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DEPARTAMENTO DE TEATRO
Cuenta de lectura
Nota: No logré encontrar quien realizó la traducción, pero leí sobre la editorial y el trabajo
es realizado por un grupo de periodistas e investigadores teatrales a cargo del académico
Omar Valiño, el proyecto pertenece al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Cuba.
Infiero que sea una traducción colectiva.
DESCRIPCIÓN DE LA OBRA
La obra aborda, en primera persona, el tránsito del autor a través del arte en diversas etapas
de su vida. Así también detalla experiencias vividas en 4 momentos fundamentales: la
infancia, adolescencia, juventud y madurez artística, y de qué forma cada etapa nutre y
completa su constitución como artista.
CITAS DE TEXTO
“Le son necesarias las impresiones producidas por los buenos espectáculos y los buenos
artistas, por los conciertos, los museos, los viajes, los buenos cuadros de todas las
tendencias, desde las más izquierdistas hasta las más derechistas, ya que nadie sabe bien
qué es lo que conmueve su espíritu y despierta sus ocultos secretos creadores” (pág. 62)
Siempre he tenido cierta noción de la importancia que tiene en la vida, recibir la mayor
cantidad de conocimiento posible, acumular experiencias, interesarse por todo aquello que
no se conoce. Al entrar a estudiar teatro escuche en diversas ocasiones que entrar a la edad
que tengo no es lo ideal, que se requiere más edad, más experiencias, y si bien estoy de
acuerdo con que en mucho sentidos se me ha vuelto complicado, porque tengo menos
cantidad de tiempo vivido que muchos de mis compañeros, en cierta medida esta actitud
curiosa e interesada me ha ayudado a suplir la corta edad que tengo y a articular opiniones
y posturas frente a los contenidos tratados en la carrera. Muchas cosas que he leído
escuchado o visto comienzan a aflorar y cobrar sentido al aplicarlas al teatro y me
recuerdan lo importante que es estar siempre con los sentidos atentos a toda experiencia de
crecimiento, sin prejuiciar. Los referentes ayudan a articular un discurso coherente, y
consciente de ser una construcción de un pasado y un presente artístico, histórico, social,
político, etc.
Me hace mucho sentido con el teatro y con el arte en general, en los ramos de historia, he
aprendido a entender, como el evoluciona en arte con respecto a los cambios sociales y
como pronto las vanguardias de tornan tradiciones para que así aparezca otra tendencia que
rompa con la tradición y así sucesivamente. Pero siempre existe esta “partícula” de la que
habla Stanilavski que constituye el avance, esa conciencia que se tiene de lo pasado, de lo
pre-existente para plantear nuevas formas -incluso para contradecirlas en su totalidad- pues
esa sola conciencia inevitablemente constituye un aporte para el desarrollo de la disciplina
y habla de la linealidad generada por las artes en relación su historia.
“De esta manera el arte me parecía algo que bien podía ser ligero, difícil, admirable,
intolerante, alegro doloroso” (pág. 89)
Esta multiplicidad de sensaciones que se generan en la relación que se establece con el
teatro, sobre todo cuando se es primerizo. A ratos me produce una fascinación idílica, me
llena y todo cobra sentido, luego ante los desafíos que se me presentan en las diversas
tareas a ejecutar se me nubla el panorama y muchas veces pienso que no tengo nada que
entregarle al teatro, me cuestiono cual es el real sentido se desarrollar este oficio. Leer esta
cita me genera una identificación muy gratificante ya que me ayuda a entender que todas y
cada una de estas sensaciones forman parte de la formación del artista y que son naturales,
lo que me ayuda a no evadirlas y buscar el aprendizaje en cada una de ellas.
“Me convencí de que en el caos no puede haber arte. El arte es orden y armonía” (pág.
142)
Por otro lado cuando tuvimos clases con Cristian Keim, recuerdo que la primera lectura que
realizamos fue “De lo espiritual en el arte” de Kandinsky, la clase luego de entregar los
informes de lectura correspondía a una muestra, luego de que finalizaron tanto el profesor
como las ayudantes nos hablaron de la incoherencia de lenguaje que existía en nuestras
muestras y que era necesario que fuéramos capaces de aplicar lo leído. Efectivamente
Kandinsky habla de la armonía en las composiciones plásticas, en la que cualquier
elemento que pueda tanto estar como no estar, sobra. Es decir que en la escena todos
elementos que decido poner deben corresponder a un lenguaje determinado, nada debe estar
ahí al azar, todo debe ser parte de un orden, de una armonía, aunque en apariencia sea
caótico, esto debe ser una decisión y debe responder a una lógica determinada.
“No hacía lo que yo propiamente sentía sino que repetía lo que había sentido otro. Pero
es imposible vivir un sentimiento ajeno si esto no se convierte en algo propio.” (pág. 151)
En la preparación de personajes se vuelve fundamental encontrar lugares propios en los
cuales podemos padecer aquello que el trabajo requiere, no basta con imitar la forma sino
que debe encontrarse propiedad en aquella forma. Esto me genera mucho sentido con la
idea de estar presente en el escenario, cuando se está presente, y no se piensa en repetir
acciones y palabras sin sentido, sino que estas ya están a un nivel interno que no requieres
de hacer trabajo de memoria, eres capaz de que cada acción y palabra dicha genere algo en
el estado emotivo y sensorial en el que te encuentras y a la vez eso te impulse a la siguiente
acción. Personalmente siento que sólo he logrado esto en el examen del semestre recién
pasado, ya que aún siento que necesito tiempo para internalizar una secuencia de
movimientos y de palabras, para sentirme tranquila en el escenario y dejarme permear por
sensaciones y emociones propias del momento. Ya que para preparar un examen uno tiene
la posibilidad de generar un proceso sistemático de ensayos por la extensión de tiempo dada
para prepararlo.
