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Profundidad de campo:
Jugar con el diafragma no sólo repercute en la luz que recibimos, sino también
en lo que denominamos profundidad de campo. Esta no es más que la zona de
la imagen que va a quedar enfocada o nítida en tu fotografía. Cuanta más luz le
‘exijas’ al diafragma, menos profundidad de campo tendrás, es decir, cuanto más
abras el diafragma (F1:4, F1:8…) de menos zona enfocada podrás disponer. Y
por supuesto, al contrario, cuanto más cierres el diafragma, más profundidad de
campo tendrás.
Tiempo de obturación
El tiempo es la otra variable que necesitas para entender cómo funciona la toma
de fotografías. El tiempo de obturación ( a veces llamado también velocidad de
obturación) es el tiempo expresado en segundos o en fracciones de segundo,
en el que el obturador de tu cámara está abierto (desde que aprietas el obturador
hasta que éste se cierra). Si disponemos de mucha luz, el tiempo de exposición
que necesita tu imagen es menor que si disponemos de poca luz.
ISO
Tienes todo lo que necesitas saber sobre ISO aquí. A modo de resumen, la ISO
es la sensibilidad de nuestra cámara para captar la luz. Una ISO más baja
significa menos capacidad de captar luz pero mayor calidad de imagen; menos
ruido. Por el contrario, una ISO más alta (fotografía nocturna, interior..) permite
captar mejor la luz, pero perdemos calidad de imagen (más ruido).
Una vez hecho el pequeño resumen, vamos a ver los modos de disparo,
relacionados con todo lo explicado hasta ahora.
A mi modo de ver, hay pocas situaciones en las que como fotógrafo/a quede
‘justificado’ su uso, sobretodo si tienes una cámara réflex, puesto que sus
prestaciones no son mejores que las de cualquier cámara compacta ( y estas
además pesan menos, son más baratas, y seguramente por el mismo precio
podrías haber adquirido una compacta bastante más buena que la réflex que te
has podido comprar). Es más, si estás leyendo este artículo, probablemente es
porque el modo automático no te interesa demasiado y lo que realmente quieres
es profundizar en los modos en los que tienes algo que decir, ¿Verdad?
Por supuesto, es un método algo más lento que los anteriores, aunque con el
tiempo serás capaz de utilizarlo de forma más ágil, pocas veces será tan rápido
como un Automático o un Programable, por lo que es más recomendable en
situaciones en las que no necesites demasiada rapidez. Respecto a cuál es el
mejor momento para utilizarlo, te diré que cualquiera, porque absolutamente
todas las situaciones anteriores puedes conseguirlas en modo manual. Eso sí,
quizá en las recomendadas para usos Automáticos o Programables, la opción
Manual sea un poco más arriesgada, sobretodo en situaciones de luz cambiante,
por ejemplo, entras en un mercado al aire libre, hay toldos pero entra el sol y a
la vez quieres fotografiar al tendero, y rápidamente a ese niño que corre bajo el
sol, y no quieres perderte nada… Entonces mejor opta por un modo más
automático. Pero si no es en este tipo de situaciones, no dudes en usarlo y
convertirlo en uno de tus favoritos, cuando lo descubras te encantará ser el real
protagonista de tus imágenes.
El modo manual te permite tomar todas las decisiones relacionadas
con la imagen