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Departamento de Filosofía

ACTITUD FILOSÓFICA

Análisis: Juan Salvador Gaviota

Nombre: Carolina Contreras M.


Profesora: Malva Pérez B.
31/03/2017
¿Juan Salvador Gaviota y su bandada tienen actitud
filosófica?
Asombro-Duda: “La filosofía es un saber que comienza por un asombro, por
una duda preliminar.” La actitud filosófica, nace del asombro, de la extrañeza
ante lo desconocido motivada por el deseo incontenible de saber, que tiene el
ser humano. El asombro es como un impacto ante las cosas, nos llama la
atención algo provocando dudas y preguntas y ganas de investigar más sobre
lo que nos llama la atención. Si no nos asombraran las cosas, no nos
cuestionaríamos sobre nada y no tendríamos ganas de descubrir, miraríamos
todo con monotonía. La novedad, que es parte del asombro, nos dice que lo
ideal es, descubrir cada día algo nuevo con asombro y admiración, desde una
nueva perspectiva, como una nueva persona viendo el mundo, ser alguien que
no se ha acostumbrado a la rutina ni se ha dejado adormecer por la vida, y que
pese a ser adulto, conserva esa fascinación por el mundo, el cual sigue
considerando extraordinario. Hay que estar a disposición de seguir
descubriendo tanto lo nuevo como lo cotidiano, seguir cuestionándose. Si no
hay novedad, no hay actitud filosófica puesto que no estaríamos
cuestionándonos las cosas y estaríamos creyendo todo lo que nos dicen o
vemos, estaríamos como dormidos.

Juan Salvador Gaviota si tiene asombro puesto que cada vez que intenta volar
o experimenta con su vuelo, se da cuenta de cosas que le asombran: “-No me
importa ser solo hueso y plumas, mamá. Sólo pretendo saber qué puedo hacer
en el aire y qué no. Nada más. Sólo deseo saberlo.” Le asombran tanto las
cosas que puede hacer al volar, que necesita terminar de descubrir todo lo que
él podía. Mira con distinta perspectiva el arte de volar.

Ocio: “La ociosidad es la madre de la filosofía” El ocio es el tiempo libre que


se tiene de las actividades cotidianas. Este ocio debe ser ocupado en pensar y
reflexionar de las cosas que nos asombran, las dudas, cuestionarme la vida
diaria. El ocio es estar conmigo mismo pero utilizar el tiempo en algo distinto
a lo que la vida me pide, es decir, ocuparlo para reflexionar y pensar, ocuparlo
en filosofía.

Juan Salvador Gaviota tiene tiempo donde debería hacer las actividades
cotidianas pero él si lo ocupa para reflexionar y experimentar: “La mayoría de
las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más
elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las
gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin
embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el
mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar. Este modo de pensar, descubrió,
no es la manera con que uno se hace popular entre los demás pájaros. Hasta
sus padres se desilusionaron al ver a Juan pasarse días enteros, solo,
haciendo cientos de planeos a baja altura, experimentando.” Juan Salvador
en vez de estar buscando comida como su vida de gaviota le pide, se dedicaba
a cuestionar su vuelo e ir experimentando según las cosas que conocía.
Inutilidad: La inutilidad proviene de lo inútil, es decir, que no es útil para que
lo se necesite. La filosofía es una actividad inútil puesto que su función no es
ser útil en una vida donde todo lo es, si no que se trata de una actividad donde
se reflexiona. Pero no todo lo útil es bueno o tiene valor, ya que se usa lo útil
como medio para obtener algo. Se dice que lo inútil no sirve, entonces se
infiere que la filosofía al ser inútil, no servirá, pero esta es una idea propuesta
desde un punto de vista en donde la vida es monótona y se hace lo que se pide,
ya que actualmente al mundo no le sirve que nosotros nos cuestionemos, si no
que acatemos órdenes y tengamos un pensamiento ignorante (somos más
susceptibles a que nos manden).

