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Revista Cubana de Ciencia Agrícola

ISSN: 0034-7485
rcca@ica.co.cu
Instituto de Ciencia Animal
Cuba

Ortíz, Ana María; Silva, C.; Montes de Oca, C.; Dzul, D.; Xiu, R.
Jerarquía y dominancia social en el macho cabrío bajo condiciones de trópico subhúmedo
Revista Cubana de Ciencia Agrícola, vol. 35, núm. 4, 2001, pp. 323-330
Instituto de Ciencia Animal
La Habana, Cuba

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=193018246002

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Revista Cubana de Ciencia Agrícola, Tomo 35, No. 4, 2001. 323

Jerarquía y dominancia social en el macho cabrío


bajo condiciones de trópico subhúmedo
Ana María Ortíz1, C. Silva2, C. Montes de Oca1, D. Dzul1 y R. Xiu1
1
Instituto Agropecuario de Campeche Chiná. Campeche. México. CP 24090
2
Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Autónoma de Yucatán. Carretera a
Xmatkuil, Yucatán, México. CP 97140

Se utilizaron 12 machos cabríos de las razas Alpina y Saanen para establecer un orden jerárquico y la
dominancia de la conducta, la relación entre estos aspectos y el contacto con la hembra, así como algunas
características físicas de los machos. Los machos se dividieron en dos grupos de seis animales cada uno. El
lote macho-hembra (MH) permaneció en contacto permanente con hembras, aunque separadas por un cerco
y el lote macho-macho (MM) se conservó sin contacto con hembras. Se observó y calificó la dominancia en
cada lote mediante pruebas de competencia de pares de machos. Las variables que se evaluaron preliminar-
mente fueron: coeficiente de linealidad, índice de dominancia, número de agresiones físicas y de agresiones
sin contacto. Debido al carácter de la conducta de las observaciones y para incrementar la confiabilidad se
optó por un diseño jerárquico o de efectos anidados con pruebas repetidas, por lo que la totalidad del ensayo
se
. realizó cuatro veces en diferentes días. Finalmente, se corrieron pruebas de correlación y regresión lineal
entre las variables mencionadas y los factores: edad, peso, circunferencia escrotal y presencia de la hembra.
El coeficiente de linealidad que se obtuvo fue de 0.92 y 0.99 para los lotes MM y MH, respectivamente. Las
agresiones físicas se presentaron en 59.7 % y las agresiones sin contacto en 40.3 %. Dentro de las conductas
relacionadas con la dominancia se destacaron por su incidencia los empujones (39.9 %), la lucha (17 %), la
intimidación (17.4 %) y la dominancia por acercamiento (12.7 %). El índice de dominancia osciló entre 0 y
56.74 % y las agresiones por macho variaron de 0.6 a 10.5, con diferencias altamente significativas entre
individuos (P < 0.01). En este trabajo no se encontraron diferencias significativas en los indicadores estudia-
dos, originadas por el efecto de la presencia de la hembra en los machos. Al analizar la relación entre algunos
aspectos físicos de los animales y el índice de dominancia y las agresiones, se observó que existe una
correlación elevada entre estos indicadores y el peso de los animales (r = 0.93 y 0.95, respectivamente,
P < 0.01) y entre las agresiones y la circunferencia escrotal (r = 0.93). Se concluyó que el macho cabrío tiene
una tendencia muy fuerte a conformar una estructura social jerárquicamente lineal. En ésta la dominancia se
impone mediante agresiones físicas y agresiones sin contacto, con predominio de las primeras. El nivel
jerárquico está relacionado, particularmente, con el peso corporal y la circunferencia escrotal.
Palabras clave: macho cabrío, jerarquía , aspectos físicos.

