,13]. de la citología a cifras cercanas al 90% [4-8,10,11,17]. Aun así,
La fisiopatología de estos síntomas es multifactorial: 1. Hi- se obtienen falsos negativos en un 4-40% de casos según las
drocefalia e hipertensión intracraneal secundarias a la obstrucción series, a pesar de la repetición de un mínimo de tres punciones
del flujo del LCR por depósitos tumorales; 2. Isquemia por inva- lumbares [3,8,18]. En estos casos, la obtención del LCR a tra-
sión o compresión de los vasos de la convexidad en los espacios vés de una punción cisternal o intraventricular podría demos-
de Virchow-Robin; 3. Invasión directa del parénquima sub- trar células malignas, dada la composición variable de éste en
pial; 4. Compresión o infiltración de las raíces espinales y nervios diferentes niveles del neuroeje, en ausencia de bloqueo del
craneales, o secreción de factores neurotóxicos, y 5. Competición LCR [8,18]. La positividad de la citología en dicho líquido
metabólica entre las células tumorales y el parénquima cerebral varía según exista afectación meníngea extensa en la autopsia
subyacente por substratos como la glucosa, lo que provocaría la (positividad del 60%) o afectación focal (40%) [3]. Finalmen-
existencia de una encefalopatía difusa [8]. te, existe un subgrupo de pacientes con CM y citología licuoral
persistentemente negativa con independencia del nivel de ob-
tención del LCR.
DIAGNÓSTICO Además de la positividad de la citología, el LCR es práctica-
Líquido cefalorraquídeo mente anormal en todos los casos, sólo el 3% de los pacientes con
La prueba diagnóstica más útil es el estudio del LCR. El diag- CM tienen un LCR inicial totalmente normal [8]. Alteraciones
nóstico de la CM se sustenta en la demostración de células inespecíficas como el aumento de la presión de apertura (50-70%),

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células malignas de los linfocitos reactivos acompañantes


