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CONVENGION FEDER Ar, g. LA Y LAG ye (1786.1789) ONSTITUCION La convencién de Filadelfia ivo decir que la ge seria excesivo 7 Confederaci 6, habia suficientes pruebas de una aca figs hombres: semeatoes George Washington, Jol me Escindiéndose nién para alar- Adams y otros pod ini una oferta de John Adams a los briténicos 2 a que resolviera las disputas que habjan cei rae ae 733, encontr6 él sarcdstico comentario de que, si la Ce en jncapar de poner en VigoT los tratados existentes, ane ss » €l gobiern jad sélo podria negociar con cada uno de los "Dies Waar es ticular, no podian enfrentarse a una depresi ep la dislocacién del comercio exterior, Tercera 1s Coes deraciOn Se hallaba en plena bajamar, La rebelién de Shays revelé la impotencia del Congreso. Finalmente, causaban gran inquietud las pug- mas interestatales el comercio. Esta ultima consideracién levé a la aamblea de Virginia a invitar a todos los Estados a que enviaran dele- gados a una convencién que se efectuarfa en Annapolis, “para tomar en consideracién el comercio de los Estados Unidos”. Sélo cinco Estados enviaron delegados a la Convencién de Annapolis, que se reunié en septiembre de 1786. Dos de los més jévenes, Alexander Hamilton y James Madison, se destacaron tratando de persuadir a sus colegas de que nada podria lograr un organismo tan endeble, y de que adoptaran un informe redactado por Hamilton. Este informe proponia que los Trece Estados nombrasen delegados para enviar a una conven- cién, “para adoptar los ulteriores acuerdos que les parezcan necesarios Para que la constitucién del gobierno federal sea adecuada a las exigen- Clas de la Unién”. Tal fue la génesis de la Convencién & Congreso invité a los Estados a envi Ave se reunirfa en Filadelfia en mayo, “ r ar los Articulos de la Confederacién”, para “hacer ‘ federal a las exigencias del gobierno, y para Ta conservs CONSTITUCION CION FEDERAL ¥ LA 16 LA CONVEN' i do) estuvieron rey Decaeser” ae me % pee mi ellos, 31, incluso ae Convenes ate destacada en los debates, tenfan educacién uniys, ee he ery ‘identes de colleges; tres eran o habian sido prof, sitaria, Dos eran presiden' 5 ofan enifeniado} acon sores, y una docena o mas también habian = be legados habjan practicado el derecho en los tribunales de oncres; TUCVe Tai ellos James Wilson, el mas util después de Madison, habian nacido en extranjero, Veintiocho habian servido en el Congreso, y la mayorfa de los dems a las legislaturas de los Estados. Lo sorprendente de los deleg. dos era su juventud, Cinco miembros, entre ellos Charles Pinckney, tenfan menos de 30 afios, Alexander Hamilton tenia 32 0 33 y, del grupo si- guiente, James Madison, Gouverneur Morris y Edmund eee anda. ban por los 35. Practicamente todo norteamericano con ideas utiles acerca de la ciencia politica se encontraba presente. Las excepciones notables eran John Jay, ocupado con las relaciones exteriores de la confederacién, y John Adams y Thomas Jefferson, ausentes en misiones en el extranjero. Samuel Adams, Patrick Henry y otro cuyo talento politico habia resul- tado destructivo, no fueron elegidos. é Siempre resulta tentador descubrir intereses actuales en acontecimien- tos pasados. Richard Hildreth, al escribir acerca de la Confederacién Federal en 1849, tocé el tema de la esclavitud. George Ticknor Curtis ¥ George Bancroft, escribiendo en 1854 y 1882, subrayaron los derechos de los Estados contra el nacionalismo. Charles A. Beard, en su Economi¢ Interpretation of the Constitution (Interpretacién econdmica de la Cons titucién) (1918) hizo sonar la nota del determinismo econémico, y varios autores de esa escuela, mostrando aun menos respeto que Beard a 10s hechos, han presentado a la convencién preocupada por proteger la Pi piedad y explotar al pueblo comin, Otra escuela, basindose en la de cripcién hecha por Jefferson de los convencionistas como ‘semidioses” (frase que viviria para lamentar), considera este documento casi como un sancién divina. Una lectura cuidadosa ~ocupacién a ln que masa vez © dedican los escritores populares— de la a la que rara los debates revela que la esclavitud i pea etotel cients ae 4 sus miembros tan sd derable sobre hasta qué punto debfan Jos Estados fa un consenso eer gobierno federal. La consideracién predominante « 1¢ 17 US Poder consistié en levantar un gobiemo que no fuera demyite? 