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ARTERIA TIBIAL ANTERIOR: Rama terminal de la Arteria poplítea, comienza en el

anillo del soleo y termina a la altura de la interlinea articular tibiotarsiana, debajo del
ligamento anular del tarso.

Ramas colaterales:

1. Recurrente tibial anterior


2. Ramas musculares
a. R. Internos
b. R. Externas
c. R. Posteriores
3. Maleolar interna: nace del lado interno de la tibial anterior, 2 a 3 cm por encima
de la articulación del empeine del pie. Se desliza por entre la tibia y el tendón del
tibial anterior y llega al maléolo interno donde da ramos divergentes:
a. R. articulares o profundos: a las partes blandas de la articulación
b. R. maleolares o superficiales: al maléolo y los tegumentos que lo cubren.

Se anastomosan con las 2 arterias peroneas anterior y posterior.

4. Maleolar externa: nace al mismo nivel que la anterior. Oblicua hacia abajo por
entre el peroné y el extensor común de los dedos, desciende así hasta el maléolo
externo, donde termina en 3 ramos:
a. R. maleolares: para el maléolo externo y la piel que lo cubre
b. R. articulares: para la articulación del empeine
c. R. calcáneos: se distribuyen en la parte externa del talón

Rama terminal:

Arteria pedía: continuación directa de la tibial anterior. Comienza en el espacio


intermaleolar, desciende sobre el dorso del pie y desaparece en la parte posterior del
primer espacio intermetatarsiano.

1. Ramos colaterales:
a. Dorsal del tarso: nace un poco más abajo del ligamento anular, se
introduce bajo el pedio y se dirige oblicuamente abajo y afuera hacia el
borde externo del pie, donde se anastomosa con las divisiones laterales de
la plantar externa. Durante su curso emite numerosos ramos, que se
distribuyen por los huesos y por las articulaciones del tarso, por el músculo
pedio, por los tendones del extensor común y por los tegumentos.
i. ramos ascendentes, que suben hacia el empeine del pie y se
anastomosan con la peronea anterior y la maleolar externa;
ii. ramos descendentes, que se dirigen hacia abajo y se
anastomosan al propio tiempo con las divisiones su peri ores de la
arteria Dorsal del metacarpo
b. Dorsal del metacarpo: Se origina de la pedia, muy cerca del primer
espacio interóseo. Desde allí, dirigiéndose transversalmente hacia fuera,
alcanza el borde externo del pie, describiendo un arco de concavidad
dirigida hacia arriba. Este arco, que se anastomosa por fuera con la plantar
externa, emite ramas por:
i. Concavidad. De su concavidad se escapan algunos ramos sin
nombre, que suben por el tarso y, después de un trayecto variable,
se anastomosan con los ramos descendentes de la arteria dorsal
del tarso.
ii. Convexidad, interóseas dorsales. De la convexidad de la arteria
dorsal del metatarso se desprenden sucesivamente tres ramas
distintas, que se designan con el nombre de interóseas dorsales del
segundo, tercero y cuarto espacios.
c. Interósea del primer espacio: Análoga a las interóseas que acabamos de
describir, esta arteria recorre de atrás adelante el primer espacio interóseo
y se divide, en el extremo anterior de este espacio, en colateral externa del
dedo gordo y colateral dorsal interna del segundo dedo. Según la fórmula
enunciada antes, se anastomosa con la primera interósea plantar en dos
puntos: en el extremo anterior del primer espacio interóseo, por medio de la
perforante anterior, y en el extremo inferior de este espacio, por mediación
de la misma pedia, la cual, al pasar de la región dorsal a la región plantar,
constituye una verdadera perforante posterior.
2. R. terminales: Se anastomosa con la plantar externa (arco plantar)

ARTERIA PERONEA: rama de bifurcación externa del tronco tibioperoneo.

