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VILALTA, ET AL
ORIGINAL
rio de referencia (Karolinska Medical School). Resultados. La pre- forma oculta no nosso laboratório e num laboratório de Referência
valencia de BOC obtenida en cada grupo fue: en el grupo 0 ( pa- (Karolinska Medical School). Resultados. A prevalência de BOC obtida
cientes con EM)= 87,7%; grupo 1 (primeros brotes)= 54,8%; grupo em cada grupo foi: no grupo 0 (doentes com EM)= 87,7%, grupo 1
2 (NINA)= 17,5%; grupo 3 (EIA)= 52;7%. La sensibilidad obtenida (primeiras manifestações)= 54,8%, Grupo 2 (NINA)= 17,5%, Grupo
fue del 87,7% y la especificidad del 82,5% comparando con grupo 3 (EIA)= 52,7%. A sensibilidade obtida foi de 87,7% e a especificidade
NINA, y del 45,7% comparando con grupo EIA. La concordancia de 82,5%, comparada com o grupo NINA, e de 45,7%, comparada com
con el laboratorio de referencia fue de 9/10 determinaciones. Con- o Grupo EIA. A concordância com o laboratório de Referência foi de
clusiones. Obtenemos en nuestra población una prevalencia de BOC, 9/10 determinações. Conclusões. Obtivemos na nossa população uma
en pacientes afectos de EM, inferior a la de poblaciones del norte de prevalência de BOC, em doentes afectados por EM, inferior à de
Europa. Las BOC aparecen en muchos procesos inflamatorios o au- populações do norte da Europa. As BOC aparecem em muitos proces-
toinmunes, por lo que son poco específicas para el diagnóstico de EM. sos inflamatórios ou autoimunes, pelo que são pouco específicas para
[REV NEUROL 2001; 32: 1120-4] o diagnóstico de EM. [REV NEUROL 2001; 32: 1120-4]
Palabras clave. Bandas oligoclonales. Diagnóstico. Esclerosis múl- Palavras chave. Bandas oligoclonais. Diagnóstico. Enfoque isoe-
tiple. Especificidad. Isoelectroenfoque. Sensibilidad. léctrico. Esclerose múltipla. Especificidade. Sensibilidade.
RESULTADOS
Se estudiaron 20 pacientes –13 hombres y siete
mujeres– con edades comprendidas entre los 15 y
64 años, con una media de edad de 39,6 años. La
mayoría de los pacientes, 16 casos (80%), se ma-
nifestaron clínicamente por hemorragia cerebelo-
sa, hemorragia subaracnoidea o intraventricular.
Aproximadamente un tercio de los pacientes (30%)
ingresaron en coma. Según la escala de Spetzler y
Martin, las MAV se clasificaron en: grado I, un
paciente (5%); grado II, 8 pacientes (40%); grado
III, 8 pacientes (40%), y grado V, 3 pacientes (15%).
Un paciente tenía un aneurisma pedicular asocia-
do, otro, una MAV supratentorial, y otro tenía
varios cavernomas.
Nueve pacientes necesitaron un drenaje ventri-
cular externo, que en cuatro se convirtió en un Figura 1. Paciente de 45 años que consultó por hemiespasmo facial, un año antes de sufrir una
hemorragia cerebral. La MAV localizada en el tronco cerebral no pudo embolizarse y la paciente
sistema derivativo de LCR permanente. Se em-
falleció por resangrado.
pleó tratamiento endovascular en ocho pacientes,
en dos se hizo radiocirugía, y cirugía en nueve;
sólo en los casos que se empleó la cirugía se con-
siguió la extirpación completa de la MAV –dos
pacientes intervenidos ya se habían tratado pre-
viamente con embolizaciones y radiocirugía– (Ta-
bla II). La mortalidad de esta serie fue del 20%, en
los cuatro casos por resangrado. Se obtuvo un re-
sultado bueno en 11 pacientes (55%) y en el resto,
5 pacientes (25%) quedaron con secuelas.
DISCUSIÓN
Los aspectos clínicos y radiológicos de los
pacientes estudiados no difieren de los de
otras series publicadas [2-4,7]. El 80% de
los pacientes presentaron una hemorragia
cerebral, en la mayoría de los casos locali-
zada en el cerebelo, en una paciente, en el
espacio subaracnoideo (HSA), y en otros
dos, hemorragia intraventricular asociada Figura 2. Se aprecia un pequeño hematoma cerebeloso. Tras la administración de contraste destaca
a HSA. Otras formas de presentación están una imagen típica de MAV.
referidas en la tabla I. Una paciente presen-
tó inicialmente una clínica compatible con hemiespasmo facial Tabla I. Malformaciones arteriovenosas de fosa posterior. Datos clínicos.
