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Unidad 1: Contextualización de los escenarios de violencia.

Presentado por:
Sammy Lizeth Manzano
Erika Adriana Luna
Angela Sofia Canchala
Jennifer Angelica Gomez
Linda Dayana Ortiz

Presentado a:
Martha Isabel Alvarez
Tutora

Grupo: 442006_43

Universidad Nacional Abierta y A Distancia – UNAD-


Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades
Programa de Psicología – Paradigmas Psicológicos
Marzo de 2018
CONCEPTUALIZACIÓN DE LA DIMENSIÓN PSICOSOCIAL

Relatoría

Los actos de violencia a los que se han visto expuestos las personas trascienden más allá
del momento puesto que dejan una huella en su memoria casi imborrable”, que afecta y cambia su
estilo de vida y su subjetividad; por otro lado, la victimización es sólo un aspecto de la vida de las
víctimas quienes tienen su propia historia y por tanto subjetividad; aspectos que van a determinar
en gran medida la forma de afrontar la victimización y los procesos de reparación. En otras
palabras el ser humano no puede desligarse de su historia y su subjetividad y esto gracias a la
memoria.

Las acciones que realiza el psicólogo en un entorno social hacen parte de lo psicosocial,
ya que a través de estas se lograr un cambio significativo en la calidad de vida de la comunidad o
grupo que está siendo afectado por un flagelo social. Logrando impactos positivos, a fin de elevar
las potencialidades y el mejoramiento de la salud física y mental. Cabe resaltar, que dichas
acciones se deben realizar durante todo el proceso de acompañamiento y rehabilitación de las
víctimas.

Es por esto que como profesionales debemos ponernos en el lugar de la víctima para poder
entenderla, debemos escucharla y no generalizar pues cada una tiene su propia historia y a cada
persona la guerra la afecta de diferente manera.

Lo psíquico de una persona siempre va a estar influenciado y moldeado por el contexto social en
el que el sujeto se desenvuelve es esta la importancia de lo psicosocial, ya que sería difícil generar
cambios sociales significativos sin observar la parte psíquica de los sujetos y viceversa

Se observa en la resolución de las preguntas, la importancia de aclarar que, lo psicosocial


al inicio estaba siendo utilizado por las ciencias sociales desde el campo social y cultural; y la
interacción con los mismos fue tomando una connotación diferente pues ante las necesidades de
los diferentes contextos y sus actores, se perfiló como herramienta útil para intervenciones
individuales, colectivas-comunitarias con el fin de generar un cambio positivo; entonces lo
psicosocial hace referencia al sujeto y su entorno, permitiendo que estos puedan ejercer control y
poder sobre su ambiente individual y social para afrontar y solucionar problemáticas y
lograr bienestar y calidad de vida en el individuo o comunidad afectada. Al igual que cambios en
el espacio que habita debido a que el contexto es un factor incidente extrínseco generador de
problemáticas psicosociales, por lo tanto, cabe considerar lo psicosocial como proceso integral con
el cual se busca incrementar la capacidad de desarrollo del ser humano; por lo tanto, en lo
psicosocial es fundamental la priorización que debe realizar el psicólogo o grupo interdisciplinario
en la intervención a realizar ya que se debe lograr hacer partícipe a la comunidad durante el proceso
de intervención, es importante aprovechar las capacidades, habilidades intelectuales,
conocimientos históricos, los valores éticos y culturales con el fin de que la intervención no se
vuelva otro problema más, sino una solución a lo que actualmente acontece en el contexto donde
se desarrolla; pues recordemos que por ello se habla de integralidad del sujeto.

De allí la importancia de las interacciones que permitan abrir espacios no sólo colectivos,
sino también al interior del sujeto, en los cuales su participación sea activa y en pro de crear
cambios a través de las potencialidades que como seres humanos se posee, y, estas puedan
reflejarse en las decisiones que se tomen, a nivel personal, colectivo o comunitario, entendiendo
lo que somos y como nos reconocemos en el otro.

Por lo anterior el acompañamiento psicosocial debe estar libre de “dominación”, cabe


considerar que éste fenómeno ha estado inmerso en los procesos sociales a través de la historia de
muchos pueblos que han vivido en conflicto, ya que son diferentes las perspectivas y diferentes
los interventores que asumen los procesos psicosociales y muchas veces como lo ha evidenciado
la historia, el sujeto vulnerable sigue siendo vulnerado.

De ahí se hace necesario que el acompañamiento psicosocial debe incluir elementos que
contribuyan a la reconstrucción de la identidad, propiciar la autonomía que permita potencializar
sus capacidades de agente tanto individual como colectivo; favorecer la satisfacción de las
necesidades básicas que garanticen su subsistencia, pero más allá de satisfacer necesidades básicas
es reconocer que tanto lo psicosocial como el sujeto en sí son un acontecimiento vivo e integral y,
que así debe proyectarse el acompañamiento durante el proceso de intervención.

