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El cine como “imagen del pensamiento”

según el constructivismo filosófico de G. Deleuze


Cinema as “image of thought” according to
the philosophical constructivism of G. Deleuze
Rodolfo Wenger Calvo*
Universidad del Atlántico, Colombia
DOI: http://dx.doi.org/10.15648/am.27.2016.9

RESUMEN

Para G. Deleuze el cine no se limita a la creación de nuevas dimensiones de la imagen a tener en


cuenta por la filosofía, ya que el cine en tanto que arte también debe participar activamente en la
configuración de la imagen moderna del pensamiento, al tener la capacidad de evidenciarnos en
qué consiste pensar y cómo el pensamiento surge solamente allí donde se queda sin respuestas, en
el extremo mismo de su impotencia, para producirnos un choque y forzarnos a pensar y volvernos
a dar una “creencia en el mundo”.

Palabras clave: Deleuze, Guattari, Cine, Pensamiento, Filosofía, Imagen, Concepto, Plano de in-
manencia.

ABSTRACT

For G. Deleuze the cinema is not limited to the creation of new dimensions of the image to con-
sider in philosophy, since it as art should be also actively involved in shaping the modern image of
thought, because it has the capacity to evidence us what is thinking and how the thought only arises
where remains unanswered, at the limit of its impotence, to cause us a shock and forces us to think
and turn to give us a “belief in the world”.

Key words: Deleuze, Guattari, Cinema, Thought, Philosophy, Image, Concept, Plane of immanen-
ce.

Recibido: 9 de abril de 2015 Aceptado: 8 de agosto de 2015


* Docente Investigador (Profesor Asociado) del Área de Estética del Programa de Filosofía y miembro del
Grupo de investigación Amauta de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Atlántico. Ma-
gíster en Análisis de Problemáticas Contemporáneas de la Universidad Externado de Colombia. Máster
en Filosofía Teórica y Práctica. Especialidad Historia de la Filosofía y Pensamiento contemporáneo de la
UNED, Madrid, España. Doctorando en Filosofía de la Escuela Internacional de Doctorado de la UNED
(EIDUNED). Correo electrónico: rodolfowenger@mail.uniatlantico.edu.co

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La filosofía requiere de comprensión de los medios que le son propios– en


no filosófica tanto como de compren- qué consiste pensar, y cómo el pen-
sión filosófica. Por esta razón la filo- samiento surge solamente allí donde
sofía tiene una relación esencial con se queda sin respuestas, en el extremo
los no filósofos, y también se dirige a mismo de su impotencia, para produ-
ellos. Puede incluso suceder que ellos cirnos un choque y forzarnos a pensar.
tengan una comprensión directa de la
filosofía sin pasar por la comprensión Para buscar responder a los siguien-
filosófica. El estilo en filosofía tiende tes interrogantes ¿cuál es la concep-
hacia esos tres polos, el concepto o ción de filosofía que encontramos en
nuevas maneras de pensar, el percep- Deleuze?, ¿cómo se relaciona con su
to o nuevas maneras de ver y de oír, estética, su constructivismo y su pen-
el afecto o nuevas maneras de sentir. samiento de la inmanencia?, ¿qué re-
Es la trinidad filosófica, la filosofía lación puede establecerse entre cine
como ópera: son necesarios los tres y filosofía?, ¿cómo puede volverse
para ‘hacer’ el movimiento. a dar una creencia en el mundo? se
Gilles Deleuze abordarán algunas de las principales
características de la concepción de fi-
Introducción losofía que planteó este filósofo fran-
cés en sus textos, haciendo especial
Gilles Deleuze (1925-1995) aplica los énfasis en sus estudios filosóficos del
hallazgos sobre la imagen-cine a su cine.
problemática filosófica, destacando
la importancia del cine en el caso del Las relaciones entre imagen y concep-
surgimiento de una nueva “imagen to, entre movimiento cinematográfico
del pensamiento”. En este sentido, la y movimiento en el pensamiento, la
aportación del cine no se limita a la tipología de las imágenes cinemato-
creación de nuevas dimensiones de la gráficas y las nociones filosóficas de:
imagen a tener en cuenta por la filo- perceptos, afectos y conceptos, plano
sofía, ya que el cine en tanto que arte de consistencia o de inmanencia, en-
también debe participar activamente tre otras, son las que nos interesa pre-
en la configuración de la imagen mo- sentar para alcanzar una comprensión
derna del pensamiento. Por medio del de lo que denominó este filósofo post-
cine como arte, y no como industria estructuralista y post-nietzscheano:
de diversión estratégicamente diseña- “la imagen del pensamiento”.
da y manipulada por los aparatos del
sistema de consumo masivo, se pue- La filosofía en perspectiva deleuzia-
den estimular las capacidades críticas na
y creativas. Deleuze incluso llega a
declarar que la función más excelsa Cuando se menciona el nombre de
del cine reside en mostrar –a través Gilles Deleuze para hacer referencia a