1. Ramas colaterales:
 la arteria nutricia del peroné y una porción de ramos musculares sin nombre
2. Ramas terminales:
a. Peronea anterior. La peronea anterior atraviesa de atrás adelante el
extremo inferior del ligamento interóseo. desembocando en la cara anterior
de la pierna. Desciende entonces por delante de la articulación tibiotarsiana
y va a terminar sobre la parte externa de la región dorsal del pie,
anastomosándose con las divisiones de la maleolar externa y de la dorsal
del tarso.
b. Peronea posterior. La peronea posterior, continuando la dirección de la
peronea de que procede, desciende por detrás del maléolo externo Y va a
ramificarse en la parte externa del talón. Sus divisiones terminales se
anastomosan constantemente con las diferentes ramas arteriales de la
región: la peronea anterior, la maleolar externa y la plantar externa.

ARTERIA TIBIAL POSTERIOR: rama de bifurcación interna del tronco tibioperoneo.

1) Ramas colaterales:
a) Ramos tibiales, que se destacan en número variable y a alturas diferentes,
para distribuirse: en parte (ramos musculares), por el sóleo, por el tibial
posterior y por el flexor común de los dedos, y en parte (ramos periásticos y
óseos), por la cara posterior de la tibia.
b) Un ramo anastomático, que nace a nivel o un poco más arriba del maléolo
interno, se dirige transversalmente hacia fuera y va a anastomosarse, en la
cara profunda del flexor propio del dedo gordo, con un ramo análogo
procedente de la peronea.
c) Ramos calcáneos, que nacen dentro del canal del calcáneo y se pierden en el
periostio subyacente, en el músculo aductor del dedo gordo y en el flexor corto
del plantar.
2) Ramas terminales. En el canal interno del calcáneo, la tibial posterior se bifurca,
como hemos dicho anteriormente, en dos ramas terminales que se distribuyen en
la planta del pie y a las que se llama por esta razón arterias plantares

ARTERIAS PLANTARES:

1. ARTERIA PLANTAR INTERNA: cubierta en su origen por el músculo aductor del


dedo gordo origen por el músculo aductor del dedo gordo; su segmento terminal
discurre entre. Suministra ramos óseos, musculares, articulares y tegumentarios a
la parte interna de la planta del pie y termina en 4 ramos:
a. La primera (l), paralela al borde interno del flexor largo del dedo gordo,
termina anastomosándose con la arteria colateral interna del dedo gordo o
con el tronco común que forma ésta con la arteria común del primer
espacio.
b. La segunda (II), oblicua, se anastomosa con el tronco común de las
arterias digitales del primer
c. La tercera (III) se anastomosa con la arteria intermetatarsiana del segundo
espacio.
d. La cuarta (IV), la más extensa, se anastomosa con la arteria
intermetatarsiana del tercer espacio.

2. ARTERIA PLANTAR EXTERNA: Mucho más voluminosa que la interna. Corre por
entre el flexor corto plantar y el accesorio del flexor largo común de los dedos y
llega al extremo posterior del quinto metatarsiano. Aquí, curvándose, se dirige
transversalmente hacia dentro, hacia el extremo posterior del primer espacio
interóseo, donde termina anastomosándose por inosculación con la arteria pedía,
que, de dorsal que era en su origen, se ha hecho plantar profunda. En esta última
parte de su trayecto, la plantar externa, situada todavía más profundamente que,
en su porción inicial, se desliza directamente sobre el metatarsiano, entre los
interóseos y el abductor oblicuo del dedo gordo. Presenta, dos porciones:
a. Porción oblicua:
i. Ramos inferiores: para el flexor corto plantar, el abductor del dedo
pequeño y los tegumentos de la planta del pie.
ii. Ramos superiores: para el accesorio del flexor largo, los huesos y
las articulaciones del tarso.
iii. Ramos internos: para los tendones del flexor largo común y los
lumbricales
iv. Ramos externos: Se dirigen hacia fuera sobre el flexor corto del
dedo pequeño y rodean en seguida el borde externo del pie para
anastomosarse, con las divisiones terminales de la maleolar
externa, de las dos peroneas anterior y posterior, de la dorsal del
tarso y de la dorsal del metatarso.
b. Porción transversal: Se anastomosa con la porción terminal de la arteria
pedia, para formar el “arco plantar”

