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Universidad Nacional
“San Luis Gonzaga de
Ica”
ASIGNATURA : OBSTETRICIA 1
CICLO : VI
SECCIÓN : “B”
ICA - PERÚ
2017
INDICE
ENCAJAMIENTO Y DESCENSO........................................................................................ 5
DESPRENDIMIENTO ............................................................................................................ 5
CONCLUSIONES..................................................................................................................... 31
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................................ 32
ANEXOS .................................................................................................................................... 33
DEDICATORIA
Este presente trabajo está
.
dedicado a Dios, a nuestra familia
que nos han apoyado hasta el
momento en nuestra vida, y para
nuestro futuro
MECANISMO DEL TRABAJO DE PARTO DE VERTICE
Desde el punto de vista fisiológico, las contracciones uterinas tienen por efecto
hacer que el feto se dirija y de el paso hacia el canal pelvigenital hasta su salida
al exterior.
4. DESPRENDIMIENTO
Comprende el tiempo en el que el plano máximo de la presentación se
dirija al estrecho inferior. Durante este desprendimiento, se verifican
nuevos cambios de actitud de la presentación, que consiste en una flexión
máxima seguida de una deflexión anteroposterior. Desprendida la
presentación se observa que realiza un movimiento de rotación que
restituye a la orientación que presentaba durante el encajamiento.
Los movimientos pasivos que el feto ejecuta para salir a través del conducto
pelvigenital son variables según la presentación, posición y variedad de posición
y se estudian esquemáticamente en distintos tiempos. Es necesario aclarar que
no se cumplen por planos, como su enumeración induce a suponer, sino en el
espacio. El que se estudien de esta manera obedece a un propósito didáctico.
Todos ellos son progresivos: así, por ejemplo, la flexión comienza, en la
presentación de vértice, en el estrecho superior y continúa durante el encaja
miento. El descenso comienza ya en el estrecho superior, puesto que al aminorar
sus diámetros por flexión la cabeza desciende, colocándose el occipital más bajo
de lo que estaba.
Diagnóstico. Se sabrá que se ha cumplido este primer tiempo del mecanismo del
parto cuando, por medio del tacto, se encuentra la cabeza en el primer plano de
Hodge, con la sutura sagital en un diámetro oblicuo y la fontanela menor cerca
de la línea innominada, mientras se llega con dificultad a tocar la fontanela
mayor. Cuando la lambdoidea está en el centro de la excavación, se puede
hablar de hiperflexión de la cabeza. Apreciando la altura de la presentación, se
dirá que está insinuada. Cuando llega al segundo plano de Hodge, la cabeza
está fijada y comienza a cumplir el 2° tiempo.
Los diámetros de la pelvis ósea por debajo del estrecho superior son
sensiblemente iguales. Luego, para descender, la cabeza no necesita cambiar
de orientación ni de actitud. Este descenso puede hacerse sinclítica o
asinclíticamente. Se llama sinclitismo a la coincidencia de los ejes fetales y
maternos, lo cual se aprecia por la inclinación de la cabeza en relación con la
pelvis. La cabeza en las pelvis normales desciende rectamente en la excavación,
cayendo la sutura sagital "a plomo" y descendiendo, por lo tanto, ambos
parietales al mismo tiempo, siempre con la sagital en el diámetro oblicuo. de
modo que su línea está equidistante del pubis y del promontorio. Sería como la
penetración de un cilindro o pistón en un cuerpo de bomba también cilíndrico.
Si, como hemos dicho. se llama sinclitismo a la coincidencia del eje fetal con el
pelviano, y sabemos que el eje del estrecho superior y la excavación están
representados por la linea umbilicococcígea, podemos ver que en los casos de
anteversión uterina el eje fetal está por delante del eje materno; en cambio, en
los casos con buena tonicidad de la pared abdominal se encuentra por detrás.
Por ello la escuela francesa admitió como normal que el descenso se hacía en
asinclitismo posterior, vale decir, que el parietal posterior descendía primero,
estando al principio la sutura sagital más cercana al pubis (Farabeuf, 1923). Esta
inclinación se iría corrigiendo con el encajamiento, para desaparecer
progresivamente, lo que se traduce en la clínica por el alejamiento de la sutura
sagital del pubis hasta quedar sinclítica cuando está equidistante entre este
hueso y el sacro. El sinditismo es la forma normal de descenso o encajamiento.