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un conjunto de escritos filosóficos no A lo largo del recorrido que se puede


se trata de unificar bajo una identidad hacer a través de los escritos de De-
una producción tan vasta y compleja, leuze que se refieren –en particular– a
sino, y tal como se puede leer en la in- lo que es la filosofía, es posible en-
troducción a Mil mesetas, libro escrito contrar esta primera aproximación,
a cuatro manos junto a Félix Guattari este primer punto de partida: “La fi-
(Deleuze & Guattari, 1997)*, de lo losofía es el arte de formar, inventar
que se trata más bien es de considerar y fabricar conceptos” (Deleuze &
al libro, al texto y a la obra –en tanto Guattari, 1999, p.8). Pero, precisando
conjunto material de escritos– como aún más, y asumiendo que el filósofo
multiplicidades: es más bien el amigo del concepto a
la manera griega, amigo en tanto que
El anti-Edipo lo escribimos a dúo. se encuentra en potencia más que en
Como cada uno de nosotros era acto con relación al concepto, hay
varios, en total ya éramos muchos algo que lo caracteriza: la creación de
(...). ¿Por qué hemos conservado conceptos, porque los conceptos no
nuestros nombres? Por rutina, úni- son necesariamente formas, hallaz-
camente por rutina. Para hacernos gos o productos, son más que eso; los
nosotros también irreconocibles
conceptos son creaciones. Entonces,
(...) no llegar al punto de ya no de-
¿el amigo sería el amigo de sus pro-
cir yo, sino a ese punto en el que
pias creaciones?:
ya no tiene importancia decirlo o
no decirlo (Deleuze & Guattari,
Crear conceptos siempre nue-
1997, p.9).
vos, es el objeto de la filosofía. El
concepto remite al filósofo como
Entonces, no se pretende buscar una
aquel que lo tiene en potencia, o
identidad cobijada bajo el nombre Gi-
que tiene su poder o su competen-
lles Deleuze, ni rastrear una unidad
de pensamiento en sus libros escritos cia, porque tiene que ser creado
junto a Félix Guattari o en los que él [...] Los conceptos no nos están
firmó de manera individual, sino de lo esperando hechos y acabados,
que se trata es de tener herramientas como cuerpos celestes. No hay fir-
que nos permitan entender su con- mamento para los conceptos. Hay
cepción filosófico-estética, de ahí la que inventarlos, fabricarlos o más
intención de hacer un rastreo por va- bien crearlos, y nada serían sin la
riados escritos de este estilo filosófico firma de quienes los crean (Deleu-
que llevan su “firma”. ze & Guattari, 1999, p.11).

Esto lo sabía muy bien Nietzsche


* Este libro publicado en francés en 1980 es la quien aconsejaba desconfiar de los
segunda parte de El Anti-Edipo. Capitalismo y
esquizofrenia 1, publicado en 1972. conceptos preestablecidos, en tanto

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el mismo filósofo no los había creado Universales de comunicación, es de-


por sí mismo. E incluso Platón –quien cir, reglas que dominen los medios
enseñó lo contrario– también lo sa- masivos de comunicación y sus mer-
bía a su manera, en cuanto tuvo que cados, se trataría en esta ocasión de
crear el concepto de “idea” antes de un idealismo intersubjetivo. Pero De-
postular que es necesario contemplar leuze es rotundo en este aspecto:
las “ideas”.
Toda creación es singular, y el con-
En muchas ocasiones se ha pretendi- cepto como creación propiamente
do que la filosofía posee un carácter filosófica es siempre una singu-
contemplativo, reflexivo o comuni- laridad. El primer principio de la
cativo, pero en sentido estricto no es filosofía es que los Universales
ninguna de las tres cosas. La filoso- no explican nada, ellos, más bien,
fía no es contemplativa, dado que la tienen necesidad de ser explicados
contemplación son las cosas mismas (Deleuze & Guattari, 1999, p.12).
pero vistas a través de la creación de
sus propios conceptos. No es reflexi- En este pensamiento de la inmanen-
va, ya que nadie precisa de ella para cia, lo abstracto y lo universal no ex-
reflexionar sobre algún objeto en plican nada, sino que más bien deben
particular, sea este producto de la ac- dar lugar a explicaciones; no hay tras-
tividad artística científica o de algún cendentales, ni Uno, ni Razón, ni su-
otro campo particular del saber. Ni jeto y objeto, sino solo procesos que
tampoco es comunicativa, porque la pueden ser de unificación, de subjeti-
comunicación trabaja en relación con vación, racionalización –entre otros–,
las opiniones para crear un consenso nada más que procesos que operan
y no conceptos (Deleuze & Guattari, de acuerdo con multiplicidades con-
1999, p.12). cretas, porque la multiplicidad es el
verdadero elemento en donde algo
La contemplación, la reflexión y la sucede. Las multiplicidades pueblan,
comunicación no son disciplinas, sino habitan el plano de inmanencia, plano
más bien máquinas que construyen de inmanencia que a su vez es igual-
universales. La filosofía en su afán mente construido, siendo en él donde
por dominar a las demás disciplinas se producen los procesos, en tanto se
ya incurrió en dos ilusiones: el idea- trata de devenires que se experimen-
lismo subjetivo, al centrar su activi- tan de acuerdo con una multiplicidad
dad en los Universales de reflexión, asignable.
y el idealismo objetivo, al hacerlo en
relación con los Universales de con- Entonces, de acuerdo con Deleuze no
templación. Ahora, quizás, esté por existen Universales, sino únicamente
caer en otra tentación: la de buscar singularidades y por ende un concep-

