Para hablar de este tema se debe tener muy claro antes que todo ¿Qué es la física? De tal modo se empezara por abordar que esto: Entonces la física es la ciencia natural que se encarga de estudiar la materia, el tiempo el espacio y la energía, por otro lado también estudia las interacciones de estos cuatro elementos entre sí. Esta disciplina ayuda a crear competencias, métodos y una cultura científica que luego sirve para actuar sobre el mundo físico. Ahora si ya puesto en contexto el tema abordaremos lo que realmente importa la historia del electromagnetismo, es está considerada como el conocimiento y el uso registrado a lo largo del tiempo de las fuerzas electromagnéticas. En la antigüedad era muy familiar con los efectos de electricidad atmosférica, pero en particular el rayo y las tormentas eléctricas, sin embargo se comprendía muy poco la electricidad y no eran capaces de explicar científicamente estos fenómenos. Las fuerzas eléctricas, magnéticas, la gravedad, y las llamadas fuerzas débiles y fuertes son las cinco fuerzas conocidas de la física. La gravedad es dominante a una escala planetaria y estelar, mientras que las fuerzas débiles y fuertes son importantes dentro del núcleo de los átomos; las fuerzas eléctricas y magnéticas son fundamentales en el intermedio. Las primeras observaciones de fenómenos magnéticos son muy antiguas, Se cree que fueron realizadas por los griegos en la ciudad de Asia menor, se encontró que en esta región existían piedras que eran capaces de atraer trozos de hierro. En la actualidad se saben que dichas piedras están constituidas por un óxido de hierro (magnetita) se denomina imanes naturales. Él término magnetismo se usó para designar el conjunto de las propiedades de estos cuerpos, en virtud del nombre de la ciudad donde fueron descubiertos en la Antigua Grecia. (Magnesia). Los antiguos griegos, 800 años a.C., conocieron las propiedades eléctricas del ámbar, o capacidad para atraer pequeños cuerpos tras ser frotado, y también las propiedades magnéticas de ciertas rocas ígneas, llamadas µαγνηζ (magnes), que podían atraer pequeños trozos de hierro. La leyenda atribuye este nombre al pastor Magnes, quien observó cómo sus zapatos, provistos de tachuelas de hierro, se quedaban pegados al caminar por encima de dichas rocas. Como quiera que fuere, la magnetita, compuesta por óxido ferroso-férrico (Fe3O4), era relativamente fácil de hallar en las proximidades de Magnesia, una ciudad griega situada en el norte del Mar Egeo. Algunos historiadores coinciden en que la brújula era ya utilizada por los chinos varios siglos antes de que los griegos tuvieran conocimiento de las propiedades de la magnetita. No obstante parece que su aparición en Europa tiene lugar hacia el año 1100 de nuestra era, coincidiendo con el interés despertado por la navegación. Durante los siglos, XVII y XVIII, grandes hombres de ciencia como William Gilbert, Otto von Guericke, Stephen Gray, Benjamín Franklin, Alessandro Volta entre otros estuvieron investigando estos fenómenos de manera separada y llegando a conclusiones coherentes con sus experimentos, los físicos pudieron realizar varios experimentos prodigiosos e inventos muy útiles como la bombilla eléctrica por Thomas Alva Edison o el generador de corriente alterna por Nikola Tesla. En 1600, William Gilbert descubre que la electrificación no estaba limitada al ámbar sino que este era un fenómeno general. Así, científicos electrificaron una variedad de objetos, incluyendo gallinas y personas. Experimentos realizados por charles Coulomb en 1785 confirmaron la ley inverso del cuadrado para la electricidad. Hasta principios del siglo XIX los científicos establecieron que la electricidad y el magnetismo son, en efecto, fenómenos relacionados. En 1820 Hans Oersted descubre que una brújula sé deflacta cuando se colocó cerca de un circuito que lleve corriente eléctrica. En 1831, Michael Faraday, y simultáneamente, Joseph Heary, demuestran que, cuando un magneto o imán (o de manera equivalente, cuando el magneto se mueve cerca de un alambre), una corriente eléctrica se observa en el alambre. En 1873, James