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Y EL RECIPIENTE DE CRISTAL
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2006
Gabriel y el recipiente de Cristal 2
Entonces dijo: "Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla
y árboles frutales, que den sobre la tierra frutos de su misma especie con
su semilla adentro". Y así sucedió.
Génesis 1-11
Gabriel y el recipiente de Cristal 3
La aldea
El recipiente de Cristal
Para salir de la duda, lavó las algas con un poco de agua y arena
de las olas que en ese momento llegaban hasta sus pies. Al
quitar las algas y el barro quedó al descubierto una hermosa
botella de un raro cristal muy transparente y grueso, en cuyo
interior había un pergamino delicadamente enrollado y una
extraña bolsa transparente que contenía unas pequeñas pepas
color amarillo.
Y así, durante varias horas de esa cálida tarde, los tres niños con
mucha emoción, intentaron destapar la botella, pero no
pudieron. Por cierto, se trataba un misterioso recipiente cubierto
con una tapa igualmente de cristal que no salía con la facilidad
de las botellas que usaban en la aldea. Sobre la misma tapa de
cristal tenia dibujadas unas extrañas flechas en diferentes
sentidos, además tenía varios símbolos que no entendieron, ya
que nunca los habían visto.
En casa de Bernardo
- ¡Bernardo! ¡Bernardo!
Gabriel y el recipiente de Cristal 11
Con una sonrisa en sus labios, y la calma de todos los años que
había vivido, su buen amigo Bernardo dejó sus tareas y se
dirigió hasta donde estaban los tres niños.
Los chicos estaban cada vez más ansiosos, querían saber cuál
era el misterio que encerraba aquel recipiente
El tesoro
Cuando una semilla muere brota una nueva planta, es así como
la mayoría de las especies han sobrevivido sobre el planeta
durante millones de años.
Gabriel y el recipiente de Cristal 15
Pero pensándolo mejor, esa era una tarea para niños más
pequeños. El construiría un gran faro y se mudaría a vivir allí.
La nueva especie
Aun sin despertar del todo, Gabriel recordó que algunos días
atrás habían encontrado unas extrañas semillas en un recipiente
de cristal; también recordó que las plantaron en una maceta en
la casa de Bernardo.
Los dos niños corrieron sin mucha prisa, uno al lado del otro,
hasta la casa de su amigo Bernardo. Entraron sin golpear a la
puerta, pues estas casas no tenían puertas. Solo tuvieron que
abrirse paso entre unas cortinas hechas de caracoles, y ya
estaban dentro.
Gabriel y el recipiente de Cristal 18
Fin
¿o es solo el comienzo?