4 los naar cara con los prejuicios populares y, sin embargo, marent® fuerte Bi y bien estructurado para que funcionara bien ©” “Wficientemente fuert? La mentalidad de la Convencién, en marcado ‘ Asamblea Constituyente francesa de 1789, era realign te On Ia de B “La experiencia debe ser nuestra nica gufa, Ey ae antes que tedric £ ‘ocinio podria extt™ arroz Y de injusticia de lases _ f que Rhode Island era el lugar donde una cate un nea tabi ae lan esta- do tiranizando a todos los de: ij is dvlizadas estin divididas en difernieg sum: Todas ls socicdades que consisten en ricos y pobres, acca se aeeeee © intereses, ya bricantes, intereses comerciales, habitantes de te distias aaee distrito... el unico remedio es aumentar la Be Sete dereaues comunidad en un niimero tan grande de intereses 7 pata 8 sea probable que una mayoria tenga intereses comutes sepersiee de ha del conjunto o de la minorfa.” No obstante, los delegados ae ase = largo tiempo lucharon por una mayoria de dos tercios en ae aa para leyes como las de navegacién o para la regulacién del comercio, Por fin se les convencié de que abandonaran esta demanda cuando los Estados del Norte prometieron prohibir los impuestos a la exportacién (que ha- brian recaido en gran parte sobre el Sur), y dejar de meterse durante 20 afios con el trafico de esclavos. Los tinicos requerimientos de dos ter- ios que quedaron en la Constitucién fueron para anular un veto presi- dencial, para proponer enmiendas a la Constitucién, y para la aprobacién de los senadores a los tratados. El 17 de septiembre de 1787, terminada la Constitucién, fue aprobada yfirmada. Los miembros “‘se dirigieron a la City Tavern, cenaron juntos y se despidieron cordialmente”. Sin embargo, no habfa empezado atin la parte decisiva de la lucha por una unién més perfecta; pues el documen- to al cual la Convencién Federal habia dedicado tanto talento y trabajo Tequeria el consentimiento de unas convenciones de cleccién popular, al menos en nueve Estados, para llegar a ser una Constitucién. La naturaleza de la Constitucién Federal La esencia de la Constitucidn, y uno de los secretos de su triunfo, fue la operacién completa y obligatoria del gobierno central sobre cl ciudadand individual, dentro del 4mbito de sus limitados poderes. Mientras ad i cidn de los gobierns de los Estados y €n diltima instancia de la coaccién de los Estados soberanos por © de las armas, el nuevo gobierno federal podia crear sus propias sanciones _Y Ponerlas en vigor, por sus propios tribunales ¥ funcionarios y, mstancia, por la coercién de los individuos. en ultima 160 LA CONVENCION FEDERAL Y LA CONSTITUCION endré facultad: para expedir todas las leyes que pea, para llevar a efecto los... Pe que esta Gién confiere al gobierno de los Estados Unidos (Art. I, Sec. vii, § 1 Esta Constitucién, y las leyes de los Estados Unidos que se expidan acuerdo a ella, y todos los tratados celebrados o que se celebren baj autoridad de los Estados Unidos, seran la suprema ley del pats, y los j de cada Estado estaran obligados a observarlos, a pesar de cualquier coy en contrario que se encuentre en la Constitucién o las leyes de i Estado (Art. VI, § 2). ualguier ‘Ademés, los legisladores de los Estados y los funcionarios del ejecutivo y la judicatura “se obligaran mediante juramento o protesta a sostener esta Constitucién” (Art. VI). Asi el poder policiaco de cada Estado debe. 14 poner en vigor, ast mismo, las leyes de la Unién. En estos aspectos nacionales, las autoridades de los Estados quedan bajo Ia vigilancia de lo tribunales federales, que tienen jurisdiccién sobre “todas las cuestiones en que sea plicable esta Constitucién, las leyes de los Estados Unidos y Jos tratados hechos bajo su autoridad”. Como ultima instancia, el Con- greso tiene poder “para reclutar las milicias” a las érdenes del presidente para “ejecutar las leyes de la Unién’”. Estas son las cldusulas centrales de la Constitucién. Llegaron lejos al tratar de resolver los problemas ms inquietantes del periodo siguiente @ Ja Revolucién. Establecieron un Gobierno Federal, con medios para po ner en vigor pacificamente sus leyes en tiempos normales, y para coacci- at aaNet la ley en tiempos anormales. », el sistema no es unitaric fl i nal es supremo dentro de su esera, tal esera ex defitida y fone, Com? dejé en claro la Décima Enmienda de 1791, “los poderes que la Consti- tucién no delega a los Estados Unidos ni dan reservados a los Estados respectivos © ah eres oe ea a empresas, 5 . civil y penal, la supervisién de los cuerpos religia e acion del dereche del “poder policiaco” en general, sobre | sos, de la educacién Y tar del pueblo. La Constitucién Federal tampoce, SUtidad y el bieneé sin el consentimiento de tres cuartas partes de oy Prctle ser enutien ee Bree IV de la Constitucién, copiado casi pees ticulos de la Confederacién, tiene cierta atmésfer seed mente de os dard entera fe y crédito” en cada Estado a los seg? internacional. “Se procedimientos judiciales de sus Estados hi ba