Clerk Maxwell uso estas observaciones y otros factores experimentales como base, y formula leyes del electromagnetismo que se conocen actualmente. Poco tiempo después (alrededor de 1888), Heinrich Hertz verifica las predicciones de Maxwell produciendo ondas electromagnéticas en el laboratorio. Esto fue seguido por desarrollos prácticos como la radio y la televisión. Las contribuciones de Maxwell a la ciencia del electromagnetismo fueron especialmente significativas debido a que las leyes formuladas por él son básicas para todas las formas de los fenómenos electromagnéticos. Su trabajo es comparable en importancia al descubrimiento de Newton con sus leyes del movimiento y la teoría de la gravitación. El éxito predictivo de la teoría de Maxwell y la búsqueda de una interpretación coherente de sus implicaciones, fue lo que llevó a Albert Einstein a formular su teoría de la relatividad que se apoyaba en algunos resultados previos de Hendrik Antoon Lorentz y Henri Poincaré. Con ello, las ondas hertzianas posibilitaron la comunicación inalámbrica entre los hombres. La comunicación inalámbrica maravilló al mundo. Muy pronto todos los barcos de guerra fueron provistos de aparatos de radiotelegrafía, empezaron a recibir noticias de lo que ocurría en el mundo, y en 1904 los grandes trasatlánticos ya imprimían diariamente periódicos a bordo. En 1907 comenzó a funcionar un servicio transoceánico para radiogramas. Pero esto nada más era telegrafía. Aún no existía la radiotelefonía tal como se conoce hoy, es decir, no había en las casas aparatos pequeños por los que se pudiera escuchar música, lo que posibilitó la introducción de radiotelefonía en los hogares fue la transición, dentro del campo de las ondas electromagnéticas, del telégrafo al teléfono. En la primera mitad del siglo XX, con el advenimiento de la mecánica cuántica, el electromagnetismo tenía que mejorar su formulación con el objetivo de que fuera coherente con la nueva teoría. Esto se logró en la década de 1940 cuando se completó una teoría cuántica electromagnética o mejor conocida como electrodinámica cuántica. La electrodinámica cuántica (QED acrónimo en inglés de Quantum Electrodynamics) es la teoría cuántica del campo electromagnético. QED describe los fenómenos que implican las partículas eléctricamente cargadas que obran recíprocamente por medio de la fuerza electromagnética. El estudio del electromagnetismo es importante, porque se han realizado a lo largo del tiempo varias observaciones en la ciencia del magnetismo donde se ha vuelto central en nuestra tecnología como medio ideal de almacenamiento de datos en cintas magnéticas, discos magnéticos y brújulas magnéticas. Además de que tiene aplicaciones de suma importancia en el ámbito médico; su aplicación sería las resonancias magnéticas, que son para el análisis de enfermedades que no se pueden apreciar a simple vista. En este trabajo, pudimos dar cuenta lo que significa el fenómeno de electromagnetismo, sus usos, su historia y los científicos que lo han estudiado por años. Se puede apreciar como dos fenómenos como la electricidad y el magnetismo se unen formando el centro de nuestra investigación, como un simple sonido del timbre de nuestra casa puede contener la ciencia estudiada, lo que significa que donde miremos, la física va a estar ahí con alguno de sus múltiplos fenómenos. A lo largo de la historia grandes personas han hecho numerosos aportes a este campo de la ciencia tales como: Faraday y Henry, Du Fay y Hasbeek, Maxwell, Hertz y Tesla, Lorenz y Pointcare. Por ultimo podemos decir que la electricidad se trata conjuntamente con el magnetismo porque ambos aparecen generalmente juntos, cuando el primero está en movimiento, el último también está presente. El fenómeno del magnetismo fue observado desde el principio de la «historia del magnetismo», pero no fue completamente explicado hasta que se desarrolló la idea de la inducción magnética. El fenómeno de la electricidad fue igualmente observado desde el principio de la «historia de la electricidad», pero no fue completamente explicado hasta que se desarrolló la idea de carga eléctrica.