[2,21].
– Estudio del ADN celular por citometría de flujo. La estima-
ción de la aneuploidía y del número de células en fases S, G2
y M del ciclo celular permiten la detección de células neoplá-
sicas no descubiertas por citología. Es útil sobre todo en leu-
cemias y linfomas [21].
Estudios de neuroimagen
Los estudios de neuroimagen son útiles tanto para ayudar a con-
firmar la sospecha clínica de CM como para el diagnóstico dife-
rencial con otras entidades [13]. Las técnicas neurorradiológicas
empleadas en este tipo de pacientes incluyen la tomografía axial
computarizada (TAC) craneal con contraste, la resonancia mag-
nética (RM) con gadolinio, la mielografía y el estudio isotópico
del flujo del LCR.
– TAC craneal. La TAC con contraste muestra anomalías en el
25-75% de los pacientes en relación con la extensión de la
infiltración [7,8,11,22]. Los hallazgos más habituales son la
Figura. RM con gadolinio. Captación meníngea en el hemisferio cerebe- pérdida de volumen parenquimatoso (93%), la captación de
loso derecho y las cisternas de la base (flechas).
contraste de los surcos cerebrales y de las cisternas (21%), de
la región ependimaria (75%) o de la tentorial (7%). Se obser-
van nódulos subaracnoideos en el 29% de casos, intraventri-
hiperproteinorraquia (75-80%), hipoglucorraquia (30-40%) y pleo- culares en el 10% y hay hidrocefalia comunicante en un 10%.
citosis habitualmente de predominio mononuclear (60-70%), apa- Un 30-60% de pacientes presenta metástasis encefálicas pa-
recen en diversas combinaciones, incluso en casos con citología renquimatosas coexistentes [8,9,13,22].
repetidamente negativa [8,10]. – RM craneal y espinal con gadolinio (Figura). Con esta técnica
se detectan alteraciones similares, pero con mayor sensibili-
Líquido cefalorraquídeo y marcadores bioquímicos dad y especificidad que con la TAC contrastada, con un factor
Numerosas sustancias bioquímicas producidas por células ma- 1,5-2 veces superior en estudios comparativos [9,10,21,22].
lignas se han estudiado en el LCR de pacientes con CM. Su En la actualidad, es la técnica de elección, ya que permite
determinación inicial, en combinación con la citología, confie- también la exploración incruenta de la médula espinal y de la
re un aumento de la sensibilidad diagnóstica precoz, y determi- cola de caballo, con detección de nódulos leptomeníngeos
naciones seriadas ayudan a la monitorización de la respuesta espinales diseminados, engrosamiento de las raíces, tumores
terapéutica, así como a la detección precoz de las recaídas medulares intraparenquimatosos y compresión epidural. Tam-
[19,20]. bién es útil para determinar la extensión de las metástasis y
– Antígeno carcinoembrionario, producido por células neoplá- detectar tumoraciones localizadas que responden mejor a la
sicas de colon, mama, ovario, vejiga y pulmón. Su aumento radioterapia.
en LCR (>1 ng/ml) en ausencia de un nivel sérico elevado es – Mielografía y TAC-mielografía (mielo-TAC). Se obtienen
relativamente específico de CM. Disminuye con el trata- resultados positivos en el 25-30% de pacientes, con defec-
miento y reaparece precozmente ante las recidivas. Otros tos nodulares de relleno del espacio subaracnoideo, engro-
marcadores tumorales específicos son el antígeno carbohi- samiento e irregularidades de las raíces de la cola de caba-
drato 15,3 en el cáncer de mama, el antígeno carbohidrato llo, ensanchamiento medular, festoneado de las membra-
125 en el de ovario, la enolasa neuronal específica en el nas leptomeníngeas y grados variables de bloqueo del flujo
carcinoma pulmonar de células pequeñas y la fracción beta del LCR [8]. Actualmente, esta exploración ha sido despla-
de la gonadotrofina coriónica humana y la alfafetoproteína zada por la RM dada su naturaleza no invasiva, aunque
en tumores germinales. pocos estudios han comparado ambas técnicas [23,24]. En
– Beta-glucuronidasa, inespecífica, frecuentemente elevada en un estudio comparativo reciente con 61 pacientes, se en-
meningitis infecciosas crónicas. Presenta amplias fluctua- contraron alteraciones en un 33% de mielo-TAC y en el
ciones con citología en LCR persistentemente positiva, pero 34% de RM, con una discordancia inferior al 10% entre
valores superiores a 80 mU/L son altamente sugestivos de ambas exploraciones [24].
CM [8]. La isoenzima 5 de la lactato deshidrogenasa (LDH), – Estudios de flujo del LCR con radioisótopos (cisternogra-
y sobre todo la relación LDH5/LDH1, se han encontrado fía isotópica). La inyección intratecal de radioisótopos
elevadas en el líquido cefalorraquídeo de CM de mama, permite la detección de interrupciones del flujo del LCR
pulmón y melanoma, pero no en metástasis intraparenqui- que no son evidenciables por los métodos de neuroimagen
matosas o epidurales aisladas ni en tumores cerebrales pri- convencionales [2,9,24]. Se obtienen anomalías en el
marios [2]. La beta-2-microglobulina puede presentar tam- 30-40% de los casos, con obstrucciones del flujo localiza-
bién niveles elevados en CM de tumores sólidos o neoplasias das en la base del cráneo, a nivel del cono terminal y de la
hematológicas. cola de caballo [24].
– Anticuerpos monoclonales específicos dirigidos contra an-
tígenos tumorales conocidos pueden ayudar a diferenciar Los estudios de neuroimagen normales no descartan una CM,