Método de Farabeuf. Consiste en colocar de canto los dedos que tactan; si entre
el plano coccisacro y la cabeza caben tres dedos, la presentación está fija. Si
entre el plano coccisacro y la cabeza (parietal posterior) caben dos dedos, la
cabeza se halla encajada. Si cabe un solo dedo o no se admite ninguno, la
cabeza está profundamente encajada.
Método de los planos de Hodge. Cuando el punto declive del polo sobrepasa el
primer plano de Hodge (plano del estrecho superior), la cabeza está insinuada,
su movilidad disminuye, no pelotea, pero puede palparse muy bien
externamente. Se hallaría en el plano -3 de la escuela americana. Cuando el
punto declive de la presentación llega al segundo plano de Hodge o lo
sobrepasa, su ecuador no ha traspuesto el aro del estrecho superior, razón por
la que la palpación externa la percibe cómodamente y, aunque con dificultad, los
dedos vaginales la pueden rechazar hacia arriba, sobre todo en la multípara: se
dice que la cabeza está fijada. Correspondería a la altura de los planos -1 o -2
de la escuela americana. Al llegar la presentación al tercer plano de Hodge,
hecho que se averigua tactando las espinas ciáticas, su perímetro máximo ha
sorteado el estrecho superior. La cabeza ya no puede palparse o se palpa
parcialmente, ya que a causa del aumento de la flexión cefálica la frente ha
ascendido y puede aún percibirse desde el hipogastrio con la cuarta maniobra
de Leopold. Se dice entonces que la cabeza se encuentra encajada. Es el plano
O de la escuela americana.
Para la apreciación por el tacto del grado de descenso hay que tratar de
descartar el error a que podría inducir un voluminoso tumor o bolsa
serosanguínea. Las dimensiones de esta formación crecen a medida que
trascurre el tiempo después de la rotura de la bolsa de las aguas. En las pelvis
estrechas, el tamaño de la bolsa serosanguínea puede hacer que sean visibles
por la vulva los cabellos del feto, aunque la circunferencia máxima no haya
penetrado en la pelvis. En estos casos puede ocurrir que no quepa un dedo entre
la cabeza y el plano coccisacro, y que el punto declive de la presentación llegue
a la línea biciática; pero es fácil evitar el error tocando y estableciendo que no es
el plano óseo el descendido, sino que se trata de un tumor serosanguíneo
voluminoso. Estos tumores pueden en estas circunstancias alcanzar hasta tres
dedos de altura. Hemos insistido en el diagnóstico de encajamiento porque el
tocólogo poco práctico que no conoce estas reglas para verificar la progresión y
nivel de la presentación tiene tendencia a apreciar un descenso pronunciado e
ilusorio de la misma.
La rotación intrapélvica lleva generalmente el punto gula hacia adelante (recorre 45'
si el encajamiento se hizo en el oblicuo y 90' si se realizó en el trasverso) y la nuca
también se mueve hacia adelante (hacía la sínfisis púbica), mientras la sutura
sagital pasa del diámetro oblicuo correspondiente al anteroposterior.
Los tres movimientos que ejecuta la cabeza son posibles dada la forma circular y
la amplitud de la excavación. Encaja miento, flexión y rotación no son planicinéticos,
sino estcreocinéticos; no son movimientos aislados, independientes, sino
simultáneos. La cabeza puede rotar en la parte alta de la excavación; otras veces
la rotación describe un movimiento helicoidal o de tornillo, y, por último, puede tener
lugar en la parte baja de la excavación y aun en plenas partes blandas (rotación
intraperineal). Por lo que es visible desde afuera. La rotación es más a menudo
helicoidal o progresiva; son menos frecuentes la alta o media, patrimonio de las
primíparas, y la baja o perineal, de las multíparas. Las variedades posteriores rotan
también, en general, hacia adelante, y deben recorrer con más trabajo 3/8 de
circunferencia (135'). En forma poco habitual rotan hacia atrás, lo que hace que
después de un recorrido de 1/8 de circunferencia (45') el occipital se coloque en la
concavidad sacra (occipitosacra).
