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El arte de accidn SAGRARIO AZNAR ALMAZAN NEREA Indice INTRODUCCION 7 EN UN PRINCIIO. 11 Con el Pop... 22 yen Europa 30 Obra comentede: Accidente de avtomévi, de Jim Dine 35 Esto NO ES UN JUEGO 37 porque es de todos nosotros (Artur Barrio) 44 Obra comeniada Freed me, de Barbaro T. Smith 59 PERO TAMPOCO SOMOS CHAMANES 61 Ritvales sin mito 67 ‘Obra comeniode: Semillero, de Vito Acconci 79 APENDICE: TEXTOS SOBRE EL ARTE DE ACCION 81 BiptioGRaFia BASICA COMENTADA 95 Introduccién ly come han sido entendidos por le Historia del Arte, las acciones, los hoppenings y los performances on simplemente acentecimientes simeros cuya existencia como obra de arte fiene durocién siempre limitodo. Es evidente que este £0 de ocividad arlthea ‘iene eiertor procedentes Doda, en el furuismo y en el consiructvismo rus0 an ette senfide, véase @! libro de Roselee Goldberg Performance Ari, Barcelona, 199¢}, pero no seré rasta los eos 60 cuando se empiece o desarrallar ‘al y como la entencemes hoy, y hosts les 70 cuan do sec olenamente aceptada como un medio aitis'- co con derocho propio, Después de mayo del 68, la fecha que marcé premaiuramenie al comienza de le década de los seen, ef objeto de arte empezé a ser considerodo como algo completamente superflvo, como algo cue cen el fondo ore un simple incrumenio més on el mer: ado, Es el momento en que el arte concepivcl esié en 10 opogeo, y con él su infenio de libersr a le cobra de arte de su papel como objeto econémico, ‘Aunque es obvio que todo esto no dejaba de ser un susie efimero, loz cecionos co corvirtioron en lo mds evidente exiensién de esta ideo: auncue visi bles, aren inkangibles, no dejaban huellas (o, ol menos, eso cieian}y, por le lanlo, no pedian ser comprodas 6 vendidas. Bojo estos prasupuastos, lot expocios dedicodos 2 |e performance surgieron répidamente durante toda la décado en los princk pales controt de crle interacienales: los museat empezaron a pa'tocina’ diferentes festivales, las ‘escuslas de Ballos Artes se preocuparon por prime tc ver de invroducir cursos de performance y ope” fecieron algunas revisias especiclizados. £s tam- bién ol momen'e on que so publican las primeras historias del orte de eccién, fundomentalmente en la {gue Bronson y Gele Irabsjen como ecitoes (Tocor- 10, 1979}, y la yo mencionada de Goldberg, siem pre emperadas en demostrar una large tradicién pare esta forma do exoresién avtisica, remontérde- se teste los primeras vonguardias. Ya se sce, come dive Rotaling Krauss (EI incanscionte éptic, Mocrid, 1999), que “el recurso ol precedente hislé fico posse el coble efecto de omeriguar la nove dod y azegurar lo centinuidad” En reclided, una eccién 2s un pastiche en el quo ¢9 combina un ombisnle como encuedrs erist- <2 une representacién teatral, pero lo ciaro es que en ella el estanro tradicional da “obra de arte" 90 desmorona abtclutamente y el eiista asume nuevas Ferciones mucho mas proximas ol papel de medio: dor que al da creador. De alguna manera, los acciow nes son siempre exsloracones deliberados de cir. tos sitvaciones efimeras y de ciertas corcespordens as infersanterales, En elas no sélo el color y af especie, sino también el colar, et olfato, el guste y el movimiento sa conviorton en axpectos de la obra, El opel del artista consists, 0 partir de este momen, to, en coordiner, an estlizar toda la actividad craa- dora que quiere exkozar @ partir de una determine. de propuesta artistic, 5! trabajo de una accion puede presentarse a soles 0 con un grupo, con iluminacién, misica y efectos visuales slaboredes por el propio creador 9 ‘en cclaboracién, y puede ser representada en luge- fe que vorfan desde una galeria de arte © musso hasta un espacio alternative: un teatio, un café, un bar o, simplemsnia, una esquina de ia calle. El con tenido rora vez sigue un argumerto 0 una narracion tradicional. lo accién puede sor tanto uina serie de Kunst Stftung Ludwig, Vena JIM DINE 10. Cor Crash [Accidente de auiomé Reuben Gollery, Nueva York, noviembre de 1960, 1 asta performance, Dine emgieza envolviendo a = audiencia do une manera diferente, En coniras: +e con sus primeras piezas, en los que el artista y « oudiencia habion permanecido divididos, Dine coloeé let asientos formando une U alrededor de zn espacio determinade, Ademas de animar 9 la audiencia a parieipar, las artistes se movion cons: ‘ante y libremerte enire ol publico. Es también la primera pieza en que Dine utilize 6 otros artistas Bat Oldenburg, Judy Tersch y Marais Retlif), odo: nés de él mismo, pero manteniendo siempre el control artistico sobre ellos, de manera que na elo escribié sus popeles, sino que tombién se sncargé del vastuarie y les obligé a ensaycr. la performance Accidente de automévil estaba basada en dos cecidentes de coche que Dine habja tenido realmente en 1959, el primera conduciendo solo y ol segundo con sv familia, La naturalezo personal del tema se cnunciabo clara 35 mente en Io invitacién al acto, en la que se veian los dedos impresos de Dine sobre la imagen do un accidents de coche. Al enirar en le galeria, el invi= todo se enconiraba en una habitacién pequeia con las paredes llenos de pinturas de Dine y de cruces, el simbolo de la Cruz Roja, Después de ‘esta habitacién, so entrabe en el espacio donde se celebraria le performance. Con materioles que yo cestaban alli antes de que 4! utilizar aquel lugar, ‘afediondo une capa de pinlura blanca alrededor, Dine creé un ambiente que més tarde describio coma “el mas fuerte que he constrvide”. La blen cure doba la habitacién un aire sepuleral, y un monién de objetos relacionados con fas diferentes partes de un coche ludian sin ombigiededes los resultados de un eccidente mortal Dine ejecutaba el papel de coche al mismo tiompe que el do ortista. Lot demés perticipentes llevoban trajes blancos y se movian como objetos onimedes, énimas en todo aquel ambiente blanco. Dine aparscia vestido de plata, con la cara tam bién plateado, cireulos negros alrededor de sus ojos y labice rojos, intentando hablar, cunque todo lo que conseguio era articular olgunos soni- dos de desesperacién; de vez en cuando, dibujo bo en una pizarra un coche con mondibulas de monstrue_y ojos humanos. Mieniras tanto, Pat Oldenburg, sentada en clio, se mostraba como tuna Figura fantasmel que parecia levitor sobre los demés patticipantes. Repetia un mondlogo dos veces, sonaban una serie de rvides habitvales de trafico y empezaba © pedir ayuda una y otra ver, El accidente finalmente se simula cvando Tersch y Ratlf, en el papel de coches mosculino y femeni- no respectivamante, chocan con el coche de Dine yeel uno conta el ctro Todo parece una parodia de Ia pasién ame- ricana por los automéviles durante la posguerra, un momento en que los alas estadisticas de muertos fen carretera en Estados Unidos contrastaban con unas peliculas que ideclizaban constantemente a héroes que conducion rapide y peligrosemente Pero no era séle es0.