Juan Salvador Gaviota experimenta la inutilidad cuando sus padres le dicen y


aconsejan que deje de experimentar y cuestionar sobre su vuelo, y solo se
dedique a ser gaviota: “El invierno está cerca. Habrá pocos barcos, y los
peces de superficie se habrán ido a las profundidades. Si quieres estudiar,
estudia sobre la comida y cómo conseguirla. Esto de volar es muy bonito,
pero no puedes comerte un planeo, ¿sabes? No olvides que la razón de volar
es comer.” Los padres de Juan Salvador evitan que el piense diferente y se
convierta en un ser inútil pensando igual que las demás gaviotas, ocupando el
vuelo solo en comer.

La Pregunta: “La inteligencia se alimenta de preguntas, no de respuestas”


Las preguntas son mucho más importantes que las respuestas, puesto que
cuestionarse es bastante difícil [ya que uno no siempre se toma el tiempo de
cuestionar las cosas, si no que ignoramos lo que nos asombra, dedicamos
tiempo a otras cosas ‘más importantes’, entre otras], ya que como se menciona
anteriormente, al mundo le sirve que nosotros creamos las “cosas verdaderas”
para que uno no se cuestione ni pregunte nada. Pero estas cosas verdaderas y
las respuestas que nos dan, no dan nada por hecho, no siempre hay que
creerlas, hay que intentar nosotros mismos comprobar esas respuestas o
buscarlas por nosotros mismos. Uno no puede saber si no se pregunta, y no se
va a preguntar si no se asombra ni si solo cree lo que le dicen. “Una gran
filosofía no es la que instala la verdad definitiva, sino que es la que produce
una inquietud” Las respuestas no existen sin una pregunta o duda, y al
responder esa pregunta, se va a generar otra pregunta según la respuesta que se
obtuvo, volviendo a cuestionar y así sucesivamente.

Juan Salvador Gaviota ocupa mucho la pregunta, sobre todo cuando esta con
su nueva bandada y pregunta sobre todo lo que no entiende o desea descubrir:
“-Chiang... -dijo, un poco nervioso. La vieja gaviota le miró tiernamente. -
¿Si, hijo mío? En lugar de perder la fuerza con la edad, el Mayor la había
aumentado; podía volar más y mejor que cualquier gaviota de la Bandada, y
había aprendido habilidades que las otras sólo empezaban a conocer. -
Chiang, este mundo no es el verdadero cielo, ¿verdad? El Mayor sonrió a la
luz de la Luna. -Veo que sigues aprendiendo, Juan -dijo. -Bueno, ¿qué pasará
ahora? ¿A dónde iremos? ¿Es que no hay un lugar que sea como el cielo? -
No, Juan, no hay tal lugar. El cielo no es un lugar, ni un tiempo. El cielo
consiste en ser perfecto.”
Cada vez que algo le impresionaba a Juan o se cuestionaba algo, él preguntaba
a sus instructores, y según la respuesta que le daban, en él nacía una nueva
duda y volvía a cuestionarse, y así sucesivamente.

Ignorancia: la ignorancia es el hecho de ignorar o desconocer algo. “La


filosofía no es un saber cómo los demás, sino que ella comienza por una
interrogante acerca de todas las cosas, por un asombro, por una duda
preliminar, por la percepción humilde y lúcida de nuestra ignorancia” Existen
3 tipos de ignorancia:

