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ORIENTADORA 4 DE SOCIOMEDICA 3

El proceso salud-enfermedad está indisolublemente ligado al modo, las condiciones y el


estilo de vida, ya que se asocia a la vida productiva y la distribución de los recursos,
involucrando a las personas, el ambiente en el que viven y a la respuesta social organizada.
Los elementos anteriormente mencionados determinan cambios en la probabilidad de
ocurrencia para los eventos en salud, esta probabilidad es diferente ante la presencia de uno
o más factores relacionados con ellos. Los eventos en salud y las condiciones relacionadas
con ellos se producen y expresan a diferentes niveles, que son: el ambiente natural, la
Sociedad y sus clases, los grupos y la persona con sus características biológicas y
psicológicas.

Estos niveles no son excluyentes, lo que ha ocurrido históricamente es que dos grandes
paradigmas, el clínico y el epidemiológico-social han tenido un protagonismo en determinados
momentos, pero la complejidad del proceso salud enfermedad requiere de su integración.

Con lo expresado hasta aquí podemos afirmar que existen numerosos factores en la vida
cotidiana que se relacionan con eventos del proceso salud- enfermedad, los que están
presentes a cierto nivel en las actividades que realizamos como nadar, correr, conducir un
automóvil, trabajar o usar un medicamento. Todos ellos conllevan a importantes beneficios
pero también pueden ocasionar perjuicios con diferentes grados de severidad.

Es oportuno hacer en este momento breves consideraciones históricas sobre la categoría


epidemiológica Riesgo; en la década de los años 20 del siglo pasado se utilizó solo como
amenaza o peligro para la persona.

Entre 1930 y 1940 comienza a verse ligada a condiciones de susceptibilidad individual que
determinan el comportamiento epidémico de las enfermedades infecciosas, se usó para
indicar la relación entre procesos individuales y colectivos.

Después de la segunda guerra mundial, el riesgo se asocia a la susceptibilidad atribuible a


una persona de cualquier grupo social, con su exposición a factores de diversa naturaleza.

Desde entonces esta categoría es usada, para identificar la probabilidad en la persona y la


población.

Por tanto el riesgo en salud hace énfasis en la probabilidad de ocurrencia de un evento


adverso a la salud en una persona o grupo de población, definida en un lugar y tiempo
determinado.

Para el estudio del estado de salud de la población es necesario detallar estas


probabilidades según las características de la población estudiada en sus dimensiones
personal, espacial y temporal, esta categoría carece de sentido sin lo dicho anteriormente.
El riesgo es un término de uso frecuente en la vida cotidiana, sobre todo en los últimos
tiempos se habla de él, se escucha a través de los medios masivos de comunicación, es
tema de conversación para personas preparadas intelectualmente, también es usado por la
población para referirse a factores que se asocian a efectos dañinos a la salud, sin embargo,
ésta universalidad en la referencia no es sinónimo de claridad en el significado de elementos
relacionados con él, como es el de daño, probabilidad, factor de riesgo, o enfoque de
riesgo entre otros.

La primera asociación que se hace generalmente, al oír la palabra daño es que algo
desafortunado ha ocurrido, pocas veces se piensa en su causa, en muchos casos éstas no
son evidentes y es necesario explorar para detectarlas. Se define daño, como cualquier
evento de naturaleza orgánica, psíquica, ambiental o social valorado desfavorablemente.
En el proceso salud-enfermedad el daño incluye lesiones, traumatismos, enfermedades,
deterioro físico, mental y social, dolor, discapacidad y muerte. Por su forma de
manifestarse en el tiempo se clasifican en agudos, subagudos y crónicos. Analizada la
definición de daño es oportuno recordar que el riesgo es concebido como la probabilidad de
experimentar una contingencia, valorada de forma desfavorable, es decir, probabilidad
de experimentar un daño.

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Aunque el riesgo se expresa como una medida de probabilidad, debe tenerse cuidado, porque
la afirmación es parcial, es sólo un acercamiento, un medio para conocer más profundamente
fenómenos y procesos. De lo anterior se deduce que el concepto probabilidad, es
fundamental para entender el de riesgo, ya que ayuda a la estimación de la presencia del daño,
su proximidad u ocurrencia futura. La probabilidad no es igual para todos las personas o grupos
humanos, existen factores, condiciones o circunstancias que la hacen diferente, puede variar
en función del sexo, la edad , factores conductuales, socioeconómicos y ambientales, a estos
se les denomina factores de riesgo, en ellos se profundizará más adelante.

