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Presentado a
Prof. Maria Clara Barros
Según el COSO, el Control Interno se define como “un proceso que involucra a
todos los integrantes de la organización sin excepción, diseñado para dar un grado
razonable de apoyo en cuanto a la obtención de los objetivos”. Con esto se puede
deducir que el Control Interno interactúa con todas las áreas de la organización, de
forma que participan activamente, ejerciendo una seria de procedimientos para
obtener y mejorar cada vez más sus resultados.
Son las políticas y procedimientos los que ayudan a asegurar que se tomen las
medidas y mejores decisiones para limitar los riesgos que pueden afectar que se
obtengan los objetivos organizacionales, un claro ejemplo de ello son las
autorizaciones, conciliaciones, revisiones de rentabilidad, etc.
Toda organización tiene que hacer frente a los diferentes riesgos que pueden
afectar la actividad de la organización, previo a determinar los riesgos se tiene que
determinar los objetivos. Cada organización debe determinar sus objetivos, sus
puntos fuertes, débiles, amenazas y oportunidades del entorno.
Como todo proceso tiene sus fallas, este no es la excepción. Muchas veces se cree
que un adecuado sistema de control interno no permitirá ninguna falla generando
una percepción equivocada por lo que existen riesgos inherentes o en algunas
ocasiones los controles pueden ser mal adoptados ya sea por error o con intención.
Se debe considerar que existen limitaciones debido a que la dirección no siempre
tiene el control de todos los hechos que ocurran dentro de la organización por lo
tanto debe tomarse en cuenta que el sistema de control interno solo da una
seguridad razonable de que los objetivos serán cumplidos y que no habrá fallas es
por ello que no debe tener se absoluta seguridad de que el sistema funcionara a la
perfección.
Algunas de las situaciones en donde los controles fallan son por las disfunciones
del sistema, elusiones de los controles por la dirección, relación costo/beneficio y la
confabulación.
Las empresas deben implementar un sistema de control interno eficiente que les
permita enfrentarse a los cambios del mundo de hoy. Es responsabilidad de la
administración y directivos desarrollar un sistema que garantice el cumplimiento de
los objetivos de la empresa y se convierta en una parte esencial de la cultura
organizacional.