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to no es un universal, sino un conjun- empleo o de la utilidad de la filo-


to de singularidades. sofía, e incluso la de su nocividad
(¿para quién es nociva?), resulta
Yo concibo a la filosofía como modificada (Deleuze & Guattari,
una lógica de las multiplicidades 1999, p.12).
[...] crear conceptos, es construir
una región del plano, agregar una Ahora, si bien la creación de concep-
región a las precedentes, explorar tos siempre nuevos le otorga una fun-
una nueva región, colmar lo fal- ción específica a la filosofía, no por
tante (Deleuze, 2003, p.201). ello le da una preeminencia o privi-
legio ante otras maneras de pensar o
Según esta concepción de Deleuze, de de crear tal como se da en el pensa-
marcada tendencia constructivista, la miento científico o artístico, que a su
pregunta por la utilidad o la inutilidad vez operan por medio de funciones y
de la filosofía carece ya de interés, afectos respectivamente.
porque crear conceptos es una acti-
vidad que implica ya de por sí hacer En cuanto a su estilo los conceptos
algo. Y si bien cabría la posibilidad de poseen una firma que los caracteri-
caracterizar a la filosofía como sim- za, por ejemplo, puede hablarse de:
plemente un conocimiento dado por la substancia de Aristóteles; el cogito
puros conceptos, esto no se opone a de Descartes; la mónada de Leibniz;
su función de creación de conceptos la condición de Kant; la duración de
en la experiencia posible o en la in- Bergson; el archivo, las epistemes y
tuición. los dispositivos de Foucault; las mul-
tiplicidades, el acontecimiento y los
Pues, de acuerdo con el veredicto devenires de Deleuze,..., etc. Esta
nietzscheano, no se puede conocer caracterización estilística dada a los
nada mediante conceptos a menos conceptos les permite, en muchas oca-
que se los haya creado anterior- siones, gozar de larga vida, aunque es
mente, es decir construido en una indudable que se encuentran igual-
intuición que les es propia: un ám- mente expuestos a múltiples cambios,
bito, un plano, un suelo, que no replanteamientos o mutaciones.
se confunde con ellos, pero que
alberga sus gérmenes y los perso- Pero los filósofos hasta el momento
najes que los cultivan. El construc- no se han ocupado lo suficiente de la
tivismo exige que cualquier crea- naturaleza del concepto como reali-
ción sea una construcción sobre dad filosófica, han preferido consi-
un plano que le dé una existencia derarlo como un conocimiento o una
autónoma. Crear conceptos, al me- representación dada, que se explicaría
nos, es hacer algo. La cuestión del por las facultades capaces de confor-

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marlo (abstracción o generalización) sin los cuales no tendría sentido y que


o de hacer uso de él, por ejemplo la son comprendidos solo en tanto son
facultad de juicio. Pero el concepto solucionados.
no se encuentra ya dado, sino que es
creado; no se encuentra conformado, Un libro de filosofía debe ser, por
sino que se coloca a sí mismo, se au- un lado, una especie muy particu-
tocoloca, es decir posee unas auténti- lar de novela policíaca y, por otro
cas características autopoiéticas, por- lado, una especie de novela de
que en tanto es creado el concepto se ciencia ficción. Por novela policía-
autocoloca; ya que lo que depende de ca queremos entender que los con-
una libre actividad creativa, es tam- ceptos deben intervenir, desde un
bién lo que se presenta en sí mismo ámbito presencial, para resolver
independiente y necesariamente: lo una situación localizada [...] cien-
más subjetivo es lo más objetivo. cia ficción, también en otro senti-
do, donde las debilidades se dela-
Conceptualizando los conceptos, tan. ¿Cómo hacer para no escribir
perceptos y afectos sino sobre lo que no se conoce, o
se conoce mal? A este respecto es
Lo anterior nos enfrenta a preguntas preciso imaginar que se tiene algo
tales como; ¿por qué y para qué crear que decir. Sólo se escribe en el lí-
conceptos siempre nuevos?, ¿qué re- mite del propio saber, en ese límite
lación poseen los conceptos con otras extremo que separa nuestro saber
maneras de crear y de pensar?, y en de nuestra ignorancia, y que con-
definitiva, ¿qué son los conceptos? duce de uno a otra. Sólo de esta
manera llega uno a decidirse a es-
La filosofía –según Deleuze– pre- cribir (Deleuze, 1988, p.33).
tende decir lo indecible, pensar lo no
pensado, se trata indudablemente de En la perspectiva de Deleuze, los con-
una actividad de por sí angustiante ceptos no son universales, son loca-
porque implica que se esté siempre en les, son creados para responder a una
el borde de lo pensable, de lo decible circunstancia concreta, una ocasión.
y del lenguaje mismo. De ahí que los Los conceptos deben poder lograr un
conceptos son ante todo herramientas efecto de relevo entre la teoría y la
de trabajo para el pensamiento y que práctica para ser capaces de afectar la
su creación obedezca a una necesi- vida, además han de ser vectoriales en
dad: la de poder llegar a pensar cosas tanto implican una cierta manera de
que necesitan ser pensadas. Existe en circular en el espacio y en el tiempo.
filosofía una “pedagogía del concep- Los conceptos son vectores para pen-
to”, en tanto que todo concepto nos sar, aunque también poseen cualida-
remite a un problema y/o problemas des nómades ya que viajan hacia otros

