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LA PERLA DE GRAN PRECIO

NEVILLE GODDARD - Sin fecha

Traducción: Rosario DE LA CRUZ

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LA PERLA DE GRAN PRECIO

NEVILLE GODDARD - Sin Fecha

Traducción: Rosario DE LA CRUZ SALCEDO

El tema de esta noche es la Perla de Gran Precio.

Esto se ha tomado del capítulo 13 del Evangelio de Mateo, versículos 45 y 46.

Se trata del Reino de los Cielos.

Y antes que nada, digamos que el Reino de los Cielos es simplemente ese estado
en el cual el hombre se eleva, donde todo está completamente sujeto a su poder
imaginativo. Él está destinado a ser su heredero, uno con su Padre, que es Dios,
donde todo está bajo su poder.

Ahora aquí está la cita de Mateo 13:

El Reino de los Cielos es como un mercader en busca de perlas finas, que al


encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

Espero que pueda traerte esa perla esta noche. Puede que no la valores hasta el
punto de estar dispuesto a vender todo lo que tienes y comprarla.

Pero te hablaré de esta perla. Muy pocos están dispuestos a vender todo y
comprar la perla.

Permíteme ahora citar otro pasaje de los Evangelios. El capítulo 11 del Libro de
Lucas, versículos del 21 al 23:

Cuando un hombre fuerte, completamente armado, protege su propio palacio, sus


bienes están en paz. Pero cuando uno más fuerte que él lo ataca y lo vence, le
quita la armadura en la que él confiaba, y divide su botín.

La siguiente línea, como si fuera una ocurrencia tardía, arroja toda la luz en el
mundo sobre esa afirmación:

El que no está conmigo está en mi contra. No hay neutralidad benevolente.


Ninguna en absoluto. El que no está conmigo es mi enemigo. Él está en mi contra.

Entonces encontramos a quien tiene el control total de este Reino de los Cielos.

Y te digo que este ser se llama, en las Escrituras, Cristo. Pero Cristo se define
como "el poder y la sabiduría de Dios".

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En el primer capítulo de la primera carta de Pablo a los Corintios:

“Cristo es el poder y la sabiduría de Dios.”

¡No busques un hombre! Un hombre es solo el instrumento a través del cual se


ejerce este poder y esta sabiduría. Entonces Cristo mismo es el poder y la
sabiduría de Dios. Tú y yo somos los instrumentos a través de los cuales se ejerce
este poder y esta sabiduría.

Luego Pablo hace la declaración:

A partir de ahora, no consideraremos a nadie desde el punto de vista humano.


Aunque una vez consideramos a Cristo desde este punto de vista humano, ya no
lo consideraremos así.

(Si estás tomando notas, esa es la segunda carta a los Corintios, Capítulo 5,
versículo 16. A partir de ahora no consideramos a nadie desde el punto de vista
humano. Aunque una vez consideramos a Cristo desde el punto de vista humano,
ya no lo consideramos así).

Y luego él, el autor de esa declaración, define a Cristo para nosotros:

Cristo es el poder y la sabiduría de Dios. Ahora se nos dice:

Por él se hicieron todas las cosas, y sin él no se hizo nada de lo que se hizo. En
absoluto. Entonces, te invitamos a probar a Cristo en ti.

Nuevamente, de las cartas de Pablo, Capítulo 13, el versículo 5. Aún mejor, léelo
hasta el 7mo verso, pero te citaré el 5to:

Examínense ustedes mismos para ver si están aferrados a la fe. Pruébense


ustedes mismos. ¿No se dan cuenta que Jesucristo está en ustedes? A menos,
por supuesto, que no pasen la prueba. Espero que descubras que no hemos
fallado.

Y luego nos da una advertencia, porque ahora él solo habla de poder; poder y
sabiduría personificados en la forma de alguien llamado Cristo Jesús.

Y ahora él nos advierte:

Espero y le pido a Dios que no lo uses de manera incorrecta.

Incluso si piensas “él está insinuando que no lo he usado al máximo de mi


capacidad, prefiero que oigas y sientas que he cometido un error o que he fallado,

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a que pienses que lo usas con maldad,” lo que implica, diciéndolo muy
abiertamente, que puedes hacer un mal uso del poder.