Arco plantar:

 Ramas que nacen de su concavidad. suministra algunos ramos


cortos y delgados, que se pierden en los huesos y en las articulaciones
del tarso.
 Ramas que nacen de su convexidad: Emite sucesivamente, yendo de
fuera adentro:
o La colateral externa del dedo pequeño
o Las cuatro interóseas plantares, descienden cada una por el
espacio interóseo correspondiente y terminan, a nivel de las
articulaciones metatarsofalángicas, suministrando la colateral
interna y la colateral externa de los dedos próximos. Un poco
antes de la bifurcación, cada interósea plantar comunica con la
interósea dorsal que le corresponde, como hemos visto
anteriormente por medio de una a dos arteriolas muy cortas,
llamadas perforantes anteriores.
 Ramas que nacen de su cara superior: Suministra las perforantes
posteriores; ramos muy cortos, que atraviesan de abajo arriba el
extremo posterior de los espacios interóseos y, llegados a la región
dorsal, desembocan en las arterias interóseas dorsales, muy cerca de su
origen. No tenemos en el pie más que 3 perforantes posteriores,
correspondientes a los espacios segundo, tercero y cuarto. En el
primer espacio, la arteria pedia, al pasar de la región dorsal a la región
plantar, desempeña el papel de perforante, o, mejor dicho, constituye la
perforante posterior de este espacio.
 Colaterales de los dedos. Ramas terminales de las interóseas.
Venas del miembro inferior

Dividiremos las venas del miembro inferior, como las del miembro torácico, en
venas profundas o subaponeuróticas y venas superficiales o subcutáneas.

A. Venas profundas
1° Venas profundas del pie y de la pierna. —Al igual que Ias del miembro
superior, las venas profundas dcl miembro inferior siguen exactamente el
trayecto de las arterias, cuyo nombre toman, compartiendo con ellas sus
relaciones.
Son en número de dos para cada arteria. Así es que tenemos dos venas pedias,
dos venas tibiales anteriores, dos venas pIantares internas, dos venas plan tares
externas, dos venas tibiales posteriores, dos venas peróneas, dos troncos
venosos tibio peroneos, etcétera. Basta, pues, en general, conocer las arterias
del miembro inferior para conocer al mismo tiempo Ias venas profundas. Tan
sólo las venas poplítea y femoral son únicas Sin embargo, R. Piqué y Pigache
han demostrado que estas venas iban acompañadas a menudo de un conducto
colateral más o menos importante. Según estos autores, este conducto colateral
representaría una vena en estado de regresión y no habría excepción a la regla
según Ia cual toda arteria va acompañada de dos venas.
A causa de su importancia, las venas poplítea y femoral merecen descripción
particular.
2° Vena poplítea. — La vena poplítea, satélite de la arteria deL mismo nombre.
por detrás y fuera de la cual está situada, comienza en el anillo dei sóleo, en
donde está formada por la reunión de Ias venas tibiales anteriores y los troncos
venosos tibioperoneos. De allí remonta hasta el anillo del tercer aductor, al cual
atraviesa para tomar luego el nombre de femoral. Está contenida en Ia misma
vaina vascular que la arteria.
Durante este trayecto recorre dc abajo arriba el hueco poplíteo y recibe como
afluentes las venas gemelas y las venas articulares, correspondiéndose (dos
para cada arteria) con Ias arterias articulares superiores, medias e inferiores.
Otra vena voluminosa, ésta superficial, viene también a engrosarla: es la vena
safena externa, que describiremos luego.
El hueco poplíteo constituye, pues, un confluente venoso muy importante.
3° Vena femoral. —La vena femoral, continuación de la poplítea, acompaña a
la arteria homónima desde el anillo del tercer aductor hasta el anillo crural, más
allá del cual toma el nombre de vena iliaca externa.
En su parte inferior, la vena femoral presenta a menudo un conducto colateral,
que nace de su mismo tronco para volver a él o bien de una rama muscular. Commented [U1]:

