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Actualizaciones Volumen 7, Número 2, Febrero 2000

Comunicación centrada en el paciente:


una aplicación a la clínica
J.A. Prados Castillejoa, J. Cebrià Andreub y J.M. Bosch Fontcubertac
aMédicode Familia. Grupo Comunicación y Salud-Andalucía. CS Previsión. Córdoba. bMédico de Familia. Grupo Comunicación y Salud-Cataluña.
CAP San Miquel. Granollers. Barcelona. cMédico de Familia. Grupo Comunicación y Salud-Cataluña. CAP ABS Encants (Maragall). Barcelona.

SUMARIO CONTINUAR
Actualizaciones
Comunicación centrada en el paciente:
una aplicación a la clínica
J.A. Prados Castillejoa, J. Cebrià Andreub y J.M. Bosch Fontcubertac
aMédicode Familia. Grupo Comunicación y Salud-Andalucía. CS Previsión. Córdoba. bMédico de Familia. Grupo Comunicación y Salud-Cataluña. CAP
San Miquel. Granollers. Barcelona. cMédico de Familia. Grupo Comunicación y Salud-Cataluña. CAP ABS Encants (Maragall). Barcelona.

Comunicación; Entrevista

Desde que Balint acuña el término médico. Estos conceptos de consulta centrada en el paciente
“comunicación centrada en el paciente”, o en el médico son muy similares a los desarrollados por Ba-
muchas han sido las ideas que se han lint y tienen mucho en común, igualmente, con el modelo de
terapia centrada en el cliente desarrollado por Rogers5.
desarrollado alrededor del mismo y mucho se
A partir de aquí, algunos autores elaboran distintos ele-
ha estudiado acerca del impacto positivo que mentos dentro de esta nueva orientación, siendo los más co-
éste tiene en el proceso comunicacional y en nocidos las tareas o mapa de consulta de Pendelton6,7 en la
los resultados clínicos. Dos líneas paralelas escuela inglesa, o el modelo que aquí se desarrolla de la es-
(en Canadá e Inglaterra, principalmente) cuela canadiense. Esta escuela empieza a tomar forma a
partir de los trabajos publicados en 1984 por Levestein8,
desarrollan el concepto llegando a similares
Stewart9,12, Weston10 y Brown11.
conclusiones. El primero está desarrollado por
el Centro para los estudios en Medicina
Familiar y Comunitaria dirigido en la ¿Por qué utilizar este modelo?
actualidad por la Dra. Moira Stewart. Se
encuentra ubicado en la Universidad de La investigación amplia realizada y el desarrollo de modelos
de cuantificación13 de la comunicación centrada en el pa-
Western Ontario en London (Canadá) y es uno
ciente (como es un profesional de centrado en el paciente o
de los modelos más elaborados, teniendo en la enfermedad) está permitiendo demostrar un impacto
además la ventaja de incorporar al propio importante no sólo en la satisfacción de los pacientes sino
modelo instrumentos de cuantificación en también en los resultados clínicos.
investigación y una estructura docente Así, podemos citar los trabajos de Kaplan14, que demues-
adecuada. Se intenta en este artículo plasmar tran cómo aspectos del modelo mejoran cifras de presión ar-
terial en pacientes hipertensos o de glucemia en pacientes
este modelo junto con la opinión de los
diabéticos, de percepción de bienestar del propio paciente o
autores sobre lo que podría ser su aplicación de tolerancia a la quimioterapia en pacientes oncológicos.
práctica en nuestro entorno. En el clásico trabajo del Headache Study Group, el sim-
ple hecho de poder hablar con el médico sobre la opinión
¿Cómo surge el modelo? que el paciente tiene sobre la naturaleza de la cefalea, se
asociaba de forma significativa a la mejoría del proceso15.
El término es acuñado por Balint sobre la base de una refle- Otros muchos trabajos experimentales y observacionales
xión y una crítica del diagnóstico clásico (lo que él llama han obtenido resultados similares con mejorías clínicas signi-
“medicina centrada en la enfermedad”) y sus limitaciones en ficativas, tanto al controlar aspectos más relacionados con la
la relación médico-paciente1-3. Byrne y Long4 categorizan la vivencia del paciente sobre su problema16-19, como aspectos
consulta según su orientación hacia el conocimiento-expe- más novedosos que se comentarán a continuación, como pue-
riencia del paciente y hacia el conocimiento-habilidades del de ser la búsqueda activa de acuerdos con el paciente20,21.