Varios factores pueden influir en el com- De igual manera, estos autores resumen evi-
portamiento del ganado caprino. Entre ellos, el dencias del efecto de la presencia de hembras
social es el más importante y está representa- en la respuesta endocrina de los machos. Se
do por las interacciones que ocurren entre los reportan evidencias de incrementos en LH y
individuos (Reynolds 1986, Walkden-Brown y testosterona en machos cabríos de Angora
Restall 1996). En cuanto a los estímulos socia- expuestos a hembras en estro por 8 h y aclaran
les estos últimos autores realizaron una revi- que es necesario ahondar en este tipo de estí-
sión de los trabajos que demuestran el efecto mulos sobre la conducta del macho. En cuan-
inductivo de la presencia del macho en la con- to a la relación entre machos, los efectos ad-
ducta sexual y la actividad ovárica de la hem- versos de la presencia de machos dominantes
bra. Este efecto alarga la estación reproductiva. en las pruebas de líbido son estudiados por.
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Fraser y Broom (1990), López et al. (1999) y energía para mantener su posición con de-
Solon et al. (1999) tipifican las manifestacio- trimento de su capacidad de servicio (Kilgour
nes de la dominancia y cuáles son los efectos 1985a, Hafez 1989, Solon et al. 1999).
en la conducta en general de los subordina- La dominancia en el macho cabrío puede
dos y más específicamente los efectos estar influenciada, en primera instancia, por la
inhibitorios en la conducta sexual. Por otro lado, edad y el peso corporal del animal. Sin embar-
en diversas especies se ha demostrado el efec- go, existen otros elementos tales como los fac-
to de la concentración de hormonas gonadales tores hormonales y experiencias sociales pre-
(estrógenos y testosterona) en las manifesta- vias, que pueden cambiar durante la vida del
ciones de la conducta sexual y la dominancia animal, la época del año o el tiempo de estancia
(Restall 1992, Mazur y Booth 1999, Shulkin e interacción en el rebaño.
1999). Todo lo anterior parece demostrar que Un mayor conocimiento de las característi-
los estímulos sociales determinan y pueden a cas y las manifestaciones de la dominancia en
su vez, estar determinados por la concentra- el macho cabrío puede contribuir al diseño de
ción de hormonas esteroides sexuales y que estrategias de manejo y reproducción en la
las interacciones entre los individuos pueden granja, encaminadas a minimizar el estrés y el
o no favorecer las expresiones de la conducta despilfarro de energía y otras pérdidas asocia-
pertinentes para un buen desempeño das con un exceso del comportamiento conflic-
reproductivo. tivo de los animales. En este estudio se analiza-
Dentro de las prácticas de crianza de pe- ron y evaluaron, en condiciones tropicales, la
queños rumiantes en los países en vías de de- jerarquía, las manifestaciones de la conducta
sarrollo y sin importar la zona ecológica del de la dominancia en el macho cabrío y su rela-
mundo es común encontrar, por un lado, que ción con la edad, el peso, la circunferencia
los machos permanecen dentro del rebaño todo escrotal y la presencia de hembras.
el año. Asimismo, su estructura resulta inade-
Materiales y Métodos
cuada, ya que se mantienen pocas hembras en
actividad reproductiva (50 %) y hay por lo re- Localización. El estudio se llevó a cabo en
gular una sobrepoblación de machos (de 5 las instalaciones del Instituto Tecnológico
a 7 %) (Arbiza 1986, Peters 1987, Chiboka et al. Agropecuario de Campeche en el sureste de
1988, De Lucas y Arbiza 2000). Por otro lado, México a 19°40’ latitud norte y 90° 80’ longitud
en explotaciones en las que se llega a estable- oeste. La zona tiene un clima tropical
cer épocas reproductivas los machos son apar- subhúmedo con precipitación que oscila alre-
tados del rebaño y confinados todos juntos a dedor de los 1000 mm anuales y temperatura
un área, lo que genera una mayor interacción media de 29 °C. La temperatura máxima men-
entre ellos. sual varía de 40.3 °C (mayo) a 32.4 °C (diciem-
La competencia y la posición jerárquica bre), mientras que la temperatura mínima fluc-
de un macho en el rebaño pueden afectar su túa entre 22.2 °C (mayo) y 13.7 °C (diciembre).
acceso a recursos limitados dentro de la ex- Animales y manejo. El estudio se realizó con
plotación, tales como bebederos, saladeros, 12 machos, adaptados a la región, con edades
comederos y lugares de descanso, pero tam- entre los 10 meses y tres años. Estos eran re-
bién a las hembras que presentan estro. La presentativos de lo que puede ser el ganado
competencia social entre machos puede ha- caprino lechero de la región, de la razas Alpina
cer que algunos subordinados no expresen y Saanen. Los machos se dividieron 90 días
completamente su capacidad reproductiva antes de la prueba en dos grupos de 6 animales
al tener mayor dificultad para acercarse a cada uno, cuidando que las diferencias de edad
las hembras o la imposibilidad de hacerlo; se distribuyeran equitativamente entre los lo-
pero, por otro lado, los machos dominantes tes. El lote MH permaneció en contacto perma-
tienen que realizar un gran despliegue de nente con hembras, aunque separadas por un
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cerco y el lote MM se conservó exclusivamen- nancia entre los machos (Fraser y Broom
te con machos. Ambos grupos fueron aloja- 1990 y Solon et al. 1999).
dos a una distancia de 500 m uno de otro. En la Pruebas de dominancia. Cada prueba
tabla 1 se muestran las características físicas consistió en colocar a dos individuos del
de los animales. mismo lote en la corraleta de ensayo, des-
Durante el estudio, los animales permane- pués de una restricción de todo alimento du-
cieron estabulados y alimentados con forraje rante 12 h. En un comedero de acceso indi-
verde picado de estrella de Africa (Cynodon vidual se les ofreció concentrado y se per-

