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Datos de lecturas:
Objetivos Específicos
Reporte:
Hasta aquí describí brevemente los conceptos que diversos autores han
hecho sobre emoción: nos hacen pensar, tener una reacción corporal y finalmente
tener determinadas actuaciones ante ellas, siendo las emociones más que simples
respuestas a estímulos internos o externos; entonces contaré el desarrollo
emocional y social del ser humano hasta los doce años aproximadamente. Ahora
entendamos lo importante que es educar el cuerpo y la mente. Un adecuado
desarrollo mediante la educación emocional logrará formar ciudadanos éticos,
competentes en todos los ámbitos. (Es importante impulsar el desarrollo efectivo de
este tipo de inteligencia en nuestros hijos, y en general en nuestra familia.)
De los 3 a los 5 años un niño sabe que una situación produce una emoción,
nada más. Luego entre los 6 y 9 años se admite que una misma situación puede
producir más de dos emociones, sólo si una precede a la otra. Y finalmente es hasta
los 11 años que se comprende la “ambivalencia emocional”, es decir, aceptar que
una situación produce varias emociones aun siendo contradictorias. Es básico saber
afrontar las emociones y es así como desde niños desarrollamos la distracción, la
reinterpretación, la selección de un contexto afín, buscar apoyo social en un adulto
ante situaciones difíciles o buscarlo en iguales (entre amigos hay cooperación,
reciprocidad, negociación, intercambio...); recordemos que a cierta edad incrementa
la necesidad de pertenecer a un grupo y es allí donde se reflejará si el niño cuenta
o no con mecanismos de integración, defensa y demostrará su conducta. Puede ser
el “popular”, “el rechazado”, el “ignorado”. Pero es importante señalar que los
amigos son un logro social significativo, indicador de competencia social y buena
salud mental (Hartup 1995).
Un niño puede optar por controlar sus emociones o darles rienda suelta
dependiendo su edad, temperamento (genética), contexto socio cultural, la
educación, los modelos sociales, su auto concepto y los recursos cognitivos que
tenga o haya tenido a disposición. La organización del auto concepto experimenta
cambios con el desarrollo, la auto-estima cobra importancia en la vida del niño;
inicialmente su valoración es muy positiva, luego su visión es más realista y se
fundamenta en sus logros pensando en el “yo ideal”, pero finalmente el auto
concepto al terminar la niñez el niño habrá elaborado ideas sólidas sobre quién es
él, cómo le gustaría ser y cómo lo ven los demás.