Una propuesta de acompañamiento psicosocial para que no caiga en relaciones de dominación


se debe evitar los puntos de choque a través del diálogo y la concertación donde la comunidad
afectada participa de manera activa en la toma de decisiones junto con el interventor que puede ser
el psicólogo o un equipo interdisciplinar. De esta manera se está evitando la imposición de órdenes
por parte del interventor que pueden alterar sus valores éticos, su cultura, costumbres, tradiciones
y sus derechos humanos. . En la aplicación de la intervención se debe tener en cuenta la ética la
dimensión moral en el que hacer del interventor teniendo en cuenta argumentos, tesis y prácticas
que lo lleve a una reflexión continúa crítica y contextualizada de la comunidad a intervenir con el
fin de no caer o someter a la comunidad en la subyugación.

Siguiendo con el tema de lo psicosocial y su importancia en las intervenciones es de anotar


que, una de las principales estrategias es que, las políticas públicas existentes y las que estén en
proyecto, vayan encaminadas a contextos reales y no solo en la tinta, pues se hace necesario que
las acciones se vean reflejadas en las poblaciones vulneradas y en su reconstrucción social,
teniendo en cuenta los diversos espacios existentes en las comunidades

Eliminar la burocracia en los procesos de acompañamiento, sería un buen principio para


depurar barreras, es decir, asumir una posición determinante en la eliminación de esos elementos
que constituyen esa estructura conceptual que no favorece a las víctimas, pero, si enaltece a quienes
asumen el rol de “poder” al cambiar o dirigir los comportamientos y la vida de las personas. Para
de-construir las fronteras simbólicas entre las víctimas y el Rol de expertos, se necesita realizar
una intervención psicosocial que vaya más allá de la ciencia, la teoría, y que estas al mismo tiempo
confluyan con la práctica humanizada, con el fin de lograr superar el estado de vulneración que
presenta la comunidad, solo una actuación masiva, coordinada, sostenida, diferencial y evaluada
de entidades y comunidades puede incrementar las posibilidades de transformar la historia de
prácticas violentas a una sociedad que incorpore practicas no violentas de gestión de los mismos
y que esté orientada a la mejora permanente de las condiciones de vida de quienes han vivido en
medio de la guerra y el dolor.

La intervención psicosocial debe garantizar la rehabilitación integral del ser humano a través
de la ejecución de estrategias, planes, programas y acciones de cubrimiento total a la comunidad
sin exclusión y discriminación alguna sin preferencias sin tener que los afectados hacer relación o
amistad con los actores burocráticos para ser incluidos en el Registro Único de Víctimas5 (RUV)
y acceder a los derechos estipulados en la ley.

Comprender la situación de los afectados es importante en la intervención psicosocial porque


para ellos olvidar no es fácil para estas comunidades víctimas del conflicto armado y por lo tanto
las acciones de intervención deben prolongarse en el tiempo para que estas víctimas pueden
reintegrarse a la vida civil en el contexto familiar, cultural laboral y social no es fácil y no se puede
lograr de la noche a la mañana es un trabajo continuo y permanente por parte del profesional o del
equipo interdisciplinario.

Entonces, es fundamental que los profesionales y todo el personal que cumpla el rol de
“expertos” deben ser capacitados para entender la simbología gestual, de la palabra y del silencio
inmersa en las víctimas; de igual forma, las nuevas políticas públicas deben evitar la generalización
de la población y así poder brindar el apoyo integral que espera el otro de nosotros.

No es utopía, el tratar de humanizar lo humano que poseemos y que más allá de mirar al
otro, como ese “otro” es vernos en ellos; pues, aunque existe refiere Franco, A. (2016),
“una articulación entre la ley y los profesionales”; es de considerar, que existe desarticulación de
ellos con la realidad de los entornos y sus vivencias.

En todo el proceso y la historia de lo psicosocial y su proyección a las poblaciones en


situaciones problemáticas, debe surgir para ser tomado en cuenta como factor fundamental, la
memoria, esa que nos asiste, que nos avisa que estamos vivos, que sentimos y, que a pesar de
cualquier situación intenta prevalecer, entonces; es allí donde lo humano y su memoria aparece
como un constante pasaje de lo acontecido, así mismo la violencia; por lo tanto, es importante el
encuentro que tenemos a través de la interacción con el otro, y observar más allá de las
representaciones sociales que puedan suscitarse, está la mirada de los actores y sus experiencias y
como estas pueden afectarlos emocionalmente para atarlos o impulsarlos a reconstruir su vida, sin
olvidar los hechos, pero si reconociéndose en nuevos escenarios no solo externos sino internos.

