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El “sistema háptico” ha sido definido como un sistema perceptual distintivo orientado a la

discriminación y al reconocimiento de objetos manipulándolos en lugar de mirarlos. (McLinden &


McCall, 2002).

Cuando pensamos en los niños con discapacidad visual, podemos comenzar a entender qué tan
importante es desarrollar la habilidad háptica (o uso de las manos). El uso de las manos y la
cognición están relacionados.

Mientras más capaz es un niño en la exploración de objetos con sus manos, mayor será su
capacidad para formular conceptos que son críticos para el aprendizaje.

En el caso de los niños con baja visión, puede que la visión no los ayude a entender el significado
de sus experiencias. Al mismo tiempo, el tacto puede ser todo lo que tienen para trabajar que los
ayude a experimentar el mundo.

Desarrollar el sentido del tacto y habilidades adecuadas para el uso de la mano son metas
importantes para cualquier estudiante clon discapacidad visual. El sentido táctil a menudo es
necesario para confirmar que el niño ve o escucha. Debemos pensar en la experiencia del niño
respecto al mundo y encontrar formas de aumentar el uso del sentido táctil del niño en todas las
actividades que realizamos.

El estudiante con ceguera o discapacidad visual tiene necesidades educativas especiales


derivadas de la dificultad de acceder a la información a través del sentido de la vista. Por tanto,
en líneas generales, lo que hay que hacer es potenciar el desarrollo y la utilización del resto de
los sentidos para compensar la discapacidad visual.

Respetar las manos del niño. No tomar o sostener las manos del niño más de lo que sea
absolutamente necesario. Crear confianza entre usted y el niño para que él/ella tienda a confiar
en usted, no tratar de controlar lo que él/ella hace con sus manos.

Observar lo que el niño hace con sus manos. Barbara Miles nos recuerda que esto es
especialmente importante para el niño sordociego, ya que sus manos pueden servirle de ojos,
oídos, voz y herramienta. Cuando observamos lo que el niño hace con sus manos, podemos
entender mejor lo que el niño podría saber sobre el mundo.

Usar el método de mano sobre mano para guiar al niño o modelar acciones con sus
manos. Esto también significa ofrecer objetos al niño poniéndolos debajo de su mano, en lugar
de tomar la mano del niño y llevarla al objeto.

Observar lo que el niño puede hacer con sus manos. Esto puede hacerse a través de una
evaluación formal y de una observación informal. Existen diversos programas que podemos usar
como herramientas para evaluar el sentido háptico y el uso de las manos en los niños con
impedimentos visuales y sordoceguera. Algunas herramientas de evaluación que se usan con
frecuencia en Estados Unidos incluyen la Escala Callier – Azusa, el Esquema Funcional y de
Instrucción, los Inventarios de la Casa y la Escuela o las Habilidades para Resolver Problemas
y la lista de verificación INSITE.

Dar al niño objetos que incentiven el desarrollo de habilidades. Por ejemplo, si usted desea
que el niño logre trabajar aisladamente con sus dedos, entréguele varios objetos diferentes que
incentiven esa habilidad, como arandelas y tuercas metálicas, revolvedores de alambre, telas de
tejido suelto, anillos o partes de tubos, envases con agujeros, etc. Expanda las habilidades
horizontalmente (permítale que practique esta habilidad con varios objetos diferentes) antes de
tratar de lograr habilidades de un nivel más alto.

Dar al niño muchas oportunidades de explorar por sí solo una amplia variedad de objetos
cada día. Estos objetos deberían tener diferentes texturas, pesos, temperaturas, formas,
aspereza y flexibilidad. La mayor parte de la teoría del Aprendizaje Activo se concentra en este
enfoque. Si el uso de la mano por parte del niño es limitado debido a otras discapacidades,
necesitamos asegurarnos de que lleguen cosas a sus manos.

Poner sus manos a disposición del niño para que él/ella sea capaz de decirle o mostrarle
algo. Una forma agradable de hacer esto es simplemente extender sus manos hacia el niño con
las palmas hacia arriba. Deje que el niño tome su mano y guíelo hacia donde desea llegar.

Modelar el uso de la mano para el niño cuando haga cosas. Esto se hace generalmente
usando el método de mano sobre mano a medida que usted realiza actividades diarias como
abrir, cerrar, girar, rozar, leer Braille, señalizar etc. El niño puede aprender mucho sobre las
manos al “mirar” lo que usted hace con sus manos.

Hacer saber al niño que usted está experimentando el objeto que él/ella está
experimentando. Tocar co-activamente los objetos que el niño está tocando es equivalente a
usar un gesto indicativo para hacer referencia a un objeto que el niño está mirando. Esto permite
que el niño comparta con usted información sobre el objeto.

Practicar con el niño juegos de manos. Comience imitando lo que el niño hace con sus manos.
A medida que avanza el tiempo y el niño comienza a poner atención en lo que hacen sus manos,
introduzca nuevas acciones o movimientos. Aplauda, mueva rápidamente los dedos, estreche
las manos, roce con ellas una superficie; cualquier interacción en que el niño esté interesado
funcionará.

Ofrecer muchas experiencias de aprendizaje de mano sobre mano. Evite el uso de


miniaturas o réplicas.

Entregar más tiempo para que el niño explore objetos dentro de las actividades. Lo que
podemos captar rápidamente con nuestra visión requiere más tiempo para aprender con nuestro
sentido táctil.

Crear libros y cajas de objetos para que un niño “recuerde” un suceso que ha
experimentado explorando materiales asociados con esa actividad. Por ejemplo, un viaje al
McDonald puede ser recordado por la exploración de una colección de objetos como una
bombilla, una caja de papas fritas, un juguete sorpresa y una servilleta pegajosa.

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