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campos del saber, viven aventuras, bla allí no son de metáforas sobre el
adquieren flexibilidad al relacionarse concepto sino de experiencias con el
con el arte, al visitar una película, una pensamiento y de ejercicios de filoso-
obra literaria, etc. Esto implica al mis- fía en movimiento y de conceptuali-
mo tiempo un cambio en la manera de zación de la filosofía en general que
cómo se escribe filosofía: busca imposibilitar la “captura” o un
encasillamiento del filosofar mismo.
La búsqueda de nuevos medios de
expresión filosófica dio comienzo Siguiendo con la caracterización de
con Nietzsche, y debe proseguirse los conceptos (Wenger, 2012), cabe
hoy en relación con la renovación decir que la “materia” de los concep-
de otras artes, como por ejemplo, tos es el lenguaje. De las frases o su
el teatro o el cine (Deleuze, 1988, equivalente: la filosofía extrae con-
p.35). ceptos (que no deben ser confundidos
con las ideas generales o abstractas,
Por su “naturaleza” el concepto es ya que un concepto, en su sentido más
un incorporal, aunque se encarne específico, es una palabra más su de-
o se efectúe en el cuerpo, porque lo finición); la ciencia extrae prospectos
hace sin confundirse con el estado de (proposiciones que no deben ser con-
cosas en el que se realiza. No posee fundidos con juicios), y el arte extrae
coordenadas espacio-temporales, sino perceptos y afectos (que no deben
solamente puntos de referencia inten- ser confundidos con percepciones o
sivos. No posee energía sino solamen- sentimientos, ya que los perceptos
te intensidades: “[…] el concepto se son paquetes de sensaciones que se
define por la inseparabilidad de un relacionan entre sí y que se mantie-
número finito de componentes hete- nen en aquel que las experimenta, y
rogéneos recorridos por un punto en los afectos son devenires –relaciones
sobrevuelo, a velocidad infinita” (De- de un cuerpo con otra cosa– que des-
leuze & Guattari, 1999, pp.26-27). Es- bordan a aquellos que los experimen-
tas definiciones suenan bastante críp- tan y devienen otros). Esta situación
ticas, pero creemos que corresponden corresponde al hecho de que se trata
a una propuesta bastante seria de lo de tres actividades distintas con obje-
que son los conceptos, dado que tanto tivos diferentes: un filósofo es alguien
Deleuze y Guattari, al escribir ¿Qué que crea conceptos; un científico es
es la filosofía? (1991), ese prolífico alguien que crea operadores y que
y consecuente libro de “vejez filosó- hace operaciones con el fin de lograr
fica”, involucran un amplio ejercicio resultados empíricos y concretos; un
conceptual y de pensamiento reali- artista es alguien que crea imágenes
zado tanto de manera independiente visuales, sonoras o de otro tipo. Los
como conjunta. De lo que se nos ha- conceptos adquieren importancia por

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su relación con otros conceptos no [...] es al mismo tiempo que el cine


por sí mismos, de ahí que la coheren- es inventado que el pensamiento
cia de los conceptos sea dada por la de Bergson se forma. La introduc-
estrategia que liga a estos conceptos. ción del movimiento en el concep-
La estrategia última que sustenta a los to se hace en la misma fecha que la
conceptos de un determinado filósofo de la introducción del movimiento
es su plano de consistencia o de in- en la imagen. Bergson, es uno de
manencia que constituye el suelo en los primeros casos de auto-movi-
el que se asientan los conceptos y que miento del pensamiento. Porque
sería como la imagen de su pensa- no basta con decir: los conceptos
miento: se mueven. Sino que es necesario
construir conceptos capaces de
La historia de la filosofía es com- movimientos intelectuales (Deleu-
parable al arte del retrato. No se ze, 2003, p.166).
trata de ‘hacer el parecido’, es
Este análisis filosófico del cine lo
decir, de repetir lo que el filósofo
hará Deleuze en dos etapas que co-
ha dicho, sino del parecido extra-
rresponden a los dos volúmenes de
yendo al mismo tiempo el plano de
sus estudios del cine. En el primero,
inmanencia que él instauró y los
él considera a la imagen cinemato-
nuevos conceptos que él ha creado
gráfica como la imagen que adquie-
(Deleuze, 2003, pp.185-186).
re auto-movimiento, y en el segundo
considera a la imagen cinematográ-
Se trata de hacer retratos mentales, fica en su adquisición de una auto-
conceptuales. No repetir ni volver a temporalidad, tal como lo veremos
decir lo que dijo un filósofo, sino de a continuación, y es en este sentido
decir lo que subyace en su filosofía: que él hace una filosofía tanto de las
“[…] lo que el filósofo no dice pero imágenes-movimiento como de las
que sin embargo está presente en lo imágenes-tiempo.
que dijo” (Deleuze, 2003, p.186).
Esto hace Deleuze en relación con Cine, filosofía y pensamiento
Bergson al utilizar los planteamientos
filosóficos de este último en torno a El propósito que guía a Deleuze en
la imagen, el movimiento (la percep- sus dos libros en los que estudia el
ción, la afección y la acción como cine consiste en la realización de una
clases de movimiento), la duración, clasificación de las imágenes cinema-
etc. para aplicarlos en sus análisis del tográficas (Deleuze, 1994, 1996). Te-
cine. Esto es posible, según Deleuze, nemos las imágenes-movimiento por
porque, Bergson y el cine son con- un lado, y las imágenes-tiempo por
temporáneos: otro; y a ambas habría que añadir las