Situada al principio por fuera de la arteria, describe gradualmente alrededor de


ella media vuelta de espiral, en virtud de Ia cual ocupa su lado posterior en la
parte media del muslo y su lado interno en el triángulo de Scarpa. En el anillo
crural, la vena femoral está todavía colocada en el lado interno de la arteria
homónima; mira hacia cl borde cortante dcl ligamento de Ginthernat (véase
Miouxt*) del cual está separada por conductos linfáticos y por el ganglio de
Cloquer.
En Ia vena femoral desembocan, como afluentes, todas las venas satélites de
Las ramas arteriales emitidas por la arteria femoral, excepto las venas
subcutaneas abdominales y las pudendas externas, que van a desaguar
previamente en la vena safena interna, sema superficial que describiremos mu!
pronto.
Por una de sus gruesas ramas de origen, la vena circunfleja interna, la vena fe
moral w anastomosa con las venas isquiática y obturatriz, venas afluentes de la
hipogástrica. Estas anastomosis desempeñan un papel importante en Ias
obliteraciones de Ia vena femoral en la región crural. .
4° Disposición de las válvulas en las principales venas profundas del
miembro inferior.— Las venas profundas dei miembro inferior tienen
numerosas válvulas. Houzé estudió minuciosamente estas válvulas en cuatro
individuos, encontrando por término medio.
FRIEDREICH, insistiendo sobre este tema dc las válvulas en las venas Femoral
e iliaca, examinó con este motivo 185 individuos. He aqui las conclusiones a que
le condujeron sus investigaciones:
a) La parte superior de Ia vena femoral, la que se extiende desde el arco
crural hasta centímetros por debajo. posee un aparato valvular que
comprende comúnmente dos válvulas dispuestas una enfrente de la otra.
Pero pueden encontrarse tres válvulas o una válvula única. Cualquiera
que sea su disposición. la válvula femoral es casi siempre suficiente. Los
casos de válvulas insuficientes o rudimentarias sólo representan
aproximadamente el 9 por 100 de la cifra total.
b) La vena ilíaca externa tiene igualmente válvulas, que ocupan con
preferencia su mitad superior. Estas válvulas pueden existir en los dos
lados o en uno solamente.
c) Por lo que se refiere a la vena iliaca primitiva, las válvulas son en ella
extremadamente raras. FRIEDRUCH sólo las ha hallado, como dijimos al
tratar de esta última vena, en 4 individuos entre los 185 que ha
examinado.