° partir de una experiencia traumética personal [pero lo suficientemenie gene ralizada, Dine estabs heblendo de la muerte, Lo preocupacién de Dine es el momenio en que el ser pasa a a absoluta inmovilidad del no ser, repent namente, en segundos, como suele ocurrir en un caccidente. En ese momento se revela Is transicién entre accion y recuardo, ene presencic y ousen: cia, tan tojonle, eniee pasado y future, entre cuer po y cos0, para pasar a ser “algo” que ya no per feneco cl mundo, sino a la memoria, coma los abje- tos que frames, como aquellos neumatices con los que se fotografié Allon Kaprow on 1961 fg. 11) 11 Allan Kaprow, Var 3961 Esto no es un Juego ohn Armleder, animedor de ECART, uno de los grupos herede- fos en cierta medida de Fluxus, labore unas performances que son verdaderas celebraciones minimas, estictas haste lo albsur- cn las que odemés la ropaticién juege un copel fundamental, quizés sustituyendo. olguna ( “regla de azar" ya caduea. En ol trabajo de mmleder no hoy improvisacién, hay serielidad, -acién de menotonia, Y puede que su tnica 2z6n para lata contenci6n no sea la elegoncio. Perece, mas blen, come ha sefclade José Luis Brea (las auras frias, Barcelona, 1991), que se cla de explorar la capacicad que la contencién ee para evitar que préicticamente todo ccabe sn meta indiferencia Ya decia lipoveisky que el peor problema de la era contemporénea era el vacio, el vacio de 2 indiferencia, "sin tragedias ni cpocalipsis (.} Dios ha muerte, las grandes finalidades se apa gan, pero 6 nadie le importa un bledo, ésta es le gre novedad, ése el limite del diagnéstico de Nistzsche respecto ol oscuracimiento eurapeo" (La era del vacio, Barcelone, 1984). Desde luego, ha habido cambios importantes para el individuo en la segunda mitad del siglo XX: por un lado, hay un nuevo tipo de control social, menos notorio, més sulil,ejercido fundamentalmente por los medics de comunicacién, muy diferente del orden disciplino- Fiorevolucionario que perduré hosta los afos cin- cuenta; por oo, una diversficacién incomparable de los modes de vida, una imprecisién sistemética de lo esfera de la vida privada, una ausencia de ereencias, un abandono ideoldgico y palilico..., que trae consigo la erosién de las identidedes y la desestobilizacién do las personalidades, con la consiguiente indiferencia Por encima de este vocio, el individuo se hace netar més que nunca, él y su cada vez més proclomade derecho a tealizarse, pero @s un indi- viduo abil y sin eonviecion, mas otento a si mismo, deseoso de jugar sin problemas en todas las esferas de la vida piblica, de dejarse seducic pare llevar una vide sin imperotive cotegdrico, tune vida flexible en la era de las combinaciones, 37 do los opciones, que una oferta infnita parece que hard siempre posibles. ‘Sin emborgo, Armleder permonece sospe- chosomante callado y contenide. fn un mundo contemporéneo obsesionade por los medios de camunicacién, Armleder no dice nado. Quizés piense que no merace la pono esforzarse por comunicar algo en una sociedad que habla por hablar, que s8 exprasa todos los dias y a todas horas en los medios de comunicacién sin tener nada que decit. © quizés piense que callarse es el mejor modo de sor oscuchade. Se podria creer que el individuo contempo- range télo e218 diepuetto @ jugar. Decie Huizings (Homo ludens, 1990| que en las aries plastics, o diferencia de la misica y la danza, por ejemplo, 19 hay lugar para el jueg, porque no hay eecién, no hay ejecuci6n [o no se le ha dado importoncio), Huizinga exeribio en 1954 que las artes plésticas son pasives que el trabajo que conlleyan es por fuerza aplicado y lento; crele que su cteacién es siempre pormanente y que es capa de ejercer su ‘accién a lo largo de la historio mientros haya hombres dispuestos a contemplarlas En 1971, en Synchromatic Baseball, Ho ward Fried invité a veints personas © porticipar en un juego nocturne de béisbal distnto, entre ots razones porque iben o vilizar lomates en lugar de pelotat. los dos equipos se llamabon Dommy (por dominantes} € Indo (por indominanles}, aunque ringuno de sus miembros estaba: informado de lo que realmente significaban los nombres que defen. dion, ni de los motives que habia tenido Fried para escogerlet. Le cierto e+ que Fried, que vgs ‘al mismo tiempo el papel de entrenador y de cat chor, habia elagido 9 los jugadores baséndose en su relacién personal con él. ¥ habia acerledo. Los Dommies funcionaron creando rapidamenie una jerarquia de poder, mientras que los Indos nunca llegaron @ orgenizarse. Los resukados del juego son evidentes Esta misme linea de juego elléico puedo continuar en el trabajo grabado en video de Matt hew Barney titulade Drawing Restraint [fig. 12). El ‘espacio en que s@ mueve Barney es un gimmnasio filmado por miltisles cémaras. El rts, muy cbmnodo, se patea por los eires como un escalo- dot, paro pintar; se divierte. En su mitogrofia, dos referentet: por un lado, Harry Houdini, el gran mago americane dado a todo tipo de proszas y provocaciones: por el otro, Jim Otto, un jugador de rugby de los Oakland Raiders que entré en la leyenda del deporte americano por jugar con des rodilas ori Por su parte, Susan Hillier uega también ird nicamente con sus Hand Paintings, hechas poco tiempo después do que la artista se fuera de Ingle: terra @ Estados Unidos, en 1969. Eslé clare que at 38 12 Matthew Rarney 1968, 39 Hand Paintings tiene ecos de Klein, pero la per formance y lo transformacién de la pintura es de ua tipo completamente diferente. Al. principio, Hillier invitS @ los participantes a imprimir con pin- tura las huollas de sus manos an las tolos. Con esto pretendia conjuror une almésfera parecide 0 la del arte prohistérico y sublimabe los huellos de los meres como una marca orquetipica, cereieniosa, casi mégica. Susca Hillier estwvo trabajando de esla forma hasla 1972, cvendo, al cbandonar su estudio, quemé ‘itvelmen'e algunos de estos pintu ras, Después guardé las cenizas an recipientes de cristal, poniendo en cada une el nombre de la pire tura que le correspondio, y todos juntos en una gran fuente de evis'ol quo ttuls Gronadas de mano (lig. 13]. Es decir, la aparente muerte de las pine turas (aquellos aciives trozos de vidal no era an reslided lo muerte quo sufrtion si ingrascton on ‘un museo, sino sélo su htenslormacién en oiro este- do, el de cenizas, unas conizes que, come indice: bo el titulo, ese juege de palabras, tenion la capa- cidad implicita de exploter @ uno nueva vido, Hillier exeguré que habia que ver estes trabajos como verdoderas pinturas..., gy quién puede ase- 15, Susi lier * evande las contemplamos, que no estamos >rando pinturase Suson Hillier jyega con la pintura y con la n de la pintura; Matthew Barney nos habla lo exageracion del culto al cvorpo contempor 2) y Fried supe ctear toda una metéfora psico- 9 