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anillo del soleo y termina a la altura de la interlinea articular tibiotarsiana, debajo del
ligamento anular del tarso.
Ramas colaterales:
4. Maleolar externa: nace al mismo nivel que la anterior. Oblicua hacia abajo por
entre el peroné y el extensor común de los dedos, desciende así hasta el maléolo
externo, donde termina en 3 ramos:
a. R. maleolares: para el maléolo externo y la piel que lo cubre
b. R. articulares: para la articulación del empeine
c. R. calcáneos: se distribuyen en la parte externa del talón
Rama terminal:
1. Ramos colaterales:
a. Dorsal del tarso: nace un poco más abajo del ligamento anular, se
introduce bajo el pedio y se dirige oblicuamente abajo y afuera hacia el
borde externo del pie, donde se anastomosa con las divisiones laterales de
la plantar externa. Durante su curso emite numerosos ramos, que se
distribuyen por los huesos y por las articulaciones del tarso, por el músculo
pedio, por los tendones del extensor común y por los tegumentos.
i. ramos ascendentes, que suben hacia el empeine del pie y se
anastomosan con la peronea anterior y la maleolar externa;
ii. ramos descendentes, que se dirigen hacia abajo y se
anastomosan al propio tiempo con las divisiones su peri ores de la
arteria Dorsal del metacarpo
b. Dorsal del metacarpo: Se origina de la pedia, muy cerca del primer
espacio interóseo. Desde allí, dirigiéndose transversalmente hacia fuera,
alcanza el borde externo del pie, describiendo un arco de concavidad
dirigida hacia arriba. Este arco, que se anastomosa por fuera con la plantar
externa, emite ramas por:
i. Concavidad. De su concavidad se escapan algunos ramos sin
nombre, que suben por el tarso y, después de un trayecto variable,
se anastomosan con los ramos descendentes de la arteria dorsal
del tarso.
ii. Convexidad, interóseas dorsales. De la convexidad de la arteria
dorsal del metatarso se desprenden sucesivamente tres ramas
distintas, que se designan con el nombre de interóseas dorsales del
segundo, tercero y cuarto espacios.
c. Interósea del primer espacio: Análoga a las interóseas que acabamos de
describir, esta arteria recorre de atrás adelante el primer espacio interóseo
y se divide, en el extremo anterior de este espacio, en colateral externa del
dedo gordo y colateral dorsal interna del segundo dedo. Según la fórmula
enunciada antes, se anastomosa con la primera interósea plantar en dos
puntos: en el extremo anterior del primer espacio interóseo, por medio de la
perforante anterior, y en el extremo inferior de este espacio, por mediación
de la misma pedia, la cual, al pasar de la región dorsal a la región plantar,
constituye una verdadera perforante posterior.
2. R. terminales: Se anastomosa con la plantar externa (arco plantar)
1. Ramas colaterales:
la arteria nutricia del peroné y una porción de ramos musculares sin nombre
2. Ramas terminales:
a. Peronea anterior. La peronea anterior atraviesa de atrás adelante el
extremo inferior del ligamento interóseo. desembocando en la cara anterior
de la pierna. Desciende entonces por delante de la articulación tibiotarsiana
y va a terminar sobre la parte externa de la región dorsal del pie,
anastomosándose con las divisiones de la maleolar externa y de la dorsal
del tarso.
b. Peronea posterior. La peronea posterior, continuando la dirección de la
peronea de que procede, desciende por detrás del maléolo externo Y va a
ramificarse en la parte externa del talón. Sus divisiones terminales se
anastomosan constantemente con las diferentes ramas arteriales de la
región: la peronea anterior, la maleolar externa y la plantar externa.
1) Ramas colaterales:
a) Ramos tibiales, que se destacan en número variable y a alturas diferentes,
para distribuirse: en parte (ramos musculares), por el sóleo, por el tibial
posterior y por el flexor común de los dedos, y en parte (ramos periásticos y
óseos), por la cara posterior de la tibia.
b) Un ramo anastomático, que nace a nivel o un poco más arriba del maléolo
interno, se dirige transversalmente hacia fuera y va a anastomosarse, en la
cara profunda del flexor propio del dedo gordo, con un ramo análogo
procedente de la peronea.
c) Ramos calcáneos, que nacen dentro del canal del calcáneo y se pierden en el
periostio subyacente, en el músculo aductor del dedo gordo y en el flexor corto
del plantar.