B. Venas superficiales
Las venas superficiales del miembro inferior forman debajo de ia piel un plexo de
anchas mallas, que en nada cede en su riqueza al plexo venoso subcutáneo del
miembro torácico.
1° Venas del pie. — Las venas del pie se comportan de diferente modo según
se trate de la cara plantar o de Ia cara dorsal.
A. CARA PLANTAR. — El pie, lo mismo que la mano, sólo tiene en su cara
plantar venas superficiales poco voluminosas: Ia presión continua que sufre esta
región en la posición vertical, habitual en el hombre, habría dificultado
singularmente la circulación de retorno. Pero si bien las venas subcutáneas de
la planta del pie son casi toda, ellas de pequeño calibre, son, en cambio, muy
numerosas y están dispuestas en forma de una red extremadamente rica. Basta,
para convencerse de ello, ponerlas de manifiesto por medio de una buena
inyección.
LEJARS, que ha empleado con este objeto ci procedimiento de inyección de Ias
Venas por Ias arterias, ha quedado tan admirado de esta confluencia de la red
venosa superficial de Ia planta del pie que ha creído deber designar esta red con
el nombre de suela venosa., denominación tan apropiada como pintoresca. He
aquí, resumida sumariamente, la descripción que da a esta red: sus mallas,
estrechas y poligonales en su parte media, se ensanchan en Ia periferia, para
irradiarse hacia los espacios interdigitales, los bordes del pie y el talón.
a) Hacia delante, la red venosa termina por una serie de arcos que
guarnecen La raíz de los dedos y el borde libre de lo espacios
interdigitales. A estos arcos, que son casi siempre de gran volumen,
desembocan Ias venas plantares de los dedos. y a nivel de cada espacio
interdigital parte de ellos una gruesa vena interósea dorsal, ancha vía
anastomótica entre los dos sistemas superficiales del dorso y de Ia planta.
b) En los dos bordes del pie, la suela venosa se resuelve en una serie de
ocho a doce gruesos troncos, que desaguan, después de haber cruzado
los dos bordes:
1° hacia dentro, en Ia vena marginal interna, origen de la safena interna; 2° hacia
fuera, en Ia vena marginal externa. En los puntos en que estas terminaciones de
la red plantar cruzan los bordes del pie, se desprenden de los mismos una serie
de troncos profundos que por los orificios aponeuróticos colocados a lo largo dei
primero y quinto metatarsianos, alcanzan la región plantar profunda y las venas
del sistema profundo (vias anastomóticas).
c) Hacia atrás, debajo del talón, las venas permanecen casi todas
transversales, sinuosas y abombadas, a menudo gruesas como una
pluma de ganso; se presentan aquí estrechamente apretadas y formando
una superficie continua. Solamente en la punta del talón se inclinan hacia
atrás y se remontan por detrás del tendón de Aquiles, para desaguar en
un arco constante, que lo rodea hacia la mitad de su altura y se continúa
luego con la red superficial de la pierna.
Todas estas venas están íntimamente adheridas a la cara profunda de Ia piel;
están como encajadas en verdaderos canales dérmicos. Su preparación es muy
delicada. Disecando en pequeños cortes una tenue laminilla de piel, se
demuestra claramente re de la capa profunda de Ia dermis se desprenden una
serie de tabiques entrecruzados: es un verdadero estroma alveolar, en la que
cada cavidad aloja una especie de engrosamiento o dilatación venosa. Se diría
que es un tejido eréctil.
B. CARA DORSAL. - En la cara dorsal del pie hallamos, como en Ia cara dorsal
de Ia mano, venas a la vez numerosas y de grueso calibre. Estas venas se
extienden aquí constituyendo una red y ofreciendo por lo común Ia forma de un
arco transversal de concavidad dirigida hacia la pierna. En Ia convexidad de este
arco, arco dorsal del pie, desaguan Ias venas dorsales de los dedos del pie.
Profundamente anastomosadas entre sí, y también aquellas venas plantares,
más arriba descritas, que rodean de abajo arriba los bordes interno y externo del
pie. De cada uno de sus dos extremos parten dos venas, llamadas vena dorsal
interna y vena dorsal externa,
Estas dos venas, dorsal interna y dorsal externa, se dirigen ambas oblicuamente
hacia atrás y arriba y cambia n de nombre al llegar a la pierna: la dorsal externa
se convierte en safena externa y la dorsal interna toma el nombre de safena
interna.
La safena externa y Ia safena interna son los dos troncos a los cuales van a parar
todas las venas superficiales de la pierna y del muslo.