 No sabe y no sabe que no sabe: no se tiene consciencia de lo que se sabe


y sí es que se sabe, no sabe nada. : Los padres de Juan tienen este tipo
de ignorancia puesto que no saben nada y no lo saben, y le dan consejos
a Juan de cosas que no son ciertas. “Mi padre tenía razón. Tengo que
olvidar estas tonterías. Tengo que volar a casa, a la Bandada, y estar
contento de ser como soy: una pobre y limitada gaviota.”
 No sabe, pero cree que sabe: este tipo de ignorancia es malo ya que se
puede defender algo que puede no ser correcto. : es el tipo de ignorancia
que tiene la primera bandada de Juan ya que las cosas que en las que se
basan no son ciertas, porque nadie se da el tiempo de comprobarlas,
pero ellos creen que están en lo cierto. Al final Juan termina
enseñándoles todo lo que el descubrió “-... algún día, Juan Salvador
Gaviota, aprenderás que la irresponsabilidad se paga. La vida es lo
desconocido y lo irreconocible, salvo que hemos nacido para comer y
vivir el mayor tiempo posible.” Los de la bandada estaban cerrados en
la idea de que las gaviotas solo vivían para comer y sobrevivir lo que
pudieran, no daban paso a descubrir nada.
 No sabe, sabe que no sabe, quiere saber: es filósofo, asume y es
consciente que no sabe, pero intenta saber, quiere cuestionarse.: Juan
Salvador Gaviota tiene este tipo de ignorancia puesto que él siempre fue
humilde y nunca dijo o hizo halago de todo lo que sabía, si no que
intentaba seguir descubriendo y preguntando para saber más. “-¿Me
puedes enseñar a volar así? -Juan Gaviota temblaba ante la conquista
de otro desafío. -Por supuesto, si es que quieres aprender. -
Quiero. ¿Cuándo podemos empezar? -Podríamos empezar ahora, si lo
deseas. -Quiero aprender a volar de esa manera dijo Juan, y una luz
extraña brilló en sus ojos-. Dime qué hay que hacer.” A pesar de saber
mucho sobre técnicas y de vuelo, el sigue intentando saber más.

Ingenuidad: “Un signo admirable del hecho de que el ser humano encuentre
en sí la fuente de su reflexión filosófica, son las reflexiones de los niños. Se
oye a menudo de su boca, palabras cuyo sentido se hunde directamente en las
profundidades filosóficas”: Karl Jaspers. En filosofía se pide algo muy
particular que es tener mentalidad de niño, es decir, él no le teme a quedar en
ridículo o como ignorante a la hora de cuestionar, si no que aún está dispuesto
a seguir descubriendo y creyendo.
“Ingenuidad indica ausencia o falta de malicia y de experiencia, una deficiente
comprensión o inteligencia y la ausencia de sofisticación” es decir, es él que
no sabe nada, le falta por conocer y por experimentar, él que no tiene ideas
preconcebidas, o que no tiene claras sus ideas o pensamientos y necesita
cuestionar e investigar para poder aclararse. El poder y el ingenio lo tiene el
hombre libre, ya que está en sus manos preguntar y no quedarse con las ganas
por el miedo.

Juan Salvador Gaviota presenta ingenuidad a la hora de descubrir sobre


técnicas nuevas de vuelo y pensar que su bandada lo escucharía y tomaría en
cuenta: “Cuando sepan, pensó, lo del Descubrimiento, se pondrán locos de
alegría. ¡Cuánto mayor sentido tiene ahora la vida! ¡En lugar de nuestro
lento y pesado ir y venir a los pesqueros, hay una razón para vivir! Podremos
alzarnos sobre nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de
perfección, inteligencia y habilidad. ¡Podremos ser libres! ¡Podremos
aprender a volar! Él es ingenuo porque piensa que su bandada lo tomara en
cuenta y aun así él quería seguir experimentando, sin darse cuenta que su
bandada lo expulsaría.