y visual. Huizinga hubiera estado de cever- al calificar las tros aeciones artsticas como y hubiera admitido que en el arte actual ol Hane cobida. Todos estas acciones se desen- fan on un campo propio creado por el esp en compo, como el del juago, en el quo las cosas tlanen un aspecto muy diferente al de la vide le y estén unidas por vinculos enriquecede. uy distintos de los légicos 0, si se quiere, prov ~rdomente légicos. Lo que el lenguaje artistice 2 © cabo con las ceciones os un juego: las » encierra un secroto en ellas y fo imagen ofrece, juganda, una respuesta o un ama, A veces, un enigma simplemente percep- “+s, sensorial. Una de las cualidades del juego que, seain Huizinga, nos hace ser algo més mers sores racionales, puesta que es iracio- 2!) £8 que es une accién libre que absorbe y envi C2 restos sentidos dentro de un determinado ‘ompo y en un determinade espacio. los contenidos de las performances de © UN JUEGO de ver un especticulo de Ann Halprin, Morris e126, con la bailaring y coreégrate Simone Fort, 50 propio grupo de danza y teatro. El uso impro. visado de Forti de las reglas del juego para estrue- turar el movimiento tuve une: importancia muy sige rifcotiva on al desarrollo de los primeras perfor. mances que Morris llev6 @ cabo poco después en Nueva York, evando ol eseultor decid litealizar su concepio de escultura viva enfatizando la posi cién de los cuerpos an el espacio y contréndose en tne escola bascda exclusivamente en el cuerpo humane, De hecho, Column, Passage way y Uni fled {Standing Box) -todos de 1961-, resultaron profélicos. En Column, una simple columna beso. da en lo excala de su propia cuerpo y dentro de la que Mortis se estuvo quieto y derecho durante tres ‘minutos y medio, el escultor construyé lo primera obra que onticipabe los futures trabajos minimalis- tos. En Passege way, la insialacién requeria ya la Participacion del espectador, unc participactén ferzesamente manipulads en un ambiente reducti- Ye con une coreagratia de brutal simplicidad, por que al corredor que da titulo a la obra y que el espactodr tiene que alravesar, con oproximada. mente cincventa pies do largo, te ibe cerrande de tun modo muy perceptible hacia un punto determi. ned. Un incémodo lugar de ténsito, como el que en 1977 creation Marin Abremovie y Ullay en Imponderabitia, cuando obligaron ¢ pasar al eee curiae Al EL ARTE piblico que querio ver la exposicién por el peque- flo espacio que quedaba entre sus dos cuerpes desnudos, de pie uno frente al otro, cpayados en el marco de la puerts. Per fin, en Untitled (Stan- ding Box} (fig. 14), Morris consirayé una sje de pino eon su alturs y anchura exacias para perme: nacer, como en Column, deniro de ella, de mone ra que cuando se ibo, su cuerpo quedaba repre sentado a través de lo geometria de la caja y la figura se implicaba por medio de su ausencia Més aciivo, en J walk the fine (1968), Mowry Baden obligaba a los espectaderes a att vesar un pasoje de veinte pies con uno tinea escultsrica” entre las pieinos, para que vivieran une serie de sensaciones que mostroban el interés que sentia el escultor por los percepciones fisicos y los cambios que tenian lugar en la memoria neu- romuscular cuando los everpos se movian por su trabajo. En el mismo sentido, insiumento era un largo tubo de cluminio con un agujero abierto pore que el especiader metiera la eabeza y reci- biera una serie de sensaciones como, por ejem- plo, la ondulactén de Io ola For su parle, Rebeca Hom, después de une largo temporada haciendo esculturas con poliés tet, cre6 una serie de complejos trabajos basados fen las percepciones. Para sus eseulturas-perfor mance de finales de los sesenta y principics de los setento, Horn disefé una setie de aparatos dedi 1 Robert Mori $s sto (Stanaling Bese, 1961 Salomon Guggenheim Museum, Nueva. York ESTO NO ES UN JUEGO codes a subrayor las actividades organicas que zonstituyen la vida, En Arm Extensions (1968), con zp nbmero de partcipanies imitodo porque lo per ‘apcién inlerpersonal intensa eélo et potible con up pequeio grupo de personas, Rebeca oxtendia 1s brazos hasta el suelo, como en 1972 an Finger Gloves fig. 15) extondoria sus dedos por medios atti joles para poder seni y tocar algo desde na distoneia mayor @ le normelmente necescrio, to que estamos acostumbrados. La accién de les jos extendidos intensfica las sensaciones que jegon a la mano y experimentan lo octivided manual como un nuevo mode de operar, de acluar, controlando siempre la distancia entra le persona + los objetos. A lo large de los ofios zelente, Horn complica un poco més su trabajo y asi en Abanico cuerpo mecdnico (1974), vélide tanto pare veipos masculines como femerinos, extiende las nes del cuerpo en dos grandes semicitculos de , definiondo un espacio més del cverpe de los dividuos. Lo rotacién lento de los abanicos sepo- das revelaba y ocultaba distintas partes dal ever 29 con cada giro, mientras que una rotacién répi- do creabs un circulo transparente de luz. ‘Muchos rtistas experimentaron y jugaron 21 fos setenta con las percepciones y el comporta misnto del cuerpo en el espacio. Recordemos, 15. eb lor como ha seficlado Victoria Combalia (le poética —Hnger lowe 1972. de lo neutto, 1975), que hace tiempo que habia EL ARTE E ACCION ee REM TE ANS ‘ccbade lo gloriesa époce del “Gran Rechazo", que ohore los artistas ya no pueden rebelarse com tro ol piblico burgués y su sistema de valores, en ‘un geslo dramatice, bohemio y desespercdo. En general, en los afios sesenta y setenta el artista ye habia asumido esto postura como utépica y $@ decantaré por problemas ‘ormales, de comunica- sign 0 perceptivos. Sin embargo, oltes, algurs se compromeliaton con la politica entusiesmades, quizds, con el mitice meyo dol 68, © simplemente obligados pot sus definiciones sexvales (mujeres y gays, sobre todo) 0 por la sitvacién de sus lugares de nacimiento (Lalinocmérica). En estos terttor arte dejé de ser un juego, fue claro y preciso, y ros efecto a todos. PORQUE ES DE TODOS NOSOTROS (ARTUR BARRIO] Debemes pensar que el trabojo artistico es une de las més complejas unidades ce informacion de que es capaz de disponer el hombre, Esté clero que es lo més individual, pero posiblemente lam bién sea la més colectivo, demostrande censiante- mente ol interés que la socieded tiene por comuni- corse, El artista, por tanto, puede ser visto como un agitador capoz de cambiar lo colectve ferzan- dolo a une comunicacién ininterrempida con la ayuda de su mensaje codificado, Unc accién demuestro Ia. presencia active del hombre en el mundo, unc presencia que ol ariisia se empeia en que sec cnolitica y cons cion'e, De hecho, el término “accién” subroye le relacién con las referencias poliicas innerentes al término “activismo” y la eecién en arte fue imag nado como un modo de remediar la estetizacién que hobja cenvertide ol objeto artistico en una parte neutre de la