Todos en el mundo están usando este único poder, pero no lo saben. Por ello, él
está tratando de llevarnos al conocimiento de este poder y al uso prudente de él.
Se llama, como lo citamos por primera vez, "La Perla de Gran Precio".

Tan grande es esta perla, tan valiosa que se necesita todo lo que tienes para
comprarla.

Ahora no vas y liquidas tus acciones y bonos; no vendes tus casas; no vendes
nada en el mundo del César. Pero se necesita todo lo que ahora crees para poder
pagarla.

¿Crees en la astrología? Tienes que venderla.

¿Crees en la numerología, en las hojas de té, en la numerología y todas esas


cosas? No importa en qué creas que tiene poder para controlarte, tienes que
venderlo.

Toma la creencia, todas estas creencias, y tienes que venderlas. ¡Nadie te las
comprará! ¡Pero las entregas, como cosas sin valor! Por lo tanto, no hay ningún
precio adjunto, ningún valor en absoluto. Pero no puedes aferrarte a una cosa en
la que ahora crees como un poder que controla tu vida y aun así querer comprar la
perla de gran precio.

Todo en lo que ahora crees, ya sean las drogas que tomas, incluso las cosas: las
dietas, si eres vegetariano y piensas que ese es el camino hacia Dios; si eres
carnívoro y crees que ese es el camino hacia Dios... si eres un no fumador, no
bebedor, y ese es el camino a Dios... o si eres un fumador y un bebedor y ese es
el camino hacia Dios. No hay otro camino hacia Dios que Cristo.

YO SOY el camino. No hay ningún otro. ¿Camino hacia qué? Hacia todo en este
mundo, pero especialmente hacia el Padre.

Nadie viene al Padre sino por mí.

Y aquí él lo define, que él es el único camino en el mundo para todo lo que tú y yo


buscamos en este mundo. Y se necesita todo lo que poseemos, como las
creencias que pensamos son poderes para guiar nuestra vida, para pagar esa
perla de gran precio.

Si piensas por un momento que puedes aferrarte a una pequeña cosa en caso de
que esto no funcione, no puedes comprar la perla. Y entonces, cuando compre la

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perla, salgo y vivo de acuerdo. Y no hay otro ser en este mundo... solo la perla, y
yo vivo por ella.

Y esta perla es tu maravillosa imaginación humana. Ese es Cristo.

Ahora la veo en la audiencia esta noche. El viernes pasado por la noche, esta
dulce dama me contó esta historia.

Fue a la panadería a comprar las cosas habituales que compramos cuando vamos
a una panadería. Y la señora que la atendió no se veía bien.

Y ella (la dama), sin preguntarle las razones de su apariencia actual, cuando llegó
a casa, en el ojo de su mente, habló con ella como si la tuviese delante
físicamente.

Ella no se sentó, no se relajó, no entró en trance, simplemente la trajo ante el ojo


de su mente y la escuchó decir que se sentía muy bien, y ella la felicitó por su
aspecto. Se veía tan bien. Y esta fue una comunión entre dos almas.

Y ella creyó en la realidad de su acto imaginario.

Una semana más tarde, ella regresa a la misma panadería, y aquí está esta
señora, la misma señora pero radiante. Tan radiante que provocó una
exclamación de ella y le dijo: "Te ves tan bien. ¿Qué ha sucedido?"

Bueno, dijo, "la semana pasada heredé algo de dinero. Pagué todas mis deudas.
Pagué todo lo que debía en este mundo, así que no tengo deudas y tengo mucho
dinero."

Ahora, esta señora no está al tanto del regalo que recibió de la dama que está
presente aquí esta noche. Ella está totalmente inconsciente de eso.

Ahora escucha estas palabras, y trata de darles cualquier otra interpretación en el


mundo, y luego dime si puedes. Es del capítulo 25 del Libro de Mateo:

En la medida en que lo hiciste con uno de mis hermanos más pequeños, me lo


hiciste a mí. No necesitas el consentimiento de ningún ser en este mundo para
escuchar buenas noticias para ellos.

No tienes que decir: "¿Quieres que lo escuche? ¿Quieres elogios?