2) Ramas terminales. En el canal interno del calcáneo, la tibial posterior se bifurca,
como hemos dicho anteriormente, en dos ramas terminales que se distribuyen en
la planta del pie y a las que se llama por esta razón arterias plantares
ARTERIAS PLANTARES:
2. ARTERIA PLANTAR EXTERNA: Mucho más voluminosa que la interna. Corre por
entre el flexor corto plantar y el accesorio del flexor largo común de los dedos y
llega al extremo posterior del quinto metatarsiano. Aquí, curvándose, se dirige
transversalmente hacia dentro, hacia el extremo posterior del primer espacio
interóseo, donde termina anastomosándose por inosculación con la arteria pedía,
que, de dorsal que era en su origen, se ha hecho plantar profunda. En esta última
parte de su trayecto, la plantar externa, situada todavía más profundamente que,
en su porción inicial, se desliza directamente sobre el metatarsiano, entre los
interóseos y el abductor oblicuo del dedo gordo. Presenta, dos porciones:
a. Porción oblicua:
i. Ramos inferiores: para el flexor corto plantar, el abductor del dedo
pequeño y los tegumentos de la planta del pie.
ii. Ramos superiores: para el accesorio del flexor largo, los huesos y
las articulaciones del tarso.
iii. Ramos internos: para los tendones del flexor largo común y los
lumbricales
iv. Ramos externos: Se dirigen hacia fuera sobre el flexor corto del
dedo pequeño y rodean en seguida el borde externo del pie para
anastomosarse, con las divisiones terminales de la maleolar
externa, de las dos peroneas anterior y posterior, de la dorsal del
tarso y de la dorsal del metatarso.
b. Porción transversal: Se anastomosa con la porción terminal de la arteria
pedia, para formar el “arco plantar”
Arco plantar:
Dividiremos las venas del miembro inferior, como las del miembro torácico, en
venas profundas o subaponeuróticas y venas superficiales o subcutáneas.
A. Venas profundas
1° Venas profundas del pie y de la pierna. —Al igual que Ias del miembro
superior, las venas profundas dcl miembro inferior siguen exactamente el
trayecto de las arterias, cuyo nombre toman, compartiendo con ellas sus
relaciones.
Son en número de dos para cada arteria. Así es que tenemos dos venas pedias,
dos venas tibiales anteriores, dos venas pIantares internas, dos venas plan tares
externas, dos venas tibiales posteriores, dos venas peróneas, dos troncos
venosos tibio peroneos, etcétera. Basta, pues, en general, conocer las arterias
del miembro inferior para conocer al mismo tiempo Ias venas profundas. Tan
sólo las venas poplítea y femoral son únicas Sin embargo, R. Piqué y Pigache
han demostrado que estas venas iban acompañadas a menudo de un conducto
colateral más o menos importante. Según estos autores, este conducto colateral
representaría una vena en estado de regresión y no habría excepción a la regla
según Ia cual toda arteria va acompañada de dos venas.
A causa de su importancia, las venas poplítea y femoral merecen descripción
particular.
2° Vena poplítea. — La vena poplítea, satélite de la arteria deL mismo nombre.
por detrás y fuera de la cual está situada, comienza en el anillo dei sóleo, en
donde está formada por la reunión de Ias venas tibiales anteriores y los troncos
venosos tibioperoneos. De allí remonta hasta el anillo del tercer aductor, al cual
atraviesa para tomar luego el nombre de femoral. Está contenida en Ia misma
vaina vascular que la arteria.
Durante este trayecto recorre dc abajo arriba el hueco poplíteo y recibe como
afluentes las venas gemelas y las venas articulares, correspondiéndose (dos
para cada arteria) con Ias arterias articulares superiores, medias e inferiores.
Otra vena voluminosa, ésta superficial, viene también a engrosarla: es la vena
safena externa, que describiremos luego.
El hueco poplíteo constituye, pues, un confluente venoso muy importante.
3° Vena femoral. —La vena femoral, continuación de la poplítea, acompaña a
la arteria homónima desde el anillo del tercer aductor hasta el anillo crural, más
allá del cual toma el nombre de vena iliaca externa.
En su parte inferior, la vena femoral presenta a menudo un conducto colateral,
que nace de su mismo tronco para volver a él o bien de una rama muscular. Commented [U1]:
B. Venas superficiales
Las venas superficiales del miembro inferior forman debajo de ia piel un plexo de
anchas mallas, que en nada cede en su riqueza al plexo venoso subcutáneo del
miembro torácico.