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múltiples variedades de imágenes que Los estudios sobre el cine suponen


nos permiten pensar el cine desde la un cambio de perspectiva en el tra-
filosofía. Es la filosofía la que realiza tamiento de la imagen por parte de
esta clasificación conceptual que, si Deleuze. La imagen deja de ser psi-
bien le garantiza una función propia cológica, pierde las connotaciones
respecto al cine (el cine produce imá- negativas que la ligaban a la copia o
genes, pero no su clasificación), no le a la representación, y pasa de la mano
concede preeminencia alguna. Tam- de Bergson a formar parte de la rea-
bién el cine es capaz de pensar por sí lidad material y a definir el plano de
mismo, y lo que es más importante, inmanencia, es decir, el campo de ex-
es capaz de pensar de otro modo, más terioridad que opera como horizonte
allá del concepto e incluso más allá del pensamiento. El plano se concilia
de la imagen, por paradójico que esto ahora con la imagen, porque esta úl-
parezca*. Después de todo, el cine es tima ha ganado toda suerte de velo-
la demostración de que una imagen cidades y de movimientos, además
puede ir más allá de la imagen, por- de todo tipo de profundidades del
que es la creación de una imagen no tiempo. La imagen cinematográfica,
representativa, una imagen que, por dinámica y temporal, se torna así en
sí misma, constituye una crítica de la imagen del pensamiento que escapa a
representación. La imagen cinemato- todo dogmatismo.
gráfica no representa nada porque, en
últimas, es el movimiento mismo, es Tampoco se trata de confundir el cine
el tiempo mismo sobre un solo y úni- con la filosofía, pues a pesar de ser
co plano de inmanencia. ambas disciplinas creativas, el cine
piensa con imágenes, mientras que la
La imagen cinematográfica es, por lo filosofía lo hace con conceptos. Aho-
tanto, una crítica de la representación ra bien, también hay imágenes en la
y, como tal, es capaz de producir una filosofía, y estas van a multiplicarse y
nueva “imagen del pensamiento” que a ganar tanta movilidad y temporali-
muestre a la filosofía un camino de sa- dad como las del cine. La imagen del
lida a la imagen dogmática. pensamiento es un proceso de dife-
renciación continuo que se confunde
ahora con el plano o erigida por cada
* En ese sentido es muy interesante tener en cuen- filósofo, es decir, con los presupues-
ta la conferencia que dio Deleuze a los cineastas
sobre la creación en el que establece puntos de tos de cada filosofía, los cuales sur-
encuentros, pero también diferencias en cuanto gen al mismo tiempo que la creación
a su especificidad, entre el cine y la filosofía.
Cfr. Gilles Deleuze, ¿Qué es el acto de creación? conceptual. El pensamiento crea sin
Conferencia dictada en París en la Femis (La Es-
cuela Superior de Oficios de Imagen y Sonido)
imagen preconcebida, pero trazando
el 15 de mayo de 1987. http://www.elinterpre- cada vez una nueva imagen del pen-
tador.net/18GillesDeleuze-QueEsElActoDe-
Creacion.htm samiento o una nueva región del pla-

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no de inmanencia, que ahora debe ser pa pero no se confunde con su his-


concebido como el campo de coexis- toria […]. La filosofía es devenir,
tencia virtual de todos los planos, es y no historia; es coexistencia de
decir, de todas las filosofías. planos, y no sucesión de sistemas
(Deleuze & Guattari, 1999, p.61).
[…] Diríase que EL plano de in-
manencia es a la vez lo que tiene El plano se prolonga en cada imagen,
que ser pensado y lo que no pue- que reivindica el movimiento infinito
de ser pensado. Podría ser lo no del pensamiento dando lugar a distin-
pensado en el pensamiento. Es el tas velocidades conceptuales, pero no
zócalo de todos los planos, inma- debe confundirse con los conceptos
nente a cada plano pensable que que lo pueblan. Cuando esto sucede
no llega a pensarlo. Es lo más ín- y se toman los conceptos por el pla-
timo dentro del pensamiento, y no no mismo, la filosofía se convierte en
obstante el afuera absoluto […]. una búsqueda de conceptos primeros
Tal vez sea éste el gesto supremo a modo de principios trascendentales,
de la filosofía: no tanto pensar EL el pensamiento detiene el movimiento
plano de inmanencia, sino poner y acaba preso de un “horizonte relati-
de manifiesto que está ahí, no pen- vo”. No es esta la tarea de la filosofía
sado en cada plano (Deleuze & según Deleuze, que debe dar consis-
Guattari, 1999, p.62). tencia, pero sin renunciar al movi-
miento ni sustraerse, en última instan-
El plano de inmanencia se caracteriza cia, a las fuerzas del tiempo.
por su apertura, no está dado, y por
ello debe ser construido por la filoso- El pensamiento afronta constante-
fía en su tarea creadora que consiste mente el peligro consistente en dete-
en extenderlo, trazando nuevas regio- ner el movimiento sobre el plano, así
nes que vienen a poblar los conceptos. sucede cuando se impone el cliché,
Cada extensión del plano supone una el estereotipo, el conformismo de las
nueva orientación del pensamiento, opiniones establecidas contra las cua-
una nueva “imagen del pensamiento” les debe luchar la filosofía. Cuando se
que coexiste con las otras en un tiem- imponen los estereotipos la creación
po estratigráfico. es suplantada por la comunicación, y
ello deriva en fenómenos de asfixia
El tiempo filosófico es un tiempo e incluso fallecimiento de las capa-
grandioso de coexistencia, que no cidades críticas y creativas, lo cual
excluye el antes y el después sino tiene importantes consecuencias en
que los superpone en un orden es- ámbitos como el social o el político,
tratigráfico. Se trata de un devenir y puede dar lugar a configuraciones
infinito de la filosofía, que se sola- de la subjetividad sometidas a los dis-