Si les preguntas primero: "¿Debo oír buenas noticias para ti?", Solo estás
preguntando por si esto funciona, ellos te elogiarán o de alguna manera te darán
algo.

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No le pides permiso a nadie para escuchar buenas noticias.

Porque "en cuanto lo oíste, como lo hiciste con uno de mis hermanos más
pequeños, me lo hiciste a mí". Y cuando no lo hiciste, tampoco lo hiciste por mí."

Y así cada momento del tiempo, existe la oportunidad de hacerlo por Cristo Jesús,
siendo Cristo Jesús tu propia maravillosa imaginación humana. Y ver al hombre en
necesidad y no actuar en tu propia maravillosa imaginación, como ella lo hizo, es
mantener las heridas abiertas, y llevar cada vez más rayas sobre el cuerpo de
Cristo Jesús, porque el único Cristo Jesús está en ti, como tu única maravillosa
imaginación humana.

Cristo en ti es la esperanza de la gloria. Vamos, ponte a prueba y verás.

Qué maravillosa invitación. Pruébate. ¿Cómo me probaría a mí mismo? Bueno,


así es como te pruebas a ti mismo. Te digo que si imaginas, como lo hizo esta
dama, que alguien está frente a ti en forma corporal, aunque no lo puedas ver con
tu ojo mortal, pero en realidad te imaginas que está parado frente a ti, y mantienes
una conversación con esa persona desde la premisa de tu deseo cumplido para
ellos, y luego sientes a esa persona como si la sintieras si estuviese sólidamente
presente ahora, y crees en la realidad de ese acto imaginario, está hecho.

Y cómo sucederá, no debes preocuparte. Tiene su propia manera de


externalizarse dentro de su mundo. Todo lo que necesitas hacer es hacerlo
(imaginar). Como se nos dijo en el primer capítulo del Libro de Santiago, cuando él
dijo: "Reciban con mansedumbre la palabra implantada". Y la Palabra se llama
Cristo Jesús, el poder y la sabiduría de Dios.

Pero sed hacedores de la palabra, y no meramente oidores, engañándose a


ustedes mismos. Entonces, cuando él me dice que sea el hacedor de la palabra, el
mundo piensa que significa salir y hacer un esfuerzo físico. No.

Santiago no me dice que sustituya las obras por la fe. Las obras son evidencia de
si la fe que profeso está viva o muerta.

¿Está viva? Si está viva, solo actuaré sobre eso. Si no está viva, bueno,
entonces, no actuaré en consecuencia. Todavía no he comprado la perla de gran
precio.

Entonces compro la perla de gran precio, no hay otra perla como esta. Vendo
todo en este mundo para comprarla. Vendo todas las creencias en poderes que no
sean mi maravillosa imaginación humana. Y todos, porque tienen imaginación y
todos pueden imaginar y todos pueden creer en la realidad de su acto imaginario,
pues es libre. Imaginar hace libre al hombre.

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Porque se nos dice:

“Si crees en mí y acatas mi palabra, entonces conoces la verdad, y la verdad


te hará libre.”

Bueno, ¿cómo define él la verdad?

Él dijo: "YO SOY la verdad", "Si conocen mi palabra, conocen la verdad" y "Yo soy
la verdad".

Si permaneces en esto, entonces serás liberado.

¿Quieres decir que si simplemente me imagino que soy el hombre que me


gustaría ser, eso es todo lo que necesito hacer? Solo inténtalo. Imagina que ya
eres el hombre que te gustaría ser, la mujer que te gustaría ser, como te gustaría
que sean tus amigos y hasta desconocidos. Solo imagínalo. Inténtalo.

Ponte a prueba y verás.

A medida que te pruebas y sucede, bueno, entonces, ¿puedes volver a la


creencia en algún poder fuera de Cristo Jesús?

Es encontrar quién es Él, y te digo que Cristo Jesús es tu maravillosa imaginación


humana. Cristo en ti debe resucitar. Y entonces comienzas a ejercitarlo, creyendo
en él. Cree en la ley de Cristo Jesús y sé salvo.