produccion cultural, en un emblema ptesiigioso © simbolo del status del gusto. Hay que tener en cuenio que semejente espracién del arte esleba ocurriendo en un plo- neta que seguia profurdemente alterado por al Holocouste y, mas tedavio, por el edvenimiento de lo ore nuclear rE 44 + lo préctica del hoppening y lo performance suede mircrse desde un doble punto da vista: por un lado, alude cloramenie al descubrimiento de las potibilidedes del cuerpo y de los materiales y objetos utlizados; pero por ato, en un sentide ‘més amplio, hay un evidente deseo de poner de manifesto la alfenacién domirante {que se ve ies més contados on Io per cepei6n) y ofrecer una posibilidad de transforma. cién, de cambio, de ruplura, Este segundo sentido eité ditectomente relecionade con una cubura de vanguerdia que tradicionalmente habia tenido una fuerte proyeet te de clgunc manera seguia persando que pod! encontrar el mode de preducir una tremsformacién social, de desorrollar una estrategia que corllevs- n policy que an los aos sesen- 19 un cambio revalucionario. No son eolamerte los ‘acontecimientos de mayo del 68, es :ambién al movimiento descolonizador, los cambios politicos llevados @ cabo an Cube, el deseniace de lo gue- ‘ra del Vielnam, lcs posiciones feministes... Ya su lado, el agotamienta avidenie de la sociedad de mercado, de la moral conservadora, de! viejo arle establecido. Por un lado, los modelos yo tradicio. eles dol intelectual y ol artista comprometides, en sus papeles ce artisto del realismo ertico y social, y-de intalactual que debotia su relacién con el Par tido fundamentalmente e! Partido Comunistal; por el otto, lo reflexion de Marcuse y de Macluhon o UN JUEGO de los nuevos sociélogos nertecmericanos de la cultura heredoros de la Escuela de Frencfort, con Figuraron un hoxizonle lefrico més que capaz de Proporcionar varosimilitid, tanto politica come esiélica, a este nueve vangvardia. El mayo francés, come ha sefalede Simon Merchan (Del arte objetvel al arte de concepto, Madrid, 1988), fue uno de las primeras llamados da atencidn sobre la dasafeccién del mundo ortie tice con el sistema estoblecide, después de una luna de mie! consumiste y tecnsiégica. Desengo- Fado de su coloberacién con los clases dominan- tes, el mundo artisico porticipé en la paquenc revolucién cosi instintiva que sacudié ol mundo Universitario, En realidad, lo reaccién de los afios Sesenta no suponia un rechazo al moden’sie por 4 mismo, sino més bien una revvelto conti la ver: sidn del modernisme que habia side domesticode on los akos cincventa, legande a formar parte del consenso liberal conservador de! momento. En consecuencia, fue una bisquede ¢e tradiciones culturales clternotivas denito de la propia moder: nidad. y como ‘oles, dirigides contra te politica de Jno versién despolitizade del modemisino que habia proporcionado la necesaria legitimacian cultural o les regimenes consorvadores. Por e30, la ctsis del 68 enconiré su mejor teflejo artistico en los happenings y los cccienismes, una forma artis: Yica que numerosas veces he abordado lemos ttt 45 EL ARTE BE ACCION abieriamente politicos, y que twvo su punto élgido ‘en el incendio de Ia Bolsa 0 en los diferentes suce- x09 en La Sorbona y en el Barrio Latino aconieci mmientos en los que Lebel, por ejemplo, tomatic parte activa}. Lo reaccién de los artistas durante o! mayo francés, el "Comité para el Sobotaja y Ocu pacién® de Io Bienel de Venecia en 1968 0 los arlistes progresislas contra la Documents de ese mmismo.afo, son otros sintomas claros. Incluco fuera de Europa. En 1969 Torry Fox volvié a San Francisco después de haber partict pada en los revueltos kencesas de mayo del 68, y pronto empezé a crear una serie de piezos teatra les publicas en los olrededores de Ia ciudad. Una. vez al mes, Fox invilabe «la gente a acudir en un momento dado a un lugar especifico escogide con onteriorided, y alli se llavoba a cabo un sucaso especial que rompia el curso normal de las activi dedes de Ia localidad, como, por ejemplo, en What Do Blind Men Dream? (1969), cuando una mujer ciega de otro vecindario tocé el acordeén durante todo une noche an une esquina que habia escogido previamente. Mucho més radical resulta Caller, presentado en la Reese Gallery en julio de 1970. Al volver 6 San Francisco, Fox se habia ins Jolado provisionalmente en el desvén de su amigo Robert Frank, el fotégrafo svizo-americano que en 1959 habia publicade su fomoso libro de fotogre: fics ttulado los americanos. ta localizacién de este desvén en el Bowery, asi como libro de su ‘amigo, estimuld lo decision de Fox. En Colfer, el crliste escogis como espacio el sétano de la préc ticamente nueva galeria, en lugar de los estupen- dos etpecios do exposicién on la plante superior, El resultado fue un cuadro vive gracios a la parti cipacién do un vagabunde llamado Ronnie que habia estado durmiando en lo puerta del artista durante tres dias. Al entrar en la instalacién, el sipectader é@ onconitaba con un oscuro ambiente en e| que podto escuchar los sonoros ruidos de Ronnie durmienda entra los escombros, asi como los sonidos amplificados de la cleantarilla que pasabs por debajo del suelo. Fox afadi6 una teria de accionse, onto las que dasieca la do "lavarse las manos" {por sus implicaciones de lec- tur eccidantal coma “no queree sober nada") en una pequeio palangana, cuya agus tiraba luego por la ventana Sin embargo, hay algo de “anemia emocio nal” en esta revolucién 0 rewuelto del 68 que, sin dude, constituyd la mas significativa de las resis Jencios en ese momento, pero que no dejaba de ser una revalucién sin finalided clara, sin progra- rma, sin vietima ni treider, sin héroes. Come he sefilode Lipoveisky (Lo era def vacio, Barcelona, 1998), moya del 68 fue al final la primera revolu cién indiferente, lo nica prueba de que no hay quo perder Ia esperanza en el desiarto. A pesar de a AG todo, el discurso en el que habic participade per fenecia claramente a las posiciones liberolistos exploredes por le "Nueva lzquierda” qi 2, pore déjicomente pora ellos, twvieron como dnico froto una imponente explosion del feminismo de finales de los aio: sesento, come si el mundo y los posturas feministas hubieran combiede radiccl mente y las mujeres se negaran a seguir siendo simples brochas en manos de Klein. En al origen, yo desde 1960, Yolo Ono, cercana 6 Fluxus y « Cage, hobia realizado una serie de trabajos simples y participotivos. En 1964 presanté lo que sin duda sar‘a su pieza masstra, Cut Piece (fig. 16), en el Yomaicki Concer! Hall de Kyoto, una performance tan corgads psicolégica y sexvolmenie que Gustave Metzger, por medio de ‘Al Hansen, se la pidié pare presenterle en el Des- ‘rection Arts Symposium jlondres, sopiiembre de 1966]. Para este secién, Ono se vistié con un ele. gonle hoje de torde e invité © le audiencia © cor- for sus veslidures mientras ella permanecia tran quilomente sentade