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positivos de poder más nefastos. En contigüidad, causalidad, que nos


este sentido, Deleuze nos advierte del permiten poner un poco de orden
peligro de ciertos sistemas de valores en las ideas, pasar de una a otra de
que crean esquemas afectivos capaces acuerdo con un orden del espacio
de soportar, e incluso de aprobar si- y del tiempo, que impida a nues-
tuaciones intolerables. Pero no es este tra “fantasía” (el delirio, la locura)
el único peligro que afronta el pensa- recorrer el universo en un instante
miento, que también debe enfrentar- para engendrar de él caballos ala-
se, en el otro extremo, a los efectos dos y dragones de fuego (Deleuze
desestabilizadores del caos. Ante este & Guattari, 1999, p.202).
extremo, muy a tener en cuenta en un
pensamiento que apuesta por el riesgo El cine y una nueva imagen del pen-
de la experimentación constante y que samiento
se crea a sí mismo en el azar de los
encuentros, Deleuze señala la conve- Deleuze aplica los hallazgos sobre
niencia de un “criterio de prudencia” la imagen-cine a su problemática fi-
para poder protegernos del caos y de losófica, destacando la importancia
sus efectos desarticuladores. del cine en el caso del surgimiento de
una nueva imagen del pensamiento.
Ahora se entiende mejor porque el En este sentido, la aportación del cine
pensamiento creativo se asemeja tan- no se limita a la creación de nuevas
to a un acto de resistencia como a... dimensiones de la imagen a tener en
Resistencia, en primer lugar, frente a cuenta por la filosofía, ya que el cine
lo intolerable del presente inmóvil que en tanto que arte también debe parti-
fija los afectos por medio de la propa- cipar activamente en la configuración
gación de redundancias (imagen dog- de la imagen moderna del pensamien-
mática del pensamiento); pero tam- to. Por medio del cine como arte, y no
bién resistencia frente al caos y sus como industria de diversión estratégi-
efectos devastadores que amenazan camente diseñada y manipulada por
el orden o consistencia implicados en los aparatos del sistema de consumo
cualquier ejercicio de pensamiento: masivo, se pueden estimular las capa-
cidades críticas y creativas. Deleuze
Sólo pedimos un poco de orden incluso llega a declarar que la función
para protegernos del caos […] más alta del cine reside en eviden-
Sólo pedimos que nuestras ideas ciar, a través de la especificidad de
se concatenen de acuerdo con un sus recursos expresivos propios, en
mínimo de reglas constantes, y qué consiste pensar, y cómo el pen-
jamás la asociación de ideas ha samiento surge solamente allí donde
tenido otro sentido, facilitarnos se queda sin respuestas, en el extremo
estas reglas protectoras, similitud, mismo de su impotencia.

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La esencia del cine, que no es la de la imagen se hace automático, se