Y entonces empiezo a creer en él, pongo toda mi confianza en él. No importa


dónde empiezo en la vida. ¿en una mal posición económica? No hay diferencia.
Comienzo a creer en Él y solo en Cristo Jesús. Luego parto desde allí,
entregándole toda mi vida a Él, como si no hubiera otros, solo Cristo Jesús, y lo he
encontrado. Él es mi maravillosa imaginación humana.

Cuando creo en Él hasta ese punto, las cosas suceden.

Ahora ella me dice, la misma dama, por eso llamé a esta noche, "La Perla de Gran
Precio", ella tenía un sueño. Y aquí todo está de lodo, nada más que lodo, lodo
giratorio. Y mientras giraba, giraba y giraba ante el ojo de su mente, en su sueño,
notó una perla pequeña, perfectamente hermosa, una perla perfecta. Y ella
recogió y sostuvo esta perla perfecta, no era grande pero era una perla perfecta,
en su mano. Y luego ella se despertó.

Ahora, esta perla ella la encontró en la serie de experiencias que condujo. Pues un
muchacho vino desde el este, vino del este al oeste, con instrucciones de que si
no podía encontrar un trabajo de inmediato, tenía que regresar al este. Y así, ella,
simplemente, el viernes por la noche, lo vio, no físicamente, sino en el ojo de su

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mente, como si estuviese frente a ella físicamente, y lo felicitó por su nuevo
empleo, como si fuera un verdadero contacto físico.

El lunes, el muchacho consiguió empleo y, por lo tanto, no tuvo que regresar a la


costa este.

Ahora, aquí hay una jovencita. La llamo una jovencita, no puede tener más de
veinte años. Si la miraba a través de mis ojos, todo era relativo. Ella tiene tres
bebés pequeños, pero no creo que ella tenga más de veinte años. Me
sorprendería que haya pasado más allá de la mitad de los veinte, mirándola,
nacida en Italia, de una familia católica, de fe católica, traída a esta reunión por su
suegra, y adopta este concepto de Cristo Jesús. Su familia se desespera porque
piensan que, a menos que tenga el concepto que ellos tienen de Cristo Jesús, no
hay entrada al Reino de los Cielos tal como ellos lo entienden. Pero le digo (a ella)
que está bien estar aquí. Ella está ejerciendo al único Cristo Jesús en el mundo.

Él nos llama a probarlo en todo momento. Pero no puedes comprar la perla a


menos que pagues el precio, y el precio, cuesta todo lo que tienes para poder
comprarla.

Escucha las palabras:

El reino de los cielos es como un mercader en busca de perlas finas, que,


encontrando una perla de gran valor, regresa y vende todo lo que tiene y la
compra.

Vende todo, no solo algunas cosas.

La persona promedio diría: "Bueno, después de todo, sé que todo es bueno y está
muy bien, pero Sanka (café descafeinado) me mantiene en un estado de sueño
cuando el café normal me mantiene despierto. Y sé que un Martini extra también
lo hace y no me tomaré ninguno. O tal vez, debería tomar vodka porque es bueno
para mi aliento y no el Martini." Y mil cosas en el mundo que la gente cree sobre lo
que deberían hacer.

Abandonas cada creencia en un poder fuera de Cristo Jesús, y te aferras a él y


solo a él. Entonces has comprado la perla.

Y luego lo ejercitas, el más grande valor en el mundo, y ese es Cristo Jesús.

Así que aquí, ella tiene esta noche, creo que tiene, la perla de gran precio.

Espero que esta noche tú la aceptes. Ya sabes, no todos los que encuentran a
Cristo Jesús lo buscaron, lo sabes. Son llevados a él por alguien que lo encontró.

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En el evangelio, Felipe lo encontró, y luego llevó a su amigo Nathaniel. Nathaniel
no lo estaba buscando. Nathaniel estaba esperando que las cosas sucedieran, ya
que conocía las Escrituras al revés. Porque cuando Nathaniel oyó que el Mesías
había aparecido, dijo: "¿Qué? ¿Puede salir algo bueno de Nazaret?

Y Jesús dijo de él: "Un israelita ciertamente, en quien no hay engaño".

Él conocía su escritura.