en estado de contomplecién. Su presencia n la siguienle generacién de ortis- tas, sobre todo en Marina Abramovic, Ana Me diote 0 Gine Pane, es evidents. A partir de aqui, muchos trabajos, muchos artistes, todas sesteniendo lo mismo, lo que Judith Butler todavia enfatizaba en la entrevista que le hizo Liz Kotz ("The Body you want’, Ariforum, Snes 16. Yoko Ono, ouichi Concer Hall, Kyoto. noviembre de 1992): cue en la formacién del suje- to, de la persona, se presupone siomere la exis- tencie de un sexo, y ese sexo nos viene irremedic blemente dodo. Enire embat, un montén de accic. nes, algunas de elles paradigméticos: Freed me de Borbare T. Smith, que comentaremas al final; la serie Catalysis, de Adrian Piper; Supertart, de Honnah Wilke; Cobezas de dios, de Julia Hey: word, © Recollections of My Life with Dioghiloy, de Leonora Antn, entre otras muchas Como en muchos otras performances fem nists, ol traboje de Adrian Piper surge de su pro- pila experiencia de vida y se infagro como un ané: lisis polities, como une critics social basade en la biografia de una persona capaz de refejar clare: morte el viejo slogan feministe de los sotente, ‘lo personal es politica”. Adrian Piper funcione sien pre como una mujer afroamerieana que vive por fuerza bajo los imperctivas del racismo y el sexs ‘mo. Hija de una larga lista de ontepasados que proverian de Alrica, Piper crecié en Harlem, pero fue educodo en unas escuelas “de blancos” basian fe cares. Por tonto, vivid y conecio dos mundos dit- Hinios. En 1970 emgezé su serie Cotalysis (fig. 17); iW 18 ESTO NO E UN JUEGO | ener hous ha en ello, Piper aparecia en las celles de Nueve York de alguna manera llamative y casi siempre agresi- va, For ejemplo, una vez manché un traje con vinagr, leche, aceite y huevos duranio una seme na y luego, levandolo puesto, se metié con él en el metro, Més tarde oparacié como un “ser miti- <2", enfodade, fumando un cigarta, eon eorbata, gofos y un enorme mostacho. Es decir, lodas estos creatives estrategias y tactieas de combate sirven © Piper para sobrevivir complete, erelities y pro- ductive en uno situacién social en la que su i i= dad esta bajo un constants y continuo asallo, Una ideniidad cue puede buscar su fuerze, su legilimizacian, en sus propios preceden'es. Leo- nor Aatin ha trabajado en la performance desde los primeros afes de la década de los selena Como parte de una exploracién de si misma, pera rambién como ertista y como mujer, ha desarrollo do on jodos esas afios ies persorolidadas @ haves de los cuales ha analizedo sy relacién con*la sociedad: la reina {en El rey, de 1975, que cele bra el nacimiente de sv yo mesculine medianta la aplicactén, pele a pelo, de una baiba felsa, algo que también haré Ana Mendie‘e, la Enfermere fen las aveniuras de una enfeimero, de 1974) y la Ballarina (en La boilorina y el vogabundo, tombin do 1974). En Recollections of my life with Diaghi: fev, presentada en la exposicién Other Reaiitios an @1 Museo de Arte Contemporineo de Heuston, Texas, en 1981, Antin asume lo idertidad de Eleo- nora Anvinova, lo en eu tiempo fomasa bailarine negra de los Ballets Rusos de Diaghilev. Recolte tions es un juege de memoria que recrea le vida y 'os Hampos de le joven Eleonora, y la performan ce 20 €l resultado de ‘ede un proceso previo. En 1980, Aniin (come Elecnora Aniinova) publics une edicién resumida de texios, fotografios y dibu ies. El proyecto, euondo se monta sobre dos paro- dos de una goleria 0 un museo, como es ests caso s@ puede convert fécihmente en une instelacién a lo que se aiiaden muebles, plortas y accesories de ‘p0c6. Las fotogratias presenta a le beilarina en sus més famesos popeles en produeciones varie das, y el texio de Antinova se compore a base de recuerdes personales relacionados fanio con su correra profesional como con su vide privada Eleanor Aniin, duranie la performance, era fisica y psicoldgicamente la bailorine negra, y como tal hacia una nueva lecture de sus memorias, ereondo una ilusi6n cbsoluiamente verosinil ‘tras veces, sin embargo, lo que cvestionon las performances feministas es el papel otorgedo socialmenie ¢ las mujeres 0, incluso, el propio aparate teérico ferinista. En 1976, Julia Heyward present6 Cabezos do dios en ol Whitney Museum, une reaccién conira todas les converciones y los insttuciones que forzaban su vida privads el esta do, lo Familic, también el museo. Al separar al aT 49 spe ESTO NO £ UN JUEGO nts pblico participate en chicos a ka izquierda y chi- ces 0 la dereche, enfotizabe irénicamente los roles sociales de los hombres y las mujeres, subra yodos por une pelicula con mutecas decopitados ue implicaba la muerte de la vide familar. Por su porte, en la performance Supertart ffig. 18) da 1974, presentada dentro del especté: culo colectivo Sapa y tarta, de Jeon Dupuy, Han. nah Wilkie hacia un despliegue desinkibido de su Propic cuerpo en referencia a un cartel que elle mismo habia hecho mas o menos por entonces, titlade Cuidado con el feminizme fascisio, en una clara advertencia hacia los peligros de una cierto clase de puritanisme feminise que estaba miltan do contra las mnismas mujeres, su sexualided y el placer de sus propios cuerpos Pero estamos hablande como si sélo existe ran Europe y Estados Unidos, cuando el arle més comprometide politica y socialmente se he produ sido en Letinoamérico, sobre todo en Brosil y Argentina, la sitvacién politica y social de latino ‘améries @ lo largo del siglo XX, con su dependen cio ecenémica postcolonial, sus dictoduras, su sociedad todavia muy jerarquizeda, oic., he crea do un entorno de tan dificil e injusta convivencia que muchos de las posturas més radicales do izquierdos lodavio se men‘ianan enire una buena parte de su poblacian, Enire el Primer y ol Tercer Mundo, Lotinoomérica necesita lade su energia Pore poder vivir con sus deloroses contradiccio- ‘es: ol propésito de un suerio de felicidad edénico ‘contra la brutal represién auiortaria; una visién fresca del cuerpo y del equilibrio frente al abuso; 'a ereencia en el arte como una fuerza de amanci- Pacién frente la precoriedad de la produccién otfistico Latinoamérica no puede ser una simple cone ‘ribucién @ estas acciones atisticas compromeli das. Tiene que ser, por fuerza, una parte funda- menial. Es obvio que esa parte la ocaparan algu- ‘0s artistas individvales con una espacial fuerza de coréclet, pera no pedemes dejar de pensar v9 sla fuerzo en parte esié inspitada por la pre- sencia de una creativided y una energia popular de la que los ortistas son, de una manera v otra, Festigas. Quizés por eso el motor de todo este cambio es el cuerpo, y fue en teferencie al cuer Po come se revolucionaron todas las estruciuras artsticos, Lygia Clark, Helio Citic y lydia Pope sur gen desde el movimiento neoconcrete que se pro dujo en Brasil entre 1959 y 1961. tygio Clark habia estado an Paris en 1950, y olli habia estu diade