Incide en el facultamiento o construcción de una identidad personal sólida como en
su preparación para la vida en ciudadanía. Se aprende al hacer y reflexionar sobre lo que se hace en contextos de prácticas situadas y auténticas. Situaciones que conduzcan al alumno a un crecimiento continuo, gracias a la interacción entre las condiciones objetivas o sociales e internas o personales, entre el entorno físico y social con las necesidades, intereses, experiencias y conocimientos previos del alumno. El foco de una enseñanza centrada en proyectos situados se ubica en el “mundo real”. Proceso de pensamiento, acción y reflexión. Tendencias que dan sentido a la estrategia: la enseñanza centrada en el desarrollo de la independencia y responsabilidad, la formación orientada a mejorar la vida en sociedad en virtud de una práctica social y formas de comportamiento democráticas. En la conducción de un proyecto, los alumnos contribuyen de manera productiva y colaborativa en la construcción conjunta del conocimiento, en la búsqueda de una solución o de un abordaje innovador ante una situación relevante. Libertad de acción por parte del alumno. El componente motivacional es crucial. Por medio de un proyecto o actividad propositiva que entusiasma e involucra a la persona que aprende es posible articular una enseñanza acorde a las leyes del aprendizaje, las cualidades éticas de la conducta, las actitudes individuales del alumno y la situación social en la que vive. Proyectos con trascendencia no sólo en la adquisición de saberes específicos, sino para la vida de una sociedad democrática. 4 tipos de proyectos:
- Hacer o efectuar algo
- Apropiación de una experiencia - Resolver un problema o dificultad intelectual - Adquirir un determinado grado de conocimiento
No son excluyentes y la diferencia reside en el propósito o actitud con la que el
alumno asume una tarea. Lo valioso de un proyecto es la posibilidad de preparar al alumno, no en torno a una experiencia concreta, sino en la posibilidad de tener una aplicación amplia en situaciones futuras. Promoción de relaciones sociales compartidas. No todo proyecto tiene el mismo potencial educativo, aquí es donde aparece la responsabilidad del docente como mediador en la construcción de la situación educativa en un sentido amplio. Un buen proyecto tiene que referir a un conjunto de actividades concretas, interrelacionadas y coordinadas entre sí, que se realizan con el fin de resolver un problema, producir algo o satisfacer alguna necesidad. El profesor no lo decide todo. Se orienta a una producción concreta. Induce un conjunto de tareas en las que todos los alumnos puedan participar y desempeñar un rol activo. Suscita el aprendizaje de saberes y procedimientos de gestión del proyecto.