El Hábito: “Es preciso sacarse las antiparras de las costumbres para


reencontrar las primeras preguntas. “Un alma muerta –decía Péguy- es un
alma completamente habituada”. Hay que buscar el sentido a lo que se está
haciendo, ver las mismas cosas desde otra perspectiva, lo que uno ve como
cotidiano, intentar verlo con otros ojos y no convertirlo en una costumbre.
“Filosofamos cuando estamos profundamente despiertos” Esta frase intenta
decir que nosotros cuestionamos las cosas cuando estamos pendientes de lo
que pasa a nuestro alrededor, no dejamos pasar las cosas, si no que
reflexionamos de todo lo que se ve, lo que hacemos, entre otros. Cuando los
hombres no se cuestionan ningún porque y se habitúan a los demás están
dejando de cuestionarse por sí mismos, y siguen a la multitud cuando esta no
puede estar en lo cierto, no piensan ni reflexionan si no que se quedan con un
pensamiento ignorante. La idea de tener actitud filosófica es que cada uno se
cuestione y reflexione según sus dudas y preguntas, filosofando por sí mismo,
teniendo un pensamiento propio, pero el error que cometemos es recibir una
filosofía ya hecha, es decir, cuestionamientos con sus respuestas no hechas por
nosotros mismos, pero se aceptan porque podemos plantearnos algún día
dicho problema o duda. Juan Salvador Gaviota no hacía de su vida un hábito,
ya que en vez de dedicarse a hacer las cosas cotidianas, él descubría algo
nuevo cada día, asombrándose, a pesar de que fueran cosas sencillas como la
posición de las alas. Se cuestionaba de sus propias acciones y se ponía a
reflexionar sobre ellas mismas. “Aprendía más cada día. Aprendió que un
picado aerodinámico a alta velocidad podía ayudarle a encontrar aquel pez
raro y sabroso que habitaba a tres metros bajo la superficie del océano: ya no
le hicieron falta pesqueros ni pan duro para sobrevivir. Aprendió a dormir en
el aire fijando una ruta durante la noche a través del viento de la costa,
atravesando ciento cincuenta kilómetros de sol a sol.” Dentro de sus propias
acciones rutinarias descubría y aprendía cosas nuevas.
Vida: “Todo hombre, quiera o no, es filósofo. Una vida sin filosofía no puede
vivirse.” Un hombre para ser un buen filósofo tiene que vivir y mirar la vida
de una forma distinta. La filosofía es consustancial con la vida humana, es
decir, que es de ella misma, por lo que todo hombre quiera o no es un filósofo
por el hecho de tener vida. El ser humano es el único ser que puede dejar de
ser lo que es porque es libre de elegir, es consciente de su existencia, de sus
problemas, de su libertad, puede filosofar en su vida diaria, en cambio el
animal aunque tenga vida, es guiado por su instinto.

En la cita: “-...el único Hijo de la Gran Gaviota, ¿supongo? -Juan suspiró y


miró hacia el mar-. Ya no me necesitas. Lo que necesitas es seguir
encontrándote a ti mismo, un poco más cada día; a ese verdadero e ilimitado
Pedro Gaviota. Él es tu instructor. Tienes que comprenderle, y ponerlo en
práctica. Un momento más tarde el cuerpo de Juan trepidó en el aire,
resplandeciente, y empezó a hacerse transparente. -No dejes que se corran
rumores tontos sobre mí, o que me hagan un dios.” Juan descubrió su labor en
vida y fue capaz de transmitírselo a Pedro, se encarga de decirle que no lo
conviertan en dios, ya que a pesar de todo lo que Juan sabía, descubrió que en
su vida, él pudo filosofar y experimentar tanto como pudo, y al ya entender el
sentido de la vida, se transformó y se fue, ya entendiendo su labor.

Ser: “La filosofía estudia el ser” es decir, busca fundamentos y respuestas


para explicar la esencia del mundo y de la existencia. “La filosofía es un
silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser.” Es decir, la
filosofía va en conjunto con nuestra alma porque es nuestra esencia, lo más
puro de cada persona, lo que identifica a cada uno. “El ser fundamental no
puede estar en el mundo, no es un dato, sino que tiene que ser todo lo
contrario: el eterno y esencial ausente, fundamento de todo lo presente.” El ser
va dentro de uno mismo, es lo que nos caracteriza como humanos, y tiene que
mantenerse siempre con nosotros mismos. “Ser es el atributo filosófico griego
que se le adjudica a una entidad capaz de definirse a sí misma frente a un
medio capaz.” El ser no se explica en datos ni teorías, sino que es la
explicación a la realidad y el mundo, pero no es existente, no es algo que se
vea ni se toque.