Baudeloc que ideó la teoría de los planos inclinados; éstos, que formarían un
canal de deslizamiento, estarían constituidos por la pelvis misma, el elevador del
ano o el músculo obturador interno y piramidal. Entraría en juego la elasticidad,
tonicidad y resistencia de estos músculos. Dubois pudo demostrarlo
prácticamente en una mujer que acababa de sucumbir en pleno trabajo de parto,
con el cuello dilatado. Haciendo presión sobre el feto, que estaba muerto, logró
que rotara en la excavación y Juego se desprendiera. Tras introducirlo de nuevo
en el útero por vía abdominal, repitió la experiencia, pero la cabeza ya no rotó:
La elasticidad de los músculos había sido vencida. Para conseguirlo de nuevo
fue necesario emplear un feto más grande. Es así como la mayoría acepta que
el plano oblicuo constituido por el embudo del elevador del ano, que termina, en
su parte inferior en una hendidura anteroposterior, obliga a la cabeza a girar
hacia el diámetro anteroposterior. La rotación viciosa a occipitosacra (3% de los
casos) se debe a la flexión insuficiente de la cabeza en las variedades
posteriores debido al periné dilatado y fláccido de las multíparas. Por eso, esta
rotación anormal es en ellas tres veces más frecuente que en las primíparas.
Se ha dicho que las variedades anteriores rotarían hacia adelante a causa de las
espinas ciáticas; pero, de acuerdo con este obstáculo, las variedades posteriores
deberían desprenderse en occipitosacra.
Otra corriente de opiniones atribuye la rotación a la solidarización de la cabeza
con el tronco. Para Olshausen y la escuela lionesa, la cabeza y el tronco se
moverían como una sola pieza después de un cierto grado de flexión. El dorso
seria llevado gradualmente hacia adelante por el aplastamiento del útero
consecutivo a la pérdida de las aguas; producida la solidarización, el giro del
dorso traería como consecuencia la rotación de la cabeza. La rotación en las
posteriores sería tardía por la flexión insuficiente; recién cuando la cabeza se
flexiona más, se hace solidaria con el tronco. Además, la incurvación general del
tronco fetal obliga a este último a amoldarse sobre la incurvación de la columna
vertebral materna; la parte cóncava del feto [plano ventral) se pone en relación
con la saliencia convexa de la región lumbosacra; esta acomodación progresiva
lleva por solidarización también poco a poco el occipital hacia adelante. En la
presentación de cara el mentón rota hacia adelante por la misma razón (la
incurvación corresponde: entonces al dorso del feto, que está en opistótonos).
En consecuencia, concluyen que las anómalas de rotación derivan 'de las
anomalías de la incurvación fetal.
Tarnier explicaba la rotación del mismo modo que la flexión, por la teoría que ya
hemos descrito de los brazos de palanca. El brazo frontal más largo presionado
por la pared pelviana, seria rechazado hacia atrás. La rotación cefálica poco
habitual a OS seria explicada por su actitud intrapélvica o por la forma particular
de la cabeza. Cuando ésta se halla flexionada, el vértice no está en la parte
declive, sino el occipital, el cual recibiría el efect9 del ojal o carena de los
elevadores. El mismo hecho ocurriría con las cabezas pequeñas y redondas.
¿Por qué este tiempo, como el siguiente, se asocian con el parto de los
hombros?
Diagnóstico.
En la primera.
QUINTO TIEMPO:
Acomodación de los hombros al estrecho inferior. Los hombros, que se hallaban
en la excavación en el diámetro oblicuo, se colocan por rotación en el
anteroposterior. En este tiempo, la cabeza ya fuera de la vulva, cuya nuca estaba
orientada hacia arriba, rota mirando hacia el muslo del lado de su posición (es
decir, si la posición era izquierda, hacia el muslo izquierdo); por eso a esta
rotación externa se la ha llamado movimiento de restitución. En cierta época se
creyó que el cuello estaba torcido al expulsarse la cabeza y que ésta rotaba del
lado de la posición por distorsión. Posteriormente se demostró que eso no era
verdad, sino que se debía a la producción del tercer tiempo del parto de los
hombros: rotación para acomodarse al estrecho inferior. Prueba de ello es que
la cabeza no realiza ese movimiento inmediatamente después de haberse
desprendido, sino luego de la aparición de una nueva contracción uterina
SEXTO TIEMPO:
En el primer tiempo la flexión puede ser insuficiente, lo que ocurre con frecuencia
en las variedades posteriores; el diámetro occipitofrontal, de 12 cm y con un
perímetro de 34 cm, se ofrece entonces, retardando el encajamiento. Por lo
contrario, a veces la presentación está en hiperflexión (diámetro
suboccipitobregmático, con un perímetro de 32 cm; esta sustitución de diámetro
es necesaria en las pelvis viciadas o cuando el feto es muy grande, pues en
estos casos se requiere una reducción mayor de los diámetros de la cabeza:
algunas veces ésta permanece en el diámetro trasverso y en él se acomoda.