El lenguaje en todas sus expresiones, es vital para intentar medir o, mejor dicho, vislumbrar
la dimensión psicosocial que “un nosotros” posee en escenarios violentos, en los que el silencio
muchas veces, también es la forma del grito de la memoria, pero también de la reconciliación, más
no del olvido.

El profesional que realiza la intervención a través de la recuperación por medio de la


memoria que hace la victima de los actos de violencia identifica las motivaciones personales y
cargas afectivas y acontecimientos y experiencias de dolor que están afectando el bienestar
psicológico de la víctima con el fin de establecer acciones que permitan la recuperación del
bienestar de la persona.

Puede concluirse la complejidad que el término Psicosocial encierra, y aún más cuando es
puesto en escenarios reales, donde los expertos de las diferentes disciplinas se encuentran con el
otro, ese otro que suscita vivencias a través de su historicidad, a través de la memoria y sus
representaciones, ese otro que requiere un proceso, un acompañamiento tan integral como lo es él
mismo.

Por tal razón y como se ha hablado en los párrafos anteriores, es importante tener en cuenta
la integralidad del ser en su individualidad y colectividad con todas sus diferencias, esta debe ser
la primicia para abordar los impactos psicosociales de la violencia, y el cómo va ligado a los
presupuestos de subjetividad y memoria.

Para ello la memoria debe ser libre, pues se debe evitar que la palabra, que las heridas, que
el silencio, sean abordados desde la mirada de un tercero que considere reflejar la mirada del otro

El psicólogo tiene un rol fundamental en la realización de la intervención y atención que


constituye un apoyo y acompañamiento constante por medio de espacios se reconocimiento del
dolor y expresión como impacto emocional a las víctimas de escenarios de violencia como el
conflicto armado.

Es por esto la importancia de la acción psicosocial para trasformar y mitigar el impacto de


la violencia en las personas y comunidades, para tal fin el psicólogo amerita una vocación
interdisciplinar y una sensibilidad para comprender a las persona desde el sentir de ese
dolor, generando empatía, confianza y sobre todo: acompañar para mejorar la calidad de vida de
las víctimas.

Para el buen acompañamiento psicosocial por parte delos profesionales en ciencias sociales
es necesario integrar un análisis crítico y reflexivo, el cual permita evidenciar el impacto de la
violencia a nivel individual, grupal y social con la creación de propuestas de acompañamiento y
atención partiendo por el reconocimiento de los recursos de la población afectada

El tema del conflicto armado, es un tema bastante extenso, que tiene más de dos partes,
pues no es solo las víctimas y los grupos armados, también se debe involucrar al estado como ente
que debe asegurar los derechos de los ciudadanos, pero también se involucran las entidades no
gubernamentales que se encuentran en las zonas de conflicto y que de una u otra manera buscan
minimizar los efectos negativos de la violencia. Pero lo que sí está claro es nuestro papel como
psicólogos, pues sin duda, somos nosotros los que debemos generar estrategias para sanar los
efectos negativos de la violencia en las victimas, con el único fin de que puedan recuperar su vida,
su familia, su vivir diario, pero lo mas importante que puedan recuperar la confianza y que puedan
volver a creer en el Estado y en ello mismos como personas y habitantes de un sitio. Es necesario
que dentro de las estrategias, se escuche a las personas, para poder comprender su estado y así
poder tomar decisiones para el estado con el fin de su restitución y restauración.

Cuando se logra escuchar a las personas estas pueden sacar su vivencias, y se genera
confianza, la idea es que se logre recordar sin dolor, y que se asegure que lo vivido fue parte del
pasado, y que ahora hay un nuevo mañana.

BIBLIOGRAFIA

Alvis, A. (2009) Aproximación teórica a la intervención psicosocial. Revista Electrónica de


Psicología Social «Poiésis» FUNLAM Nº 17 Medellín. Recuperado
de http://www.funlam.edu.co/revistas/index.php/poiesis/article/view/189/178
Cruz, J. (2013). La Intervención psicosocial: ¿un factor de cambio social o un instrumento
de dominación? Revista electrónica de Psicología social Poiésis. Recuperado
de http://www.funlam.edu.co/revistas/index.php/poiesis/article/view/640/612
Delgado, B (2017) Violencia, subjetividad y clínica del lazo social. Recuperado
de http://hdl.handle.net/10596/13050
Fabris, F. (2010). Un modelo de análisis de la subjetividad colectiva a partir de la lectura de los
emergentes psicosociales. XII Congreso metropolitano de psicología. Buenos Aires. Recuperado
de http://milnovecientossesentayocho.blogspot.com.co/2015/08/un-modelo-de-analisis-de-
la.html
Franco, A. (2016). Las fronteras simbólicas entre expertos y víctimas. Revista de arqueología
y antropología Antípoda. Universidad de los Andes. Número 24 pp. 35 - 53. Recuperado
de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=81443627003

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