En la cita: “Y mientras más practicaba Juan sus lecciones de bondad, y


mientras más trabajaba para conocer la naturaleza del amor, más deseaba
volver a la Tierra. Porque, a pesar de su pasado solitario, Juan Gaviota había
nacido para ser instructor, y su manera de demostrar el amor era compartir
algo de la verdad que había visto, con alguna gaviota que estuviese pidiendo
sólo una oportunidad de ver la verdad por sí misma.” Juan se da cuenta el
sentido que tenía su vida, e intento con todo su ser lograr alcanzar el objetivo
que ella misma tenia, es decir, se conecta con lo su alma para poder transmitir
bondad y amor, enseñándole a los demás, ya sea con su pensamiento o su
vuelo.
Caos: “No concibo que el pensamiento facilite la vida; la arriesga, la
compromete, la zapa en la mayoría de los casos; quizás por eso sea la forma
más alta de la vida humana que conocemos, porque es la más anti vital, la que
nos pone al borde de perderlo todo sin ofrecer nada a cambio, salvo horror,
soledad o locura”. El pensamiento no facilita las cosas, las complica, porque
uno anda cuestionando todas las cosas, incluso las creencias, se va en contra
de los demás. Pensar arriesga mucho, ya que uno pude quedarse o sentirse
solo, ya que no se piensa igual que los demás. Uno mismo se aísla pensando
que uno está mal por no ir junto a todos los demás. “El caos es una confusión,
un desorden.” Al pensar tanto y pensar que uno es él que está mal, tiende a
crear un caos mental, que no siempre es negativo, sino que uno debería
sentirse bien ya que ser o pensar distinto no es malo, te hace único, es saber
que uno esta haciendo las cosas bien al cuestionarse e ir mas allá de lo que van
los otros, no quedarse con lo que primero ve o le dicen. “Para filosofar hay
que descender hasta el caos primitivo y sentirse en él como en casa”. Entender
que el caos se da cuando uno está en situaciones extremas, pensando
demasiado, tal vez no siempre cosas positivas, pero entender que la confusión
no durara para siempre y es el inicio de algo nuevo y distinto, porque se
aprendió algo de ese desorden. ‘La experiencia filosófica, consiste en
problemas filosóficos que hemos interiorizado, ante los cuales debemos dar
una respuesta’ y es allí donde el ser humano debe entender que hay problemas
y cosas inexplicables, que son propias del mundo, que hacen nuestra vida
completa.

Juan Salvador pasa por su propio caos en el tiempo que fue expulsado de su
bandada, en ese tiempo el sigue descubriendo técnicas de su vuelo, pero aun
así él se sentía solo. “-Sí que puedes, Juan. Porque has aprendido. Una etapa
ha terminado, y ha llegado la hora de que empiece otra. Tal como le había
iluminado toda su vida, también ahora el entendimiento iluminó ese instante
de la existencia de Juan Gaviota.” Él aprendió de su propio caos y estaba listo
para comenzar una nueva etapa, se dio cuenta que su tiempo de desorden le
permitió adquirir nuevos conocimientos y una nueva oportunidad.

Algo muy parecido le toco vivir al joven Pedro, ya que también pasó por su
propio caos para darse cuenta que se le estaba dando una nueva oportunidad
de comenzar de nuevo: “El caos reino por un momento dentro del joven
pájaro. -¿Qué está pasando? ¿Estoy loco? ¿Estoy muerto? ¿Qué es esto?
Baja y tranquila continuó la voz dentro de su pensamiento, exigiendo una
contestación: -Pedro Pablo Gaviota, ¿quieres volar? -¡SI, QUIERO VOLAR!
-Pedro Pablo Gaviota, ¿tanto quieres volar que perdonarás a la Bandada, y
aprenderás, y volverás a ella un día y trabajarás para ayudarles a
comprender? No había manera de mentirle a este magnífico y hábil ser, por
orgulloso o herido que Pedro Pablo Gaviota se sintiera. -Sí, quiero -dijo
suavemente. -Entonces, Pedro -le dijo aquella criatura resplandeciente, y la
voz fue muy tierna-, empecemos con el Vuelo Horizontal...” El joven gaviota
paso por un momento de confusión antes de darse cuenta la oportunidad que le
estaban entregando.
En conclusión, Juan Salvador Gaviota tiene actitud filosófica durante toda su
vida como gaviota, experimentando diferentes procesos que lo llevaron a la
finalización de una etapa de descubrimientos y de su función en el mundo.

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