Tabla 1. Características físicas de los machos por lote.


Lote/macho Edad, meses Peso, kg Circunferencia
escrotal, cm
MM 1 48 64.0 32.0
3 15 66.0 29.2
4 15 54.5 24.8
7 15 50.0 26.0
8 21 53.0 23.3
13 13 32.0 2 1. 0
MH 2 48 65.0 26.7
5 15 51.0 23.5
6 21 62.0 28.2
12 27 60.0 29.5
14 13 37.0 24.0
15 13 34.0 2 1. 8

nlemfuensis) a libre acceso, un concentrado mitió que se dieran encuentros de conflicto


de granos a razón de 1 kg por día y sales mine- entre ellos. Durante cinco minutos se ob-
rales. Todo el rebaño se trató contra parásitos servó la frecuencia de las conductas de do-
internos y externos. Se vacunó contra enfer- minancia incluidas en el etograma básico y
medades neumónicas y enterotoxemia. se registró finalmente cuál fue el macho do-
Se realizaron observaciones prelimina- minante. Se repitió la operación con cada
res de las expresiones de dominancia. Se posible pareja del lote y se sintetizaron los
colocaron dos machos de un lote en una resultados en una tabla de contingencia de
corraleta de ensayo de 2 x 2 m. Se les res- pruebas apareadas (Lehner 1996).
tringió todo alimento con 12 h de antici- Con los resultados se estimó para cada
pación. En un comedero de acceso indivi- animal el índice de dominancia de Berger
dual se les ofreció concentrado y se per- (1977) y para cada lote el índice de
mitió que lucharan por el alimento. Se re- linealidad en la jerarquía de Landau, pro-
pitió la operación con cada posible pareja puesto por Lehner (1996). Para ambos
del grupo y durante las observaciones se indicadores los valores máximos espera-
elaboró el etograma básico con las con- dos fueron de 100 y 1, respectivamente y
ductas que pudieran estar relacionadas están definidos por las siguientes expre-
con las formas de expresión de la domi- siones:
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ID = [a/b(100)]/(i + 1) diferente en el orden jerárquico, de manera que