Existen otros factores que se asocian a un pronóstico menos favorable, tal como
ocurre con la nulípara que comienza el trabajo de parto con cabeza móvil, con
los fetos de volumen excesivo o con la prirniparidad tardía. Modelado cefálico de
la cabeza fetal producido por el trabajo de parto. Se entiende por modelado
cefálico cuando la cabeza fetal presenta una bolsa serosanguinca, un
cefalohematoma, un desalineamiento entre los huesos del cráneo o un
cabalgamiento óseo. Estos fenómenos plásticos generalmente se presentan
aislados. Es excepcional que se produzcan juntos en un mismo feto (esto se
observaba en partos prolongados, obstruidos, abandonados a su suerte). El
desalineamiento óseo moderado se observa con frecuencia en partos normales
sin desproporción cefalopélvica sobre todo después de la rotura de la bolsa de
las aguas. Debe diferenciarse del desalineamiento acentuado (por ejemplo,
mayor de 1 cm entre ambos parietales) y del cabalgamiento óseo (superposición
de huesos), que reflejan ·mecanismos de reducción de los diámetros de la
cabeza fetal producidos en partos distócicos con algún grado de desproporción
cefalopélvica. El cabalgamiento óseo representa el mecanismo máximo de
reducción de la cabeza; es muy grave y se produce luego de muchas horas de
trabajo de parto con manifiesta desproporción cefalopélvica (lucha de la
contracción contra un obstáculo). Por fortuna es infrecuente, dado que estos
casos se resuelven en forma temprana por cesárea. En la génesis de la
deformación de la cabeza fetal durante el parto intervienen los siguientes
factores:
Cuando las membranas o la bolsa de las aguas están íntegras y la cabeza fetal
aún no se ha encajado en la pelvis, el líquido amniótico rodea a todo el feto. En
estas condiciones, durante la contracción uterina, la presión intrauterina se
distribuye uniformemente alrededor de todo el feto de acuerdo con la ley de
Pascal. Las membranas protegen la cabeza y previenen el modelado cefálico.
Con el progreso del parto, la cabeza se encaja y la presión comienza a ser
desigual; aumenta junto con la fricción por el mayor contacto del ecuador cefálico
con el canal del parto. En esta situación la cabeza puede empezar a deformarse.
Si la bolsa de las aguas aún permanece integra, actúa sobre las partes bajas de
la cabeza ejerciendo una contrapresión que minimiza la deformación del cráneo.
En partos normales durante el pasaje de la cabeza fetal por el canal del parto,
ésta puede reducir algo sus diámetros por medio de un moderado
desalineamiento entre los huesos y protrusión de los parietales, sin que se
considere un hecho patológico (fig. 11-63). Esto se observa principalmente
cuando la cabeza está en asinclitismo y el parietal que se presenta hace
protrusión en relación con el otro parietal, con el consiguiente desalineamiento
en la sutura sagital. Este hecho puede ser atenuado por la presencia de las
membranas ovulares Integras. El efecto protector de las membranas contra el
desalineamiento entre los huesos del cráneo se explicaría por un mecanismo
similar al anterior. La presión que recibe la cabeza fetal encajada es mayor en la
zona del ecuador que en otras partes. Esta compresión desigual causa la
protrusión de los parietales en relación con los huesos frontal y occipital. Las
consecuencias desfavorables del excesivo modelado cefálico (bolsa
serosanguínea y desalineamiento entre los huesos del cráneo) en el recién
nacido se verán en el apartado atención del parto. Si no se interfiere el
mecanismo fisiológico del parto, el 75% alcanza el comienzo del periodo de
expulsión· con las membranas ovulares Integras. En estas condiciones, en virtud
del mecanismo arriba descrito, la cabeza fetal sufre el menor modelado. Es por
ello que, salvo indicaciones muy precisas, se desaconseja la práctica rutinaria
de la rotura artificial de membranas ovulares (amniotomía) durante el trabajo de
parto normal, en especial si se realiza temprano.
