1. De acuerdo a Torres Q. ¿Cómo se nos presenta Jesús?

Según el autor “lo que más impresiona de Jesucristo no es este ni aquel detalle. Es el hecho
mismo de su existencia. Esa síntesis, a la vez sencilla y tremenda, de un hombre en el que
transparece la majestad de Dios, de un Dios que pasea sobre el cotidiano paisaje de Palestina la
más simple y normal existencia del hombre”. Por otra parte el autor explica que asimismo “como
los Judíos contemporáneos frente a Jesús, inconscientemente, estamos esperando siempre signos
y prodigios del cielo. Y lo que se nos ofrece es la humanidad más humana, más lisa y diaria. No es
un Dios que utiliza el recurso de una especie de humanidad de préstamo para desplegar en ella los
esplendores de su omnipotencia, sino un hombre normal y profundamente humano. De una
humanidad tan pura y radical, que solo puede realizarse desde el corazón mismo de la divinidad”.
“Cristo es tan pobre – con tal pureza, con tal coherencia, con tal fidelidad – que tiene que ser
Dios”.

2. ¿De qué manera Jesús responde a las grandes interrogantes de nuestra vida?

A las interrogantes “¿cuál es nuestro origen y nuestra meta?¿cómo es el fondo creador de

donde brota nuestra existencia?¿es el miedo o la esperanza, el amor o el horror la última palabra
que da la clave de nuestra vida?” el autor responde “Jesús es Dios en su sencilla y compartida
humanidad. Su vida misma es la Buena Nueva. Por su estilo humilde sabemos dónde está la
verdadera grandeza de Dios. Por su cariño al pecador arrepentido conocemos la santidad divina.
En su compasión por todo dolor en su alinearse al lado de los pobres, en su defensa de los
maltratados, marginados y oprimidos, se nos abre la actitud definitiva de dios para el hombre y su
intención al ponerlo en el mundo”. Y ante la pregunta “¿cómo hemos de comportarnos?” el autor
responde, “con su estilo de vida, Jesús de Nazaret pone ante nuestros ojos el modelo preciso de lo
que es una existencia humana auténtica. Espíritu filial, que contra sin tensiones la adoración y
confianza sin límites. Alegría de vivir, que no escapa a las durezas de la vida, y valentía, que no
crespa jamás en odio. Fraternidad como estilo y amor como norma suprema. Comunión con todos,
sin caer en trampa alguna, porque desde siempre y sin vacilación se sitúa abajo: con los pobres y
los marginados, con los enfermos y desgraciados, con los humillados y ofendidos”

3. ¿Qué entiende Torres Q. por: “experiencia viva”, “experiencia céntrica” o

“experiencia Fontal” de Jesús?

Según el autor es aquello que “se muestra de mil maneras en los detalles particulares. En la
oración o en la reflexión común, en el estudio o en la ocurrencia ocasional, se nos descorren a
veces aspectos de esta vivencia fundamental. Cuando nos sorprendemos de que por boca de un
joven como Jesús salgan verdades de una sabiduría tan profunda que parecen echar raíces en
siglos de experiencia: cuando nos maravillamos ante el espontaneo y naturalismo equilibrio de
este tremendo revolucionario; cuando apercibimos de lejos lo que significa haber puesto el
servicio, frente al poder, como eje de la relación social, o el haber señalado el amor como
verdadero cumplimiento y la única verdadera eficacia. Que la vida tiene un norte y la esperanza un
sentido”.
 4. ¿Qué significa “seguir” a Jesús en palabras d Torres Q.? ¿Estás de acuerdo o no estás de
acuerdo? ¿Por qué sí o por qué no?

Significa, compartir su vida, impregnarse de su estilo, sentirle como compañero en nuestro

camino. Seguirle y basta: con el corazón bueno de quien se preocupa de veras por los demás; con
la confianza de que sabe que tiene un padre. Porque se le puede encontrar en la lectura
espontanea a corazón abierto en el evangelio; en el trabajo sincero por el hermano; en la vivencia
multiforme del amor, sabiendo que el seguimiento nos acercará unos a otros e irá transformando
nuestro mundo.

Seguir significaría comprometerse, abanderarse, tomar partido por la restauración de una

nueva humanidad.