hay una clara gradación entre ellos.
 n
h = 12/(n 3 − n) ∑ [Va − ((n −1)/2)]2

En cuanto a las expresiones de pugna por
 
a =1 la dominancia, se registraron dos tipos de con-
donde: ductas: agresiones físicas y agresiones sin con-
a = número de encuentros en que dominó tacto. En la tabla 2 se muestra la frecuencia
b = encuentros en que participó con la que dichas conductas se presentaron,
i = agresiones que inició/agresiones durante un total de 120 encuentros. Entre las
totales agresiones físicas más frecuentes se encuen-
n = número de animales en el grupo tran los empujones, que pueden darse con la
Va = número de animales que domina cada cabeza o con el cuerpo (30.9 %) y luchas que
individuo se expresan como choques de cuernos e inten-
Por el carácter de la conducta de las obser- to de sometimiento (17 %). De las agresiones
vaciones y con el objeto de incrementar la sin contacto físico que se encuentran con ma-
confiabilidad, se optó por un diseño jerárqui- yor frecuencia se destacan la intimidación
co o efectos anidados con pruebas repetidas, (17.4 %), en la que el subordinado no sólo no
por lo que la totalidad del ensayo se realizó opone resistencia, sino trata de mantenerse lo
cuatro veces en días diferentes. El modelo es- más alejado posible, y la dominancia por acer-
tadístico lineal para este diseño recomendado camiento (12.7 %), en la que el subordinado se
por Montgomery (1991) fue: retira del lugar de interés, tan sólo con que el
animal dominante se aproxime. Según Solon
Yijk = µ + Hi + Aj(i) + ε(ij)k et al. (1999) el tipo de conducta con agre-
sión física es la esperada en un rebaño de
donde: jerarquía establecida donde intempestiva-
Hi = al efecto fijo del i-ésimo lote con o sin mente se les restringe el acceso a cierta fuen-
presencia de hembra te de interés; por el contrario, la amenaza y
Aj(i) = el efecto aleatorio del j-ésimo animal la intimidación prevalece donde los anima-
anidado a cada i-ésimo lote les no tienen que competir.
Si bien las agresiones físicas representan
Yijk = observación de la i-ésimo lote, del
casi el 60 % con respecto al total, es de desta-
j-ésimo animal en la k-ésima réplica para los
car la alta incidencia de agresiones que no im-
indicadores del comportamiento estudiados.
plican contacto entre los individuos. De acuer-
Las variables que debían evaluarse inicial-
do con lo expresado por Solon et al. (1999),
mente fueron: índice de dominancia, agresio-
esto puede denotar una mayor capacidad de la
nes físicas y agresiones sin contacto. Final-
especie al recordar y reconocer la identidad de
mente, se corrieron pruebas de correlación y
otros individuos.
regresión lineal entre las variables menciona-
Aunque no se encontraron diferencias sig-
das y los factores: edad, peso, circunferencia
nificativas entre los lotes, se puede observar
escrotal y presencia de hembra, usando los
en la figura 1 que algunos tipos de agresión
modelos de Cochran y Cox (1978), Montgomery
física son más frecuentes en el lote MM, mien-
(1991) y Rodríguez (1991).
tras que las agresiones sin contacto tienen
Resultados y Discusión mayor incidencia en el lote que ha sido expues-
to a la presencia de hembras (MH). Kilgour
El coeficiente de linealidad obtenido para (1985b) afirma que, en condiciones cotidianas,
cada lote (MM y MH) fue de 0.92 y 0.99, res- para el macho cabrío la amenaza y la dominan-
pectivamente, lo que denota la formación de cia por acercamiento son suficientes para que
una jerarquía altamente lineal entre los machos. el subordinado no intente acercarse a la fuente
Esto significa que cada animal ocupa un nivel de interés. Solon et al. (1999) advierten que la
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agresividad se incrementa bajo condiciones siones. En el análisis del índice de dominancia,
estresantes. Es probable que el lote MH estu- las diferencias encontradas entre los machos
viera más acostumbrado a otros individuos de un mismo lote son altamente significativas
(hembras), y por eso les resultarán menos entre todos los individuos, lo que corrobora el
estresantes las pruebas de dominancia. orden jerárquico lineal.
En la tabla 3 se muestran los indicadores Para el índice de dominancia y para el total
de dominancia de cada macho que se expresan de agresiones se destaca un par de machos
en el índice de dominancia y en el tipo de agre- muy dominantes en cada lote (3 y 1 dentro de

Tabla 2. Conductas de dominancia.