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Esta evidencia científica debería ser razón ética suficiente – La idea que tiene el paciente sobre la naturaleza de la
para que cualquier profesional interesado en la calidad de su enfermedad. El “¿a qué lo atribuye?” de las clásicas pregun-
asistencia conociera y se planteara la incorporación en la tas hipocráticas. Preguntas como “¿a qué cree usted que pue-
práctica de este modelo. de ser debido?” o “¿hay algo a lo que le esté dando vueltas
en la cabeza sobre lo que le puede estar ocasionando todos
estos síntomas?”, pueden ser útiles. Esta pregunta debe em-
¿En qué consiste la plearse al final de la exploración del síntoma guía, ya que la
comunicación centrada respuesta dependerá de la forma en la que se enuncie; si es
en el paciente? muy al inicio de la exploración del síntoma, puede dar como
respuesta el origen del mismo y no a qué cree que puede ser
El modelo canadiense se basa en seis componentes que se debido su síntoma. Es decir, si preguntamos al principio a
detallarán a continuación (tabla 1): qué cree que puede ser debido el lumbago la respuesta po-
dría ser: “Puede que sea del esfuerzo del otro día de pintar la
Explorando la enfermedad y las vivencias fachada de la casa”. Mientras que si preguntamos al final de
que ocasiona al paciente la anamnesis a qué cree que pueden deberse estos dolores
Sólo uno de cada diez síntomas se consultan al médico. Las tendría más probabilidades de que la respuesta fuera: “No lo
razones por las que unos se consultan y otros no están en los sé, pero estoy empezando a pensar si no será que tengo una
pensamientos y emociones que generan al paciente (tabla 2). hernia discal”, lo cual puede ser la verdadera idea que tiene
En inglés existen dos palabras que se pueden traducir como el paciente sobre la naturaleza de su problema.
“enfermedad” pero que para ellos tienen significado diferen- – Los sentimientos que le produce (especialmente los
te. La palabra disease expresa la alteración real, morfológica miedos). Pueden utilizarse apreciaciones del tipo “le veo
que existe en el organismo (p. ej., el nicho ulceroso), mien- preocupado”, o preguntas abiertas del tipo “¿hay algo que le
tras que la palabra illness se utiliza para definir el impacto preocupe de todo este problema?”, o “¿le preocupa?” Éste es
que esa enfermedad tiene en el sujeto, es decir, la vivencia uno de los aspectos mas relevantes dentro de las vivencias
que hace de esa enfermedad (p. ej., “La úlcera no me deja del paciente sobre su enfermedad y probablemente una de
trabajar, ¿será algo más?”). las principales razones para acudir a la consulta. Con fre-
Este modelo incorpora, por tanto, a la tan necesaria explo- cuencia es expresada por el paciente mediante comunicación
ración de síntomas la exploración activa (preguntarlos direc- no verbal, verbalizándose sólo cuando se crea un clima co-
tamente) o pasiva (estar pendiente de su aparición) de los si- municacional adecuado y la relación médico-paciente es
guientes elementos: buena con una confianza alta en el profesional.
– El impacto que toda su sintomatología o sus vivencias
tienen en su función: (“¿cómo afecta todo esto a su vida dia-
TABLA 1. Componentes de la comunicación centrada ria?” o “¿le molesta para hacer las cosas de la casa?”) es
en el paciente
también un motivo habitual de consulta. Muchas amas de
1. Explorando la enfermedad y las vivencias que ocasiona casa no consultan hasta que su lumbalgia no les deja hacer
al paciente las cosas de la casa. Puede ser la razón principal, por ejem-
2. Comprendiendo a la “persona completa” plo, para un trabajador autónomo.
3. Buscando acuerdos con el paciente – Las expectativas que tiene con respecto al profesional.
4. Incorporando prevención-promoción Quizás la pregunta más útil pueda ser: “¿hay alguna otra co-
sa que piense usted que podemos hacer para ayudarle?”. Es-
5. Cuidando la relación profesional-paciente
ta pregunta, sin embargo, debe ser utilizada al final de la fa-
6. Siendo realista
se resolutiva y preferentemente después de haber expresado
el profesional su opinión sobre lo que debe hacerse. Si se
realiza a destiempo puede dar a entender al paciente que el
TABLA 2. Aspectos que integran el primer componente:
vivencias de la enfermedad
profesional no sabe qué hacer, que no controla la situación
(pérdida de asertividad), mientras que realizado justo des-
Síntomas pués de la información, demuestra un interés genuino sobre
Claves la opinión que tiene el paciente ante la pauta de actuación
Creencias o ideas propuesta y aporta un espacio para que exprese alternativas
Expectativas que hubiera pensado. Hay que tener en cuenta que la única
razón para que existan conflictos, resistencias, agresiones,
Emociones (miedos)
etc., por parte de un paciente es el hecho de no haber cubier-
Impacto en su función
to sus expectativas. Es muy infrecuente en la actualidad