Pedro no lo estaba buscando. Su hermano Andrés lo encontró. Andrés fue y llamó


a su hermano Pedro y le dijo: "Hemos encontrado a aquel de quien hablaron
Moisés y la ley, y de quien todos los profetas hablaron". Así que no lo estaban
buscando, pero alguien lo encontró y estaba tan interesado en lo que
descubrieron que querían compartirlo con aquellos que amaban. Porque si él es
todo lo que afirmamos que es, no podemos guardarlo para nosotros; tenemos que
compartirlo.

Y entonces quizás esta noche haya un total extraño que realmente no esté
demasiado ansioso por cambiar su concepto de Cristo Jesús. No están buscando
otro concepto de él en absoluto. Y tal vez tú estarás lo suficientemente interesado
como para probar de lo que estoy hablando y ver si esto no es Cristo Jesús, para
escucharlo,

Por él todas las cosas son hechas y sin él no se hizo nada de lo que fue hecho.
Bueno, ahora, aquí, una dama creó algo que ella había imaginado sin idear los
medios por los que sucedería. Ella simplemente lo imaginó.

¿No lo hizo ella? Ciertamente lo hizo, sin el consentimiento de aquel para quien lo
hizo. Bueno, si ella lo hizo y todas las cosas fueron hechas por él, ella no se dijo a
sí misma,

"Bueno, ¿cómo pude hacerlo? Solo lo imaginé." Por lo tanto, él debe ser
Imaginación. Y este ser en acción debe estar imaginando. Y ahí está. Entonces
ella lo encontró.

Ella lo intentó de nuevo y funcionó. Y alguien lo intentó por tercera vez, una
duodécima vez, una centésima vez, y funciona.

Pero si le digo esto a alguien en el mundo ni siquiera lo intentará. Bueno, ya


sabes, en ciencia, exigir pruebas antes de que estés dispuesto a hacer el
experimento, es una tontería. Es solo a través del experimento y la comprobación
en su ejecución que podemos aceptar la prueba. Entonces, exigir pruebas antes
de hacer el experimento es estúpido.

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Así, le digo al mundo, si hay evidencia de algo, entonces lo que el mundo piense
sobre eso o incluso desee, no tiene importancia. No importa en absoluto lo que
piense el mundo sobre esto sí puedo demostrarlo en el desenvolvimiento.

Así que te digo, toma a un amigo que ahora está desempleado y tráelo ante el ojo
de tu mente, como lo hizo esta dama, y míralo ahora con un empleo remunerado.
Él no necesita estar físicamente presente; de hecho, él no está físicamente
presente, pero lo tratas como si lo estuviera y le pones tus manos mentales
encima y le das la solidez que existiría si fuera verdad.

Luego mantén una conversación mental con él desde la premisa de que es


verdad, y deja que te diga que tiene un empleo remunerado y que ama lo que
hace, hay tantas oportunidades, un crecimiento en lo que está haciendo. Y no
hagan nada fuera de eso, sino escuchen las palabras de Pablo con respecto a
Cristo:

Cristo es el poder y la sabiduría de Dios. No es solo poder, poder ciego, es


sabiduría, sabiduría de Dios.

Si es la sabiduría de Dios, sabe cómo navegar por todo el vasto mundo y moverlo
para llevarlo a un estado de trabajo remunerado. Todo lo que necesitas hacer es
creer en Cristo Jesús, y esa es la perla de gran precio.

Ningún poder en el mundo puede detenerlo. Todo lo que necesita es aceptación


por parte de nosotros.

Entonces aquí:

Cuando un hombre fuerte está completamente armado, y cuida su propio palacio,


sus bienes están en paz, pero cuando uno más fuerte que él lo ataca y lo vence, le
quita la armadura en la que creía que lo protegería, y luego dispone del botín y lo
divide.

Ahora esta maravillosa declaración:

El que no está conmigo está en mi contra. El que no se reúne conmigo, se


dispersa.

Es tan irrelevante para esa escena que le precedió, y arroja toda luz en el mundo
con esta declaración. Algún poder en el mundo entra en la mente del hombre; es
Cristo Jesús Y no necesita una posición social, antecedentes financieros,
antecedentes intelectuales, ninguno de estos antecedentes para sentirse seguro
en el mundo.

Lo has encontrado.

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Y Él es quien puede vencer a todos los poderes del mundo. Y si no estás con él,
entonces estás en contra de él. No pensarías eso. En el mundo de hoy, tenemos
países que se llaman países neutralistas: "neutralistas benevolentes".