En el estudio del Estado de Salud de la Población, el riesgo se utiliza como indicador de


la ocurrencia de los eventos del proceso salud-enfermedad, se refiere necesariamente a
grupos de población. En un momento determinado, una situación de riesgo puede presentar
un cambio de estado y producirse un daño a la salud, es decir la probabilidad comienza a ser
cierta, se aprecia ya su repercusión real en la persona.

En la persona para que se produzca un daño a la salud, los factores de riesgo necesitan tener
la duración e intensidad capaz de producir el cambio de estado en el proceso salud-
enfermedad, es decir, la predisposición y la exposición deben coincidir en el espacio y el
tiempo con la intensidad y duración necesaria para que se produzca un efecto adverso a la
salud ya sea de carácter agudo, subagudo o crónico.

Los daños a la salud tienen repercusión en las esferas biológica, sicológica y social de la
actividad humana. Otro elemento relacionado con el riesgo es la probabilidad, definida como la
cuantificación de la posibilidad de ocurrencia de un evento no determinístico, es decir
que está sujeto a múltiples causas, su valor oscila entre 0 y 1 y carece de unidades. Es por
tanto una medida de la incertidumbre.

Cuando la cifra obtenida en una medición es elevada en la escala de probabilidad, es mayor la


certeza estadística de que el hecho o daño ocurra. La importancia de la categoría riesgo
para la Atención Primaria de Salud radica en que sus elementos teórico-metodológicos
ocupan un lugar fundamental en la atención a la salud, por las posibilidades que brinda para
describir, explicar o predecir un problema, su enfoque constituye una herramienta para
que el equipo de salud logre tomar mejores decisiones en el diagnóstico, pronóstico e
intervención, a nivel personal, familiar y comunitario.

Es evidente hoy en día, que el riesgo en salud se relaciona con todas las acciones que se
desarrollan en la atención integral a la salud. Se define factor de riesgo como cualquier
evento detectable de naturaleza orgánica, psíquica, social o del ambiente natural cuya
presencia aumenta la probabilidad de ocurrencia de daño a la salud. Es relativo,
probabilístico, explicativo y predictivo. No es sinónimo de enfermedad y su empleo tiene
una fuerte connotación ética.

Si se sabe que un factor de riesgo está asociado con la presencia de un efecto adverso a
la salud, su eliminación puede disminuir la aparición del daño en la persona, familia, grupo
específico o la población en general. En la actualidad algunos autores plantean que debe
ampliarse el alcance de la definición de factor de riesgo e incluir otros factores cuyo
resultado es favorable para la salud y tienen igualmente probabilidad de ocurrir.Existe otra
vertiente en el estudio del proceso salud–enfermedad que reconoce por separado la existencia
de factores peligrosos y favorecedores, que sólo es posible separar para su análisis, a
estos últimos le denominan factores protectores y se hará referencia a ellos más adelante .

La naturaleza de tal discrepancia parece hallarse en que tanto los factores de riesgo como los
protectores son medidos en términos de probabilidad. Los factores de riesgo son básicos
para el análisis epidemiológico del proceso salud-enfermedad, que consiste en
descomponer el proceso en factores para buscar relaciones, sobre todo de tipo causal, que
permitan reinterpretar la situación de salud para intervenir de la manera más eficaz.

Cuando se quiere clasificar a los factores de riesgo el primer aspecto a dilucidar es cual eje
clasificatorio se utilizará, es decir, qué criterio servirá para agruparlos en un género o clase
dada.

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La clasificación de los factores de riesgo facilita su manejo en el análisis de problemas en
el proceso salud-enfermedad, a fin de establecer su magnitud, distribución, explicación causal
para decidir posteriormente que medidas resultarían más eficaces.

Es válido aclarar que los ejes clasificatorios nunca sirven para todos los fines, ya que su
selección obedece a necesidades concretas de aplicación práctica.

Los ejes o criterios de clasificación pueden ser generales, como el que agrupa los factores de
riesgo según el tipo de fenómeno presente, estos pueden ser naturales, tecnológicos y
sociales.

Los factores de riesgo naturales se derivan de procesos que acontecen de forma natural en el
ambiente y que pueden producir daños a la población como por ejemplo terremotos, ciclones y
cambios climáticos.

Los riesgos tecnológicos están asociados al uso inadecuado de la tecnología, lo que puede
provocar accidentes, agotamiento de los recursos naturales y acumulación anómala de
materiales contaminantes.

Los factores de riesgo sociales, se relacionan con la vida en sociedad de los seres
humanos; permiten entender al proceso salud enfermedad con el enfoque de “sociedad de
riesgo”, es decir analizando los problemas de salud desde una perspectiva sociológica; son
ejemplos de ellos la pobreza, las condiciones inadecuadas de vida, la violencia, las guerras,
entre otros.