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crear activamente en las consultas un espacio de tiempo para TABLA 3. Aspectos que integran el segundo componente:
que el paciente se exprese, y entonces ocurren habitualmente comprendiendo a la “persona completa”
dos cosas: en algunos casos el paciente se calla, probando la Aspectos familiares
pauta propuesta o no, y según la evolución “perdona” al pro-
Aspectos sociales
fesional o va acumulando insatisfacción con el mismo, hasta
Aspectos laborales
el punto de existir a veces verdaderas hostilidades latentes
que pueden estallar ante cualquier situación precipitante; en Aspectos culturales
otros casos, el paciente la expresa e inicia una negociación, Aspectos económicos
la mayor parte de las veces inesperada, que puede acabar de Otros aspectos
muy diversas formas en función de las habilidades comuni-
cacionales del profesional.
Realizar la búsqueda activa de expectativas evita que el Seremos mucho más activos con una artralgia en una inter-
paciente vaya incorporando elementos en el “debe” del libro falángica de un pianista que tiene un concierto al día si-
de contabilidad que es nuestra relación con ellos. Es decir, el guiente que con un “desempleado”. Y de la misma manera
paciente no va acumulando cosas “en contra” nuestra al no los tratamientos deben estar adaptados (debe “calzárseles el
haber respondido a lo que él esperaba. Además, hace que és- tratamiento” como suele decir el equipo canadiense) a todos
tas salgan de forma controlada, de tal manera que el profe- aquellos aspectos del entorno que puedan ser relevantes (es
sional no lo vive como una resistencia sino como la expre- absurdo mandar reposo absoluto a una ama de casa con 7 ni-
sión de una opinión diferente que ha buscado consciente- ños sin medios económicos y sin nadie que le ayude). No te-
mente. ner en cuenta estos factores puede llevarnos a un fracaso im-
En contadas ocasiones, puede ser útil su búsqueda activa portante de la entrevista.
al principio de la entrevista cuando el paciente introduce una En este sentido, el médico de atención primaria tiene una po-
demanda poco clara, con preguntas como “pero exactamen- sición de lujo, ya que la perspectiva longitudinal que tiene del
te, María, ¿cómo puedo yo ayudarle en este caso?”. paciente le ayuda a conocer poco a poco este ámbito y a adap-
– Y todo esto “apuntado” a menudo por el paciente me- tar, por tanto, con más facilidad las pautas que considere opor-
diante claves verbales (frases como “yo sé que no me voy a tunas. En cualquier caso, puede ser útil soltar la “papeleta” al
morir de esto”, ante una consulta absolutamente banal, o “no propio paciente. Nadie puede saber mejor que esa ama de casa
creo que para esto haya que ingresar, no?”, cuando nadie ha- qué tipo de reposo podría hacer, porque nadie conoce como ella
bía planteado todavía esa posibilidad. Más a menudo, sin su entorno. Una opción podría ser: “María, es importante en su
embargo, el paciente expresa que hay algo en ese mundo de caso el reposo. ¿Qué reposo podría hacer usted?”. Y a partir de
sus vivencias mediante claves no verbales. Habitualmente aquí ir buscando entre ambos la mejor alternativa, lo que engar-
suelen aparecer en forma de adaptadores (gestos de rascado, za con el siguiente apartado.
tocarse la boca, mover el pie, etc., que expresan emociones
internas del paciente), alteraciones en el paralenguaje (ca- Búsqueda de acuerdos
rraspeos, cortar frases o palabras, circunloquios, etc.), rehuir Éste es uno de los puntos de vista que puede plantear cam-
el contacto visuofacial, etc. bios más radicales en la forma de abordaje de los pacientes.
El paciente debe participar en la toma de decisiones en todos
Cuando no existe mucho tiempo en las consultas, y la los aspectos implicándose en todo el proceso de salud-enfer-
búsqueda activa de cada uno de estos elementos enumerados medad relacionado con él. En la comunicación centrada en
puede ser muy costosa, es la especial atención a estas claves la enfermedad (o en el profesional), el médico informaba del
lo que puede hacer que la entrevista siga siendo una entre- diagnóstico y el tratamiento que creía oportuno, mientras
vista centrada en el paciente. que en este modelo comunicacional el profesional, además,
En muchos casos, todos estos aspectos pueden estar rela- debe buscar activamente la aceptación del propio paciente
cionados. Es decir, la idea de la naturaleza del problema se en los siguientes aspectos (tabla 4):
relaciona con los miedos, y todo esto condiciona las expec-
tativas que tiene el paciente. Por tanto, es muy habitual que
con una sola pregunta salgan distintos elementos de los ci- TABLA 4. Aspectos que integran el tercer componente:
tados. buscando acuerdos con el paciente

