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RESTAURACION DE LA

MONARQUIA
Y LA ERA NAPOLEONICA

Integrantes:
Ingrid Benavides
Alejandra Dueñas
Daniela Vargas

Curso: 803 JM
28 de mayo

I.E.D Liceo Femenino Mercedes Nariño


Índice.

° La restauración de la monarquía

° La era napoleónica
LA RESTAURACION DEL ABSOLUTISMOO
MONARQUICO
La restauración del absolutismo monárquico fue vista
por parte de los opositores a este régimen un hecho
nefasto y de rechazo. La soberanía popular principio
basado en gobernarse libremente por los pueblos, se
veía aplastado por el regreso de la monarquía
absoluta. En rechazo a esto, los liberales provocaron
un doble movimiento marcado por un fuerte
sentimiento nacional y liberal donde apelaba la
existencia de gobiernos constitucionales.
En esta revolución se logra obligar a varios soberanos
adoptar monarquías constitucionales o
parlamentarias, con la aprobación del sufragio
universal. Las únicas que se mantendrán al margen,
será la lejana Rusia con las políticas zaristas hasta la
revolución Rusa en 1917 y por otra parte Inglaterra.
Durante el mes de septiembre de 1814 se
convocó un congreso en Viena, que duraría 10
meses para decidir como Europa se iba a
reordenar después de la guerra. En el tránsito de
este congreso, Napoleón sería derrotado
definitivamente en la batalla de Waterloo en 1815
por las fuerzas opositoras a su imperio. Prusia,
Austria, Rusia y Gran Bretaña lograron detener el
feroz avance que implicaba este enemigo común,
poniéndole fin a las aspiraciones de Francia por
su predominio en Europa.
LA ERA NAPOLEONICA
El Imperio napoleónico fue la culminación del proceso
iniciado en 1799. Las reformas administrativas y fiscales en
Francia y las victorias militares permitieron que Napoleón
Bonaparte acapare cada vez más poder. Su gobierno
autoritario reprimió a los disidentes y terminó con cualquier
oposición en el parlamento. En 1803 se rompió la Paz de
Amiens y surgieron conspiraciones en varias regiones
francesas. Esta doble amenaza planteó la necesidad de
fortalecer el poder de Napoleón, a quien le fue otorgado el
título de emperador en 1804. A fines de ese mismo año era
coronado en París como Napoleón I por el Papa Pío VII.
Napoleón tenía la intención de dominar toda Europa y
convertirla en un mercado reservado para los bienes
franceses, por lo que puso en práctica una política
expansionista. Ante la creciente influencia militar de Francia
en Europa, se formó la tercera coalición (1805), integrada
por Gran Bretaña, Austria y Rusia. Para deshacer esta
coalición, Napoleón concibió el desembarco de fuerzas
francesas en las islas británicas, pero este plan se frustró
con la victoria del almirante Nelson en Trafalgar. No
obstante, el ejército napoleónico obtuvo dos triunfos frente
a las fuerzas autro-rusas en Ulm y Austerlitz (1805). En 1806
se formó la cuarta coalición, integrada por Gran Bretaña,
Rusia y Prusia. Las tropas prusianas fueron derrotadas en
Jena y Averstaedt, y Napoleón se dirigió a la frontera rusa.
El zar Alejandro I tuvo que firmar del tratado de Tilsit
(1807), que estableció la paz con Rusia, y reducía el
territorio prusiano, del cual se constituyeron el Ducado de
Varsovia y el Reino de Westfalia, donde Jerónimo Bonaparte
quedó como nuevo soberano. Napoleón, incapaz de invadir
Gran Bretaña, decretó el bloqueo continental contra las
islas británicas, impidiendo su comercio con los aliados de
Francia y el resto de naciones conquistadas. Este sistema
pronto se volvió impopular cuando causó apuros a los
países europeos que dependían de este comercio. Con el fin
de mantener el bloqueo total, Napoleón se vio obligado a
intervenir en Portugal y España (1807-1808). Aprovechando
los problemas internos de la monarquía española, nombró
como soberano a su hermano José I, lo que provocó un
alzamiento del pueblo español. Éste fue el primero de los
conflictos de carácter nacionalista que se llevaron a cabo
contra la ocupación francesa.

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