No en las escrituras. Estás conmigo o en mi contra, y o estás conmigo o eres mi


enemigo. ¿Puedes creerlo? Yo soy para él o soy su enemigo.

No puede ser neutral O creo en él, o no creo.

Y de los novecientos millones de cristianos en el mundo, ¿cuántos realmente


creen en el verdadero Cristo?

Ellos creen en encender una vela. Creen en la genuflexión. Muchas otras cosas
en el mundo, y yo no criticaría a ninguna de ellas. Déjalos, hasta que encuentren
al verdadero Cristo.

Cuando encuentran al verdadero Cristo, entonces realmente no importa si comes


o no comes carne, si bebes o no, si fumas o no. Si haces alguna de estas cosas.
No tiene nada que ver con el verdadero Cristo. Porque no le das poder a nada
fuera de Cristo, y Cristo es tu maravillosa imaginación humana. Ese es Cristo.

Entonces, cuando vayas ante alguien, ni siquiera pienses en lo que vas a decir.
Solo imagina el final, y habrás pronunciado su juicio basado en el final que has
predeterminado.

Hazlo.

Vive de esta manera en el mundo, confiando al cien por cien en la perla de gran
precio.

¿Puedo decirte que no te fallará?

Pero no puedes modificarlo. No puedes quedarte ni una pequeña reserva. Estoy


hablando por experiencia.

Sin saber que era mi propia imaginación la que predijo con precisión, a través de
las cartas y las estrellas, mantuve una pequeña reserva en mi mente cuando
encontré a Cristo.

Todavía tenía en mi mente mi viejo horóscopo y aun podía organizar rápidamente


su progresión y conocería el día y justificaría el fracaso.

¿Por la regla de mi segunda casa en conflicto con la regla de mi sexta? No puedo


conseguir trabajo. No hay dinero para eso. Entonces todo está allí; todo está en el
ojo de mi mente. Tuve que dejarlo completamente y así romper mi horóscopo. En

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mi mente no existe. Tuve que destruirlo por completo como un poder que me
guiaba.

Pero lo sostuve porque predije con éxito eventos para innumerables personas en
la ciudad de Nueva York. Tenía casi toda la multitud metropolitana. Toda la Ópera
Metropolitana. Ellos vinieron a mí. Y creí tanto en lo que hice que predije con
convicción. Funcionó. Y estaban tan apegados en eso.

Y luego, un día, tuve que tener una experiencia para mostrarme que era solo mi
propia creencia intensa en estos pequeños símbolos lo que los hacía funcionar.

Llegué a la casa de una amiga y le enseñé a leer gráficos. Cómo configurarlos. Se


apellidaba Carpenter, Norma Carpenter, y le enseñé. Y luego, después de
jubilarse de la profesión docente en Scranton, Pensilvania, tenía una pequeña
pensión del ferrocarril donde trabajaba su esposo, además de una pequeña
pensión de su antiguo trabajo, y con ello se ganaba la vida. Pero ahora podía
aumentarlo de una manera agradable al revelar y leer gráficos, y yo le enseñé
cómo hacerlo.

Cuando llegué a su casa un día, ella vivía en un hotel, Norma estaba llorando.

Le dije: "¿Qué sucede, Norma?"

"Bueno", dijo, "un hombre me llamó, me lo recomendó un amigo mío" y estaba


ansioso por verme de inmediato. Él tenía este trato fantástico. Entonces, por
teléfono, antes de que él llegara, me dio su cumpleaños, su hora, todo lo
relacionado, así que elaboré el cuadro. Cuando vino, le dije, estoy tan convencida
de esta buena que está en su camino hoy, que puedo cerrar el libro ahora. Él me
dijo: "Sra. Carpenter, si me está diciendo la verdad, le daré cien dólares”.

Y ella dijo con tanta confianza: "Bien, dámelos ahora, porque tiene que funcionar
hoy".

Y ella me dio todas las razones, que yo sabía: se las enseñé, cómo tenía que
funcionar hoy debido a esta luna transitando sobre estos ciertos aspectos del
cuadro.

Él dijo: "No, si funciona, los tendrá hoy, pero no se los daré ahora".

