LOS DIEZ
Lo haré
MANDAMIENTOS DEL
DIEZMADOR
1. “Soy diezmador porque amo
a Dios y a mi prójimo”.
Comparto con alegría, como
nos enseña San Pablo: “Cada
uno dé según lo decidió
personalmente, y no de mala
gana o a la fuerza, pues Dios
ama al que da con alegría. Y
también poderoso es Dios para
colmarlos de toda clase de
beneficios, para que nunca les
falte nada." (2 Cor 9,7-8)
2. "Soy diezmador porque
reconozco que todo lo recibo
gratuitamente de Dios". "El
Señor es mi pastor, nada me
falta, en verdes praderas me
hace recostar, me conduce
hacia fuentes tranquilas y
repara mis fuerzas." (Salmo
22)
3. "Soy diezmador porque mi
gratitud a Dios me lleva a
devolver un poco de lo mucho
que recibo." No es "dar" algo,
sino “devolver” el 10%, el 5%
o el 3% de mis ingresos, de
acuerdo con la generosidad de
mi corazón y la grandeza de mi
conversión.
mensualmente. Afirma Jesús:
"Den gratuitamente, puesto que
recibieron gratuitamente." (Mt
10,8)
4. "Soy diezmador porque la
Sagrada Escritura garantiza que
el diezmo es fuente de
bendiciones." "Entreguen,
pues la décima parte de todo lo
que tienen al templo, para que
haya alimentos en mi casa.
Traten después de probarme,
les propone Yavé, para ver si
les abro las compuertas del
cielo o si derramo para ustedes
la lluvia bendita." (Malaquías
3,10)
5. "Soy diezmador porque
confío en Dios y mi aporte es
prueba de fe en mi Padre
celestial". "¿Por qué, pues,
tantas preocupaciones? ¿Qué
vamos a comer, que vamos a
beber, o que vamos a vestir?
Los que no conocen Dios se
preocupan por esas cosas. Pero
el Padre de ustedes sabe que
necesitan todo eso. Por lo
tanto, busquen primero el
Reino y la justicia de Dios, y
esas cosas vendrán por
añadidura." (Mt 6,31-33)
6. "Soy diezmador porque el
compartir desmonta mi
egoísmo, que me atrapa como
pulpo." En la parábola del
hombre rico, cuya tierra había
producido mucho, él pensaba
solamente en amontonar y
disfrutar egoístamente, pero le
habla el Señor: “Tonto, esta
misma noche te reclamaran tu
alma, ¿quién se quedará con lo
que amontonaste? Así le pasa
al que amontona para sí mismo
en vez de trabajar por Dios."
(Lc 12,16-21)
7. "Soy diezmador porque creo
en la vida cristiana que
progresa en comunidad."
"Asimismo, si en la tierra dos
de ustedes unen sus voces para
pedir cualquier cosa, estén
seguros que mi Padre celestial
se la dará. Pues donde hay dos
o tres reunidos en mi Nombre,
ahí estoy yo en medio de
ellos." (Mt 18,19-20) Además,
la Iglesia es Madre y Maestra.
Madre que me generó para la
fe, esperanza y amor. Maestra
que constantemente ilumina mi
conciencia.
8. "Soy diezmador porque Dios
me regala sus riquezas y no
quiere que nadie pase
necesidades." "El Rey
responderá: En verdad les digo
que, cuando lo hicieron con
alguno de esos más pequeños,
que son mis hermanos, lo
hicieron conmigo." (Mt 25,40)
El diezmo tiene una dimensión
social, y otra religiosa.
9. "Soy diezmador porque
quiero ver mi comunidad
crecer y mi Iglesia testimoniar
el Evangelio en el mundo
entero." "Por eso, vayan y
hagan que todos los pueblos
sean mis discípulos.
Bautícenlos, en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo y enséñenles a cumplir
todo lo que yo les he
encomendado." (Mt 28,19-20)
El diezmo tiene también una
dimensión misionera.
10. "Soy diezmador porque me
gusta vivir en libertad y
optimismo, celebrando desde
ya la vida plena." "En la casa
de mi Padre hay muchas
mansiones, y voy allá a
prepararles un lugar, y volveré
y los llevaré junto a mí." (Jn
14,2-3) Todos estamos de paso
por este mundo, por ello,
busquemos los bienes
definitivos.
ORACIÓN DEL DIEZMADOR
Recibe, Señor, mi ofrenda. No
es una limosna, porque no eres
un mendigo. No es solo una
contribución, porque Tú no
necesitas de ella. No es el resto
de lo que me sobra lo que te
ofrezco. Este aporte, Señor,
representa mi agradecimiento,
pues si tengo algo, es porque
Tú me lo diste. Amén.