Existen otros ejes de clasificación de factores de riesgo para el estudio del proceso salud
enfermedad, entre los que se encuentran aquellos relacionados con:

La naturaleza del agente que provoca el efecto adverso a la salud: incluye los físicos, químicos
y biológicos, así como las condiciones, orgánicas o funcionales de las personas, las
psicológicas y las sociales.

El modo en que opera en la causalidad del evento de salud: pueden ser predisponentes,
facilitadores, precipitantes y reforzadores

El nivel en que se desarrolla el análisis y las intervenciones: incluyen factores personales o


individuales y los colectivos o ambientales.

La ubicación del factor respecto a la persona que sufre su efecto: por lo que es endógeno si
se encuentra en el interior del organismo y exógeno si está en el ambiente.

Otro de los ejes clasificatorios contempla

La posibilidad de modificación del factor de riesgo, considerándolos, modificables si es posible


controlar el efecto y evitar el daño a través de acciones planificadas; y no modificables cuando
ocurre lo contrario.

Es necesario puntualizar que las posibilidades de modificación son relativas, van asociadas al
desarrollo tecnológico y a la disponibilidad de bienes y servicios de que gozan las personas y
los grupos sociales.

A los factores no modificables se les denomina indistintamente en la literatura actual


marcadores de riesgo, ya que son características personales o del medio que no es posible
modificar, pero que definen a personas o grupos vulnerables por ejemplo: la edad, el sexo o los
antecedentes patológicos familiares, sobre estos se profundizará en el tema siguiente
relacionado con medición y enfoque de riesgo.

La Organización Mundial de la Salud identifica factores prevenibles de riesgo de muerte y


enfermedad, a partir de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, ellos son: El bajo
peso materno e infantil, Las relaciones sexuales en condiciones de riesgo, La hipertensión
arterial, El tabaquismo, El alcoholismo, La falta de agua potable, Deficiencias en el
saneamiento básico, Altos niveles de colesterol en sangre, Contaminación del aire por el humo

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producido al quemar combustibles sólidos, Deficiencias de hierro, y alto índice de masa
corporal o sobrepeso.

Como se ha expuesto, existen múltiples clasificaciones, distinguiremos una que integra los
ejes mencionados anteriormente y facilita el diseño y aplicación de acciones para el control y
la solución de problemas de salud.

Esta clasificación agrupa los factores de riesgo en: personales o individuales, relacionados con
condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas que confieren un grado variable de
susceptibilidad para padecer un efecto adverso a la salud y colectivos o ambientales que son
los que afectan comunidades, grupos sociales o el ambiente natural y a su vez se subdividen
en: físicos, químicos biológicos, laborales, escolares, agrícolas o relacionados con centros
recreativos entre otros.

Sin embargo, los factores que se asocian a la probabilidad de ocurrencia de eventos de


salud, no siempre influyen de manera negativa sobre el individuo, la familia o la
comunidad pues algunos pueden hacerlo de forma positiva y son los denominados factores
protectores a la salud, que se definen como las condiciones o los entornos capaces de
favorecer el desarrollo de las personas o grupos y en muchos casos, reducir los efectos de
circunstancias desfavorables. Los factores protectores promueven comportamientos
positivos y contribuyen a modificar los comportamientos de riesgo, mitigando con ello los
efectos de la exposición a los mismos. Ejemplos de ellos son: la ingestión de alimentos ricos
en fibra dietética, armonía familiar y la existencia de redes de apoyo social.

Existen ciertas condiciones de carácter biológico presentes en la persona que permiten un


disfrute pleno de la vida, protegen la salud y no se expresan en toda la potencialidad si la
conducta personal y las condiciones del ambiente no son favorables como: la herencia,
inmunidad, el sexo y el nivel de desarrollo anatomo-fisiológico alcanzado.

Los factores protectores están presentes en la propia persona y en su entorno y son


clasificados en personales, familiares y ambientales, estos últimos incluyen el ambiente natural
y socio cultural, El conocimiento de los factores protectores es necesario para promover y
proteger la salud, por tanto las acciones para su desarrollo deben ir encaminadas a:

Incidir en las determinantes, garantizando condiciones de vida dignas, influyendo en decisiones


sobre políticas públicas para mejorar la salud y calidad de vida de la población en la lucha
constante por la equidad y la justicia social.

Además proteger a personas y grupos de riesgo para evitarla aparición de efectos adversos a
la salud.

A manera de resumen es importante señalar que para el desarrollo de acciones en la Atención


Integral a la Salud se requiere del conocimiento sobre factores de riesgo y factores protectores,
así como, comprender que ellos no son excluyentes, sino que se complementan para alcanzar
salud y calidad de vida en la persona, la familia y la comunidad.

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