generalidad de los films, tiene efectúa la esencia artística de la ima-
por objetivo más elevado el pen- gen: producir un choque sobre el pen-
samiento, nada más que el pensa- samiento, comunicar vibraciones al
miento y su funcionamiento […] córtex, tocar directamente al sistema
El pensamiento, en el cine, es en- nervioso y cerebral (Deleuze, 1996,
frentamiento de su propia imposi- pp.209-250)*. El cine nos dice: “con-
bilidad y sin embargo de aquí ob- migo, con la imagen-movimiento, no
tiene una más alta potencia o naci- podéis escapar al choque que despier-
miento (Deleuze, 1996, p.225). ta en vosotros el pensador”. Pero la
evolución del cine iba a llevar a un
Nos encontramos aquí ante el viejo desarrollo distinto de la imagen-mo-
problema de Antonin Artaud y su di- vimiento; el choque del que aquí se
ficultad para pensar (Álvarez, 2007), habla, se confundió, con el mal cine,
aunque es cierto que este nunca con- con la violencia figurativa de lo repre-
sideró la impotencia del pensamiento sentado, en lugar de alcanzar esa otra
como una mera inferioridad. Ella per- violencia de una imagen-movimiento
tenece al pensamiento, hasta el punto que desarrolla sus vibraciones en una
de que debemos hacer de ella nuestra secuencia movediza que se hunde en
nosotros.
manera de pensar, evitando siempre la
tentación de restaurar un pensamiento
Por ejemplo, para Eisenstein (1974),
omnipotente.
el director del montaje dialéctico por
excelencia, el choque es la forma mis-
Curiosamente, las primeras personas
ma de la comunicación del movimien-
que hicieron cine y pensaron en él,
to en las imágenes. Y el choque tiene
partían también de una idea simple
un efecto sobre el espíritu, lo fuerza a
que puede ser importante en ese sen-
pensar el Todo. “Precisamente el todo
tido: el cine alcanza el automovimien- no puede ser sino pensado, porque es
to, hace del movimiento el dato inme- la representación indirecta del tiempo
diato de la imagen; la propia imagen que emana del movimiento”**. En ese
se mueve en sí misma. Este no es el
caso de las imágenes pictóricas que
dependen de la mente para hacer el * Nos hemos basado en el capítulo 7: El pensa-
movimiento, ni el de las imágenes miento y el cine, pp.209-250, para desarrollar el
tema del pensamiento en el cine.
coreográficas o dramáticas cuyo mo- ** En filosofía este es el pensamiento de lo subli-
vimiento depende de un móvil. Y es me. Lo sublime aparece cuando la imaginación
sufre un choque que la empuja a su límite y
esta condición de automatismo del fuerza al pensamiento a pensar el todo como to-
talidad intelectual que supera a la imaginación.
movimiento de la imagen la que le Esta idea de lo sublime puede rastrearse en: Ob-
confiere un estatuto de potencia del servaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo
sublime (1764) y La crítica del juicio (1790) de
pensar; porque cuando el movimiento Kant.

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sentido, para el director ruso, desde cualquiera para darnos cuenta de la


su perspectiva dialéctica, el monta- cantidad de películas violentas, o de
je es “montaje-pensamiento”, ya que “acción” como se las llama, que abun-
es el proceso intelectual que, bajo el dan apoyadas por el engranaje sensa-
choque, piensa el choque. De acuer- cionalista y consumista que nutre los
do con esta noción de choque ya no espectáculos de masas. Pareciera que
solamente puede decirse con el cine el cine muriera, por su mediocridad
“yo veo, yo oigo”, sino YO SIENTO, cuantitativa.
sensación totalmente fisiológica. Y es
esta actuación sobre el córtex cerebral Cuando la violencia ya no es la de
lo que hace nacer el pensamiento, el la imagen y sus vibraciones sino
YO PIENSO cinematográfico. la violencia de lo representado, se
cae en una arbitrariedad sangui-
Eisenstein es dialéctico porque conci- nolenta; cuando la grandeza ya no
be la violencia del choque bajo la fi- es la grandeza de la composición,
gura de la oposición, y el pensamiento sino una pura y simple inflación
del todo con la forma de la oposición de lo representado ya no hay ex-
superada o de la transformación de citación cerebral o nacimiento del
los opuestos: “[…] del choque de dos pensamiento. Es más bien una de-
factores nace un concepto” (Deleuze, ficiencia generalizada en el autor
1996, p.212). Según esto, la imagen y en los espectadores (Deleuze,
cinematográfica debe tener un efecto 1996, pp.219-220).
de choque sobre el pensamiento, y
forzar al pensamiento a pensarse a sí Pero también existe otra posibilidad:
mismo y a pensar el todo (definición la de considerar al pensamiento en re-
de lo sublime)*. lación con el cine, no como lo hace
Eisenstein, sino como la irrupción de
El problema aparece cuando el cine un pensamiento que se expresa en la
como industria está al servicio de la constatación de que: “todavía no pen-
violencia de lo representado, situa- samos”. Se trataría de un ser del pen-
ción bien conocida por todos noso- samiento siempre por venir, de una
tros. Basta con consultar una cartele- condición que fuerza a pensar (lo que
ra de cine en el diario de una ciudad fuerza a pensar es el “no-poder del
pensamiento”, la inexistencia de un
todo que podría ser pensado). Ya no
* El pensamiento no es nada sin algo que fuerce se trataría de hacer visible el pensa-
a pensar, sin algo que lo violente. Mucho más
importante que el pensamiento es “lo que da a miento, sino todo lo contrario: hacer
pensar”; mucho más importante que el filósofo,
el poeta. El poeta aprende que lo esencial está
un cine que no se deja pensar en el
fuera del pensamiento, está en lo que fuerza a pensamiento y que no se deja ver en
pensar. Cfr. Deleuze, G. (1972). Proust y los
signos. Madrid: Anagrama. la visión, en tanto que la imagen ci-