Acuerdo en el diagnóstico o pauta diagnóstica


Comprendiendo a la persona completa
El abordaje de todo paciente debe incorporar al mismo y su Acuerdo en el tratamiento
contexto familiar, social, laboral, etc. (tabla 3). De hecho, Acuerdo en los papeles que representa cada uno
en la relación
esto puede modificar todo el abordaje que hagamos de él.

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– Diagnóstico o pauta diagnóstica propuesta. Difícilmente adhesión al tratamiento. La participación del paciente en la
un paciente se someterá a una endoscopia si no es conscien- decisión sobre cuál es la mejor manera de actuar con el ase-
te de su necesidad y guarda los miedos que experiencias pre- soramiento cualificado del profesional es la mejor manera de
vias puedan haberle provocado con respecto a ella. Una bús- asegurar una actuación correcta. Podría traducirse en frases
queda de expresión de acuerdo por parte del profesional como “es importante que haga un reposo relativo. ¿Cómo
puede hacer que el paciente “saque” sus temores y los discu- piensa que lo podría hacer?” o “¿qué tipo de analgésico ha
ta, aumentando la probabilidad de su realización. Otro caso tomado ya para su artrosis que usted sepa que le va bien?”, o
podría ser el de un paciente con mucha resistencia a some- simplemente “¿le parece bien el tratamiento que le he pro-
terse a tratamiento con insulina. A menudo intentamos con- puesto?”.
vencerle buscando sus miedos y utilizando nuestra posición – Por otro lado, algunas formas de comportamiento del
de expertos, sin darnos cuenta que antes hay que convencer- paciente expresan una falta de acuerdos sobre cuál es el pa-
lo del diagnóstico correcto de la situación. Es decir, debe pel de cada uno en la relación (p. ej., “Doctor shoping”). Es
convencerse de que seguir con el azúcar en 200 no es bueno necesario clarificarlos y llegar a acuerdos en este punto para
para él y puede acarrearle problemas a largo plazo (muchos que la relación vaya por unos cauces adecuados. En cual-
pacientes piensan que estar en 200 no es tanto, que hay mu- quier caso, este tipo de negociación requiere habitualmente
cha gente así sin aplicarse insulina). Una forma de búsqueda más tiempo y debe comenzarse ganándose la confianza del
de acuerdo en este caso podría ser: “Parece que no tiene mu- paciente siempre que sea posible.
chas ganas de ponerse la insulina. Entiendo que no es una
decisión fácil. Pero, ¿está usted de acuerdo conmigo en que Incorporando prevención-promoción
si dejamos más tiempo el azúcar en esas cifras puede ocasio- Se introducen en el modelo tareas ya clásicas de la aten-
narle problemas serios?”. ción primaria a modo de recordatorio. Se incorporan en es-
– Tratamiento propuesto o pauta terapéutica. La expre- te cuarto componente elementos como mejora de la salud
sión de acuerdo en este ámbito ha demostrado aumentar la en su concepto más amplio, reducción de riesgos, detec-
ción temprana de enfermedades y disminución de su efecto
(prevención primaria, secundaria y terciaria) (tabla 5). To-
TABLA 5. Aspectos que integran el cuarto componente: das las nuevas tendencias en entrevista motivacional utili-
incorporando prevención-promoción
zan modelos centrados en el paciente para mejorar su efi-
Mejorar el nivel de salud cacia.
Identificar y abordar factores de riesgo
Cuidando la relación profesional-paciente
Detección precoz de enfermedades
Se considera ésta una tarea del profesional en cada entrevis-
Disminuir el efecto de las enfermedades
ta. El profesional debe intentar como objetivo importante
que la relación con el paciente sea mejor en cada encuentro
clínico. Es decir, debe preguntarse cuándo acaba la entrevis-
TABLA 6. Aspectos que integran el quinto componente: ta si la relación se mantiene en un nivel adecuado o si ha
cuidando la relación profesional-paciente
mejorado con respecto a cuando se inició.
Avanzar en la relación Incorpora así los siguientes elementos: avance en la rela-
Crear el ámbito de intimidad adecuado ción, creación del ámbito de intimidad adecuado, autocono-
Autoconocimiento cimiento, pacto frente a contrato y uso del efecto placebo
que la relación tiene en sí (tabla 6)
Pacto frente a contrato
Uso del efecto placebo que la relación tiene en sí
Siendo realista
Todo esto debe hacerse en el marco de los recursos reales
que se tienen, con el tiempo de entrevista real del profesio-
TABLA 7. Aspectos que integran el sexto componente:
siendo realista
nal y los medios que se encuentran a su alcance. Este com-
ponente intenta introducir todos aquellos aspectos que pue-
Ver el modelo como una aproximación a largo plazo den hacer el modelo más adaptable a la realidad. No conse-
Planificar y organizar los recursos guirlo aseguraría la ineficacia del modelo.
Aproximación en equipo Incorpora los siguientes elementos: aproximación del pro-
Establecer prioridades blema a largo plazo, planificación y organización adecuada
de los recursos, aproximación en equipo, establecimiento de
Objetivos razonables y alcanzables
prioridades, objetivos razonables y uso de tiempo y de ener-
Controlar el tiempo y la energía emocional
gía emocional razonable (tabla 7).