2° Vena safena externa. — Nacida de Ia vena dorsal externa o, lo que viene a


ser lo mismo, de la extremidad externa del arco dorsal del pie. la safena externa
pasa por detrás del maléolo externo, costea en seguida durante cierto tiempo Ci
lado externo del tendón de Aquiles y viene finalmente a colocarse en cl surco
longitudinal de los (los gemelos, al que recorre de abajo arriba II4ISLa la parte
media del hueco poplíteo. Una vez aquí, se dobla o tuerce hacia delante,
formando un codo poco pronunciado, y se abre en Ia parte posterior de Ia vena
poplítea.
La safena externa, superficial a nivel del pie, perfora la aponeurosis por detrás
del maléolo y, a partir de este punto hasta su desagüe en Ia poplítea, se desliza
por debajo del plano aponeurótico.
Eu el momento de abrirse en Ia vena poplítea, Ia vena safena externa emite, por
lo general, un conducto anastomótico, de trayecto supraaponeurótico, que
dirigiéndose hacia arriba y adentro rodea la cara interna del muslo y viene a
abrirse en la safena interna, algo por debajo de su desagüe en la vena femoral.
En su trayecto ascendente, la vena safena externa, a Ia que acompañan el nervio
del mismo nombre y una arteriola procedente de los gemelos, es sucesivamente
engrosada por numerosas venas de dirección transversal u oblicua que
provienen de los tegumentos de la parte posterior y externa dc la pierna.
La safena externa posee numerosas válvulas, comúnmente de ocho a quince,
desde su origen hasta su terminación.

3° Vena safena interna. — La vena safena interna es continuación de la vena


dorsal interna y, por medio de esta última, de Ia extremidad interna del arco
dorsal del pie. Verticalmente ascendente, pasa por delante del maléolo interno,
sigue luego sucesivamente Ia cara interna de la pierna, el lado interno de la
rodilla y Ia cara antero interna del muslo, hasta llegar a 3 o 4 centímetros del arco
femoral. Una vez aquí se dobla o desvía hacia delante, perfora Ia aponeurosis
describiendo un arco o gancho de concavidad inferior (cayado de la safena
interna) y se abre en la parte antero interna de la vena femoral. Hasta el punto
en que perfora Ia fascia cribiformis, Ia safena interna es superficial, es decir,
camina por el tejido celular subcutáneo. Únicamente su cayado es profundo o
subaponeurotico.
El orificio aponeurótico que da paso a Ia safena interna está limitado afuera y
abajo por un pliegue aponeurótico de forma semilunar, perfectamente conocido
en anatomía topográfica con el nombre de ligamento falciforme de ALLAN
BURNS o ligamento de Hey; el cayado de la safena está como montado sobre
el cuerno inferior del ligamento. Por debajo del cayado como ya vimos al
ocuparnos de Ias arterias, pasa la arteria pudenda externa inferior, para llegar
desde aquí a las bolsas.
Durante su largo trayecto. Ia vena safena interna recibe como afluentes: 1° Ias
venas subcutáneas de la parte anterior e interna de Ia pierna; 2°, todas las venas
subcutáneas del muslo; 3°, el conducto anastomótico antes descrito, que le envía
la safena externa; 4° las venas pudendas externas superficiales, que proceden
del escroto; 5°, Ias venas subcutáneas abdominales, que descienden de ia parte
anteroinferior de Ia pared abdominal. Estas últimas acompañan en parte a la
arteria homónima, rama de Ia femoral; pero en parte también, son
independientes de este último vaso.
C. Anastomosis de Ias venas superficiales con las profundas
Conforme hicimos ya observar en el miembro superior, las dos redes
superficiales y profundas del miembro inferior están enlazadas entre sí por
numerosas ramas anastomoticas que las hacen solidarias desde cl doble punto
dc vista anatómico y funcional.
Así es que en el dorso dcl pie, cl arco dorsal y sus ramos aferentes comunican
con muchos puntos con la red viciosa situada debajo de Ia aponeurosis.
La safena interna comunica a su vez: 1°, a nivel dc la garganta del pie, con las
venas pedias, Ias venas tibiales anteriores y Ias tibiales posteriores; 2.°, a lo largo
de la pierna, con estas mismas venas tibiales anteriores y posteriores; 3.0, en el
muslo, con la vena femoral por dos o tres anastomosis, que perforan la
aponeurosis por dentro del músculo sartorio.
En cuanto a Ia safena externa, se anastomosa también, en la proximidad de Ia
garganta del pie con las venas plantares externas por una parte, y por otra con
las venas peroneas anteriores y posteriores.

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