CEFALOHEMATOMA
Está constituido por un derrame hemático producido entre alguno de los huesos
de la bóveda del cráneo (parietales, occipital) y el periostio correspondiente, sin
sobrepasar las adherencias marginales de este último. En su etiología figuran
causas determinantes, entre las que se cuentan los traumatismos operatorios, y
causas predisponentes. como la hipotrombinemia neonatal. Puede inclusive
sobrevenir posteriormente al parto "forzado" espontáneo. Se presenta como un
tumor que aparece en las primeras horas del nacimiento, circunscrito, de límites
precisos, que se detiene, en virtud de lo dicho, en el límite óseo de suturas. Se
caracteriza por ser renitente, elástico y fluctuante, para presentar, al cabo de
algunos días, un reborde duro como resultado de una reacción osteogénica en
el límite del desprendimiento perióstico a nivel de las suturas. Asienta
generalmente sobre uno de los parietales, ·pero con mucha menor frecuencia
puede ser doble, abarcando ambos parietales o uno solo y el occipital, etcétera.
Es de larga duración, entre uno y dos meses, pero su evolución es siempre
benigna. La conducta ante el cefalohematoma deberá ser expectante. (1)
Los datos para construir las curvas patrón de alerta fueron obtenidos desde los
4-5 cm de dilatación cervical (primer punto confiable de partida para la medida
por el tacto). Por ello, la curva que se elija para cada trabajo de parto se trazará
a partir de que el mismo haya alcanzado o superado los 4,5 cm de dilatación
cervical (línea de base). En el extremo superior izquierdo del partograma se
presenta una tabla con valores correspondientes al percentil 10 del tiempo en el
que cada uno de los 5 subgrupos anteriormente mencionados incrementan la
dilatación de 4-5 cm a 6 cm, de 6 cm a 7 cm, de 7 cm a 8 cm, de 8 cm a 9 cm,
de 9 cm a 10 cm y de 10 cm al parto (fig. 11-69). la curva de alerta se comienza
a trazar cuando la curva de dilatación del caso que está siendo vigilado cruza la
línea de base. Este punto de intersección entre ambas curvas será el punto de
partida de la curva ele alerta. El observador, a partir de ese momento, puede
elegir de la tabla impresa en el partograma los valores correspondientes a las
situaciones obstétricas arriba señaladas. Una vez seleccionada la alternativa que
mejor se asemeja al caso individual, desde la línea de base, en el punto en que
ésta es cruzada por la curva de dilatación del caso, se marcarán los valores del
patrón elegido.
Ingreso temprano
Condiciones cambiantes
Instrumento que permite vigilar la fase activa del trabajo de parto e identificar al
grupo de parturientas que pueden tener algún problema en la segunda fase de
la labor de parto.
■ I: membranas intactas
■ M: líquido meconial
■ S: líquido sanguinolento
Moldeamiento:
Proteínas, cetonas y volumen urinario: registre cada vez que se colecta orina
Para entender el mecanismo del parto normal hay que tener en cuenta que el
feto, conocido como el pasajero, debe ofrecer sus diámetros menores a los
diámetros mayores de la pelvis materna, que es el pasaje. El feto puede adoptar
diferentes posiciones dentro del útero y debido a que el útero tiene una forma
piriforme, con su diámetro mayor en la parte superior y el menor en la inferior, la
situación más frecuente es la longitudinal, con presentación cefálica porque el
polo más voluminoso del feto es el podálico. Así las nalgas ocupan la parte
superior del útero y la cabeza la parte inferior que es la que se presenta en el
estrecho superior de la pelvis.
Debido a que la pelvis materna tiene tres planos y que los diámetros varían
dependiendo del plano, el feto debe realizar una serie de movimientos, conocidos
como “movimientos cardinales del parto”, para que ocurra por vía vaginal.
Existen una serie de presentaciones, dependiendo de la parte fetal que se pone
en contacto con el estrecho superior de la pelvis materna y la más frecuente es
la cefálica, seguida de la presentación de nalgas y, por último, la de hombros.
BIBLIOGRAFIA
PARTOGRAMA