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¿Cuándo y cómo podría En estos casos puede ser útil valorar tan sólo aquellos as-
aplicarse este modelo pectos del modelo que tengan más importancia para el pro-
en nuestra realidad? pio paciente o el proceso que se consulta. Por ejemplo, para
un determinado paciente lo más importante puede ser el he-
En entrevistas programadas o de demanda de una duración cho de que el síntoma que presenta le estorbe en el trabajo,
aceptable, la aplicación del modelo es relativamente senci- mientras que para otro puede ser el miedo que le ocasionan
lla. De hecho, en muchas ocasiones ha sido utilizado en par- las posibilidades diagnósticas que se le ocurren en su casa
te sin ponerle nombre. Tan sólo necesita del convencimiento (tumores, invalidez, etc.). La observación atenta de la comu-
profundo del profesional sobre su necesidad, la incorpora- nicación no verbal del paciente o de lo que nos expresa ver-
ción de los elementos teóricos necesarios y el “ensayo” clí- balmente puede ser la clave en muchos casos de dónde se
nico diario que nos ayude cuando comprobemos su eficien- encuentra el problema. Sin embargo, a veces puede ser nece-
cia a incorporarlo a nuestro automatismo diario. saria alguna pregunta activa de las ya comentadas (es impor-
Las condiciones de la medicina pública en nuestro país, sin tante recordar que una sola pregunta puede ser la clave de
embargo, son muy variables, y todavía existe un porcentaje de entrada a toda la vivencia del paciente).
profesionales que atienden a un número excesivo de pacientes Resumiendo, en consultas más o menos masificadas, la
diariamente con un tiempo medio de demanda muy bajo. Aplicar principal herramienta que posee el profesional es, por tanto,
el modelo tal como se ha descrito, de una manera sistemática, la actitud abierta a las claves del paciente (de sus vivencias,
puede no ser siempre viable. No obstante, incluso en demandas entorno, etc.), junto con la incorporación en su rutina de en-
breves, la importancia de los aspectos descritos puede ser tan alta, trevista de 3 o 4 preguntas referidas al modelo, que vayan
que su abordaje puede ser absolutamente necesario, o incluso im- con su estilo personal y que exploren de forma amplia dife-
prescindible a la hora de resolver una demanda concreta o una rentes aspectos del modelo (fig. 1). Además (y esto es posi-
reincidencia de consultas de un determinado paciente. blemente uno de los aspectos más difíciles del modelo), de-

El paciente
presenta
claves
Explorando la enfermedad
y vivencia del paciente Cuidar
Vivencia de la relación M/P
Enfermedad enfermedad
Exploración física, Ideas, expectativas,
historial, etc. sentimientos,
impacto en función

Persona
Comprendiendo a la
persona completa Prevención
promoción
Vivencia de salud
Enfermedad

Papeles
Llegando a acuerdos
Problemas Objetivos Siendo
realista

Decisión
mutua

Figura 1. Resumen del modelo.