Conductas N o. (%)
Agresiones físicas
Golpe y correteo 44 9.3
Empujón 146 30.9
Lucha 80 17.0
Mordida 12 2.5
Subtotal 282 59.7
Agresiones sin contacto
Intimidación 82 17.4
Acercamiento . 60 12.7
Vocalización 30 6.4
Amenaza 18 3.8
Subtotal 190 40.3
Total 472 100.0
Total de encuentros 120

Número
30
25

20
15
10

5
0
Vocalización
Lucha

Intimidación

Acercamiento
Empujon

Amenaza
Mordida
Golpe y corr.

MM MH

Figura 1. Tipo de agresiones por lote.


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Tabla 3. Valores medios de indice de dominancia y tipo de agresiones por macho.


Lote MM Lote MH
Macho Indice de Agresiones, No. Macho Indice de Agresiones, No.
dominancia, dominancia, %
%
Totales Físicas Sin Totales Físicas Sin
contacto contacto
3 51.29a 15.8b 10.5ª 5.3b 6 56.74ª 18 . 0 a 7.5b 8.5a
b b b
1 4 6 . 17 16.3ª 8.8 7.5ª 2 44.80 15 . 4 ª 9.4ª 6.0b
c d b c c b b
8 40.40 6.3 3.3 3.0 12 36.31 13 . 5 5.3 8.3ª
4 28.04d 8.4c 8 . 1b 2.3e 6 2 9 . 5 1d 8.8c 5.5b 3.3c
7 13.41e 12.1b 9.9ª 2.3d 14 15 . 2 7 e 4.3d 3.0b 1.3d
f c c f f e c
13 0.00 0.8 0.8 0.0 15 0.00 0.8 0.6 0.0e
ES ± 1.89 1. 8 1.6 0.9 1.89 1. 8 1.6 0.9
abcdef
Medias con distintas letras en la misma columna y dentro de cada lote difieren a P < 0.01 en pruebas
de Tukey (1953)

MM, 6 y 2 dentro de MH), con los valores más con la agresión. Los grupos de dominancia
altos para estas variables y con diferencias sig- identificados en el estudio se pueden explicar
nificativas entre los dominantes del primer lote. en buena medida por el peso que tienen. En
Este grupo mostró también una incidencia alta las figuras 2 y 3 se muestran las curvas de re-
de los dos tipos de agresiones. En el extremo gresión de estas asociaciones.
opuesto se observó un grupo de machos con Otra relación que se puede observar es la
los valores más bajos en estos indicadores que se establece entre las agresiones y la cir-
(7 y 13 en el lote MM, 14 y 15 en el lote MH). cunferencia escrotal. El tamaño de los testícu-
Estos animales prácticamente son sometidos los puede estar relacionado con el nivel de
por todos los demás. Se debe destacar la espe- producción de testosterona, y sus fluctua-
cial agresividad física del macho 7, pero la poca ciones son importantes sobre todo en ani-
efectividad que tiene para conseguir una posi- males estacionales (Fraser y Broom 1990).
ción de dominancia. El grupo intermedio tiene En este sentido, Shulkin (1999) informó evi-
valores variables, con cierto grado de similitud dencias que sugieren que la testosterona,
entre ellos. Para ninguna de las variables estu- modulada en el cerebro por los receptores
diadas fue posible encontrar evidencia del efec- de vasopresina favorece la agresión. Los
to de la hembra en los machos. No hubo dife- resultados obtenidos parecen estar de acuer-
rencias significativas entre los lotes. do con lo anterior cuando se analiza la co-
En la tabla 4 se muestran los coeficientes rrelación que se obtuvo entre la circunfe-
de correlación que se obtuvieron al explorar rencia escrotal y las agresiones. Es impor-
algunos indicadores que pudieran afectar los tante tomar en cuenta que el peso del animal
indicadores de dominancia mencionados. también está directamente relacionado con
Hafez (1989) y Solon et al. (1999) mencionan la la circunferencia escrotal. Se puede obser-
edad y el peso del animal como algunos de los var que para el binomio peso-circunferencia
factores que pueden influir en la dominancia; escrotal también se presentó una alta corre-
no obstante, en este trabajo no se encontró lación.
una asociación significativa con la edad. Sin Finalmente, según Chemineau (1992), des-
embargo, los resultados sí concuerdan con res- pués de la estación reproductiva en condicio-
pecto al peso del macho, ya que muestran una nes tropicales todavía se podría encontrar
relación directa con el índice de dominancia y animales con alta concentración de testos-
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Tabla 4. Coeficiente de correlación.
Indice de Agresión Edad Peso Circunferencia Pres.hembra
dominancia Total escrotal
Indice de dominancia 0.8524 0.5339 0.9291 0.7793 0.0149
Agresiones Totales 0.6059 0.9465 0.9281 - 0.0163
Edad 0.6161 0.4867 0.0677
Peso 0.8665 - 0.0750
Circ. Escrotal 0.0362
Pres. de hembras

