ojos, sentí como el viento soplaba como un mar de sinfonías al rozar mi rostro. Suspiré varias veces intentando borrar esos malos recuerdos que en aquel momento pasaban por mi mente, pero era inútil ya que me llenaba de angustia y ansiedad. Solté la rosa roja que cargaba en mis brazos por desquite, yo sabía que era insuficiente la intención de visitar su tumba; pero sé que mi padre, en algún lugar esta mirándome.