El código de ética del Colegio de psicólogos de Chile es un manual de carácter obligatorio
para todo psicólogo titulado y estudiante de psicología en el país. La versión de 1999, que sería la tercera versión del código, es la que se encuentra vigente actualmente. En el caso del grupo de trabajo que desarrolla (o desarrollara) labores en la fundación el código de ética presenta algunos artículos de carácter cuestionable durante el desempeño de las actividades. A continuación, se explicará que artículos podrían expresar conflictos con el actuar como personas y como psicólogos dentro del grupo, y que medidas podría el grupo tomar para discutirlas o solucionarlas. I) Articulo IX: Este articulo abarca varios puntos importantes en las relaciones profesionales del psicólogo con respecto al respeto por los otros. Sin embargo, nos centraremos en el punto que argumenta que el especialista no debería establecer relaciones que puedan dañar su objetividad. Este punto complica a nuestro grupo de apoyo, debido a que como ya se ha explicado con anterioridad, trabaja (o trabajara) con niños de la fundación Coaniquem, es decir, niños que han sufrido diferentes tipos de quemaduras que los han dejado con una marca o daño que les ha afectado emocionalmente de forma notoria. En otras palabras, sería muy difícil para un psicólogo el no establecer una relación afectiva con alguno de estos niños debido a su situación. Si bien, esta situación parece abrumadora para los especialistas, lo mejor que se puede hacer es no intentar evitar este tipo de transferencia que ocurrirá entre el grupo y los pacientes de Coaniquem y mas bien intentar trabajar con ello también, además se recomienda a los psicólogos el tener la voluntad de darse cuenta cuando su juicio puede estar siendo afectado por este tipo de emociones típicas de estas situaciones, o bien, ser capaz de hacer notar a su compañero de labor que su juicio puede estar siendo nublado por la afectividad entre el y alguno de los niños. II) Artículo I y XI: En estos artículos podemos encontrar otra problemática típica del trabajo de grupos con esta clase de pacientes en esta clase de situaciones. La confidencialidad y el secreto profesional son temas que siempre causan polémica entre estudiantes y especialistas. ¿Qué tanto deben callar los psicólogos? Hipotéticamente hablando, se podría dar que uno de los niños le comenta a uno de los especialistas del grupo que ha sufrido de episodios de bullying grave debido a su condición y consecuencias de su accidente o situación, también, alguno de los niños podría presentar algún cuadro grave de depresión que pusiera en riesgo incluso su vida. Ante esto, no hay mejor solución que la comunicación interna del grupo de ayuda sobre que clase de cosas que les digan los niños pueden comentar entre ellos, y en caso de ser algo extremadamente fuera de lo común o de carácter grave, también pueden llegar a un acuerdo sobre a quien deben comentarle esta situación si es que ellos no pueden encontrar una solución por si mismos. A pesar de que el código de ética es explícito en estos artículos sobre lo grave que es la falta de confidencialidad, el psicólogo debe aprender también a pedir ayuda cuando se ve sobrepasado por la situación de un paciente, todo en miras del bienestar de este.