He aprendido mucho en este tiempo sobre mis limitaciones físicas, sin embargo antes estas
limitaciones sólo me generaban bloqueos que me llevaban a nunca explorar en el cuerpo, y
mantenerme en acciones cómodas que no me exigían físicamente y no me ponían en mayor
conflicto. Poco a poco estoy aprendiendo a entender mis limitaciones, ahondar y trabajar a
pesar de ellas, pero siempre buscando superarlas. Es muy importante entender el cuerpo del
actor como una herramienta, que se debe conocer a fondo, cuidarse y exigirse. El trabajo en
escena exige un cuerpo, sano, seguro y cargado de energía.
“El retrase, la pereza, los caprichos, la histeria, el mal genio, el ignorar el papel, la
necesidad de hacerse repetir dos veces la misma cosa, son igualmente dañinos para la
obra y deben ser extirpados” (pág. 224)
Como actriz en formación, me gusta ver este estado, como el lugar ideal al cual se debe
llegar en un ensayo, cuando dejas a un lado el juicio de lo que se está y logras vivir al
personaje, pues desde ahí todo cobra sentido, cuando se dejan a un lado el miedo de hacerlo
mal y la aspiración de realizar una interpretación brillante –cosas que le pertenecen a
psiquis del actor- y la mente se pone completa y desinteresadamente al servicio del trabajo.
Personalmente esto en lo que busco constantemente y lucho siempre con mi ambición de
“hacerlo bien” en vez de tan sólo “hacerlo”, lo identifico como mi desafío permanente.
“El actor necesitaba un fondo escénico más sencillo, pero de tal índole, que se pudiera
extraer de él una infinidad de estado anímicos (…)” (pág. 509)
El teatro, a mi parecer puede ser visto como música en muchos aspectos, pues todos los
elementos que se ponen en escena responden a una armonía. Por eso es muy importante, y
para mi experiencia personal más difícil, encontrar esta musicalidad en las acciones, en el
cuerpo en lo que se ejecuta.
Para la preparación del examen del semestre pasado me enfoque en trabajar desde el cuerpo
y puse especial énfasis en darle sentido al personaje desde las acciones que ejecuta, para
esto –ahora estoy descubriéndolo, pues lo hice sin saberlo- trabaje con una suerte de
partitura física, que para mí llego a ser muy parecido a interpretar una pieza musical, cada
movimiento tenía una cualidad diferente que estaba definido por la intención (el motor
emotivo) que lo impulsaba, diferente a como me esperaba esto me hizo descubrir en mi un
lugar de trabajo que me resulta muy efectivo, pues descubrí que a través de la ejecución de
estos movimientos, que fueron creados con objetivos determinado, lograba entrar en
diferentes estados sin tener que inducirme voluntariosamente en ellos. Al momento de
introducirle el texto, resultó que lo más lógico era una canción cantada en vez de un texto
dicho, lo que también resultó ser un lugar ajeno que me generó una gran comodidad.
Gracias a este trabajo entendí la importancia de armonizar el cuerpo con la escena, pues es
el primer lugar a resolver para mí hasta el momento.
“Cuanto más grande es el artista más se interesa por la técnica de su arte” (pág. 552)
Sucede que el lugar del acierto, cuando se es una estudiante en formación, resulta más
incómodo y dificultoso que el del error, porque siempre hay lugares hacia dónde crecer. En
esta etapa uno busca la constante aprobación y cuando la recibes es muy fácil quedarse
descansando en el acierto, regocijarse en él y estancarse, en cambio el error incomoda y
genera automáticamente una crisis que te obliga a avanzar. Por eso busco, siempre que
recibo una buena crítica, dónde está el acierto, qué fue lo que hice bien y de qué forma
puedo aplicarlo a futuros trabajos. La idea, en el desarrollo como artista, es nunca dejar de
buscar espacios de crecimiento.
GLOSARIO
16. Vodevil: género de teatro de variedades que aborda temas ligeros y cómicos.
CONCLUSIÓN
Lo que más llama la atención, y que para mí significa el mayor aprendizaje, son dos
factores: En primera la increíble atención con la que vive su vida, toda vivencia
constituye un plano de construcción consciente en su oficio, sorprende la capacidad
descriptiva que tiene de todos los momentos, incluso de su primera infancia lo que
me insta a convertirme en una persona más atenta a los detalles, a darme cuenta que
soy un ser que forma parte de un contexto histórico. Me siento con el deber de
hacerme cargo de ello a través del registro en mi memoria, y poner mi memoria al
servicio de un discurso artístico.
En segundo lugar la lucidez con que analiza su vida, sin resquemores de contar sus
grandes errores, sus caídas, sus pensamientos inocentes; así como cuenta sus
grandes aciertos, sus éxitos y sus revelaciones con una clara intención de contribuir
y de aportar aquello que persigue, el perfeccionamiento de un método actoral que
tiene la capacidad de evaluar y re-evaluar constantemente. Esto permite que al
leerlo uno logre sentirse identificado y encuentre en esos espacios incómodos de
confusión y desmotivación el lugar de las lecciones más valiosas.
Por otro lado valoro la visión que posee para cuestionarse el pensamiento
tradicional, tan fuertemente establecido en esa época, por encontrar algo que le haga
sentido que pueda establecerse como un método que busca profesionalizar cada vez
más el oficio del actor, lo que también incita al lector a encontrar su propio método.