P < 0.01
Dominancia
60 Y = -46.89 + 1.471 Xi
ES = ± 0.185
50
r = 0.92
40 tc = 7.94* (P < 0.05)

30

20

10

0
32 34 36 38 40 42 44 46 48 50 52 54 56 58 60 62 64 66
Peso, kg
Curva de Reg. Valor Real
Figura 2. Curva de regresión. Dominancia y peso.

Agresiones
18
Y = -13.99 + 0.455 Xi
16 ES = ± 0.049
14 r = 0.94
12 tc = 9.27* (P < 0.05)
10
8
6
4
2
0
32 34 36 38 40 42 44 46 48 50 52 54 56 58 60 62 64 66
Peso, kg
Curva de Reg. Valor Real
Figura 3. Curva de refgresión de agresiones y peso.
330 Revista Cubana de Ciencia Agrícola, Tomo 35, No. 4, 2001.

terona, estimulados por el efecto de las hem- Kilgour, R. 1985a. The behavioural background to
bras que aún se pudieran encontrar ciclando. reproduction. Ethology of farm animals. A
En este estudio no fue posible encontrar esta comprehensive study of behavioural features of
evidencia, ya que los coeficientes corroboran the common farm animals. Ed. A.F. Fraser. New
York, USA. p. 279
que la presencia de hembras en este caso pare-
Kilgour, R. 1985b. Libido-The sexual
ce no tener efecto alguno en la dominancia. responsiveness of male farm animals.
Se puede concluir que el macho cabrío tie- Ethology of farm animals. A comprehensive
ne una tendencia muy fuerte a conformar una study of behavioural features of the common
estructura social bien definida y jerár- farm animals. Ed. A.F. Fraser. New York, USA.
quicamente lineal, en la que la dominancia se p.313
impone a través de agresiones físicas y agre- Lehner, P.N. 1996. Handbook of ethological
siones sin contacto. Además, el nivel jerárqui- methods. Cambridge University Press, U.K.
co puede verse afectado por algunas caracte- p.181
López, H., Orihuela, A. & Silva, E. 1999. Effect of
rísticas físicas en los machos como el peso y la
the presence of a dominant bull on performance
talla testicular. En condiciones de restricción of two age group bull in libido test. App. Anim.
de acceso a alguna fuente de interés de domi- Sci. 65:13
nio, como puede ser alimento, agua o una hem- Mazur, A. & Booth, A. 1999. Testosterone and
bra en estro, es de esperar que las agresiones dominance in men. Behavioral and brain sciences.
físicas se incrementen. No obstante, en condi- Ed. Sociology Department Pennsyl-vania State
ciones de poca competencia, el macho cabrío University. USA 27 p.
utiliza exitosamente el acercamiento y la intimi- Montogomery, D.C. 1991. Diseño y análisis de
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