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be asegurarse de que la actitud diagnóstica o terapéutica de- cillas se podría resumir con un aforismo, muchas veces utili-
cidida ha sido total y racionalmente aceptada por el paciente. zado en cursos de comunicación: “Pruébelo, y si le sirve,
Existen muchos miedos que frenan a la hora de aplicar es- úselo”.
te método. Entre ellos podemos destacar la falta de forma-
ción con respecto al mismo (aunque desde hace mucho tiem-
po somos conscientes de su necesidad) y las dudas sobre su Bibliografía
eficacia; pero quizás el más importante pueda ser el hecho 1. Balint M. The doctor, his patient and the illness. Londres: Tavistock
Publications, 1957.
de que se piensa que entrar en estos dominios del paciente 2. Balint E. The possibilities of patient-centred medicine. J Roy Coll Gen
no llega a veces a buen término y puede consumir mucho Pract 1969; 17: 269.
tiempo. Se debe pensar que en ellos se encuentra, en muchas 3. Balint E, Norell JS. Six minutes for the patient. Interactions in general
practice consultation. Londres: Tavistock Publications, 1973.
ocasiones, la única razón por la que el paciente acude a la
4. Byrne PS, Long BEL. Doctor talking to patients. Londres: The Roy
consulta, ahorrándonos visitas repetidas y asegurando el éxi- Coll of Gen Pract, 1984.
to de la entrevista. Asimismo, no debemos perder la pers- 5. Rogers C. Client-centred therapy – its current practice, implications
pectiva de que, afortunadamente, no siempre se tienen que and theory. Cambridge, Mass: Riverside Press, 1951.
6. Pendelton D, Hasler J. Doctor-patient communication. Londres: Acade-
resolver los problemas en una sola entrevista en atención mic Press, Inc., 1983.
primaria. 7. Pendelton D, Schofield T, Tate P, Havelock P. The consultation: an ap-
Otra idea que puede influir negativamente es la de aque- proach to learning and teaching. Oxford: Oxford Medical Publications,
1984.
llos profesionales que piensan que este modelo debe aplicar-
8. Levenstein JH. The patient-centred general practice consultation. S Afr
se sólo en aquellos pacientes con quejas no resueltas o pro- Fam Pract 1984; 5: 276-282.
blemas psicosociales. El modelo forma parte, una vez inte- 9. Stewart MA. What is a successful doctor-patient interview? A study of
interactions and outcomes. Soc Sci Med 1984; 19: 167-175.
grado, de la concepción que el profesional posee de la
10. Weston WW, Brown JB, Stewart MA. Patient-centred interviewing.
medicina y se utiliza cuando es necesario tanto en una cefa- Part I: Understanding patients’ experiences. Can Fam Physician 1989;
lea no filiada como en un somatizador, o en un simple cata- 35: 147-151.
rro, siendo igualmente eficaz en cada una de estas situacio- 11. Brown JB, Weston WW, Stewart MA. Patient-centred interviewing.
Part II: Finding common ground. Can Fam Physician 1989; 35: 153-
nes (aunque en los casos más banales no realicemos una 157.