Le dije: "¿Qué hay de malo con eso?"

"Bueno", dijo, "inventé esta tabla a partir de un volumen encuadernado de


Efemérides. Estaba sentada en la ventana abierta, hacía calor, así que me di la
vuelta, estaba desconcentrada, y cuando volví, no me di cuenta de que el viento
había soplado sobre las páginas, y erigí la tabla de un hombre que habia nacido

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diez años antes que este hombre. Este hombre ni siquiera había nacido entonces.
Mejore mi carta desde este horóscopo, hecho diez años antes del nacimiento de
este hombre”.

Le dije: "Norma, ¿lo creíste cuando hablaste con él?

Ella dijo: "Ciertamente lo hice".

Yo dije: "Olvídalo. Olvídalo completamente. Está hecho."

Estaba en su habitación, en su suite, esa noche, alrededor de las ocho, cuando un


chico de Western Union subió las escaleras y entregó un cheque, un cheque de
Western Union por cien dólares.

¡Y el cuadro fue hecho para un hombre que aún no había nacido! Nació diez años
después de la elaboración de este cuadro.

Pero Norma no puede vender eso porque siente que todos creyeron en mí.

No puede comprar la perla de gran precio porque siente que su única seguridad es
obtener su pequeño cheque del ferrocarril en Pensilvania y un cheque pequeño de
la escuela en Scranton, Pensilvania, y subsistir a duras penas con ellos.

Entonces ella no puede renunciar a ellos y comprar la perla.

Debes abandonar cada creencia en este mundo en un poder fuera de Cristo para
comprar a Cristo. No hay nada más que Jesucristo. O crees en él o no crees en él.

Y cualquier reserva para días de escases... habrá escases.

¿Así que mantienes la creencia en las estrellas? Bien, lo confieso, habiéndolo


hecho con tanto éxito a lo largo de los años, todavía llevaba en mi esquema
mental mi carta. Y entonces, como ves, siempre puedes justificar el fracaso. Y
como dijo Blake, "la auto justificación es la voz del infierno".

No lo sabía. En el infierno, todos se justifican a sí mismos. No importa lo que haga,


si es un fracaso, lo justifica. Él te da todas las razones en el mundo. Pero el
infierno no es un lugar fuera de la tierra; está aquí mismo.

Así que estamos en el infierno justificando el fracaso.

Decimos: "No podía hacerlo porque mira a mi Venus". Y tan pronto como Venus
llega más allá del punto donde interfiere conmigo: "Pero todavía tengo a Mercurio".
Y entonces, voy allá. Y cuando a pesar de Venus y Mercurio sucede algo: "Oh,
¿por qué no vi esto? ¡Bueno, allí estuvo todo el tiempo!

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Un hombre regresa, reflexiona y luego vuelve a justificarse.

No.

Fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

Todo lo que tenía, no pocas cosas. No puedes simplemente comprarla con


algunas de las cosas que desecharás. Sin embargo, puedes usarla, usarla sabia y
exitosamente, pero realmente no posees la perla, a menos que la compres. Y
solo puedes comprarla cuando hayas vendido todo lo que tienes. Bueno, solo
entonces cómprala.

Y para que todo esté fuera o nada, entonces el que no está conmigo está en mi
contra. Y sé que es lo difícil, pero ¿vale la pena tenerlo cuando consideras que al
tener a Cristo Jesús te estás elevando a un mundo de un orden completamente
nuevo, donde todo está sujeto a tu poder imaginativo? No estás aquí en absoluto.
Te estás moviendo del mundo de la muerte al mundo de la vida cuando la
encuentras y la haces uno contigo.

Entonces, tómala. Y luego déjame esta noche, en un resumen rápido, me tomará


no más de un minuto hacerlo, dos minutos como máximo. Si tomas este patrón, te
va a suceder a ti.

La crucifixión terminó para todos nosotros. No vas a ser crucificado.

He sido crucificado con Cristo. No soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mí, y
la vida que ahora vivo en la carne la vivo por la fe del Hijo de Dios, que me amó y
se entregó a sí mismo por mí.

Eso es Gálatas, segundo capítulo, versículo 20.