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debido a la existencia de falsos negativos en el 58% de estudios forme, aunque en estudios comparativos no se ha demostrado
con TAC y en el 30% con RM, probablemente en relación con una mayor supervivencia [17].
estadios precoces e infiltraciones leptomeníngeas menos gra- Habitualmente sólo se utilizan tres fármacos para el trata-
ves, lo que conllevaría un mejor pronóstico [22]. Sin embargo, miento de la CM: metotrexato, arabinósido de citosina (citara-
estudios neurorradiológicos compatibles en un contexto clínico bina) y tiotepa. El metotrexato es el más frecuentemente utiliza-
adecuado pueden ser diagnósticos de CM si la citología en LCR do, con la ventaja de su lenta eliminación y mínima metaboliza-
es repetidamente negativa o en casos en que esté contraindicada ción. Se administran dosis de 6-8 mg/m2 , dos días cada semana
la punción lumbar [13,22]. durante 4-6 semanas o hasta observar una mejoría de los sínto-
La estrategia diagnóstica en pacientes con sospecha clínica mas o la normalización de las anomalías del LCR; posteriormen-
de CM incluye un riguroso estudio neurológico en busca de te, se espacia la frecuencia de su administración [8]. Las combi-
signos en distintos niveles del SNC, estudio del LCR mediante naciones de fármacos no han mostrado ventajas sobre la mono-
punciones lumbares repetidas, con un mínimo de tres, seguido terapia [2,21].
de punción cisternal o ventricular en caso de citología negativa La quimioterapia sistémica se ha considerado tradicional-
persistente. Los estudios inmunocitoquímicos y la determina- mente de poca utilidad debido a la escasa penetración en el LCR
ción de marcadores bioquímicos en LCR pueden aumentar la de la mayoría de citostáticos y a la dificultad en lograr un ade-
sensibilidad diagnóstica de éste. Una TAC o una RM craneales cuado tiempo de exposición al fármaco. Sólo altas dosis intrave-
con contraste permiten descartar hidrocefalia o metástasis só- nosas de metotrexato, citarabina y tiotepa han conseguido nive-
lidas meníngeas o intraparenquimatosas. La RM espinal es el les citotóxicos en LCR y se han utilizados con éxito en el trata-
método de elección para descartar metástasis intra o extradu- miento de la CM [21]. Se ha sugerido que la CM comporta una
rales responsables de compresión medular o bloqueo del flujo disrupción de la barrera hematoencefálica, lo que facilitaría la
de LCR, que debe confirmarse con estudios isotópicos. Duran- difusión de los citostáticos. Estudios recientes han mostrado un
te el tratamiento, la valoración seriada de la citología y de los aumento de la supervivencia y una mejor respuesta neurológica
marcadores bioquímicos en LCR puede ser útil en la evalua- de los pacientes con cáncer de mama y CM tratados con quimio-
ción de la respuesta al tratamiento y de la evolución de la terapia sistémica asociada a tratamiento intratecal o administra-
enfermedad [21]. da de forma aislada [25].
Radioterapia
TRATAMIENTO Las complicaciones asociadas a la radioterapia cráneo-espinal
El manejo terapéutico de estos pacientes no ha sido bien estable- total, como mielotoxicidad y esofagitis o colitis por radiación,
cido debido a la heterogeneidad de las diversas series, la inclu- limitan el empleo de la radioterapia al tratamiento de regiones
sión de pacientes afectados de distintos tumores primarios, la sintomáticas en las que se han demostrado lesiones nodulares o
mezcla de casos con CM pura y diversas combinaciones de bloqueo del flujo de LCR con estudios de imagen [8,9].
metástasis en SNC o sistémicas, y las variaciones en los criterios Nuevos tratamientos están en fase experimental: arabinósi-
de respuesta [17,25]. do de citosina encapsulado, mafosfamida, diazoquinona, inter-
Dada la afectación de todo el neuroeje, el tratamiento debe ferón, anticuerpos monoclonales e interleucina-2, o terapia gé-
dirigirse a la totalidad del espacio subaracnoideo, incluyendo el nica [17,21].
sistema ventricular, las cisternas de la base craneal y el espacio
subaracnoideo espinal [5-9]. El tratamiento específico es paliati-
vo y debe iniciarse lo más precozmente posible, ya que produce PRONÓSTICO
sólo una estabilización de los síntomas, más que una mejoría La evolución de esta enfermedad es muy desfavorable. En ausen-
clínica [8]. En la actualidad, el tratamiento incluye la quimiotera- cia de tratamiento, se produce un deterioro neurológico progresi-
pia intratecal y la radioterapia. vo con una supervivencia media de 4-8 semanas [2,8]. El trata-
miento combinado con quimioterapia y radioterapia consigue una
Quimioterapia intratecal mejoría sintomática en el 30-70% de los casos, un aumento de la
La administración intratecal permite conseguir altas concentra- supervivencia media a seis meses y un 10-15% de supervivientes
ciones del agente citotóxico en el LCR, con una repetición fre- después de un año, llegando al 22% en pacientes sin enfermedad
cuente de dosis y una mínima toxicidad sistémica. Es útil en el sistémica y, en casos excepcionales, supervivencias prolongadas
control de las células flotantes en LCR para prevenir la siembra [8,10]. La respuesta a la quimioterapia depende de la histología
meníngea, pero su difusión en los nódulos tumorales constitui- tumoral, con mayor índice de resultados en el cáncer de mama
dos se limita sólo a 2-3 mm de profundidad, motivo por el cual (60-70%), un 35% en cáncer de pulmón, un 18% en melanomas
éstos requieren tratamiento con radioterapia [21]. La distribu- y menos del 25% en otros tipos de tumores [7,8]. Aproximada-
ción homogénea del fármaco se ve dificultada por la frecuente mente la mitad de pacientes fallecen por causas no neurológicas
existencia de obstrucción del flujo del LCR, debido a depósitos [8,17]. La agresividad del tratamiento es una decisión individua-
nodulares tumorales que requieren tratamiento radioterápico lizada en la que hay que considerar varios factores pronóstico:
localizado y la utilización simultánea de quimioterapia por vía estado neurológico, histología, extensión y sensibilidad al trata-
lumbar e intraventricular [2,22,24]. La administración intraven- miento del tumor primitivo, existencia de metástasis cerebrales y
tricular a través de un reservorio de Ommaya ofrece algunas alteraciones del LCR [2,7,8,10,25]. Los pacientes con mayor pro-
ventajas con escasas complicaciones: evita el dolor y la dificul- babilidad de beneficiarse de un tratamiento agresivo son aquellos
tad de repetidas punciones lumbares, asegura la administración con cáncer sistémico bien controlado y lentamente progresivo, en
del fármaco en el interior del LCR –lo cual no se consigue en particular de origen mamario, con ausencia o mínima disemina-
10-15% de punciones lumbares– y favorece su distribución uni- ción tumoral sistémica y con escasos déficit neurológicos [8,10,25].