el arte abstract concreto europeo. Sin emborge, de welta a Brasil, sus pinturas fueron perdiendo gradualmente las formas ortoganales, y fn un dura ~cungue légico~ proceso, lo orgdnice empieza a aparecer en el esquema de su abstract 19, bya Cac, Sims Jacko, 1958 cin geométrica. Posteriormente incluso esto se ‘goto, y Clark procede a deseubrir eso poética en las personas, con ol cuerpo como motor. En 1964 la artista inieia su escutura “de vestimento” ffig 19), siempre con materiales blandos y disefiada para ser utlizada por los espectadores. Una de sus primeras piezas, Gusono, era una obra reali- zada en cavcho verde con aspecto de henge qua colocé en el tronco de un érbol como si $0 traiara do un porto. Todas estas obras “de vestimenta” contabon obligatoriamente con ol espectador © incluian méscaras sensoriales para una o més per sonas, recinios cavernosos magnelizados que veces alraian y a veces repelian « los participan: tes y, en general, indumentorios en las que los espectadores podion desorrollar su propio “len- quoje del cuerpo”. Una de las obras més conoci- das de este periodo fue Dislogo de manos {1966}, en la que le propia arlisia se maniaté o Helio Oit- cice con cinta de plastico blendo, Hacia mediados de los setento, Clark ya habia consituido un complejo reperiorio de lo que ello llamaba Relational Objects, unos objetos través de los que creia posible una interaccién con experiencias cenlradas en lo memoria del cuerpo © un nivel noverbol, preverbal. De hecho, las posibilidades teropéuticos de este proceso Intere- saron cada vez més 6 la arise y, desde 1976 hosto 1982, en su estudio de Rio de Janairo, trate 52 > muchos individuos con problemas psicalégicos ve podian ir desde is psicéticas profundas los primeros cuadros de Helic Citeica, vis. 303, coloristas y téenicamente impecables, hacen sor que este artiste hubiera jugado un buen 2opel en el contexto del entusiosme modemizador lemporéneo de Brasil, Sin embargo, Oificca so denitica desde el principio con los sectores mas marginales del pueblo (es de les favelas, los vage- bunds), y no precisomente dentro de una utopia moderrista, sino mas bien buscando lo perdido: el to rebalde, lo fineza y legria de Ia somba, fo improvisaciéa en la construccién da sus casas, la ier, los objelos obandenedes en les basureros de la cluded. artisio de una nueva culture. Crelazere Crefeisure edo ello, indicaciones pora el lun neologisme constuido © partir del portug crer”, creer; y “criat, liger, unit), ero un rechozo de todo el sistama de valores an que se barobe el colonialismo y el racismo, e imeginaba “un mundo que se crea o si mismo © hravas de le unién, no como escape, sino come indice de les doseos humanos”, Pere quizas la mejor invencin de Cit sea Farangolé, de 1964 (lig. 20). Se trataba de un trabajo de aris ransfermeble inccrporedo al cuerpo. Cada una de sus capas tiene una esiruetu- ray un carécter dif dos en un hecho individual © en colaborocién. s, rermalmente inspire els Otc, Prvongore #22. Cape 18, Nine, 1, Rio de Janci D Cuando Oitici dor veia y no Por su pare, ciettos trabajos de lygia Pape Io llevaba y boilabo, el especta ic los diferentes veles, demuestran cémo la obsiraccion, ¢ incluso el mii malismo, pueden estar también abierios @ la pro- blemética del cuerpo. En Eggs (1967) los poriich solian de vnes cubes minimolistas como s 17a de.un nacimiento; y en Divisor, de 1968 (fig. 21), el traje comunitario es uno gran tela de. ‘algodén que une lteralmenie a un Buen nimero de personas, cunque lo ciara as que al mismo tiempo las separe, dod la dispo: in regular de los agu E jeros por la que los parficipanles tenian que sacar io cobeze. Un poco mas tarde, la respuesta de los arts: tes on Brasil el drome de le dictadura: militar (a principios de los afios setenta} es al mismo tiempo sully eskatagies, y desde luego muy significative en lo que se refiere a lc vitalidad arfisice del pais. Plésticomente, Artur Barrio viens de una direccién mas expresionista que Clark, Oiticies 0 Pape, y desde el principio se implica profenda- mente con le reolided y con el espectador. “En mis trobojos, las cosas no estan representadas; estan Lyaia Pape Divison, 196 Rio de Jancio: vives. Y es necesario que uno se zambulla en ellas. Mi fraboio tiene su propia vida porque es de todos nosotros". A comianzos de los aes setento, Barrio organizé en Rio de Janeiro y en olras civ dades una serie de acciones titvladas Bulls sn. grientas, unos objetos hortiblemente. sugestives que al artista dejé en el exterior del Museo de Arte Moderno de Brasil para que fueron depositados en los colles de la ciudad 0 @ la largo de las ori llas del rio. Eron bultos con todo tipe de cosas: trae ies, songre, popeles, tito, periédicos viejes, hue (ite Meieeles Serine fa Monta Frat bi, 173-2979. sos..., que, desde luego, sobre el pavimento, sugerian uno poderose ides de una oulorided remota perpetrande impunemente atracidades contra lo gente Por su parte, on El Serman do fo Monta Fiot Lux (197379) (fig. 22), Cildo Meirolos visié 2 los octores como si fueran guardaespaldas del presidente, © policias secretos, y los colocé olre- dedor de un montén de paquetes que contenion ciento veintiséis mil cajas de ceillas de una marca muy conocida en Brasil: Fiot Lux. los alusiones EL ARTE E ACCION biblicas, evidentes en el titulo, continuaban en los ‘espojos que estoban alrededor, on las paredes, on cuyos superficies aporecian impresas las bonds: dos do Cristo. Este trabajo so mosiré on piblico, con mucho dificultad, desde 1973, hasta que en 1979 fue definitivamente censurado. Lo cierto es que Moiroles estaba haciendo una seria denuncia de los outoridades polticas en uno brillonte ole: goria ortistica que partio de los milagros y ol sacri- ficio de Cristo, que él dedied a los desheredados de lo tierra, pore, al final, formar un nicleo de cenergia latente y luz que era norviesaments custo iodo por unos guardaespaldas que no se separa: ron do él ni un solo minute Lo situacién politica brasileia, por otto ledo, es Facilmente extrepolable a otros paises letinoomericanos. En 1974, en lo més olto del ‘error de los lamados escuadrones de la muerte y do lat decopariciones, el fio de Leopoldo Meler, un conocido editor de un periédico liberal argent no, fue secuestrada y atesinado. Maller hizo uno. méquina de escribir en llamas {montenidos mediante un conducto de gas}, fo tulé Homenaje y lo oxpuso en Lendras on 1974. 