El 6to de Romanos:

Si hemos estado unidos con Cristo en una muerte como la suya, ciertamente nos
uniremos con él en una resurrección como la suya.

Escucha los tiempos: "Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya",
eso es pasado. Cambio de tiempo: "Ciertamente nos uniremos a él en una
resurrección como la suya". Eso será.

Ahora nos dicen que hay quienes están engañando a la gente al enseñar que la
resurrección ha terminado y quedo en el pasado. La resurrección no ha terminado.
Va a suceder. Está sucediendo una y otra vez. Así que créeme: la crucifixión fue lo
primero. Se terminó.

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La segunda etapa en el drama que se desarrolla es la resurrección. Segunda
etapa: cuando el hombre despierta en una tumba y descubre que estuvo muerto
todo el tiempo, o que no se despertaría en una tumba No puedes meter a nadie
en una tumba a menos que esté muerto. Entonces te despiertas en la tumba de tu
cráneo para descubrir que no era lo que pensabas que era; fue una tumba Y
luego, en ese mismo momento que descubres, en el acto de resucitar, ahora se
convierte de una tumba a un útero. Y luego viene el nacimiento.

Entonces es la crucifixión, la resurrección, el nacimiento desde arriba. Estas son


las tres etapas.

Luego viene la cuarta etapa. La cuarta etapa es cuando el título de los títulos se
confiere a quien ha nacido desde arriba. Porque conferido a Cristo resucitado en la
experiencia del hombre es el título divino "Padre".

Y nadie puede pronunciar la palabra "Padre" sino el Hijo.

Entonces el Hijo, el Hijo unigénito de Dios, te llama "Padre", y luego se te confiere


el título y tú eres el Padre. Uno con Dios porque él es el Hijo de Dios y él te llama
"Padre" y tú lo sabes.

Y luego viene la siguiente etapa, la etapa final, cuando el templo, y su maravillosa


cortina que separaba al hombre de Dios, se rasga de arriba abajo. De modo que
ahora tienes acceso directo al ser que eras y eres, el ser que es Dios. No
intermediario entre tú y Dios.

Ve directamente al ser que realmente eres, cuyo ser es Dios.

Entonces estas son las cinco etapas perfectas. Y todas los demás que han sido
contadas sobre él sucederán a su maravillosa manera, independientemente del
orden en que ocurran. Pero esta serie, como te acabo de dar, es la secuencia.

Ya todos estamos crucificados y todos serán finalmente resucitados


individualmente. Y luego, después de la resurrección, vendrá un nacimiento
espiritual, en el que él nacerá en una esfera completamente diferente. Y luego se
le confiere, en esa esfera, el título divino de Padre. Y se necesita al único Hijo de
Dios para conferir el título, porque el Hijo viene y te llama Adonaí, mi Señor, mi
Padre, en cumplimiento de las escrituras, en cumplimiento del Salmo 89. Y luego
viene el final cuando la cortina del templo se rasga de arriba a abajo, y todo se
divide; todas las rocas se parten, y toda la tierra tiembla, y luego te levantas, como
te dicen que debes elevarte, en esta forma que no se puede describir. Se llama
Elohim en las escrituras, un ser celestial, y lo más cerca que pueden llegar a
describir al Elohim es como una serpiente ardiente. Eso es exactamente lo que

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eres y sientes y ves cuando te elevas. Humano, sí, pero a pesar de toda la
identidad de la personalidad, una discontinuidad radical de la forma.

Entonces te levantas y todo el mundo tiembla. Todo está dentro de ti. Todo el
drama tiene lugar en el individuo. No te levantas desde el cuerpo; te levantas en el
cuerpo. No te despiertas desde el cuerpo; te despiertas en el cuerpo Y todo tiene
lugar dentro del individuo.

Pero esta noche, tú me crees. Y si no sabías que esta era la perla de gran precio,
y te la traje esta noche, espero que la compres. Pero como todas las cosas
grandiosas de las escrituras, no puedes comprar vino, comprar leche, sin dinero,
sin precio. El único precio que pagas por ello. No dólares ni centavos; renuncias a
tu creencia en poderes fuera de Cristo Jesús, y Cristo Jesús es tu maravillosa
imaginación humana.

Ahora entremos en el silencio.

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