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nematográfica ha dejado de ser mera- los poderes de domesticación que se


mente sensorio-motriz se produce una imponen en nuestra vida cotidiana.
“impotencia” que fuerza a pensar. Y
esta crisis del esquema sensorio-mo- Esto porque a veces pareciera que
triz tiene que ver con una crisis en la existiese una conspiración planetaria
manera en cómo asumimos nuestras que ha invadido los medios masivos
vivencias, en la manera en cómo vivi- de comunicación –y por supuesto al
mos en el mundo: cine también– en el sentido de impo-
ner una lógica y un pensamiento co-
El hecho moderno es que ya no lectivo para aniquilar la originalidad
creemos en este mundo. Ni siquie- de las sensaciones y controlar la pre-
ra creemos en los acontecimientos sencia de las personas en el mundo,
que nos suceden, el amor, la muer- y al mismo tiempo limitar las condi-
te, como si sólo nos concernieran ciones de creación. Porque tal como
a medias. No somos nosotros los
dice Paul Virilio es importante que
que hacemos el cine, es el mundo
estemos conscientes, por ejemplo, de
el que nos parece un mal film. (...)
la manera en cómo asumimos lo au-
Lo que se ha roto es el vínculo del
diovisual, ya que lo que está de por
hombre con el mundo (...). Volver
medio es una lucha que se refleja en
a darnos una creencia en el mundo,
nuestra manera de pensar y estar en
ése es el poder del cine moderno
el mundo:
(cuando deja de ser malo). Cristia-
nos o ateos, en nuestra universal
esquizofrenia ‘necesitamos razo- Mirar lo que uno no miraría, es-
nes para creer en el mundo’ (De- cuchar lo que uno no oiría, estar
leuze, 1996, p.234). atento a lo banal, a lo ordinario, a
lo infraordinario. Negar la jerar-
La “creencia en el mundo” que aquí quía ideal que va desde lo crucial
invoca Deleuze a partir del cine, im- hasta lo anecdótico, porque no
plica una relación con la exterioridad existe lo anecdótico, sino culturas
de una “creencia” externa a toda in- dominantes que nos exilian de no-
terioridad de un saber, o a toda inte- sotros mismos y de los otros, una
rioridad de un pensamiento. Se trata pérdida de sentido que no es tan
de alcanzar el todo como un afuera, a sólo una siesta de la conciencia,
la manera del “pensamiento del afue- sino un declive de la existencia
ra” de Foucault. De crear un ejercicio (Virilio, 1988, p.40).
del pensamiento que dé paso a un im-
pensado en el pensamiento, que nos Tal vez nos estemos desviando hacia
restituya el mundo y que nos permita otra línea de investigación, pero noso-
crear estrategias de resistencia ante tros no lo creemos así, porque si bien

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lo que aquí se está planteando puede Por consiguiente, en nuestra época,


hacer parte de otro trabajo, también un nuevo problema ha surgido en
creemos que al abordar el pensamien- relación con la crisis del pensamien-
to y el cine a partir de los plantea- to representativo: la cuestión de la
mientos de un filósofo como Deleuze, creencia en el mundo. Rotos ya los la-
lo que quisimos hacer es posibilitar zos de la representación orgánica que
una actitud de mayor libertad de pen- nos instalaban en un pensamiento tan
samiento frente al cine, porque no hay cómodo como poco creativo, el cine
que ser ingenuos: el cine es la guerra debe jugar un papel pedagógico fun-
“[…] ya que la guerra no involucra damental en la creación de nuevos la-
solamente la vida material de los pue- zos que nos permitan creer en el mun-
blos, sino también sus pensamientos” do. “Creer en este mundo” es afirmar
(Virilio, 1983, p.39). la inmanencia tal como se nos plantea
hoy en nuestro plano, el de una ima-
Quizás hay que estar más atentos ante gen moderna del pensamiento, porque
una señal de alerta como la que nos solo la creencia en el mundo en el que
dice el director de cine Wim Wenders vivimos puede enlazar al hombre con
en boca de uno de los protagonistas de lo que sucede, más acá de cualquier
su película En el transcurso del tiem- trascendencia, a la manera de la “in-
po (1976), en el sentido de que “los versión del platonismo” de Nietzsche.
norteamericanos nos colonizaron el Porque tal como lo explicita Alain
subconsciente”, no tanto porque exista Badiou en su libro dedicado a abordar
un peligro solamente en la producción la ontología deleuziana:
hegemónica Made in Hollywood, sino
porque en el cine y en lo audiovisual (Deleuze) […] realiza una crítica
en general hay mucho más en juego decisiva de la representación, sus-
de lo que se nos aparenta creer que tituye la búsqueda de la verdad por
hay. Por ejemplo, el cineasta Marcel la lógica del sentido, combate los
L’Herbier, en una conferencia insólita ideales trascendentes en nombre
y sarcástica, se refirió en los siguien- de la inmanencia creadora de vida,
tes términos sobre lo que podría es- en síntesis: aporta su grano de are-
tar “en juego” en el cine: “[…] como na a la ruina de la metafísica, a la
en el mundo moderno el espacio y el «inversión del platonismo», gra-
tiempo son cada vez más caros, el arte cias a la promoción, contra el no-
tuvo que convertirse en arte industrial mos sedentario de las Esencias, del
internacional, es decir, en cine, para nomos nómade de las actualizacio-
‘comprar’ espacio y tiempo como tí- nes precarias, de las series diver-
tulos imaginarios del capital humano” gentes, de las creaciones imprevi-
(L’Herbier, 1979, pp.98-99). sibles (Badiou, 2002, pp.21-22).

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