23. Lea Lublin, Pee btn, 1969 TO NO EF También Leo Lublin se tuve que defender de las interforencies peliciales y de lo censure, hasia el punie de que a vaces hizo trabajos que docu ‘mentaban este process, como su montaje fotogré- fice fitulede Police inspactor’s Reading a Work by leq tublin (1972). Sin embargo, ola proocupa «in fundamental latinoamericana es la natursieza Imponente que les rodea y sv mala ralacién con ef hombre y le tecnologia. Fluvio Subtinol, de 1969 (fig. 23}, de la misma Lublin, estaba inspirado en Ja constccion de un tine! sublorzdnee ave uniria las civdades de Rosario y Sonta Fe: y en Terra ‘ravts, preseniade en ol Insttuls Tello de Buenos Aires en 1969, los visitantes eniraban en un labe- Fino esgiral para descubrir olgunas cotas exen- icles da la vida relacionadas con la naturalezo: Yisrro, agua, sangre, productos agricolas, er. Roberto Evongolista nacié, trebojé y vivid siempre en Monous, en el Amazonas, sintiéndose muy implicado con su lcealidad: con tu gente y con su historia, desde luege, pero también con la problemética de cémo ol discurse internacional da lo vanguerdia puede “infectar” (y cenecier con} su descubrimisnio, sv expresién, de la larga historia de desuccién del Amazenas. En trabajos como Moter Colorosa, los aguos del gion rio eran « la vez el soporte y al medio: una superficie para el traslada de elementos comune: come ol bambd y una metsfers sobre le vealided en que todos es'- mos inmersos, Las diferentes secuencias liricos de ‘Mater Dolorosa rerminaban en ure imagen memo- roble, A modio distancia se veia apcrecer mucha genie dentro del agua, sus cabezas entre cuencos flotantes, formande un grupo {con ol ortisia entre allos} del que solian gritos desesperedes, gritos de agonia, los gritos de una tierra y una cultura que s@ ost chegenc. ee 57 ss BARBARA T, SMITH 24. Freed Me, Museo de Arie Conceptual de San Froreisco, 1973 Freed Me, unc plaza intensamente intima, £0 llavd © cobo en mitad de un acto oltomerte masculin= zado, la exposicién Sound Sculpiure As, organ zade por Tom Mationi an el Ausec de Atte Con ceptual de Son Francisco. La pieza Pissing, del ‘mismo Marioni, era una mussha caracteristica del vipo de obres “de sonido” ereadas por los imagi natives orfstas masculinos para aquel acio, inclvia beber cerveza durante toda Ia nocke @ ir haciendo pis, cuando era necesario, en un tubo metélico que evidentemerte sonaba bastanie. Para colmo, dicke pieze estaba firmado po" Allan Fisch, un personaje inventodo por Marion’ pora poder ser al mismo tiempo expositor y comisari. En coniraste con todo esto, Smith consirays un espacio privedo en el que ella permanecia d nude durante toda la noche, invtondo a los espec rederes y potticipentes, uno pr uno, © entrar, @ hablor con elle e incluso a actuor sobre ella, Su ambiente, muy inlimo, estas equipado con incienso, flores, ccsites corperoles, vino, perfume, Es decir los pa cpontes estaban invitodos @ tener un infercamibio mésica, #8, libros, marihvana. ~ 59 de “convarzecién y afecto”. Front llageron las eri ficas y cuando le praguataron qué panscbe des. pués de haber creado le imagen de Ia mujer como “una cortesana y una odalizes”, Smith responds «que no las habic creado elle, y que es cierto que tales imagenes eran parte de la vida real y parte de la fantasia, pero perterecian al imaginaric colectivo desde hacia muchos sighos En este contexto podemas pensar que este trobojo marca un momento en el combio desde ka mujer objeto erstico de Lebel cl feminismo, y csyuda a ilusirar uno de los mados en que la revo- lucién sexual se tuve que llevar a cabo en los affos sstenta. De hecho, en este y en otros muchos tra bojos, como tartas oes artistas, Smith intonta regociar entre la imagen cultural de la mujer como virgen o como prestituta (une vieja tradicion histo fica que two su punto culminanie a finales del siglo XIX), pero tombién entre los contradiciorios discurses paricrcal y Feministe, y entre su propio uilizacion de '0 parformaree como vahicule “para la tronsformocién personal” y un modo de “exten- der la conciencio en el murda” Pero tampoco somos chamanes rire la polities, la nat lo primitivo y su propia femi- noided, la figura de Ana Men: dieta ure, desde Estados Uni- dos, Latinoamérica con Euro- pa. los ccciones erganizadas por los artis euro de los happenings ome- ricenes; eren més cbsiractos, menos especifces, y gran parte de lo energia de los creadores plésicos se vilizcke en la exploracién do silyacicnes eo Muchas veces estos artisios europe0s, menos traviesos que sus colegos omer peos exan muy diferente porales exiremas. canes, se encontraben sumides en una desespera do bisquede dele inaceplable, de lo herbie o de lo asquerose, pretendiondo quizas recuperar lo categoria justamente pardida de rebelde: y ene- mniges de le sociedad. ‘Ang Merdieta vivié siampro en el margen (rergen/limite); como mujer, pot un lade, an una sociedad descarcdemente machista; come cuba na, por oiro, en un exilio donde los hisparos son todavie ciudadanos de segunda. Incluso su modo de moris, nunce aclorado del todo, aunque crista lino si hacemos caso 0 lo Conspiracién det silen- cio de lynn Hershman (1991), es limite, ti legendatio y primitvo. Pero lo impertonte es que Ana Mendieta sabe siempre universalizar con absclvia lucidez sus circunstencias personales. Desde mediocios de los ofos satente, la artista pro- dujo una osombrosa serie de ccciones en las que explorote, con toda la armadure teérica y politica de pensadores como Fouccult y Marevse a sus espaldas, lemos relacionados con el tabi y la fransgresion social, cenirando sv otencién en el motivo dal socrificio y el crimen en jerne al cuerpo de lo mujer: Lucy Lippard eneliza @ Mandie’a (From the Center: Feminist Essays on Women's Art, Nueva EL ARTE ACCION York, 1974; Overlay: Contemporary Art ond the Art of Prehistory, Nueva York, 1983}, como una creadora preccupads desde el principio per lat logic de la sangre, la violencie y la ferilided, lo ‘que es evidenie, y lo sumerge en un linaje proces dente de la fusion del paganisro hispanoamarica: ne con lo reigién catdlica. Pero llegs demasiodo lejos y acaba haciendo una lecture esencialisia (que: pera. colmo te.va aisomvertir prdcticanenta: ‘en un tépico en los trabajos sobre Mendiotc) ave roturaliza la relacién mujer/tier. Juan Vieenie Alioge lo ha dicho (Bojo vient, Representaciones de la sexuolided en fo cultura y el arte contempo- rine0s, Valencia, 1997): “la asoeiacién parma: rente de naturaleza, cuerpo y mujer, sobre la base 4 une tomejanze fisica que entelaza la fominei dod con los ciclos biolégicos, es peligrosa por el diseurso inmovilista que desprende y por la ces pelitizacién y desconexién de lo real que ecarrea (..). Aparcada en ese limbo sin historia, en ura pura dimonsién ciclica del mundo, on un tiempo estéil, la mujer puede correr al riesgo de ser des pesside de sv aguijén relitico y de sv carga huma- ne pore tronsmutarse en simple espiriy” Sin embargo, es imposible negar los ingre- dionlescitualos y raligiosas da su toboja, En obto- luto greendbergiana, Mendieta tome el exceso de fomalizacion y concent todo su interés en los signos y en los erquetipos de lo que le ere proxi mo, de sus raices, que permanecen en ella con toda su fuerza. Desde el principia, s0 trabajo tiene ‘odo un desarrollo de elementos relativos a ka san ‘oria y @ los religiores