(Fig. 1) y, un año más tarde, reingresó por una hemorragia cere-
belosa. El paciente que se presentó con una crisis comicial padecía Manifestaciones clínicas Casos
tres MAV localizadas, dos supratentoriales y otra en el cerebelo. Hemorragia cerebelosa 13
La causa de una hemorragia en fosa posterior se puede diag-
nosticar muchas veces con una tomografía computarizada Hemorragia subaracnoidea (HSA) 1
(Fig. 2). Después de la fase aguda de una hemorragia cerebelosa
HSA + hemorragia intraventricular 2
y en los casos no hemorrágicos, la RM es muy útil para estudiar
las MAV y, en especial, las de fosa posterior. La RM proporcio- Síndrome cerebeloso 1
na una buena definición de las relaciones anatómicas de la MAV
con áreas funcionales, como el tronco cerebral y los núcleos Hemiespasmo facial 1
dentados (Fig. 1). La RM también determina el tamaño del nido
Síndrome de hipertensión intracraneal 1
y gracias a que se obtienen imágenes en los tres planos del espa-
cio se puede planificar mejor el abordaje quirúrgico [4]. Antes Hidrocefalia crónica del adulto 1
de la RM, la verdadera extensión de la MAV, en muchos casos,
sólo se descubría en la cirugía [3]. De cualquier modo, la iden- Crisis 1
tificación de los vasos nutricios y de las venas de drenaje aún
Edad: 39,6 años (14-64 años); varones: 13 (65%).
requiere un estudio angiográfico (Figs. 1, 3, 4 y 5). El estudio
Tabla II. Malformaciones arteriovenosas de fosa posterior. Tratamiento. actuales se consiguen unos resultados clínicos y angiográficos
mucho mejores que con los procedimientos menos invasivos –
Tratamiento endovascular (NRD) 5 casos embolización, radiocirugía– [5,6,24-29]. En nuestra serie se tra-
NRD + Radiocirugía (RDC) 1 caso taron quirúrgicamente nueve pacientes; en todos los casos se
consiguió la extirpación completa de la MAV. Dos pacientes
NRD + Microcirugía (NCR) 1 caso intervenidas se habían tratado previamente, sin éxito, con embo-
NRD + RDC + NCR 1 caso lizaciones y radiocirugía (Fig. 5). La mortalidad operatoria de
nuestra serie fue nula.
Tratamiento microquirúrgico (NCR) 7 casos
El momento del tratamiento quirúrgico de la MAV en los
Observación 5 casos pacientes con una hemorragia cerebral es discutible [30]. Aunque
resulta preferible tratar de forma electiva la MAV, como en la
mayoría de nuestros casos, una cuestión importante es si la eva-
necesario remarcar dos hechos importantes referidos en la lite- cuación del hematoma sin conocer las características angiográfi-
ratura. Primero, según la revisión de Rosenwasser y Armonda cas de la MAV pudiese salvar algún enfermo. En nuestra opinión,
[22], con el tratamiento endovascular sólo se pueden excluir por a un paciente joven con un hematoma de cerebelo se le debe
completo menos del 20% de los casos y, por lo tanto, debe em- practicar un estudio angiográfico inmediato, para poder planificar
plearse principalmente como un tratamiento auxiliar. Segundo, mejor el tratamiento quirúrgico y, de este modo, evacuar el hema-
el índice de curaciones del 80-85% con radiocirugía está sobres- toma y extirpar la MAV al mismo tiempo.
timado, como señalan Heffez et al [23], porque se basa exclusi- Un aspecto interesante de nuestra serie fue que todos los pa-
vamente en los resultados de los estudios angiográficos realiza- cientes fallecidos sufrieron una hemorragia recurrente durante la
dos a los dos años del tratamiento, en un porcentaje pequeño del hospitalización. Se conoce que el riesgo de resangrado en las
total de los pacientes tratados con radiocirugía. Estos autores MAV es sensiblemente inferior a los aneurismas; en este sentido,
[23] concluyen que el porcentaje real de curaciones con radioci- muchos autores [2,4,5] han señalado el carácter más agresivo de
rugía está más próximo al 40 que al 80% referido en la bibliogra- las MAV de fosa posterior. Así pues, teniendo en cuenta las carac-
fía sobre el tema. Así pues, a pesar de los inconvenientes propios terísticas más agresivas de las MAV de fosa posterior, conviene
del tratamiento quirúrgico, con las técnicas microquirúrgicas tomar una actitud terapéutica más enérgica con estas lesiones.
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