Ptblicos, registros ¥ » Se extenderd a sus SITLL 2 iiaaia ; 161 song ae ee ieee = extraditard a los delincuentes y se Estado su integridad territ ae ee Estados. Como mis adelante sostuvo | ta los fines nacionales consignados es pe caieean Rees eee dos y los ciudadanos son una misma cosa, y estin unidos bajo la misma autoridad soberana y gobernados por las mismas leyes. En otros respec- a poss carasos son necesariamente extrafios entre si ¢ independientes otros”, Al conferir facultades al nuevo gobierno, la convencién incluyé todas las de la Confederacién, como la direccién de la guerra, las relaciones exteriores y con los indios y la administracién de los territorios del Oeste. Acesto se afiadié un limitado poder fiscal, el poder judicial, una vigilancia general de la milicia de los Estados Unidos, sobre las leyes de derecho de autor, patentes y naturalizacién, las leyes de bancarrota, y Ia regula- cién del comercio exterior interestatal y con el extranjero. El poder de bar todas Jas leyes necesarias y adecuadas para hacer cumplir estos poderes definidos daba al gobierno federal Ia suficiente elasticidad para satisfacer las siguientes necesidades de un cuerpo politico muy éxtenso. ‘Algunos aspectos de la Constitucién son antimayoritarios. El Senado pretendia defender los intereses de los Estados pequeiios, proteger la pro- piedad contra niimeros superiores, como francamente lo reconocié Madi- son, y el cargo de seis afios de los senadores, que se cumplia bienalmente por terceras partes, pretendia ser un freno contra toda accién precipita embargo, no procede decir que los sentimientos de Ia Convencién “no democraticos”. Los miembros insistieron en dar participacida i ibio para Ja buena constitucién de un Estado, fuese ince eS Nadie dudé de que los Estados Unidos de- n formar una replica, Acaso Hamilton pensara que la monarquia la mejor forma de gobierno, pero comprendié que era totalmente jpropiada para los Estados Unidos. Se decia que Washington se habia aegado a aceptar la corona durante Ta guerra, y equién si no Washington ere? ii eat i como dijo Madison, “para proteger pics plea Sap la see los Caen mo incluye- fas a la propiedad, Ciertas pricticas = 162 LA CONVENCION FEDERAL Y LA CONSTITUCION jas de Esta rante los afios anteriores, por ae ae 1 Tes fucron prohibit ar CO : a ‘ acuta federal, como lo aprendieron en el periodo de Ja guerra gi, seen el nuestro, La Constitucién daba al Congreso facultades Leet merical pero no lo obligaba a hacerlo, como Elbridge y otros lo exigian. En cierto aspecto, la Constitucién era mds tica que la de ningiin otro Estado, excepto Pennsylvania. No se tener propiedades para ocupar un cargo federal, aunque George Mason deseaba que se impusieran a los congresos los mismos requerimientos de tierras que se hab{an aplicado a los miembros de la Cémara de los Co. munes durante el reinado de la reina Ana, y Charles Pinckney deseab, un requisito de propiedad al menos de 100 mil délares para el Presidente | #8 y de 50 mil para los jucces, congresistas y senadores federales. supt El curioso método adoptado, de escoger indirectamente un presidente mant de los Estados Unidos fue resultado de varios compromisos, especialmente | ‘ter: entre los Estados grandes y los pequefios. Se suponfa que Washington | é¢ 10 seria el primer, presidente, y que el nimero de periodos presidenciales lic no quedaria Jimitado; pero la Convencién, no previendo el brote de un sistema bipartidista, esperaba que cada Estado votara por un “hijo fave Tito”, de modo que pocas veces obtendria un candidato la mayorla de los lac votos e\éctorales. Por ello, se establecfa una eleccién final en la Cémara | trarla de Representantes, donde Ia votacién se haria por Estados: una mayo venci ria de Estados seria necesaria para ser elegido. Ast los Estados grands | Islan nombrarian dirigentes populares, pero los Estados Pequefios tendrian | tituej lung Parte preponderante al elegirlos. Madison pensaba que esto ocum: | El m, tia “19 veces de cada 20’ itido Minis jistrar |; etna de} Si el método de elegir al presidente era diferen te, i a =n et etm Conse |S 4 los. ‘Stados tenfan como gobern; : fouaje - pone clegido por la legsatura Et Gt Tole “ae Mat a setts, © un primer magistrado Poderoso, de ee iar, A sofocado la rebelibn, alent6 a la Convencién’a © <1ecion_ popula nadereral a investir con amplios LA PUGNA POR LA RATIFICACION ngreso sé retina cada afio, lo desee o no el presidente. El Conere: puede volver a poner en vigor leyes, pasando sobre su veto, yel Senado ee rd a sus Ee nombrar funcionarios y de hacer cana ‘Ambas c4maras comparten el poder de enjuici cnet Bisiso al jefe del

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