animistas Fleracionies on Cuba, Una de sus primeras obras de este tipo fue 1a performance tiulada Muerte de un pollo, cele breda on neviembre de 1972 (lig. 25). Al princt pio de una pelicule en superacho en lo que se filmé la accion, se vo cémo un hombre corte ta cabeze a uno gallina y enlrega el cueipo @ Mer= dieto, que apersce desnuda delanto do un muro bones. Cuence la artista coge a la gallina sin cabeze por las paias, el onimal todavia se agita sin ningin con‘to\. Mendieta la sujera con Fuerza, seporada de sv propio cuerpo, pate por les patas yen el cuerpo hacia abajo delante de ella, Los esposmos de Ia gelling, an su agonic, se propo- gan o trovas del cuerpo de la artiste y Ia sengre dol animal la selpiea por todas partes. Mondicta est6 apelando a un rito de la sertera cubona, pote 0:14 haciendo clgo mas: esa eperiondo un sentido de proximidad e identificacién del cuerpo de la mujer ol del cnimal sacrificade y muerto, y ext8 convitiando @ los expactadoree on irromadio- bles testigos del sacrifcio, testigos de la viciima, Come ha sefaledo Charles Marawether (eatdlogo ds lo exposicién, Fundacién Antoni Tapies, Barce- lona, 1997), es muy posible que de lo cue este hoblonds Mendieta 200 de Io violacién, el vordo- PERO TAMPOCO 50M05 CHAMANES Muerte de, 63 doro toma Jobs, y al hecho de que la artista se negara siempre @ definir esta performance como un rito de otra cultura sugiere que eso violencia de socrificio a6 sitio en 6! mundo profcne on que vivimos. Aunque fo parezca, no hay contreciccién on el plonteamiento de Mendieta. Como ho sefalado Loutdes Mandar (Antzopologia de le preduccién eritica, Madrid, 1995}, les artes primitives apa recen siempre como andnimos, ahistoricas, reflejo del lade oscura del ser humans, expresién colect va de posiones, inslinios y deseos. “En una pcla- tera, £0 piensa que éslos y sus creadores esién especialmente cerca de los impulses basicos y cesanciales de la vida, impulsos que el hombre civi- lizado comparte pero que ertiere baje una copa de comportamiento oprendido”, Entendide asi, es ‘evident que cualavier retomno a loz huenies “erigi- rales’, cualquier recoleccién de uno “radicién verdedora” #5 un recloma de pureza y cutentci- dod pare el ata, Pero los cosas no son ten senci- llas. Come anots Jomes Ciiford (Dilema ce io cul. tue, Antropelogia, jitoratura y arte en 'e perspec fiva posmederna, Barcelona, 1995), en @ mundo contemporénes lo difsrente es'6 incomadamanta cerca y, al mismo fiemp2, no porecen gueder luge: ros en el planeta donde no se pueda sentir la pre sencia de les preductot, loz media y el poder *madernos”. “Lo diferencia se encuentra en la E ACCION vecinded contigua, lo familr aparece en los ‘extremes dela tetra’. Ana Mendio'o conecia muy bion esto dos-orientacién, LeviStrauss ya sefclcto fon Trittes épicos {1955} quo los diferencias humangs auténticas se estdn desinlegrorde, dese: poreciendo en una cultura expensiva moderna Esta, como ha apuntade Clifferd, es une verded inaludible y triste, pero demastado pulcra. Asume une evestionable poticign euracéritica,sitvindose al final de una ‘istorio humone unificada, rex niondo, ramamorondo, los historicidades locales del mundo. Pero @ le lorgo de esta narretva de lo monocubura prograsiva sa puede velumbror una experiencia més ombigua. Se puede, ineluse, con cabir la cultura orgdnice como un proceso inven ve: lae raicas de Ia radicién se cortan y © reonu. dan, los simbolos colectives se enajenan a partir de las influancias extranjeras. Lo cultura y le iden- fidod pueden ser dindmicas, creativas. De hecho, lo hisierio de los paises caribenos que mas rlenen que recuperar de su arte primitive pare slaberar ung “negriud” inventiva y tactica, es uno historia do dogradacibn, dufonaria, vielancia y posibilda des blocueadas. Pero es también rebelde, sincréti cay ereativa. Y puade ser nueva y diferente Esta rocuperacién de lo primitive no entre on conradiccién con e! olio aspecto de la obra de Mendiota’ su dimension historiee-peltice, muy evi dente, par ejemplo, en Violacién fig. 26). En abril PERO TAMPOCO $0M0S CHAMANES 65 EL ARTE E ACCION de 1973, lo artista reoliz6 la primera y mos pole. nice de (rs occiones eeerca del toma de la vielo- cién, Fue poco después de un incidente en el cam- pur de la Universidad de lowe, an ol que une asta dionte hobo sido violada y asesinada un mes antes. Ln primera pieza fue escenificade en su partomento de Moffit Street. Mendicla habia invitado a que la visitaran a amigos y companeros do ocudio, y habio dejado la puerta entornada Nada més entrar, los vistantes se encontraron en Une hebitacién iluminase exclusivamente por una luz colocade sobre uno mesa. Encime estaba fum- ada Mendieta, atada, desnuda de cintura para abajo y menchade da sangre. En of suelo, © su ‘aliededor, habia cachowos rotos y mas songre. Refiriéndose a esto obra, Mendieta dijo una vez que no sabia como podia ser te6rica ante un tema como €se, Porque el tere es nambrar la violoe\én, «0a, ne séle romper el cédige de silencio que la rodea, sino también su anonimato y generalidad. De tradicién europes, Mendicto trabaja siempre con y @ partir de sv cuerpo. El happening fen los Estados Unidos estuvo praferentemante liga do ol arte pop, y el objeto jugé desde ol principio tn papel fundamental, ya sea en el enforno inme- diate, como an los trabajar de Kaprow, 0 como: fetiches artificioles en Ef olmacén de Oldenburg Es el objeto el que ocupa el lugar central en el arta camericano de este geriodo, y | ser humane se mantiene @ una razonable distancia, como hacen las figuras blaneas de Georges Segal. £1 aspecto existencial de lo fisico, la hagedia y la comedia humane, s¢ rologa o Ia observacién a través dol fi ito de los medios de comunicacién, como en los trabajos de Andy Warhol. Mientras tanto, dejabon que Fueran los artistas europees los que hablaren del drama de lo existencia, de la prdida y recu- porecién de las condiciones del sujote, como parle de su propia terrible experiencia. Serén los euro- ppeos los que liendan « praducir seciones social mente relevantes que incluso pretendan ilusamente transformar la realidad. Por eso las acciones con el everpo son tan importantes. En ellas, la idea suele primar sobre cualquier ospecto motericl, y una de las corectersticas més llamativas es lo voluntad de los artistas de imponer la méxima Friak dad y distanciamienio a sus obras, pese 0 ser sus propios everpos lo que ando en juego, llegando comvertrlas muchas veces précticamente en ritua les. Muchas acciones europeas manifiestan incluso una semejanza estructural con el ritual y muchas de allas se refieren a précicas primitivas, socrit ciales, ohora absolutomente desvinculades de su contexto legitimador de creencia religiosa. TAMPOCO SOMOS CHAMANES NR ms RN nh RAR RITUALES SIN MITO Ane teda, el rival depende de una clara distin

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