1° Venas del pie. — Las venas del pie se comportan de diferente modo según
se trate de la cara plantar o de Ia cara dorsal.
A. CARA PLANTAR. — El pie, lo mismo que la mano, sólo tiene en su cara
plantar venas superficiales poco voluminosas: Ia presión continua que sufre esta
región en la posición vertical, habitual en el hombre, habría dificultado
singularmente la circulación de retorno. Pero si bien las venas subcutáneas de
la planta del pie son casi toda, ellas de pequeño calibre, son, en cambio, muy
numerosas y están dispuestas en forma de una red extremadamente rica. Basta,
para convencerse de ello, ponerlas de manifiesto por medio de una buena
inyección.
LEJARS, que ha empleado con este objeto ci procedimiento de inyección de Ias
Venas por Ias arterias, ha quedado tan admirado de esta confluencia de la red
venosa superficial de Ia planta del pie que ha creído deber designar esta red con
el nombre de suela venosa., denominación tan apropiada como pintoresca. He
aquí, resumida sumariamente, la descripción que da a esta red: sus mallas,
estrechas y poligonales en su parte media, se ensanchan en Ia periferia, para
irradiarse hacia los espacios interdigitales, los bordes del pie y el talón.
a) Hacia delante, la red venosa termina por una serie de arcos que
guarnecen La raíz de los dedos y el borde libre de lo espacios
interdigitales. A estos arcos, que son casi siempre de gran volumen,
desembocan Ias venas plantares de los dedos. y a nivel de cada espacio
interdigital parte de ellos una gruesa vena interósea dorsal, ancha vía
anastomótica entre los dos sistemas superficiales del dorso y de Ia planta.
b) En los dos bordes del pie, la suela venosa se resuelve en una serie de
ocho a doce gruesos troncos, que desaguan, después de haber cruzado
los dos bordes:
1° hacia dentro, en Ia vena marginal interna, origen de la safena interna; 2° hacia
fuera, en Ia vena marginal externa. En los puntos en que estas terminaciones de
la red plantar cruzan los bordes del pie, se desprenden de los mismos una serie
de troncos profundos que por los orificios aponeuróticos colocados a lo largo dei
primero y quinto metatarsianos, alcanzan la región plantar profunda y las venas
del sistema profundo (vias anastomóticas).
c) Hacia atrás, debajo del talón, las venas permanecen casi todas
transversales, sinuosas y abombadas, a menudo gruesas como una
pluma de ganso; se presentan aquí estrechamente apretadas y formando
una superficie continua. Solamente en la punta del talón se inclinan hacia
atrás y se remontan por detrás del tendón de Aquiles, para desaguar en
un arco constante, que lo rodea hacia la mitad de su altura y se continúa
luego con la red superficial de la pierna.
Todas estas venas están íntimamente adheridas a la cara profunda de Ia piel;
están como encajadas en verdaderos canales dérmicos. Su preparación es muy
delicada. Disecando en pequeños cortes una tenue laminilla de piel, se
demuestra claramente re de la capa profunda de Ia dermis se desprenden una
serie de tabiques entrecruzados: es un verdadero estroma alveolar, en la que
cada cavidad aloja una especie de engrosamiento o dilatación venosa. Se diría
que es un tejido eréctil.
B. CARA DORSAL. - En la cara dorsal del pie hallamos, como en Ia cara dorsal
de Ia mano, venas a la vez numerosas y de grueso calibre. Estas venas se
extienden aquí constituyendo una red y ofreciendo por lo común Ia forma de un
arco transversal de concavidad dirigida hacia la pierna. En Ia convexidad de este
arco, arco dorsal del pie, desaguan Ias venas dorsales de los dedos del pie.
Profundamente anastomosadas entre sí, y también aquellas venas plantares,
más arriba descritas, que rodean de abajo arriba los bordes interno y externo del
pie. De cada uno de sus dos extremos parten dos venas, llamadas vena dorsal
interna y vena dorsal externa,
Estas dos venas, dorsal interna y dorsal externa, se dirigen ambas oblicuamente
hacia atrás y arriba y cambia n de nombre al llegar a la pierna: la dorsal externa
se convierte en safena externa y la dorsal interna toma el nombre de safena
interna.
La safena externa y Ia safena interna son los dos troncos a los cuales van a parar
todas las venas superficiales de la pierna y del muslo.