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CARCINOMATOSIS MENÍNGEA CARCINOMATOSE MENÍNGEA


Resumen. Introducción. La carcinomatosis meníngea es una com- Resumo. Introdução. A carcinomatose meníngea é uma complica-
plicación grave de los tumores sólidos, en particular de los adeno- ção grave dos tumores sólidos, em particular dos adenocarcino-
carcinomas de mama, pulmón y melanoma. Objetivo. En este traba- mas da mama, pulmão e melanoma. Objectivo. Neste trabalho apre-
jo presentamos una revisión bibliográfica de esta enfermedad, con sentamos uma revisão bibliográfica desta patologia, com especial
especial atención a los aspectos etiopatogénicos, clínicos –sobre atenção para os aspectos etiopatogénicos, clínicos –sobretudo
todo otoneuroftalmológicos–, diagnósticos y terapéuticos. Desa- oto-neuro-oftalmológicos–, diagnósticos e terapêuticos. Desenvol-
rrollo. La carcinomatosis meníngea se presenta en fases avanzadas vimento. A carcinomatose meníngea apresenta-se em fases avan-
del cáncer y tiene un pronóstico ominoso con una supervivencia çadas do cancro e tem um prognóstico funesto com uma sobrevi-
media sin tratamiento de cuatro a seis semanas. Su frecuencia ha vência média sem tratamento de quatro a seis semanas. A sua
aumentado en los últimos años debido a la mayor longevidad de los frequência tem aumentado nos últimos anos devido à maior longe-
pacientes con cáncer sistémico. La característica de la enfermedad vidade dos doentes com cancro sistémico. A característica da do-
es la afectación de diversos niveles del sistema nervioso, con sín- ença é o envolvimento de diversos níveis do sistema nervoso, com
tomas encefálicos, de nervios craneales o espinales y medulares. sintomas encefálicos, de nervos cranianos ou espinais e medula-
Una pérdida de visión o audición de instauración brusca o rápida- res. Uma perda de visão ou audição de instauração brusca ou
mente progresiva puede ser la manifestación inicial de la enferme- rapidamente progressiva pode ser a manifestação inicial da doen-
dad. Estudios de neuroimagen (tomografía axial computarizada, ça. Estudos de neuroimagem (tomografia axial computerizada,
resonancia magnética y estudios isotópicos de flujo del líquido ressonância magnética e estudos isotópicos de fluxo do líquido
cefalorraquídeo) son necesarios para valorar metástasis asocia- cefalorraquidiano) são necessários para avaliar metástases asso-
das y detectar obstrucción del flujo licuoral. La obtención de cito- ciadas e detectar obstrução do fluxo licoral. A obtenção de citolo-
logía licuoral positiva confirma el diagnóstico. El tratamiento debe gia licoral positiva confirma o diagnóstico. O tratamento deve ser
ser individualizado según el estado clínico y la naturaleza tumoral individualizado segundo o estado clínico e a natureza do tumor e
y debe combinar quimioterapia intratecal y radioterapia local, deve combinar quimioterapia intratecal e radioterapia local, em-
aunque estudios recientes obtienen buenos resultados con quimio- bora estudos recentes tenham apresentado bons resultados com
terapia sistémica. Conclusión. Se requiere un alto índice de sospe- quimioterapia sistémica. Conclusão. Requer-se um alto índice de
cha clínica para el diagnóstico de esta infrecuente enfermedad, con suspeita clínica para o diagnóstico desta doença infrequente, com
la demostración de signos neurológicos en distintos niveles y la a demonstração de sinais neurológicos em distintos níveis e a ob-
obtención de células malignas en líquido cefalorraquídeo para su tenção de células malignas no líquido cefalorraquidiano para a
confirmación diagnóstica. [REV NEUROL 2000; 31: 1237-41] [http:/ sua confirmação diagnóstica. [REV NEUROL 2000; 31: 1237-41]
/www.revneurol.com/3112/j121237.pdf] [http://www.revneurol.com/3112/j121237.pdf]
Palabras clave. Cáncer. Carcinomatosis meníngea. Meningitis car- Palavras chave. Cancro. Carcinomatose meníngea. Meningite car-
cinomatosa. Metástasis leptomeníngea. Revisión. cinomatosa. Metástases leeptomeníngeas. Revisão.

REV NEUROL 2000; 31 (12): 1237-1241 1241

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