búsqueda tan activa de miedos). 12. Stewart M, Brown JB, Weston W. Patient-centred interviewing. Part
III: Five provocative questions. Can Fam Physician 1989; 35: 159-161.
Debe comentarse aquí que algunos pacientes no respon-
13. Modelo de cuantificación.
den espontáneamente al uso de este modelo por un deter-
14. Kaplan SH, Greenfield S, Ware JE. Assesing the effects of physician-
minado profesional. De hecho es posible que les “choque” patient interactios on the outcomes of cronic disease. Med Care 1989;
esa actitud a lo mejor no vivida anteriormente con ningún 27 (Supl 3): 110-127.
15. The Headache Study Group of the University of Western Ontario. The
otro profesional de la salud. Puede que sea este desconoci- predictors of outcome in headache patients presenting to family physi-
miento lo que explique los resultados contradictorios pu- cians: a one year prospective study. Headache J 1986; 26: 285-294.
blicados ocasionalmente en nuestro país22 con respecto a la 16. Inui TS, Yourtee EL, Williamson JW. Improved outcomes in hyperten-
sion after physician tutorials. A controlled trial. Ann Intern Med 1976;
abundante bibliografía ya comentada publicada en otros 84: 646-651.
países. 17. Greenfield S, Kaplan SH, Ware JE, Martin E, Ffrank HJ. Patients’ par-
ticipation in medical care: effects on blood sugar control and quality of
Pero, además, y por encima de todo, se debe pensar que life in diabetes. J Gen Intern Med 1988; 3: 448-457.
las evidencias científicas publicadas hasta ahora que anali- 18. Bass MJ, Buck C, Turner L, Dickie G, Pratt G, Robinson C. The physi-
zan la correlación del modelo con los resultados clínicos y la cian’s actions and the outcome of illness in family practice. J Fam Pract
1986; 23: 43-47.
satisfacción indican una mejoría de estos parámetros, y que
19. Orth SE, Stiles WB, Scherwitz L, Hennrikus D, Valbona C. Interviews
esto por sí solo podría ser razón suficiente para que un pro- and hypertensive patients’ blood pressure control. Health Psyc 1987; 6:
29-42.
fesional preocupado por su calidad asistencial, utilice el mo-
20. Starfield B, Wray C, Hess K, Gross R, Birk PS, D’Lugoff BC. The in-
delo con la mayor profundidad posible. Todo cambio en fluence of patient-practitioner agreement on outcome of care. Am J Pu-
cualquiera de nuestras rutinas nos exige continuamente un blic Health 1981; 71: 127-131.
esfuerzo consciente importante, pero cuando se incorporan 21. Greenfield S, Kaplan SH, Ware JE. Expanding patient involvement in
care: effects on patien outcomes. Ann Intern Med 1985; 102: 520-528.
elementos y valoramos in situ el resultado que se obtiene, su 22. Torio J, García MC. Relación médico-paciente y entrevista clínica (I):
asimilación es mucho más fácil. En otras palabras más sen- opinión y preferencias de los usuarios. Aten Primaria 1997; 19: 18-26.

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